Los Llanos de Aridane, la ciudad hecha museo

El segundo municipio más importante de la isla de La Palma es un lienzo infinito para artistas de renombre.

Los Llanos de Aridane, la ciudad hecha museo

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Son numerosas las ciudades del mundo que se han servido del arte urbano para maquillar zonas degradadas y transformarlas en color y alegría. En cambio, Los Llanos de Aridane, en la cara occidental de La Palma, no necesita ornamentos a la hora de airear su belleza. Pasear entre sus coloridas casas con balconadas de madera es retroceder en el tiempo. Es viajar hasta el siglo XIX, cuando obtuvo el título de Ciudad precedido por el de Villa, para presenciar un esplendoroso pasado.

No obstante, un proyecto artístico promovido por el ayuntamiento bajo el nombre “La Ciudad en el Museo. Foro de Arte Contemporáneo (CEMFAC)” llegó a sus calles hace dos décadas para magnificar sus encantos y aunar su historia con las obras que Javier Mariscal, Boa Mistura o Carmen Cólogan crearon con la intención de ser disfrutadas sin restricciones.

'Plantain' de la artista canaria Carmen Cólogan

Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane

UN PASEO ENTRE ARTE E HISTORIA

La segunda población más importante de la isla de La Palma merece ser recorrida con calma, deteniéndose en cada uno de sus rincones y alzando la vista en todo momento para contemplar las 33 obras que se exponen a modo de inusual museo al aire libre.

Partiendo desde la céntrica Plaza de España, donde se encuentra la iglesia de los Remedios, ascienden las callejuelas Fernández Taño y del Medio con edificaciones de colores vivos y puertas de madera. Desde ellas asoman intrépidos algunos de los picos de la isla, anunciando la puerta de entrada al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Detrás de la iglesia, la recoleta Plaza Chica, adornada con palmeras, era un punto importante para abastecerse de agua y hoy, otro imprescindible en un paseo por la historia llanense.

Es precisamente en el casco viejo de Los Llanos donde, en 1999, las fachadas de los edificios de cemento y hormigón que habían sustituido casonas señoriales en un intento de modernización, comenzaron a considerarse lienzos en blanco. Una idea bastante pionera para aquella época con la que se pretendía humanizar ciudades y hacerlas más atractivas y cercanas.

Dar libertad a las obras en espacios abiertos para sorprender a viandantes por medio de una atípica pinacoteca en la que, además de cuadros, se pueden encontrar murales, fotografías, esculturas y grafitis. Piezas, de hasta 150 metros, que, en estos 20 años, se han ido uniendo al proyecto con materiales persistentes para garantizar su durabilidad.

Obra de 3ttman

Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane

Algunas también se han restaurado demostrando así que no todo el arte en la calle es efímero. Es el caso del mural abstracto del artista alemán Albert Oehlen situado en la Calle Real, en el que, a modo de collage, destaca un revólver con el que permite especular, con certeza erróneamente, sobre su significado.

Hay creaciones bastante recientes como Plantain de la artista canaria Carmen Cólogan. Inaugurada hace justo un año en la fachada anexa al edificio de Correos, refleja las siempre presentes plataneras del Valle de Aridane, principales motores económicos en la isla.

La fiesta de reciclémonos del francés Louis Lambert, afincado en el archipiélago y conocido artísticamente como 3ttman, persigue concienciar sobre el reciclaje. Otras susurran historias marinas, como La Gran Ola de Javier Mariscal (calle Díaz Pimienta 10), en la que sus míticos dibujos, acostumbrados a un mar Mediterráneo relajado, se ven sorprendidos por el salvaje Atlántico.

Entre las esculturas destaca la de Fernando Bellver, descendiente de una saga de escultores, ensalza las raíces canarias con el nombre Guanche que Mira al Sol (Avenida Doctor Fleming). Bellver también es el autor de un curioso acrílico en la calle del Medio que cuenta la enigmática historia de la isla de San Borondón, que aparece y desaparece de geografías y mapas desde tiempos inmemoriales.

Las llamativas escaleras de La Montaña, inundadas de color por el grafitero bilbaíno Okiman

Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane

A este interminable proyecto se le sumó, en 2018, Efimeria, una iniciativa muy vinculada a ‘La Ciudad en el Museo’ para extender la belleza del arte urbano a otros barrios. Las llamativas escaleras de La Montaña, inundadas de color por el grafitero bilbaíno Okiman, fueron las encargadas de inaugurarlo.

Dos años antes, el colectivo Boa Mistura plasmó la isla con un inspirador mural sobre el que grabó Querer Volver. Un sentimiento que se adueñó de ellos cuando visitaron La Palma y que también compartiremos cuando nuestros días en la isla toquen a su fin.

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'Querer volver', de Boa Mistura

Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane