Ñe'êndy
Diccionario Guaraní Interactivo
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Diccionario: Wolf Lustig
Programación: Gilbert Ramírez
© Gilbert Ramírez y Wolf Lustig, 1996
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Las particularidades de la ortografía guaraní (transcripción "científica" o "académica") se toman en
consideración de la siguiente forma:
• El g-nasal se escribe g~ o §
• El y-nasal se escribe y~ o $
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Diccionario español/guaraní y guaraní/español
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Material extraído de la Universität Mainz 1995 © Wolf Lustig, Universität Mainz 1995
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Página elaborada por el Profesor Jorge Román Gómez (El kunumi) - Ituzaingó Corrientes (Argentina)
En la misma puedes encontrar también información sobre morfología, historia de la
población guaraní, etc.
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12 octubre 2004
Guaraníes
- Diccionario español/guaraní y guaraní/español
- La lengua guaraní
- "El corazón de América. Un viaje por Paraguay"
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Diccionarios
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- Diccionario políglota inca
- Diccionario español/guaraní y guaraní/español
- Conocimiento indígena. Guía para el investigador
Educación Bilingüe
- Educación para la multiculturalidad
- Entrevista a Felipe Pigna: el 12 de Octubre, un festejo insostenible
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- Pronunciamiento del Ier Encuentro Regional de Profesores Bilingües Interculturales de Ancash
Pueblos Indígenas
- Cooperación popular, un proceso de interculturalidad
- Allá vamos, otra vez, un cómic contra el desarrollo que arrolla a los pueblos indígenas
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Historia Morfología Conversación Español-Guaraní Guaraní-Español
Por el Profesor Jorge Román Gómez (El kunumi) - Ituzaingó - Corrientes (Argentina)
Por el Profesor Jorge Román Gómez (El kunumi) - Ituzaingó - Corrientes (Argentina)
El objetivo de esta página no es el de preparar un manual para el aprendizaje del idioma,
pero podría probablemente suministrar datos para la elaboración de textos o material de
consulta, el cual puede ser comprendido por personas con nociones teóricas básicas de
gramática española o de otra lengua.
Consultas: kunumi@arnet.com.ar
Historia
LOS GUARANÍES
LOS AVA Y SU MODO DE VIDA
Los guaraníes o AVA, como ellos mismos se denominaban, definieron y
caracterizaron culturalmente un singular espacio geográfico, siguiendo los
cursos de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay.
El guaraní prefirió, para la instalación de sus aldeas, los terrenos ubicados
sobre las riberas de los grandes ríos, arroyos y lagunas de la región. Eran los
sitios más propicios para la pesca y la caza, para la recolección del ñai’û o
arcilla para la cerámica, y fundamentalmente para el aprovechamiento de la
fértil capa de humus en las labores hortícolas, mientras que el monte
cercano ofrecía sus frutas silvestres y abundante madera.
El guaraní conocía y visualizaba con claridad su hábitat geográfico, se sentía
parte de él. Su propia lengua identificaba con toda lucidez, con nombres
propios, ríos, arroyos, lagunas, cerros, montes, sitios significativos y otros
de orden mitológicos.
La aldea o TÁVA instalada, por ejemplo junto a la laguna del IBERÁ (YVERA),
no constituía un hecho poblacional aislado. Era parte de una amplísima red
intercomunicada por caminos o TAPE. En este ámbito las relaciones se
establecían por el parentesco, o pro alianzas circunstanciales de carácter
ofensivo defensivo. El guaraní conocía la existencia de los cazadores recolectores que deambulaban en torno de su ámbito geográfico, sabía de la
existencia del imperio Inca y de sus características, y había llegado inclusive
hasta sus fronteras. Tampoco se les escapaba el conocimiento de la
existencia del océano Atlántico. La geografía guaraní era un espacio
racionalmente administrado. En él se conjugaban el hombre y la naturaleza
en un armonioso equilibrio. Esto era sentido así por el guaraní. Lo que
quedaba fuera de aquella geografía pasaba a ser la "TIERRA DEL OTRO", del
no guaraní.
UN MODO DE VIVIR Y DE PRODUCIR
Los guaraníes habitaban en aldeas compuestas por tres o cuatros grandes
casas comunales. Cada una de ellas contenía a todos aquellos que se
hallaban relacionados por vínculos de parentesco, de tal modo que algunas
podían albergar hasta un centenar de personas.
Los lazos de parentesco actuaban como ordenadores de la estructura social
y económica de los guaraníes. Cada casa comunal representaba un te’'ýi
(parentesco, linaje) formado por todos los descendientes de un antepasado
común con sus respectivas mujeres. Cada te’ýi poseía un jefe y toda la
actividad económica productiva se organizaba en función del te’'ýi. Dicha
organización se basaba en el concepto de reciprocidad en el trabajo y en la
disponibilidad de bienes.
La reunión de varios te’'ýi formaba un tekoha (residencia). La reunión no era
arbitraria, sino producto de algún lazo de parentesco, generado por ejemplo
por el casamiento de un varón de un te’'ýi con una mujer perteneciente a
otro. Entonces se formaba un táva, es decir la aldea o pueblo.
PAYE (PAJE)
El paye era un personaje respetado entre sus pares. Conocedor profundo de
la herboristería, tenía carácter de médico del cuerpo y del espíritu. Luego de
la conquista se creía que era portador de poderes portentosos, capaces de
inclusive de causar la muerte de alguna persona, de hablar con los espíritus
de los muertos, de cambiar el curso de los ciclos de la naturaleza, de
provocar o curar enfermedades. A diferencia del cacique, cuyo poder era
temporario, el paye se imponía al grupo por si mismo. El consumo de
hierbas y hongos de propiedades alucinógenas era utilizado por el paye y
generaba una atmósfera irreal que arrastraba a los integrantes de la
comunidad a vivenciar experiencias semejantes a los de tipo místico.
Una de las funciones del cacique era de administrar el trabajo comunitario y
de distribuir equitativamente los bienes del consumo. Existía una división del
trabajo por sexo. La preparación de la cerámica era, por ejemplo, una tarea
exclusiva de las mujeres, como la de plantar e hilar los lienzos. El varón era
básicamente pescador, cazador - recolector y guerrero.
El concepto de la propiedad privada de los bienes no existía en la sociedad
guaraní. Todo lo que se cosechaba en los cultivos hortícolas, el producto de
la caza y la pesca, los frutos recolectados, eran distribuidos solidariamente
entre todos los miembros del te’ýi. Solamente algunos pocos bienes podían
ser considerados como personales, tal el caso de las armas, las hamacas,
algunos utensilios de cerámica. La tierra era considerada como un bien del
que se podía disponer pero sobre el cual nadie podía pretender derechos de
propiedades exclusiva. Eran comunitarios la tierra cultivable, las fuentes de
abastecimiento de agua, el monte y la selva, con todos sus recursos
aprovechables.
LA DIVINIDAD, EL UNIVERSO Y LA MUERTE
La faceta espiritual del guaraní constituye uno de los aspectos más
llamativos y atrayente de su cultura.
Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamo la atención de los
conquistadores y colonizadores el hecho de que los guaraní no poseyeran
templos, ni ídolos o imágenes para venerar, ni grandes centros
ceremoniales.
No dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin ningún tipo de
creencias religiosas. La verdad era otra, la religiosidad existía y era
profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos
tallados.
Ñanderuvusu, nuestro padre grande, o Ñamandu, el primero, el origen y
principio, o Ñandejara, nuestro dueño, eran los nombres que hacían
referencia a una divinidad que era concebida como invisible, eterno,
omnipresente y omnipotente. Una entidad espiritual concreta y viviente que
podía relacionarse con los hombres, por ejemplo bajo la forma perceptible
de TUPÂ, el trueno. Se manifestaba en la plenitud de la naturaleza y del
cosmos, pero nunca en una imagen material. Ñamandu no era el dios
exclusivo de los guaraníes, era el dios padre de todos los hombres.
Frente a Ñamandu, el padre bondadoso, el dador de vida y sustento del
equilibrio del orden universal, estaba la otra dimensión de la realidad
espiritual, el MAL, expresado en el concepto de Aña. Esta fuerza maléfica era
la generadora de la muerte, la enfermedad, la escasez de alimentos y las
catástrofes naturales.
Para los guaraníes esta tierra y esta vida no eran la perfección. Existía un
lugar donde todo era perfecto, la Tierra sin Mal. La vida del hombre era un
andar hacia aquel sitio, al que se podía llegar luego de la muerte física, y en
algunos casos excepcionales corporalmente, sin pasar por el trance de la
muerte. La Tierra sin Mal no constituía un mito para los guaraníes. Era un
lugar real, concreto, que se ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá
del Gran Mar (océano Atlántico). Esta creencia en la Tierra sin Mal generaba
periódicamente grandes migraciones en su búsqueda, inspiradas por el
mesianismo de algunos chamanes o paye.
Creían en la inmortalidad del espíritu y en el hecho de que la muerte
consistía en el acto por el cual el alma o anguera abandonaba el cuerpo
físico ya sin vida o te’ongue.
Muerto el individuo, sus familiares procedían a la destrucción de todas
aquellas pertenencias del mismo que pudieran retenerlo indebidamente en el
mundo de los vivos. Si el alma quedaba, por simpatía hacia algún objeto, en
el mundo terrenal, se transformaba en un angueru o alma en pena. El
angueru o anguera inclusive, podía manifestarse a los vivos bajo el aspecto
de un póra o fantasma.
El difunto era enterrado en un japepo, una vasija de cerámica de
dimensiones considerables. El japepo no tenía una utilización
específicamente fúnebre sino que cumplía múltiples funciones.
Concebido por las manos alfareras de la mujer guaraní, servia para la
cocción de los alimentos, para la fermentación de las bebidas alcohólicas y
para servirlas en los agasajos, y luego finalizaba convertido en urna
funeraria.
Existían dos formas de tratar al cadáver. Una consistía en dejar abandonado
el cuerpo del difunto durante algún tiempo prudencial en el monte, para que
sufriera el proceso del descarne. Luego, los huesos eran recogidos y
depositados en el interior del japepo. Otra forma era la de introducir el
cadáver completo en el interior de la urna, acomodándolo en una posición
fetal.
La urna era enterrada en el mismo sector que ocupaban las viviendas. Junto
al japepo se depositaban otras pequeñas vasijas cerámicas que contenían
alimentos y bebidas, ya que se consideraba que en sus primeros estadios de
desprendimiento del mundo terrenal, el alma aún conservaba ciertas
apetencias humanas.
EL SER GUERRERO. UNA CONDICIÓN VITAL
El pueblo guaraní poseyó desde un inicio, un carácter intrusivo en la región
platense. Su entrada fue violenta y determinó una existencia
constantemente ofensiva y defensiva respecto a las poblaciones aborígenes
no guaraníes que habitaban la región.
Los ataques se realizaban en forma masiva. Previo al ataque, sé hacia caer
sobre las fuerzas adversarias una lluvia de flechas y piedras. Luego venía la
embestida directa con lanzas, macanas o garrotes. La crueldad con los
vencidos era extrema. Algunos de los prisioneros eran reservados para
esclavos, mientras que otros lo eran para ser comidos en banquetes rituales.
La antropofagia era una práctica común entre los guaraníes. Se consideraba
que al ingerir la carne del enemigo vencido, existía una apropiación del valor
y de las virtudes guerreras del mismo.
LA COTIDIANIDAD DEL GUARANÍ
La unión entre el varón y la mujer no tenía un carácter sacramental entre
los guaraníes. Era simplemente una forma institucional de ampliar los lazos
de parentesco y de consolidar el sistema de reciprocidad productiva,
económica y defensa. Por este motivo, entre los caciques la poligamia era de
práctica común, Ya que con ella ampliaban e incrementaban su poder
político y económico.
El guaraní se refería a su lengua como el avañe’e, el habla de la persona o
del hombre. El lenguaje era concebido como una fuerza creadora, capaz de
transformar y hacer surgir realidades. Según la mitología guaraní, el mismo
Ñamandu había creado el avañe’e cuando por medio de las "palabras almas"
había creado el mundo.
Por su condición de agricultores, los guaraníes eran un pueblo básicamente
vegetariano. La carne ocupaba un lugar secundario en la alimentación y
dependía de la cacería de animales, aves silvestres y de la pesca.
Consumían también el tambu, una larva que se desarrolla en los tallos de las
palmeras. La producción agrícola era muy variada, destacándose el maíz
(avati), la mandioca (mandi'o), el zapallo (kurapepê), el tabaco, la batata
dulce (jety) y una gran variedad de porotos (kumanda). Otros productos
eran obtenidos directamente del monte o selva, tal el caso de las hierbas
medicinales, frutos como el guajabo (arasa), la piña o ananá (avakachi) y la
yerba mate(ka'a).
El guaraní paraguayo
La lengua guaraní pertenece a la familia lingüística guaraní - tupí que
comprende lenguas que se hablaban en la América precolonial por pueblos
que vivían al este de la Cordillera de los Andes, desde el mar Caribe hasta el
Río de la Plata y son habladas hoy en día tanto por poblaciones integradas a
la sociedad de sus respectivos países como por etnias que preservan todavía
sus culturas autóctonas: Paraguay, Norte Argentino, Bolivia y Brasil.
Se pueden diferenciar tres variedades de guaraní casi ininteligibles entre sí:
el misionero o jesuítico; el tribal y el guaraní paraguayo.
El guaraní misionero se habló en el área y tiempo de influencia de las
misiones jesuíticas, entre 1632 y 1767, despareciendo definitivamente para
1870, pero habiendo dejado importantes documentos escritos.
El guaraní tribal es hablado por cinco o seis etnias asentadas dentro del
territorio paraguayo y limitadas geográficamente: Chiriguanos, Tapiete, Paî
Tavyterâ, Avakatuete o Ava Chiripa, Mbya y Ache Guayaki.
El guaraní paraguayo es hablado por casi la totalidad de la población del país
(94%), éste depende generalmente de la ubicación urbana o rural de los
hablantes, siendo variable el grado de pureza y de riqueza del léxico. En los
centros urbanos y principalmente en la capital se habla el jopara (mezcla
de guaraní y español pero con estructura del guaraní) muchas veces
considerado como tendencia hacia una tercera lengua.
Revisión gramatical: Profesora Asela Liuzzi
Bibliografía consultada:
"GRAMÁTICA DE LA LENGUA GUARANÍ". NATALIA KRIVOSHEIN DE
CANESE. Colección Ñemity, Asunción 1983.
"CURSO BÁSICO DE LENGUA GUARANÍ". ATENEO DE LENGUA Y CULTURA
GUARANÍ. Depto de Pedagogía, Didáctica y Formación Docente.
Morfología
ADJETIVOS DEMOSTRATIVOS DE PRESENCIA. (TEROJA TECHAUKARÂ)
KO: ESTE, ESTA
PE: ESE, ESA
Â: ESTOS, ESTAS
AQUELLAS
AMO: AQUEL, AQUELLA
KO’Â: ESTOS, ESTAS
UMI: ESOS, ESAS, AQUELLOS
EJ: ko tape: este camino
Pe karai: ese señor
Amo kuñataî: aquella señorita
 mitâ: estos niños
Umi ryguasu: aquellas gallinas
ADJETIVOS DEMOSTRATIVOS DE AUSENCIA.
KU: ESE, ESA
AQUELLA
UPE: ESE, ESA
AIPO: AQUEL, AQUELLA AKO: AQUEL,
Ej: upe tetâ: ese país
Aipo ñorairô: aquella guerra.
Upe ára che reja: aquel tiempo que me dejaste
PRONOMBRES. TERARÂNGUE
CHE:YO
NDE:TU
HA’E:ÉL
ÑANDE:NOSOTROS (incluyente)
ORE : NOSOTROS (excluyente)
PEÊ : VOSOTRO
HA’E KUERA: ELLOS
La 1ra persona del plural ñande incluye a la persona a quién se habla, en
cambio ore la excluye.
PARTÍCULAS. (ÑE’ÊPEHÊTAI)
Las palabras se forman con una raíz y una, dos o más partículas, prefijas y
sufijas llamadas: ñe’êpehêtai.
Ej: aguatáta: caminaré
a: mboyvegua (prefijo)
Guata: tapo (raíz)
ta: upeigua (sufijo)
CONJUGACIONES VERBALES (Ñe'êtéva mosusû)
Índices personales + raíz verbal.
Índice
person
al
Partícula
Raíz
verb
al
Part.
+
raíz
Español
Che
A
Mba’
apo
Amb
a’apo
Yo trabajo
Nde
Re
Mba’
apo
Rem
ba’ap
o
Tu trabajas
Ha’e
O
Mba’
apo
Omb
a’apo
Él trabaja
Ñande
Ja (para
palabras
Orales)
Ña (para
palabras
nasales)
Mba’
apo
Ñam
ba’ap
o
Nosotros
trabajamos
Ore
Ro
Mba’
apo
Rom
ba’ap
o
Nosotros
trabajamos
Peê
Pe
Mba’
apo
Pemb
a’apo
Vosotros
trabajáis
Ha’e
kuera
o
Mba’
apo
Omb
a’apo
Ellos
trabajan
ADJETIVOS POSESIVOS (TEROJA MBA’ÉVA)
CHE
MI
CHE YVOTY Mi
flor
CHE RU Mi papá CHE RATAKUA Mi
horno
NDE (NE)
TU NDE YVOTY Tu
flor
NDE RU Tu
papá
NDE RATAKUA Tu
horno
I, IJ, HI’, H,
IÑ
SU IJYVOTY Su flor
ITÚVA Su papá
HATAKUA Su horno
Con el pronombre ñande,si el verbo es nasal se usa la partícula ña, si es
oral se usa la partícula ja.
Ej: Nosotros salimos
ñande ñasê (nasal)
Nosotros caminamos ñande jaguata (oral)
En guaraní hay palabras (raíces) uniformes, biformes, triformes y
cuatriformes llamadas formas constructivas, estas indican accidentes
gramaticales.
Las formas constructivas son las que comienzan con r y h. Las demás son
absolutas.
UNIFORMES: tiene una sola forma para su uso
BIFORMES: tienen dos formas para su uso. La primera con t inicial llamada
forma absoluta, la segunda con r inicial se usa cuando el sustantivo es
determinado por un adjetivo posesivo de primera o segunda persona.
TRIFORMES: tienen tres formas, una absoluta con t inicial y dos
constructivas con r y h inicial.
La forma con t inicial no indica posesión
La forma con r inicial se usa cuando esta determinado por adjetivos
posesivos de primera o segunda persona.
La forma con h inicial indica posesión de tercera persona.
FORMAS NEGATIVAS:
En palabras orales con la partícula nd como prefijo y la partícula i como
sufijo.
Yo camino che aguata
Yo no camino che ndaguatái.
En palabras nasales con la partícula n como prefijo y la partícula i como
sufijo.
Tú das nde reme’ê
Tú no das nde nereme’êi.
La negación con la partícula ri se usa con los verbos terminados en i, orales
o nasales.
Yo canto che apurahéi
Yo no canto che ndapurahéiri (oral)
Tú pones nde remoî
Tú no pones nde neremoîri (nasal).
La numeración original guaraní es 1; 2; 3 y 4 (peteî, mokôi, mbohapy ha
irundy) las demás combinaciones númericas son creaciones modernas así
como el horario, los días de la semana, meses y estaciones del año
adaptada al calendario europeo.
NUMERACIÓN. PAPAHA
1
peteî
11
pateî
21
Mokôi papeteî
40
Irundypa
2
mokôi
12
Pakôi
22
Mokôipa mokôi
50
Popa
3
mboha
py
13
Paapy
23
Mokôipa
mbohapy
60
Poteîpa
4
Irundy
14
Parundy
24
Mokôipa irundy
70
Pokôipa
5
Po
15
Papo
25
Mokôipa po
80
Poapypa
6
Poteî
16
Papoteî
26
Mokôipa poteî
90
porundypa
7
Pokôi
17
Papokôi
27
Mokôipa pokôi
100
Su
8
Poapy
18
Papoapy
28
Mokôipa poapy
100
0
Sa
9
Porund
y
19
Paporun
dy
29
Mokôipa porundy
100
00
Pasu
1
0
pa
20
mokôipa
30
Mbohapypa
Mi mamá tiene 63 años Che sy oguereko poteîpa mbohapy ary
Tu papá hará 120 chipas Nde ru ojapota su mokôipa chipa
DÍAS DE LA SEMANA.
DOMINGO - Arateî
Ararundy
JUEVES - Arapo
Ára: día
LUNES - Arakôi
VIERNES - Arapoteî
peteî: uno
MARTES - Araapy
MIERCOLES -
SABADO - arapokôi
arateî: primer día
QUE DÍA ES HOY? Mba’e árapa hína? Hoy es lunes Ko árahína arakôi
El sábado voy a ir a tu casa Arapokôipe ahata nde rógape
El domingo voy a bailar chamamé Arapeteî ahata ajeroky chamame
LOS MESES. JASYKUÉRA RÉRA
ENERO
Jasyteî
JULIO
Jasypokô
i
FEBRER
O
Jasykôi
AGOSTO
Jasypoap
y
MARZO
Jasyapy
SEPTIE
MBRE
Jasyporu
ndy
ABRIL
Jasyrund
y
OCTUBR
E
Jasypa
YASY: LUNA
MAYO
Jasypo
NOVIEM
BRE
Jasypateî
JUNIO
jasypoteî
DICIEM
BRE
Jasypakô
i
PETEî: UNO
JASYTEî: PRIMERA LUNA:
En agosto llueve mucho
Jasypoapype oky heta
En febrero hace demasiado calor
Jasykôime hakueterei
En diciembre nació el señor Jesús
Jasypakôime heñói karai Hesu
En mayo es mi cumpleaños
Jasypope che aramboty
LAS ESTACIONES DEL AÑO
OTOÑO - Araroguekúi
Ára: día roguekúi: caída de hojas
INVIERNO - Araro’y
Ára: día ro’y: frio
PRIMAVERA - Arapoty
Ára: día poty: flor
VERANO - arahaku
Ára: día haku: calor
• En verano voy mucho al río
• Arahakúpe aha meme ysyrýpe
• Mí jardín en primavera es muy lindo
• Che yvotyty arapotype iporâiterei
• El cumpleaños de mi amigo es en otoño
• che angiru hi’aramboty araroguekúpe
• Yo como chipa caliente en invierno
• Che ha’u chipa haku araro’ype
LA HORA. ARAVO
HORA: aravo
MINUTO: aravoi
SEGUNDO: aravo’ive
Qué hora es? Mba’e aravópa hína?
Son las 13 y 7 minutos Paapy aravo ha pokôi aravoi
La una y cuarenta y cinco Peteî aravo ha irundypa po aravoi
Las diez en punto Pa aravo
Las 12 y 15 minutos Pakôi aravo ha papo aravoi
CONJUGACIÓN DE ALGUNOS VERBOS. (ÑE’ÊTÉVA MOSUSÛ JEPORA
VOPYRE)
TENER: GUEREKO.
CHE AGUEREKO
NDE REGUEREKO
HA’E OGUEREKO
ÑANDE
JAGUEREKO
ORE ROGUEREKO
PEÊ PEGUEREKO
HA’EKUÉRA
OGUEREKO
TRAER: GUERU.
CHE AGUERU
NDE REGUERU
HA’E OGUERU
ÑANDE JAGUERU
ORE ROGUERU
PEÊ PEGUERU
HA’EKUÉRA
OGUERU
SALIR: SÊ.
CHE ASÊ
NDE RESÊ
HA’E OSÊ
ÑANDE ÑASÊ
ORE ROSÊ
PEÊ PESÊ
HA’EKUÉRA OSÊ
HACER:
JAPO.
CHE
AJAPO
NDE
REJAPO
HA’E
OJAPO
ÑANDE
JAJAPO
ORE
ROJAPO
PEÊ
PEJAPO
HA’EKU
ÉRA
OJAPO
DORMIR: KE; DEJAR: POI; CAMINAR: GUATA SALTAR: POPO; SABER:
KUAA; VENIR: JU IR: HA; PODER: KATU; AMAR: TAYHU; MIRAR: MA’E
Conversación
EXPRESIONES DE CORTESÍA.
(ORACIONES Y FRASES)
¿Qué tal cómo andas? Mba’éichapa reiko?
¿Cómo amaneció señor? Mba’éichapa neko’ê karai?
¿Bien y tú? Iporânte …ha nde?
Bien también Iporânte avei
¿Cómo está esta tarde, señora? ¿Mba’éichapa nde ka’aru kuñakarai?
¿Muy bien y tu? ¿Iporâiterei ha nde?
¿Cómo está esta noche? ¿Mba’éichapa nde pyhare?
¿Mi noche es buena y tú? Che pyhare porâ …ha nde?
Amanecer: Ko’ê
Tarde: ka’aru
Noche: pyhare
Señor: Karai
Señora: kuñakarai
Señorita: kuñataî
PRESENTACIONES.
Mi nombre es Pedro
Che réra Peru
Mi apellido es González
Che rérajoapy González
Tengo 40 años y soy profesor
MI NOMBRE
Aguereko irundypa ary ha che mbo’ehara
MI APELLIDO
Che réra
AÑO
che rerajoapy
TENGO PROFESOR
ary
Aguereko mbo’ehára
Mi nombre es Carmen Che réra Kame
Yo vivo en Esquina, Corrientes Che aiko Esquina, Corrientespe
Pe: posposición que significa "en" y "a"
Ej: en Rosario
en Goya
Rosariope
Goyape
yo voy a Córdoba
yo voy a tu casa
che aha Cordobape
che aha nde rógape
¿CÓMO PREGUNTO Y CÓMO RESPONDO?. ¿Mba’eicha aporandu ha
mba'éicha ambohovái?
¿Cómo es tu nombre?
Mi nombre es Teresa
¿Mba’éichapa nde réra?
Che réra Teresa
¿Cómo es tu apellido?
Mi apellido es Martínez
¿Mba’éichapa nde
rérajoapy?
Che rérajoapy Martínez
¿Cuantos años tienes?
Aguereko mokôipa ary
¿mboy arýpa reguereko?
Yo vivo en Ituzaingó
¿Donde vivís?
Che aiko Ituzaingópe
¿Moôpa reiko?
Mi casa queda en Bs As
142
Tengo 20 años
¿Dónde queda tu casa?
¿Moôpa nde róga?
Cuánto
dónde
Mboy
Che róga opyta Bs As 142
pe
mi casa
moôpa
che róga
tu casa
su casa
nde róga
hóga
PARENTESCO. OJUGUY
• Mi papá
• Che ru
• Mi mamá
• Che sy
• Mi esposa
• Che rembireko
• Mi marido
tu papá
su papá
nde ru
itúva
tu mamá
nde sy
tu esposa
nerembireko
tu marido
su mamá
isy
su esposa
hembireko
su marido
• Che ména
neména
iména
EXCLUSIVO DE LA MUJER. KUÑA HE’ÍVA
MI HERMANO: CHE KYVY
MI HERMANA MAYOR: CHE RYKE
MI HERMANA MENOR: CHE KYPY’Y
MI HIJO/A: CHE MEMBY
MI NOVIO: CHE MENARÂ
EXCLUSIVO DEL HOMBRE. KUIMBA’E HE’ÍVA
MI HERMANA: CHE REINDY
MI HERMANO MAYOR: CHE RYKE’Y
MI HERMANO MENOR: CHE RYVY
MI HIJA: CHE RAJY
MI HIJO: CHE RA’Y
MI NOVIA: CHE REMBIREKORÂ
Mi papá se llama Florencio Che ru héra Florencio
Y su apellido es Gómez Ha herajoapy Gómez
Mi mamá se llama Hilda Che sy héra Hilda
Mi hija tiene 19 años Che rajy oguereko paporundy ary
Mi abuela y mi abuelo comen chipa Che jarýi ha che taita ho’u chipa
Su abuela hace mandioca frita Ijarýi ojapo mandío chyryry
ALGUNAS FRASES.
• Ayer llovió mucho Kuehe oky heta
• Va contigo Oho nendive
• Amo a mi padre Ahayhu che rúpe
• ¿Vendrás con nosotros? Rejútapa orendive
• No te enojes Ani ndepochy
• Ven aquí por favor Ejumína ko’ape
• Ojalá llueva Oky nga’u
• Deseo ir a casa ahase ógape
• Voy a casa aha ógape
• Puede que él vaya
Ikatúne oho ha’e
• Ese niño duerme Pe mitâ oke
• Esta casa es alta ko óga ijyvate
• Tengo frío Che ro’y
• Me olvidé de ti Che resarái ndehegui
• Tiene mucho dinero Ipirapire heta
• Natividad trajo mucha fruta y puso en su canasto Nati ogueru heta
yva ha omoî ijajakápe
• Irás a la chacra o trabajarás en casa? Rehóta kokúepe térâ
remba’apóta ógape
• Vienes porque me añoras? Che rechaga’úpa ajeve reju
• Llueve, por eso no quiero salir de casa Oky, upévare nasêséi ógagui
• Se le aviso que su madre estaba moribunda Oñemomarandu isy
omanombotaiteha
• Paso mal si salgo de mi casa Ahasa vai asêramo ógagui
• Ven a descansar un poco Eju epytu’umi
• La joven que bailaba con él, le dejo Kuñataî ojerokýva’ekue hendive
ohejarei ichupe
• Oremos por las almas de los que han muerto Ñañembo’e
omanova’ekue anguerehe
• Vé a buscar el vestido que comprarás Tereho eheka pe ao rejogua
va’erâ
• No sé cuándo viene Ndaikuaái araka’épa ou
• Avísale que venga Emomarandu chupe tou
• Cuando él sale yo entro Ha’e osê vove che aike
• Avísame por favor antes de salir Che momarandumi resê mboyve
• Tú vas donde yo voy Nde reho che ahahápe
• Tú vienes de donde yo vine Nde reju che aju haguégui
• Si hubiera podido habría ido Ikatúrire ahava’erâmo’â
• Vienes a nuestra casa a trabajar Reju ore rógape remba’apo hagua
• Queda para descansar Opyta opytu’u hagua
• Comenzá a comer Eñepyrû ekaru
• Vino para trabajar
• Está en la pieza
Ou omba’apo hagua
Oî kotýpe
• Tengo por mi brazo
Aguereko che jyváre
• Va para dormir Oho oke hagua
• Grita desde lejos Osapukái mombyry guive
• Canta por el camino
Opurahéi tape rupi
• Tu padre duerme en la pieza
Nde ru oke kotýpe
• Nosotros tenemos muchas flores
• Aquel señor está borracho
Ñande jaguereko heta yvoty
Amo karai oka’u
• Estos alumnos gritan Ko’â temimbo’e osapukái
• Esas flores son para mi madre
• Ese lápiz es mío
Umi yvoty che sýpe guarâ
Pe haiha chemba’e
• Ese profesor habla bien guaraní
guaraníme
Upe mbo’ehára oñe’ê porâ
• Ése que grita es mi compañero
• Esa joven de cabellos rubios
Pe osapukáiva che irû
Upe mitâkuña áva sa’yju
• Ese señor gordo no habla más
Pe karai kyra noñe’êvei
• Voy a la escuela
Aha mbo’ehaópe
• Está en la cama
Oî tupápe
• Tengo por la mano
• Yo puedo saltar
• Yo camino
Aguereko che póre
Che ikatu apopo
Che aguata
• Yo puedo hacer chipa
Che ikatu ajapo chipa
• Yo no puedo hacer chipa
• A mí
• A él
Che ndaikatúi ajapo chipa
Chéve
Chupe
• A ellos
Chupekuéra
• A nosotros Ñandéve
• A veces
Sapy’apy’a
• Cocinar
Mbojy
• Comprar
Ñemu
• Conversar
• Cuidar
Ñemongeta
Ñangereko
• Después
Upéi
• Dónde Moô
• No hay
Ndaipóri
• Derecha
Akatúa
• Izquierda
Asu
• Esta tarde iré a tu casa para tomar mate
rógape aka’ay’u hagua
• Voy a ir para hablar
Aháta ñañemongeta hagua
• Mamá, levántate para tomar mate
Che sy epu’â jaka’ay’u hagua
• Jorgelina, hacé la comida y comamos
• ¿Querés ir a la casa de tu hermana?
• Trae plata, vamos a comprar pan
mbujape
Jorgelina ejapo tembi'u ha ja’u
Rehosépa ndereindy rógape
eru pirapire jajogua hagua
• Esta señora es casada y aquella es soltera
ha amôa kuñataî
• Mañana viajo a Rosario
ko kuñakarai omendáva
ko’êro aháta Rosariope
• Sos parecida a mi hermana
• Yo tengo sed
Ko ka’aru aháta nde
nde rejogua che reindýpe
che yuhéi
• Tu agua está caliente para el mate nde y hakuieterei ka’ayrâ
Español-Guaraní
ORIENTACIONES PARA LA LECTURA Y PRONUNCIACIÓN DEL GUARANÍ.
La lengua guaraní tradicionalmente fue ágrafa (no tenía escritura) pero
contenía en su expresión oral una estructura gramatical propia.
Después de la conquista y la alfabetización jesuítica en la región de las
misiones guaraníticas, en las comunidades, se graficó la lengua guaraní con
la estructura gramatical insipiente en la sociedad hispana con mucho de latín
y griego, esto se puede comprobar en los textos antiguos principalmente en
los de Antonio Ruiz de Montoya en sus famosos trabajos: "Arte y Vocabulario
de la Lengua Guaraní" y "El Tesoro de la Lengua Guaraní" entre otros
escritos conocidos.
El alfabeto guaraní cuenta con 33 signos que a su vez representan la misma
cantidad de sonidos y son:Abecedario. (Achegety)
a â e ê ch g g h i î j k l m mb n nd ng nt ñ o ô p r rr s t u û v y y (puso)
La tilde nasal se identifica con este símbolo (~).
Se reemplazará la tilde nasal por el símbolo (^) , ya que en ninguna fuente
figura como acento para todas las vocales, y las consonantes que llevan tilde
nasal se cambiaron de color para que las identifique.
VOCALES: PU’AE: fonema con sonido oral o nasalSon 12 que se clasifican en
5 orales, 5 nasales, 1 gutural y 1 gutonasal.
VOCALES ORALES: PU’AE JURUGUA.A - E - I - O - U.
VOCALES NASALES: PU’AE TÎGUA. - Ê - Î - Ô - Û .
VOCAL GUTURAL: PU’AE AHY’OGUA. Y
VOCAL GUTONASAL: PU’AE AHY’OTÎGUA Y
CONSONANTES: PUNDIE: fonema con sonido modificado.
CONSONANTES ORALES: PUNDIE JURUGUA CH - G - H - J - K - L - P - R RR - S - T - V - ’ (puso)
CONSONANTES NASALES: PUNDIE TÎGUA G - M - N - Ñ
CONSONANTES NASO-ORALES: PUNDIE TÎ-JURUGUA mb - nd - ng - nt
En guaraní las palabras se dividen en orales y nasales. Las nasales son
aquellas que están compuestas por alguna vocal o consonante nasal. Ej: akâ
- porâ - kuñataî - hembireko
Las orales son aquellas que no contienen vocales ni consonantes nasales.
Ej: rajy - túva - sy - arapoty
Las consonantes se leen en guaraní agregándole la letra "e".
EJ: le, me, ne, re
Lo que en español seria: ele, eme, ene, ere.
Exceptuando la consonante (puso)
CONSONANTES CON SONIDOS DIFERENTES.
La consonante H suena como en el ingles: help, hood. En guaraní: hái: agrio
hu’u: tos.
La J suena como la "ye" española, no tan arrastrada. Ej: jagua: perro juru:
boca
La K sustituye a la "C" y a la "Q" del español. EJ: ka’a: yerba kua: agujero
La G se lee como "gue" (guerra), y conserva su sonido con todas las
vocales. Ej: Guyra: ave, pajaro Ange: hoy
La última consonante se llama puso (') y es glotal.PU: sonido SO: soltar,
separar
En el silabeo acompaña a la vocal que le sigue.
Su efecto es el resultante de una síncopa en el ritmo de la palabra.Ej: SO’O:
carne SU’U: morder
silabeo: SO -’O SU -’U
EL ACENTO. (MUANDUHE) En guaraní ninguna palabra termina en
consonante y casi todas llevan acento en la última vocal y no se tilda
(acento gráfico).
Se escribe: tape: camino tata: fuego
Y se lee: tapé tatá
El acento gráfico se usa cuando la vocal acentuada no es la final. Se lee y se
escribe: áva: cabello tái: picante.
Diccionario
A
a: vocal fuerte oral; r.v del verbo irregular caer, p.a.v de 1ra persona y
número singular de los verbos propios.
â: vocal fuerte, nasal; r.n, adjetivo demostrativo, estos, estas.
aguara: r.n. zorro
aguije: gracias, agradezco
ágâ: r.n. adverbio, ahora
aha: verbo irregular, voy
aipo: r.n. adjetivo demostrativo, aquel, aquella
aipóa, aipóva: pronombre demostrativo, aquel, aquella
aja: p.n. durante; p.v. mientras
ajaka: r.n. canasto
ajeve: conjunción causal, por eso
aju: r.n. maduro; verbo irregular, vengo
akâ: r.n. cabeza
akâperô: r.n. calvo
akâraku: r.n. entusiasmo
akatúa: r.n. derecha
ako: r.n. adjetivo demostrativo; aquel, aquella
akokuehe: r.n. antes de ayer
akua: r.n. veloz
akue: s.a.v. de tiempo pasado
ama: r.n. lluvia
amambái: r.n helecho
amo: r.n. adjetivo demostrativo, aquel, aquella; adverbio, allá
amóa, amóva: r.n. pronombre demostrativo, aquel, aquella
ambue: r.n adjetivo indefinido, otro, otros
ani: adverbio, no (con imperativo)
anichéne: adverbio, no, no lo creo.
ánga: r.n. alma
angá: s.a.v. (átono) de modo pietativo
angata: r.n preocupación
angekói: r.n. molestia, inquietud
angue: r.n. alma del difunto
añete: r.n. cierto, ciertamente
ao: r.n. ropa, vestido
ápe: r.n. adverbio, aquí
apyka: r.n. asiento, silla
apiku'i: r.n. caspa
apyte: r.n. centro, medio
apytépe: p.n. en medio de
ára: r.n. día
arâ: s.a.v. de tiempo futuro
arahaku: r.n. verano
araka'e: r.n. pronombre interrogativo, cuándo
araka'eve: r.n. adverbio de negación, nunca
aramirô: r.n. almidón
aramboha: r.n. almohada
arandu: r.n. sabio, inteligente; sabiduría
araro'y: r.n. invierno
arete: r.n. día de fiesta
ári: p.n. arriba de
árupi: r.n. adverbio, por aquí
asúpe: p.n. a la izquierda
asy: r.n. adverbio, muy, mucho
aty: r.n. reunión
áva: r.n. cabellera
ava: r.n. hombre. pronombre interrogativo, quién
âva: r.n. pronombre demostrativo, estos, estas
avati: r.n. maíz
avave: r.n. pronombre, nadie; adjetivo, ningún
avei, (ave): adverbio de afirmación, también
ay: r.n. adjetivo insípido, desabrido
CH
ch: consonante palatal constrictiva
cháke: interjección, ¡cuidado!
che: r.n, pronombre personal como sujeto: yo; pronombre personal como
complemento directo y circunstancial: me; adjetivo posesivo: mi; p.a.v: de
primera persona singular
chipa: r.n pan de almidón
chugui: de él, de ella
chupe: r.n pronombre personal como complemento directo o indirecto de 3ra
persona singular: la, le, lo
chupekuéra: r.n pronombre personal como complemento directo o indirecto
de 3ra persona plural: las, les, los
E
e: vocal fuerte oral; r.v del verbo irregular decir; p.a.v de número singular y
segunda persona, compulsivo.
ê: vocal fuerte, nasal
eju: verbo irregular, ven, vení
ere: verbo irregular, dices, di
eru: verbo irregular, trae
eta: s.a.n. de número plural
ete: s.a.n y s.a.v de grado superlativo
eterei: s.a.n y s.a.v de grado super superlativo
G
g: consonante velar contrictiva
ga'u: s.a.v de modo anhelativo
gotyo: p.n hacia
gua: p.n. de
guare: p.n de (en el pasado)
guapy: r.v, sentarse; r.n asentamiento
guata: r.v caminar
guasu: r.n grande
gua'u: s.a.v de modo aparencial
guéi: r.n buey
gueru: r.v. traer
gueteri: r.n; adverbio, todavía
gui: p.n, de; p.v, porque
guio: p.n desde, de hacia
guive: p.n, desde; p.v, desde que
guy: r.n, parte inferior, bajo
guýpe: p.n, bajo; debajo de
guyra: r.n, ave, pájaro
G
g: consonante velar constrictiva nasal
guarâ: p.n, para
guahê: r.v, llegar
H
h: consonante glotal constrictiva
haku: r.n, triforme, caliente
hasa: r.v, pasar
hasê: r.n, triforme, su llanto, llora (n)
hasy: r.n, triforme, enfermo
hayhu: r.v, triforme, amar
hecha: r.v, triforme, ver
hóga: r.n, triforme, su casa
hokê: r.n, triforme, su puerta
hory: r.n, triforme, alegre
hovetâ: r.n, triforme, su ventana
hovy: r.n, triforme, azul
I
i: vocal débil, oral; p.a.n de posesión de 3ra persona, equivalente a
pronombre personal de 3ra persona como complemento circunstancial, vocal
que se interpone entre el prefijo de número y persona y la raíz de los verbos
aireales; s.a.v (átono) de forma negativa; s.c. con que se forman
diminutivos
î: vocal débil, nasal; r.v. estar
icha: p.n (átona), como, indica grado comparativo de igualdad
ichugui: de él, de ella
ichupe: la, le, lo
ij: p.a.n (con palabras orales) de posesión de 3ra persona (índice posesivo)
ikatu: verbo defectivo o conector para todas las personas, poder
inimbo: r.n, triforme, catre
iñ: p.a.n (con palabras nasales) de posesión de 3ra persona (índice
posesivo)
irundy: r.n, adjetivo numeral, cuatro
ive: s.a.n grado comparativo de inferioridad
J
j: consonante palatal oclusiva
ja: p.a.v de 1ra persona plural
jagua: r.n perro
jaha: verbo irregular, vamos
jaju: verbo irregular, venimos
japo: r.v, hacer
jarýi: r.n abuela
jasy: r.n luna
jave: p.n, en, durante; p.v, mientras
javeve: p.v, mientras
jay'u: verbo irregular, bebemos agua
ja'a: verbo irregular, caemos
ja'e: verbo irregular, decimos
jepe: r.n, adverbio, aun; p.v aunque
jepe'a: r.n, leña
jeroky: r.v, bailar
jerokyha: r.n, baile
jerure: r.v, pedir
jety: r.n, batata
jevy: r.n, sustantivo, vez; adverbio, otra vez, de nuevo
jo: p.a.v de voz recíproca que se usa con verbos orales
jogua: r.v, comprar
johéi: r.v, lavar
jokua: r.v, atar
jovahéi: r.v, lavarse la cara
ju: r.v, de verbo irregular, venir
juhu: r.v, encontrar
juka: r.v, matar
jupi: r.v, subir
K
k: consonante velar oclusiva
kái: r.v, quemarse
kambu: r.v, mamar, chupar
kambuchi: r.n, cántaro
kamby: r.n, leche
kene'ô: r.n, cansancio, cansado
kangue: r.n, hueso
kañy: r.v, perderse, esconderse
kapi'i: r.n paja
karai: r.n, señor
karu: r.n, sustantivo, comida; adjetivo, comilón; r.v, comer
kavaju: r.n, caballo
ka'a: r.n yerba
ka'aty: r.n yerbal
ka'u: r.n borracho; r.v emborracharse
kóicha: r.n, adverbio, así
kokue: r.n, chacra
ko'arupi: r.n, adverbio, por aquí
ko'ê: r.n, amanecer
ko'êambuérô: r.n, pasado mañana
ko'êramo: r.n, mañana
kua: r.n, hoyo
kuâ: r.n, dedo
kuaa: r.v del verbo aireal, saber
kuatia: r.n, papel
kuehe: r.n, ayer
kuimba'e: r.n, hombre, varón; s.a.n de género masculino
kuña: r.n, mujer; .s.a.v de género femenino
kuñakarai: r.n, señora
kuñataî: r.n, señorita
ku'a: r.n, cintura
ky: r.v, llover
kyse: r.n, cuchillo
L
l: consonante alveolar lateral
lembu: r.n, escarabajo
M
m: consonante labial nasal
ma: sufijo adverbial, ya
mamo: r.n, adverbio, donde
mano: r.n, morir
mandu'a: r.n, recuerdo
maña: r.v, mirar
márô: r.n, adverbio, nunca
máva: r.n, pronombre interrogativo, quién
mayma: r.n, adjetivo indefinido, cada, todos
maymáva: r.n, adjetivo y pronombre indefinido, cada, todos
memby: r.n, hijo o hija de la mujer
ména: r.n, esposo, marido
menda: r.v, casarse
me'ê: r.v, dar
mi: s.c que se usa para diminutivos; s.a.v. de modo cariñoso; s.a.v (átona)
de tiempo pasado
michî: r.n, adjetivo, pequeño; adverbio, poco
mitâ: r.n, niño, niña
mitâkuimba'e: r.n, niño
mitâkuña: r.n, niña
momarandu: r.n, avisar
mombe'u: r.n, cuento
mombyry: r.n, adverbio, lejos
monda: r.n, ladrón; r.v, robar
monde: r.v, vestir
mondo: r.v, mandar, enviar
moô: r.n, adverbio interrogativo, dónde
morotî: r.n, blanco
MB
mb: consonante labial oclusiva nasal
mba'apo: r.v, trabajar
mba'asy: r.n enfermedad
mba'e: r.n, sustantivo, cosa; pronombre interrogativo, que
mba'éicha: adverbio, cómo
mba'erâ: adverbio, para qué
mbói: r.n, víbora
mboi: r.v, desvestir
mbota: s.a.v de tiempo futuro que se usa con verbos nasales
mboyve: r.n, adverbio, antes; p.n, antes de; p.v, antes que
mbo'e: r.v, enseñar
mbo'ehára: r.n, maestro
mburuvicha: r.n, jefe
N
n: consonante alveolar nasal; p.a.v de forma negativa que se usa con
verbos nasales
nahániri: adverbio de negación, no
nambi: r.n, oreja
néike: interjección, ¡vamos!, ¡dale!
ne'îra: adverbio, no todavía, aún no
ND
nd: consonante alveolar oclusiva nasal
ndaipóri: verbo defectivo, no hay
ndehegui: de ti
ndéve: a ti
ndive: p.n, con
NG
ng: consonante velar nasal
nga'u: s.a.v de modo anhelativo
nguéra: s.a.n de número plural que se usa con nombres nasales
nguera: r.v, nasalización de kuera, sanarse, curarse
ngotyo: p.n, hacia
NT
nt: consonante alveolar oclusiva nasal
nte: sufijo adverbial, solamente
Ñ
ñ: consonante palatal nasal
ñani: r.v, correr
ñandehegui: con nosotros
ñarô: r.v, ladrar
ñembo'e: r.v, orar
ñeno: r.v, acostarse, estar acostado
ñe'ê: r.n, palabra; r.v, hablar
ñorairo: r.n, pelea, guerra
ñu: r.n, campo
O
o: vocal fuerte, oral, p.a.n de posesión de 3ra persona
ô: vocal fuerte, nasal
óga: r.n, triforme, casa
oho: 3ra persona del verbo irregular ir, van, va
okê: r.n, triforme, puerta
opívo: r.n, desnudo
ou: verbo irregular, viene, vienen
P
p: consonante labial oclusiva
pa'i: r.n, sacerdote
pehengue: r.n, pedazo
perô: r.n, adjetivo, pelado
pirapire: r.n, dinero
po: r.n, mano; s.a.v (átona) de modo supositivo; pronombre personal como
complemento directo de 2da persona plural
pochy: r.n, enojado
pohâ: r.n, remedio, medicamento
porâ: r.n, adjetivo, hermoso; adverbio, bien
puka: r.v, reír
purahéi: r.n, canción, r.v, cantar
pyhare: r.n, noche
pytû: r.n, oscuridad, oscuro
pytu'u: r.v, descansar
py'a: r.n, entrañas, corazón, estómago
R
r: consonante alveolar vibrante
râ: s.a.n de tiempo de uso futuro
raha:r.v. llevar
rajy: r.n biforme: hija del padre
raku: r.n, triforme: caliente
rasê: r.n, triforme: llanto
rasy: r.n, triforme, enfermo
rayhu: r.v, triforme: amar
reho: verbo irregular: vas
reka: r.v, triforme: buscar
renói: r.v, triforme: llamar
rire: r.n, adverbio: después; p.n. después de; p.v si, después que
ro: r.n, amargo; pronombre personal como complemento directo de 2da
persona singular: te; p.a.v. de 1ra persona plural
rô: p.n. como, en calidad de; p.v. si
rokê: r.n. triforme: puerta
ru: r.n. biforme: padre; r.v. traer
ruguy: r.n, triforme: sangre
S
s: consonante alveolar constrictiva
sái: r.n. vestido, pollera
sapukáy: r.v. gritar
sê: r.v. salir
soro: r.v. estallar, reventar
so'o: r.n. triforme: carne
sunu: r.v. tronar
su'u: r.v de verbo aireal: morder
sy: r.n, madre
T
t: consonante alveolar oclusiva; de modo que antepuesto a los prefijos de
número y persona categóricos los transforma en optativos
tage: r.n. prisa
taku: r.n. triforme: color
tata: r.n. triforme: fuego
tavy: r.n tonto
techa: r.n. triforme: vista
temimbo'e: r.n. triforme: discípulo, alumno
tereho: verbo irregular: vete
tuja: r.n. viejo
tupao: r.n, templo, iglesia
U
u: vocal débil oral; r.v de verbo irregular: comer
û: vocal débil nasal
uka: s.a.v de modo mediativo
upéi: adverbio: después
upépe: adverbio: allí
upérupi: adverbio: por allí
V
V: consonante labial constritiva
va: s.a.v de modo habitual; p.v: que, el que; sufijo que transforma en
pronombres determinativos los adjetivos correspondientes
vai: r.n. adjetivo: feo; adverbio: mal
va'ekue: s.a.v de tiempo pasado; p.v. el que, que (en el pasado)
va'erâ: s.a.v de tiempo futuro; p.v. que, el que (en el futuro)
ve: s.a.n y s.a.v de grado comparativo de superioridad; s.c que se usa para
formar adjetivos numerales multiplicativos a partir de números cardinales;
s.c: usados para formar pronombres o adverbios negativos a partir de los
correspondientes interrogativos
veve: r.v: volar
vo: r.n. pedazo; p.n: que indica simultaneidad; p.v.: que indica
simultaneidad
vy'a: r.n: alegría; r.v: alegrarse, gozar
vy'ay: r.n, tristeza
Y
y: vocal débil oral; r.n: agua
y: vocal débil nasal; s.a.v: de forma negativa; s.c. de significado privativo:
sin
yma: r.n. adverbio: antes
ypýpe: p.n: junto a
yvapo: r.n adverbio: más allá
y'u: r.v. de verbo irregular: beber agua
NOMBRES BOTÁNICOS
ALGODONERO MANDYJU MANDIOCA MANDIO BANANO PAKAVO MANÍ
MANDUVI BATATA JETY MELÓN MERO
CALABAZA ANDAI NARANJO NARAHA CAÑA DE AZUCAR TAKUARE'E
PASTO KAPI'I CEBOLLA SEVÓI
PIMENTÓN KY'YI CEDRO YGARY PIÑA AVAKACHI GUAYABO ARASA
POROTO KUMANDA LAPACHO TAJY
TABACO PETY MAIZ AVATI YERBA KA'A MAMÓN MAMÓNE ZAPALLO
KURAPEPE
NOMBRES DE ANIMALES.
ÁGUILA TAGUATO ANGUILA MBUSU ARAÑA ÑANDU ARMADILLO TATU
AVISPA KÁVA AVISPÓN MAMANGA
BAGRE MANDI’I BECASINA JAKAVERE BIENTEVEO PITOGUE BÚHO
ÑAKURUTU BÚHO CHICO KAVURE’I
CABALLO KAVAJU (hispanizado) CABRA KAVARA (hispanizado) CAIMÁN,
COCODRILO JAKARE CARACOL JATYTA CARANCHO KARAKARA
CARPINCHO KAPI’YVA CERDO KURE CIEMPIÉS AMBU’A CIGARRA
ÑAKYRA
COLIBRÍ MAINUMBY COMADREJA MYKURE CONEJO APERE’A COTORRA
TU’I CUCARACHA TARAVE
CUERVO YVYRU DORADO PIRAJU ESCARABAJO LEMBU ESPECIE DE
TIBURÓN DE RÍO MANGURUJU
GALLINA RYGUASU GALLINETA DE AGUA YPAKA’A GALLO RYGUASUME
GARRAPATA JATEVU
GATO MABARAKAJA GOLONDRINA MBYJU’I GRILLO KYJU GUSANO YSO
HORMIGATAHÝI IBIS KARÁU
IGUANA TEJU GUASU JEJÉN ÑETI LAGARTIJA AMBERE LAGARTO TEJU
LANGOSTA TUKU LECHUZA URUKURE’A
LIEBRE TAPITI LOMBRIZ SEVO’I LORO,GUACAMAYO GUA’A
LUCIÉRNAGA MUA MANCHADO SURUVI
MARIPOSA PANAMBI MONO KA’I MONO GRANDE KARAJA MOSQUITO
NATI’U MULA MBURIKA
MURCIÉLAGO MBOPI OSO HORMIGUERO JURUMI OVEJA OVECHA
(hispanizado) PALOMA PYKASU
PALOMETA PAKU PATO YPE PERDIZ INAMBU PERRO JAGUA PESCADITO
PIKY PIOJO KY PIQUE TU
PIRAÑA PIRAI PULGA TUNGUSU RANA JU’I RATÓN ANGUJA RAYA
JAVEVÝI SALMONADO PATI
SANGUIJUELA YSOPE SAPO KURURU SERPIENTE MBÓI TÁBANO MBUTU
TAPIR MBOREVI TIGRE JAGUARETE
TORTUGA KARUMBE URRACA AKA’E VACA VAKA (hispanizado) VENADO
GUASU ZORRO AGUARA
ZORZAL CANTOR KOROCHIRE
PARTES DEL CUERPO HUMANO Y ANIMAL
BARBA TENDY VARENDYVAHENDYVATRIFORME BOCA JURU BRAZO JYVA
CABELLO AKÂRAGUE
CABEZA AKÂ CADERA TUMBY RUMBY HUMBY TRIFORME CANILLA KUPY
CARA TOVARO VAHOVA TRIFORME
CARNE, MUSCULO TO'ORO'OHO'OSO'O CEJA TYVYTA CINTURA KU'A
CODO JYVANGA CORAZÓN KORASOÑE'A
CUELLO AJÚRA CUERPO TETERE TEHETE TRIFORME DEDO DE LA MANO
KUA DEDO DEL PÍE PYSA
DIENTE TAIRAIHAI ESPALDA ATUKUPE ESTOMAGO PY'A FRENTE SYVA
GARGANTA AHY'O HOMBRO ATI'Y
HUESO KANGUE LABIO TEMBERE MBEHEMBRE TRIFORME LÁGRIMA
TESAYRE SAYHESAYT RIFORME LENGUA KU
MAMA, TETA, UBRE KÁMA MANO PO MEJILLA TATYPYRATYPYHATYPY
TRIFORME MUÑECA PYAPY NARIZ TI
OIDO APYSA OJO TESARE SAHESA TRIFORME OMBLIGO PURU'A OREJA
NAMBI ORINA TY PALADAR APEKU
PANTORRILLA TETYMARO'O PÁRPADO TOPEPIRO PEPIHOPEPI TRIFORME
PECHO, TÓRAX PYTI'A PELO TAGUERAGUEHAGUE TRIFORME PESTAÑA
TOPEAROPEAHOPEA TRIFORME PIÉ PY PIEL PIRE
PIERNA TETYMARETY MAHETYMA TRIFORME QUIJADA
TAÑYKARAÑYKAHAÑYKA TRIFORME
RODILLA TENYPY'ARENY PY'AHENYPY'A TRIFORME SALIVA
TENDYRENDYHENDY TRIFORME
SANGRE TUGUYRUGUYHUGUY TRIFORME TALÓN PYTA TRIPAS,
INTESTINO TYEKUERYEKUEHYEKUE TRIFORME UÑA DE LA MANO PYAPE
UÑA DE LOS PIES PYSAPE VIENTRE, BARRIGA TYERYEHYE TRIFORME
Guaraní-Español
A
a aquí, lugar ã sombra, alma a caer aguara zorro águi de aquí águio de
aquí para allá aguyje gracias ahániri no ahoja frazada ahy'o garganta,
voz aichejáranga ¡pobrecito!, ¡ay! aipo aquel aipóramo/aipórõ entonces
aja durante ajaka cesto aje'i(ma) hace rato ajépa? ¿verdad? aju maduro
ajúra cuello akã cabeza akãhatã cabezón, cabeza dura akãjere marearse
akãnundu fiebre akãraku enamorado, loco akatú (v) ape derecha (a la)
akãvai enamorado, loco aky verde, no maduro akÿ mojado Alemaniagua
alemán alkila alquilar ama lluvia ama'ÿ seco, sequía amambái helecho
ambue otro amo aquel, aquellos amo tuguápe allá en el fondo amyrÿi
difunto aña diablo aña retã infierno andai calabaza añete verdad añete
(hápe) verdad (en) anga pobrecito ánga alma anga, nga lastimosamente
angata preocupado ange hoy ange pyhare anoche angeko(i) preocupado
angepyhare anoche angerete hace poco angu'a mortero angue alma de
muerto ani (-tei/-ti) ¡no! ani chéne! no será, que no sea año(nte) solo
ao ropa, vestido ape espalda ápe aquí apere'a conejo apesã [avati] un
manojo [de maíz] apo confección apu'a redondo apyka asiento, silla apysa
oído apyte centro apytépe en medio de ára día, tiempo ára haku calor,
alta temperatura arahaku verano arai nube araka'épa cuándo araka'eve
nunca aramboha almohada aramboty cumpleaños aramirõ almidón
arandu sabiduría, sabio, listo. arapoty primavera ararecha nacer araro'y
invierno arasa guayaba aratiri relámpago aravo hora are tardar are porã
buen rato aréma desde hace tiempo arete fiesta arhel antipático ári sobre
árupi por aquí ary año asaje media mañana, mediodía asajepyte
mediodía asúpe izquierda asy mucho, profundo ate'ÿ pereza, perezoso
atukupe espalda aty reunirse, reunión ava hombre áva cabellera ava ñe'ê
guaraní, lengua avakachi ananás avati maíz avati pororo maíz frito avati
soka pisón de mortero avei también ay antipático
C
cháke cuidado chara lana che mba'e mío che rendumi perdón,
escúchame che réra llamarse che róga opyta vivir che rógape casa
chera'arõ espérame chichã chinche chipa torta chokokue campesino
chokora chocolate chyryry frito
dipara echar a correr
E e (ha'e/ere/he'i) decir e'a! ¡oh! eíra miel (de caña), azúcar eirete miel
de abejas eiru, eira rúa abeja ete verdadero eterei mucho, muy,
demasiado
F falta faltar
G
gana ganar gua originario de gua'u ficticio, falso guahu aullar guapy
sentarse guarã para guaraniete guaraní puro guaripola aguardiente, caña
guasu grande guata caminar, viajar guata funcionar guataha viaje gue
apagarse guéi buey guejy bajar(se) gueteri todavía gui de, por guio,
guivo al lado de, detrás de guive desde (que) guy, guýpe debajo guyra
pájaro §uahe llegar §uaiguî, §uaimi anciana
H
ha y, que ha§ua para que ha (aha/reho/oho...) irse, ir ha hakykuéri
seguir ha'ã jugar a, disparar, tirar, probar ha'aresa nacer ha'arõ esperar
ha'ejevy repetir, volver a realizar ha'etépe puntual ha'evéma basta
ha'evete, ra'evete mismo haguére por, a causa de hai escribir, grabar hái
ácido háime(te) casi haimetéma casi háke cuidado haku calor
hakykuépe detrás hapy quemar hasýpe por fin hasýpe apenas hasa
pasar hasy difícil hasy enfermo hasy chéve doler hatã duro havõ jabón
hayhu querer, amar hayviru'i lloviznar he rico, agradable he'ê dulce
he'ise significa he'ÿ soso hecha ver, notar hechanga'u añorar hechapyrã
interesante hechauka mostrar, hacer ver hêe sí heja dejar heka buscar
hendu escuchar, oír, entender henói invitar, llamar henondépe delante
henyhê lleno hepy caro hepyme'ê pagar hesãi sano hesakã claro
hesape alumbrar hese por él heta ára rire mucho tiempo heta, eta
muchos hetaitéramo a lo sumo hetû besar hetû oler hi'a fruta, da hi'ã
parece hi'ãnte chéve ojalá hi'ári encima hi'ári además hi'upy alimento,
comida, comestible hory divertido, alegre, feliz hovasa bendecir hovy
verde azulado hovyû verde oscuro hû negro hu'u tos hu'û blando hupi
levantar hupity alcanzar hyepýpe dentro hykue mojado hypýi rociar
I
ichupe él, lo, a él igústo gusto ikatu posible ilaja porã simpático, de buen
carácter iñepyrûme principio, comienzo ipýpe dentro ipahá(gue) último
ipahápe finalmente iporã chéve gustar iporãma suficiente, bastante
iporãmante bastante irû colega, compañero irundy cuatro ita piedra
itakua cueva
K
kã seco ka'a yerba mate, planta, hierba ka'aguy monte, bosque ka'aguy
bosque ka'aru tarde ka'avo hierbas, verdura ka'ay mate ka'ê asado ka'i
mono ka'u borracho ka'ygua mate, calabaza kachiãi indisciplinado,
informal kái quemarse kaigue sin ganas kaigue aburrirse kakaha letrina
kakuaa adulto, crecer káma pecho, busto kambuchi cántaro kamby leche
kambyrypy'a cuajado kamísa camisa kane'õ cansancio, cansado kangue
hueso kangy deprimido, lánguido, débil kañy esconderse, perderse kapi'i
paja kapi'y carpincho kapilla ciudad kapiÿva carpincho karaguata
bromeliáceas karai señor karai ñe'ê español karape bajo karia'y mozo
karu comer, comilón karugua ciénaga, estero karumbe coche de plaza,
tortuga kasõ pantalón káso historia, cuento katu sí, pues katupyry
inteligente, hábil káva avispa kavaju caballo kavara cabra kavure'i pájaro
de buena suerte, atractivo kay'u tomar mate ke dormir, guardarse, entrar
keha hotel kéra sueño kerana dormilón kesu queso kirirî callarse ko
andar, vivir, estar ko árape hoy ko rei estar ocioso ko'ápe aquí ko'árupi
por aquí ko'ê amanecer, la mañana ko'êmbuéramo pasado mañana
ko'êro mañana ko'êroite muy pronto de mañana ko'êsoro romper del alba
kóche coche, automóvil kóga huerto kóga huerta kóicha así kóina he
aquí, toma kokue chacra kokuehe hace unos días komû letrina kopi
desmalezar, rozar kora corral korapy corral kororõ rugir kotevê necesitar
koty habitación, pieza kotyo hacia kóvante jepe por lo menos kove vivir
koygua campesino ku aquel kû lengua ku'asã cinturón, faja ku'e moverse
ku'i molido kua agujero kuã dedo kuaa conocer, saber kuairû anillo
kuarahy sol kuarahy'ã sombra kuarahyreike este kuarahyresê oeste
kuatî zorrita, ardilla kuatia papel kuatia ñe'ê libro kuave'ê ofrecer kue,
ngue ex- , fuera de kuehe ayer kuehe ambue anteayer kuera sanar
kuerái estar harto kuimba'e hombre, varón kumanda poroto kumby
probar kuñakarai señora kuñataî señorita, muchacha kundaha investigar
kunu'û mimos, caricias kupépe detrás de kure cerdo kuriete tarde (muy)
kuru lepra, sarna kururu sapo kurusu veve avión kutu herir, clavar ky
llueve ky'a sucio ky'a'o limpiar ky'ÿi ají kyha hamaca kyhyje temer kyju
grillo kypy'y hermana menor kyra gordo, grasoso kyre'ÿ ganas, deseo
kyrÿi tierno, frágil kyse cuchillo kytî cortar kyvy hermano de la mujer
lája costumbre, clase, carácter lembu escarabajo liga conseguir
M
mýi moverse ma ya ma'ê mirar, atender, observar maerãpa para qué
mainumby picaflor, colibrí maiteipa saludo malisia pensar, suponer
mamóguipa de dónde Mamóngotyo hacia dónde Mamópa dónde, adónde
mamoyguápa de dónde maña mirar mandi pues, sólo mandi'o rapo raíz
de mandioca mandi'o mandioca mandu'a acordarse, tener memoria,
recordar manduvi maní, cacahuete mandyju algodón mano morir mante
solamente manterei continuamente, siempre máramo nunca marandu
noticia, mensaje marangatu santo/a, bendito/a, estimado marave nada
marave ndoikói no importa marcha funcionar máva mávapa quiénes
máva mba'épa de quién Mávapa quiénes mayma(va) todos maymáva
todo mba'apo trabajar mba'e cosa, algo, propiedad mba'e heta rico, con
propiedades mba'e rovy verdura mba'éguipa por qué mba'ehápa por qué
mba'éichapa cómo mba'embyasy triste, melancólico mba'épa qué
mba'ére(he)pa por qué mba'eve nada mba'evete chéve no importa
mbaraka guitarra mbarakaja gato mbarete fuerte mbayru coche,
recipiente mbegue despacio mberu mosca mbichy tostado mbo'e enseñar
mbo'ehao escuela mbo'ehára profesor/a mbo'y regar mbochyryry freír
mboguataha el que hace caminar, guía mboguejy bajar mbohapy tres
mbohe condimentar mboheha condimiento mbohory alegrar, encantar
mbohovái desobedecer, contestar mbohupa huésped mbohupa albergar
mbói serpiente mboja'o compartir mbojaru burlarse mbojegua adornar
mbojere traducir, dar vuelta, trasladar mbojoja igualar mboka arma de
fuego mbokaja cocotero mbokapu tirar, disparar mbopi murciélago
mbopu tocar mborayhu amor mborayhuhápe cariñosamente mborevi
tapir mboriahu pobre mbota golpear mbotavy engañar, atontar mboty ...
ary cumplir años, cumplir, cerrar mbou enviar mbovýpa cuántos mbovy
pocos mbovyetéramo menos, por lo menos mbovyve gratis, menos
mboy'u dar de beber mboyve antes mboyvytimbo levantar polvo
mbujape pan mburika mula mburukuja árbol de mburacuyá mburuvicha
gran jefe mburuvicha presidente Mburuvicha Róga casa presidencial
mbyai estropear mbyaku calentar mbyaty reunir mbyja estrella mbyky
corto mbyry'ái calor (tengo calor) mbytépe entre, entrar, dentro de
me estar me'ê dar, permitir, otorgar memby hijo/a memby'anga ahijado,
ahijada membykuña hija meme(te) continuamente ména marido menda
bodas, casarse mendare casado mi un poco michî pequeño míkro micro,
colectivo mimbi brillar mimby flauta mimói hervido mirî pequeño mitã
muchacho, joven mitã Tupã arete navidad mitã'i niño mitã'i (okambúva)
bebé, lactante mitãkuña niña mo'ã pensar moakãrasy dar dolor de
cabeza moambue cambiar moherã dudar mohesakã explicar, aclarar moî
poner, meter moinge meter moirû acompañar mokã secar mokambu
amamantar mokõi dos mokunu'û acariciar, mimar momaitei saludar
momba acabar momba'apo hacer trabajar mombáy despertar mombe'u
narrar mombyry lejos mombyrygua de lejos, forastero momorã admirar
mondýi asustar monda robar mondaha ladrón monde vestir mondo
mandar, enviar moñe'ê leer moñenoña criar mongaru alimentar
monguera curar mongy'a ensuciar mono'õ cosechar moõpa dónde
mopane desilusionar mopotî limpiar morotî blanco mosaingo colgar muã
luciérnaga myakÿ mojar myaña empujar myasãi extender, publicar myatã
estirar myatyrõ arreglar, componer myendy encender mymba animal
doméstico mymbakuéra ganado
Ñ
ña señora, doña ña'embe plato nahániri no ñaimo'ã igual, parecido
nambi oreja ñana hierba no medicinal ñana letrina ñaña malo Ñandejára
Dios, Nuestro Señor nandi descubierto, vacío ñandu araña ñandu visitar
ñandu sentir ñandu guasu ñandú ñanduti telaraña, encaje artesanal,
paraguayo, ñandutí ñandy grasa ñangareko cuidar ñani correr ñañu(v)ã
abrazar ñapy'û sartén ñapytî atar narã naranja ñarõ salvaje, bravo
ñasaindy luz de la luna ñati'û mosquito ñati'û jokoha mosquitero
nd(a) ... véima ya no ... más ndahasýi sencillo, fácil, barato ndaikatúi
imposible ndaipóri no hay ndaje se dice ndikatúi no es posible ndive,
ndie, ndi con ñe'ê hablar, idioma, palabra, lengua ñe'ême'ê prometer
ñe'enga refrán, proverbio ne'îra todavía ne'îra gueteri todavía no ñeha'ã
esforzarse ñehê derramarse ñehendyvapo afeitarse néi permitir, consentir
néike! ¡vamos! ñekuave'ê ofrecerse ñekytî cortarse ñembo'e rezar
ñembo'e aprender ñembo'euka aprender ñembohory burlarse ñemboi
desnudarse ñemboja arrimarse ñembojaruhápe en broma ñemboki
enamorarse ñembosako'i prepararse ñembosarái jugar ñembyahýi
hambre, apetito ñembyai estropearse ñembyasy sentir, lamentar
ñembyaty reunirse ñemi esconderse ñemiháme escondido, a escondidas
ñemitÿ sembrar ñemoî ponerse ñemonde vestirse ñemongeta conversar
ñemu vender ñemuha vendedor, negocio, tienda, negociador ñemuha
ñemi contrabandista ñeñandu sentirse ñeno acostarse ñepyrû comenzar
nga'u espero que, ojalá ngotyo dirección, hacia nohê sacar nohê ta'anga
sacar fotos ñongatu guardar ñonte solo ñopu herirse ñorairõ guerra,
guerrear, luchar, pelear ñoty sembrar, enterrar, cultivar nte sólo ñu campo
ñuã tapar, abrigar ñuhã trampa núne tal vez nupã castigar, pegar ñurumi
oso hormiguero ñyrõ perdonar
O
óga casa oî hay oî porã está bien oîma listo oimehápe donde quiera
oimeraêva cualquiera, cualquier oka fuera okápe fuera okára campo
okaraygua campesino, forastero okê puerta oñemboty cerrado opa rire
después de todo, al final, finalmente opaite todos opáma acabó opárupi
por todas partes osoro roto ovecha oveja ovetã ventana
P
pýpe dentro de pýra crudo pa todo, totalmente pa acabarse pa'ã
obstrucción, atasco pa'ã depender pa'i sacerdote pa'irã seminarista, futuro
sacerdote pa'û intersticio, espacio paha final, último paha fin paje
encanto, magia pakova banana panambi mariposa pane mala suerte papa
contar para agua grande, mar paraguái paraguayo, Paraguay Paraguay
Asunción páy despertar pe en, ese pe ancho pê romperse pe'a quitar, abrir
pehengue pedazo, fragmento, parte péicha así péina ápe he aquí pepo
ala pererî delgado peteî uno peteîha primero peteînte único petÿ tabaco
petÿndy tabacal péva ése peve/meve hasta pi escampar piári en busca
de pila'i cansado pinda anzuelo pindo palmera pióla cuerda pira pez,
pescado pirãi piraña pirakutu pescar pirapire dinero pire piel, cáscara
pire'o descascarar pirevai malhumorado piru flaco pita fumar po saltar po
mano po guýpe en poder de po'a suerte po'i estrecho, fino po'o arrancar
pochy enojo, enojarse pohýi pesado, grave pohã remedio pohãno curar
pohãnohára médico, doctor pohe hábil poi soltar poko tocar pombéro
espíritu de la noche porã bueno, lindo porãiterei excelente porãmínte
bastante bien porandu preguntar poravo escoger pore'ÿ ausente poreno
fornicar, hacer el amor poriahu pobre poroapo apreciar, valorar
porombo'e enseñar pororo chisporrotear poru usar poruka prestar pota
querer, desear potave preferir, querer más potî limpio poty flor poyvi hilo
recio de algodón pu sonido, música pu'ã levantarse puka reírse pukavy
sonreír, reír a medias puku largo pukukuévo a lo largo de pupu hervir
purahéi canción, cantar py pie py nandi descalzo py'a corazón, entraña
py'a mirî temeroso py'a rasy hambre py'aguapy tranquilizarse
py'aguasu valiente py'akue hígado, tripas py'amirî cobarde py'apy pena,
quebranto, aflicción py'arasy dolor de estómago py'aro odio py'ÿi
frecuentemente, a menudo pya'e rápidamente, aprisa pyahu nuevo pyapy
muñeca pyhare noche pyhareve mañana pyhy coger, fornicar pyhy tomar,
coger pypore huella pyrague espía pyrû aventajar, pisar pyrû pisar pysã
dedo del pie pysyrýi resbalar pyta talón pyta pararse, detenerse, quedarse
pytã rojo pytagua forastero pytangy color rosa pyte chupar pyti'a pecho
pytû oscuro pytu'u descansar pytumby anochecer pytyvõ ayudar
pytyvõhára ayudante
R
rã futuro raha llevar rambosa desayunar ramo acabar de, recién, cuando,
si rangue en lugar de rapykuéri detrás de rasa extremamente rasê llorar
rehe por rei en vano reínteko de balde no más rekaka pa'ã estreñimiento
rekakahýi defecar, sentir ganas rekávo en busca de reko tener remby
sobrar rendápe al lado de, junto a renondépe delante de resarái olvidarse
de rire después ro amargo ro'y frío ro'ysã fresco roguerohory felicitación!
rohory apreciar rohory felicitar rojy bajar ropehýi tener sueño ropurahéi
cantar rovái enfrente de rovia creer ru traer ru'anga padrino rupi
alrededor de, por ruru hinchado ruruka hacer traer ry líquido ry§uatã
satisfecho, harto ry'ai sudar ryakuã oler bien rye diarrea rye guasu
embarazada ryguasu gallina ryguasu rupi'a huevo de gallina
S
sa'i poco sa'yju amarillo saingo colgado sambyhy manejar, conducir
sapatu zapato sapukái gritar sapy'a py'a de vez en cuando sapy'a
py'aite raras veces sapy'a(itépe) súbitamente, de repente sapy'a(mi)
ratito, un momento saraki vivaracho sarambi desorden, desordenado sãso
libre se querer sê salir sevo'i lombriz sevói cebolla so romperse so'o carne
soka palo del mortero soro romperse su'u morder sunu tronar sy madre
sy'anga madrina sÿi liso, resbaladizo syry fluir syva frente
T
ta'ýra/ra'y/ita'ýra hijo ta'anga imagen, foto ta'ÿi semilla, brote, esperma
taguato aguilucho taguato resay aguardiente tahýi hormiga tahachi
policía, agente tái picante tãi diente taita papá taita guasu abuelo
tajýra/rajy/itajýra hija tajy lapacho(árbol) takã ramo tako vulva taku
calor takuára caña takuare'ê caña dulce takykuégotyo atrás, hacia atrás
takykuépe atrasado tanimbu ceniza tapýi rancho tape camino tape
guasu carretera tapehû carretera asfaltada tapi'a pene, testículos tapia
frecuentemente, siempre tapicha prójimo, gente tapiti liebre tapo raíz
tapykue parte posterior tapykuéri detrás de tapypi vulva tarave
cucaracha tarova enloquecer tasê llanto, lloroso taso gusano tasy
enfermedad, enfermo, dolor tata fuego tataindy vela tatakua horno
tatapÿi brasa tatarendy llamas tatatî humo tatatína niebla tataypy
cocina, hogar tatî espina tatu armadillo táva pueblo, ciudad tavy
ignorante, tonto, loco techapyrã ejemplo teindy hermano teju lagarto
tekaka excremento teko costumbre, naturaleza, modo tekotevê
importante, necesario tekove vida, persona tembe labio tembe'y orilla,
frontera tembi'u comida tembiapo trabajo tembiasakue historia
tembiporu utensilio, cubierto tembireko esposa tembo pene temiarirõ
nieto temimbo'e alumno tenda lugar tenda montado tendy saliva tendy
luz tendyva barba tenonde delante de tenondépe adelante tenonderã
primero, ante todo, especialmente tepoti excremento tepy precio, valor
téra nombre térã o téra joa(py) apellido tere§uahe porãite bienvenido
terere mate frío tesa ojo tesãi salud tesay lágrima tetã patria, país tete
cuerpo tetekue cadáver tetyma pierna tevi culo tî tener vergüenza tî nariz
tie'ÿ escandaloso timbo humo, cigarro togue hoja topa encontrar tory
felicidad tova cara tovasy tristeza tû pique, nigua tu'ã cima tugua fondo
tuguái apéndice, cola tuguy sangre tuguysê menstruación tuicha,
tuvicha grande tuja viejo tuju barro tuku langosta tumby asentaderas
tupa cama, lecho tupao iglesia Tupasÿ Virgen Maria tupi'a huevo
túva/itúva padre tuvicha jefe tuvy tío ty tirar, echar, acumular ty'ai sudor
tyahýi orinar tyapu ruido tye vientre tyeguy bajo vientre tyke hermana
mayor tyke'y hermano mayor tykua cebar mate tykue(re) zumo, jugo
tyky gotear tymba animal doméstico typei barrer typycha escoba tyre'ÿ
huérfano tyvy - tyvýra hermano menor tyvyta ceja
U
u (ha'u/re'u/ho'u) comer, beber, alimentarse upéi después, luego
upéicha así upéicharamo si es así, entonces upépe allí upéramo en
aquel tiempo upy comestible
V
výro tonto va mudarse, cambiar vai malo, feo váicha chéve parece
vakapi fútbol vakapi piel, cuero vale valer vare'a hambre, tener ve más
vende vender vera relampaguear, brillar veve volar vevúi ligero vo al,
para, en vo cuando voi temprano vokói luego vosa bolsa vy medio vy'a
alegrarse vy'a divertirse vy'a alegrarse vy'a'ÿ malestar
Y
y agua ÿ sin y'aha salto de agua y'u (hay'u/rey'u/hoy) beber agua
yúhéi tener sed yga rupa puerto ygára canoa, "barco" yke lado ykére al
lado de ykua pozo yma hace tiempo ynambu perdiz ybýpe junto ypa lago
ype pato ypy comienzo, origen ypykuéra antepasados ÿrehe sin yryvu
cuervo ysyry río, arroyo yta nadar, saber nadar yvýpe abajo yvýrupi a pie,
por tierra yva fruta yvága cielo yvate norte, alto yvoty flor yvu manantial
yvy mundo, tierra, suelo, sur yvyku'i arena yvypóra hombre, gente yvyra
madera, árbol yvyraty planta yvytimbo polvo yvytu viento, aire yvyty
cerro
La lengua Guaraní ante los desafíos
como lengua de enseñanza
Por María Gloria Pereira Jacquet
Dirección General de Desarrollo Educativo. Ministerio de Educación y
Cultura-Paraguay
Seminario Internacional sobre "El Bilingüismo en la Educación Formal"
(abril de 2000)
Con la implementación de la Reforma Educativa bilingüe en el Paraguay,
concretada en un diseño de mantenimiento, la lengua Guaraní pasa a ser
utilizada, junto con el Castellano, como lengua de instrucción. Este rol, nada
nuevo para el Castellano, sí lo es para el Guaraní por todo el proceso históricosocial que le tocó vivir en estos cuatro siglos de contacto con el Castellano.
Esto representa un reto especial cuando se trata de enseñar en Guaraní, de
larga tradición oral, pues a pesar de que esta lengua tuvo tradición escrita
desde el siglo XVII, no ha sido utilizada como lengua de instrucción salvo una
notable excepción durante las reducciones jesuíticas. Esa nueva realidad
plantea serios desafíos a esta lengua que durante siglos estuvo relegada al
ámbito de lo informal, sin que surgiera la necesidad de que desarrolle léxico
especializado para las funciones propias de una educación formal, pues esta
estaba reservada exclusivamente para el castellano.
El impacto producido por la conquista y la colonización sobre la lengua guaraní
imprimió una nueva orientación a la evolución de la misma. En toda
Sudamérica no hubo un grupo como el de los hablantes del guaraní que se
caracterizase por poseer un poder de cohesión tan fuerte, tejido a través de su
identidad lingüística. Esta situación obligó a los conquistadores españoles a
adoptar una política lingüística astuta y muy bien pensada. El uso del guaraní
fue aceptado y hasta favorecido durante los primeros años de la colonia y los
propios españoles se vieron en la necesidad de aprenderlo y usarlo para
continuar con sus proyectos de conquista y colonización.
Una de las poderosas armas de la conquista española, la religión, fue la que
hizo posible que se comenzase a utilizar la forma escrita del guaraní. Cuando
comenzó la catequización de los indígenas, los misioneros se vieron en la
necesidad de hacerla en la lengua aborigen que era la lengua de uso cotidiano
de la nueva sociedad, a la que dotaron de un importante soporte escrito.
Con el transcurrir del tiempo, y ya en la época independiente, respondiendo a
Políticas Lingüísticas bastante contradictorias, solo el castellano fue la lengua
utilizada en la educación formal. Fue desde entonces la única lengua de la
instrucción pública, de las relaciones exteriores, de los medios masivos de
comunicación, de las Instituciones en general. Y aunque ya se escribía en
Guaraní, su uso, reservada casi exclusivamente a la creación poética popular
no logró imponerse masivamente. Ya muy posteriormente su empleo se
circunscribió específicamente al ámbito de la formación de docentes para la
enseñanza de esta lengua.
El guaraní, que nutre sus raíces en una pujante fuente de tradición oral, logró
salir fortalecido de los encuentros y desencuentros que le reservaba el contacto
con la lengua castellana, así como de los avatares propios de los largos años
de discriminación de la que fuera objeto como lengua minorizada aunque
mayoritaria. En esas condiciones ella supo adaptar su estructura y responder a
las necesidades comunicativas de sus hablantes, manteniéndose como una
lengua viva. De ahí que nadie objete ya con seriedad en nuestro país la
necesidad de una educación bilingüe, entendida esta como "la planificación de
un proceso educativo en el cual se usan como instrumentos de educación la
lengua materna de los educandos y una segunda lengua, con el fin de que
estos se beneficien con el aprendizaje de esa segunda lengua, a la vez que
mantienen y desarrollan su lengua materna".
Esta definición implica la planificación de la enseñanza en dos lenguas y la
elaboración de actividades curriculares pertinentes, para ambas lenguas de
instrucción: el Guaraní y el Castellano.
Es obvio que el componente cultural está implícito en este proceso y sobre
todo si nos remitimos a la lengua que no es solamente el espacio de una
comunicación sino una referencia y una forma cognitivas. Es una forma de
insertar significados en la realidad, una forma de concebirla, de imaginarla y a
partir de allí una forma de construcción de la racionalidad y de la personalidad.
La capacidad de reflexionar en una lengua propia es un elemento indisociable
de la construcción de la personalidad. En ese sentido la promoción de la lengua
materna (o de uso predominante, en nuestro contexto) es fuente de
enriquecimiento que garantiza la adquisición y construcción de conocimientos.
El desafío bilingüe, que para nosotros ya es una realidad en muchos aspectos,
sigue planteándonos, sin embargo, muchas necesidades. Algunas de ellas son
más urgentes que otras, como la necesidad de definir más claramente la
Política Lingüística Paraguaya. Esta necesita ser encarada como un verdadero
proyecto de sociedad, es decir, como una planificación lingüística en términos
de objetivos socio-políticos amplios en los cuales puedan conjugarse la eficacia
educativa y la capacidad profesional, para que todos los ciudadanos sean
actores de la integración y no los sujetos de una simple asimilación.
Entre las tareas más urgentes tenemos la necesidad de trabajar sobre una
nueva normalización de la lengua Guaraní, lo que entraña, especialmente:
- El desarrollo de un léxico especializado para las áreas del saber en su
carácter de lengua de instrucción; lo que a su vez implica la toma medidas que
favorezcan la construcción de un lenguaje de conceptos operativos comunes
para la interpretación y el análisis de la realidad con el fin de construir nuevos
conocimientos. - La sistematización de la descripción del Guaraní a partir de
sus propias peculiaridades. La descripción actual del Guaraní está basada en el
modelo de descripción de las lenguas grecolatinas. Esta descripción no
responde a las características propias del Guaraní como lengua aglutinante y
polisintética. - La formación de docentes quienes deben estar preparados para
implementar una Educación Bilingüe en sus diferentes ciclos, según el perfil de
salida de cada uno de ellos. - La estimulación de la creación literaria y la
producción de materiales didácticos para las áreas en las cuales el Guaraní es
utilizado como lengua de instrucción. - La normalización del Guaraní para su
uso en todos los ámbitos, es decir, llevar a la lengua a las instituciones, a los
medios masivos de comunicación, a las empresas.
Todas estas cuestiones plantean la necesidad de toma de decisiones sobre tipo
de lengua que ha de utilizarse como medio de instrucción, así como el
tratamiento que ha de concederse a esta lengua, puesto que de ello depende
lo que se espera como resultado de una educación bilingüe.
Se ha puesto de manifiesto, desde el inicio de la Educación Bilingüe en nuestro
país, que el tipo de lengua que ha de constituirse en la herramienta de la
enseñanza - aprendizaje es el "Guaraní paraguayo" . Entendemos por guaraní
paraguayo la lengua utilizada mayoritariamente por la población paraguaya en
su comunicación cotidiana y susceptible de adaptarse fácilmente a las
necesidades actuales del lenguaje oral y escrito porque no desecha sus raíces
ni se cierra a la evolución y a los cambios.
El tratamiento que ha de recibir esta herramienta para constituirse en un
medio eficaz para la comunicación social y la elaboración de saberes es ,
precisamente, el espacio en donde se han de dar las definiciones más
importantes, pues es el punto de partida y el eje sobre el cual giran todas las
demás decisiones .
El Guaraní no presenta mayores inconvenientes en su uso como lengua
enseñada, proceso para el cual tuvo un tiempo de preparación relativamente
largo.
La dificultad verdadera del Guaraní se plantea en su uso como lengua de
instrucción para transmitir universos culturales sistemáticamente vedados a la
lengua durante el largo proceso reductor a la que fuera sometida. Aquí es
donde surgen las controversias en las decisiones a ser tomadas.
Cuando en un primer momento de la Educación Bilingüe se optó casi con
exclusividad por la creación de palabras a partir de las propias estructuras del
Guaraní, las dificultades no parecían mayores, pues las exigencias del primer
ciclo no eran tantas. Sin embargo, el paso al segundo ciclo , que requería una
lengua más adaptada para la elaboración de saberes, puso al descubierto que
esta opción no es la más viable puesto que se estaba ante una lengua nueva
distante de la lengua real de comunicación cotidiana, con la cual no se
identificaban los hablantes nativos del Guaraní. Aún así, la buena voluntad de
los docentes y su empeño hizo que la situación fuese más llevadera. Fueron
ellos quienes aseguraron la continuidad de la marcha de la Educación Bilingüe
hasta hoy. Debemos tener en cuenta que en este ciclo, como en el anterior, un
solo maestro es el encargado de concretar el diseño bilingüe en el aula.
Como ya lo hemos mencionado, los problemas mayores se presentan en el
tercer ciclo, con características diferentes a los anteriores puesto que las
asignaturas son enfocadas con mayor profundidad y el uso de un léxico
especializado o terminología es imprescindible. Además, el 3° ciclo ya plantea
la participación de varios docentes especialistas de área para la concreción de
las propuestas curriculares.
Era ya impensable afrontar la implementación del Guaraní como lengua de
instrucción únicamente con el recurso de las creaciones lexicológicas a partir
de las propias estructuras de la lengua. Las necesidades eran demasiadas . Fue
el momento propicio para abrir a la lengua otras posibilidades que en la
práctica ya estaba dando frutos y se estaba constituyendo en una fuente de
recursos muy valioso para el Guaraní. Ese recurso fue la incorporación de
préstamos para cubrir los vacíos terminológicos del Guaraní como lengua de
instrucción.
Para acudir a esta estrategia se consideró que la terminología, en la práctica
no pertenece a ninguna lengua específica, pues es un lenguaje prácticamente
internacional que se nutre de raíces griegas y latinas, muy productivas para las
lenguas que acuden a ellas. El guaraní ha demostrado ser muy maleable y con
mucha facilidad ha podido utilizar estos préstamos a partir de otras lenguas,
principalmente del castellano, adaptándolos a sus necesidades.
De esta manera, para la denominación de los conceptos propios de las áreas
curriculares que debían ser trabajadas en Guaraní, se optó por utilizar
préstamos de los términos propios de dichas áreas adaptándolos a la grafía de
la lengua Guaraní, usados en un contexto guaraní . Estas palabras pasaron a
funcionar como una unidad más del sistema. Esta decisión fue tomada con el
propósito específico de hacer la lengua más funcional , más comprensible .
Mucho se ha objetado esta iniciativa del Ministerio de Educación y Cultura,
alegando entre otros argumentos que dichos préstamos con raíces griegas o
latinas en su mayoría, violentan la estructura del Guaraní que
patrimonialmente presenta una estructura silábica abierta: consonante-vocal o
vocal sola, sin palabras que terminen en consonante. Dicha postura parece
obviar por completo una realidad constatable en la lengua Guaraní desde los
inicios mismos de contacto con el español , hace más de cuatrocientos años , y
es que, debido a la adopción de préstamos con estructura silábica diferente , el
Guaraní ha llegado a modificar sus grupos consonánticos patrimoniales Este
hecho, tan frecuente y normal en los casos de contactos de lenguas, debe ser
considerado a la hora de tomar decisiones con respecto a la forma de
representar gráficamente estas palabras. Más de cuatro siglos de contacto tan
cercano entre el castellano y el guaraní, desde la fundación de Asunción en
1537, justifica plenamente este tipo de cambios . El Guaraní paraguayo que
hablamos hoy los paraguayos, es una lengua que ha sido modificada en
muchos aspectos, debido, en gran parte al contacto tan íntimo con el
castellano .Es por eso que podemos distinguirla de otras lenguas de la misma
familia lingüística, aunque estén muy próximas entre sí.
Se ha objetado también que la lengua Guaraní va camino a su destrucción a
través de la incorporación de préstamos para el desarrollo de las áreas para las
cuales el Guaraní no tiene terminología propia. Se ha dicho que la adopción de
préstamos cierra el paso al desarrollo de la lengua a través de sus propios
recursos. Es una manifestación (de clara tendencia purista) que pretende el
desarrollo de la lengua solo a partir de una técnica- la de la creación
lexicológica a partir de sus propios recursos- aislándola de su función social,
olvidando la razón por la cual se ha optado por una educación bilingüe.
La realidad propia de la sobrevivencia del Guaraní a lo largo de su convivencia
con el castellano en estos cuatro siglos demuestra lo contrario puesto que si la
misma existió y sigue existiendo es gracias a su capacidad de reaccionar y
asimilar los préstamos necesarios para seguir siendo socialmente útil a sus
hablantes. Es justamente este recurso el que le permitió seguir como una
lengua viva y ser hablada hasta hoy por los paraguayos, ganándose su propia
identidad como "Guaraní paraguayo".
No se niega que la posibilidad de una lengua nueva , o por lo menos renovada
en gran parte es posible en el Guaraní , porque cuenta con los recursos
adecuados en su propia estructura. Esta opción, desde luego no está
descartada. En la práctica la creación de palabras nuevas es casi ilimitada en
Guaraní. Pero...la pregunta es: ¿Cuál es la funcionalidad de una lengua
totalmente o parcialmente nueva , creada a los efectos de ser usada en el
ámbito escolar exclusivamente, sin mayores posibilidades de ser reconocida
como socialmente útil en otras instancias?. Es posible exigir a los maestros el
aprendizaje memorístico de una centena de palabras nuevas para el desarrollo
de cada una de sus clases. Es posible exigir lo mismo a los estudiantes. Pero...
¿Cuál es el objetivo de esto? . Si el objetivo es desarrollar todo el potencial
lexicológico del Guaraní, a través de su utilización en la educación, la postura
se comprende. Pero si es a la inversa, es decir, si se busca potenciar la
capacidad del educando a través del instrumento que es la lengua, este paso
debe darse en aquella lengua en la cual pueda comprender y ser comprendido.
Otra objeción planteada a la postura asumida por el Ministerio de Educación y
Cultura hace referencia a las dificultades excesivas planteadas a los educandos
al presentárseles dos formas diferentes de escritura en una misma palabra.
Como ejemplo, sirva la palabra "demokrásia" . Dicha objeción no deja de tener
su razón. No obstante, al sopesar los beneficios o los posibles contras a una
determinada forma propuesta para su uso, percibimos que igualmente requiere
mucho esfuerzo aprender una forma nueva desconocida para reemplazar a una
palabra de mucho uso y ya conocida por todos y difícilmente desplazable por lo
mismo. Todos los bilingües que manejan lenguas con raíces comunes hacen
este esfuerzo de diferenciar el sistema ortográfico según sea la lengua en la
cual se estén expresando.
Normalmente los préstamos pasan a incorporarse al sistema funcionando en él
como una unidad muy productiva, ajustándose a las normas internas que rigen
la lengua. En el Guaraní se evidencia esa realidad con palabras como la que
sirvió de ejemplo, pues la susceptibilidad de los préstamos de recibir afijos
(prefijos y / o sufijos) del guaraní demuestra claramente su aceptación por el
sistema y refleja el grado de integración de la misma en la estructura de la
lengua receptora, que es el Guaraní. A través de este mecanismo se constituye
un solo grupo fónico y , en consonancia, se manifiesta su unidad en el plano
gráfico.
Además, los préstamos reaccionan como una unidad propia de la lengua en el
aspecto sonoro, al admitir armonizaciones nasales, vocálicas o glotales y son
capaces de establecer relaciones con los demás vocablos del sistema en
función a la polaridad verbo-nominal, sin ninguna dificultad.
Muchas de las creaciones hechas para llenar los vacíos terminológicos del
Guaraní han dado sus frutos. Son de mucho uso y aceptación. Otros han
sufrido el rechazo de sus hablantes, por ser incomprensibles por sí mismos,
por ser calcos de estructuras del castellano, por ser muy largas o por prestarse
a ambigüedades en su interpretación y uso, entre otras causas más profundas
que merecerían otra ponencia solo para analizar ese fenómeno.
No se niegan los problemas que surgen como resultado de la utilización de
nuestra lengua autóctona en la educación. Desde luego no se pueden dar
respuestas positivas a todas las inquietudes. El proceso de recuperación social
de la lengua Guaraní confronta varios problemas de orden práctico para que su
uso sea totalmente viable en niveles superiores de la Educación Bilingüe.
Reclamamos la necesidad de una instancia que normalice estos aspectos de la
lengua, con la participación de todos los estamentos del país. En el Paraguay la
recuperación social del Guaraní no pasa por la cuestión de reivindicaciones
étnicas o de orden político, sino de orden pedagógico, psicolingüístico y
sociolingüístico. Es por eso que el tratamiento que se le dé a la lengua debe
responder a esa realidad cultural tan particular del Paraguay, en donde la gran
mayoría de los paraguayos tenemos dos lenguas, pero una sola cultura , que
es la cultura paraguaya con sus diferentes matices.
En la actualidad son dos las bases que sustentan este tratamiento dado a la
lengua guaraní para su funcionalidad en la educación: en 1° lugar, ver cómo
reaccionan la lengua misma y los hablantes ante los cambios, considerando la
maleabilidad de la lengua. Este es un proceso abierto, y en el cual todos los
hablantes participan desde el momento en que desplazan una forma y
privilegian otra en su comunicación.
En segundo lugar, están unos preceptos generales válidos para todas las
lenguas y que hacen referencia a los principios y características de los términos
. Estos son ejes orientadores a la hora de tomar decisiones, ya sea con la
creación neológica a partir de elementos propios de la lengua o a través de
préstamos. Estos principios y características pueden servir como bases para un
trabajo conciente y consensuado para la modernización terminológica del
Guaraní. Los mismos son:
- La monosemia (monorreferencialidad). - La capacidad de ser unívocos. Autonomía lingüística, es decir, que el estatus de la unidad terminológica se
define básicamente por su contenido semántico. - Predominio de sintagmas
terminológicos. - La estabilidad - Ser necesarios - Aprovechar los formantes
internacionales de cada disciplina.
La precisión semántica hace alusión al hecho de que un término debe
establecer una relación unívoca entre significante y significado. Un término, a
diferencia del léxico, no da lugar a interpretaciones diversas según el contexto,
pues posee un grado de precisión mucho más elevado y pertenece a un
sistema de conceptos determinado.
Hablamos de autonomía lingüística porque un término es entendible por sí
mismo . El significado del conjunto del sintagma no es, necesariamente, el
resultado de la suma de sus constituyentes, sino el resultado específico de una
relación entre formantes, y por lo tanto, no necesita recurrir a una traducción
constante del mismo para su comprensión.
Un término, para ser considerado válido y funcional, debe haber pasado por el
filtro de los hablantes nativos especialistas en el área en cuestión en una
especie de validación consensuada que dé cuenta de su grado de aceptabilidad
y utilidad, es decir, haber sido normalizado para el uso específico para el cual
se crea.
Las condiciones lingüísticas que debe reunir un neologismo para garantizar una
cierta viabilidad en su implantación (sobre todo con los fines de desplazar un
préstamo ya introducido), son las siguientes:
- 1. Debe denominar un concepto estable, con el cual mantiene una relación
unívoca. - 2. Debe ser breve y conciso, aunque en determinados campos se
admiten las formaciones sintagmáticas. - 3. Debe ser lo más transparente
posible - 4. Debe poder constituir las bases de series derivativas - 5. Debe
adaptarse al sistema gráfico y fónico de la lengua.
Las condiciones de tipo sociolingüístico son las siguientes:
- 1. Debe ser fruto de una necesidad, es decir debe denominar conceptos
nuevos, evitar variantes concurrentes y desplazar formas inadecuadas. - 2. No
debe
presentar
connotaciones
negativas
ni
provocar
asociaciones
inconvenientes. - 3. Debe pertenecer a un registro formal de especialidad - 4.
Debe poder memorizarse sin dificultad excesiva - 5. No debe contradecir las
líneas básicas de la política lingüística establecida.
El Ministerio de Educación y Cultura se ha visto en la necesidad de tomar
decisiones acerca del tratamiento de la lengua, por las urgencias que plantea
la implementación del diseño bilingüe. Pero existe clara conciencia de la
necesidad de una planificación lingüística que responda a cabalidad a la Política
Lingüística planteada constitucionalmente para nuestro país. La misma debe
contemplar la planificación de corpus y la planificación de estatus de la lengua
Guaraní a nivel nacional. En cuanto al corpus lingüístico , gran parte del
camino está hecho. El Guaraní posee una Gramática y ésta sus reglas y sus
normas. La misma también necesita revisión y ajuste, como ya lo hemos
mencionado, para adecuarla a los principios universales de la lingüística, a los
cuales el Guaraní no puede estar ajeno.
No se pretende, desde luego, que la discusión sobre el tema sea asunto
cerrado. En este momento se están analizando las estrategias de acción para
lograr consenso acerca de este tema que despierta álgidas pasiones en nuestro
país.
El camino se ha iniciado, y necesitamos, sobre la marcha, concertaciones y
acuerdos.
De resolverse la cuestión terminológica, sin ninguna duda se podrán plantear
con seriedad las otras necesidades que hacen a la planificación lingüística del
estatus del Guaraní para su uso en las instancias gubernamentales donde sea
necesario; para la formación docente orientada hacia su formación bilingüe, la
producción de materiales didácticos o de carácter científico etc. De no ser así,
cada autor seguirá creando su propia lengua guaraní para su propio material, y
solo él y sus usuarios ocasionales conocerán el nuevo lenguaje.
Fuente: Cultura paraguaya de expresión guaraní
12 noviembre 2004
La lengua guaraní
Educar.org
El guaraní paraguayo
La lengua guaraní pertenece a la familia lingüística guaraní - tupí que
comprende lenguas que se hablaban en la América precolonial por
pueblos que vivían al este de la Cordillera de los Andes, desde el mar
Caribe hasta el Río de la Plata y son habladas hoy en día tanto por
poblaciones integradas a la sociedad de sus respectivos países como
por etnias que preservan todavía sus culturas autóctonas: Paraguay,
Norte Argentino, Bolivia y Brasil.
Se pueden diferenciar tres variedades de guaraní casi ininteligibles
entre sí: el misionero o jesuítico; el tribal y el guaraní paraguayo.
El guaraní misionero se habló en el área y tiempo de influencia de las
misiones jesuíticas, entre 1632 y 1767, despareciendo definitivamente
para 1870, pero habiendo dejado importantes documentos escritos.
El guaraní tribal es hablado por cinco o seis etnias asentadas dentro
del territorio paraguayo y limitadas geográficamente: Chiriguanos,
Tapiete, Paî Tavyterâ, Avakatuete o Ava Chiripa, Mbya y Ache Guayaki.
El guaraní paraguayo es hablado por casi la totalidad de la población
del país (94%), éste depende generalmente de la ubicación urbana o
rural de los hablantes, siendo variable el grado de pureza y de riqueza
del léxico. En los centros urbanos y principalmente en la capital se
habla el jopara (mezcla de guaraní y español pero con estructura del
guaraní) muchas veces considerado como tendencia hacia una tercera
lengua.
"El corazón de América. Un viaje por Paraguay"
Fotoreportaje de un viaje al
Paraguay, con música tradicional y
textos en guaraní. Sin duda una
buena oportunidad para trabajar
en el aula la historia de América.
Desde que supuestamente se "descubrió" hace unos 460 años, no ha dejado
de ser el país menos conocido de toda Sudamérica. Esto ya se explica cuando
miramos el mapa de Sudamérica: SAmerica_95_kljunto con Bolivia el Paraguay
es el país más aislado de todo el continente. El país que se ha tildado muchas
veces de isla sin mar no tiene ningún acceso directo al mar. Sin embargo, el
aislamiento ha sido también el resultado de una larga secuela de dictaduras,
de una historia de silencios impuestos, de la dependencia y del subdesarrollo.
Una forma más positiva de captar la esencia del Paraguay es conferirle la
calidad de corazón de América, como lo hace la Dirección general de Turismo
para despertar el interés de los turistas extranjeros. Si ahora la llegada en
avión o autobús ya no es difícil, durante siglos la única vía de acceso fue el río
Paraná, por el cual - tras varios días de viaje sobre unos 1200 km - se llegaba
hasta Asunción desde el Río de la Plata y Buenos Aires.
Los ríos y el agua son un elemento muy importante en la geografía e incluso la
cultura paraguaya. Río Paraguay
Un indicio de ello es el nombre del país que en la lengua nacional, el guaraní,
significa agua como el mar. (y = agua). El nombre de paragua-y se refiere a la
bahía de Asunción, una especie de lago que forma el río Paraguay a la altura
de la capital.
Los tres grandes ríos constityen las principales fronteras del país: 1° el Paraná,
que lo separa de la Argentina y el Brasil al Sur y al Este. En el mapa vemos
como en dos lugares forma unos pantanos inmensos: son las dos centrales
hidroeléctricas de Itaipu y de Jasyretã, que están entre los mayores del mundo
y que hacen pensar que el Paraguay, por la mera abundancia del agua, podría
ser un país muy rico.
2° el río Pilcomayo (pillquy, "revolcar") forma el límite con la Argentina al
sudoeste. Su nombre en quechua (la lengua de los incas) es un indicio de que
históricamente el Paraguay interesaba a los europeos principalmente como
posible vía de acceso a las legendarias riquezas en plata y oro del imperio
incaico, esperanzas que al fin y al cabo quedaron frustradas.
El verdadero eje del país lo forma el río Paraguay. También marca la frontera
con Brasil y Bolivia al Norte y la Argentina al sur, pero igualmente separa el
país en dos mitades muy desiguales, que, por cierto, en cuanto a su superficie
corresponden más o menos a la de Alemania occidental y oriental: Al oeste
encontramos el Chaco, que tradicionalmente está muy poco poblado, debido a
las condiciones tan inhóspitas del clima y del suelo. Las precipitaciones son
muy escasas y las temperaturas exceden con facilidad los 40° en verano y
pueden descender bajo 0° en invierno. La región oriental, donde vive más del
90 % de los aproximadamente 5 millones de paraguayos, está en cambio
caracterizada por la abundancia del agua, suelos más fértiles y condiciones
climáticas que favorecen una copiosa vegetación.
Estas circunstancias físico-geográficas se reflejan también en la estructura
demográfica administrativa que representa el mapa político:Paraguay - Mapa
político ’98
Vemos que la gran mayoría de las ciudades, 14 de los 18 departamentos y casi
todas las carreteras asfaltadas se sitúan en la región oriental, e incluso allí la
densidad de la población disminuye cuanto más uno se aleja de la capital
asuncena.
Aunque ignorado por el mundo y aun por los que creen tener un interés por
Latinoamérica, el Paraguay es un país que permite estudiar en forma modélica
muchos fenómenos de la historia del subcontinente. Uno de ellos es el avance
de la llamada civilización que aquí todavía está en pleno desarrollo. Si en los
años 50 el país dispuso sólo de unos 100 km de carreteras asfaltadas, hoy ya
son casi 3000 (poquísimo si tenemos en cuenta que el país tiene el tamaño de
Alemania con 656.074 km, de los cuales 11.500 corresponden a autopistas).
ACCESO A LA WEB
25 noviembre 2005
Guaraní: Lengua maravillosa,
valiente y viva
Por David Galeano Olivera
David Galeano Olivera. Docente universitario. Presidente (Director General) del
ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI. Profesor y Licenciado en Lengua
Guarani. Escritor bilingüe. Traductor público. E-mail: dgo@paraway.net.py ateneo@telesurf.com.py
1. INTRODUCCIÓN
A este tercer milenio lograron llegar los “más fuertes”, los “más resistentes”,
los que mejor se adaptaron a los desafíos naturales y culturales de toda la
humanidad. Uno de esos héroes que atravezó exitosamente la línea que separa
la vida de la muerte, es el Idioma Guarani. Por ello, podemos afirmar que el
Guarani es una lengua maravillosa, valiente y viva; lo que no que quiere decir
que sea la única. Ya sé -como suele ser habitual- que este escrito traerá cola a
partir de dicha afirmación. Lo más seguro es que se crucen en el camino los
pocos colonialistas y antiguaranistas a intentar -vanamente- pisotear, retrucar,
romper, tironear o borrar lo que aquí expongo; y como también ya se hizo
costumbre, no faltarán quienes me traten de fanático o xenofóbico o
nacionalista a ultranza o contrera del progreso y la civilización y otros
disparates más, a los que ya estoy acostumbrado y que dicho sea de paso no
me vienen ni me van.
Creo que la condición de lengua maravillosa y valiente siempre trajo problemas
al Guarani; ya que desde la Colonia lo convirtió -en esta parte de América- en
“competencia” del imperialismo castellano y portugués. Es así que durante la
época de la Colonia, el Guarani se convirtió en el akârasy (dolor de cabeza) de
los conquistadores, particularmente de los misioneros; que -tras mucho insistir
por todos los medios, incluidos los violentos, para imponer el castellanotuvieron que, muy a pesar de sus intenciones originales, valerse del Guarani
para reducir físicamente (no lingüísticamente) al indígena. De hecho,
solamente lo hicieron con unos pocos porque la gran mayoría se mantuvo en el
monte, en su hábitat tradicional. No olvidemos que cuando los jesuitas fueron
expulsados (seis generaciones después = 150 años), los indígenas
abandonaron las reducciones y ni cortos ni perezosos retornaron a su vida
montés, el único sitio donde la libertad les fue y les sigue siendo posible. Con
el tiempo las reducciones se convirtieron en ruinas, constituyéndose en el
derrumbado y mudo testimonio de la opresión y la represión. Posteriormente,
el Guarani llegó a ser la principal preocupación de la Triple Alianza, durante la
guerra librada de 1865 a 1870. La cuestión esencial era: eliminemos al Guarani
para así eliminar al Paraguay: no existe otro camino. Idéntica cosa ocurrió de
1932 a 1935, durante la Guarra del Chaco, ya que el Guarani, a no dudarlo,
fue el más valioso aliado de las tropas paraguayas. En el Chaco, varias batallas
se ganaron en Guarani.
Pasado el período colonial y los dos enfrentamientos bélicos, y a pesar de los
pesares, el Guarani permaneció firme, heróico y sobre todo victorioso. Una
lengua enclenque o débil, incompleta, torpe y imperpecta, no hubiera resistido
lo que el avañe’ê resistió. El Guarani es una lengua soberana, maravillosa,
valiente y heróica, americana. No le falta nada y tiene de todo y para todos los
gustos. Y mi afirmación subirá de tono al sentenciar que la Cultura Guarani fue
y es una cultura perfeccionista. El solo hecho de concebir o tener la noción de
lo perfecto o de la perfección, ubica a los “nativos” Guarani en una posición de
vanguardia. La palabra perfecto o perfección existe en Guarani y es katu (y su
variante ngatu que se utiliza con las palabras nasales). Esto no es un invento
actual o una concesión graciosa del Castellano para enriquecer la Cultura
Guarani. No. La palabra katu (amóva hekokatu) pre-existió a la conquista. Es
más, un intento de borrar ese concepto fue el uso postcolonial de la expresión
tekoporâ (amóva hekoporâ).
Los Guarani aplicaron la concepción de lo perfecto a muchas circunstancias de
su vida cotidiana, como por ejemplo, al uso de la palabra. Ellos se consideran
ñe’êngatu (ñe’ê = palabra + ngatu = perfecta); es decir, emiten palabras
perfectas; y por consiguiente, dicen solamente lo que deben decir, de manera
objetiva. Para ellos, la palabra es sagrada. Solamente hablan cuando tienen
algo que decir. En esencia, el indígena Guarani no miente; y por consiguiente,
la lengua tampoco.
El concepto de la perfección es algo que les apasiona. Es su razón de ser. Basta
recordar que en el Alto Parana y Kanindeju viven los Ava Guarani o Avakatu o
Avakatuete (donde ete es superlativo), es decir, personas perfectas o plenas.
Debemos aclarar que ellos -entre sí- se autodenominan de esa manera y no
aceptan la denominación de Ava Chiripa, nombre con el cual se los bautizó,
desde afuera. Resulta claro que ellos no vienen a especular con aquello de que
somos perfectibles o que debemos vivir procurando el camino de la perfección.
Es por ello que los Avakatu o Ava Guarani están obligados moral y éticamente
a practicar lo correcto, el error solo puede ser una casualidad.
La imperfección siempre fue una molestia para el indígena. De allí también la
tradición del tera’o (quitarse o cambiar el nombre). Esta notable práctica se
daba y se da cuando la persona comete una infracción moral. Ocurrida la
imperfección, el siguiente paso será ponerse un nombre nuevo, con lo que la
persona recupera su tekokatu (teko = vida + katu = perfecta). Pero ¡ojo!, la
cuestión no pasa por andar cambiando de nombre a cada rato. El tera’o es
prácticamente un acto de humillación social. Por otra parte, tampoco perdamos
de vista que el indígena Guarani está seguro que puede llegar a la plenitud de
la perfección: el aguyje (estado de gracia, que nada tiene que ver con nuestro
cotidiano “muchas gracias”). Estos ejemplos no son invenciones sino hechos
ciertos. Así fueron y así son (los ya pocos indígenas que aún quedan viviendo
intensamente sus tradiciones milenarias y consuetudinarias). Lo de milenario
tampoco es un invento. Los restos fósiles (enterrados en las tradicionales urnas
funerarias Guarani llamadas “japepo”) encontrados durante las excavaciones
de la Represa Itaipu y analizados con la técnica del carbono 14, tienen hasta
diez mil años de antigüedad.
Pese a 500 años de haber sufrido todo tipo de agresiones (una más violenta
que la otra), la morfología (estructura) y la sintaxis (funcionalidad) de la
lengua Guarani permanecen invariables e incorruptibles, pese también a los
varios intentos de degradación y de destrucción que -sistemáticamente- sufrió.
El Guarani, en su estructura profunda, sigue siendo Guarani. No existe el
jopara. El jopara o jehe’a es apenas una ilusión. El jopara no es el cáncer ni el
sida del Guarani... es apenas un susu’a. El jopara o jehe’a es la demostración
de la pereza mental del paraguayo, no del indígena: dueño y usuario original
del Guarani, quien aunque no contó ni cuenta con un sofisticado y moderno
soporte académico y tecnológico de transmisión, supo mantener la esencia
profunda de la Lengua Guarani.
2. DESARROLLO
El sueño de cualquier lingüista es toparse con el idioma más sencillo, más
simple, más fácil; aquel que resulte menos complicado en su análisis y en su
definición. Los idiomas o lenguas complejas son el dolor de cabeza de quienes
nos dedicamos a estudiar las diversas formas de comunicación.
Contrariamente al pensamiento de cierta gente no conocedora del Guarani, que
cree y que dice que el Guarani es difícil; nosotros estamos en condiciones de
demostrarle que el Guarani es fácil de interpretar y de usar. Como cualquier
otra lengua, el Guarani tiene sus claves misteriosas. Pero, en esencia, el
Guarani es una lengua muy simple, ágil, agradable al oído, bella y plena. Con
el propósito de demostrarlo me remitiré a algunos casos objetivos y sencillos
de interpretar:
2.1. El Guarani pertenece, por su tipología, a la clase de lenguas aglutinantes;
es decir, forma sus palabras por aglutinación, valiéndose por consiguiente de la
composición: palabra + palabra (akâ + rasy = akârasy) y de la polisíntesis:
afijos (prefijos y/o sufijos) + palabras (a + guata + se = aguatase). Por las
dudas, aclaro que akârasy quiere decir cefalea (dolor de cabeza) y “aguatase”
significa camino (yo), es la conjugación del verbo “caminar”, en la primera
persona, del singular.- El castellano por su parte, por su tipología, es una
lengua de flexión o flexiva.
2.2. El Guarani posee todos los recursos léxicos para nominar cualquier
elemento. No perdamos de vista que, antes de la llegada de los
conquistadores, todo lo que había en esta parte de América tenía nombre en
Guarani: las personas (kuimba’e, kuña, mitâ, ava), sus obras culturales:
concretas (óga, apyka, japepo, yvyrapâ) y abstractas (Ñande Ru Papa,
tekojoja, tekokatu, tekomarâ), la naturaleza: plantas (ygary, tajy, takua, hy’a),
animales (maino’i, jaguarete, piraju, panambi), minerales (juky, itaju, y). Todo
ya tenía nombre en Guarani, hasta el más insignificante elemento del entorno
tuvo su nominación en el Avañe’ê. No en balde se afirma que el Guarani es la
lengua que más nombres aportó a la botánica después del griego y el latín.
La coherencia formal del Guarani inclusive se puede percibir en su mecanismo
de formación de palabras. Así, el Guarani siempre dió nombre a los lugares por
la presencia abundante de algún elemento natural en ellos, utilizando los
sufijos “ty (ndy)” para referirse a vegetales (aguai-ty, kurupa’y-ty, ka’arê-ndy,
ky’ÿi-ndy) y minerales (juky-ty, yvy-ty-rusu, ita-ty); y “kua” para indicar
abundancia de animales y personas (jaguarete-kua, guasu-kua, tapira-kua-y,
kamba-kua). Usó asimismo, el sufijo “y” para nominar las variedades
forestales (karanda-y, guapo-y, kurupa-y, jata-y, juasy-y, amba-y), y en zonas
acuáticas la “y” para indicar ríos, arroyos o cursos de aguas con abundancia de
determinados peces u otras especies y variedades acuáticas (pirape-y, jatyta-y,
akara-y, javevýi-y).
2.3. El Guarani ni se parece al castellano... es más que el castellano, en
muchas cuestiones. Así, por ejemplo, el Guarani posee 33 fonemas, 9 más que
el castellano; que posee 24 fonemas (5 vocálicos y 19 consonánticos). Así
también, el Guarani posee un mayor número de vocales, 12 en total; por su
parte, el castellano tiene apenas 5. La sexta vocal Guarani es la gutural “y”, y
paralelamente a las seis vocales orales, se encuentran las seis nasales; que en
su uso, generan variaciones semánticas (pyta = talón / pytâ = rojo /// oke =
duerme / okê = puerta /// pytu = hálito / pytû = oscuro /// aky = inmaduro /
akÿ = húmedo).
2.4. El Guarani es un idioma de silabación directa; lo que equivale a decir que
sus sílabas siempre terminan en vocal. El modelo clásico de las sílabas del
Guaraní es consonante más vocal (v + a = va) o vocal sola (a). En otros
idiomas existen sílabas indirectas (que terminan en consonantes o en
consonantes compuestas) y mixtas. La silabación directa es la silabación más
sencilla. Es por ello que las sílabas y palabras del Guarani son fáciles de
pronunciar, que no sea por tres o cuatro consonantes que no existen o no son
comunes en las demás lenguas. Así: jaguarete = ja / gua / re / te ----panambi = pa / na / mbi ----- apykape = a / py / ka / pe.
2.5. En Guarani la nasalidad tiene un régimen especial en materia de
aglutinación, pues la gran mayoría de los afijos (prefijos y sufijos) poseen dos
formas, unas para ser utilizadas con las palabras orales; y otras, con las
palabras nasales. Así por ejemplo, la palabra nasal ñana (la n y la ñ son
consonantes nasales) agregará el sufijo ndy, así ñanandy (que significa yuyal:
“ñana” = yuyo, y “ndy” = lugar donde abunda). En cambio, una palabra oral
como pakova agregará el sufijo ty, así pakovaty (que significa bananal o lugar
donde abundan bananos: “pakova” = banano, y “ty” = lugar donde abunda).
A modo de muestra aquí, brevemente, una mención de afijos similares: je - ñe
(ajeheka - añenupâ), mbo - mo (amboguata - amoñe’ê), pa - mba (oguatapa osêmba), kue - ngue (ogakue - akângue).
2.6. En Guarani existen sustantivos uniformes, biformes y triformes que tienen
también un régimen especial de uso. Los uniformes tienen una sola manera de
uso, por ejemplo, jagua que quiere decir perro. Al indicar posesión, se dice:
che jagua (mi perro), nde jagua (tu perro), ijagua (su perro). La palabra
“jagua” no varía. En cambio, en los sustantivos biformes las palabras tienen
dos formas, así: “ta’ýra” - “ra’y” que significa hijo (del varón). Al usar, se dirá:
che ra’y (mi hijo), nde ra’y (tu hijo), ita’ýra (su hijo). Por último, los
sustantivos triformes tienen tres formas: “tesa” - “resa” - “hesa” que significa
ojo. Al usar, se dirá: che resa (mi ojo), nde resa (tu ojo), hesa (su ojo).
Cuando no se indica posesión se usa tesa, así: tesa oîva ojesareko hese (todos
los ojos se fijaron en él).
2.7. Cosa rara pero interesante: en Guarani, los sustantivos indican tiempo; a
más del verbo, que por naturaleza lo hace. Así por ejemplo, se dice: “che ao”
(mi ropa), “che aokue” (mi ex ropa o la ropa que fue mía), “che aorâ” (mi
“futura” camisa o la que será mi camisa), y “che aorângue”, mezcla de
presente y pretérito (la que iba a ser mi ropa... pero no fue).
2.8. En Guarani los objetos (inertes o inanimados), por ejemplo, las palabras
como “apyka” (silla), “óga” (casa), “korapy” (patio), etc. son de género neutro.
En cambio, en castellano “silla” es de género femenino, “casa” es femenino y
“patio” es masculino, pese a ser inertes y no estar sexuados.
Igual situación se presenta a la hora de definir el género de los insectos como
“tarave” (cucaracha), “tahýi” (hormiga), y “ky” (piojo). Estos insectos
corresponden en Guarani al género epiceno. En cambio, en castellano y de
manera arbitraria, “la” cucaracha es “la” (todas, sin excepción, aunque existan
de sexo masculino); igualmente, “la” hormiga es “la” (todas, sin excepción,
aunque existan de sexo masculino); y por último, “el” piojo es “el” (todos, sin
excepción, aunque la mitad sean de sexo femenino).
2.9. En Guarani a más de los grados: positivo, comparativo, y superlativo (que
también existen en el castellano); existen varios otros más intensos y
descriptivos: eterei - iterei: “iporâiterei”; rasa: “iporârasa”; etereirasa -
itereirasa: “iporâitereirasa”. Estos tres casos ejemplificados de los grados del
Guarani no existen en el castellano; por consiguiente, para la traducción, hay
que hacer magia para -por lo menos- aproximarnos a la significación de cada
uno.
2.10. El adjetivo posesivo de la tercera persona del Guarani, también
denominado índice de posesión de tercera persona, tiene diferentes formas
que se usan tomando en consideración las características del sustantivo al cual
se refieren. Ejemplo: Su ropa es Ijao, Su cabeza es Iñakâ, Su cara es Hova, Su
patio es Ikorapy, Su cabello es Hi’áva
En Guarani la “ij“ (ijao) se utiliza con sustantivos orales; que empiezan en
vocal y tienen acentuación tónica final. En cambio, la “iñ“ (Iñakâ) se usa con
sustantivos nasales; que empiezan en vocal y tienen acentuación tónica final.
Por su parte, la “h“ (hova) se utiliza con sustantivos triformes. En tanto que, la
“i“ (ikorapy) se usa con cualquier otro sustantivo que no empiece con la “t“ u
“o“ móvil inicial. Por último, la “hi“ (hi’áva) se utiliza con sustantivos orales o
nasales que empiezan en vocal tónica inicial.
2.11. Lo siguiente es casi insólito: en Guarani apenas existen 6 verbos
irregulares. Todos los demás son verbos regulares. En el castellano y en los
demás idiomas existen numerosos verbos irregulares (“ser” y “satisfacer”, a
modo de ejemplos, son dos de los que causan estragos en el hablante
paraguayo). No perdamos de vista que la presencia de verbos irregulares
complica las chances de cualquier hablante en el aprendizaje de cualquier
lengua; por consiguiente, a menor número de verbos irregulares podríamos
decir aumentan y mejoran las posibilidades del hablante, no solamente para
aprender a conjugar; sino -y sobre todo- en el aprendizaje “fácil” de una nueva
lengua.
2.12. En Guarani, en la conjugación de los verbos, los afijos que señalan
número y persona ocupan una posición prefija al verbo; en tanto que, en el
Castellano los morfemas que, entre otros, indican número y persona ocupan
una posición sufija al verbo.
Aguata = Camino
Reguata = Caminas
Oguata = Camina
Jaguata = Caminamos
Roguata = Caminamos
Peguata = Camináis
Oguata = Caminan
2.13. El Guarani posee dos pronombres de primera persona (plural). A uno de
ellos, denominamos incluyente y es ñande; y el otro recibe el nombre de
excluyente y es ore; ambos equivalen a “nosotros” del castellano. Al conjugar,
se dice: ñande jaguata, y luego, ore roguata. Ambas conjugaciones en
castellano corresponderán a “nosotros caminamos”.
2.14. En materia de concordancia conviene afirmar que los adjetivos
calificativos del Guarani no poseen variaciones ni de número ni de género. Por
ejemplo, el adjetivo calificativo yvate, tiene una sola forma para su uso; por
consiguiente, la concordancia entre el sustantivo y el adjetivo calificativo, no
existe en el Guarani. En cambio, en el Castellano los adjetivos calificativos sí
poseen variaciones de número y género, así por ejemplo: alto, alta, altos,
altas, en directa relación de concordancia con el sustantivo al cual se refieren.
Así:
Karai yvate = Señor alto
Karaikuéra yvate = Señores altos
Kuñakarai yvate = Señora alta
Kuñakaraikuéra yvate = Señoras altas
2.15. En Guarani, las oraciones pueden tener el verbo elíptico o tácito. Por
ejemplo, el Guarani hablante dice “Kóva che róga ha amóva nde róga” y al
analizar encontraremos que “kóva” (éste / a) y “amóva” (ése / a) son
pronombres demostrativos, que “che” (mi) y “nde” (tu) son adjetivos
posesivos; y que “róga” (casa) es sustantivo. La traducción: “Ésta es mi casa y
ésa es tu casa”. En síntesis, el verbo “ser” no apararece escrito en la oración,
pero está presente -sin ninguna duda- en la estructura profunda de la oración.
2.16. En Guarani existe la denominada construcción del genitivo, donde el
poseedor precede a la cosa poseída, al contrario de la construcción Castellana.
Por ejemplo:
Guarani: Kalo rembireko ohókuri Ka’aguasúpe
Traducción directa: Carlos esposa fue Ka’aguasu a
Castellano: La esposa de Carlos fue a Ka’aguasu
2.17. En Guarani existen posposiciones; en el castellano, por su parte, existen
preposiciones. El hablante del avañe’ê dirá: “che aha ógape”. En este ejemplo
se aprecia que “pe” va pospuesto a la palabra “óga”. La traducción directa
será: “yo voy casa a”; lo que en castellano se dirá: “yo voy a casa”.
2.18. En Guarani, por ejemplo, existe un saludo cotidiano a la siesta y que es
“Mba’éichapa ndeasaje”, cuya traducción sería aproximadamente: “Buenas
siestas” o “Cómo estás a la siesta”; expresión de cortesía ésta que no existe en
el castellano. Lo que demuestra que el Guarani es una lengua diferente y más
expresiva.
Estos son apenas algunos muy contados casos que demuestran que el Guarani
es una lengua singular, viva, completa; con estructura lingüística propia
definida y soberana, distinta a otras lenguas.
3. CONCLUSIÓN
El Guarani es una lengua maravillosa y valiente, hablada por casi diez millones
de personas en América (de las cuales cerca de cinco millones viven en el
Paraguay). El Guarani es una necesidad, es nuestra esencia vital. El Guarani
sobrevivió a las agresiones. Pese a todo, en la actualidad quien no habla
Guarani está prácticamente perdido (gobernante, abogado, médico, ingeniero,
agricultor, comerciante, periodista, sindicalista, policía, etc). Por ejemplo, los
políticos -incluidos aquellos que hasta hace poco tiempo renegaban del
Guarani- hoy se ven obligados a hablar el Avañe’ê, a fin de evitar el fracaso o
el descrédito político. El número de contreras del Guarani, comparado a veinte
años atrás, se redujo notablemente.
Para suerte del Guarani esos pocos colonialistas y antiguaranistas cada día son
menos. Algunos en su afán de liquidar al Guarani han envejecido más
rápidamente, hoy usan bastones y ya no les queda mucho tiempo de vida.
Creo seriamente que en unos años más morirán todos. En cambio, el Guarani,
quebranto de ellos, sigue bien vivo y sorteando todo tipo de batallas que la
vida le presenta. Hasta me arriesgo a decir que el Guarani funciona en base a
la premisa: a más batallas libradas, más y mejores experiencias ganadas para
enfrentar exitosamente los siguientes desafíos.
Cada batalla ganada engrandeció más y más al Guarani no solamente en el
Paraguay sino que en todo el mundo. Por eso, hoy el Guarani es el centro de
atención de una gran parte del mundo (investigadores, universidades,
Internet, etc). El Guarani ya se hizo pire atâ (piel dura). Al Guarani ya no le
entran balas. Hoy sus defensores y promotores están esparcidos como hongos
por todas partes. Pensar que tuvo tantos detractores de todos los colores y
pelajes; así como también muchos fueron los que “vaticinaron” su desaparición
y muerte. Pero, insisto, no pudieron y no podrán con el Avañe’ê. Al Guarani no
lo van a destruir con meros discursos “contreras” e infundados. Para matar al
Guarani habría que matar a cerca de diez millones de personas que lo siguen
hablando; y que, en la mayoría de los casos, tienen al Guarani como único
idioma.
El propio Ministerio de Educación tendrá que rever a corto tiempo su pésima y
deplorable actitud hacia la promoción del Guarani. No tiene otro camino. El
vano intento del MEC, desde 1999, de aplicar la enseñanza del jehe’a mal
llamado jopara (mezcla de Castellano y Guarani) en sustitución del Guarani
cayó en saco rotó, resultó ser un lamentable fracaso. Hoy, todos nos quejamos
de ese supuesto Guarani que el MEC impuso y que está plagado en todos sus
libros. A ellos les recuerdo que los intereses generales están por sobre los
particulares: todos deseamos la correcta enseñanza del Guarani; por
consiguiente, debemos volver a enseñar Guarani. Lo que hoy se enseña NO es
Guarani. La necedad no conducirá al MEC a ningún puerto seguro. La
enseñanza del jopara en sustitución del Guarani se identifica plenamente con la
mediocridad. El jopara es el sinónimo de la mediocridad. No es castellano ni es
Guarani. Es la resultante de nuestra pereza mental. No existe la mentada
“tercera lengua”. Eso es un soberano disparate que tiene por objetivo
desprestigiar al Guarani. Lo notable es que los que se “emperran” con esa
idea, y que lo hacen con premeditación y alevosía, solamente “ven” el jopara
en el Guarani y no lo ven (y no lo quieren ver) en el Castellano. Es más, nadie
enseña (ni quiere enseñar) el castellano jopara.
Recorriendo la historia, encontraremos que todos los grandes investigadores
del mundo que tuvieron contacto con el Guarani, quedaron maravillados y
cayeron rendidos ante la exuberancia y la plenitud del Avañe’ê, no del jopara;
entre ellos, el más destacado, respetado y objetivo: Moisés Santiago Bertoni;
quien dedicó gran parte de su vida a promocionar, con profunda convicción, la
Cultura y la Lengua Guarani por considerarla el reflejo de la milenaria, justa,
solidaria, democrática y evolucionante Civilización Guarani.
Sin dudas, el Guarani es una lengua maravillosa, valiente y viva...
21 febrero 2008
El guaraní se convierte en
idioma oficial en Paraguay
junto al castellano
El Gobierno de Paraguay ha adoptado a la lengua indígena guaraní como
idioma oficial junto con el castellano, luego de que se promulgara la Ley de
Lenguas que tiene el objetivo de reivindicar la cultura nacional.
Esta promulgación coincide con las celebraciones del Bicentenario de la
Independencia del país suramericano y da por finalizada una demanda
levantada en 1992 por varias personalidades del ámbito cultural y político
paraguayo.
En este año existía un artículo de la Constitución que especificaba que
Paraguay es un país pluricultural y bilingüe” con el guaraní y el castellano,
razón por la que se hacía necesario el establecimiento de esta norma.
Este decreto es de gran importancia para la región latinoamericana en general,
que comparte con Paraguay el legado del guaraní que es hablado en la
actualidad por 10 millones de personas.
El proyecto, aprobado por el Parlamento Nacional y el Poder Ejecutivo, estuvo
precedido por dos anteproyectos elaborados por la Comisión Nacional de
Bilingüismo y el Taller de la Sociedad Civil, que fueron comparados y unificados
hace tres años, explicó la prensa local.
Esta nueva norma establecerá las modalidades de uso tanto del guaraní como
del castellano, al tiempo que determina que las lenguas indígenas, de la misma
forma que las de otras minorías, son parte del patrimonio nacional.
Luego de establecida esta ley, se procederá a crear la Secretaría Nacional de
Políticas Lingüísticas, para que se planifique, investigue y promocione las
lenguas nativas que existen en Paraguay.
Igualmente, se fundará la Academia de la Lengua Guaraní para que haya una
normativa para este idioma y se especifique el alfabeto y gramáticas comunes.
Ante esto, la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) celebró la proclamación de
la ley que permitirá difundir la cultura ancestral de la nación
"Culminando un largo y trabajoso proceso de varios lustros por la dignificación
de sus lenguas, la nación accede a una herramienta imprescindible para la
defensa y la promoción de sus lenguas, elemento central de la riqueza cultural
que la misma posee", expresó el SNC en un comunicado.
El guaraní es una lengua indígena que habla y maneja rutinariamente
aproximadamente el 80 por ciento de los paraguayos, que suman alrededor de
seis millones de ciudadanos.
Fuente: TeleSur
5 enero 2011
Traducción del cuento El
león y el ratón a la lengua
guaraní
Por Prof. Lic. Zulma N. Sosa.
El león y el ratón:
Leõ ha anguja (guarani):
Érase una vez un ratón que salió de su madriguera y se encontró un enorme
león.
Peteĩ jey osẽ haitýgui peteĩ anguja ha ojejuhu peteĩ leõ tuichaitereíva
ndive.
El león quería comérselo.
Por favor, león no me comas.
Puede que un día me necesites.
El león le respondió:
¿Cómo quieres que te necesite, con lo pequeño que eres?
Leõ ohechávo ichupe ho’useterei.
Anína che’u leõ.
Ikatúnte peteĩ árape reikotevẽ cherehe.
Leõ ombohovái:
¡Mba’e che piko aikotevẽta nderehe, nemichĩeterei ningo!
El león se apiadó al ver cuán pequeño era el ratón y lo soltó.
Un día, el ratón escuchó unos rugidos terribles.
Era el señor león. Leõ ohechávo mba’e michĩmi ipy’akangypaite ha opoi
ichugui.
Peteĩ ára, anguja ohendu ongyryry vaipaitéva.
Upéva karai leõ.
Cuando llegó al lugar, encontró al león atrapado en una red.
¡Yo te salvaré! - dijo el ratón.
¿Tú? Eres demasiado pequeño para tanto esfuerzo.
Og̃uahẽvo oĩháme, ohecha leõ ñuhã ryepýpe.
¡Che roguenohẽta upégui!- he’i anguja.
¿Nde? Nemichĩeterei, nandepu’akamo’ãi.
El ratón empezó a roer la cuerda de la red t el león pudo salvarse.
Anguja oñepyrũ oñamindu’u iñapytĩháre ha leõ isãso.
Desde aquella noche, los dos fueron amigos para siempre.
Upe guive, ha’ekuérantema angirũ ojohayhúva.
Traducido al guaraní por: Sosa Zulman.
13 mayo 2008
BIBLIOTECA
Diccionario Guaraní / Portugués,
Portugués/ Guaraní
ISBN 978-85-908631-0-6
Producto - Diccionario Guaraní / Portugués, Portugués/ Guaraní (2ª edición).
Es una buena herramienta indicada para quien quiere hablar, estudiar o
conocer la lengua Guaraní y Portuguesa. Con un formato muy fácil de consultar
y con buenas expresiones lingüísticas que muestran el uso correcto y moderno
de la lengua.
Formato - Tapa dura
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Artículos - 18.000
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Publicación: agosto - 2008
Idioma: Portugués y Guaraní
Peso: 1.400,0 grs.
Medidas: 16 cm. x 5 cm. x 23 cm.
Usuarios - Filólogos, etimólogos, lingüistas o personas que quieran aumentar
sus conocimientos en la lengua Guaraní y Portugués.
Local - São Paulo/ São Paulo/ Brasil.
Autora (Brasileña) - Cecy Fernandes de Assis. Si quiere recibir una copia
electrónica de la introducción o dos páginas para conocer el estilo, por favor,
escríbame en este email cecyfernandes@yahoo.com
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Email: livros@livrariacultura.com.br
Livraria Loyola http://www.livrarialoyola.com.br/
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27 mayo 2009
Diccionario
CASTELLANO-GUARANI-1-ABA-CUR
Esta WEB pertenece al Grupo de Ciencias del LENGUAJE
A CAUSA DE
A ESCONDIDAS
A LO LARGO DE
A LO SUMO
A MENUDO
A PESAR DE
A PIE
ABAJO
ABEJA
ABERTURA
ABRAZAR
ABRIGAR
ABRIR
ABUELA
ABUELO
ABURRIRSE
ACABAR DE
ACABAR
ACABARSE
ACABÓ
ACARICIAR
ÁCIDO
ACLARAR
ACOMPAÑAR
ACORDARSE
ACOSTARSE
ACOSTUMBRARSE
ACUDIR
ACUMULAR
ADELANTE
ADEMÁS
ADMIRAR
ADMIRARSE
ADÓNDE
ADORNAR
HAGUÉRE
ÑEMIHÁME
PUKUKUÉVO
HETAITÉRAMO
PY'ŸI
JEPE
YVÝRUPI
YVÝPE
EIRU, EIRA RÚA
JURU
ÑAÑU(V)Ã
ÑUÃ
PE'A
JARÝI
TAITA GUASU
KAIGUE
RAMO
MOMBA
PA
OPÁMA
MOKUNU'Û
HÁI
MOHESAKÃ
MOIRÛ
MANDU'A
ÑENO
JEPOKUAA
JE'OI
TY
TENONDÉPE
HI'ÁRI
MOMORÃ
JURUJÁI
MAMÓPA
MBOJEGUA
ADULTO
AFEITARSE
AFLICCIÓN
AGARRARSE
AGENTE MUNICIPAL
AGRADABLE
AGUA
AGUA GRANDE (LAGO)
AGUARDIENTE
AGUARDIENTE
ÁGUILA
AGUILUCHO
AGUJERO
AHIJADO, AHIJADA
AIRE
AJÍ
AL
AL FINAL
AL LADO DE
AL LADO DE
AL LADO DE
ALA
ALBERGAR
ALCANZAR
ALEGRAR
ALEGRARSE
ALEGRARSE
ALEGRE
ALEMÁN
ALGO
ALGODÓN
ALGODONERO
ALIMENTAR
ALIMENTARSE, COMER, BEBER
ALIMENTO
ALLÁ EN EL FONDO
ALLÍ
ALMA DE MUERTO
ALMA
ALMA
ALMIDÓN
ALMOHADA
ALQUILAR
ALREDEDOR DE
ALREDEDOR DE
ALTA TEMPERATURA
ALTO
ALUMNO
AMAMANTAR
AMANECER
AMAR
AMARGO
KAKUAA
ÑEHENDYVAPO
PY'APY
JEJOKO
TAHACHI
HE
Y
PARA
GUARIPOLA
TAGUATO RESAY
TAGUATO
TAGUATO
KUA
MEMBY'ANGA
YVYTU
KY'ŸI
VO
OPA RIRE
GUIO, GUIVO
RENDÁPE
YKÉRE
PEPO
MBOHUPA
HUPITY
MBOHORY
VY'A
VY'A
HORY
ALEMANIAGUA
MBA'E
MANDYJU
MANDYJU
MONGARU
U (HA'U/RE'U/HO'U)
HI'UPY
AMO TUGUÁPE
UPÉPE
ANGUE
Ã
ÁNGA
ARAMIRÕ
ARAMBOHA
ALKILA
RUPI
JERERE
ÁRA HAKU
YVATE
TEMIMBO'E
MOKAMBU
KO'Ê
HAYHU
RO
AMARILLO
AMOR MUTUO
AMOR
ANANÁS
ANCHO
ANCIANA
ANDAR
ANGUILA
ANILLO
ANIMAL DOMÉSTICO
ANIMAL DOMÉSTICO
ANOCHE
ANOCHE
ANOCHECER
ANTE TODO
ANTEAYER
ANTEPASADOS
ANTES
ANTIPÁTICO
ANTIPÁTICO
ANZUELO
AÑO
AÑORAR
APAGARSE
APELLIDO
APENAS
APÉNDICE (RABO)
APETITO
APRECIAR
APRECIAR
APRENDER
APRENDER
APRENDER
APRETAR
APRISA
AQUEL
AQUEL
AQUEL
AQUELLOS
AQUÍ
AQUÍ
AQUÍ, LUGAR
ARAÑA
ÁRBOL
ÁRBOL DE MBURACUYÁ
ARDILLA
ARENA
ARETE
ARMA DE FUEGO
ARMADILLO
ARRANCAR
ARREGLAR
SA'YJU
JUAYHU
MBORAYHU
AVAKACHI
PE
§UAIGUÎ, §UAIMI
KO
MBUSU
KUAIRÛ
MYMBA
TYMBA
ANGE PYHARE
ANGEPYHARE
PYTUMBY
TENONDERÃ
KUEHE AMBUE
YPYKUÉRA
MBOYVE
AY
ARHEL
PINDA
ARY
HECHANGA'U
GUE
TÉRÃ O TÉRA JOA(PY)
HASÝPE
TUGUÁI
ÑEMBYAHÝI
POROAPO
ROHORY
ÑEMBO'EUKA
JETAVY'O
ÑEMBO'E
JOPY
PYA'E
AMO
AIPO
KU
AMO
ÁPE
KO'ÁPE
A
ÑANDU
YVYRA
MBURUKUJA
KUATÎ
YVYKU'I
MITÃ TUPÃ
MBOKA
TATU
PO'O
MYATYRÕ
ARRIMARSE
ARROYO
ASADO
ASENTADERAS
ASÍ
ASÍ
ASÍ
ASIENTO
ASUNCIÓN
ASUSTAR
ATAJAR
ATAR
ATAR
ATASCO
ATENDER
ATONTAR
ATRACTIVO
ATRÁS
ATRASADO
AULLAR
AUNQUE
AURORA
AUSENTE
AUTOMÓVIL
AVENTAJAR
AVIÓN
AVISPA
AVISPÓN
AY!
AYER
AYUDANTE
AYUDAR
AZÚCAR
BAGRE
BAILAR
BAILE
BAJAR
BAJAR
BAJAR(SE)
BAJO VIENTRE
BAJO
BANANA
BANANO
BAÑARSE
BAÑO
BARATO
BARBA
BARCO
BARRER
BARRIGA
BARRO
BASTA
ÑEMBOJA
YSYRY
KA'Ê
TUMBY
KÓICHA
PÉICHA
UPÉICHA
APYKA
PARAGUAY
MONDÝI
JOKO
JOKO
ÑAPYTÎ
PA'Ã
MA'Ê
MBOTAVY
KAVURE'I
TAKYKUÉGOTYO
TAKYKUÉPE
GUAHU
JEPE
KO'Ê
PORE'Ÿ
KÓCHE
PYRÛ
KURUSU VEVE
KÁVA
MAMANGA
AICHEJÁRANGA
KUEHE
PYTYVÕHÁRA
PYTYVÕ
EÍRA
MANDI'I
JEROKY
JEROKYHA
MBOGUEJY
ROJY
GUEJY
TYEGUY
KARAPE
PAKOVA
PAKAVO
JAHU
JAHUHA
NDAHASÝI
TENDYVA
YGÁRA
TYPEI
TYERYEHYE
TUJU
HA'EVÉMA
BASTANTE BIEN
BASTANTE
BASTANTE
BATATA
BATATA DULCE
BEBÉ
BEBER AGUA
BEBER, ALIMENTARSE, COMER
BEBIDA
BECASINA
BENDECIR
BENDITO
BESAR
BIENTEVEO
BIENVENIDO
BLANCO
BLANDO
BOCA
BODAS
BOLSA
BONIATO
BORRACHO
BOSQUE
BRASA
BRAVO
BRAZO
BRILLAR
BRILLAR
BROMELIÁCEAS
BROTE
BUEN RATO
BUENO
BUEY
BÚHO
BÚHO CHICO
BULTO
BURLARSE
BURLARSE
BUSCAR
BUSTO
CABALLO
CABELLERA
CABELLO
CABER
CABEZA
CABEZA DURA
CABEZA
CABEZÓN
CABRA
CACAHUETE
CADÁVER
CADERA
PORÃMÍNTE
IPORÃMA
IPORÃMANTE
JETY
JETY
MITÃ'I (OKAMBÚVA)
Y'U (HAY'U/REY'U/HOY)
U (HA'U/RE'U/HO'U)
JEY'U(RÃ)
JAKAVERE
HOVASA
MARANGATU
HETÛ
PITOGUE
TERE§UAHE PORÃITE
MOROTÎ
HU'Û
JURU
MENDA
VOSA
JETY
KA'U
KA'AGUY
TATAPŸI
ÑARÕ
JYVA
VERA
MIMBI
KARAGUATA
TA'ŸI
ARE PORÃ
PORÃ
GUÉI
ÑAKURUTU
KAVURE'I
JOGUAPY
ÑEMBOHORY
MBOJARU
HEKA
KÁMA
KAVAJU (HISPANIZADO)
ÁVA
AKÂRAGUE
JA
AKÂ
AKÃHATÃ
AKÃ
AKÃHATÃ
KAVARA
MANDUVI
TETEKUE
TUMBY RUMBY HUMBY
CAER
CAIMÁN
CALABAZA
CALABAZA
CALDO
CALENTAR
CALENTAR
CALENTARSE
CALLARSE
CALOR
CALOR
CALOR (TENGO CALOR)
CALOR
CAMA
CAMBIAR
CAMBIAR (DE ROPA)
CAMINAR
CAMINO
CAMISA
CAMPESINO
CAMPESINO
CAMPESINO
CAMPO
CAMPO
CANCIÓN
CANILLA
CANOA
CANSADO
CANSADO
CANSANCIO
CANTAR
CANTAR
CÁNTARO
CAÑA
CAÑA DE AZUCAR
CAÑA DULCE
CAÑA
CARA
CARA
CARACOL
CARÁCTER
CARANCHO
CARICIAS
CARIÑOSAMENTE
CARNE
CARNE
CARO
CARPINCHO
CARPINCHO
CARRETERA
CARRETERA ASFALTADA
CASA PRESIDENCIAL
A
JAKARE
ANDAI
KA'YGUA
JUKYSY
JOPE
MBYAKU
JEPE'E
KIRIRÎ
ÁRA HAKU
TAKU
MBYRY'ÁI
HAKU
TUPA
MOAMBUE
VA
GUATA
TAPE
KAMÍSA
KOYGUA
OKARAYGUA
CHOKOKUE
ÑU
OKÁRA
PURAHÉI
KUPY
YGÁRA
KANE'Õ
PILA'I
KANE'Õ
PURAHÉI
ROPURAHÉI
KAMBUCHI
TAKUÁRA
TAKUARE'E
TAKUARE'Ê
GUARIPOLA
TOVARO VAHOVA
TOVA
JATYTA
LÁJA
KARAKARA
KUNU'Û
MBORAYHUHÁPE
TO'ORO'OHO'OSO'O
SO'O
HEPY
KAPI'Y
KAPIŸVA
TAPE GUASU
TAPEHÛ
MBURUVICHA
CASA
CASA
CASADO
CASARSE
CÁSCARA
CASI
CASI
CASTIGAR
CAZUELA, OLLA
CEBAR MATE
CEBOLLA
CEDRO
CEJA
CENIZA
CENTRO
CERDO
CERRADO
CERRAR
CERRO
CESTO
CHACRA
CHIPA TORTA
CHISPORROTEAR
CHOCOLATE
CHUPAR
CIELO
CIEMPIÉS
CIÉNAGA
CIGARRA
CIGARRO
CIMA
CINTURA
CINTURÓN
CIUDAD
CIUDAD
CLARO
CLASE
CLAVAR
COBARDE
COCHE
COCHE DE PLAZA
COCHE, RECIPIENTE
COCINA
COCINAR
COCODRILO
COCOTERO
CODO
COGER, TOMAR
COLA (RABO)
COLECTIVO
COLEGA
COLGADO
CHE RÓGAPE
ÓGA
MENDARE
MENDA
PIRE
HAIMETÉMA
HÁIME(TE)
NUPÃ
JAPEPO
TYKUA
SEVÓI
YGARY
TYVYTA
TANIMBU
APYTE
KURE
OÑEMBOTY
MBOTY ... ARY
YVYTY
AJAKA
KOKUE
CHICHÃ CHINCHE
PORORO
CHOKORA
PYTE
YVÁGA
AMBU'A
KARUGUA
ÑAKYRA
TIMBO
TU'Ã
KU'A
KU'ASÃ
KAPILLA
TÁVA
HESAKÃ
LÁJA
KUTU
PY'AMIRÎ
KÓCHE
KARUMBE
MBAYRU
TATAYPY
JAPO TEMBI'U
JAKARE
MBOKAJA
JYVANGA
PYHY
TUGUÁI
MÍKRO
IRÛ
SAINGO
COLGAR
COLIBRÍ
COLOR NEGRO
COLOR ROSA
COLOR VERDE AZULADO
COLOR VERDE OSCURO
COMADREJA
COMENZAR
COMER
COMER, BEBER, ALIMENTARSE
COMESTIBLE
COMESTIBLE
COMIDA
COMIDA
COMIENZO
COMILÓN
COMPAÑERO
COMPARTIR
COMPONER
COMPRAR
CON PROPIEDADES
CON
CONDIMENTAR
CONDIMIENTO
CONDUCIR
CONEJO
CONFECCIÓN
CONFIAR
CONOCER
CONOCERSE
CONOCERSE
CONSEGUIR
CONSENTIR
CONSTRUIR
CONTAR
CONTENERSE
CONTESTAR
CONTINUAMENTE
CONTINUAMENTE
CONTORNO
CONTRABANDISTA
CONVERSAR
CORAZÓN
CORAZÓN
CORRAL
CORRAL
CORRER
CORTAR
CORTARSE
CORTO
COSA
COSECHAR
MOSAINGO
MAINUMBY
HÛ
PYTANGY
HOVY
HOVYÛ
MYKURE
ÑEPYRÛ
KARU
U (HA'U/RE'U/HO'U)
HI'UPY
UPY
HI'UPY
TEMBI'U
YPY
KARU
IRÛ
MBOJA'O
MYATYRÕ
JOGUA
MBA'E HETA
NDIVE, NDIE, NDI
MBOHE
MBOHEHA
SAMBYHY
APERE'A
APO
JEROVIA
KUAA
JEKUAA
JOKUAA
LIGA
NÉI
JOGAPO
PAPA
JEJOKO
MBOHOVÁI
MANTEREI
MEME(TE)
JERE
ÑEMUHA ÑEMI
ÑEMONGETA
KORASOÑE'A
PY'A
KORAPY
KORA
ÑANI
KYTÎ
ÑEKYTÎ
MBYKY
MBA'E
MONO'Õ
COSTUMBRE
COSTUMBRE
COTORRA
CRECER
CREER
CRIAR
CRUDO
CUAJADO
CUALQUIERA, CUALQUIER
CUANDO
CUANDO
CUÁNDO
CUANDO
CUÁNTOS
CUATRO
CUBIERTO (PARA COMER)
CUCARACHA
CUCHILLO
CUELLO
CUERDA
CUERO
CUERPO
CUERPO
CUERVO
CUEVA
CUIDADO
CUIDADO
CUIDAR
CULO
CULTIVAR
CUMPLEAÑOS
CUMPLIR
CUMPLIR AÑOS
CURAR
CURAR
LÁJA
TEKO
TU'I
KAKUAA
ROVIA
MOÑENOÑA
PÝRA
KAMBYRYPY'A
OIMERAÊVA
RAMO
VO
ARAKA'ÉPA
JAVE
MBOVÝPA
IRUNDY
TEMBIPORU
TARAVE
KYSE
AJÚRA
PIÓLA
VAKAPI
TETERE TEHETE
TETE
YRYVU
ITAKUA
CHÁKE
HÁKE
ÑANGAREKO
TEVI
ÑOTY
ARAMBOTY
MBOTY ... ARY
MBOTY ... ARY
MONGUERA
POHÃNO
Diccionario
GUARANI-CASTELLANO-2-HAAJYV
HA Y, QUE
HA (AHA/REHO/OHO...) IRSE, IR
HA HAKYKUÉRI SEGUIR
HA§UA PARA QUE
HA'Ã JUGAR A
HA'Ã DISPARAR
HA'Ã TIRAR
HA'Ã PROBAR
HA'ARESA NACER
HA'ARÕ ESPERAR
HA'EJEVY REPETIR
HA'EJEVY VOLVER A REALIZAR
HA'ETÉPE PUNTUAL
HA'EVÉMA BASTA
HA'EVETE, RA'EVETE MISMO
HAGUÉRE POR
HAGUÉRE A CAUSA DE
HAI ESCRIBIR
HAI GRABAR
HÁI ÁCIDO
HÁIME(TE) CASI
HAIMETÉMA CASI
HÁKE CUIDADO
HAKU CALOR
HAKYKUÉPE DETRÁS
HAPY QUEMAR
HASA PASAR
HASY DIFÍCIL
HASY ENFERMO
HASY CHÉVE DOLER
HASÝPE POR FIN
HASÝPE APENAS
HATÃ DURO
HAVÕ JABÓN
HAYHU QUERER
HAYHU AMAR
HAYVIRU'I LLOVIZNAR
HE RICO
HE AGRADABLE
HECHA VER, NOTAR
HECHANGA'U AÑORAR
HECHAPYRÃ INTERESANTE
HECHAUKA MOSTRAR
HECHAUKA HACER VER
HE'Ê DULCE
HÊE SÍ
HE'ISE SIGNIFICA
HEJA DEJAR
HEKA BUSCAR
HENDU ESCUCHAR
HENDU OÍR
HENDU ENTENDER
HENÓI INVITAR
HENÓI LLAMAR
HENONDÉPE DELANTE
HENYHÊ LLENO
HEPY CARO
HEPYME'Ê PAGAR
HESÃI SANO
HESAKÃ CLARO
HESAPE A LUMBRAR
HESE POR ÉL
HETA ÁRA RIRE MUCHO TIEMPO
HETA, ETA MUCHOS
HETAITÉRAMO A LO SUMO
HETÛ BESAR
HETÛ OLER
HE'Ÿ SOSO
HI'A FRUTA, DA
HI'Ã PARECE
HI'ÃNTE CHÉVE OJALÁ
HI'ÁRI ADEMÁS
HI'ÁRI ENCIMA
HI'UPY ALIMENTO
HI'UPY COMIDA
HI'UPY COMESTIBLE
HORY DIVERTIDO
HORY ALEGRE
HORY FELIZ
HOVASA BENDECIR
HOVY VERDE AZULADO
HOVY COLOR VERDE AZULADO
HOVYÛ VERDE OSCURO
HOVYÛ COLOR VERDE OSCURO
HÛ NEGRO
HÛ COLOR NEGRO
HUPI LEVANTAR
HUPITY ALCANZAR
HU'U TOS
HU'Û BLANDO
HYEPÝPE DENTRO
HYKUE MOJADO
HYPÝI ROCIAR
ICHUPE ÉL, LO, A ÉL
IGÚSTO GUSTO
IKATU POSIBLE
ILAJA PORÃ SIMPÁTICO
ILAJA PORÃ DE BUEN CARÁCTER
IÑEPYRÛME PRINCIPIO, COMIENZO
IPAHÁ(GUE) ÚLTIMO
IPAHÁPE FINALMENTE
IPORÃ CHÉVE GUSTAR
IPORÃMA SUFICIENTE
IPORÃMA BASTANTE
IPORÃMANTE BASTANTE
IPÝPE DENTRO
IRÛ COLEGA
IRÛ COMPAÑERO
IRUNDY CUATRO
ITA PIEDRA
ITAKUA CUEVA
JA CABER
JA PEGARSE
JAGUA PERRO
JAGUARETE JAGUAR
JAGUARETE TIGRE
JAHE'O LLORAR
JAHU BAÑARSE
JAHUHA BAÑO
JAJÁI RESPLANDER
JAKARE YACARÉ
JAKARE CAIMÁN
JAKARE COCODRILO
JAKUARUHA LETRINA
JAPEPO CAZUELA, OLLA
JAPI MARCHARSE
JAPI RUMBEAR
JAPI DISPARAR
JAPO HACER
JAPO TEMBI'U COCINAR
JAPU MENTIRA
JAPU MENTIR
JAPYSAKA ESCUCHAR BIEN
JÁRA DUEÑO
JARÝI ABUELA
JASY LUNA
JASY MES
JAVE DURANTE
JAVE CUANDO
JAVORÁI MALEZA
JAVY EQUIVOCARSE
JAVY PERDERSE
JEHEKA DEDICARSE
JEHU SUCEDER
JEI SEPARARSE
JEJAVY PERDERSE
JEJAVY EQUIVOCARSE
JEJOKO CONTENERSE
JEJOKO AGARRARSE
JEJOKO SOSTENERSE
JEJUHU ENCONTRARSE
JEKO SE DICE
JEKO SE RUMOREA
JEKUAA CONOCERSE
JEKUAA SER CONOCIDOS
JE'OI ACUDIR
JE'OI SOCORRER
JEPE INCLUSO
JEPE A PESAR DE
JEPE AUNQUE
JEPE PERO
JEPE'A LEÑA
JEPE'E CALENTARSE
JEPI FRECUENTEMENTE
JEPOHÉI LAVARSE LAS MANOS
JEPOKA TORCIDO
JEPOKUAA ACOSTUMBRARSE
JEPORU UTILIZAR
JEPY'APY PREOCUPARSE
JEPY'APY SUFRIR
JERE CONTORNO
JERE VUELTA
JERE GIRO
JERERE ALREDEDOR DE
JEROKY BAILAR
JEROKYHA BAILE
JEROVIA CONFIAR
JEROVIA TENER FE
JEROVIAHA DOCUMENTO
JEROVIAHA PAPELES
JERURE PEDIR
JETAPA TIJERA
JETAVY'O APRENDER
JETY BONIATO
JETY BATATA DULCE
JEVY, JEY VOLVER A
JEVY, JEY OTRA VEZ
JEVY, JEY NUEVAMENTE
JEVY, JEY DE NUEVO
JEY'U(RÃ) BEBIDA
JOA(JU) JUNTAMENTE
JOA(JU) JUNTOS
JOGAPO CONSTRUIR
JOGUA COMPRAR
JOGUA PARECERSE
JOGUAPY BULTO
JOHÉI LAVAR
JOJÓI HARTARSE
JOJÓI TENER HIPO
JOJUHU ENCONTRARSE
JOKA ROMPER
JOKO SUJETAR
JOKO ATAJAR
JOKO ATAR
JOKOHA OBSTÁCULO
JOKUAA CONOCERSE
JOKUÁI EMPLEAR
JOPARA MEZCLA, MEZCLADO
JOPARA MEZCLA DE GUARANÍ-ESPAÑOL
JOPE CALENTAR
JOPI PICAR
JOPÓI REGALO
JOPY APRETAR
JOSO MOLER, PISAR
JOVÁI ENFRENTARSE
JU VENIR
JUAVY DIFERENCIARSE
JUAYHU AMOR MUTUO
JUHU ENCONTRAR
JU'I RANA
JUKA MATAR
JUKY SAL
JUKY SIMPÁTICO
JUKYRY SALMUERA
JUKYSY CALDO
JUPI SUBIR
JURU ABERTURA
JURU BOCA
JURUJÁI ADMIRARSE
JURUMI OSO HORMIGUERO
JURUVY MEDIO ABIERTO
JYVA BRAZO
Diccionario
CASTELLANO-GUARANI-3-HABOVE
HÁBIL
HÁBIL
HABITACIÓN
HABLAR
HACE POCO
HACE RATO
HACE TIEMPO
HACE UNOS DÍAS
HACER
HACER EL AMOR
HACER TRABAJAR
HACER TRAER
HACER VER
HACIA
HACIA
HACIA ATRÁS
HACIA DÓNDE
HAMACA
HAMBRE
HAMBRE
HAMBRE
HARTARSE
HARTO
HASTA
HAY
HE AQUÍ
HE AQUÍ
HELECHO
HERIR
HERIRSE
HERMANA MAYOR
HERMANA MENOR
HERMANO
HERMANO DE LA MUJER
HERMANO MAYOR
HERMANO MENOR
HERVIDO
HERVIR
HIERBA
HIERBA NO MEDICINAL
HIERBAS
KATUPYRY
POHE
KOTY
ÑE'Ê
ANGERETE
AJE'I(MA)
YMA
KOKUEHE
JAPO
PORENO
MOMBA'APO
RURUKA
HECHAUKA
NGOTYO
KOTYO
TAKYKUÉGOTYO
MAMÓNGOTYO
KYHA
ÑEMBYAHÝI
VARE'A
PY'A RASY
JOJÓI
RY§UATÃ
PEVE/MEVE
OÎ
KÓINA
PÉINA ÁPE
AMAMBÁI
KUTU
ÑOPU
TYKE
KYPY'Y
TEINDY
KYVY
TYKE'Y
TYVY - TYVÝRA
MIMÓI
PUPU
KA'A
ÑANA
KA'AVO
HÍGADO
HIJA
HIJA
HIJO
HIJO/A
HILO RECIO DE ALGODÓN
HINCHADO
HISTORIA
HISTORIA, CUENTO
HOGAR
HOJA
HOMBRE
HOMBRE
HOMBRE
HOMBRO
HORA
HORMIGA
HORNO
HOTEL
HOY
HOY
HUELLA
HUÉRFANO
HUERTA
HUERTO
HUESO
HUÉSPED
HUEVO
HUEVO DE GALLINA
HUMO
HUMO
IBIS
IDIOMA
IGLESIA
IGNORANTE
IGUAL
IGUALAR
IGUANA
IMAGEN
IMPORTANTE
IMPOSIBLE
INCLUSO
INDISCIPLINADO
INFIERNO
INFORMAL
INTELIGENTE
INTERESANTE
INTERSTICIO
INTESTINO
INVESTIGAR
INVIERNO
INVITAR
PY'AKUE
TAJÝRA/RAJY/ITAJÝRA
MEMBYKUÑA
TA'ÝRA/RA'Y/ITA'ÝRA
MEMBY
POYVI
RURU
TEMBIASAKUE
KÁSO
TATAYPY
TOGUE
KUIMBA'E
YVYPÓRA
AVA
ATI'Y
ARAVO
TAHÝI
TATAKUA
KEHA
KO ÁRAPE
ANGE
PYPORE
TYRE'Ÿ
KÓGA
KÓGA
KANGUE
MBOHUPA
TUPI'A
RYGUASU RUPI'A
TATATÎ
TIMBO
KARÁU
ÑE'Ê
TUPAO
TAVY
ÑAIMO'Ã
MBOJOJA
TEJU GUASU
TA'ANGA
TEKOTEVÊ
NDAIKATÚI
JEPE
KACHIÃI
AÑA RETÃ
KACHIÃI
KATUPYRY
HECHAPYRÃ
PA'Û
TYEKUERYEKUEHYEKUE
KUNDAHA
ARARO'Y
HENÓI
IRSE, IR
ISAR
IZQUIERDA
JABÓN
JAGUAR
JEFE
JEJÉN
JOVEN
JUGAR
JUGAR A
JUGO
JUNTAMENTE
JUNTO
JUNTO A
JUNTOS
LA MAÑANA
LABIO
LABIO
LACTANTE
LADO
LADRÓN
LAGARTIJA
LAGARTO
LAGO
LÁGRIMA
LAMENTAR
LANA
LANGOSTA
LÁNGUIDO
LAPACHO (ÁRBOL)
LARGO
LASTIMOSAMENTE
LAVAR
LAVARSE LAS MANOS
LECHE
LECHO
LECHUZA
LEER
LEJOS
LENGUA
LENGUA
LENGUA
LEÑA
LEPRA
LETRINA
LETRINA
LETRINA
LETRINA
LEVANTAR
LEVANTAR POLVO
LEVANTARSE
LIBRE
HA (AHA/REHO/OHO...)
PYRÛ
ASÚPE
HAVÕ
JAGUARETE
TUVICHA
ÑETI
MITÃ
ÑEMBOSARÁI
HA'Ã
TYKUE(RE)
JOA(JU)
YBÝPE
RENDÁPE
JOA(JU)
KO'Ê
TEMBERE MBEHEMBRE
TEMBE
MITÃ'I (OKAMBÚVA)
YKE
MONDAHA
AMBERE
TEJU
YPA
TESAY
ÑEMBYASY
CHARA
TUKU
KANGY
TAJY
PUKU
ANGA, NGA
JOHÉI
JEPOHÉI
KAMBY
TUPA
URUKURE'A
MOÑE'Ê
MOMBYRY
AVA ÑE'Ê
ÑE'Ê
KÛ
JEPE'A
KURU
JAKUARUHA
KAKAHA
KOMÛ
ÑANA
HUPI
MBOYVYTIMBO
PU'Ã
SÃSO
LIBRO
LIEBRE
LIGERO
LIMPIAR
LIMPIAR
LIMPIO
LINDO
LÍQUIDO
LISO
LISTO
LISTO
LLAMAR
LLAMARSE
LLAMAS
LLANTO
LLEGAR
LLENO
LLEVAR
LLORAR
LLORAR
LLOROSO
LLOVIZNAR
LLUEVE
LLUVIA
LOCO
LOCO
LOMBRIZ
LORO
LUCHAR
LUCIÉRNAGA
LUEGO
LUEGO
LUGAR
LUMBRAR
LUNA
LUZ DE LA LUNA
LUZ
MADERA
MADRE
MADRINA
MADURO
MAGIA
MAÍZ FRITO
MAÍZ
MALA SUERTE
MALESTAR
MALEZA
MALHUMORADO
MALO
MALO
MAMA
MAMÓN
KUATIA ÑE'Ê
TAPITI
VEVÚI
KY'A'O
MOPOTÎ
POTÎ
PORÃ
RY
SŸI
ARANDU
OÎMA
HENÓI
CHE RÉRA
TATARENDY
TASÊ
§UAHE
HENYHÊ
RAHA
JAHE'O
RASÊ
TASÊ
HAYVIRU'I
KY
AMA
TAVY
AKÃVAI
SEVO'I
GUA'A
ÑORAIRÕ
MUÃ
UPÉI
VOKÓI
TENDA
HESAPE A
JASY
ÑASAINDY
TENDY
YVYRA
SY
SY'ANGA
AJU
PAJE
AVATI
AVATI
PANE
VY'A'Ÿ
JAVORÁI
PIREVAI
VAI
ÑAÑA
KÁMA
MAMÓNE
MANANTIAL
MANCHADO
MANDAR
MANDIOCA
MANDIOCA
MANEJAR, CONDUCIR
MANÍ
MANO
MANOJO [DE MAÍZ]
MAÑANA
MAÑANA
MAR
MARCHARSE
MAREARSE
MARIDO
MARIPOSA
MÁS
MAS TARDE
MATAR
MATE
MATE
MEDIA MAÑANA
MÉDICO
MEDIO ABIERTO
MEDIO
MEDIODÍA
MEDIODÍA
MEJILLA
MELANCÓLICO
MELÓN
MENOS
MENSTRUACIÓN
MENTIR
MENTIRA
MES
METER
MEZCLA DE GUARANÍ-ESPAÑOL
MEZCLA, MEZCLADO
MICRO
MIEL (DE CAÑA)
MIEL DE ABEJAS
MIMAR
MIMOS
MÍO
MIRAR
MIRAR
MISMO
MODO
MOJADO
MOJADO
MOJAR
MOLER, PISAR
YVU
SURUVI
MONDO
MANDIO
MANDI'O
SAMBYHY
MANDUVI
PO
APESÃ [AVATI]
KO'ÊRO
PYHAREVE
PARA
JAPI
AKÃJERE
MÉNA
PANAMBI
VE
UPÉI
JUKA
KA'YGUA
KA'AY
ASAJE
POHÃNOHÁRA
JURUVY
VY
ASAJEPYTE
ASAJE
TATYPYRATYPYHATYPY
MBA'EMBYASY
MERO
MBOVYETÉRAMO
TUGUYSÊ
JAPU
JAPU
JASY
MOINGE
JOPARA
JOPARA
MÍKRO
EÍRA
EIRETE
MOKUNU'Û
KUNU'Û
CHE MBA'E
MA'Ê
MAÑA
HA'EVETE, RA'EVETE
TEKO
AKŸ
HYKUE
MYAKŸ
JOSO
MOLIDO
MOMENTO
MONO
MONO GRANDE
MONTADO
MONTE
MORDER
MORIR
MORTERO
MOSCA
MOSQUITERO
MOSQUITO
MOSTRAR
MOVERSE
MOVERSE
MOZO
MUCHACHA
MUCHACHO
MUCHO
MUCHO TIEMPO
MUCHO, MUY
MUCHOS
MUDARSE
MULA
MUNDO
MUÑECA
MURCIÉLAGO
MUSCULO
MÚSICA
MUY PRONTO
NACER
NACER
NADA
NADA
NADAR
NARANJA
NARANJO
NARIZ
NARIZ
NARRAR
NATURALEZA
NAVIDAD
NECESARIO
NECESITAR
NEGOCIADOR
NEGOCIO
NEGRO
NIEBLA
NIETO
NIGUA
NIÑA
NIÑO
KU'I
SAPY'A(MI)
KA'I
KARAJA
TENDA
KA'AGUY
SU'U
MANO
ANGU'A
MBERU
ÑATI'Û JOKOHA
ÑATI'Û
HECHAUKA
KU'E
MÝI
KARIA'Y
KUÑATAÎ
MITÃ
ASY
HETA ÁRA RIRE
ETEREI
HETA, ETA
VA
MBURIKA
YVY
PYAPY
MBOPI
TO'ORO'OHO'OSO'O
PU
KO'ÊROITE
ARARECHA
HA'ARESA
MARAVE
MBA'EVE
YTA
NARÃ
NARAHA
TI
TÎ
MOMBE'U
TEKO
MITÃ TUPÃ
TEKOTEVÊ
KOTEVÊ
ÑEMUHA
ÑEMUHA
HÛ
TATATÍNA
TEMIARIRÕ
TÛ
MITÃKUÑA
MITÃ'I
NO
NO
NO ES POSIBLE
NO HAY
NO IMPORTA
NO IMPORTA
NO MADURO
NO SERÁ
NO!
NOCHE
NOMBRE
NORTE
NOTICIA, MENSAJE
NUBE
NUESTRO SEÑOR
NUEVAMENTE
NUEVO
NUNCA
NUNCA
ÑANDÚ
OBSERVAR
OBSTÁCULO
OBSTRUCCIÓN
ODIO
OESTE
OFRECER
OFRECERSE
OH!
OÍDO
OÍR
OJALÁ
OJALÁ
OJO
OLER
OLER BIEN
OLVIDARSE DE
OMBLIGO
OREJA
ORIGEN
ORIGINARIO DE
ORILLA
ORINA
ORINAR
OSCURO
OSO HORMIGUERO
OSO HORMIGUERO
OTORGAR
OTRA VEZ
OTRO
OVEJA
AHÁNIRI
NAHÁNIRI
NDIKATÚI
NDAIPÓRI
MARAVE NDOIKÓI
MBA'EVETE CHÉVE
AKY
ANI CHÉNE!
ANI (-TEI/-TI)
PYHARE
TÉRA
YVATE
MARANDU
ARAI
ÑANDEJÁRA
JEVY, JEY
PYAHU
ARAKA'EVE
MÁRAMO
ÑANDU GUASU
MA'Ê
JOKOHA
PA'Ã
PY'ARO
KUARAHYRESÊ
KUAVE'Ê
ÑEKUAVE'Ê
E'A!
APYSA
HENDU
HI'ÃNTE CHÉVE
NGA'U
TESA
HETÛ
RYAKUÃ
RESARÁI
PURU'A
NAMBI
YPY
GUA
TEMBE'Y
TY
TYAHÝI
PYTÛ
JURUMI
ÑURUMI
ME'Ê
JEVY, JEY
AMBUE
OVECHA (HISPANIZADO
Diccionario
CASTELLANO-GUARANI-4-PADZUM
PADRE
PADRINO
PAGAR
PAÍS
PAJA
PÁJARO
PÁJARO DE BUENA SUERTE
PALABRA
PALADAR
PALMERA
PALO DEL MORTERO
PALOMA
PALOMETA
PAN
PANTALÓN
PANTORRILLA
PAPÁ
PAPEL
PAPELES
PARA
PARA QUE
PARA QUÉ
PARA
TÚVA/ITÚVA
RU'ANGA
HEPYME'Ê
TETÃ
KAPI'I
GUYRA
KAVURE'I
ÑE'Ê
APEKU
PINDO
SOKA
PYKASU
PAKU
MBUJAPE
KASÕ
TETYMARO'O
TAITA
KUATIA
JEROVIAHA
VO
HA§UA
MAERÃPA
GUARÃ
PARAGUAYO
PARAGUAYO, PARAGUAY
PARARSE
PARECE
PARECE
PARECERSE
PARECIDO
PÁRPADO
PARTE
PARTE POSTERIOR
PASADO MAÑANA
PASAR
PASTO
PATO
PATRIA
PECHO
PECHO
PEDAZO
PEDIR
PEGAR
PEGARSE
PELEAR
PELO
PENA
PENE
PENE
PENSAR
PENSAR
PEQUEÑO
PEQUEÑO
PERDERSE
PERDERSE
PERDERSE
PERDIZ
PERDIZ
PERDÓN
PERDONAR
PEREZA
PEREZOSO
PERMITIR
PERMITIR
PERO
PERRO
PERSONA
PESADO
PESCADITO
PESCADO
PESCAR
PESTAÑA
PEZ
PICAFLOR
PICANTE
ÑANDUTI
PARAGUÁI
PYTA
HI'Ã
VÁICHA CHÉVE
JOGUA
ÑAIMO'Ã
TOPEPIRO PEPIHOPEPI
PEHENGUE
TAPYKUE
KO'ÊMBUÉRAMO
HASA
KAPI'I
YPE
TETÃ
KÁMA
PYTI'A
PEHENGUE
JERURE
NUPÃ
JA
ÑORAIRÕ
TAGUERAGUEHAGUE
PY'APY
TAPI'A
TEMBO
MALISIA
MO'Ã
MICHÎ
MIRÎ
JEJAVY
JAVY
KAÑY
INAMBU
YNAMBU
CHE RENDUMI
ÑYRÕ
ATE'Ÿ
ATE'Ÿ
ME'Ê
NÉI
JEPE
JAGUA
TEKOVE
POHÝI
PIKY
PIRA
PIRAKUTU
TOPEAROPEAHOPEA
PIRA
MAINUMBY
TÁI
PICAR
PIE
PIEDRA
PIEL
PIEL
PIERNA
PIERNA
PIEZA
PIMENTÓN
PIÑA
PIOJO
PIQUE
PIQUE, NIGUA
PIRAÑA
PISAR
PISÓN DE MORTERO
PLANTA
PLANTA
PLATO
POBRE
POBRE
POBRECITO
POBRECITO!
POCO
POCOS
POLICÍA
POLVO
PONER, METER
PONERSE
POR
POR AQUÍ
POR AQUÍ
POR ÉL
POR FIN
POR LO MENOS
POR LO MENOS
POR QUÉ
POR QUÉ
POR QUÉ
POR TIERRA
POR TODAS PARTES
POR
POR
PORORO
POROTO
POROTO
POSIBLE
POZO
PRECIO, VALOR
PREFERIR
PREGUNTAR
PREOCUPADO
JOPI
PY
ITA
PIRE
VAKAPI
TETYMARETY MAHETYMA
TETYMA
KOTY
KY'YI
AVAKACHI
KY
TU
TÛ
PIRÃI
PYRÛ
AVATI SOKA
KA'A
YVYRATY
ÑA'EMBE
MBORIAHU
PORIAHU
ANGA
AICHEJÁRANGA
SA'I
MBOVY
TAHACHI
YVYTIMBO
MOÎ
ÑEMOÎ
HAGUÉRE
ÁRUPI
KO'ÁRUPI
HESE
HASÝPE
KÓVANTE JEPE
MBOVYETÉRAMO
MBA'ÉRE(HE)PA
MBA'ÉGUIPA
MBA'EHÁPA
YVÝRUPI
OPÁRUPI
RUPI
REHE
AVATI
CUMANDÁ
KUMANDA
IKATU
YKUA
TEPY
POTAVE
PORANDU
ANGATA
PREOCUPADO
PREOCUPARSE
PREPARARSE
PRESIDENTE
PRESTAR
PRIMAVERA
PRIMERO
PRIMERO
PRINCIPIO, COMIENZO
PROBAR
PROBAR
PROFESOR/A
PROFUNDO
PRÓJIMO
PROMETER
PROPIEDAD
PROVERBIO
PUBLICAR
PUEBLO
PUERTA
PUERTO
PUES, SÓLO
PULGA
PUNTUAL
QUÉ
QUE NO SEA
QUEBRANTO
QUEDARSE
QUEMAR
QUEMARSE
QUERER
QUERER
QUERER MÁS
QUERER
QUESO
QUIÉNES
QUIÉNES
QUIJADA
QUITAR
RAÍZ DE MANDIOCA
RAÍZ
RAMO
RANA
RANCHO
RÁPIDAMENTE
RARAS VECES
RATITO, UN MOMENTO
RATÓN
RAYA
RECIÉN
RECORDAR
REDONDO
ANGEKO(I)
JEPY'APY
ÑEMBOSAKO'I
MBURUVICHA
PORUKA
ARAPOTY
TENONDERÃ
PETEÎHA
IÑEPYRÛME
KUMBY
HA'Ã
MBO'EHÁRA
ASY
TAPICHA
ÑE'ÊME'Ê
MBA'E
ÑE'ENGA
MYASÃI
TÁVA
OKÊ
YGA RUPA
MANDI
TUNGUSU
HA'ETÉPE
MBA'ÉPA
ANI CHÉNE!
PY'APY
PYTA
HAPY
KÁI
HAYHU
POTA
POTAVE
SE
KESU
MÁVA MÁVAPA
MÁVAPA
TAÑYKARAÑYKAHAÑYKA
PE'A
MANDI'O RAPO
TAPO
TAKÃ
JU'I
TAPÝI
PYA'E
SAPY'A PY'AITE
SAPY'A(MI)
ANGUJA
JAVEVÝI
RAMO
MANDU'A
APU'A
REFRÁN
REGALO
REGAR
REÍR A MEDIAS
REÍRSE
RELÁMPAGO
RELAMPAGUEAR
REMEDIO
REPETIR
RESBALADIZO
RESBALAR
RESPLANDER
REUNIÓN
REUNIR
REUNIRSE
REUNIRSE
REZAR
RICO
RICO
RÍO
ROBAR
ROCIAR
RODILLA
RÓGA CASA PRESIDENCIAL
ROJO
ROMPER DEL ALBA
ROMPER
ROMPERSE
ROMPERSE
ROMPERSE
ROPA, VESTIDO
ROTO
ROZAR
RUGIR
RUIDO
RUMBEAR
SABER
SABER NADAR
SABIDURÍA
SABIO
SACAR
SACAR FOTOS
SACERDOTE
SAL
SALIR
SALIVA
SALMONADO
SALMUERA
SALTAR
SALTO DE AGUA
SALUD
SALUDAR
ÑE'ENGA
JOPÓI
MBO'Y
PUKAVY
PUKA
ARATIRI
VERA
POHÃ
HA'EJEVY
SŸI
PYSYRÝI
JAJÁI
ATY
MBYATY
ATY
ÑEMBYATY
ÑEMBO'E
HE
MBA'E HETA
YSYRY
MONDA
HYPÝI
TENYPY'ARENY PY'AHENYPY'A
MBURUVICHA
PYTÃ
KO'ÊSORO
JOKA
PÊ
SO
SORO
AO
OSORO
KOPI
KORORÕ
TYAPU
JAPI
KUAA
YTA
ARANDU
ARANDU
NOHÊ
NOHÊ TA'ANGA
PA'I
JUKY
SÊ
TENDY
PATI
JUKYRY
PO
Y'AHA
TESÃI
MOMAITEI
SALUDO
SALVAJE
SANAR
SANGRE
SANGUIJUELA
SANO
SANTO/A
SAPO
SAPO
SARNA
SARTÉN
SATISFECHO
SE DICE
SE DICE
SE RUMOREA
SECAR
SECO
SECO
SEGUIR
SEMBRAR
SEMBRAR
SEMILLA
SEMINARISTA
SENCILLO
SENTARSE
SENTIR
SENTIR
SENTIR GANAS (DE IR AL BAÑO)
SENTIRSE
SEÑOR
SEÑORA
SEÑORA
SEÑORITA
SEPARARSE
SEQUÍA
SER CONOCIDOS
SERPIENTE
SI
SI ES ASÍ
SÍ
SÍ, PUES
SIEMPRE
SIEMPRE
SIGNIFICA
SILLA
SIMPÁTICO
SIMPÁTICO
SIN
SIN
SIN GANAS
SOBRAR
SOBRE
MAITEIPA
ÑARÕ
KUERA
TUGUY
YSOPE
HESÃI
MARANGATU
KURURU
KURURU
KURU
ÑAPY'Û
RY§UATÃ
JEKO
NDAJE
JEKO
MOKÃ
AMA'Ÿ
KÃ
HA HAKYKUÉRI
ÑOTY
ÑEMITŸ
TA'ŸI
PA'IRÃ
NDAHASÝI
GUAPY
ÑANDU
ÑEMBYASY
REKAKAHÝI
ÑEÑANDU
KARAI
ÑA
KUÑAKARAI
KUÑATAÎ
JEI
AMA'Ÿ
JEKUAA
MBÓI
RAMO
UPÉICHARAMO
HÊE
KATU
TAPIA
MANTEREI
HE'ISE
APYKA
ILAJA PORÃ
JUKY
Ÿ
ŸREHE
KAIGUE
REMBY
ÁRI
SOCORRER
SOL
SOLAMENTE
SOLO
SOLO
SÓLO
SOLTAR
SOMBRA
SOMBRA
SONIDO
SONREÍR
SOSO
SOSTENERSE
SUBIR
SÚBITAMENTE
SUCEDER
SUCIO
SUDAR
SUDOR
SUELO
SUEÑO
SUERTE
SUFICIENTE
SUFRIR
SUJETAR
SUPONER
SUR
TABACAL
TABACO
TÁBANO
TAL VEZ
TALÓN
TAMBIÉN
TAPAR
TAPIR
TARDAR
TARDE (MUY)
TARDE
TELARAÑA
TEMER
TEMEROSO
TEMPRANO
TEMPRANO
TENER
TENER FE
TENER HIPO
TENER MEMORIA
TENER SED
TENER SUEÑO
TENER VERGÜENZA
TENER HAMBRE
TESTÍCULOS
JE'OI
KUARAHY
MANTE
AÑO(NTE)
ÑONTE
NTE
POI
Ã
KUARAHY'Ã
PU
PUKAVY
HE'Ÿ
JEJOKO
JUPI
SAPY'A(ITÉPE)
JEHU
KY'A
RY'AI
TY'AI
YVY
KÉRA
PO'A
IPORÃMA
JEPY'APY
JOKO
MALISIA
YVY
PETŸNDY
PETŸ
MBUTU
NÚNE
PYTA
AVEI
ÑUÃ
MBOREVI
ARE
KURIETE
KA'ARU
ÑANDUTI
KYHYJE
PY'A MIRÎ
VOI
KO'ÊROITE
REKO
JEROVIA
JOJÓI
MANDU'A
YÚHÉI
ROPEHÝI
TÎ
VARE'A
TAPI'A
TETA
TIBURÓN DE RÍO
TIENDA
TIERNO
TIERRA
TIGRE
TIJERA
TÍO
TIRAR
TIRAR
TIRAR
TOCAR
TOCAR
TODAVÍA
TODAVÍA
TODAVÍA NO
TODO
TODO
TODOS
TODOS
TOMA
TOMAR MATE
TOMAR, COGER
TONTO
TONTO
TÓRAX
TORCIDO
TORTUGA
TOS
TOSTADO
TOTALMENTE
TRABAJAR
TRABAJO
TRADUCIR
TRAER
TRAMPA
TRANQUILIZARSE
TRASLADAR
TRES
TRIPAS
TRIPAS
TRISTE
TRISTEZA
TRONAR
UBRE
ÚLTIMO
ÚLTIMO
UN POCO
ÚNICO
UNO
UÑA DE LA MANO
UÑA DE LOS PIES
KÁMA
MANGURUJU
ÑEMUHA
KYRŸI
YVY
JAGUARETE
JETAPA
TUVY
HA'Ã
MBOKAPU
TY
MBOPU
POKO
GUETERI
NE'ÎRA
NE'ÎRA GUETERI
MAYMÁVA
PA
OPAITE
MAYMA(VA)
KÓINA
KAY'U
PYHY
TAVY
VÝRO
PYTI'A
JEPOKA
KARUMBE
HU'U
MBICHY
PA
MBA'APO
TEMBIAPO
MBOJERE
RU
ÑUHÃ
PY'AGUAPY
MBOJERE
MBOHAPY
TYEKUE
PY'AKUE
MBA'EMBYASY
TOVASY
SUNU
KÁMA
PAHA
IPAHÁ(GUE)
MI
PETEÎNTE
PETEÎ
PYAPE
PYSAPE
URRACA
USAR
UTENSILIO
UTILIZAR
VACA
VACÍO
VALER
VALIENTE
VALORAR
VAMOS!
VARÓN
VELA
VENADO
VENDEDOR
VENDER
VENDER
VENIR
VENTANA
VER, NOTAR
VERANO
VERDAD
VERDAD (EN)
VERDAD?
VERDADERO
VERDE
VERDE AZULADO
VERDE OSCURO
VERDURA
VERDURA
VESTIR
VESTIRSE
VIAJAR
VIAJE
VIDA
VIEJO
VIENTO
VIENTRE
VIRGEN MARIA
VISITAR
VIVARACHO
VIVIR
VIVIR
VIVIR
VOLAR
VOLVER A
VOLVER A REALIZAR
VOZ
VUELTA
VULVA
VULVA
Y, QUE
YA
AKA'E
PORU
TEMBIPORU
JEPORU
VAKA (HISPANIZADO)
NANDI
VALE
PY'AGUASU
POROAPO
NÉIKE!
KUIMBA'E
TATAINDY
GUASU
ÑEMUHA
ÑEMU
VENDE
JU
OVETÃ
HECHA
ARAHAKU
AÑETE
AÑETE (HÁPE)
AJÉPA?
ETE
AKY
HOVY
HOVYÛ
MBA'E ROVY
KA'AVO
MONDE
ÑEMONDE
GUATA
GUATAHA
TEKOVE
TUJA
YVYTU
TYE
TUPASŸ
ÑANDU
SARAKI
KO
KOVE
CHE RÓGA OPYTA
VEVE
JEVY, JEY
HA'EJEVY
AHY'O
JERE
TAKO
TAPYPI
HA
MA
YA NO ... MÁS
YACARÉ
YERBA MATE
ZAPALLO
ZAPATO
ZORRITA
ZORRO
ZORZAL CANTOR
ZUMO
ND(A) ... VÉIMA
JAKARE
KA'A
KURAPEPE
SAPATU
KUATÎ
AGUARA
KOROCHIRE
TYKUE(RE)
ANTONIO GUASCH
DICCIONARIO CASTELLANO - GUARANI / GUARANI - CASTELLANO (Por
ANTONIO GUASCH y DIEGO ORTIZ)
DICCIONARIO
CASTELLANO - GUARANI / GUARANI - CASTELLANO
SINTÁCTICO- FRASEOLOGICO- IDEOLÓGICO
DÉCIMO TERCERA EDICION
GRAFÍA ACTUALIZADA
P. ANTONIO GUASCH, S.J.
Doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana
Profesor de Lenguas Clásicas e Idiomas Modernos.
P. DIEGO ORTIZ, S.J.
Licenciado en Filosofía por las Facultades de San Miguel (RA)
Licenciado en Historia Eclesiástica por la Universidad Gregoriana
APÉNDICES DEL DICCIONARIO
Breve noticia del habla guaraní
Síntesis gramatical - Fauna y flora del Paraguay
Nombres propios guaranizados - Nombres de parentesco
Vocabulario
CENTRO DE ESTUDIOS PARAGUAYOS
"ANTONIO GUASCH" (CEPAG)
Ediciones y Arte S.R.L.,
Manuel Domínguez 951 - Tel. y Fax: 445 862
Asunción, Paraguay 1996.
MAPA GEOGRÁFICO DEL IDIOMA GUARANÍ
PRÓLOGO A LA DECIMO TERCERA EDICION
Caro lector
Uno de mis amigos, que revisó el material del presente diccionario, me prometió hacer el prólogo.
Me lo envió, y aquí pongo. Es el siguiente:
Reverendo Padre Guasch:
Desearía expresarle a usted por estas líneas algunas reflexiones sobre la nueva edición de su
Diccionario Guaraní-Castellano y Castellano-Guaraní, parte de cuyos manuscritos usted, con tanta
gentileza, me ha permitido examinar. Como ciudadano paraguayo que ama apasionadamente a su
país y gusta de hablar en voces de la raza, que perduró en su lengua y sin ningún otro título o
pretensión- me parece puedo decirle, de primera intención, que para su objeto el Diccionario es un
verdadero monumento. Un monumento de erudición y maduro conocimiento. Y más que esto, una
herramienta verdadera, la primera que conozco a partir del célebre Montoya. Esta nuestra lengua
(postrada, semiahogada por la superposición de otra más moderna), mediante su diccionario,
volverá a ser una lengua viva y completa, capaz de autogenerarse y, por decirlo así, recrearse.
Porque su Diccionario, querido P. Guasch, sirve ciertamente para enseñar el guaraní, pero sirve más
para hacerlo aprender. Digo para hacerlo aprender, porque alrededor de cada una de sus voces y
acepciones surge un mundo de sugestiones y reminiscencias de vocablos medio olvidados. Surgen
también fecundos impulsos para la búsqueda de otros modismos útiles, por incuria poco empleados;
y también para la audaz creación de voces nuevas, que sigan el ritmo de nuestro progreso.
Concretando mi pensamiento, puedo asegurar que, más que un cemente-rio de palabras muertas, el
lector encontrará que florece en su Diccionario un huerto fértil y cultivado, donde ensayar de nuevo,
todos juntos ahora, ordena da, metódica y científicamente, la creación del nuevo guaraní; del
guaraní de nuestro tiempo; la formación de la lengua que es parte intima y honda de nuestra propia
naturaleza y la mejor, si no la única, definición de lo paraguayo.
Por todo ello, quiera usted recibir el tributo de mi admiración y el homenaje de mi cariñosa
simpatía".
Otro revisor del material se expresa en estos términos:
“En este Diccionario se puede buscar y encontrar lo más dulce, lo más ameno, lo más inspirado y
espiritual para la educación y perfección humana mediante la lengua guaraní Cada dicción es una
tesis con su desarrollo claro, terminante y objetivado. Puedo completar mi impresión, afirmando
que su Diccionario es sorpresivo, completo y en varios puntos definitivo".
A estas palabras de los dos revisores (escritor y abogado el uno, y el otro profesor y pedagogo),
añade el Autor que el libro que ofrece al público no ha salido de la nada. Ha tenido por base los
diccionarios de Montoya (guaraní antiguo), Lemos Barbosa (tupí de Anchieta), Bottignoli, Mayans,
Osuna Jover Peralta y otros.
El Autor se complace en tributar un agradecimiento merecido a los que le precedieran. También da
las gracias, y muy sinceras, a los paraguayos competentes que le han asesorado y a varias de sus
discípulos que le han ayudado en la preparación de esta novena edición. No especifico nombres,
pues la lista sería larga. Termino deseando al lector agradables sorpresas, siempre dispuesto a
sugerencias y críticas constructivas.
ANTONIO GUASCH, S.J.
PRÓLOGO A LA DÉCIMO TERCERA EDICIÓN
Las sucesivas y frecuentes ediciones de este Diccionario Castellano-Guaraní y Guaraní-Castellano,
del recordado maestro padre Antonio Guasch, son sin duda prueba de la vitalidad de la lengua
guaraní y de la utilidad de esta obra para su uso y manejo con propiedad y elegancia.
El uso de la lengua guaraní se extiende; cuenta cada día con mayor número de hablantes y es objeto
de estudio en colegios, universidades y centros de diversa índole. Este Diccionario satisface tanto
las necesidades de una consulta como incentiva la creación de un nuevo modo de decir; de ahí
probablemente su éxito.
Se recogen en él las voces más tradicionales y comunes de uso ordinario, pero se abren también las
puertas, con discreción, a neologismos que responden a nuevas realidades sociales y culturales de
una lengua viva hablada en el siglo XX.
En estos tiempos, en que el guaraní junto con el castellano son declaradas por la Constitución
lenguas oficiales del Paraguay, la obra del padre Guasch está llamada aprestar todavía grandes
servicios a una sociedad que habla el guaraní con amor y con orgullo.
BARTOMEU MELIÀ , S.J.
Asunción, 24 de setiembre de 1996
CARACTERÍSTICAS DE LA PRESENTACIÓN DEL DICCIONARIO GUARANI EN SU
13º EDICIÓN
1) Acerca de la nueva grafía guaraní y de su pronunciación, que aparece tanto en la parte guaraní
como en la castellana, puede verse una información detallada en la segunda parte de este
diccionario.
2) No se ponen palabras anticuadas, inusitadas, sacadas sin más de Montoya, alargando inútilmente
los acápites y embrollando el idioma.
3) En cambio, se indica en ciertos casos la antigüedad y abolengo de un vocablo de uso actual,
empleado ya por los jesuitas Montoya y Anchieta, formidables cultivadores del guaraní y tupí,
respectivamente.
4) Se incorporan los nombres de plantas y animales más conocidos; pero de intento se omiten los
más raros, que no interesan sino a los especializados en ciencias naturales. Para éstos estará el
diccionario del Dr. C. Gatti.
5) Se indican las características verbales ai, a, che, según la exigencia de cada verbo. La falta de
estas características constituye un grave defecto en un diccionario guaraní, según opinan los
entendidos.
6) Se añade a cada verbo o adjetivo su régimen propio: gui, hese, pe, me, según el caso. Detalle
utilísimo para el estudioso del guaraní.
7) Tanto en la parte guaraní como en la castellana, se ponen
antónimos y frases idiomáticas aclarativas del vocablo en
características, el presente libro quisiera ser un léxico sintáctico
que es ideológico o ideoconstructivo, ya que con frecuencia
contrastan y comparan las ideas afines por ellos expresadas.
con harta frecuencia sinónimos,
cuestión. Con estas dos últimas
y fraseológico. Y puede añadirse
se analizan los vocablos, y se
SIGNOS Y ABREVIATURAS
(=) signo de igualdad, indica sinónimo o equivalencia de significado de un vocablo o frase.
(x) signo de multiplicar, indica un vocablo o concepto opuesto, un antónimo o también una idea
afín.
( < ) la cuña indica procedencia o etimología.
( ) el paréntesis indica concepto accesorio, idea accidental, cosa menos necesaria que se puede
dejar, o también algún ejemplo.
acrec. verbo acrecentado o incrementado.
asp. verbo aspirado.
cerc. verbo cercenado.
hisp. hispanismo.
imp. impersonal.
incr. incrementado, acrecentado.
intr. intransitivo.
irr. irregular.
lit. literalmente.
neol. neologismo, palabra nueva, formada por analogía.
osc. oscilante.
tran. verbo transitivo.
v. véase.
Las letras (A.), y (M.) son abreviaciones de los PP. Anchieta y Montoya (v. arriba, núm. 3).
NOTA importante sobre el acento ortográfico. El ideal será desterrar del guaraní los acentos
ortográficos como los omiten el italiano, el inglés, el alemán, etc. En este Diccionario todavía
conservamos el acento ortográfico en las palabras llanas y esdrújulas. Las palabras que se
pronuncian con acento prosódico final, no las señalamos con acento ortográfico. Así se encontrará:
óga, ára, péva, máramo, etc., con acento; y amo, kuehe, hova, hesa, etc., sin acento pintado en la
última sílaba.
BREVE NOTICIA SOBRE EL IDIOMA GUARANÍ
1.- El Guaraní, llamado por los naturales avañe’ê, es idioma antiguo, uno entre los muchísimos que
se hablaban ya antes del descubrimiento de América. Su hermano el tupí, que con el guaraní fue en
tiempo de la conquista "lingoa geral", es hoy lengua muerta. Lo hacen revivir los universitarios del
Brasil en gramáticas, método Ollendorf. En cambio el guaraní es lengua viva, usada en Corrientes y
sobre todo en el Paraguay. El uso aunque no parejo del castellano y guaraní hace del Paraguay un
pueblo bilingüe. Casos idénticos se repiten actualmente en la geografía lingüística. Cataluña,
Galicia, Vasconia son bilingües. Suiza es cuatrilingüe, con cuatro idiomas oficiales. En Bolivia
florecen tres lenguas independientes: español, kichua y aimára. Pero el bilingüismo del Paraguay es
típico. Sin ser oficial el guaraní, es la lengua pujante y exclusiva del pueblo.
2.- El guaraní por otro lado perdura triunfante en el Paraguay. El médico, el sacerdote, el oficial del
ejército, el comerciante, experimentan que el guaraní es el arma indispensable, el instrumento de
primera necesidad. La guerra del Chaco (1932-35) no se hubiera ganado sin los comandos en
guaraní. El guaraní es el habla del compromiso y de la intimidad, del amor y del dolor. El
paraguayo ha mamado el guaraní. Con el guaraní se acuesta y con el guaraní se levanta de mañana.
Por eso el guaraní no morirá, no puede morir.
3.- Cultivadores del guaraní y del tupí y libros publicados para su aprendizaje en los siglos XVII y
XVIII los hubo a docenas. El venerable P. José de Anchieta abre brecha con su Arte (gramática) y
dramitas en tupí (1595). Sigue el P. Araujo con su catecismo (1618). En el guaraní descuellan
Figueira y Restivo y más que nadie un Montoya (Antonio Ruiz de), peruano (1584-1651). Honda
admiración produce el hojear las páginas de aquellos viejos misioneros. Pasma el ver y palpar el
inmenso tesoro lingüístico reunido en el catecismo bilingüe y en los dos abultados volúmenes:
Vocabulario y Tesoro del P. Ruiz, como llamaban a Montoya.
4.- Las gramáticas de los autores citados (salvo la de Restivo, más bien difuso), son muy
elementales, de poco jugo y sustancia, calcadas en las gramáticas latinas de entonces.
Es cierto que no todo el lenguaje de Montoya es actualmente aprovechable. Mucho material
lingüístico y fraseológico es anticuado, apenas descifrable para el paraguayo del siglo veinte.
5.- Una obra benemérita de la filología sería la del que lograse depurar el Montoya anticuado y nos
lo pusiera remozado en las vidrieras de las librerías. Dejando a un lado lo exótico e inservible, se
tendrían que extraer todas las frases y giros actualmente en uso, o al menos fácilmente inteligibles y
por ende utilizables.
6.- Esta depuración y vuelta a la vida de un gran caudal de dicciones e idiotismos, tendría que ir
acompañada y completada por una búsqueda sagaz y empeñosa de palabras y giros del guaraní de la
era nuclear, lenguaje genuino e incontaminado, cual es el que sale de la boca de las viejecitas
desdentadas del tiempo de López, y campesinos, paraguayos a macha martillo y chapados a la
antigua, que nunca o raras veces han hablado una palabra en el karaiñe’ê o castellano, aunque sí el
jopará o entreverado tan común en las ciudades.
7.- De lo antiguo escrito, utilizable, y de lo actual hablado, corriente (o recóndito y medio
olvidado), se podría formar el verdadero "tesoro" en el sentido de recipiente o ánfora de precioso
contenido lingüístico. Allí irían a libar las exquisiteces del idioma, el público culto y más aún los
selectos que se sintiesen con vocación al ministerio de la palabra y al no menos útil de la pluma.
II. RUDIMENTOS DE GRAMÁTICA GUARANÍ
Con el fin de hacer más provechosas las consultas de este Diccionario, se pondrán aquí los
principios elementales de la gramática guaraní. Simples indicaciones, para cuya completa
inteligencia, se tendrá que acudir al texto de la misma gramática ampliada. - Comencemos por lo
más sencillo, la
1) FORMACIÓN DEL PLURAL.- El plural del sustantivo se obtiene por medio del sufijo kuéra,
por ejemplo: mberu (mosca), mberukuéra O por el contexto y sin nada se entiende ya que es plural.
2) NOCIÓN DE DEPENDENCIA O CASO GENITIVO.- El genitivo se obtiene por la mera
inversión de los dos nombres castellanos, sin ninguna preposición; yvága rape: camino del cielo,
óga jara: el amo de casa, che mba'e. cosa mía (de mí).
3) COLOCACIÓN DEL ADJETIVO.- El adjetivo calificativo (sin verbo) se coloca como en
castellano: yvoty morotî: flor blanca.- El adjetivo predicativo de tercera persona va precedido de
"i", ko óga iporâ: esta casa es linda; ipuku pe karia'y: es alto ese joven; ko’â óga naiporâi: estas
casas no son lindas. El plural y singular de los adjetivos son iguales.
4) NUMERALES.- Son pocos los de abolengo guaraní: peteî, mokôi, mbohapy, irundy (uno, dos,
tres, cuatro). Heta, mbovy: muchos, pocos. Los numerales que faltan, pueden suplirse por otros
formados analógicamente.
5) CARACTERÍSTICAS PERSONALES DE LOS VERBOS.- En el Diccionario unos verbos
llevan (a), otros (ai) y los restantes (che) antes de su letra inicial. Son las características personales
de los tres grupos principales de verbos: areales, aireales (o iantes) y chendales. El paradigma de
todas las características es el siguiente:
a, ái, che - re, réi, nde - o, ói, i: yo, tú, él.
ja, jai, ñande - pe, péi, pende - o, ói, i: nosotros, vosotros, ellos.
Quedan ro, rói, ore: para nosotros "restringido".
Estas características nos muestran que la conjugación guaraní es prefijadora. Diferencia radical, si
comparamos el guaraní con el latín, castellano y demás lenguas indoeuropeas, cuyas conjugaciones
son sufijadoras: am-o, am-as, am-a, en griego: fil-ó, fil-éis, fil-éi y en guaraní a-hayhu, re-hayhu, ohayhu.
Los pronombres personales son:
Che, nde, ha'e, ñande, ore, peê, ha'ekuéra:: yo, tú, él, nosotros (nosotros, restringido) vosotros, ellos.
Tales pronombres quedan fuera de la conjugación estrictamente dicha.
6) LAS TRES CLASES DE CONJUGACIÓN REGULAR:
a) Conjugación de un Verbo A real.
(che) apuka / (yo) río
(nde) repuka / (tú) ríes
(ha'e) opuka / (él) ríe
(ñande) japuka / (nosotros) reímos
(ore) ropuka / (nosotros) reímos (restringido)
(peê) pepuka / (vosotros) reís
(ha'ekuéra) opuka / (ellos) ríen
b) Conjugación de un Verbo Iante o Aireal
aipota / deseo
reipota / deseas
oipota / desea
jaipota (reipota) / deseamos (deseamos restringido)
peipota / deseáis
oipota / desean
c) Conjugación de un Verbo Chendal
che japu / miento (= mentira de mí, mía)
nde japu / mientes
ijapu / miente
ñande japu / mentimos
ore japu / mentimos (restringido)
pende japu / mentís
ha'ekuéra ijapu / mienten
7) TIEMPOS DEL VERBO
apukámi, apukúta / yo reía (imperfecto)
apuka va'ekue / yo reí (perfecto)
apukáne = apuka va'erâ = apukáta: yo reiré (futuro)
y así en los demás verbos.
NOTA.- Los pronombres entre paréntesis se pueden omitir.
8) IMPERATIVO.- El imperativo afirmativo o el mandato se obtiene cambiando la segunda
persona del indicativo repuka en epuka o sea re por e . El imperativo negativo o prohibición se
expresa por ani, más la segunda persona del indicativo tal cual: ani repuka, no (te) rías.
9) FORMACIÓN DEL VERBO.- El deseo o voluntad de hacer algo se expresa por el sufijo se
acentuado: aha (voy), ahase (quiero ir); ndoúi (no viene), ndouséi: no quiere venir.
Con el prefijo átono mbo o mo convertimos el "hacer algo" en "hacerlo hacer" a otro. Aguata, asé:
camino, salgo. Amboguata, amosê: hago caminar, hago salir. El sufijo uka (agudo) viene a servir
para lo mismo, por ej.: ahendu (oigo), ahendu-uka (hago oír): contar, narrar.
10) RÉGIMEN DE LOS VERBOS.- El régimen de los verbos en guaraní es muy delicado (como
en cualquier lengua). Por esto en el Diccionario se indica el régimen. Ver y mirar, olvidarse y
acordarse en castellano tienen el mismo régimen dos a dos. Pero en guaraní es muy distinto. Él te
ve, él te mira es: ha'e nderecha, ha'e oma'ê nde rehe. Se acuerda de mí, se olvida de mí es: imandu’a
cherehe, hesarái chehegui. Gran falta es omitir la indicación del régimen en un diccionario.
11) MODOS O EL USO DE LAS PROPOSICIONES EN GUARANÍ.- Esta materia no está
exenta de dificultad. Y es la más interesante e instructiva de una lengua. Los modos latinos, los
modos griegos hacen sudar a los estudiantes, pero los adiestran y adentran en el idioma.
Analizando nuestros pensamientos o afectos que expresamos por palabras, hallaremos
proposiciones u oraciones de varias clases: finales, causales, temporales, concesivas, de relativo,
etc.- Ahora bien el que las sepa manejar debidamente, podrá expresarse con precisión en todo
momento. Y esa exactitud y precisión en deslindar los conceptos, nos la ha de enseñar la gramática.
¿Y quién lo dijera? Inútilmente se buscará un tratado de modos o sintaxis en general en las
gramáticas antiguas o modernas.
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Este glosario Interactivos está basado en los vocablos del diccionario de Wolf Lustig, cuyo uso
ha sido recomendado por el estudioso local Carlos Martinez Gamba.
La computadora y el Guaraní, convenciones para adaptarse al teclado.
Por las particularidades de la ortografía guaraní (transcripcion “científica” o “académica”) y la
necesidad de adaptarlas al teclado de la computadora, que no tiene determinados símbolos y
acentos, se toman en consideración convenciones para la transcripción de las mismas. Ellas
han adaptado la siguiente forma:
El g-nasal se escribe g~ o §
El y-nasal se escribe y~ o $
El y-acentuado se escribe y\ o #
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El Sitio de la Tradición Gaucha Argentina
LA
ARGENTINA
BREVE
DICCIONARIO
GUARANÍ ESPAÑOL
La lengua Guaraní o Tupí-guaraní pertenece al Pueblo Guaraní que, dividido en
varias parcialidades se extendió desde el Amazonas hasta el Río de la Plata.
Realizaron extensas migraciones, remontando el río Amazonas, cruzando el mar
de las Antillas hasta la Florida y atravezando el Chaco hasta las estribaciones de
los Andes. Eran pueblos agricultores y cazadores. Los caciques ejercían su
autoridad, y las tribus se confederaban en verdaderas naciones.
Los guaraníes establecidos al oeste del Chaco tomaron el nombre de
Chiriguanos. Los que ocupaban las selvas de Misiones son conocidos con el
nombre de Cainguás. Durante los siglos XVII y XVIII fueron organizados en
reducciones por los jesuítas, y tras su marcha se inició la decadencia de los
guaraníes. En la actualidad su presencia se encuentra reducida a enclaves
aislados.
El Guraní es hablado hoy especialmente en el Paraguay y regiones limítrofes,
sobre todo en la provincia argentina de Corrientes y su zona de influencia.
El Tupí es afín al Guaraní clásico de las misiones jesuítas.
Fuente:
Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe © 2005
Fuente del Breve Diccionario Guaraní - Español:
© Wolf Lustig, Universität Mainz 1995 para la "Johannes Gutenberg University", Mainz - Alemania
A
CDEFG
HI
J
KL
M
NO
P
RS
T
UVY
"A"
a
aquí
a
lugar
ã
sombra, alma
áña
ahora
áña katu
pero
añagui rire
más tarde
añaite
ahora mismo
añave
tarde (más)
añui
cerca (de)
añui águi
cerca de(sde) aquí
a (ha'a/re'a/ho'a...
caer
aguara
zorro
águi
de aquí
águio
de aquí para allá
aguyje
gracias
ahániri
no
ahoja
frazada
ahy'o
garganta
ahy'o
voz (para cantar)
aichejáranga
pobrecito!, ay!
aipo
aquel
aipóramo/aipórõ
entonces
aja
durante
ajaka
cesto
aje'i(ma)
hace rato
ajépa?
verdad?
aju
maduro
ajúra
cuello
akã
cabeza
akãhatã
cabezudo, cabeza dura
akãjere
marearse
akãnundu
fiebre
akãraku
enamorado, loco
akatú(v)ape
derecha (a la)
akãvai
enamorado, loco
aky
verde, no maduro
akÿ
mojado
Alemaniagua
alemán
alkila
alquilar
ama
lluvia
ama'ÿ
seco, sequía
amambái
helecho
ambue
otro
amo
aquel/aquellos
amo tuguápe
allá en el fondo
amyrÿi
difunto
aña
diablo
aña retã
infierno
andai
calabaza
añete
verdad
añete(hápe)
verdad (en)
anga
pobrecito
ánga
alma
anga, nga
lastimosamente
angata
preocupado (estar)
ange
hoy
ange pyhare
anoche
angeko(i)
preocupado (estar)
angepyhare
anoche
angerete
hace poco
angu'a
mortero
angue
alma de muerto
ani (-tei/-ti)
no!
ani chéne!
no será, que no sea
año(nte)
solo
ao
ropa, vestido
ape
espalda
ápe
aquí
apere'a
conejo
apesã [avati]
un manojo [de maíz]
apo
confección (de algo)
apu'a
redondo
apyka
asiento
apyka'i
silla
apysa
oído
apyte
centro
apytépe
en medio de
ára
día, tiempo
ára
día
ára
tiempo
ára haku
calor (hace)
arahaku
verano
arai
nube
araka'épa?
cuándo?
araka'eve
nunca
aramboha
almohada
aramboty
cumpleaños
aramirõ
almidón
arandu
sabiduría
arandu
listo
arandu
sabio
arapoty
primavera
ararecha
nacer
araro'y
invierno
arasa
guayaba
aratiri
relámpago
aravo
hora
are
tardar
are porã
buen rato
aréma
desde hace tiempo
arete
fiesta
arhel
antipático
ári
sobre
árupi
por aquí
ary
año
asaje
media mañana, mediodía
asajepyte
mediodía
asúpe
izquierda (a la)
asy
mucho, profundo, fue
ate'ÿ
pereza
ate'ÿ
perezoso
atukupe
espalda
aty
reunirse
aty
reunión
ava
hombre
áva
cabellera
ava ñe'ê
guarani, "lengua del"
avakachi
ananás (variedad de)
avati
maíz
avati pororo
maíz frito
avati soka
pisón de mortero par
avei
también
ay
antipático
"C"
cháke!
cuidado!
chara
lana
che mba'e
mío
che rendumi
perdón, escúchame
che réra
llamarse (me llamo)
che róga opyta ... -
vivir (vivo en)
che rógape
casa, (a/en mi)
chera'arõ!
espérame!
chichã
chinche
chipa
torta
chokokue
campesino
chokora
chocolate
chyryry
frito
"D"
dipara
echar a correr
"E"
e (ha'e/ere/he'i)
decir
e'a!
oh!
eíra
miel (de caña), azúcar
eirete
miel de abejas
eiru, eira rúa
abeja
ete
verdadero
eterei
mucho, muy, demasiado
eterei rasa
demasiado
"F"
falta
faltar
"G"
gana
ganar
gua
de (natural)
gua'u
ficticio, pseudo-
guahu
aullir
guapy
sentarse
guarã
para
guaraniete
guarani puro
guaripola
aguardiente, caña
guasu
grande
guata
caminar
guata
viajar
guata
funcionar
guataha
viaje
gue
apagarse
guéi
buey
guejy
bajar
guejy
bajar(se)
gueteri
todavía
gui
de
gui
por
guio, guivo
al lado de, detrás de
guive
desde (que)
guy, guýpe
debajo
guyra
pájaro
"H"
ha
que
ha
y
ha (aha/reho/oho...)
ir(se)
ha (aha/reho/oho...)
irse
ha hakykuéri
seguir
ha'ã
jugar a, disparar
ha'ã
probar
ha'aresa
nacer
ha'arõ
esperar
ha'ejevy (erejevy et
repetir (volver a de)
ha'etépe
puntual
ha'evéma
basta
ha'evete, ra'evete
mismo
haguére
por (causa de)
hai
escribir, grabar
hái
ácido
háime(te)
casi
haimetéma
casi
háke!
cuidado!
haku
calor (hace c.)
hakykuépe
detrás
hapy
quemar
hasýpe
por fin
hasýpe
apenas
hasa
pasar
hasy
difícil, es d.
hasy
enfermo
hasy chéve
doler (me duele)
hatã
duro
havõ
jabón
hayhu
querer, amar
hayviru'i
lloviznar
he
rico
he
agradable
he
rico
he'ê
dulce
he'ise
significa
he'ÿ
soso
hecha
ver
hecha
notar
hechanga'u
añorar
hechapyrã
interesante, digno de
hechauka
mostrar, hacer ver
hêe
sí
heja
dejar
heka
buscar
hendu
escuchar, oir
hendu
entender, escuchar
henói
invitar (llamar)
henói
llamar
henondépe
delante
henyhê
lleno
hepy
caro
hepyme'ê
pagar
hesãi
sano
hesakã
claro
hesape
alumbrar
hese
por él
heta ára rire
mucho tiempo (después)
heta, eta
muchos
hetaitéramo
sumo (a lo)
hetû
besar
hetû
oler
hi'a
fruta, da
hi'ã
parece
hi'ãnte chéve
ojalá
hi'ári
encima
hi'ári
además
hi'upy
comida, comestible
hi'upy
alimento
hory
feliz
hory
divertido, alegre
hovasa
bendecir
hovy
verde
hovy
azul
hovyû
verde oscuro
hû
negro
hu'u
tos
hu'û
blando
hupi
levantar
hupity
alcanzar
hyepýpe
dentro
hykue
mojado
hypýi
rociar
"I"
ichupe
él, lo, a él
igústo
gusto (tiene)
ikatu
posible (es)
ilaja porã
simpático
iñepyrûme
principio (al)
ipýpe
dentro
ipahá(gue)
último
ipahápe
finalmente
iporã chéve
gustar (me gusta)
iporãma
suficiente (es)
iporãma
basta
iporãmante
bastante
irû
colega, compañero
irundy
cuatro
ita
piedra
itakua
cueva
"J"
ja
caber
ja
pegarse
ja
caber
jagua
perro
jaguarete
jaguar, tigre
jahe'o
llorar
jahu
bañarse
jahuha
baño
jajái
resplander
jakare
caimán, cocodrilo
jakuaruha
letrina
japepo
olla
japepo
cazuela, olla
japi
disparar
japi
marcharse, rumbear
japo
hacer
japo tembi'u
cocinar
japu
mentira
japu
mentir
japysaka
escuchar bien
jarýi
abuela
jára
dueño
jasy
luna
jasy
mes
jave
durante, cuando
javorái
maleza
javy
equivocarse
javy
perderse
je'oi
acudir, concorrer
jeheka
dedicarse
jehu
suceder
jei
separarse
jejavy
perderse
jejavy
equivocarse
jejoko
contenerse
jejoko
agarrarse
jejuhu
encontrarse
jeko
se dice (rumor)
jekuaa
conocerse, ser conocido
jepe
a pesar de, aunque,
jepe
incluso
jepe
pero
jepe'a
leña
jepe'e
calentarse
jepi
frecuentemente
jepohéi
lavarse las manos
jepoka
torcido
jepokuaa
acostumbrarse
jeporu
utilizar
jepy'apy
preocuparse
jepy'apy
sufrir
jere
contorno, vuelta
jere
girarse
jerere
alrededor de
jeroky
bailar
jerokyha
baile
jerovia
confiar (en)
jerovia
fe
jeroviaha
documento, papeles
jerure
pedir
jetapa
tijera
jetavy'o
aprender
jety
boniato, batata dulce
jevý(ma)
otra vez
jevy
volver a
jevy, jey
de vuelta
jevy, jey
otra vez
jey'u(rã)
bebida
joa(ju)
juntamente, juntos
jogapo
construir (se la casa)
jogua
comprar
jogua
parecerse
joguapy
bulto
johéi
lavar
jojói
hipo (tener)
jojói
hartarse
jojuhu
encontrarse (mutuamente)
joka
romper
joko
sujetar, atajar
jokoha
obstáculo
jokuaa
conocerse (mutuamente)
jokuái
emplear
jopara
mezcla de guarani-es
jopara
mezcla
jopara
mezclado
jope
calentar
jopi
picar
jopói
regalo
jopy
apretar
joso
moler, pisar
jovái
enfrentarse
ju (3. Pers: ou)
venir
ju'i
rana
juavy
diferenciarse
juayhu
amor mutuo
juhu
encontrar
juka
matar
juky
sal
juky
simpático
jukyry
salmuera
jukysy
caldo
jupi
subir
juru
abierto
juru
boca
jurujái
admirarse
jurumi
oso hormiguero
juruvy
medio abierto
jyva
brazo
"K"
kã
seco
ka'a
hierba mate
ka'a
monte
ka'a
hierba, planta
ka'aguy
monte, bosque
ka'aguy
bosque
ka'aru
tarde
ka'avo
hierbas, verdura
ka'ay
mate
ka'ê
asado
ka'i
mono
ka'u
borracho
ka'ygua
mate (recipiente)
kachiãi
indisciplinado, info
kái
quemarse
kaigue
sin ganas (estar)
kaigue
aburrirse
kakaha
letrina
kakuaa
adulto
kakuaa
crecer
káma
pecho (de la mujer)
kambuchi
cántaro
kamby
leche
kambyrypy'a
cuajado
kamísa
camisa
kane'õ
cansancio, cansado
kangue
hueso
kangy
débil
kangy
deprimido, lánguido
kañy
esconder (-se de)
kañy
perderse(-le a)
kapi'i
paja
kapi'y
carpincho
kapilla
ciudad
kapiÿva
carpincho
karaguata
bromeliácea
karai
señor
karai ñe'ê
español, "lengua del"
karame§ua
caja
karame§ua
armario
karape
bajo
karia'y
mozo
karu
comer, comilón
karu
comilón (ser)
karugua
ciénaga, estero
karumbe
tortuga
karumbe
coche de plaza
kasõ
pantalón
káso
historia, cuento
katu
sí, pues
katupyry
inteligente, hábil
katupyry
inteligente
káva
avispa
kavaju
caballo
kavara
cabra
kavure'i
pájaro de buena suerte
kavure'i
atractivo, pájaro de
kay'u
tomar mate
ke
dormir
ke
entrar
keha
hotel
kéra
sueño
kerana
dormilón
kesu
queso
kirirî
callarse
ko
andar/vivir
ko
este
ko
vivir
ko árape
hoy
ko rei
estar ocioso
ko'á§a
ahora
ko'a§apeve
hasta ahora
ko'ápe
aquí
ko'árupi
por aquí
ko'ê
amanecer
ko'ê
mañana
ko'êmbuéramo
pasado mañana
ko'êro
mañana
ko'êroite
muy pronto de mañana
ko'êsoro
romper del alba
kóche
coche
kóga
huerto
kóga
huerta
kóicha
así
kóina
he aquí, toma
kokue
chacra
kokuehe
hace unos días
komû
letrina
kopi
desmalezar, rozar
kora
corral
korapy
corral
kororõ
rugir
kotevê
necesitar
koty
habitación, pieza
kotyo
hacia
kóvante jepe
por lo menos
kove
vivir
koygua
campesino
ku
aquel
kû
lengua
ku'asã
cinturón, faja
ku'e
moverse
ku'i
molido
kua
agujero
kuã
dedo
kuaa
conocer
kuaa
saber
kuairû
anillo
kuarahy
sol
kuarahy'ã
sombra (del sol)
kuarahyreike
este
kuarahyresê
oeste
kuatî
zorrita, ardilla
kuatia
papel
kuatia ñe'ê
libro, carta
kuave'ê
ofrecer
kue, ngue
ex-
kuehe
ayer
kuehe ambue
anteayer
kuera
sanar
kuerái
estar harto
kuimba'e
hombre, varón
kumanda
poroto
kumby
probar
kuñakarai
señora
kuñataî
muchacha
kuñataî
señorita
kundaha
investigar
kunu'û
mimado
kunu'û
caricias
kupépe
detrás de
kure
cerdo
kuriete
tarde (muy)
kuru
lepra, sarna
kururu
sapo
kurusu veve
avión
kutu
herir, clavar
ky
llueve
ky'a
sucio
ky'a'o
limpiar
ky'ÿi
ají
kyha
hamaca
kyhyje
temer
kyju
grillo
kypy'y
hermana menor
kyra
gordo
kyra
grasiento
kyre'ÿ
ganas, tener
kyrÿi
tierno, frágil
kyse
cuchillo
kytî
cortar
kyvy
hermano (de la mujer)
"L"
lája
carácter
lája
costumbre, clase
lembu
escarabajo
liga
conseguir
"M"
mýi
moverse
ma
ya
ma'ê
mirar
ma'ê
atender
ma'ê
observar
maerãpa
para qué?
mainumby
picaflor
maiteipa
saludo
malisia
pensar, suponer
mamóguipa?
de dónde?
mamóngotyo?
hacia dónde?
mamópa?
dónde?
mamópa?
adónde?
mamoyguápa?
de dónde (originario)
maña
mirar
mandi
pues, sólo
mandi'o
mandioca
mandi'o rapo
raiz de mandioca
mandu'a
acordarse
mandu'a
memoria
mandu'a
recuerdo
manduvi
maní, cacahuete
mandyju
algodón
mano
morir
mante
solamente
manterei
continuamente, siempre
máramo
nunca
marandu
noticia, mensaje
marangatu
santa, bendita
marangatu
estimado
marave
nada
marave ndoikói
no importa
marcha
funcionar
máva mávapa?
quiénes?
máva mba'épa?
de quién?
mávapa?
quiénes?
mayma(va)
todos
maymáva
todo
mba'apo
trabajar
mba'e
cosa
mba'e
propiedad
mba'e
algo
mba'e heta
rico (ser)
mba'e rovy
verdura
mba'éguipa?
por qué?
mba'ehápa?
por qué?
mba'éichapa?
cómo?
mba'embyasy
triste (estar)
mba'épa?
qué?
mba'ére(he)pa?
por qué?
mba'eve
nada
mba'evete chéve
no importa
mba'evete chéve
no me importa
mbaraka
guitarra
mbarakaja
gato
mbarete
fuerte
mbayru
coche
mbayru
recipiente
mbegue
despacio
mberu
mosca
mbichy
tostado
mbo'e
enseñar
mbo'ehao
escuela
mbo'ehára
profesor(a)
mbo'y
regar
mbochyryry
freír
mboguataha
el que hace caminar
mboguejy
bajar
mbohapy
tres
mbohe
condimentar
mboheha
condimiento
mbohory
alegrar, encantar
mbohovái
desobedecer
mbohovái
contestar
mbohupa
huésped
mbohupa
albergar
mbói
serpiente
mboja'o
compartir
mbojaru
burlarse
mbojegua
adornar
mbojere
dar la vuelta
mbojere
traducir
mbojoja
igualar
mboka
arma (de fuego)
mbokaja
cocotero
mbokapu
tirar (dar fuego)
mbopi
murciélago
mbopu
tocar
mborayhu
amor
mborayhuhápe
cariñosamente
mborevi
tapir
mboriahu
pobre
mbota
golpear
mbotavy
engañar, atontar
mboty
cerrar
mboty
cumplir
mboty ... ary
cumplir años
mbou
enviar
mbovýpa?
cuántos?
mbovy
pocos
mbovyetéramo
menos (por lo)
mbovyve
gratis
mbovyve
menos
mboy'u
dar de beber
mboyve
antes
mboyvytimbo
levantar polvo
mbujape
pan
mburika
mula, mulo
mburukuja
maracuyá
mburuvicha
gran jefe
mburuvicha
presidente
Mburuvicha Róga
casa presidencial
mbyai
estropear
mbyaku
calentar
mbyaty
reunir
mbyja
estrella
mbyky
corto
mbyry'ái
calor (tengo calor)
mbytépe
entre
mbytépe
dentro de
me
estar
me'ê
dar
me'ê
permitir
memby
hijo
memby
hija
memby'anga
ahijado, ahijada
membykuña
hija
meme(te)
continuamente
ména
marido
menda
casarse
menda
bodas
mendare
casado
mi
un poco
michî
pequeño
míkro
micro, colectivo
mimbi
brillar
mimby
flauta
mimói
hervido
mirî
pequeño
mitã
muchacho, joven
mitã rerahaha
niños, el que lleva
mitã Tupã arete
navidad
mitã'i
niño
mitã'i (okambúva)
bebé (lactante)
mitãkuña
niña
mo'ã
pensar
moakãrasy
dar dolor de cabeza
moambue
cambiar
moherã
dudar
mohesakã
explicar, aclarar
moî
poner
moî
poner, meter
moinge
meter
moirû
acompañar
mokã
secar
mokambu
amamantar
mokõi
dos
mokunu'û
acariciar, mimar
momaitei
saludar
momba
acabar
momba'apo
hacer trabajar
mombáy
despertar
mombe'u
narrar
mombyry
lejos
mombyrygua
de lejos, forastero
momorã
admirar
mondýi
asustar
monda
robar
mondaha
ladrón
monde
vestir
mondo
mandar, enviar
moñe'ê
leer
moñenoña
criar
mongaru
alimentar
monguera
curar
mongy'a
ensuciar
mono'õ
cosechar
moõpa?
dónde?
mopane
desilusionar
mopotî
limpiar
morotî
blanco
mosaingo
colgar
muã
luciérnaga
myakÿ
mojar
myaña
empujar
myasãi
extender, publicar
myatã
estirar
myatyrõ
arreglar, componer
myendy
encender
mymba
animal doméstico
mymbakuéra
ganado
"N" - "Ñ"
n([d]a) ... -i(ri)
no
ña
señora, doña
ña'embe
plato
nahániri
no
ñaimo'ã
igual, parecido
ñakyrã
cigala
nambi
oreja
ñana
hierba no medicinal
ñana
letrina
ñaña
malo
Ñandejára
Dios (Nuestro Señor)
nandi
descubierto
nandi
vacío
ñandu
araña
ñandu
visitar
ñandu
sentir
ñandu guasu
ñandu
ñanduti
telaraña
ñandy
grasa
ñangareko
cuidar
ñangareko
cuidar
ñani
correr
ñañu(v)ã
abrazar
ñapy'û
sartén
ñapytî
atar
narã
naranja
ñarõ
salvaje, bravo
ñasaindy
luz de la luna
ñati'û
mosquito
ñati'û jokoha
mosquitero
nd(a) ... -véima
ya no ... más
ndahasýi
sencillo (no es difícil)
ndahepýi
barato (no es caro)
ndaikatúi
imposible (es)
ndaipóri
no hay
ndaje
se dice
ndikatúi
no es posible
ndive, ndie, ndi
con
ñe'ê
idioma, lengua
ñe'ê
palabra
ñe'ê
hablar
ñe'ême'ê
prometer
ñe'enga
refrán, proverbio
ne'îra
todavía
ne'îra gueteri
todavía no
ñeha'ã
esforzarse
ñehê
derramarse
ñehendyvapo
afeitarse
néi
vai (vs.tove)
néi
permitir, consentir
néi
consentir
néike!
vamos!
ñekuave'ê
ofrecerse
ñekytî
cortarse
ñembo'e
rezar
ñembo'e
aprender, hacerse en
ñembo'euka
aprender (hacerse en)
ñembohory
burlarse
ñemboi
desnudarse
ñemboja
arrimarse
ñembojaruhápe
en broma
ñemboki
enamorarse
ñembosako'i
prepararse
ñembosarái
jugar
ñembyahýi
hambre, tener hambre
ñembyai
estropearse
ñembyasy
sentir, lamentar
ñembyaty
reunirse
ñemi
esconderse
ñemiháme
escondido, a escondidas
ñemitÿ
sembrar
ñemoî
ponerse
ñemonde
vestirse
ñemongeta
conversar
ñemu
vender
ñemuha
vendedor
ñemuha
negocio
ñemuha
tienda
ñemuha ñemi
contrabandista
ñeñandu
sentirse
ñeno
acostarse
ñepyrû
comenzar
nga'u
espero que, ojalá
ngotyo
dirección (en .. de)
ngotyo
hacia
nohê
sacar
nohê ta'anga
sacar fotos
ñongatu
guardar
ñonte
solo
ñopu
herirse
ñorairõ
guerra
ñorairõ
guerrear, luchar
ñorairõ
pelearse
ñoty
sembrar
ñoty
enterrar
ñoty
cultivar
nte
sólo
ñu
campo
ñuã
tapar, abrigar
ñuhã
trampa
núne
tal vez
nupã
castigar, pegar
ñurumi
oso hormiguero
ñyrõ
perdonar
ñyrõ
perdonar
"O"
óga
casa
oî
hay
oî porã
está bien
oîma
listo (está)
oimehápe
dondequiera
oimeraêva
cualquiera
oimeraêva
cualquier(a)
oka
fuera
okápe
fuera
okára
campo
okaraygua
campesino, forastero
okê
puerta
oñemboty
cerrado (está)
opa rire
después de todo, al
opaite
todos
opáma
acabó ya (se)
opárupi
por todas partes
osoro
roto (está)
ovecha
oveja
ovetã
ventana
"P"
pýpe
dentro de
pýra
crudo
pa
todo
pa
acabarse
pa
totalmente
pa
acabarse
pa'ã
obstrucción, atascado
pa'ã
depender
pa'i
sacerdote
pa'irã
seminarista
pa'û
intersticio, espacio
paha
final, último
paha
fin
paje
encanto, magia
pakova
banana
panambi
mariposa
pane
mala suerte (tener)
papa
contar (números)
para
agua grande, mar
paraguái
paraguayo, Paraguay
Paraguay
Asunción
páy
despertar
pe
en
pe
ese
pe
ancho
pe
ese
pê
romperse (en)
pe'a
abrir
pe'a
quitar
pehengue
pedazo, fragmento
pehengue
parte, pedazo
péicha
así
péina ápe
he aquí
pepo
ala
pererî
delgado
peteî
uno
peteîha
primero
peteînte
único
petÿ
tabaco
petÿndy
tabacal
péva
ése
peve/meve
hasta
pi
escampar
piári
en busca de
pila'i
cansado
pinda
anzuelo
pindo
palmera
pióla
cuerda
pira
pez, pescado
pirãi
piraña
pirakutu
pescar
pirapire
dinero, escamas de pez
pire
piel, cáscara
pire
cáscara
pire'o
descascarar
pirevai
malhumorado
piru
flaco
pita
fumar
po
saltar
po
mano
po guýpe
en poder de
po'a
suerte (tener)
po'i
estrecho
po'i
fino
po'i
estrecho
po'i
fino
po'o
arrancar
pochy
enojo
pochy
enojarse
pohýi
pesado, grave
pohýi
pesado
pohã
remedio
pohãno
curar
pohãnohára
médico, doctor
pohe
hábil
poi
soltar
poko
tocar
pombéro
espíritu de la noche
porã
bueno
porã
lindo
porãiterei
excelente
porãmínte
bastante bien
porandu
preguntar
poravo
escoger
pore'ÿ
ausente
poreno
fornicar
poriahu
pobre
poroapo
apreciar, valorar
porombo'e
enseñar
pororo
chisporrotear
poru
usar
poruka
prestar (dar prestado)
pota
querer
pota
desear
potave
querer más
potave
preferir
potî
limpio
poty
flor
poyvi
hilo recio de algodón
pu
sonido
pu'ã
levantarse
puka
reírse
pukavy
sonreir, reir a medias
puku
largo
pukukuévo
a lo largo de
pupu
hervir
purahéi
canción
purahéi
cantar
py
pie
py nandi
descalzo
py'a
corazón, entraña
py'a mirî
temeroso
py'a rasy
hambrecito (tener h.)
py'aguapy
tranquilizarse, estar
py'aguasu
valiente
py'akue
hígado, tripas
py'amirî
cobarde
py'apy
afligir
py'apy
pena, quebranto
py'arasy
dolor de estómago
py'aro
odio
py'ÿi
frecuentemente, a menudo
pya'e
rápidamente, aprisa
pya'e porã
rápidamente
pyahu
nuevo
pyapy
muñeca
pyhare
noche
pyhareve
mañana
pyhy
fornicar
pyhy
tomar, coger
pypore
huella
pyrague
espía
pyrû
aventajar
pyrû
pisar
pysã
dedo del pie
pysyrýi
resbalar
pyta
quedar
pyta
talón
pyta
pararse
pyta
detenerse
pyta
quedar
pytã
rojo
pytagua
forastero
pytangy
color rosa
pyte
chupar
pyti'a
pecho
pytû
oscuro
pytu'u
descansar
pytumby
anochecer
pytyvõ
ayudar
pytyvõhára
ayudante
"R"
rã
futuro
raha
llevar
raha
llevar
rambosa
desayunar
ramo
acabar de, recién
ramo
cuando, si
rangue
en lugar de
rapykuéri
detrás de
rasa
extremamente
rasê
llorar
rehe
por
rei
en vano
rei
de balde
reínteko
de balde no más
rekaka pa'ã
estreñimiento (tener)
rekakahýi
defecar, sentir gana
rekávo
en busca de
reko
tener
remby
sobrar
rendápe
al lado de
rendápe
a, hacia
renondépe
delante de
resarái
olvidarse de
rire
después
ro
amargo
ro'y
frío
ro'y
frío (tener)
ro'ysã
fresco
roguerohory
felicitación! (te felicito)
rohory
apreciar
rohory
felicitar
rojy
bajar
ropehýi
tener sueño
ropurahéi
cantar (a uno)
rovái
enfrente de
rovia
creer
ru
traer
ru'anga
padrino
rupi
por
rupi
alrededor de, por
rupi
por
ruru
hinchado
ruruka
hacer traer
ry
líquido
ry'ai
sudar
ryakuã
oler bien
rye
diarrea (tener)
rye guasu
embarazada (estar)
ryguasu
gallina
ryguasu rupi'a
huevo (de gallina)
"S"
sa'i
poco
sa'yju
amarillo
saingo
colgado (estar)
sambyhy
manejar, conducir
sambyhy
conducir
sapatu
zapato
sapukái
gritar
sapy'a py'a
de vez en cuando
sapy'a py'aite
raras veces
sapy'a(itépe)
súbitamente, de repente
sapy'a(mi)
ratito, un momento
sapy'a(nte)
súbitamente, de repente
saraki
vivaracho
sarambi
desorden(ado)
sãso
libre
se
querer
sê
salir
sevo'i
lombriz
sevói
cebolla
so
romperse
so'o
carne
soka
palo del mortero
soro
romperse
su'u
morder
sunu
tronar
sy
madre
sy'anga
madrina
sÿi
liso, resbaladizo
syry
fluir
syva
frente
"T"
ta'ýra/ra'y/ita'ýra
hijo
ta'anga
imagen, foto
ta'anga
foto
ta'ÿi
semilla, brote
ta'ÿi
testículos
taguato
aguilucho
taguato resay
aguardiente
tahýi
hormiga
tahachi
policía (agente)
tái
picante
tãi
diente
taita
papá
taita guasu
abuelo
tajýra/rajy/itajýra
hija
tajy
lapacho
takã
ramo
tako
vulva
taku
calor
takuára
caña
takuare'ê
caña dulce
takykuégotyo
atrás (hacia)
takykuépe
atrasado
tanimbu
ceniza
tapýi
rancho
tape
camino
tape
carretera
tape guasu
carretera
tapehû
carretera (asfaltada)
tapi'a
pene, testículos
tapia(ite)
frecuentemente (siempre)
tapicha
prójimo, gente
tapiti
liebre
tapo
raiz
tapykue
parte posterior
tapykuéri
detrás de
tapypi
vulva
tarave
cucaracha
tarova
enloquecer
tasê
llanto, lloroso
taso
gusano
tasy
enfermedad, enfermo
tasy
dolor
tata
fuego
tataindy
vela
tatakua
horno
tatapÿi
brasa
tatarendy
llamas
tatatî
humo
tatatína
niebla
tataypy
cocina, hogar
tatî
espina
tatu
armadillo
táva
pueblo
táva
ciudad
tavy
ignorancia
tavy
ignorante, tonto
tavy
loco
techapyrã
ejemplo (por)
teindy
hermana (hombre)
teju
lagarto
tekaka
excremento
teko
costumbre
teko
naturaleza, modo de
tekotevê
necesidad
tekotevê
tener que (es necesario)
tekotevê
importante (necesidad)
tekove
vida, persona
tembe
labio
tembe'y
orilla, frontera
tembi'u
comida
tembiapo
trabajo
tembiasakue
historia
tembiporu
utensilio
tembiporu
cubierto
tembireko
esposa
tembo
pene
temiarirõ
nieto
temimbo'e
alumno
tenda
lugar
tenda
montado
tendy
saliva
tendy
luz
tendyva
barba
tenonde
delante de
tenondépe
adelante
tenonderã
primero, ante todo
tenonderã
especialmente, ante
tepoti
excremento
tepy
precio, valor
tepy
valor
téra
nombre
téra
nombre
térã
o
téra joa(py)
apellido
tere§uahe porãite
bienvenido
terere
mate frío
tesa
ojo
tesãi
salud
tesay
lágrima
tetã
patria, país
tete
cuerpo
tetekue
cadáver
tetyma
pierna
tevi
culo
tî
tener verguenza
tî
nariz
tie'ÿ
escandaloso
timbo
humo, cigarro
togue
hoja
topa
encontrar
tory
felicidad
tova
cara
tovasy
tristeza
tove
no, deja
tove
si, que sea así
tû
pique, nigua
tu'ã
cima
tugua
fondo
tuguái
cola
tuguái
apéndice
tuguy
sangre
tuguysê
regla, menstruación
tuicha, tuvicha
grande
tuja
viejo
tuju
barro
tuku
langosta
tumby
asentaderas
tupa
cama, lecho
tupao
iglesia
Tupasÿ
Virgen (la)
tupi'a
huevo
túva/ru/itúva
padre
tuvicha
jefe
tuvy
tío
ty
echar
ty
acumulación de
ty
tirar
ty'ai
sudor
tyahýi
orinar (tener ganas)
tyapu
ruido
tyapu
ruido
tye
vientre
tyeguy
bajo vientre
tyke
hermana mayor (mujer)
tyke'y
hermano mayor
tykua
cebar (mate)
tykue(re)
zumo, jugo
tyky
gotear
tymba
animal doméstico
typei
barrer
typycha
escoba
tyre'ÿ
huérfano
tyvýra
hermano menor
tyvy
hermano menor
tyvyta
ceja
"U"
u (ha'u/re'u/ho'u)
comer
u (ha'u/re'u/ho'u)
beber
upéi
después, luego
upéicha
así
upéicharamo
si es así, entonces
upépe
allí
upéramo
en aquel tiempo
upy
comestible
"V"
výro
tonto
va
mudarse, cambiar de
vai
feo
vai
malo
váicha chéve
parece (me parece)
vakapi
fútbol
vakapi(re)
piel (de vaca)
vale
valer
vare'a
hambre, tener
ve
más
vende
vender
vera
brillar
vera
relampaguear
veve
volar
vevúi
ligero
vo
al, para, en
vo
cuando
voi
temprano
voi(ete)
temprano
vokói
luego
vosa
bolsa
vove
encuanto
vy
medio
vy'a
alegrarse
vy'a
divertirse
vy'a
contento (estar)
vy'a'ÿ
malestar
"Y"
y
agua
ÿ
sin
y'aha
salto de agua
y'u (hay'u/rey'u/hoy)
beber (agua)
y'uhéi
tener sed
yga rupa
puerto
ygára
canoa, "barco"
yke
lado
ykére
al lado de
ykua
pozo
yma
hace tiempo (que)
ynambu
perdiz
ypýpe
junto
ypa
lago
ype
pato
ypy
comienzo
ypy
origen
ypykuéra
antepasados
ÿrehe
sin
yryvu
cuervo
ysyry
arroyo
ysyry
río
yta
saber nadar
yta (ha'yta/re'yta/h)
nadar
yvýpe
abajo
yvýrupi
pie, a (por tierra)
yva
fruta
yva
fruta
yvága
cielo
yvate
alto
yvate
norte
yvoty
flor
yvu
manantial
yvy
tierra
yvy
suelo
yvy
sur
yvy
mundo, tierra
yvy
tierra, suelo
yvyku'i
arena
yvypóra
hombre
yvypóra
gente
yvyra
madera
yvyra
árbol
yvyraty
planta
yvytimbo
polvo
yvytu
viento
yvytu
aire
yvyty
cerro
Breve Diccionario Guaraní - Español
© Wolf Lustig, Universität Mainz 1995
Johannes Gutenberg University
Diccionarios de variantes del español
Lenguas amerindias
Una advertencia seguramente innecesaria: estos diccionarios, todos ellos referidos a lenguas muy
distintas al español, se reúnen aquí por el interés que tienen para estudiar las interferencias léxicas
entre el castellano y las diferentes lenguas amerindias. El resultado de ese contacto entre lenguas
explica la presencia de voces de origen aymara, quechua, maya ... etc. en el español de cada una de
sus respectivas áreas de influencia.
Diccionarios Freelang
El sitio de Freelang permite la descarga gratuita y la instalación en nuestro ordenador de un buen
número de diccionarios bilingües. Entre otros más convencionales los hay de aymará-español,
lunfardo-español, mapuche-español, maya-español o quechua-español ...
Diccionarios de lenguas indígenas de América
Diccionarios de algunas de las lenguas habladas por los Pueblos Indígenas de América: Cree,
Guaraní, Mapundungum, Quechua, Warpe, Yagán. En algunos casos (cree) solo hay uns pocas
nociones, en otros (quechua, guaraní...) se trata de un completo diccionario bilingüe con quechuaespañol, guaraní-español ...
ILV-México
Desde la página principal del Instituto Lingüístico de Verano en México se puede acceder a una
larga serie recursos en línea sobre las lenguas prehispánicas de este país. Estas referencias incluyen
una sección específica para diccionarios y vocabularios de lenguas prehispánicas.
Vocabulario Popoluca de Sayula
Obra publicada en papel y accesible ahora en la red en formato pdf. Consta de tres volúmenes y
el diccionario, sapdic.pdf (514K), es el segundo. El estudio está referido al área de Veracruz, en
México.
Palabras copiadas del Nahuatl
Unas pocas palabras, en teoría procedentes del nahuatl –aunque no todas lo parecen– usadas en
Torreón, Coahuila (Norte de México). "Algunas de las palabras no están en uso en el español
coloquial del centro de México u otras regiones donde se habla Nahuatl".
Nahuatl Glossary
Léxico mexica traducido al inglés y ampliamente explicado. No hay versión al español.
Vocabulario Castellano-Nahuatl
En la página Aztecas, Historia y Cultura, una no muy amplia relación del vocabulario más usual.
Aztec Language: Nahuatl
Página sobre el legado azteca en la que además de unas breves nociones de gramática nahuatl en
inglés, puede consultarse un vocabulario nahuatl-inglés y nahuatl-castellano.
Vocabulario Mixteco-Español
Disponible en formato pdf, este vocabulario se ciñe exclusivamente a los "verbos de movimiento
y de carga" recopilados en la modalidad hablada en Alacatlatzala, Guerrero (México). "También se
incluyen oraciones ejemplificativas, una sección español-mixteco, y notas ortográficas y
gramaticales"
Vocabulario Maya
Organizado como diccionario español-maya, repertorio de voces y expresiones castellanas con su
correspondiente traducción al maya, con referencia principalmente al estado de Campeche
(México).
Los Mayas
Página referida a este grupo étnico americano en la que se incluye un no muy amplio diccionario
de términos mayas explicados en español.
Voces mayas y mayismos en el español de Yucatán
Una concienzuda recopilación de voces de origen maya que, según el autor, alcanza a todos los
niveles lingüísticos del español hablado en esta península mexicana. Los mayismos, además de muy
abundantes, presentan la particularidad de su escasa adaptación al castellano.
Breve vocabulario castellano-maya
Aunque de corta extensión, recoge los vocablos de mayor uso ordenados en castellano y con su
correspondencia en maya.
Diccionario Básico Español.Maya.Español
Es la versión en línea de un diccionario con el mismo título editado en 1992 en Mérida (Yucatán,
México). Es posible consultarlo en ambas direcciones maya-español, español-maya.
Diccionario del Mam-Español de Comitancillo
Poco se puede decir de este amplísimo repertorio de léxico y expresiones en el que hay
problemas de representación con algunas grafías, lo que ayuda poco a su consulta.
Diccionario Tarahumara de Samachique
Obra publicada en papel y accesible ahora en la red en formato pdf. Consta de tres volúmenes y
el diccionario, tarapen.pdf (514K), es el segundo
Diccionario Ch´ol
Obra publicada en papel y accesible ahora en la red en formato pdf. Está referida al norte de
Chiapas, México. El diccionario contiene la versión Ch´ol-Español y la versión inversa.
Diccionario de Zapoteco de Yatzachi
En la web del ILV-México "este diccionario representa la lengua zapoteca como se habla en los
pueblos de San Baltazar Yatzachi el Bajo y San Baltazar Yatzachi el Alto, en el distrito de Villa Alta,
Oaxaca, México".
Diccionario de Zapoteco de San Bartolomé Zoogocho
En la web del ILV-México, es un diccionario bilingüe español-zapoteco en la modalidad hablada
en San Bartolomé Zoogocho (Oaxaca). La sección español-zapoteco es mínima pero la
correspondiente a zapoteco-español está más completa.
Vocabulario del idioma zapoteco istmeño (didxazá)
Además de la posibilidada de acceder a un traductor en línea español-didxazá, encontramos este
diccionario zapoteco-español en el que además de léxico se recogen abundantes expresiones
usuales.
Diccionario de Zapoteco
Desde esta página se puede consultar el significado de voces zapotecas. No se accede al
diccionario propiamente dicho.
Léxico mexica
Unas pocas palabras que figuran en el Cantar del Consejo referidas principalmente a la mitología
de procedencia mexica con explicaciones detalladas sobre su origen y significado.
Glosario Mexica
Una página sobre el Movimiento Mexica con abundante información, aunque no toda ella en la
versión en español, en la que se incluye un "Glosario y cosas que debes saber" con las palabras más
conocidas y, sobre todo, con explicaciones de fechas clave, nombres propios, personajes, dioses ...
de esta cultura.
The Mayangna (Panamahka) Dictionary
El mayangna es un grupo de dicalectos hablados en la costa este de Nicaragua, la costa atlántica.
En esta web se reúnen tres diccionarios: la versión del mayangna al español y al misquito y las
correspondientes de estas dos lenguas al mayangna.
Diccionario del Lenguaje Hablado Taíno
Diccionario del Lenguaje Hablado Taíno
Diccionario del Lenguaje Hablado Taíno
Diccionario Taíno
El Proyecto del Lenguaje Taíno está realizando una completa recopilación de las voces taínas
(Caribe). A medida que se registran pasan a esta páginas (cuatro URLs distintas, pero el contenido
es el mismo) en las que también se recogen nociones de gramática y series de voces agrupadas por
campos nocionales como plantas, animales, objetos de uso cotidiano... etc.
Taíno words in the Puerto Rican Vocabulary
Recopilación de términos de origen taíno usados en la lengua de Puerto Rico. Las definiciones
están en inglés. La página es bilingüe pero los textos aparecen en inglés o en español, no en ambos.
Glosario Indígena
Un breve vocabulario de voces de origen precolombino que perviven hoy en Puerto Rico. En
varios de los ejemplos se incluyen imágenes del objeto al que se refiere la voz.
Diccionario quichua - castellano
El Quichua
Amplio trabajo de carácter académico, del que es autor J.R. Alderetes. En el primero de ellos se
se analiza minuciosamente el vocabulario quichua de Santiago del Estero (Argentina) y su
traducción al castellano mientras que en el segundo se hace una referencia genérica al quichua, pero
el vocabulario parce el mismo. Además de las correspondencias léxicas quichua-español, se da
información gramatical y se agrupan los derivados dentro de la entrada de la forma simple.
Diccionario del Quechua ancashino - Español
El diccionario consta de casi 8.000 entradas pero sólo es posible consultarlas en línea de una en
una. Cabe la posibilidad de ponerse en contacto con el autor para otro tipo de consultas
Diccionario Quichua (Ecuatoriano)
Una amplísima base de datos en la que, organizado por conceptos, aparece el léxico quichua del
Ecuador y su versión en español e inglés.
Vocabulario Quechua
Un intento, aún en fase de realización, de confrontar las distintas variantes dialectales del
quechua que pueden localizarse en los siete países en los que cuenta con hablantes. Existe también
versión en inglés.
Lecciones básicas de Quechua
Distribuido en áreas nocionales, un inventario básico del quechua de Ayacucho y Cuzco
traducido al inglés y al español.
Vocabulario especializado (Qosqo)
Vocabulario especializado (Incas)
Una breve recopilación del vocabulario básico y expresiones más usuales de origen inca en una
página de dicada a Qosqo (Cuzco), Capital Sagrada de los Inkas. El segundo enlace, con idéntico
contenido, es de consulta más engorrosa.
Diccionario trilingüe: Español - quechua -aymara
Como su propio nombre indica, un diccionario en versión trilingüe –lo que no suele ser
frecuente– con las correspondiencias léxicas entre el castellano y las dos lenguas amerindias
mencionadas en el título. Se pueden consultar también por campos nocionales: colores, números,
partes del uerpo ... etc. La página incluye igualmente accesos a diccionarios inglés-quechua y
francés-quechua.
MiniDiccionario Aymara - Español
Pese al título se trata de una recopilación bastante bien surtida en la que se ofrece la traducción de
términos aymaras al español.
Vocabulario básico (Aymara)
Página trilingüe (aymara, español e inglés) con abundantes recursos sobre esta lengua. Entre ellos
un vocabulario aymara-castellano y castellano-aymara (también para el inglés), que puede
consultarse en conjunto o seleccionando únicamente bien sustantivos, bien adjetivos, bien verbos.
Diccionario mapuche español
Diccionario araucano español
Diccionario quechua español
Diccionario guaraní español
Precedidos en cada caso por unas breves indicaciones sobre la correspondiente lengua (ámbito de
uso y características fonológicas y morfológicas), esta página de la Red Argentina, elaborada por la
profesora Nidia Cobiella, incluye diccionarios básicos para cada una de las citadas lenguas con su
traducción al castellano.
Ser Indígena. Diccionarios
Una página de fácil consulta y con acceso a un importante número de recursos léxicos del área de
Chile. Hay diccionarios específicos de español a aymara –el que tiene mayor número de entradas–,
kunza, mapudungun, quechua y rapa nui y viceversa. También se puede hacer la consulta sobre un
diccionario general que incluye las voces de todos las lenguas citadas, aunque para cada voz viene
siempre indicado su origen.
Diccionario Guaraní Interactivo
Diccionario Guaraní Interactivo
Una de las secciones de la Guarani Home Page desde cuyo formulario se puede acceder a la
traducción de términos entre ambas lenguas (también alemán). No se puede ver el diccionario
completo.
Vocabulario español-guaraní (A-LL)
Vocabulario español-guaraní (M-Z)
De nuevo el guaraní. Ahora con acceso al amplio listado completo de entradas y definiciones.
Diccionario electrónico trilingüe (Guaraní-Alemán-Español)
Se trata de una largo listado de unas 1.400 entradas para cada una de las tres lenguas.
Simplemente presenta la correspondencia triple entre ellas y no hay definiciones o acepciones, salvo
las que el lector pueda deducir de la comparación entre las diversas traducciones. La página, en
modo texto y organizada en forma de tabla, está ordenada por la voz guaraní.
Diccionario Araucano-Español y Español-Araucano
Dentro del sitio de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, sólo es accesible una parte de la
conocida obra sobre el araucano publicada a principios de siglo por Fray Félix José de Augusta.
Diccionario Mapudungun-Español
Diccionario Mapudungun-Español
Diccionario Mapudungun-Español
Amplio diccionario recopilado por el italiano Alberto Trivero en el que se recogen voces
mapuches y su traducción al español.
Diccionario mapuche-español
El texto incluye la palabra de origen mapuche y su traducción, algunas veces con explicaciones
algo más amplias, al castellano general.
Glosario Español-Mapudugun
Glosario Español-Mapudugun
Un trabajo de M. Catrileo, de la Universidad Austral de Chile en el que se registran términos
mapuches traducidos al español.
Diccionario mapuche
En una web de la Universidad de Chile, una amplia (aunque aún no completa) recopilación de
voces mapuches con su traducción al castellano.
Términos Indígenas Patagónicos
Con réplicas en varios servidores más, aquí se puede encontrar una amplia relación de voces de
los indígenas de la Patagonia para las que se ofrece su traducción al español y al inglés.
Vocabulario lucumí
Vocabulario Yoruba
En este caso no se trata de lenguas amerindias sino de lenguas africanas traídas por los esclavos
negros y que entran en contacto con el español de algunas zonas de América sobre el que ejercen
alguna influencia léxica. Ambas páginas están en español.
64 enlaces
© José R. Morala
Página principalespañol@internet
Biblioteca de artículos
Callejero leonés
Página de los diccionarios
V. diatópicas Vocabularios generales
España Zona Central Zona Occidental Zona Oriental Zona Meridional
América México Central y Caribe Norte de Sudamérica Área andina Área rioplatense
V. diacrónicas Vocabularios generales V
V. diastráticas Jergas y argots Celebraciones y fiestas Comer y beber
Galería de plagios
Lenguas amerindias V
[ Ñêpyrû / Home ] [ Arriba ]
Vocabulario trilingüe
GUARANI — ALEMÁN — ESPAÑOL
Este vocabulario guarani-alemán-español no es más que una lista de
vocablos, ordenada alfabéticamente según la componente guaraní, extraída
de una base de datos que fue el núcleo de mi Ñe'êndy. La lista comprende
unas 1400 entradas para cada lengua.
Si deseas usar un diccionario-ete (un verdadero diccionario) te recomiendo
adquiririr el Ñe'êndy en CD-ROM. También pudes utilizar una versión
limitada en sus funciones pero más completa y más confortable que ésta en Guarani Ñanduti
Rogue. Pero éste también se puede utilizar como un verdadero diccionario, haciendo servir la
función de búsqueda (Ctrl-F) de tu browser. Cliquea aquí para entrar:
Acceso al vocabulario
Debido a las limitaciones técnicas de este primer intento, no todos los grafemas del guaraní
serán representados correctamente. Para la representación correcta se pueden usar nuestros
fonts especiales:
§ substituye a g con ~
û substituye a u on ~
ê substituye a e con ~
ÿ substituye a y on ~
î substituye a i con ~
§ substituye a g con ~
Última actualización: 28.09.2006 00:17
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a
a
ã
á§a
á§a
á§a katu
a§agui rire
a§aite
a§ave
a§ui
a§ui águi
a (ha'a/re'a/ho'a...
aguara
águi
águio
aguyje
aguyje
aguyje
ahániri
ahoja
ahy'o
ahy'o
ahy'o
aichejáranga
aipo
aipóramo/aipórõ
aja
ajaka
aje'i(ma)
ajépa?
aju
ajúra
akã
akãhatã
akãjere
akãnundu
akãraku
akatú(v)ape
akãvai
aky
akÿ
akÿ
Alemaniagua
alkila
alkila
ama
ama'ÿ
amambái
ambue
ambue
amo
amo tuguápe
amyrÿi
aña
aña retã
andai
añete
añete(hápe)
anga
ánga
anga, nga
angata
aquí
lugar
sombra, alma
ahora
próximo jueves, el
pero
más tarde
ahora mismo
tarde (más)
cerca (de)
cerca de(sde) aquí
caer
zorro
de aquí
de aquí para allá
gracias
gracias
gracias
no
frazada
garganta
garganta
voz (para cantar)
pobrecito!, ay!
aquel
entonces
durante
cesto
hace rato
verdad?
maduro
cuello
cabeza
cabezudo, cabeza dur
marearse
fiebre
enamorado, loco
derecha (a la)
enamorado, loco
verde, no maduro
mojado
mojado
alemán
alquilar
alquilar
lluvia
seco, sequía
helecho
otro
otro
aquel/aquellos
allá en el fondo
difunto
diablo
infierno
calabaza
verdad
verdad (en)
pobrecito
alma
lastimosamente
preocupado (estar)
hier
Ort
Schatten
jetzt
nächster, dieser
aber
später
sofort
später
nahe (von)
nahe von hier
fallen
Fuchs
von hier
von hier nach dort
danke
danken
Gnade
nein
Decke
Hals (innen)
Kehle
Stimme (Sing)
o Je!
jener
dann
während
Korb
vor kurzem
nicht wahr?
reif
Hals (außen)
Kopf
hartnäckig, dickköpf
schwindlig (mir ist)
Fieber
verliebt, verrückt
rechts
verliebt, verrückt
unreif
naß
feucht
Deutsche(r)
mieten
vermieten
Regen
trocken, Trockenheit
Farn
anderer
noch ein
jene(r)
dort hinten
verstorben, tot
Teufel
Hölle
Kürbis
Wahrheit
wirklich, in Wahrhei
Armer!
Seele
leider
besorgt sein
ange
ange pyhare
angeko(i)
angepyhare
angerete
angu'a
angue
ani (-tei/-ti)
ani chéne!
año(nte)
ao
ape
ápe
apere'a
apesã [avati]
apo
apu'a
apyka
apyka'i
apysa
apyte
apytépe
ára
ára
ára
ára haku
arahaku
arai
araka'épa?
araka'eve
aramboha
aramboty
aramirõ
arandu
arandu
arandu
arapoty
ararecha
araro'y
arasa
aratiri
aravo
are
are porã
aréma
arete
arhel
ári
ári
árupi
ary
asaje
asajepyte
asúpe
asy
ate'ÿ
ate'ÿ
atukupe
aty
aty
aty
ava
hoy
anoche
preocupado (estar)
anoche
hace poco
mortero
alma de muerto
no!
no será, que no sea
solo
ropa, vestido
espalda
aquí
conejo
un manojo [de maíz]
confección (de algo)
redondo
asiento
silla
oído
centro
en medio de
día, tiempo
día
tiempo
calor (hace)
verano
nube
cuándo?
nunca
almohada
cumpleaños
almidón
sabiduría
listo
sabio
primavera
nacer
invierno
guayaba
relámpago
hora
tardar
buen rato
desde hace tiempo
fiesta
antipático
sobre
sobre
por aquí
año
media mañana, mediod
mediodía
izquierda (a la)
mucho, profundo, fue
pereza
perezoso
espalda
reunirse
reunión
reunión
hombre
heute
letzte Nacht
besorgt sein
gestern abend
vor kurzem
Mörser
Seele eines Toten
nicht!
bloß nicht!
alleine
Kleider, Stoff
Schulter
hier
Kaninchen
Bündel (Mais)
Herstellung
rund
Sitz
Stuhl
Ohr (Innen-), Gehör
Zentrum, Mitte
mitten in
Zeit, Tag
Tag
Wetter
Hitze (heißes Wetter
Sommer
Wolke
wann?
niemals
Kissen
Geburtstag
Maniokmehl
Wissen
schlau
weise
Frühling
geboren werden
Winter
Guave
Blitz
Stunde
dauern
längere Zeit
seit langem
Fest
unsympathisch
auf
über
hier (in der Nähe)
Jahr
mittags (10-14)
mittags (12)
links
stark, sehr
Faulheit
faul
Rücken
zusammenkommen, tref
Versammlung
Treffen
Mensch, Indio
áva
cabellera
ava ñe'ê
guarani, "lengua del
avakachi
ananás (variedad de)
avati
maíz
avati pororo
maíz frito
avati soka
pisón de mortero par
avei
también
ay
antipático
cháke!
cuidado!
chara
lana
che mba'e
mío
che rendumi
perdón, escúchame
che réra
llamarse (me llamo)
che róga opyta ... - vivir (vivo en)
che rógape
casa, (a/en mi)
chera'arõ!
espérame!
chichã
chinche
chipa
torta
chokokue
campesino
chokora
chocolate
chyryry
frito
dipara
echar a correr
dipara
echar a correr
e (ha'e/ere/he'i)
decir
e'a!
oh!
eíra
miel (de caña), azúc
eirete
miel de abejas
eiru, eira rúa
abeja
ete
verdadero
eterei
mucho, muy, demasiad
eterei rasa
demasiado
falta
faltar
gana
ganar
gua
de (natural)
gua'u
ficticio, pseudogua'u
ficticio, pseudoguahu
aullir
guapy
sentarse
guarã
para
guaraniete
guarani puro
guaripola
aguardiente, caña
guasu
grande
guata
caminar
guata
caminar
guata
viajar
guata
funcionar
guataha
viaje
gue
apagarse
guéi
buey
guejy
bajar(se)
guejy
bajar
guejy
bajar(se)
gueteri
todavía
gui
de
gui
de
gui
por
guio, guivo
al lado de, detrás d
guive
desde (que)
guy, guýpe
debajo
guyra
pájaro
§uahe
llegar
§uaiguî, §uaimi
anciana
Haar
Guarani, "Menschensp
Ananas
Mais
Mais (Puff-)
Mörser (Stößel) für
auch
unsympathisch
Vorsicht!
Wolle
mein
Entschuldigung, hör
heißen (ich heiße)
wohnen (ich wohne in
Hause (zu/bei mir na
warte auf mich!
Wanze
Chipá (Gebäck aus Ma
Bauer
Schokolade
gebraten
losrennen
loslaufen
sagen
oh!
Honig, Zuckerrohrsir
Honig (Bienenhonig)
Biene
echt
sehr (viel), zuviel
zuviel
fehlen
verdienen
aus (stammend)
scheinbar
falsch
brüllen, zischen
setzen, s., sitzen
für
reines Guarani
Schnaps
groß
spazierengehen, lauf
laufen, spazierengeh
reisen
funktionieren
Reise
verlöschen
Rind, Ochse
sinken, heruntergehe
hinuntergehen, -fahr
aussteigen
noch
von, aus
aus, von
wegen
neben, hinter
seit
unter
Vogel
ankommen
Alte, Greisin
ha
ha
ha§ua
ha (aha/reho/oho...)
ha (aha/reho/oho...)
ha (aha/reho/oho...)
ha hakykuéri
ha'ã
ha'ã
ha'aresa
ha'arõ
ha'arõ
ha'ejevy (erejevy et
ha'etépe
ha'evéma
ha'evete, ra'evete
haguére
hai
hái
háime(te)
haimetéma
háke!
haku
hakykuépe
hapy
hapy
hasýpe
hasýpe
hasa
hasa
hasy
hasy
hasy chéve
hatã
havõ
hayhu
hayviru'i
he
he
he
he'ê
he'ise
he'ÿ
hecha
hecha
hechanga'u
hechapyrã
hechauka
hêe
heja
heka
hendu
hendu
henói
henói
henondépe
henyhê
hepy
hepyme'ê
hesãi
hesakã
hesakã
que
y
para que
ir(se)
ir(se)
irse
seguir
jugar a, disparar, t
probar
nacer
esperar
esperar
repetir (volver a de
puntual
basta
mismo
por (causa de)
escribir, grabar
ácido
casi
casi
cuidado!
calor (hace c.)
detrás
quemar
quemar
por fin
apenas
pasar
pasar
difícil, es d.
enfermo
doler (me duele)
duro
jabón
querer, amar
lloviznar
rico
agradable
rico
dulce
significa
soso
ver
notar
añorar
interesante, digno d
mostrar, hacer ver
sí
dejar
buscar
escuchar, oir
entender, escuchar,
invitar (llamar)
llamar
delante
lleno
caro
pagar
sano
claro
claro
daß
und
damit
gehen
fahren
weggehen
folgen
spielen, schießen
probieren
geboren werden
warten, erwarten
erwarten
wiederholen (nochmal
rechtzeitig, pünktli
reicht, es
selbst
wegen
schreiben, einritzen
sauer
beinahe
fast, beinahe
Vorsicht!
heiß, warm
dahinter
verbrennen, anzünden
anzünden, abbrennen
endlich
kaum, mit Mühe
vorbeigehen
weitergehen
schwierig, es ist
krank
wehtun (mir tut weh)
hart
Seife
lieben
nieseln
wohlschmeckend
angenehm
lecker
süß
bedeuten (es bedeute
geschmacklos, fade
sehen
bemerken
ersehnen
interessant, sehensw
zeigen
ja
lassen, verlassen
suchen
hören, verstehen
verstehen, hören,
einladen (rufen)
rufen
davor
voll
teuer
bezahlen
gesund
klar
hell
hesape
hese
heta ára rire
heta, eta
hetaitéramo
hetû
hetû
hi'a
hi'ã
hi'ãnte chéve
hi'ári
hi'ári
hi'upy
hi'upy
hory
hory
hovasa
hovy
hovy
hovyû
hû
hu'u
hu'û
hupi
hupity
hyepýpe
hykue
hypýi
ichupe
igústo
ikatu
ikatu
ilaja porã
iñepyrûme
ipýpe
ipahá(gue)
ipahápe
iporã chéve
iporãma
iporãma
iporãmante
irû
irundy
ita
itakua
ja
ja
ja
jagua
jaguarete
jahe'o
jahu
jahuha
jajái
jakare
jakuaruha
japepo
japepo
japi
japi
japo
japo tembi'u
alumbrar
por él
mucho tiempo (despué
muchos
sumo (a lo)
besar
oler
fruta, da
parece
ojalá
encima
además
comida, comestible
alimento
feliz
divertido, alegre
bendecir
verde
azul
verde oscuro
negro
tos
blando
levantar
alcanzar
dentro
mojado
rociar
él, lo, a él
gusto (tiene)
posible (es)
posible (es)
simpático, de buen c
principio (al)
dentro
último
finalmente
gustar (me gusta)
suficiente (es)
basta
bastante
colega, compañero
cuatro
piedra
cueva
caber
pegarse
caber
perro
jaguar, tigre
llorar
bañarse
baño
resplander
caimán, cocodrilo
letrina
olla
cazuela, olla
disparar
marcharse, rumbear
hacer
cocinar
leuchten, hell sein
wegen ihm
langer Zeit (nach)
viel(e)
höchstens
küssen
riechen
Früchte, trägt
scheinen (es scheint
hoffentlich
obendrauf, obendrein
außerdem
Essen, eßbar
Lebensmittel
glücklich
lustig
segnen
grün
blau
dunkelgrün
schwarz
husten
weich
heben
erreichen
darin
naß
befeuchten, tauen
ihn, ihm
Spaß (macht)
können (es ist mögli
möglich, (es ist mög
sympathisch, guter M
anfangs
drinnen
letzter
endlich, am Ende
gefallen (mir gefäll
genug (es ist)
reicht, es
ziemlich, genug
FreundIn, BegleiterI
vier
Stein
Höhle
hineinpassen
kleben
passen
Hund
Jaguar
weinen, jammern
baden, s.
Toilette, Bad
leuchten, hell schei
Krokodil, Kaiman
Toilette
Kochtopf
Topf, Kochtopf
schießen
loslaufen
machen
kochen, Essen zubere
japu
japu
japysaka
jarýi
jára
jára
jasy
jasy
jave
javorái
javy
javy
je'oi
jeheka
jehu
jehu
jei
jejavy
jejavy
jejoko
jejoko
jejuhu
jeko
jekuaa
jepe
jepe
jepe
jepe'a
jepe'e
jepi
jepohéi
jepoka
jepokuaa
jeporu
jepy'apy
jepy'apy
jere
jere
jerere
jeroky
jerokyha
jerovia
jerovia
jeroviaha
jerure
jetapa
jetavy'o
jety
jevý(ma)
jevy
jevy, jey
jevy, jey
jey'u(rã)
joa(ju)
jogapo
jogua
jogua
jogua
joguapy
johéi
jojói
jojói
mentira
mentir
escuchar bien
abuela
dueño
dueño
luna
mes
durante, cuando
maleza
equivocarse
perderse
acudir, concorrer
dedicarse
suceder
suceder
separarse
perderse
equivocarse
contenerse
agarrarse
encontrarse
se dice (rumor)
conocerse, ser conoc
a pesar de, aunque,
incluso
pero
leña
calentarse
frecuentemente
lavarse las manos
torcido
acostumbrarse
utilizar
preocuparse
sufrir
contorno, vuelta
girarse
alrededor de
bailar
baile
confiar (en)
fe
documento, papeles
pedir
tijera
aprender
boniato, batata dulc
otra vez
volver a
de vuelta
otra vez
bebida
juntamente, juntos
construir(se la casa
comprar
parecerse
parecerse
bulto
lavar
hipo (tener)
hartarse
Lüge, Lügner
lügen
zuhören (jm)
Großmutter
Herr
Eigentümer
Mond
Monat
während, wenn
Gestrüpp, Busch
irren, verirren, s.
verirren, s.
zusammen-, herbeilau
widmen, s.
passieren, geschehen
geschehen
trennen, s.
verirren, s.
verirren, s.
beherrschen, s.
festhalten, s.
befinden, s.
angeblich, man sagt
bekannt sein
trotz, obwohl
sogar, obwohl
aber
Brennholz
wärmen, s.
öfters
Hände waschen, s. di
krumm
gewöhnen, s.
nützen
besorgt sein
leiden
Umgebung
drehen, s.
um ... herum
tanzen
Tanz, Fest
vertrauen (auf)
Glaube
Dokument, Beglaubigu
bitten
Schere
lernen, sich bilden
Süßkartoffel, Batate
nochmals
zurück(-geben, -fahr
zurück
wieder
Getränk
zusammen
bauen (s. ein Haus)
kaufen
ähneln, s.
gleichen
Gepäckstück
waschen
Schluckauf haben
satt werden, sein
jojuhu
joka
joko
jokoha
jokuaa
jokuái
jopara
jopara
jopara
jope
jopi
jopói
jopy
jopy
joso
jovái
ju (3. Pers: ou)
ju'i
juavy
juayhu
juhu
juhu
juka
juky
juky
jukyry
jukysy
jupi
jupi
jupi
juru
juru
jurujái
jurumi
juruvy
jyva
kã
ka'a
ka'a
ka'a
ka'aguy
ka'aguy
ka'aru
ka'avo
ka'ay
ka'ê
ka'i
ka'u
ka'ygua
kachiãi
kái
kaigue
kaigue
kakaha
kakuaa
kakuaa
káma
kambuchi
kamby
kambyrypy'a
kamísa
kane'õ
encontrarse (mutuame
romper
sujetar, atajar
obstáculo
conocerse (mutuament
emplear
mezcla de guarani-es
mezcla
mezclado
calentar
picar
regalo
apretar
apretar
moler, pisar
enfrentarse
venir
rana
diferenciarse
amor mutuo
encontrar
encontrar
matar
sal
simpático
salmuera
caldo
subir
subir
subir
abierto
boca
admirarse
oso hormiguero
medio abierto
brazo
seco
hierba mate
monte
hierba, planta
monte, bosque
bosque
tarde
hierbas, verdura
mate
asado
mono
borracho
mate (recipiente)
indisciplinado, info
quemarse
sin ganas (estar), n
aburrirse
letrina
adulto
crecer
pecho (de la mujer)
cántaro
leche
cuajado
camisa
cansancio, cansado
treffen, s.
zerbrechen, kaputtge
festhalten
Hindernis
kennenlernen (einand
anstellen, verwenden
Mischsprache Guarani
Mischung
gemischt
wärmen
stechen
Geschenk
drücken
pressen
zerstampfen, zerstoß
widersetzen, s.
kommen
Frosch
unterscheiden, s.
Nächstenliebe
treffen, finden
finden
töten
Salz
sympathisch, nett
Salzlake
Brühe
steigen, hochgehen
einsteigen, aufsteig
hochgehen
offen, Öffnung
Mund
wundern, s.
Ameisenbär
halbgeöffnet
Arm
trocken
Mate
Busch
Kraut, Pflanze
Urwald
Wald
Nachmittag (15-18)
Kräuter, Gemüse
Mate-Tee
gebraten, Braten
Affe
betrunken sein
Matebehälter
frech, undisziplinie
verbrennen
lustlos sein, keine
langweilen, s.
Toilette
erwachsen
wachsen
Brust (der Frau)
Krug
Milch
Quark (Art)
Hemd
müde
kangue
kangy
kangy
kañy
kañy
kapi'i
kapi'y
kapilla
kapiÿva
karaguata
karai
karai ñe'ê
karame§ua
karame§ua
karape
karia'y
karu
karu
karugua
karumbe
karumbe
kasõ
káso
katu
katupyry
katupyry
káva
kavaju
kavara
kavure'i
kavure'i
kay'u
ke
ke
ke
keha
kéra
kerana
kesu
kirirî
ko
ko
ko
ko árape
ko rei
ko'á§a
ko'a§apeve
ko'ápe
ko'árupi
ko'ê
ko'ê
ko'êmbuéramo
ko'êro
ko'êroite
ko'êsoro
kóche
kóga
kóga
kóicha
kóina
kokue
kokue
hueso
débil
deprimido, lánguido
esconder (-se de)
perderse(-le a)
paja
carpincho
ciudad
carpincho
bromeliácea
señor
español, "lengua del
caja
armario
bajo
mozo
comer, comilón
comilón (ser)
ciénaga, estero
tortuga
coche de plaza
pantalón
historia, cuento
sí, pues
inteligente, hábil
inteligente
avispa
caballo
cabra
pájaro de buena suer
atractivo, pájaro de
tomar mate
dormir
entrar
entrar
hotel
sueño
dormilón
queso
callarse
andar/vivir
este
vivir
hoy
estar ocioso
ahora
hasta ahora
aquí
por aquí
amanecer
mañana
pasado mañana
mañana
muy pronto de mañana
romper del alba
coche
huerto
huerta
así
he aquí, toma
chacra
chacra
Knochen
schwach
niedergeschlagen, mu
verstecken, s.
verlorengehen, s. ve
Stroh
Wasserschwein
Stadt
Wasserschwein
Bromelienart ("Diste
Herr
Spanisch, "Herrenspr
Kiste
Schrank
niedrig
jung, junger Mann
essen
viel essen
Sumpf
Schildkröte
Pferdedroschke
Hose
Erzählung, Geschicht
also, halt, doch
intelligent, geschic
schlau, intelligent
Wespe
Pferd
Ziege
Glücksvogel, attrakt
attraktiv
Mate trinken
schlafen
hereinkommen, eintre
hineingehen
Hotel
Schlaf, Traum
Schlafmütze
Käse
schweigen
leben, sich befinden
dieser (hier)
wohnen
heute
nichts tun, müßig ge
jetzt
bis jetzt
hier
hier in der Gegend
aufstehen (früh), de
Morgen
übermorgen
morgen
sehr bald morgen frü
Tagesanbruch, Morgen
Auto
Gemüsegarten
Garten (Gemüse-)
so, auf diese Weise
hier ist, ("voilà")
Acker
Feld
kokuehe
komû
kopi
kora
korapy
kororõ
kotevê
koty
kotyo
kóvante jepe
kove
koygua
ku
kû
ku'asã
ku'e
ku'i
kua
kuã
kuaa
kuaa
kuaa
kuairû
kuarahy
kuarahy'ã
kuarahyreike
kuarahyresê
kuatî
kuatia
kuatia ñe'ê
kuatia ñe'ê
kuave'ê
kuave'ê
kue, ngue
kuehe
kuehe ambue
kuera
kuéra
kuerái
kuimba'e
kumanda
kumby
kuñakarai
kuñataî
kuñataî
kundaha
kunu'û
kunu'û
kupépe
kure
kuri
kuriete
kuru
kururu
kurusu veve
kutu
ky
ky'a
ky'a'o
ky'ÿi
ky'ÿi
kyha
hace unos días
letrina
desmalezar, rozar
corral
corral
rugir
necesitar
habitación, pieza
hacia
por lo menos
vivir
campesino
aquel
lengua
cinturón, faja
moverse
molido
agujero
dedo
saber
conocer
saber
anillo
sol
sombra (del sol)
este
oeste
zorrita, ardilla
papel
libro, carta
libro, carta
ofrecer
ofrecer
exayer
anteayer
sanar
vor einigen Tagen
Toilette
roden
Hof
Hofraum, Terrasse
brüllen, dröhnen
brauchen
Zimmer
nach
wenigstens
leben
Bauer, Mann vom Land
jener
Zunge
Gürtel, Schärpe
bewegen, s.
gemahlen
Loch
Finger
können
kennen, kennenlernen
wissen, können
Ring (Finger-)
Sonne
Schatten (der Sonne)
Osten
Westen
Nasenbär
Papier
Buch, Brief
Brief
schenken
anbieten
ehemalig
gestern
vorgestern
gesund werden
estar harto
hombre, varón
poroto
probar
señora
muchacha
señorita
investigar
mimado
caricias
detrás de
cerdo
satt sein, die Nase
Mann
Bohne
probieren
Frau, Dame
Mädchen, Fräulein
Fräulein
erforschen
verwöhnt
Zärtlichkeiten
hinter
Schwein
tarde (muy)
lepra, sarna
sapo
avión
herir, clavar
llueve
sucio
limpiar
ají
ají
hamaca
spät (zu spät)
Lepra, Krätze
Kröte
Flugzeug
verletzen, stechen
regnen
schmutzig
säubern
Paprika (scharf)
Chili (Paprika)
Hängematte
kyhyje
kyhyje
kyju
kypy'y
kyra
kyra
kyre'ÿ
kyrÿi
kyse
kytî
kyvy
lája
lája
lembu
liga
mýi
ma
ma'ê
ma'ê
ma'ê
maerãpa
mainumby
maiteipa
malisia
mamóguipa?
mamóngotyo?
mamópa?
mamópa?
mamoyguápa?
maña
maña
maña
mandi
mandi'o
mandi'o rapo
mandu'a
mandu'a
mandu'a
manduvi
mandyju
mano
mante
manterei
máramo
marandu
marangatu
marangatu
marave
marave ndoikói
marcha
máva mávapa?
máva mba'épa?
mávapa?
mayma(va)
maymáva
mba'apo
mba'e
mba'e
mba'e
mba'e heta
mba'e rovy
mba'éguipa?
temer
temer
grillo
hermana menor
gordo
grasiento
ganas, tener
tierno, frágil
cuchillo
cortar
hermano (de la mujer
carácter
costumbre, clase
escarabajo
conseguir
moverse
ya
mirar
atender
observar
para qué?
picaflor
saludo
pensar, suponer
de dónde?
hacia dónde?
dónde?
adónde?
de dónde (originario
mirar
mirar
mirar
pues, sólo
mandioca
raiz de mandioca
acordarse
memoria
recuerdo
maní, cacahuete
algodón
morir
solamente
continuamente, siemp
nunca
noticia, mensaje
santa, bendita
estimado
nada
no importa
funcionar
quiénes?
de quién?
quiénes?
todos
todo
trabajar
cosa
propiedad
algo
rico (ser)
verdura
por qué?
fürchten
Angst haben, fürchte
Grille
jüngere Schwester
dick
fett
Lust haben auf
zart, zerbrechlich
Messer
schneiden
Bruder (der Frau)
Charakter
Art, Sitte
Käfer
schaffen (etwas ), e
bewegen, s.
schon
sehen (nach jm/etw)
behandeln (Arzt))
beobachten
warum?
Kolibri
Gruß
glauben, vermuten
woher?
wohin?
wo?
wohin?
woher (stammend)?
betrachten, nachsehe
ansehen
schauen
also, bloß
Maniok
Maniokknolle
erinnern, s.
Erinnerung
Andenken
Erdnuß
Baumwolle
sterben
nur
immer, ständig
niemals
Nachricht
seelig, heilig, lieb
lieb
nichts
macht nichts
funktionieren
wer?
wessen?
wer?
alle
jeder
arbeiten
Sache, etwas
Eigentum
etwas
reich sein
Gemüse
warum?
mba'ehápa?
mba'éichapa?
mba'embyasy
mba'épa?
mba'ére(he)pa?
mba'eve
mba'evete chéve
mba'evete chéve
mbaraka
mbarakaja
mbarete
mbayru
mbayru
mbegue
mberu
mbichy
mbo'e
mbo'ehao
mbo'ehára
mbo'y
mbochyryry
mboguataha
mboguejy
mbohapy
mbohe
mboheha
mbohory
mbohovái
mbohovái
mbohupa
mbohupa
mbói
mboja'o
mbojaru
mbojegua
mbojere
mbojere
mbojoja
mboka
mbokaja
mbokapu
mbopi
mbopu
mborayhu
mborayhuhápe
mborevi
mboriahu
mbota
mbota
mbotavy
mboty
mboty
mboty ... ary
mbou
mbovýpa?
mbovy
mbovyetéramo
mbovyve
mbovyve
mboy'u
mboyve
mboyvytimbo
por qué?
cómo?
triste (estar)
qué?
por qué?
nada
no importa
no me importa
guitarra
gato
fuerte
coche
recipiente
despacio
mosca
tostado
enseñar
escuela
profesor(a)
regar
freír
el que hace caminar
bajar
tres
condimentar
condimiento
alegrar, encantar
desobedecer
contestar
huésped
albergar
serpiente
compartir
burlarse
adornar
dar la vuelta
traducir
igualar
arma (de fuego)
cocotero
tirar (dar fuego)
murciélago
tocar
amor
cariñosamente
tapir
pobre
golpear
warum?
wie?
traurig sein
was?
weshalb?
nichts
macht nichts
egal, ist mir
Gitarre, Maraca
Katze
stark
Wagen
Behälter
langsam
Bremse
geröstet
lehren
Schule
Lehrer(in)
bewässern, überschwe
braten
Führer, Treiber
hinuntertragen
drei
würzen
Gewürz
erfreuen
ungehorsam sein
antworten
Gast
bewirten
Schlange
teilen
lustigmachen, s., ve
schmücken
umdrehen
übersetzen
ähneln
Waffe (Feuer-)
Kokospalme (Art)
schießen
Fledermaus
spielen
Liebe
zärtlich
Tapir
arm
klopfen, schlagen
engañar, atontar
cerrar
cumplir
cumplir años
enviar
cuántos?
pocos
menos (por lo)
gratis
menos
dar de beber
antes
levantar polvo
betrügen, betäuben
schließen
werden (Jahre), voll
Geburtstag haben
schicken
wieviel?
wenige
mindestens
gratis
weniger
tränken, gießen
vor(her)
Staub aufwirbeln
mbujape
mburika
mburukuja
mburuvicha
mburuvicha
Mburuvicha Róga
mbyai
mbyaku
mbyaku
mbyaty
mbyja
mbyky
mbyry'ái
mbytépe
mbytépe
me
me'ê
me'ê
memby
memby
memby'anga
membykuña
meme(te)
ména
menda
menda
mendare
mi
michî
míkro
mimbi
mimby
mimói
mirî
mitã
mitã rerahaha
mitã Tupã arete
mitã'i
mitã'i (okambúva)
mitãkuña
mo'ã
mo'ã
moa§e
moakãrasy
moambue
moherã
mohesakã
moî
moî
moinge
moirû
mokã
mokambu
mokõi
mokunu'û
momaitei
momba
momba'apo
mombáy
mombe'u
mombyry
mombyrygua
pan
mula, mulo
maracuyá
gran jefe
presidente
casa presidencial
estropear
calentar
calentar
reunir
estrella
corto
calor (tengo calor)
entre
dentro de
estar
dar
permitir
hijo
hija
ahijado, ahijada
hija
continuamente
marido
casarse
bodas
casado
un poco
pequeño
micro, colectivo
brillar
flauta
hervido
pequeño
muchacho, joven
niños, el que lleva
navidad
niño
bebé (lactante)
niña
pensar
pensar
acelerar, apresurar
dar dolor de cabeza
cambiar
dudar
explicar, aclarar
poner
poner, meter
meter
acompañar
secar
amamantar
dos
acariciar, mimar
saludar
acabar
hacer trabajar
despertar
narrar
lejos
de lejos, forastero
Brot
Maultier
Passionsfrucht, Mara
Chef, Häuptling
Präsident
Präsidentenpalast
kaputtmachen
aufwärmen
wärmen
versammeln
Stern
kurz
schwitzen (mir ist h
zwischen
mitten in
befinden, s.
geben
erlauben
Sohn
Tochter
Patenkind
Tochter
ständig
Ehemann
heiraten
Hochzeit
verheiratet
ein bißchen
klein
Bus
leuchten
Flöte
gekocht
klein
Junge
ErzieherIn
Weihnachten
Kind
Baby (das gestillt w
Mädchen
denken
meinen
beschleunigen, beeil
Kopfweh machen
verändern
zweifeln
erklären
legen, stellen
stellen
hineintun
begleiten
trocknen
stillen
zwei
liebkosen, verwöhnen
grüßen
beenden
arbeiten lassen
aufwecken
erzählen
weit entfernt
von weither
momorã
mondýi
monda
mondaha
monde
mondo
moñe'ê
moñenoña
mongaru
mongaru
monguera
mongy'a
mono'õ
moõpa?
mopane
mopotî
morotî
mosaingo
muã
myakÿ
myaña
myasãi
myatã
myatyrõ
myendy
mymba
mymbakuéra
n([d]a) ... -i(ri)
ña
ña'embe
nahániri
ñaimo'ã
ñakyrã
nambi
ñana
ñana
ñaña
Ñandejára
nandi
nandi
ñandu
ñandu
ñandu
ñandu guasu
ñanduti
ñandy
ñangareko
ñangareko
ñani
ñañu(v)ã
ñapy'û
ñapytî
narã
ñarõ
ñasaindy
ñati'û
ñati'û jokoha
nd(a) ... -véima
ndahasýi
ndahasýi
ndahepýi
ndaikatúi
admirar
asustar
robar
ladrón
vestir
mandar, enviar
leer
criar
alimentar
alimentar
curar
ensuciar
cosechar
dónde?
desilusionar
limpiar
blanco
colgar
luciérnaga
mojar
empujar
extender, publicar
estirar
arreglar, componer
encender
animal doméstico
ganado
no
señora, doña
plato
no
igual, parecido
cigala
oreja
hierba no medicinal
letrina
malo
Dios (Nuestro Señor)
descubierto
vacío
araña
visitar
sentir
ñandu
telaraña (encaje art
grasa
cuidar
cuidar
correr
abrazar
sartén
atar
naranja
salvaje, bravo
luz de la luna
mosquito
mosquitero
ya no ... más
sencillo (no es difí
sencillo (no es difí
barato (no es caro)
imposible (es)
bewundern
erschrecken, s.
stehlen
Dieb
anziehen
schicken
lesen
züchten
ernähren
füttern
heilen
beschmutzen
ernten
wo?
enttäuschen
säubern, putzen,wasc
weiß
aufhängen
Glühwürmchen
naß machen
drücken, schieben
ausbreiten, bekanntm
ziehen
reparieren
anzünden
Tier, Haustier
Vieh
nicht
Frau
Teller
nein
gleich, ähnlich
Zikade
Ohr(muschel)
Kräuter
Toilette
Übel, das Böse
Gott
bloß, nackt, leer
leer
Spinne
besuchen
fühlen
Straußenvogel
Spinnweben (Klöppelw
Fett
kümmern, s. (um)
aufpassen (auf)
laufen
umarmen
Pfanne (Brat-)
festbinden
Orange
wild
Mondschein
Stechmücke, Moskito
Moskitonetz
nicht mehr
einfach (ist nicht s
leicht (ist nicht sc
billig (nicht teuer)
unmöglich (es ist)
ndaipóri
ndaje
ndikatúi
ndive, ndie, ndi
ñe'ê
ñe'ê
ñe'ê
ñe'ême'ê
ñe'enga
ne'îra
ne'îra gueteri
ñeha'ã
ñehê
ñehendyvapo
néi
néi
néi
néike!
ñekuave'ê
ñekytî
ñembo'e
ñembo'e
ñembo'euka
ñembohory
ñemboi
ñemboja
ñembojaruhápe
ñemboki
ñembosako'i
ñembosarái
ñembyahýi
ñembyai
ñembyasy
ñembyaty
ñemi
ñemiháme
ñemitÿ
ñemoî
ñemonde
ñemongeta
ñemu
ñemuha
ñemuha
ñemuha
ñemuha ñemi
ñeñandu
ñeno
ñepyrû
nga'u
ngotyo
ngotyo
nohê
nohê ta'anga
ñongatu
ñonte
ñopu
ñorairõ
ñorairõ
ñorairõ
ñoty
ñoty
ñoty
no hay
se dice
no es posible
con
idioma, lengua
palabra
hablar
prometer
refrán, proverbio
todavía
todavía no
esforzarse
derramarse
afeitarse
vai (vs.tove)
permitir, consentir
consentir
vamos!
ofrecerse
cortarse
rezar
aprender, hacerse en
aprender (hacerse en
burlarse
desnudarse
arrimarse
en broma
enamorarse
prepararse
jugar
hambre, tener hambre
estropearse
sentir, lamentar
reunirse
esconderse
escondido, a escondi
sembrar
ponerse
vestirse
conversar
vender
vendedor
negocio
tienda
contrabandista
sentirse
acostarse
comenzar
espero que, ojalá
dirección (en .. de)
hacia
sacar
sacar fotos
guardar
solo
herirse
guerra
guerrear, luchar
pelearse
sembrar
enterrar
cultivar
es gibt nicht
angeblich, man sagt
es geht nicht, unmög
mit
Sprache
Wort
sprechen
versprechen, s. Wort
Sprichwort
noch
noch nicht
versuchen, s. anstre
überlaufen
rasieren, s.
gerne
erlauben, zustimmen
einverstanden sein
los!, auf!
anbieten, s.
schneiden, s.
beten
lernen
lernen (s. belehren
lustigmachen, s., ve
ausziehen, s.
hängen an, sich halt
Spaß, im
verlieben, s.
vorbereiten, s.
spielen
Hunger (haben)
kaputtgehen
bedauern
versammeln, s.
verstecken, s.
heimlich, verborgen
säen, pflanzen
beginnen, s. daran m
anziehen, s.
unterhalten, s.
verkaufen
Verkäufer
Geschäft
Laden
Schmuggler
fühlen, s.
schlafen gehen, s. h
anfangen
hoffen (hoffentlich)
Richtung (in)
nach
herausholen, -ziehen
fotografieren
aufbewahren, bewache
allein
verletzen
Krieg
kämpfen
streiten
säen
begraben
anbauen
nte
ñu
ñuã
ñuhã
núne
nupã
ñurumi
ñyrõ
ñyrõ
o§uahe (che) pópe
óga
óga
oî
oî
oî porã
oîma
oimehápe
oimeraêva
oimeraêva
oka
okápe
okára
okaraygua
okê
oñemboty
opa rire
opaite
opáma
opárupi
osoro
ovecha
ovetã
pýpe
pýra
pa
pa
pa
pa
pa'ã
pa'ã
pa'i
pa'irã
pa'û
paha
paha
paje
pakova
panambi
pane
papa
para
paraguái
Paraguay
páy
pe
pe
pe
pe
pê
pe'a
pe'a
pe'a
sólo
campo
tapar, abrigar
trampa
tal vez
castigar, pegar
oso hormiguero
perdonar
perdonar
recibir
casa
casa
hay
hay
está bien
listo (está)
dondequiera
cualquiera
cualquier(a)
fuera
fuera
campo
campesino, forastero
puerta
cerrado (está)
después de todo, al
todos
acabó ya (se)
por todas partes
roto (está)
oveja
ventana
dentro de
crudo
todo
acabarse
totalmente
acabarse
obstrucción, atascad
depender
sacerdote
seminarista (futuro
intersticio, espacio
final, último
fin
encanto, magia
banana
mariposa
mala suerte (tener)
contar (números)
agua grande, mar
paraguayo, Paraguay
Asunción
despertar
en
ese
ancho
ese
romperse (en)
abrir
quitar
quitar
nur
Feld
bedecken
Falle
vielleicht
schlagen, bestrafen
Ameisenbär
verzeihen
entschuldigen
bekommen, erhalten
Haus
Wohnung
es gibt
gibt, es
O.K.
fertig (es ist)
wo auch immer
jeder beliebige
irgendein
draußen
draußen
Land, Provinz (<>Sta
Bauer, Mann vom Land
Tür, Eingang
geschlossen (es ist)
schließlich, am Ende
alle
zuende (ist)
überall
kaputt (ist)
Schaf
Fenster
im Innern von
roh
ganz, alles
aufhören, enden, fer
völlig, ganz, alles
zuende gehen
Verstopfung, verstop
abhängen
Pfarrer, Priester
Priesteramtskandidat
Zwischenraum
Schluß, Ende
Ende
Zauber, Magie
Banane
Schmetterling
Pech haben
zählen
Meer, großes Wasser
paraguayisch, Paragu
Asunción
aufwachen
in, auf, an
diese(r)
breit
das da
zerbrechen
öffnen
wegnehmen
entfernen
pehengue
pehengue
péicha
péina ápe
pepo
pererî
peteî
peteîha
peteînte
petÿ
petÿndy
péva
peve/meve
pi
piári
piko
pila'i
pinda
pindo
pióla
pira
pirãi
pirakutu
pirapire
pire
pire
pire'o
pirevai
piru
pita
po
po
po guýpe
po'a
po'i
po'i
po'i
po'i
po'o
pochy
pochy
pohýi
pohýi
pohã
pohãno
pohãnohára
pohe
poi
poko
pombéro
porã
porã
porãiterei
porãmínte
porandu
poravo
pore'ÿ
poreno
poreno
poriahu
poroapo
porombo'e
pedazo, fragmento
parte, pedazo
así
he aquí
ala
delgado
uno
primero
único
tabaco
tabacal
ése
hasta
escampar
en busca de
Stück (Bruch-)
Teil
so, auf diese Weise
hier ist ("voilà")
Flügel
schlank
ein(e)
erster
einzig
Tabak
Tabakpflanzung
diese(r)
bis
aufklaren, aufhören
auf der Suche nach
cansado
anzuelo
palmera
cuerda
pez, pescado
piraña
pescar
dinero, escamas de p
piel, cáscara
cáscara
descascarar
malhumorado
flaco
fumar
saltar
mano
en poder de
suerte (tener)
estrecho
fino
estrecho
fino
arrancar
enojo
enojarse
pesado, grave
pesado
remedio
curar
médico, doctor
hábil
soltar
tocar
espíritu de la noche
bueno
lindo
excelente
bastante bien
preguntar
escoger
ausente
fornicar, hacer el s
fornicar, hacer el s
pobre
apreciar, valorar
enseñar
müde, fix und fertig
Angelhaken
Palmenart
Saite
Fisch
Piranha
angeln
Geld
Haut, Schale
Schale
schälen
schlecht gelaunt
dünn
rauchen
springen
Hand
in der Macht von
Glück haben
schmal
dünn
eng
fein. dünn
herausreißen
Kummer, Zorn
ärgern, s.
schwer, ernst
lästig, schwer
Heilmittel
heilen
Arzt, Heilpraktiker
geschickt
loslassen
berühren
Nachtgeist
gut
schön
ausgezeichnet
ziemlich gut
fragen
auswählen
abwesend
bumsen
Geschlechtsverkehr h
arm
schätzen, bewerten
unterrichten
pororo
poru
poruka
pota
pota
pota
potave
potave
potî
poty
poyvi
pu
pu'ã
puka
pukavy
puku
pukukuévo
pupu
purahéi
purahéi
py
py nandi
py'a
py'a
py'a
py'a mirî
py'a rasy
py'aguapy
py'aguasu
py'akue
py'amirî
py'apy
py'apy
py'arasy
py'aro
py'ÿi
pya'e
pya'e porã
pyahu
pyapy
pyhare
pyhareve
pyhy
pyhy
pyhy
pypore
pyrague
pyrû
pyrû
pysã
pysã
pysyrýi
pyta
pyta
pyta
pyta
pyta
pytã
pytagua
pytangy
pyte
pyti'a
chisporrotear
usar
prestar (dar prestad
querer
knistern
benutzen
ausleihen (jm)
wollen
desear
querer más
preferir
limpio
flor
hilo recio de algodó
sonido
levantarse
reírse
sonreir, reir a medi
largo
a lo largo de
hervir
canción
cantar
pie
descalzo
corazón, entraña
corazón, entraña
corazón, entraña
temeroso
hambrecito (tener h.
tranquilizarse, esta
valiente
hígado, tripas
cobarde
afligir
pena, quebranto
dolor de estómago
odio
frecuentemente, a me
rápidamente, aprisa
rápidamente
nuevo
muñeca
noche
mañana
coger, fornicar
tomar, coger
tomar, coger
huella
espía
aventajar
pisar
dedo del pie
dedo del pie
resbalar
quedar
talón
pararse
detenerse
quedar
rojo
forastero
color rosa
chupar
pecho
wünschen
mehr wollen
bevorzugen
sauber
Blüte
Baumwollgarn (kräfti
Klang, Musik
aufstehen
lachen
lächeln
lang
entlang, längs, lang
kochen, sieden
Lied
singen
Fuß
barfuß
Eingeweide, Herz
Herz, Gemüt
Seele
ängstlich
Appetit haben
ruhig sein, s. beruh
tapfer
Innereien, Leber
feige
Sorgen machen
Sorgen
Bauchweh
Haß
oft
schnell
schnell
neu
Handgelenk
Nacht
Morgen, morgens (7-1
bumsen
fassen, nehmen
nehmen
Spur
Spitzel
übertreffen
treten, betreten
Fußzehe
Zeh
ausrutschen
bleiben
Ferse
anhalten
stehenbleiben
verabreden, s.
rot
Ausländer
rosafarben
saugen
Brust
pytû
pytu'u
pytu'u
pytumby
pytyvõ
pytyvõhára
rã
ra§e
ra§e (a)hávo
ra'e
radio so'o
raha
raha
raka'e
rambosa
ramo
ramo
rangue
rapykuéri
rasa
rasê
rehe
rei
rei
reínteko
rekaka pa'ã
rekakahýi
rekávo
reko
remby
rendápe
rendápe
renondépe
resarái
rire
ro
ro'y
ro'y
ro'ysã
roguerohory
rohory
rohory
rojy
ropehýi
ropurahéi
rovái
rovia
ru
ru'anga
rupi
rupi
rupi
ruru
ruruka
ry
ry§uatã
ry'ai
ryakuã
rye
rye guasu
ryguasu
ryguasu rupi'a
oscuro
descansar
descansar
anochecer
ayudar
ayudante
futuro
prisa (tener)
apurarse
dunkel
ausruhen, s.
erholen, s.
abend (19-20)
helfen
Helfer, Assistent
zukünftig
eilig haben (es)
beeilen, s.
llevar
llevar
Buschtrommel
mitnehmen, tragen
tragen
desayunar
acabar de, recién
cuando, si
en lugar de
detrás de
extremamente
llorar
por
en vano
de balde
de balde no más
estreñimiento (tener
defecar, sentir gana
en busca de
tener
sobrar
al lado de
a, hacia
delante de
olvidarse de
después
amargo
frío
frío (tener)
fresco
felicitación! (te fe
apreciar
felicitar
bajar
tener sueño
cantar (a uno)
enfrente de
creer
traer
padrino
por
alrededor de, por
por
hinchado
hacer traer
líquido
satisfecho, harto (e
sudar
oler bien
diarrea (tener)
embarazada (estar)
gallina
huevo (de gallina)
frühstücken
gerade eben
wenn
anstatt
hinter
sehr, extrem
weinen
wegen, an, mit
vergeblich, umsonst
umsonst
einfach so
Verstopfung haben
scheißen müsse
auf der Suche nach
haben
übrigbleiben
bei
zu (Richtung)
vor
vergessen
nach
bitter
Kälte, kalt
frieren
kühl, frisch
Glückwunsch! (ich be
schätzen
beglückwünschen
herunterholen
müde (schläfrig) sei
besingen
gegenüber
glauben
bringen
Pate
durch
ungefähr
wegen
geschwollen
herbeischaffen
Flüssigkeit
satt sein
schwitzen
duften
Durchfall haben
schwanger sein
Huhn
Ei (Hühnerei)
sa'i
sa'yju
saingo
sambyhy
sambyhy
sapatu
sapukái
sapy'a py'a
sapy'a py'aite
sapy'a(itépe)
sapy'a(mi)
sapy'a(nte)
saraki
sarambi
sãso
se
sê
sê
sê
sevo'i
sevói
so
so'o
soka
soro
soro
su'u
sunu
sy
sy'anga
sÿi
syry
syva
ta'ýra/ra'y/ita'ýra
ta'anga
ta'anga
ta'ÿi
ta'ÿi
taguato
taguato resay
tahýi
tahachi
tái
tãi
taita
taita guasu
tajýra/rajy/itajýra
tajy
takã
tako
taku
takuára
takuare'ê
takykuégotyo
takykuépe
tanimbu
tapýi
tapýi
tape
tape
tape guasu
tapehû
poco
amarillo
colgado (estar)
manejar, conducir
conducir
zapato
gritar
de vez en cuando
raras veces
súbitamente, de repe
ratito, un momento
súbitamente, de repe
vivaracho
desorden(ado)
libre
querer
salir
salir
salir
lombriz
cebolla
romperse
carne
palo del mortero
romperse
romperse
morder
tronar
madre
madrina
liso, resbaladizo
fluir
frente
hijo
imagen, foto
foto
semilla, brote
testículos
aguilucho
aguardiente
hormiga
policía (agente)
picante
diente
papá
abuelo
hija
lapacho (árbol nacio
ramo
vulva
calor
caña
caña dulce
atrás (hacia)
atrasado
ceniza
rancho
rancho
camino
carretera
carretera
carretera (asfaltada
wenig
gelb
hängen
fahren (lenken)
lenken
Schuh
schreien
manchmal, ab und zu
selten
plötzlich
Moment, einen
plötzlich
munter, springlebend
Unordnung, unordentl
frei
wollen
hinausgehen
ausgehen
herauskommen
Raupe, Wurm, Larve
Zwiebel
zerbrechen, reißen,
Fleisch
Mörser (Stößel)
zerbrechen, zerreiße
brechen, kaputtgehen
beißen
donnern
Mutter
Patin
glatt
fließen
Stirn
Sohn
Bild
Foto
Samen, Ableger
Hoden, Sperma
Raubvogel (Art Habic
Schnaps
Ameise
Polizist
scharf
Zahn
Vater
Großvater
Tochter
Lapacho-Baum
Zweig
Scheide
Hitze
Rohr, "Bambus"
Zuckerrohr
rückwärts
verspätet
Asche
Bauernhaus, Hütte
Hütte
Weg
Straße
Landstraße
Teerstraße
tapi'a
tapia(ite)
tapicha
tapiti
tapo
tapykue
tapykuéri
tapypi
tarave
tarova
tasê
taso
tasy
tasy
tata
tataindy
tatakua
tatapÿi
tatarendy
tatatî
tatatína
tataypy
tatî
tatu
táva
táva
tavy
tavy
tavy
techapyrã
teindy
teju
tekaka
teko
teko
tekotevê
tekotevê
tekotevê
tekove
tembe
tembe'y
tembi'u
tembiapo
tembiasakue
tembiporu
tembiporu
tembireko
tembo
temiarirõ
temimbo'e
tenda
tenda
tendy
tendy
tendyva
tenonde
tenondépe
tenonderã
tenonderã
tepoti
tepy
tepy
pene, testículos
frecuentemente (siem
prójimo, gente
liebre
raiz
parte posterior
detrás de
vulva
cucaracha
enloquecer
llanto, lloroso
gusano
enfermedad, enfermo
dolor
fuego
vela
horno
brasa
llamas
humo
niebla
cocina, hogar
espina
armadillo
pueblo
ciudad
ignorancia
ignorante, tonto
loco
ejemplo (por)
hermana (hombre)
lagarto
excremento
costumbre
naturaleza, modo de
necesidad
tener que (es necesa
importante (necesida
vida, persona
labio
orilla, frontera
comida
trabajo
historia
utensilio
cubierto
esposa
pene
nieto
alumno
lugar
montado
saliva
luz
barba
delante de
adelante
primero, ante todo
especialmente, ante
excremento
precio, valor
valor
Penis, Hoden
immer, ständig
Nächster, Nachbar, M
Hase
Wurzel
hinterer Teil
hinter
Scheide
Kakerlak
verückt werden
Weinen, weinerlich
Wurm
Krankheit
Schmerzen
Feuer
Kerze
Ofen
Glut, Grill
Flammen
Rauch (vom Feuer)
Nebel, Dunst
Küche, Feuerstelle
Dorn, Stachel
Gürteltier
Dorf
Stadt
Dummheit
dumm
verrückt
Beispiel (zum)
Schwester
Echse
Scheiße, Exkrement
Kultur, Brauch, Gewo
Art und Weise zu sei
Notwendigkeit, Bedar
müssen (es ist nötig
wichtig (Notwendigke
Leben, Person, Exist
Lippe
Ufer, Grenze
Essen, Speise
Arbeit
Geschichte
Werkzeug
Besteck
Ehefrau
Penis
Enkel
Schüler
Ort
Reitpferd
Spucke
Licht, Flamme
Bart
vor
vorne
zuerst
besonders, vor allem
Mist, Exkrement
Preis, Wert
Wert
téra
téra
térã
téra joa(py)
tere§uahe porãite
terere
tesa
tesãi
tesay
tetã
tete
tetekue
tetyma
tevi
tî
tî
tie'ÿ
timbo
togue
topa
tory
tova
tovasy
tove
tove
tû
tu'ã
tugua
tuguái
tuguái
tuguy
tuguysê
tuicha, tuvicha
tuja
tuju
tuku
tumby
tupa
tupao
Tupasÿ
tupi'a
túva/ru/itúva
tuvicha
tuvy
ty
ty
ty
ty'ai
tyahýi
tyapu
tyapu
tye
tyeguy
tyke
tyke'y
tykua
tykue(re)
tyky
tymba
tymba
typei
typycha
nombre
nombre
o
apellido
bienvenido
mate frío
ojo
salud
lágrima
patria, país
cuerpo
cadáver
pierna
culo
tener verguenza
nariz
escandaloso
humo, cigarro
hoja
encontrar
felicidad
cara
tristeza
no, deja
si, que sea así
pique, nigua
cima
fondo
cola
apéndice
sangre
regla, menstruación
grande
viejo
barro
langosta
asentaderas
cama, lecho
iglesia
Virgen (la)
huevo
padre
jefe
tío
echar
acumulación de ("-al
tirar
sudor
orinar (tener ganas
ruido
ruido
vientre
bajo vientre
hermana mayor (mujer
hermano mayor
cebar (mate)
zumo, jugo
gotear
animal doméstico
animal doméstico
barrer
escoba
Name
Vorname
oder
Nachname
willkommen!
Mate (kalt)
Auge
Gesundheit
Träne
Land, Vaterland, Hei
Körper
Leichnam
Bein
Hintern
schämen, s.
Nase
skandalös, obszön
Rauch(tabak)
Blatt
treffen (auf)
Glück
Gesicht
Traurigkeit
nein
ja gerne
Floh, Sandfloh
Gipfel, höchste Stel
Tiefe
Schwanz
Anhang
Blut
Menstruation
groß
alt
Lehm, Ton
Heuschrecke
Gesäß
Bett
Kirche
Jungfrau Maria
Ei
Vater
Chef, Häuptling
Onkel
werfen
Ansammlung von
wegwerfen
Schweiß
urinieren müssen
Lärm
Geräusch
Bauch
Unterleib
ältere Schwester
älterer Bruder
Mate zubereiten
Saft
tropfen
Haustier
Tier, Haustier
kehren
Besen
tyre'ÿ
tyvýra
tyvy
tyvyta
u (ha'u/re'u/ho'u)
u (ha'u/re'u/ho'u)
upéi
upéicha
upéicharamo
upépe
upépe
upéramo
upy
výro
va
vai
vai
váicha chéve
vakapi
vakapi(re)
vale
vare'a
ve
vende
vera
vera
veve
vevúi
vo
vo
voi
voi(ete)
vokói
vosa
vove
vy
vy'a
vy'a
vy'a
vy'a'ÿ
y
ÿ
y'aha
y'u (hay'u/rey'u/hoy
y'uhéi
yga rupa
ygára
yke
ykére
ykua
yma
ynambu
ypýpe
ypa
ype
ypy
ypy
ypykuéra
ÿrehe
yryvu
ysyry
ysyry
huérfano
hermano menor
hermano menor
ceja
comer
beber
después, luego
así
si es así, entonces
allí
allí
en aquel tiempo
comestible
tonto
mudarse, cambiar de
feo
malo
parece (me parece)
fútbol
piel (de vaca)
valer
hambre, tener
más
vender
brillar
relampaguear
volar
ligero
al, para, en
cuando
temprano
temprano
luego
bolsa
encuanto
medio
alegrarse
divertirse
contento (estar)
malestar
agua
sin
salto de agua
beber (agua)
tener sed
puerto
canoa, "barco"
lado
al lado de
pozo
hace tiempo (que)
perdiz
junto
lago
pato
comienzo
origen
antepasados
sin
cuervo
arroyo
río
verwaist
kleiner Bruder
kleiner Bruder
Augenbraue
essen
trinken
dann, danach
so, auf diese Weise
dann, also
dort
da
damals
eßbar
doof
umziehen, weggehen
häßlich, schlecht
schlecht
scheint (mir scheint
Fußball
Leder
stark sein, (etwas)
Hunger haben
mehr, noch
verkaufen
leuchten
blitzen
fliegen
leicht (Gewicht), an
bei, daß, als
wenn
bald, früh
früh
gleich, sofort
Tasche
sobald
halb
freuen, s.
vergnügen, s.
zufrieden sein
Unwohlsein (seelisch
Wasser
ohne
Wasserfall
trinken (Wasser)
Durst haben
Hafen
Boot, Kanu
Seite
neben
Brunnen, Wasserloch
früher
Rebhuhn
nahe bei, neben
See
Ente
Anfang
Ursprung, Herkunft
Vorfahren
ohne
Geier
Bach, Fluß
Fluß
yta
yta (ha'yta/re'yta/h
yvýpe
yvýrupi
yva
yva
yvága
yvate
yvate
yvoty
yvu
yvy
yvy
yvy
yvy
yvy
yvyku'i
yvypóra
yvypóra
yvyra
yvyra
yvyraty
yvytimbo
yvytu
yvytu
yvyty
saber nadar
nadar
abajo
pie, a (por tierra)
fruta
fruta
cielo
alto
norte
flor
manantial
tierra
suelo
sur
mundo, tierra
tierra, suelo
arena
hombre
gente
madera
árbol
planta
polvo
viento
aire
cerro
© Wolf Lustig, Universität Mainz 1995
schwimmen können
schwimmen
unten
Fuß, zu
Frucht, Obst
Obst
Himmel
hoch
Norden
Blume
Quelle
Erde
Boden
Süden
Welt, Erde
Land, Erde, Boden
Sand
Mensch
Leute
Holz
Baum
Pflanze
Staub
Wind
Luft
Berg, Hügel
Diccionario Traductor Guaraní - Español
Online
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Lengua Tupí - Guaraní
Diccionario Guaraní - Español
Guaraní
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a (ha'a/re'a/ho'a...
aguara
águi
águio
aguyje
ahániri
ahoja
ahy'o
ahy'o
aichejáranga
aquí, lugar
sombra, alma
caer
zorro
de aquí
de aquí para allá
gracias
no
frazada
garganta
voz (para cantar)
pobrecito!, ay!
1/110
Fuente: Breve Diccionario Guaraní - Español
© Wolf Lustig, Universität Mainz 1995
A la llegada de los portugueses hacia el año 1500 la costa brasilera estaba habitada por hablantes
tupí-guaraní.
La parte sur que llegaba hasta el oeste del río Paraguay estaba ocupada por los guaraníes cuya
lengua era el guaraní. El Tupí se hablaba en lo que hoy es el estado de San Pablo. Desde la
desembocadura del Amazonas hasta Río de Janeiro la lengua era el tupinambá, el tupí clásico. Las
tres estaban estrechamente relacionadas, eran las más importantes de la rama. El término tupíguaraní con el que se la denomina fue usada inicialmente por Alfred Métraux.
Las otras lenguas de la familia tupí guaraní, la más extensa del amplio tronco Tupí estaban
distribuidas en el interior de las tierras bajas sudamericanas.
El dilatado territorio sobre el que esta lengua tuvo ingerencia, tal vez pueda explicarse en las
creencias religiosas del pueblo tupí-guaraní y la permanente búsqueda de una tierra prometida, la
"tierra sin mal".
A. Rodrigues, lingüista brasilero presentó en 1958 en ocasión del 32º Congreso Internacional de
Americanistas, la primera clasificación basada en datos lingüísticos, en lugar de geográficos o
étnicos. (Ver cuadro abajo)
José de Anchieta
(misionero jesuita, español, 1534
- 1597). Beatificado por el Papa
Juan Pablo II en 1980.
Realizó la primera documentación de la
lengua "la más usada a lo largo de la costa
de Brasil".
Alfred Métraux
(antropólogo, suizo, 1902 1963).
Asignó el término tupí-guaraní;
fue el primer antropólogo que usó datos de
las crónicas de los siglos XVI y XVII sobre
tupinambáes y guaraníes. Ver biografía
Aryon Dall’Igna Rodrigues
(lingüista, brasil, 1925)
El tupí se convirtió tras la conquista en el medio de
comunicación entre los nativos y los europeos en la
región amazónica. Hoy podemos hablar de dos
grandes divisiones: Tupí, en Brasil y Guaraní en
Argentina y Paraguay. En este último es lengua
oficial a la par con el español.
Características:
1. Frente a los cinco timbres vocálicos del latín,
Anchieta ya había descrito una sexta vocal muy
cercana a la i: "que em muitos vocabulos se
pronuncia aspero com a garganta, bem se lhe pode
escrever g".
2. Desde el punto de vista tipológico la característica
más esencial y diferenciadora del grupo lingüístico
tupí-guaraní la constituye la casi indistinción entre
nombre y verbo. Existen no pocos nombres
conjugados como verbos al incluir en su
significación léxica los verbos "ser" o "estar".
Ejemplo:
catú "bueno"
xeca "yo soy
tú bueno"
ndec "tu eres
atú bueno"
ycat "él es
ú bueno
3. La línea divisoria entre preposiciones, adverbios y conjunciones no siempre resulta fácil de
encontrar y su división en tres clases de palabras distintas parece producto de una adecuación para
comprenderla desde el punto de vista de la gramática latina.
Clasificó la lengua con datos
estrictamente lingüísticos.
4. Pronombres
che yo
nde tú
ha'3 el
nosotros
ñande
(incluyente) La primera persona del plural ñande
incluye a la persona a quién se habla,
nosotros
en cambio ore la excluye.
ore
(excluyente)
pee vosotros
ha'e kuera ellos
5. Partículas
Las palabras se forman con una raíz y una, dos o más partículas, prefijas y sufijas llamadas
ñe’êpehêtai. Ejemplo:
aguatáta
a
guata ta
(caminaré) (prefijo) (raíz) (sufijo)
6. Hay raíces (palabras) uniformes, biformes, triformes y cuatriformes llamadas constructivas,
indican accidentes gramaticales. Las formas constructivas comienzan con r y h. Las demás son
absolutas.
Uniformes Una sola forma para su uso.
Tiene dos formas para su uso. La primera con t inicial llamada forma absoluta, la
Biformes segunda con r inicial se usa cuando el sustantivo es determinado por un adjetivo
posesivo de primera o segunda persona.
Tres formas, una absoluta con t inicial, y dos constructivas con r y h inicial.
La forma t inicial no indica posesión.
Triformes La forma r inicial se usa cunado esta determinado por adjetivos posesivos de primera o
segunda persona.
La forma con h inicial indica posesión de tercera persona.
7. Formas negativas
En palabras orales con la partícula nd como prefijo y la partícula i como sufijo:
che aguata (yo camino)
che ndaguatái (yo no camino)
En palabras nasales con la partícula n como prefijo y la partícula i como sufijo.
nde reme’ê (tú das)
nde nereme’êi (tú no das)
La negación con la partícula ri se usa con los verbos terminados en i, orales o nasales.
che apurahéi (yo canto)
che ndapurahéiri (yo no canto)
Clasificación de Ayrton Rodrigues:
Subgrupo
Subgrupo I
Lengua
Dialectos
Cobertura geográfica
actual
Guaraní boliviano occidental
Chuquisaca (Bolivia)
Guaraní paraguayo
Paraguay, Argentina
Jopará
Guaraní boliviano
Izoceño, Avá
oriental o "Chiriguano"
Bolivia, Paraguay,
Argentina, Uruguay
Guaraní mbyá
Tambéopé, Baticola
Brasil, Paraguay,
Argentina
Aché (Guayakí)
Cuatro dialectos.
Paraguay
Kaiwá
Teüi, Tembekuá,
Kaiwám
Mato Grosso do Sul
(Brasil), Argentina
Pãí tavyterá̃
Algunos autores lo
incluyen como dialecto Este de Paraguay
del Kaiwá.
Chiripá
Apapocuva
Xetá
Avá
Subgrupo II
Guarayú
Guarayú-Sirionó-Jorá
Este del Paraguay,
Argentina, Brasil
Paraná (Brasil)
Tapieté, Chané
Paraguay, Argentina,
Bolivia
Nordeste del área del
río Guarayos, Beni
(Bolivia)
Sirionó
Este del Beni y noreste
de Santa Cruz (Bolivia)
Yuqui
Cochabamba (Bolivia)
Jorá
Bolivia
Cocama-Cocamilla
Cocamilla, Cocama (o
Kokama)
Perú, Brasil, Colombia
Omagua
Aizuare, Curacirari,
Paguana
Iquitos (Perú).
Potiguára
Paraíba (Brasil)
Tupinikin
Espírito Santo y Bahia
(Brasil)
Tupinambá
Costa atlántica, entre el
Amazonas y Río de
Janeiro (Brasil).
Tupí
Actual estado de Sao
Paulo (Brasil)
Ñe'engatu
Brasil, Colombia,
Venezuela
Asuriní
Río Tocantins, Pará
(Brasil)
Avá-Canoeiro
Goiás y valle del alto
Tocantins (Brasil)
Subgrupo III
Guajajára
Subgrupo IV
Subgrupo V
Subgrupo VI
Pindare, Zutiua,
Mearim, Tembé de
Gurupí.
Unas 80 aldeas en la
cuenca del Maranhao
(Brasil)
Suruí do Pará
Pará (Brasil)
Parakanã
Bajo río Xingú, Pará
(Brasil)
Tapirapé
Nordeste de Mato
Grosso (Brasil)
Tembé
Brasil
Asuriní Xingú
Pará (Brasil)
Araweté
Amazonas (Brasil)
Kayabí
Norte de Mato Grosso y
sur de Pará (Brasil)
Amundava
Rondônia (Brasil)
Apiacá
Norte de Mato Grosso
(Brasil)
Júma
Río Açuã, Amazonas
(Brasil)
Karipúna
Amapá (Brasil)
Karipuná
Paranawát
Jacaria y pama (o
pamana)
Rondônia y Acre
(Brasil)
Rondônia (Brasil)
Tenharim
Tenharim, parintintín,
Amazonas y Rondônia
kagwahiv, karipuna jaci
(Brasil)
paraná, mialát, diahói.
Tukumanféd
Uru-ew-wau-wau
Rondônia (Brasil)
Podría ser un dialecto
del Tenharim
Wiraféd
Morerebi
Subgrupo VII
Rondônia (Brasil)
Podría ser un dialecto
del Tenharim
Amazonas (Brasil)
Kamayurá
Mato Grosso (Brasil)
Anambé
Pará (Brasil)
Amanayé
Pará (Brasil)
Emerillon
Frontera sur de la
Guayana Francesa
Guajá
Maranhão y Pará
(Brasil)
Subgrupo VIII
Wayampi
Pauserna
Rondônia (Brasil)
Oiyapoque, Wajapuku,
Guayana Francesa y
Oiyapoque Wayampi,
Brasil
Amapari wayampi, Jari.
Zo'é
Pará (Brasil)
Turiwára
Pará (Brasil)
Urubú-kaapor
Maranhão (Brasil)
Aurá
Maranhão (Brasil)
Pauserna
Sudeste del Beni
(Bolivia)
Fuentes:
http://www.e-portalsur.com.ar/guarani/morfologia.htm
http://www.proel.org/index.php?pagina=mundo/
http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_tupí-guaraní
Los guaranies y las plantas
(1/1)
Vaelia:
De: Alias de MSNThe_dark_crow1_v301 (Mensaje original) Enviado: 28/06/2005 2:09
LOS GUARANÍES Y LAS PLANTAS
Las usaban para adormecer a los peces y pescarlos.
Sus conocimientos son tan extensos que la botánica está repleta de
sus términos.
por: Roque Vallejos (x)
Los guaraníes conocieron plantas de efectos narcóticos,
alucinógenos, euforizantes y entorpecientes.Ello se desprende de los
textos de bótanica guaraní, de estudios sobre la cultura de dicha
etnia así como de los ñe´ëngueriru o diccionario del idioma guaraní.
El profesor doctor Dionisio González Torres en su obra Cultura
Guaraní (1) dedica al tema un importante e ilustrativo capítulo. El
mismo se titula "Plantas psicotrópicas y entorpecientes usadas por
los Guaraní" y en él detalla una increíble variedad de plantas que
él denomina psicotrópicas, conservando la acepción que actualmente
tienen en medicina y farmacología, esto es, sustancias que "actúan
sobre la función, la conducta o la experiencia psíquica". La rica y
vasta flora americana recoge en su seno todo tipo de substancias
psicoactivas.
La sola cultura guaraní conocía y conoce una cantidad tan
considerable de ellas sin que haya usado jamás dicho saber peligroso
en forma nociva para el normal desarrollo de su vida social,
familiar e incluso individual. Cercados por el hechizo de verdaderos
paraísos artificiales nunca han relajado la austeridad de sus
costumbres ni han depravado su moral con el uso indebido de tales
plantas, que para ellos se circunscriben al campo terapéuticomedicinal o religioso-ritual. Ello prueba, a su vez, que es la
desintegración de los valores éticos de la sociedad, su cambio de
principios y la estrategia de su filosofía materialista los que
realmente permiten mutaciones aberrantes en la conducta de los
pueblos y de los hombres.
Las parcialidades aborígenes, los pueblos indios de nuestro país,
han sufrido cinco siglos de despojos, humillaciones, crueldades,
proscripciones, etc., sin que tantas degradaciones los hayan
llevado a la evasión artificial de sus penurias y pretericiones sin
fin.
Citaremos aquellas plantas más conocidas y de más extendido uso.
Parika o angico, angico verdadero más conocido por kurupa´y. Dice el
diccionario de A. Guasch y Diego Ortiz de dicha voz: kurupa:
anestésico, narcótico (para peces y personas)= kurupa´ymi. Kurupa´y
(yvyraju, jarupi, ka´ahovy): cebil, árbol de madera excelente y para
curtiembre (2). Antonio Ortiz Mayans al estudiar la palabra curupa-ï
dice: curupa-ï-curú, curupa-ï-mi, curupa-ï-morotï, curupa-ï-pitä,
curupa-irä (sic) (3). Anselmo Jover Peralta y T. Ozuna refieren
las propiedades psicotrópicas al curupá , s.arc. Un narcótico
preparado con zumo de cierta planta y que usaban los indios para
entrar en trance o para adormecer peces (4).
González Torres cita Piptadena peregrina o kurupa´y kuru o morosyvópytä. Y luego agrega: Bertoni cita las propiedades narcóticas de
estas plantas y que nuestros indios usan la P.(piptadena) macrocarpa
y la P. Peregrina por estas propiedades (5).
Hay una transcripción textual de Bertoni que reza: "Lo que en
general es ignorado es la propiedad narcótica de estas especies que
los indios aprovechan para hacer sus kurupa, en todos los países
donde hay Piptademia. Esta propiedad puede ser aprovechada para
otra cosa que obtener visiones, pues es del orden de las del opio,
con cierta diferencia característica, que hace esperar una
utilización especial. Anque no sea de aplicación especial a la
medicina, el kurupa es otro recurso que el médico guaraní sabe
emplear en ciertos casos. El kurupa´y es un narcótico y no un
hechizo, como Montoya pretende.El uso del kurupa se liga a la
práctica del hipnotismo.." (6).
El syñandý o ceibo. González Torres: "Mulugú en el Brasil; chopo en
Argentina. Brithrina cristagalli L.; E. falcata; E. Mungulú; F.
Dominguessii Hassl (sic). Lagumonisas papilonáceas.El ceibo contiene
el alcaloide erithrina, de propiedades sedantes y narcóticas (7). A.
Ortiz Mayans dice: "Suiñandí: Bot. Ceibo o seibo. Se emplea en la
medicina indígena. Su cáscara es un gran calmante nervioso. Su flor
es símbolo nacional de la Argentina./ Folk..."(8) Hay otras plantas,
cardos, lianas, tallos de menor importancia al parecer si se tiene
en cuenta que los lexicógrafos no las registran: katái, ysió,
kaapeva, algunas producen alucinaciones auditivas y visuales, otras
sonambulismo, pérdida de la noción del tiempo y del espacio, etc.
Entorpecientes usados en la pesca
Los guaraníes usaban, entre sus modos de pesca, plantas
entorpecientes conocidas con el nombre de tinguí: tinguy, quedando
verbalizado el vocablo para indicar la acción: tinguisar. Al
referirse a ellas dice González Torres: "Son generalmente plantas
tóxicas que contienen rotenona; machacaban las cortezas, ramas,
hojas o frutos, y echaban en el agua retenida por el barraje. Al
cabo de cierto tiempo los peces, entorpecidos, eran recogidos con
las manos o con cedazos (9). Al mencionar la voz ysypo consignan
Guasch y Ortiz: "Bejuco, enredadera (liana), planta sarmentosa, que
sirve de cuerda. Hay varias especies medicinales de interés para el
botánico (10).
Ortiz Mayans en el termino isipó da una gran variedad botánica,
entre las cuales está el isipó-morotï, del que afirma que "es un
bejuco de color azulado; los indios misioneros le atribuían un poder
sobrenatural: de ahí su otro nombre: isipó-payé; y también el isipótimbó, que es venenoso y tiene propiedades tintóreas, es el añil
bravo" (11). Son inumerables las plantas que se podrían citar por
los efectos entorpecientes aludidos, mas nos conformaremos con
algunas: guajaná timbó o guatimbó, karaja bola kupikay, andá, kuri´yvaí, etc.
El conocimiento que los guraníes tenían de la botánica era tan
extenso y profundo que es una de las lenguas que más aportado
términos a la nomenclatura botánica. Afirma el profesor doctor Juan
J. Soler: " La clasificación binaria (género y especie), que tanta
fama dio a Linneo, ya lo conocían los guaraníes" (12)
Notas:
(1) Cultura Guaraní , Dionisio González Torres. As.,1991.
(2) Diccionario Castellano-Guaraní y Guaraní-Castellano : A.
Guasch y D. Ortiz, p.614, Edic. C.E.P.A.G. As., 1986.
(3) Gran Diccionario Castellano-Guaraní/Guaraní-Castellano: A.
Ortiz Mayans, p. 431. Ediciones Unidas del Paraguay. As., 1990.
(4) Diccionario Guaraní-Español y Español-Guaraní: A. Jover
Peralta- T. Ozuna, p. 48. Editorial Tupá. Bs.As., 1952.
(5) Dionisio González Torres: opus cit.p. 225.
(6) Moisés Bertoni citado por González Torres en opus cit.,
225/226.
(7) Dionisio González Torres: opus cit., p.226.
(8) A. Ortiz Mayans: opus cit., p. 518.
(9) Dionisio González Torres: opus ct., p. 227.
(10) Guasch y Ortiz: opus cit., p. 792.
(11) A. Ortiz Mayans: opus cit., p. 442.
(12) Introducción al Derecho Paraguayo : Juan José Soler, p. 186.
Edit. La Colmena. As., 1959.
(x) Miembro de la Sociedad Científica del Paraguay. Presidente de la
Academia de Lengua (Paraguay.1999).
(xx) Del diario ÚLTIMA HORA, 5 de Agosto de 1995 (Asunción,
Paraguay).
(xxx) Más información sobre el idioma guaraní, haga click sobre lo
subrayado.
.
.
.. .El guaraní popular y el guaraní
impopular
Lengua de un pueblo, el carácter popular del
guaraní no debería dejar lugar a dudas.
Ahora bien, hay una lengua guaraní en el
Paraguay que ha logrado —triste méritohacerse impopular. ¿Por qué caminos esa
Luna ha llegado a las fauces del Tigre Azul
que la quiere devorar y eclipsar?
Bartomeu Melià, s.j.
Gran virtud de una lengua indígena como el guaraní es que haya
llegado a ser usada y amada por una sociedad no indígena. La sociedad
paraguaya es una sociedad no indígena que habla una lengua
indígena.
Es cierto que hay lenguas indígenas de América que cuentan con más
hablantes que el guaraní —el quechua, el aymara, probablemente el
nahuatl—, pero son lenguas de grupos cuya identidad se marca más por
lo étnico que por lo social y cultural. El guaraní ha atravesado los años
del coloniaje y el de vida política “independiente” sin quedar reducido a
determinantes étnicos, que casi siempre son discriminatorios. La
discriminación en el Paraguay se daría más bien hacia ese “idiota
monolingüe” de que habla Carlos Fuentes a propósito de los
californianos que votaron la supresión de la enseñanza bilingüe en las
escuelas donde concurren mayoría de “chicanos”.
En este sentido nos podemos felicitar de haber podido superar la
división y la discriminación étnica tan relacionada generalmente con el
uso de una lengua indígena.
Pero esto no quiere decir que se haya llegado a una tranquila síntesis,
como quiere hacer suponer la falsa metáfora del mestizaje. La tensiones
y aun las incomprensiones son frecuentes. Y hace poco la FEDAPAR ha
dado muestras inequívocas de que el bilingüismo castellano guaraní no
es aceptado ni querido en ciertas clases sociales dominantes del
Paraguay.
. CONSTRUIR LA LENGUA
Hay que reconocer que en el panorama actual del guaraní han quedado
agazapadas una serie de zonas erróneas cuyos síntomas son motivo de
intranquilidad, de discusión y hasta de indignación.
¡No disparen contra el guaraní!, escribía hace poco en este mismo
Correo Semanal (31 octubre 1998), don Félix de Guarania. La lengua
guaraní tiene manipuladores —tal vez yo mismo— que la maltratan.
La gran discusión sobre el guaraní actual se centra prácticamente sobre
un aspecto que de por sí, sin embargo, no es el más importante de una
lengua. Pero es tal vez el más visible, o mejor dicho el más gritante. Con
la buena intención y el afán de que el guaraní sea competitivo con la
modernidad se lo quiere dotar de una extensa terminología técnica de la
que carecería.
Quienes tal hacen piensan seguramente que una lengua es un depósito
de palabras y que su riqueza consiste en poder contar con el mayor
número de ellas. Ahora bien, esto sólo es verdad en parte. Uno se
puede expresar maravillosa y profundamente sin un caudal
extraordinario de vocabulario. Los textos filosóficos de Platón, de
Aristóteles, de Santo Tomás, de Suárez y de Kant no hacen gala de
terminologías frondosas.
El lenguaje matemático, por su parte, es un ejemplo de sobriedad y
frugalidad terminológica; bastan pocos términos para asegurar
combinaciones casi infinitas. En esto los árabes fueron maestros. Lo
importante de una lengua es que cuente con un número suficiente de
términos para asegurar la posibilidad de crear relaciones que produzcan
una gran carga de sentido. La lengua es antes que nada un arte
combinatoria. No es con muchos y diferentes comestibles se hace una
comida más rica. El buen gusto de la lengua está en la proporcionada e
inteligente combinación de sus palabras y en su adecuación al
pensamiento.
LA LLUVIA Y EL GRANIZO
Lo que causa malestar no es la creación de terminologías nuevas sino
el modo cómo las han fabricado que, por una parte, no corresponden a
la índole de la lengua, y por otra se presentan en tan avasalladora
cantidad que no hay organismo que las pueda asimilar. Más que una
mansa lluvia vivificante es un granizo destructor.
Cuando una lengua entra en una otra fase histórica que la confronta con
nuevas experiencias y nuevas exigencias expresivas tiene varios
recursos para enfrentar esa situación.
Desde el siglo XVI los misioneros y los indios que se convertían a la
religión católica crearon modos de decir —y hasta de pensarse— sin
casi necesidad de introducir terminología importada, aunque sí modos
nuevos y originales de decir.
Los recursos usados fueron los que la lingüística moderna continúa
sugiriendo.
El primero y más importante consiste en no traducir palabra por palabra,
sino “por frases”, empleando preferentemente composiciones y
oraciones verbales en vez de sustantivos abstractos. Incluso cosas tan
simples como “padre” o “madre” no se dirán en guaraní túva o sy, sino
que se les contextualizará bajo de forma de che ru, ñande ru , che sy o
ñande sy, según los casos. Para “bienvenidos” se ha dicho
habitualmente peguahë poräke u otra expresión análoga. Hace falta
solamente inteligencia, creatividad y prudencia.
Las posibilidades combinatorias de la lengua guaraní en este sentido
son prácticamente inagotables.
Otro recurso consiste en en decir lo nuevo a partir de lo antiguo. ¿No
llamamos en castellano pluma al instrumento para escribir, aunque ya
no tenga nada que ver con una pluma de ave? Y sigue siendo carro el
automovil más moderno. En principio ésta es una buena solución ya que
la lengua no sufre ni extrañamientos ni exilios. Pa'i era el padre de la
familia grande guaraní y ese significado se aplicó después al “padre”
sacerdote católico; y lo mismo palabras como karai, mburuvicha,
purahéi, etc, que adquirieron nuevo sentido conforme a la sociedad
colonial.
Usando y combinando elementos usuales se puede también construir e
inventar términos nuevos; son los neologismos.
Y las palabras introducidas en el vernáculo desde el mismo inicio del
tiempo colonial, los hispanismos, ¿no son también lengua guaraní? La
mayoría, sí. Hace casi siete décadas el doctor Marcos Augusto
Morínigo en su tesis cuyo título es precisamente Hispanismos en el
guaraní (Buenos Aires: Peuser, 1931), incluía en esa categoría unas
1.200 palabras que fueron la base de su “estudio sobre la penetración
de la cultura española en la guaraní”. Estos hispanismos aparecen
engarzados en una fraseología puramente guaraní.
Es cierto que la avalancha del mundo moderno en cuestión de
terminología es ya de otro orden. Pero a este propósito no está de más
recordar que es éste un problema de todas las lenguas modernas que
generalmente han optado por aceptar términos generales a partir de
raíces griegas o latinas, si no inglesas (que a su vez ya las tomó del
mismo latín, griego o francés, sin contar los americanismos).
El Diccionario de la Real Academia Española reúne unas 83.000
palabras, y sigue abierto. Cada año entran en el léxico normal hasta
centenas de palabras, mientras que otras tantas caen en desuso. Pero
lo importante es que la “gramática” cambia muy lentamente; hace siglos,
por ejemplo que no aparece un nuevo pronombre, aunque se vuelve
menos usual el usted.
En todas las lenguas hay una verdadera invasión de términos “bárbaros”
que a veces tiene muy poco que ver con la índole de la lengua pero que
la comunidad lingüística ha adoptado. Es cierto que muchas de esas
palabras son verdaderos adefesios, como piedras en un plato de arroz.
El fenómeno no es del todo evitable, pero se puede amortiguar con
políticas inteligentes y constantes, para las cuales los medios de
comunicación social son importantísimos. No abogamos por un purismo
a ultranza, pero sí por un mínimo de respeto con la lengua propia.
Hasta aquí no hemos dicho nada nuevo. He intentado aplicar criterios
de sentido común que maneja la lingüística más conservadora.
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Actes : La "découverte" des langues et des écritures d'Amérique
La importancia de los diccionarios guaraníes
de Montoya para el estudio comparativo de las
lenguas tupí-guaraníes de hoy
*
Wolf Dietrich
Romanisches Seminar der Universität - Münster, Alemania
1.1. El «descubrimiento» de las llamadas lenguas tupí-guaraníes está documentado en las obras de
los misioneros jesuitas de los siglos XVI y XVII. La misión jesuítica empezó, en la costa brasileña,
con la llegada del padre Manuel da Nóbrega y otros a Salvador de la Bahía de Todos los Santos, el
29 de marzo de 1549 (Handelmann, [1860] 1987:110-114). Según el historiador Handelmann, uno
de esos padres, el padre João de Azpilcueta Navarro, se puso, inmediatamente, a estudiar la lengua
de los indios y, hacia el año 1550, emprendió la edición de una pequeña gramática, de una
traducción de oraciones y de una catequesis en la más tarde llamada lengua brasílica.
Desafortunadamente, el manuscrito de estas obras, que nunca se imprimieron, se ha perdido. La
obra cumbre de la lingüística jesuítica del siglo XVI es el Arte de Grammatica da Lingoa mais
usada na costa do Brasil, del padre José de Anchieta, de 1595. A partir de 1621 podemos contar con
el manuscrito del Vocabulario na lingoa Brasilica, anónimo, compuesto probablemente por un
padre de Bahía. Aunque este Vocabulario parece haber servido de base para otros pequeños
diccionarios de la lengua general, no se puede comparar, tanto por la riqueza como por el análisis
lingüístico, con la obra de Antonio Ruiz de Montoya, de que hablaremos aquí con más detalles.
1.2. A continuación nos dedicaremos a estudiar el nombre que se da a esta lengua. Los viajeros y
aventureros, como Jean de Léry y Hans Staden, por ejemplo, mencionan la lengua de la tribu con la
cual entran en contacto, en su caso la de los Toupinambaults o Tupinambá. Sin embargo, en la
literatura jesuítica, desde los principios, no se encuentra nada más que "língua brasílica" o "língua
geral (da costa do Brasil" o "do Brasil"). Hasta mediados del siglo XIX no aparecen ni los términos
"tupinambá" o "tupiniquim", ni "tupí" en la literatura brasileña. Volveremos más adelante al
problema del nombre "tupí" y de su uso en tiempos modernos. Por lo que concierne a la diferencia
entre el llamado "tupí antiguo", atestado por Anchieta y otros, y el "guaraní antiguo", documentado
por Montoya, ésta se limita principalmente a dos criterios, mencionados ya por Anchieta, es decir, al
mantenimiento de las consonantes finales de las palabras en tupí y su caída en guaraní y a la
preservación de /s/ intervocálica en tupí y su cambio en /h/ en guaraní (cf. n. 2)[1].
1.3.1. En el interior del continente, el «descubrimiento» de la lengua guaraní empieza con la misión
jesuítica en la provincia de Guairá, en el interior del actual Estado brasileño de Paraná, a orillas del
Alto Paraná y de sus afluentes, entre el Paranapanema y el Iguazú. De la época anterior, es decir
más o menos de los años cuarenta del siglo XVI, tenemos las descripciones bastante detalladas del
soldado alemán Ulrich Schmidl (Schmidl, 1567), que ha explorado, bajo el mando de los capitanes
Juan de Ayolas, Irala y Núñez Cabeza de Vaca, las regiones del Río de la Plata, del Paraná, del
Paraguay y del Chaco hasta Bolivia. Asistió a la fundación de Asunción, donde, entre los muchos
pueblos chaqueños que dominaban la región, los carios eran los únicos del grupo tupí-guaraní.
Schmidl menciona la existencia de guaraníes en esta región bajo el nombre de carios, como era
usual en aquella época (Métraux, 1963:69). Los carios (carijós) se extendían del Río Paraguay hasta
la costa atlántica del Sur brasileño. Acerca de los tupíes, que vivían en tierras del Rey de Portugal,
dice que "hablan un idioma igual al de los carios; hay solamente pequeñas diferencias entre ambas
lenguas" (Schmidl, en López, 1985:217). Schmidl, sí, habla de "tupíes", pero este uso se pierde
después de Anchieta. Parece que los guaraníes que llevan este nombre entraron a tierras del actual
Paraguay oriental, especialmente a la región de Asunción, con la emigración de los Jesuitas del
Guairá que bajaron por el Río Paraná. Es posible que los carios se hayan mezclado con ellos en las
reducciones del Paraguay y de Misiones, abandonando así su nombre y su identidad.
1.3.2. Pasaron más de 70 años desde la fundación de Asunción, en 1537, hasta el inicio de la misión
de los Jesuitas en el Guairá, en 1609. Antonio Ruiz de Montoya, nacido en Lima en 1585, entró a la
orden en 1606, se formó en Tucumán (Argentina) y vivió en la provincia de Guairá a partir de 1612.
Allí aprende el guaraní, allí tiene los informantes para las notas que toma del uso de la lengua, que
más tarde le servirán para la confección de sus diccionarios y de su gramática.
1.3.3. Lamentablemente, Montoya no nos dice nada acerca de las diferentes tribus de guaraníes, de
las diferencias dialectales que podemos imaginarnos entre los Carijós o Carios del sureste brasileño
y los Itatines y Guaraníes del actual Paraguay, y de muchos otros, cuyos nombres actuales no
podemos fácilmente identificar con los de su época. Él habla de "lengua guaraní" en los títulos de
sus obras y es evidente que ya usa el término para designar la lengua general del Paraguay.
Afortunadamente, a veces indica en su diccionario variantes fonéticas de las palabras, sobre todo en
el caso del pasaje de la /c/ intervocálica, conservada evidentemente en algunos dialectos, a la /s/,
conservada en otros, y a la /h/ intervocálica del guaraní paraguayo (kuarasy frente a kuarahy
"sol")[2], pero no da informaciones particulares sobre quién usaba esta o aquella forma.
1.4.1. En 1620, Montoya, nombrado "Superior de todas las Misiones", se trasladó a Asunción para
hacerse cargo de la dirección del Colegio. Sin embargo, no lo dejaron tranquilo los crecientes
ataques de los bandeirantes de San Pablo, que, ayudados por los colonos españoles, buscaban
esclavos entre los indios de las misiones. Como las autoridades españolas no podían o no querían
defender ni a los Jesuitas ni a sus indios, en 1631 ellos se vieron obligados a abandonar el Guairá y
a dejárselo a los portugueses. Era la época de la unión entre España y Portugal y el Rey Felipe IV
no hacía nada contra los portugueses en América. Montoya organizó la retirada de los Jesuitas con
unos 10.000 indios río abajo y el establecimiento de nuevas reducciones en el Sur del Paraguay, es
decir al Norte y al Sur del Río Paraná.
1.4.2. La lengua común usada en estas reducciones guaraníticas era "el guaraní", sin que se hablase
de variantes fonéticas, morfológicas o léxicas. Se sabe algo sobre la política lingüística o, mejor, de
la planificación de una lengua vehicular única. Basta mencionar la obra del Padre Melià, "La
création d'un langage chrétien dans les réductions des Guarani au Paraguay", del año 1969. A partir
de aquella época, el guaraní paraguayo ya no se considera "lengua tribal", sino "lengua desviada".
Esta lengua moderadamente planificada se refleja también en las obras de Ruiz de Montoya, tanto
en la terminología cristiana que contienen como en algunos términos de la vida social[3]. Pero esto
afecta sólo una parte del léxico, apenas la gramática. El guaraní "jesuítico" conservó las estructuras
básicas de la semántica léxica y de la gramática del guaraní original, tanto que se pueden ver
fácilmente las correspondencias semánticas y morfológicas con las demás lenguas de la misma
familia.
1.4.3. En 1637, Montoya viajó a Madrid para rogarle al Rey Felipe IV que se concedieran armas de
fuego a los indios para una mejor defensa de las reducciones. Como el Rey, indeciso, daba largas al
asunto, Montoya, que había traído sus notas, tuvo tiempo para acabar y hacer publicar sus obras
lingüísticas del guaraní. En 1639 aparecieron la historia de la misión jesuítica del Paraguay bajo el
título Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Iesús, en las Provincias del
Paraguay, Paraná, Uruguay, y Tape y el primer diccionario, el Tesoro de la lengua guaraní, de 407
páginas de 4 columnas cada una. Esta obra clave contiene la parte guaraní-castellano. El año
siguiente aparecieron el Catecismo de la lengua guaraní y, en un volumen, Arte, y Bocabulario de
la lengua guaraní, de 100 páginas el Arte y de 610 páginas de 2 columnas cada una el Vocabulario,
que constituye la parte castellano-guaraní. Aunque la unión personal entre Portugal y España se
terminó en el mismo año 1640, Montoya finalmente no logró nada del Rey y por lo tanto regresó a
Lima, sin volver nunca a las misiones. Se quedó en Lima, buscando constantemente el apoyo del
virrey en favor de las reducciones. Murió allí en 1652.
1.5. No quiero entrar aquí en los detalles de las ediciones posteriores de los diccionarios[4], pero
tampoco puedo dejar de volver al problema del nombre "tupí" al que aludí más arriba (cf. 1.2.).
Montoya no habla nunca de "tupí", sino sólo de "guaraní". Todos los misioneros de la época
colonial del Brasil, Anchieta, Figueira, y los autores de vocabularios usan términos como "língua do
Brasil", "língua geral do Brasil", "língua brasílica", pero nunca "língua tupinambá". A mediados del
siglo XIX, finalmente, el poeta romántico brasileño Gonçalves Dias habla de la nación "tupí". Hasta
el novelista romántico brasileño, José de Alencar, publicó, en 1857, su novela del patrimonio
nacional bajo el título "O Guarani", no "O Tupi". Pero a partir de aquella época, el creciente
nacionalismo y las controversias entre Paraguay, nación de lengua guaraní, y el Brasil
contribuyeron a que los brasileños buscaran su propio origen indígena. Según los estudios de Ingrid
Schwamborn sobre los orígenes de la novela de José de Alencar (Schwamborn, 1987), fue el
historiador y político Francisco Adolfo de Varnhagen, Visconde de Porto Seguro, de descendencia
alemana, quien introdujo y propagó el uso de "tupí" en lugar del término imparcial "lengua
indígena" o "guaraní", ya que, a más tardar a partir de la Guerra de la Triple Alianza contra
Paraguay (1865-1870) el guaraní era la lengua del enemigo. Entre los editores de Montoya se
encuentra también Varnhagen. Su edición de 1876 se caracteriza no sólo por una nueva justificación
tipográfica del texto de ambos diccionarios y de la gramática, sino por añadir a los títulos Arte,
Tesoro y Vocabulario de la lengua guaraní la calificación "o más bien tupí", diciendo en la
introducción al Vocabulario, págs. IV y V, que "esa lengua [es decir el guaraní], con insignificantes
alteraciones, era la propia tupí, general en todo el Brasil ...; que ya antes había sido reducida a
gramática y a vocabularios por los misionarios del Brasil, como Anchieta, Veiga, Figueira, Araujo y
otros". A partir de aquella época se ha establecido la distinción entre el tupí, brasileño, y el guaraní,
paraguayo, distinción que en toda la historia anterior no se había hecho con estos términos. Esto no
cambia el asunto mismo, pero tiene su interés para la historia de las ideas.
2.1.1. Para poder determinar las cualidades de los diccionarios guaraníes de Montoya, vamos a
distinguir los puntos de vista histórico y actual. En cuanto a su mérito histórico en la lexicografía de
su época, cabe preguntarse primero cuáles podían ser sus modelos. Si empezamos por los
diccionarios de la misma familia lingüística anteriores a Montoya, diremos que no es probable que
él haya conocido el ya mencionado Vocabulario na lingoa Brasilica. Se trata, además, de un
diccionario portugués-tupinambá, es decir, de una lista de correspondencias tupinambáes de
conceptos portugueses y no de un "tesoro" de las raíces léxicas y de los conceptos semánticos de la
lengua indígena. Tal tesoro tupinambá- portugués está siendo preparado actualmente por Aryon D.
Rodrigues.
2.1.2. Entre los diccionarios que Montoya pudo conocer durante sus estudios juveniles, los
bilingües del latín y español de Nebrija, modelos de toda la lexicografía española ulterior (Alvar,
1992:637-638), ocupan ciertamente un puesto primordial. Estos diccionarios de finales del siglo XV
sirvieron también de modelo a los primeros diccionarios del quechua, al de Fray Domingo de
Sancto Thomas, de 1560; al del anónimo Arte y Vocabulario en la Lengua General del Perú
llamada quechua, publicado en Lima en 1586; al de Fray Juan Martínez, de 1604; y al famoso del
Padre Holguín, de 1608, publicado, como el anterior, en la misma ciudad nativa del Padre Ruiz de
Montoya. De ahí que se pueda suponer que Montoya haya conocido estas obras y que haya tratado
de crear una obra igualmente valiosa para el guaraní. Su Tesoro[5] comprende 5.500 entradas, más
unas 580 palabras que no tienen entrada propia, sino que se hallan escondidas en otras entradas del
Tesoro o en el Vocabulario (cf. Cadogan, 1962-63). Además, cada entrada abarca una rica
fraseología, destinada en primer lugar a la conversación del sacerdote con el indígena; sin embargo,
el lingüista puede deducir de ella el uso de las formas y el sentido de la palabra.
2.2.1. Llegando finalmente a la cuestión del valor de las obras de Montoya para los estudios
actuales de las lenguas del grupo tupí-guaraní, vamos a decir muy poco de la fonética y de la
gramática porque en estos sectores de la descripción lingüística se nota, mucho más que en la parte
léxica, la deficiencia metodológica de la época. El pusó de los Paraguayos, es decir el corte glotal,
tan típico de muchas lenguas tupí-guaraníes, no se menciona en las gramáticas de Anchieta y
Figueira ni en el Arte de Montoya. Sólo al final de éste (pág. 100), en el último párrafo, Montoya
habla de su pertinencia fonológica y, con esto, de su existencia, diciendo que añembo'é significa
"aprender", mientras que añemboé es "pulirse, engalanarse" (Grannier Rodrigues, 1990: 17).
2.2.2. Señalaré sólo un elemento morfológico interesante para la lingüística histórico-comparativa
del tupí-guaraní: En el Tesoro, s.v. cha se halla un morfema cha l. chandé, "Nota de primera
persona de plural inclusiva" con los ejemplos chanderory "holguémonos", chahá "vámonos". Este
morfema de primera persona inclusiva del plural, del modo optativo, no se encuentra ni en el Arte ni
en el Vocabulario bajo la entrada "nosotros", pero sí se encuentra en una nota de Anchieta (1874:32)
[6]. Anchieta, curiosamente, presenta los mismos ejemplos que Montoya, en tupinambá: "Alguns
pronuncião xià, vel chià, contracto, pro tiâ, dissyllabo, ut xiaçô, vel chiacô, por tiacô, vamos. No
pronome yandê, xianderorîb, vel chianderorîb, pro tianderorîb". Ahí se ve que el prefijo t(a)- del
optativo se reduce regularmente a t- delante de del prefijo personal ja(nde)- se puede palatalizar en
[š] delante de /j/. Parece que en la época y en la zona geográfica de Montoya cha(nde)- ya no era
más que un alomorfo arcaizante o dialectal. Probablemente estas formas no tienen nada que ver con
la distinción entre verbos transitivos (ti- para la primera persona inclusiva del plural) e intransitivos
(ja-) establecida en ciertas lenguas amazónicas de la familia tupí-guaraní (wayãpi, guajajara,
parintintin, kayabí, tapirapé, cf. Jensen, 1987:50-52 ; Dietrich, 1990:66).
2.3. La lexicografía de las lenguas tupí-guaraníes, sobre todo de las tribales menos conocidas antes,
ha tenido un auge notable en los últimos decenios. El padre Schermair nos hizo conocer el sirionó,
Max Boudin el tembé, Robert Dooley el mbyá, LaVera Betts el parintintin y, finalmente, Françoise
Grenand el wayãpi, para mencionar sólo los diccionarios mayores (cf. también Dietrich, 1991). Está
claro que todas estas lenguas se pueden comparar entre ellas a partir de los diccionarios modernos.
Siempre se encontrarán elementos comparables del acervo común y otros, ajenos a éste, que cada
pueblo ha adquirido de sus vecinos. Ahora bien, el valor de las obras de Montoya consiste en la
documentación de lo que acabamos de llamar el acervo común, y se trata, además, del acervo
común del tupí-guaraní de la época de la expansión de los pueblos guaraníes del Sureste del Brasil
hacia el Norte y de Paraguay hacia el Noroeste, hacia Bolivia. Con Montoya no se lo puede explicar
todo, pero mucho: la riqueza de sus diccionarios y la antigüedad de las formas registradas permiten,
en muchos casos, la explicación de raíces léxicas, del aspecto fónico de ciertas palabras o del
significado de ellas. Claro está que el término "explicación" muchas veces no significa nada más
que la documentación de una forma paralela, no necesariamente una verdadera explicación
histórica.
2.4.1. La comparación del léxico de la diversas lenguas tupí-guaraníes puede hacerse en muchos
sentidos. Vamos a presentar aquí un esbozo que puede parecer un poco arbitrario, pero que se
justificará por los resultados obtenidos: hemos escogido, como punto de partida de la comparación,
las primeras páginas de los diccionarios mbyá de Robert Dooley y León Cadogan. Precisamente al
principio del diccionario alfabético, entre las palabras monosilábicas y bisilábicas con a- inicial, hay
algunas que son interesantes por presentar el fenómeno de la colisión de homónimos y, por eso, de
la contaminación de dos significados. A partir de la forma y del significado de la palabra mbyá se
han buscado las formas y significados correspondientes en las otras lenguas y en el guaraní jesuítico
de Montoya. Por razones de tipografía he cambiado la ortografía utilizada por algunos lexicógrafos
(especialmente del mismo Montoya; de Hoeller para el guarayo; de Boudin, para el tembé, y, a
veces la mía propia, para el chiriguano), adoptando siempre, en la medida de lo posible, la
ortografía oficial del guaraní paraguayo. Me aparto de ella y separo cada morfema gramatical de su
lexema con un guión. Por otro lado, conservo siempre la forma original de las indicaciones del
significado de la palabra[7]:
2.4.2. Mbyá D (pindo) 'a "fruta (da palmeira), cabelo"; CAD 'a "fruto, tubérculo; fructificar",
guavira i'a pytã "el guavira tiene frutas coloradas; a "pelo, cabello, pluma";
chir. (ché-)a, í-a "fruto; cabello"
gy. (ché-)a "cabello", í-a "fruto"
av. áva, hi'á(va) "fruto" ("cabello", cf. 2.4.8.)
te. a; yvá "fruto", hi'á "da fruto (em geral)", hi'yvá "tem, da um fruto"; ("cabello", cf. 2.5.6.)
wa. 'a "fruit" ("cheveux", cf. 2.5.6.)
pt. yva "fruta"; si. (e-)a "fruto, fruta; cabello"
M a : en composición: "cabeça, fruta, grano de fruta, nacido, hinchaçón, ...", ybyra á "fruto de
árbol";
á.b "cabello de la cabeça", che-á "mi cabello"; há.b "cabello del cuerpo", che-rá "mi cabello".
Se ve que el hecho raro de que una misma palabra signifique cosas tan diferentes como "fruto" y
"cabello" en algunas lenguas (mbyá, chiriguano, guarayo, siriono) se debe a la evolución fonética
cuyo resultado es la coincidencia de las formas antiguas a "fruto", a.b "cabello de la cabeza" y ha.b
"pelo del cuerpo" en una sola forma a. Además, el tipo yva del parintintin y del tembé Montoya lo
explica por la evolución fonética del sintagma yb á resp. yvyra á "fruta del árbol", lo que parece
probable.
2.4.3. Mbyá D a-'a "cair; prender-se numa armadilha"; CAD 'a "caer, quedar prendido en una
trampa";
chir. á-a "caer; nacer; llegar a ser, volverse"
gy. á-a "caer; nacer"; av. ha-'a "caer; nacer"
te. a-'ar "cair; nascer"; wa. a-'a "tomber; naître"
pt. -'ahir "cair", -ar "cair (doente etc.)"
si. a-a "caer(se); nacer, llegar a ser, unirse con; bajar(se), morir". "Este verbo siempre indica algún
movimiento".
M a.r "caída, nacimiento, embarcarse, salir bien o mal de lo que se haze o dize, suceder a
propósito, o fuera del ...".
En este caso, Montoya registra un significado muy amplio, que sirve para explicar los significados
más especializados en la mayoría de las lenguas. El siriono ha conservado más o menos el
significado extenso original, mientras que otras lenguas lo han limitado a la caída física y
ontológica (nacimiento), excluyendo la caída en sentido figurado ("salir bien o mal").
2.4.4. Mbyá D ana "grosso, espesso" no tiene correspondiente ni en CAD, ni en chiriguano ni en
avañe'3, pero sí en las demás lenguas, y es documentado no sólo por Montoya, sino también por el
Vocabulário na língua brasílica (Anónimo, 1621, s.v. "grosso", xe-anam). Esta documentación
prueba la antigüedad de la palabra en el acervo léxico común:
gy. ana "paño grueso", kaa ana "selva densa"
te. anam "grosso, denso, espesso"; pt. anam "grosso"
wa. anã "épais", ulup anã "tamis serré"; tp. anym "gordo"
si. e-ana "grueso, espeso"; nh. anamã "épais (bouillies, liquides)".
2.4.5. Mbyá D 'ã "sombra, reflexo; eco", kuaray'ã "sombra (de sol)"; CAD sólo kuaray'ã
"sombra"; ta'anga 'imagen", ñe'3 "palabra de los "dioses", alma de origen divino";
chir. ã "sombra, imagen, foto, alma";
gy. ã "sombra, lado, ausencia; espíritu, alma, conciencia; nariz"; t-aãnga "misura, semejanza,
imagen";
av. ã "ausencia, abrigo; sombra" (kuarahy'ã-me "al abrigo del sol, en la sombra); ánga "alma";
t-a'anga "imagen";
te. ä, ãng "sombra, coração, alma"; t-a'ãnga-paw "imagem";
wa. ãnge "ombre, manifestation de l'âme du mort, âme"; t-aãnga "fausseté, image, photographie";
pt. -ãg "sombra"; tupan "imagem"; si. ãj "sombra ,alma"; e-r-aanga "imagen";
M ãng "alma, espíritu, conciencia", che ãnga "mi alma"; ãng "sombra, abrigo", kuarasy ãng
"sombra del sol".
Ya en Montoya se observa la homonimia de dos palabras para los significados "alma" y "abrigo,
sombra". El significado "ausencia" del guaraní paraguayo y del guarayo no se justifica por la
documentación de Montoya. El significado "imagen" del chiriguano se debe ciertamente a otra
colisión homonímica con el elemento ãng contenido en ta'anga, pero esta palabra no se encuentra
en el Tesoro, sino solamente en el Vocabulario, es decir sin explicación morfológica o semántica.
2.4.6. Bajo la entrada ãng "alma, espíritu", che ãnga "mi alma", Montoya registra la derivación
verbal ai-moãng "sospechar, conjeturar de alguno". Este verbo no existe en mbyá, tembé, wayãpi,
ni en parintintin, según las indicaciones de los diccionarios. Pero tiene correspondencias en las
siguientes lenguas:
av. ai-mo'ã "pensar, sospechar, presumir"
gy. a-moã "pensar, reflexionar"; el reflexivo a-je-moã significa "sospechar"; chir. a-ji-moa
"sospechar, dudar de";
si. a-moã "hacer que haga algo el alma: pensar, suponer, opinar".
El Padre Schermair, autor del diccionario siriono, ha entendido bien la conexión formal y semántica
entre ãng "alma" y el verbo factitivo derivado de esta base mediante -m(b)o.
2.4.7. Mbyá D t-ague, xe-r-ague, ø-ague "pêlos e penas dos animais"; CAD ague, tague "pelo,
cabello, pluma (chica), generalmente desprendidos del cuerpo"
av. t-ague, xe-r-ague, h-ague "pelo, vello, cabello, pluma, lana"
chir. che-r-áwe, h-áwe "plumas"; (ché-)a, (úru) r-áa, h-áa "cabello, pelo, vello, plumaje";
gy. c-a, c-aguer; (che-)a, aguer "pelo, vello, lana, plumas"
te. t-aw, hê-r-aw, ø-aw "pêlo, penugem"
wa. a "cheveux" (iã s% "cheveux blancs"); l-a "poil"; apila "cheveux"; si. e-a "pelo, cabello", no
significa "pluma";
pt. t-av, ji-r-av, h-av "pêlos do corpo"; t-ava, ji-r-ava, h-ava "pena, folha"
M há.b "cabello del cuerpo, lana, pluma": che-r-á "mi cabello", guyra r-aguê "plumas",
uruguaçû r-aguê "plumas de gallina", obechá r-aguê "lana de ovejas".
Montoya mismo explica dos cosas de manera muy clara: Hay una distinción fundamental entre el
pelo del cuerpo, ha.b, che-r-a, y el cabello de la cabeza, a.b, che-a, y el concepto del "pelo del
cuerpo" implica su análogo en ciertos mamíferos ("lana") y en las aves ("pluma"). Claro está, sin
embargo, que la distinción entre los conceptos "pelo del cuerpo" y "pelo de la cabeza" es precaria,
tanto por el contenido como por la forma. Ambas formas se basan en una sola raíz primitiva. La -b
final de la forma há.b de Montoya justifica las formas en -v final del tembé y parintintin. Pero lo
que no queda claro en Montoya, es la morfología de la formas en -gue: La solución es simplemente
fonética, y se encuentra sólo en el comentario que hizo el Padre Restivo de la gramática de Montoya
(Restivo 1892: 48): Se trata del sufijo nominal perfectivo -kue.r, que, en contacto con la final
sonora -b de há.b, se sonoriza en -gue.
Guyra rague "plumas" significa literalmente "plumas caídas, plumas que ya no forman parte del
pájaro", significado intuido también por el gran maestro Cadogan. Esta forma debe haber perdido su
valor morfemático y haberse unido con el lexema fonéticamente débil t-a, r-a, h-a. De este modo se
explican las formas del mbyá, avañe', chiriguano y guarayo.
La forma apila "cheveux" del wayãpi tiene su equivalente en el apir.a "pellejo, cuero de la cabeça"
de Montoya. Esta forma se ha conservado con el significado antiguo en te. apir "couro cabeludo" y
en pt. apir "pele da cabeça".
2.4.8. Mbyá D aguyje, xe-aguyje "transformado, sublimado, maduro"; CAD aguyje "madurez de
los frutos, de los alimentos; perfección espiritual; roaguyjevéte "agradecer";
av. (xe)aguyje "estar preparado": ij-aguyjé-ma t-embi'u "está preparada la comida", ¡aguyje!
"¡gracias!";
chir. agwýje! "¡basta!", ij-agwýje "está acabado, maduro"
gy. agúje, abýje "estar bien, acabado, maduro"
te. awyze kwetéri! "basta (para hoje)!", he-awyzé-pa "estou farto disto" (no significa *"maduro,
perfecto, acabado")
wa. awyje "éternité"; awyjepa "être prêt, en avoir assez, suffisance", "formule de salutation envers
la maîtresse de maison ou l'hôte en fin de repas";
pt. avuji "pronto, com mente resolvida"; avujikwer "acabado, morto"; (ajuv "maduro");
tp. ãõxe! "basta!"; ãõxe kãto "obrigado" (fórmula de agradecimento);
M aguyje "basta, bueno está, salud, cabal, aprovar", aguyje yma "ya basta" (al que da algo, o el
que se enfada).
aguyje 2 "vencer, ganar, sujetar, acabar, perficionar, humillarse, rendirse, dar fin", ij-agyje yma "ya
está vencido, ya está acabada la obra"; ij-aguyje yma yva "la fruta está ya sazonada"; otra entrada
es aguyjetei "bueno, bien, lícito, ... conveniente", aguyje-tei nde-r-embiú ndé-be "hágate buen
provecho!".
Otra vez, Montoya presenta el registro más amplio de significados que corresponden a una sola
palabra guaraní, pues está claro que la forma aguyje-tei representa el mismo lexema, determinado
por el sufijo elativo-frustrativo -tei. Además, la distinción entre dos entradas homónimas aguyje se
debe a razones puramente prácticas[8]. Así que tanto la fórmula de agradecimiento como los
significados del tipo "¡basta!" se basan en el significado básico que se podría determinar como
"estado de acabamiento" y de ahí de "madurez", de "sublimación" y, en sentido ontológicotemporal, hasta de "infinidad, eternidad".
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Ediciones posteriores: Arte Bocabulario, Tesoro y Catecismo de la Lengua Guarani por Antonio
Ruiz de Montoya, publicado nuevamente sin alteración alguna por Julio Platzmann, 4 tomos,
Leipzig: Teubner, 1876. - Arte de la lengua guarani, ó mas bien tupi, por el P. Antonio Ruiz de
Montoya ... Nueva edición: más correcta y esmerada que la primera, y con las voces indias en tipo
diferente. Viena: Faesy y Frick - Paris: Maisonneuve y Cia., 1876. (El editor, V. de P.S. [Visconde
de Porto Seguro, es decir Francisco Adolfo de Varnhagen], figura sólo al final de la "Introducción").
- Vocabulario y Tesoro de la lengua guarani, ó mas bien tupi..., Viena: Faesy y Frick - Paris:
Maisonneuve y Cia., 1876. (Otra vez, el mismo editor se subscribe únicamente al final de la
"Introducción" por las iniciales V. de P. S.). Se prepara ahora la reedición de todas las obras de
Montoya en facsímile y en nueva disposición gráfica y reinterpretación ortográfica por un equipo
dirigido por el P. Bartomeu Melià. Acaba de salir Arte de la lengua guaraní (1640), edición
facsimilar con introducción y notas por Bartomeu Melià, S.I.; transcripción actualizada del texto
original por Antonio Caballos, Asunción del Paraguay, Centro de Estudios Paraguayos "Antonio
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*
Agradezco al Dr. Aryon D. Rodrigues, de las Universidades de Brasilia y de Campinas (Brasil) la
gentileza de leer una versión anterior de este artículo y de discutir conmigo algunos problemas
tratados aquí. Es evidente que yo soy responsable de todos los errores que hayan permanecido.
Agradezco además a la Dra. Olga Mori, de la Universidad de Münster, la amabilidad de haber
corregido la lengua y el estilo de esta contribución.
[1]
Montoya anota las consonantes finales, mudas en la forma básica, pero presentes en ciertas
combinaciones con sufijos, mediante un punto entre la forma básica y la consonante latente (tajy.r
"hija" es una fórmula para la entrada del diccionario; ella aparece en realidad, sea como tajy "su
hija" o, por ejemplo, como
tajyr-a "hija" (sin marca de posesión).
[2]
No es fácil averiguar cuál era el valor fonético del grafema <ç> en la grafía de Montoya. Daniele
M. Grannier Rodrigues (1990:18) argumenta en favor de la africada, documentada en el apapocuva
y el guarayo. En guaraní antiguo y en muchos dialectos actuales se neutraliza la oposición /c/ - /č/
después de la vocal palatal /i/, donde aparece únicamente /č/. Según la señora de Rodrigues, /č/ se
explica más fácilmente a partir de la existencia de /c/ que de /s/.
[3]
Véase el ejemplo bien conocido del concepto de "dinero", cuyo uso estaba prohibido en las
reducciones. Aparece en los diccionarios de Montoya como kuarepotí ju "dineros de oro",
literalmente "dinero amarillo" y kuarepotĩ "dinero de plata", lit. "dinero blanco". El término
kuarepotí se ha formado a partir de kua.r "agujero, pozo" y t-epotí "excremento, suciedad", de
modo que el significado "metal" está representado por el sintagma "excremento de minas" (véase
bajo la entrada tepotí).
[4]
Véase a este respecto Melià - de Almeida Saul - Muraro 1987:231-235.
[5]
El término "Tesoro" ha sido utilizado por primera vez por el humanista francés Robert Estienne
en su Latinae Linguae Thesaurus, de 1531, después por Jean Nicot en el primer diccionario
monolingüe del francés, en su Thresor de la langue françoyse. Lo ha introducido en España César
Oudin, en su Tesoro de las dos lenguas francesa y española, de 1607, acogiéndolo Covarrubias en
su Tesoro de la lengua castellana o española, de 1611. Es digno de mencionar que Montoya hiciera
publicar su Tesoro por el mismo editor, o alguno de sus familiares, que Covarrubias el suyo, 30 años
antes.
[6]
Restivo (1724:248) también lo registra como nota personal de la primera persona inclusiva del
plural del "permissivo". Figueira (1795:10), sin embargo, ya no da variantes, sino únicamente la
forma regularizada
t-ya-jucâ, "matemos, nós e vós".
[7]Se
utilizan las siguientes abreviaturas:
Mbyá D = material del diccionario mbyá de Dooley; CAD = material del diccionario mbyá de
Cadogan; av. = avañe'3 (guaraní paraguayo); chir. = chiriguano; gy. = guarayo; pt. = parintintin; si.
= siriono; te. = tembé; tp. = tapirapé; wa. = wayãpi; M = Montoya; nh. = nheengatu.
[8]En
el caso de aguyje 2 no se entiende muy bien la explicación semántica, ya que Montoya pone
verbos transitivos como "vencer, ganar, sujetar" etc. aunque el uso de aguyje sugiera construcciones
intransitivas, estáticas, como "estar pronto, acabado, vencido" etc. Montoya tiene también
a-mbo-aguyje como verbo transitivo.
DICCIONARIO GUARANI
Cuando se habla de Guaraní, o de Tupí-Guaraní, se refiere a pueblos de Amerindia, que se
asentaban en la zona del Este-Noreste de Argentina, Paraguay, Brasil y parte de Bolivia. Algunos
historiadores los ubican desde el Sur del río Amazonas hasta las laderas de los Andes. Las lenguas
que se hablaban eran el tupí y el guaraní. Todavía hoy se hablan en estas regiones, y en Paraguay, el
guaraní es la segunda lengua oficial.
Buena parte de los pueblos nativos adquirieron las costumbres de los colonizadores en las Misiones
Jesuíticas, a partir del siglo XVII, y luego de la expulsión de los Jesuitas, se integraron en
asentamientos. Practican la caza, la pesca, y la agricultura: cultivan maíz, papa, batata, mandioca,
ají; son alfareros y artesanos. Crían animales domésticos patos, gallinas, loros y papagayos.
Algunas formas de expresión artística la constituyen la alfarería pintada, la cestería y los tejidos.
Son famosas las telas de Ñandutí que se pueden adquirir en Paraguay.
Tradicionalmente llamaban a su idioma ñe’engatú ("habla preciosa"), o abá ñe’é ("habla del
hombre"). El idioma guaraní ha dado origen a muchos dialectos como el carioca, el tupí, el cario y
el caribe, entre otros. Hay algunos símbolos que no pueden ser fácilmente reproducidos por nuestro
alfabeto castellano.
Vocabulario Guaraní - Español
A
C
D-E-F
G
H
I
K
L-M
N-Ñ
O
P
R
S
T
U
V
Y
Material compilado y revisado por la educadora argentina
Nidia Cobiella (NidiaCobiella@RedArgentina.com Esta dirección de correo
electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener
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A
a aquí, lugar
ã sombra, alma
a caer
aguara zorro
águi de aquí
águio de aquí para allá
aguyje gracias
ahániri no
ahoja frazada
ahy'o garganta, voz
aichejáranga ¡pobrecito!, ¡ay!
aipo aquel
aipóramo/aipórõ entonces
aja durante
Idioma guaraní
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Guaraní
Avañe'ẽ
Hablado en
Región
Hablantes
Familia
Paraguay
Argentina
Bolivia
Brasil
Cono Sur de América.
5 millones.
Tupí
Tupí-guaraní
Subgrupo I
Guaraní
Estatus oficial
Oficial en
Paraguay[1]
Bolivia[2]
Corrientes, Argentina[3]
Tacuru (Mato Grosso del Sur)
Regulado por No está regulado
Códigos
gn
ISO 639-1
grn
ISO 639-2
Cada variedad tiene un código propio
grn – Guaraní
xet – Xetá
gug – Guaraní paraguayo
ava – Guaraní Correntino
gun – Mbyá
ISO 639-3
guq – Aché Guayakí
kgk – Kaiwá
nhd – Chiripá
pta – Paí tavyterá
tai – Tapieté
El guaraní o avañe'ẽ es una lengua de la familia tupí-guaraní hablada por aproximadamente unos
cinco millones de personas, para unos cuatro millones de las cuales es su lengua materna. Es la más
hablada en Paraguay, donde funge como uno de los dos idiomas oficiales desde la Constitución de
1992.[1] Países vecinos del mismo lo hablan en parte de su territorio, lo que ocurre en el Chaco
boliviano (es lengua oficial de Bolivia desde el 2009),[2] el sur de Brasil y el noreste de Argentina
(Corrientes, Misiones, Formosa, partes del Este de la Provincia del Chaco, y en puntos aislados de
Entre Ríos). En la provincia de Corrientes es lengua oficial (junto con el castellano).[4] Es la lengua
nativa de los guaraníes, denominación de pueblos autóctonos de la zona, pero goza de un uso
extenso también fuera de las etnias especialmente en Paraguay. En la América precolonial se
empleó regularmente por pueblos que vivían al este de la Cordillera de los Andes, desde el mar
Caribe hasta el Río de la Plata.
Contenido
1 Aspectos históricos, sociales y culturales
1.1 Variantes
1.2 El idioma guaraní en el Paraguay
1.3 El idioma guaraní hoy
2 Fonología
2.1 Vocales
2.2 Consonantes
2.3 Observaciones
2.3.1 Palabras nasales
2.3.2 Pusó
2.3.3 Acentuación
3 Grafía
4 Gramática
4.1 Concordancia
4.2 Adjetivo
4.3 Orden sintáctico
4.4 Diccionarios
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
Aspectos históricos, sociales y culturales
Variantes
Se pueden diferenciar tres variedades de guaraní casi ininteligibles entre sí: el misionero o jesuítico;
el guaraní hablado por los guaraníes y el guaraní paraguayo o moderno.
El guaraní misionero se habló en el área y tiempo de influencia de las misiones jesuíticas, entre
1632 y 1767. Esta variedad había desaparecido totalmente para 1870, pero dejó importantes
documentos escritos.
El guaraní tribal abarca los dialectos hablados por cinco o seis etnias asentadas dentro del territorio
paraguayo y limitadas geográficamente: "Guaraní Occidental", "Paí Tavyterá", "Ava Guaraní",
"Idioma Mby`a Guarani" y "Aché".
El guaraní paraguayo es hablado por casi la totalidad de la población del país (90%); éste depende
generalmente de la ubicación urbana o rural de los hablantes, siendo variable el grado de pureza y
de riqueza del léxico.
En los centros urbanos y principalmente en la capital se habla el jopará, una lengua criolla que
adopta vocablos españoles a la estructura gramatical y prosódica del guaraní. (adoptada en siglos de
guerra) Una variante es el llamado guaraní jehe'a, una lengua caracterizada por la mezcla
transformada de vocablos del español al guaraní.
El idioma guaraní en el Paraguay
Paraguay es único en muchos aspectos y diferente de otros países de América. Diferente porque
tiene una población mestiza que es bastante homogénea (hispanos en la apariencia y la cultura). La
gente no aparenta, no se viste ni se comporta como indígena. Los términos mestizo y ladino no se
utilizan en el español del Paraguay, y no existen conceptos de mestizaje cultural o racial, a
diferencia de otros países de Iberoamérica. Sin embargo, a pesar de la hispanización de la mayoría
de los residentes, el noventa por ciento de la población habla la lengua indígena guaraní. Por esta
razón, Paraguay es un caso único en el hemisferio, y el país es a menudo citado como una de las
pocas naciones bilingües en el mundo.[5]
El idioma guaraní hoy
El guaraní es hablado por algo más de ocho millones de personas de regiones de Paraguay,
Argentina, Bolivia y Brasil. El guaraní es conocido por más del 90% de los paraguayos, 27% de
ellos son monolingües en guaraní, y es idioma oficial también en la provincia argentina de
Corrientes. En algunas regiones paraguayas el guaraní es más usado que el castellano, como es el
caso de las colonias mennonitas, donde sus habitantes se comunican en inglés y guaraní o en
alemán y guaraní en vez de castellano.
El guaraní fue la primera lengua indígena americana en alcanzar el estatus de idioma oficial. Desde
la Independencia del Paraguay el guaraní gozó de estatus de idioma oficial, hasta el final de la
Guerra de la Triple Alianza, cuando incluso se prohibió su uso; durante la Guerra del Chaco se
utilizó casi exclusivamente como lengua de principal en el Ejército. A partir de la Constitución de
1967 la lengua guaraní era tenida de nuevo como lengua nacional, siendo el castellano la lengua
oficial de la República del Paraguay. Con la promulgación de la Constitución del 1992, ambas
lenguas son declaradas oficiales. Además el guaraní ha sido reconocido como idioma de trabajo del
Mercosur. Con respecto a esta situación, un periodista de El Mercurio Digital, que ha seguido muy
de cerca la noticia de la incorporación del Guaraní como idioma oficial del Mercosur expresó lo
siguiente:
Es preferible aprender un idioma nuestro, que sea auténticamente latinoamericano, que intercambiar
expresiones e ideas con ropajes ajenos. La Unión Europea contiene decenas de idiomas oficiales
hasta de regiones cuya población no sobrepasa el millón de habitantes. ¿Por qué aquí no se le da la
atención debida al guaraní, ya que otros idiomas nativos han ido caducando? América Latina tiene
la oportunidad de dar ejemplos al mundo. Esta atención concedida al guaraní no significa el
abandono gradual del portugués o el español en los países del Mercosur, sino una manera de dar voz
a una de nuestras raíces, la indígena, y valorizar lo propio sin ningún sentimiento de atraso o culpa.
Los países llamados “desarrollados” tendrán que aprender el guaraní y respetar el espacio cultural
latinoamericano.
Bruno Peron Loureiro, periodista[cita requerida]
En la actualidad, existe una gran cantidad de páginas y sitios web en guaraní. El proyecto Wikipedia
en Guaraní también ha impulsado el progreso digital de este idioma. Los periódicos ABC Color y
Última Hora publican algunos artículos en este idioma.
Fonología
El guaraní distingue 33 fonemas, de los cuales 12 son vocales y 21 consonantes.
Vocales
De las 12 vocales (pu'ae) guaraníes, 5 son orales (pu'ae jurugua), 5 nasales (pu'ae tĩgua), 1 gutural
(pu'ae ahy'ogua) (y = /ɨ/) y una guturonasal (pu'ae ahy'otĩgua) (ỹ = //).
ɨ̃
orales
nasales
anterior central posterior anterior central posterior
cerradas (débiles)
i
ɨ
u
ĩ
ɨ̃
ũ
abiertas (fuertes)
e
a
o
ẽ
ã
õ
La ortografía de todos esos fonemas es idéntica a su signo AFI excepto por las grafías <y, ỹ> que se
usan para denotar a los fonemas /ɨ, /.ɨ̃
Consonantes
De las 21 consonantes (pundie) guaraníes, 8 son plosivas, 5 fricativas, una africada, una
aproximante, 2 vibrantes y una sibilante. El siguiente cuadro representa el cuadro de fonemas según
el modo de articulación y el punto de articulación de los fonemas y la grafía usual para cada uno de
ellos:
labial
alveolar alveo-palatal
velar
glotal
/ʃ/ <ch>
fricativa
/β/ <v>
/s/ <s>
/ɣ,ɣ/̃ < g, g̃>
/ʒ/ <j>
oclusiva sorda /p/ <p>
/t/ <t>
/k/ <k>
/ʔ/ <'>
oclusiva sonora /b̃/ <mb> /d̃/ <nd>
/g̃/ <ng>
nasal plana
m <m>
n <n>
sonorante
ɾ <r>, l <l>
j <i>
En los préstamos léxicos del español también interviene la vibrante múltiple /r/. Las oclusivas
sonoras pueen articularse como propiamente oclusivas en contextos no-nasales o como nasales en
contextos nasales. El fonema /t/ puede sonar como [t] o como [ɾ]. Los fonemas oclusivos /b̃, d̃, g̃/
tienen tanto alófonos prenasalizados [ⁿb, ⁿd, ⁿg] como alófonos totalmente nasales [m, n, ŋ] (estos
últimos se dan en "palabra nasal"), el fonema /ʒ/ posee dos alófonos uno no-nasal [ʒ] y otro nasal
[ɲ].
Observaciones
Palabras nasales
El guaraní distingue entre fonemas nasales y orales. La nasalidad de cualquier fonema se hace
extensiva a toda la palabra, por razones de eufonía, y provoca fenómenos de sandhi en los sufijos
que se añadan a esta. Por lo tanto, son sólo orales las palabras en que ninguno de los fonemas que la
conforman tiene carácter nasal.
(Nasales) akã ("cabeza") — porã ("bonito") — kuñataĩ ("señorita") — hembireko ("esposa")
(Orales) rajy ("hija") — túva ("padre") — sy ("madre") — arapoty (primavera)
Pusó
El pusó u oclusiva glotal aparece sólo en posición intervocálica e interrumpe momentáneamente la
emisión; aunque pudiera parecer simplemente una ausencia de sonido, es un fonema en derecho
propio, pues entra en oposición fonológica con el sonido continuo. Su nombre viene del propio
guaraní pu ("sonido") + so ("soltar", "separar"). En el silabeo acompaña a la vocal que le sigue.
Acentuación
En guaraní ninguna palabra termina en consonante. Casi todas llevan acento (muanduhe) en la
última vocal. El acento gráfico se utiliza sólo cuando la vocal acentuada no es la final.
Por ejemplo, la grafía tape ("camino") se lee [ta'pe] y tata ("fuego") se lee [ta'ta]; por su parte áva
("cabello"), que se lee ['ava] o tái ("picante") ['tⁿaj], llevan la marca gráfica de su acentuación.
Grafía
Artículo principal: Alfabeto guaraní
Para escribir el guaraní comúnmente se usa el alfabeto latino provisto de diacríticos para marcar las
vocales nasales, más un signo adicional para la oclusiva glotal o "saltillo" y otros fonemas, además
algunos fonemas prenasalizados se representan mediante dígrafos <mb, nd, ng, ch, ku- >. La
ortografía moderna con esas convenciones es altamente fonémica, es decir, representa fielmente la
fonología de la lengua.
Después de la conquista y la alfabetización jesuítica en la región de las misiones guaraníticas, en las
comunidades se utilizó el alfabeto latino para la transcripción. El jesuita Antonio Ruiz de Montoya
recogió y documentó el estado de la lengua en sus famosos trabajos Tesoro de la lengua guaraní (un
diccionario guaraní-español), Arte y vocabulario de la lengua guaraní (un compendio gramatical y
diccionario español-guaraní) y Catecismo de la lengua guaraní (una gramática del guaraní).
La grafía de la lengua no se estandarizó, sin embargo, hasta época reciente. La detallada supra en la
sección de fonología corresponde a la fijada oficialmente en 1950 por el Congreso de la Lengua
Guaraní de Montevideo, que es la utilizada actualmente para la enseñanza de la lengua en el
Paraguay; ésta, que reemplazó las reglas del Congreso de Grafía convocado en 1867 por el mariscal
Francisco Solano López, intentó marcar las diferencias fonológicas entre el castellano y el guaraní
adoptando una notación muy similar a la del alfabeto fonético internacional. Sin embargo, obras
importantes como el Gran diccionario castellano-guaraní y guaraní-castellano de Antonio Ortiz
Mayans no han respetado la legislación pese a ser posteriores a su promulgación.
Los frecuentes topónimos de origen guaraní en Argentina y Uruguay utilizan la grafía del
castellano, así como en Brasil se utiliza la del portugués, perdiendo por lo tanto la distinción entre
nasales y orales.
Gramática
El guaraní es una lengua fuertemente aglutinante, de tipo polisintético; es decir, cada palabra está
compuesta de numerosos morfemas encadenados que aportan unidades de significado. A diferencia
de los idiomas de tipo fusional, como el español, los rasgos semánticos y sintácticos —como el
tiempo verbal, la persona, el género o el modo— no se expresan por alteraciones en la raíz verbal,
sino por el añadido de unidades específicas.
Sin embargo, y excepcionalmente entre las lenguas aglutinantes, el guaraní es proclive al sandhi
entre morfemas; una forma específica, conocida como eclipse, rige la mutación del fonema [t] a
comienzos de palabra. La realización fonética nasal o no-nasal de un fonema también está sujeta a
reglas de sandhi fonético.
Las marcas de tiempo y modo se representan no por afijos auténticos sino por clíticos pueden
dislocarse de la posición adyacente a la raíz verbal por razones de elegancia prosódica o claridad
conceptual; en el primer caso, denominado metátesis, el afijo se antepone para anticipar el modo o
tiempo de la frase siguiente, mientras que en el segundo, denominado hipértesis, un afijo de tiempo
u modo se desplaza para evitar una repetición o precisar exactamente a qué parte del fonema
compuesto se aplica.
Correlativamente, la sintaxis del guaraní es simple. El idioma carece de distinción entre formas de
plural y singular y de caso gramatical, y no emplea el artículo determinado.
Concordancia
El verbo guaraní concuerda en número y persona con el sujeto. Además las formas verbales de
tercera persona en singular y plural son idénticas, manteniéndose la diferencia sólo en la primera y
segunda persona. El nombre en guaraní no posee género gramatical.
Adjetivo
Los adjetivos normalmente se colocan junto al sustantivo, pero su posición varía según el tipo del
mismo. Los demostrativos, posesivos, numerales e indefinidos se anteponen al sustantivo, con
excepción de los ordinales, mientras que los calificativos se posponen inmediatamente al sustantivo
al que rigen. Los adjetivos pospuestos son invariables en género y número.
El guaraní emplea una construcción de genitivo carente de preposición, posponiendo
inmediatamente el sujeto del genitivo al objeto de éste; así Perú rembireko significa 'la esposa de
Pedro'.
Orden sintáctico
En una oración con verbo transitivo que tiene sujeto explícito (S), objeto (O) y verbo (V), el orden
más frecuente es SVO y en ciertos casos también OVS.
La posición respectiva de sustantivos, verbos, adverbios y pronombres no es rígida siendo posibles
diversos órdenes; dependiendo de elecciones pragmáticas, de énfasis y estéticas. El guaraní usa
postposiciones en lugar de preposiciones.
Diccionarios
• Diccionario de Guaraní Interactivo
• iGuarani: diccionario traductor guaraní-castellano online
• Diccionario digital guaraní-castellano
Véase también
•
•
•
•
Wikilibro Guaraní (en Wikibooks)
Tomás Osuna
Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní
Fundación Yvy Marãe’ỹ
Referencias
Esta lengua tiene su
propia Wikipedia.
Puedes visitarla y
contribuir en
Wikipedia en
idioma guaraní.
1. ↑ a b Asamblea Nacional Constituyente (20 de junio de
1992). «Constitución Nacional de la República del
Paraguay» (en español). Consultado el 2 de marzo de 2011. «Art. 140°».
2. ↑ a b Asamblea Constituyente (2009). «Nueva Constitución Política del Estado de Bolivia»
(en español). Consultado el 2 de marzo de 2011. «Art. 5°».
3. ↑ Ley Provincial Nº 5.598 que establece el guaraní como "idioma oficial alternativo" de
Corrientes
4. ↑ H.Cámara de Diputados de la Nación. PROYECTO DE DECLARACIÓN En 1998, Alain
Fabré estimaba en 1.000.000 de hablantes de guaraní para la Argentina, y en ese mismo
estudio al 50 % de la población rural de Corrientes. Con respecto a esta variedad, tanto
María Cecilia Stroppa como Silvio Liuzzi, encontraron rasgos provenientes del período
jesuítico, únicos en la región. Además también existen trabajos sobre la influencia del
guaraní en el español, en la provincia del Chaco, como el trabajo de Inés Abadía de Quant,
de 1996.
5. ↑ http://www.jstor.org/pss/3536981
Enlaces externos
• Informe del Ethnologue sobre el Idioma guaraní (en inglés)
Mapa lingüístico de Muturzikin.com de las lenguas tupí-guaraníes
Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní
El guaraní hoy
Etnografía Descriptiva y Analítica del Idioma Guaraní (infoluque.com.py)
El idioma Guaraní en Argentina
Guaraní Ñanduti Rogue: cultura paraguaya de expresión guaraní
Guaraní Renda: sitio bilingüe guaraní-castellano acerca del idioma guaraní
Los modelos tipológicos y la descripción del guaraní ensayo de Manfred Ringmacher (de la
revista de CELIA)
• Tiempo y aspecto en guaraní de Silvio Liuzzi, U.R.A. 1026, CNRS - Universidad de
Misiones (Argentina) y Pablo Kirtchuk, U.R.A. 1026, CNRS - Université Lumière-Lyon II
(Francia), de la revista de CELIA.
• La importancia de los diccionarios guaraníes de Montoya para el estudio comparativo de las
lenguas tupí-guaraníes de hoy de Wolf Dietrich (Romanisches Seminar der Universität Münster, Alemania), de la revista de CELIA.
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Categoría: Idioma guaraní
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Guaraníes
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Actuales guaraníes
Los guaraníes son un grupo de pueblos sudamericanos, cuyos habitantes viven en el noreste de
Argentina (Corrientes, Misiones, Entre Ríos y parte de las provincias de Chaco y Formosa), sur y
suroeste de Brasil (RS, SC, Paraná y Mato Grosso del Sur), la mayor parte de Paraguay, sureste de
Bolivia; en cuanto al estado del Uruguay aunque su nombre es de origen guaraní en su actual
territorio no vivieron guaraníes sino pámpidos como los charrúas, chanás, arachanes, tapés etc. que
entre los siglos XV y XVIII sufrieron un gran influjo lingüístico desde el idioma guaraní.
La auto denominación étnica original de los hoy llamados "guaraníes" es avá, que significa
"hombre" (palabra etnocéntrica) que rebajaba a la categoría de "no-hombre" a las otras etnias
indígenas. Fueron llamados por los españoles carios, chandules, chandrís y landules, al parecer el
muy difundido nombre "guaraní" les fue dado por los españoles al escuchar los gritos de guerra de
este pueblo en los cuales existiría la frase guará-ny -combatir-les-.
Son un pueblo nativo sudamericano, originario de la región amazónica, que se estableció en
distintas regiones del continente, especialmente en el Paraguay y en Argentina.
Las causas de su migración hacia el sur fueron principalmente la necesidad de ocupar nuevas tierras
aptas para el cultivo y la presión de otros indígenas.
Los guaraníes se establecieron en el territorio que actualmente pertenece al Estado Paraguayo entre
fines del siglo XV y comienzos del XVI. Se subdividieron en distintos grupos dependiendo de la
zona donde habitaban, como los chandules o guaraníes de las islas del Delta del río Paraná,
desaparecieron poco después de la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, en 1580;
los del río Carcarañá o carcarañáes; los guaraníes de Santa Ana (en el norte de Corrientes. En
Misiones y zonas aledañas del Paraguay y Brasil, se encuentran actualmente los mbyá que son
descendientes de guaraníes que no aceptaron formar parte de las misiones jesuíticas. En la provincia
de Misiones, junto a los mbyá viven grupos de paí tavyterá y de chiripás.
Los tapietés comenzaron a llegar a la zona de Tartagal en la provincia de Salta hacia 1920,
procedentes de Bolivia y del Paraguay, migración que se acentuó durante la guerra del Chaco. En la
zona de Tartagal viven aproximadamente unos 500 tapietés.
Su población se estima en 1,5 a 2 millones.[1] [2] Actualmente se estima que aún existen cientos de
miles de guaraníes y su idioma es hablado por 5 a 12 millones de personas, principalmente gente de
origen mestizo, en Paraguay, Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Rondonia (oeste y centro de
Brasil), Santa Cruz, Beni y Pando (al este de Bolivia) y en Misiones y Corrientes y en menor
medida Entre Ríos y Formosa (en el noreste argentino).
Contenido
1 Organización religiosa
1.1 La práctica espiritual
2 La vestimenta
3 Guerra
4 Idioma
5 La llegada de los jesuitas
6 Problemas que enfrentan actualmente
7 Guaraníes en Argentina
8 Los guaraníes de Brasil
9 Véase también
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
Organización religiosa
Artículo principal: Mitología guaraní
Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamó la atención de los conquistadores y
colonizadores el hecho de que los guaraníes no poseyeran templos, ni ídolos o imágenes para
venerar, ni grandes centros ceremoniales.
No dudaron en concluir que se trataba de un pueblo sin ningún tipo de creencias religiosas. La
verdad era otra, la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar de
templos ni de ídolos tallados.
Ñanderuguasú (nuestro padre grande) o Ñamandú (el primero, el origen y principio) o Ñandejára
(nuestro dueño) eran los nombres que hacían referencia a una divinidad que era concebida como
invisible, eterna, omnipresente y omnipotente. Una entidad espiritual concreta y viviente que podía
relacionarse con los hombres, por ejemplo bajo la forma perceptible de Tupâ, el trueno. Se
manifestaba en la plenitud de la naturaleza y del cosmos, pero nunca en una imagen material.
Ñamandú no era el dios exclusivo de los guaraníes, era el dios padre de todos los hombres.
Frente a Ñamandú, el padre bondadoso, el dador de vida y sustento del equilibrio del orden
universal, estaba la otra dimensión de la realidad espiritual, el mal, expresado en el concepto de
Añá. Esta fuerza maléfica era la generadora de la muerte, la enfermedad, la escasez de alimentos y
las catástrofes naturales.
Fundamentaron el origen y la existencia de los dioses, los hombres y la naturaleza, mediante mitos.
Creen en la continuidad de la vida después de la muerte. Por eso a sus muertos le proveen todo lo
necesario para que pueda realizar sin carencias, el largo y peligroso viaje a la tierra sin males.
La Tierra sin Mal no constituía un mito para los guaraníes. Era un lugar real, concreto, que se
ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá del Gran Mar (océano Atlántico). Esta creencia en la
Tierra sin Mal generaba periódicamente grandes migraciones en su búsqueda, inspiradas por el
mesianismo de algunos chamanes o payés.
Creen con firmeza que son muchos los peligros que acechan al viajero. Los niños gozan de
protección divina quedando exceptuados de todo peligro.
El alma proviene del paraíso de Tupá Rueté, dios de la lluvia. Al morir, el espíritu del muerto vuelve
a su lugar de origen.
Los entierros se realizan en un pozo, o en urnas de barro y el túmulo en la misma casa del muerto.
Quien además, lleva consigo armas, ropas y trofeos.
La costumbre obliga a una práctica rígida de culto permanente a los antepasados, manteniendo una
relación estrecha y continua entre la comunidad de los vivos y los muertos que se traducen en ayuda
recíproca. Estas relaciones implican prácticamente derechos y obligaciones recíprocas: Por ejemplo
los muertos proveen de alimentos a sus deudos, les envían lluvia que favorece las plantaciones,
velan constantemente por su bienestar. Los deudos, a su vez, deben tributarles ofrendas; además
celebran en honor a los muertos una gran fiesta cada año. Los espíritus se mantienen vivos en el
corazón de la comunidad.
La práctica espiritual
Se cree que el chamán o payé posee poderes sobrenaturales y desempeña una función directriz, la
de conductor de su pueblo en todos los actos comunitarios.
El chamán, mediante su gran poder, entra en comunicación con los espíritus buenos y con los
malignos, defendiendo a su comunidad contra estos últimos. Él intermedia entre el hombre y dios,
además de ser adivino, hechicero, médico, sabio, profeta, jefe espiritual, director de las danzas y
ceremonias de la comunidad.
A diferencia del cacique, cuyo poder era temporal, el payé se imponía al grupo por sí mismo.
El consumo de hierbas y hongos de propiedades alucinógenas es utilizado por el pajé (vos guaraní
se lee paye) y genera una atmósfera que arrastra a los integrantes de la comunidad a vivir
experiencias semejantes a los de tipo místico.
Los Guaraní, practicaron la antropofagia ritual, "el canibalismo formaba parte de la lógica de la
venganza, la que era el núcleo principal de la sociedad tupinambá. El hecho de matar y comer al
enemigo era un proceso único, donde solo se tenía por venganza el comer al contrario, no
meramente el hecho de matarlo. Por lo tanto, la venganza por excelencia era la muerte ceremonial
en el terreno, en que un prisionero después de haber vivido algunos meses o años entre sus
captores era abatido en la plaza pública. Decorado de plumas y pintado mantenía con su matador,
también decorado, diálogos llenos de arrogancia que expresaban una cierta familiaridad entre el
atacante y su víctima (Fausto 1999). Esta familiaridad se lograba porque un cautivo de guerra era
adoptado por la familia de su futuro verdugo, que lo alimentaba y protegía, y la futura víctima se
encontraba en la posición de tomador de esposa dentro del régimen uxorilocal. La posición social
del cautivo cambiaba en vísperas de su ejecución: sus captores lo detenían, separándolo de su
familia adoptiva, y en ese momento le obligaban a asumir la posición de un enemigo y lo sometían
a un rito de captura (Fausto 1999). Preso por varias cuerdas amarradas a su cintura debía ser
idealmente muerto con un único golpe con un palo de madera que debía romper el cráneo"
(Warfare, cannibalism and colonial vengance: the mocoví and guaraní cases. Macarena Perusset y
Cintia N. Rosso)[3]
La vestimenta
Los hombres prácticamente no usaban ropa, en cambio las mujeres usaban una especie de tapa
triangular de plumas o algodón tejido por ellas mismas. Desde la llegada de los misioneros los
hombres comenzaron a utilizar un chiripá y una especie de taparrabos (baticolas) confeccionadas
con la chala u hojas del maíz, fibra de ortiga o algodón; las mujeres comenzaron con el uso del
typoi (túnica del algodón sin mangas, hasta los tobillos), para los días fríos se utilizaba el killapy'
una especie de manto hecho con pieles como las del roedor acuático llamado killá o quillá.
( "KYJÁ" es el nombre correcto )
Hombres y mujeres utilizaban adornos, tatuajes con pinturas fabricadas con la mezcla de especies
vegetales, complementado con plumas de aves, amuletos colgados en el cuello, collares
confeccionados con huesos de animales y semillas.
Los distintivo entre varones y mujeres consistía en que los varones a partir de la pubertad llevaban
una especie de clavo (de madera, hueso o piedra) ensartados debajo del labio inferior (tembetá) y
las mujeres en las orejas.
Guerra
El pueblo guaraní poseyó desde un inicio, un carácter intrusivo en la región platense. Su entrada fue
violenta y determinó una existencia constantemente ofensiva y defensiva respecto a las poblaciones
aborígenes no guaraníes que habitaban la región.
Los ataques se realizaban en forma masiva. Previo al ataque, se hacia caer sobre las fuerzas
adversarias una lluvia de flechas y piedras. Luego venía la embestida directa con lanzas, macanas o
garrotes.
La idea de la guerra pensada como predación y la concepción del enemigo como presa, donde los
combates serían una forma de predación de la alteridad puede verse, por ejemplo, en el uso de las
armas. La lanza, la maza y los dardos tiradores, eran las armas utilizadas tanto en la guerra como en
la caza.[4] Más esclarecedor aún es la siguiente mención sobre el juego del nepun -garrote- que se
llevaba a cabo durante las fiestas de bebida: " En general tienen la costumbre de tirar sus nepun o
sea garrotes (con los cuales matan caza silvestre y gente), aquel que tira más lejos gana lo
dispuesto" (Paucke 1943: 216). Creemos que este juego tendría relación con la demostración de las
habilidades ligadas a las actividades predadoras -caza y guerra-, quizás con el manejo del
instrumento y con la fuerza empleada.
Sin embargo, la diferencia entre ambas presas se daba en el plano del consumo. El acto predatorio
daba lugar a dos tipos de consumo: uno propio de la guerra y del canibalismo, donde se consumía la
parte predadora de la víctima (predación), y otro propio de la cocina alimenticia, en la cual se
consumía la parte presa de la víctima (comensalidad)[5]
Idioma
Artículo principal: Idioma guaraní
Los idiomas hablados por estos pueblos (guaraní) pertenecen a la familia tupí-guaraní. El guaraní
paraguayo es junto con el español lengua oficial en el estado del Paraguay, y el guaraní correntino
es co-oficial junto con el español en la provincia de Corrientes, en Argentina.
La mezcla del idioma avá ñe'é con el castellano es conocido en Paraguay como una tercera lengua
llamada yopará o jehe‘a / yejé'á.
La llegada de los jesuitas
En el siglo XV la sociedad guaraní pasó por un período de cambio. Comenzaron a aparecer
instituciones unificadoras que probablemente, en el largo plazo, hubieran llevado al surgimiento de
un Estado. Los karaí, profetas que eran aceptados en todas las tekuas (aldeas) que se enfrentaban
entre sí en un permanente ciclo de búsqueda de poder para la obtención del aguyé, son un ejemplo
de estas fuerzas unificadoras. Estos karaís recorrían las aldeas predicando el mensaje del
advenimiento de importantes cambios; y no estaban adscritos a ninguna tekua en particular, sino
que eran panguaraníes, por así decirlo.
Cien años después, con la invasión europea en la zona, llegaron los jesuitas, que, en cierto sentido,
vinieron a competir directamente con los karaí. Aunque extranjeros, traían un mensaje unificador y,
sobre todo, ofrecían algo muy importante: los guaraníes que aceptasen su convivencia pasarían
automáticamente a estar cubiertos por las leyes del rey de España.
La expansión del frente hispano-portugués y la amenaza real que esto llevaba aparejado llevó a un
debate interno entre los partidarios de la alianza con los jesuitas, para así obtener la protección de la
corona y los que preferían el enfrentamiento.
En todo caso, la política guaraní obedecía a su propia lógica y en esa lógica los jesuitas fueron
vistos como la pieza clave para obtener la protección del marco jurídico que la corona otorgaba.
La alianza generalizada de los dirigentes políticos guaraníes con la orden jesuita obedeció a una
estrategia global, debatida y consensuada por esos dirigentes, fruto de no pocos enfrentamientos
internos, para frenar o al menos limitar el avance de la agresión de hacendados españoles y
bandeirantes portugueses. (Existen numerosas fuentes documentales de testigos que presenciaron
estos debates de líderes políticos guaraníes).
Los jesuitas fueron utilizados por los guaraníes para mantener su idea de la política. El modelo
político guaraní ya tenía un lugar reservado para ser ocupado por los jesuitas (el antiguo Karaí Pan
guaraní, no en vano a los padres jesuitas también les llamaron así: karaís, incluso actualmente en
guaraní correntino existe la palabra karaí). Por ello se explica la rápida consecución de la alianza y
el florecimiento de las misiones. Las reducciones no eran más que tekuas o aldeas tradicionales que
habían obtenido la protección de la corona, ingresando así no solo en el corpus legal sino también
en una serie de intercambios económicos y culturales que se mantuvieron durante doscientos años.
Los partidarios de la guerra se opusieron a esta alianza y permanecieron indómitos, en tekuas
tradicionales (sin iglesias de piedra), advirtiendo una y otra a vez a los guaraníes "cristianos" que
ese no era el camino. De hecho, cuando la orden jesuita perdió la amistad del rey y fue expulsada,
las reducciones fueron arrasadas.
Los guaraníes reducidos, los que habían apostado a la alianza con los jesuitas al haber sido
educados y haber convivido más de 150 años con los sacerdotes de la compañía de Jesús (que
tenían un nivel cultural muy alto), ya no eran los aborígenes que todos imaginamos con taparrabos y
hablando solo su lengua, sino que habían sido instruidos para hablar latín, pintar cuadros, hacer
obras esculturales, etc.; lo que hoy se llama barroco-guaraní, por lo que es importante desechar la
teoría de que volvieron a la selva, porque ya ni ellos ni sus padres o abuelos habían vivido en la
selva, y la mayoría lo que hicieron fue prestar servicios en las grandes estancias que se estaban
constituyendo en las provincias de Santa fe, Buenos Aires, ya que ellos tenían conocimientos del
trabajo rural. El escenario hacia principios del siglo XIX era otro muy distinto y los diversos grupos
se aislaron entre sí.
Cabe destacar, sin embargo, que esta situación llevó a profundizar en aspectos prácticos de la
religión o pensamiento filosófico guaraní, como la obtención del estado de perfección o aguye por
una nueva vía, no caníbal. Es notable la evolución del pensamiento guaraní con respecto a la
obtención de energía por la vía caníbal. Es probable que la experiencia jesuita haya influido en ello,
no sólo porque aquellos se negaban a aceptar la vía caníbal como parte de la religión, sino también
por la profunda crisis que la desaparición de la experiencia jesuita tuvo en las tekuas involucradas.
Problemas que enfrentan actualmente
Actualmente las comunidades de guaraníes de la provincia de Misiones están pasando por graves
problemas que podrían llevar a la desaparición del pueblo. Las principales causas son la falta de
tierras, la desnutrición, la tuberculosis y la falta de ayuda por parte del gobierno provincial y
federal. Son alrededor de siete mil guaraníes, agrupados en 76 aldeas.
El factor principal de la crisis es la falta de territorios, ya que esta tribu utiliza los recursos naturales
en amplias extensiones de tierra, desplazándose en grandes distancias para cazar, pescar, recolectar
frutos del monte. La presión demográfica sumada a la explotación forestal hizo que las
comunidades vean reducido su espacio vital.
Además existe una emergencia alimentaria y sanitaria, con picos muy graves en algunas
comunidades, con niños con alto índice de desnutrición y enfermedades asociadas como la
tuberculosis.
En 2004, 38 de las aldeas que existen en la provincia marcharon a la Plaza 9 de Julio, frente a la
Casa de Gobierno provincial, en la ciudad de Posadas haciendo oír sus reclamos en busca de una
mejora y ayuda por parte del gobierno.
Guaraníes en Argentina
La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, complementaria del Censo
Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001, dio como resultado que se reconocen y/o
descienden en primera generación del pueblo avá guaraní 3.268 personas (además de otras 9.089
que se autorreconocieron como guaraníes) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en los 24
partidos del Gran Buenos Aires. Otras 2.372 se autorreconocieron guaraníes en las provincias de
Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.[6]
Los guaraníes de Brasil
Los guaraníes de Brasil, que viven en su mayor parte en el estado de Mato Grosso do Sul, han
perdido casi toda su tierra y están sufriendo una oleada de suicidios sin precedentes en América del
Sur [cita requerida]. El pueblo guaraní se hacina en pequeños trozos de tierra rodeados por inmensas
plantaciones o haciendas ganaderas, o acampan al borde de carreteras y caminos. En 2003 fue
asesinado el líder guaraní Marcos Verón. Los culpables aún están en libertad [cita requerida].
Véase también
•
•
•
•
•
Idioma guaraní
Misiones jesuíticas
Mitología guaraní
Reducciones jesuíticas
Aborígenes paraguayos
Bibliografía
• Hednis, Tadeo Xavier: Jardín de flores paracuaria.
1. ↑ Boliviahoy.com
2. ↑ Guaranis
3. ↑ http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-37512009000100003&script=sci_arttext
4. ↑ Paucke, Florián 1943. Hacia allá y para acá. Una estadía entre los indios Mocobíes , 17491767 II. Tucumán, Universidad de Tucumán.
5. ↑ Fausto , Carlos 2002. Banquete de gente: comensalidade e canibalismo na Amazônia.
Mana 8 (2): 2-44.
6. ↑ INDEC. Censo 2001 - Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas
Enlaces externos
•
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Guaraníes. Commons
• El Kunumi, Prof. Jorge Román Gómez, Ituzaingó, Corrientes
• Advierten sobre la desaparición de los guaraníes por falta de tierras, Diario El Territorio,
Posadas, Misiones; 12 de septiembre de 2004
• Poema guaraní traducido
• El Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní difunde la lengua y cultura guaraní
• Información adicional sobre los guaraníes (Web paraguaya)
• Actualidad del pueblo
• Survival International
• Orígenes (de los pueblos guaraní y tupí)
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indígenas de Uruguay | Pueblos indígenas de Paraguay | Pueblos indígenas de Brasil
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Etnocidio Tres etnias viven sus últimos días
Tema: El Deber Fecha: 28/8/2004
Pérdida. Los pacahuara, araona y guarasugwe entraron en un proceso de etnocidio cultural.
Sobreviven en lo más recóndito del territorio boliviano y lo único que conservan intacta es su
lengua
Resabios. Shanana Matahua (68) es el araona más viejo de su tribu. Hace 40 años vivía desnudo;
no olvida el calor que sintió la primera vez que utilizó las ropas que los misioneros le regalaron
Bolivia multicultural, ¿hasta cuándo? Investigaciones históricas dan cuenta de que más de 1,5
millones de indígenas (es el cálculo más bajo) habitaban el Chaco, la Amazonia y el Oriente
boliviano antes de la conquista española. 500 años después esa población se redujo a la cuarta parte.
Cinco siglos atrás, Santa Cruz registraba alrededor de 80 etnias, de las que quedaron cuatro:
guaraní, chiquitana, guaraya y ayorea, que ahora son considerados pueblos fortalecidos.
Actualmente el territorio nacional cobija 40 grupos étnicos, de los cuales tres están a punto de
desaparecer y otro tanto es vulnerable a diversos factores, naturales, sociales y de interés
económico. Sin embargo, la mayoría indígena boliviana vive un proceso de fortalecimiento, excepto
un grupo de tribus amazónicas y algunas altiplánicas.
EL DEBER estuvo con dos de las tres etnias que, según los antropólogos, están en vías de
extinguirse. Una de ellas, la araona (La Paz), probablemente fue la más grande de la Amazonia
boliviana a finales del siglo XIX (entre 30.000 y 40.000 habitantes), y ahora su población no llega a
un centenar.
La más disminuida en habitantes es la pacahuara (Beni) que, según el último censo indígena
(actualizado en 2003), debería tener 25 integrantes. EL DEBER llegó hasta ellos y constató la
presencia de 11 personas.
Otro grupo que se apaga de a poco es el guarasugwe (frontera de Santa Cruz con Brasil) donde,
oficialmente, habitan 31 personas. Sin embargo, un científico que estudió esta etnia presume que la
población es inferior.
Una de las características que tienen en común estas tres tribus amazónicas es que están en lo más
recóndito del territorio nacional. Para sobrevivir, en épocas en que eran aniquilados como animales
salvajes, por los “blancos”, se cobijaron en las tierras donde ahora habitan.
Pacahuaras y araonas fueron victimados por los rescatadores del caucho durante el auge de la
siringa (finales del siglo XVIII y durante el XIX), según informes antropológicos.
Aculturizados por religiosos protestantes, las tres tribus han perdido la mayor parte de sus rasgos
culturales, aunque gracias a los mismos evangelistas, preservan sus lenguas. La constante
disminución de sus habitantes (tienen problemas de reproducción), la distancia del mundo
civilizado (viven aislados) y la pobreza en la que viven (no tienen atención de salud ni servicios
básicos) son factores que conducen a los araona, pacahuara y guarasugwe a un proceso de etnocidio
cultural.
Otro grupo de etnias, si bien no está en vías de extinción, es vulnerable a agentes económicos que
repercuten en la disminución de su población y territorio, además a la pérdida de sus valores
culturales.
La explotación hidrocarburífera, sin respeto al medio ambiente y a los territorios originarios,
comienza a golpear a etnias pequeñas como los tapiete y los weenhayek. También hay tribus de
población intermedia, como los guaraníes, cuyos territorios fueron afectados por la explotación de
gas y petróleo.
EL DEBER recorrió gran parte del territorio weenhayek, que en su mayor extensión está afectado
por la actividad hidrocarburífera; otro porcentaje fue invadido hace más de 50 años por ganaderos.
Esa etnia sufrió una merma de su población en los últimos cinco años, perdió la mayoría de sus
costumbres y sufre una crisis interna que la pone al borde de la división debido a que varios de sus
ex líderes fueron sobornados por las empresas petroleras.
Las compañías aludidas niegan esas acusaciones y aseguran que invierten en infraestructura social
(viviendas, educación y servicios) para los aborígenes.
Pero el mayor problema de las etnias es el avasallamiento de los territorios que ancestralmente
ocuparon. Una publicación internacional (El Mundo Indígena 2004, editada por el Grupo
Internacional de Trabajo sobre asuntos indígenas, en Dinamarca) da cuenta de que en Bolivia, desde
1990, las etnias demandaron 158 Tierras Comunitarias de Origen (TCO) por una superficie de 35
millones de ha. Después de más de siete años de vigencia de la Ley del Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), que reconoce gran parte de las demandas, el Estado tituló cuatro millones
de ha (10% de lo requerido).
Ese mismo documento estima que los empresarios tienen ocho veces más cantidad de tierras que los
indígenas y campesinos. Sostiene que la mayor inequidad se registra en las tierras bajas, donde
76.000 empresarios concentran 22 millones de hectáreas (el país tiene 109 millones de ha), en tanto
que 78.000 pequeños propietarios poseen tres millones de ha.
En las tierras altas se divisa a una de las culturas más antiguas del continente, la uru murato, que
sobrevive arrancándole los pocos peces que le quedan al lago Poopó, cuyas aguas están
contaminadas por la actividad minera de la región.
EL DEBER estuvo en una de las comunidades murato, que es vulnerable a factores naturales y a los
impactos del desarrollo.
Familias guaraníes cautivas y explotadas
La explotación de la mano de obra indígena en condiciones de esclavitud es otro elemento que
atenta contra los originarios. Una comisión compuesta por autoridades de Gobierno (Ministerio de
Asuntos Indígenas y Viceministerio de Justicia), la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Derechos
Humanos y el Defensor del Pueblo constataron que hay más de 100 familias guaraníes cautivas en
el Chaco.
Nelly Romero, presidenta de la APG, recorrió junto con la comisión oficial toda la zona del Chaco
boliviano (Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija) y verificó la situación. “Hay hermanos que todavía
llevan guasca de sus patrones cuando se resisten a trabajar sin sueldo y sin horario”, relató.
El ministro de Asuntos Indígenas, Ricardo Calla, conoce en detalle el tema. “Es una vergüenza que
en nuestro país exista esta práctica. Es inadmisible que, después de dos siglos de la abolición de la
esclavitud, existan remanentes. Y será una vergüenza que yo termine mi gestión sin resolver este
problema”, dijo la autoridad, y se comprometió a gestionar la liberación de las familias cautivas.
El Viceministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios (Vaipo) registró las denuncias de
algunas madres guaraníes que acusaron a una familia de ganaderos de traficar con sus hijos. En esa
dependencia informaron de niñas y adolescentes que fueron engañadas y separadas de sus
progenitores con rumbo desconocido. Las madres informaron de que hace varios años salieron sus
hijas y no regresaron más, y que tampoco mantienen comunicación con las menores.
"A nosotros todavía nos tratan como a objetos, no como a personas", denunció Nelly Romero, que
espera que el Estado dote 3.000 hectáreas (polígono 7-1) para ubicar a los cautivos después de
liberarlos.
Factores que vulneran a comunidades originarias
1 La distribución inequitativa de la tierra es uno de los mayores problemas
No tienen acceso a sus territorios
Los indígenas demandaron 35 millones de ha de las tierras que históricamente les pertenecieron,
pero el Estado les tituló cuatro millones. Los empresarios tienen ocho veces más cantidad de tierras
que los indígenas y los campesinos. En las tierras bajas hay más inequidad: 76.000 empresarios
tienen 22 millones de ha; y 78.000 pequeños propietarios poseen 3 millones de ha.
2 La actividad petrolera espanta a los animales y contamina los afluentes
Hidrocarburos: exploración y explotación
Casi ocho millones de ha de tierras comunitarias de origen (TCO) están afectadas por la actividad
petrolera. El Estado dio concesiones a las transnacionales sin tomar en cuenta la presencia de las
etnias, que ahora sufren el impacto de la contaminación del medio ambiente que antes les proveía
del sustento. No hay normas precisas de mitigación y las petroleras invierten lo que quieren en el
resarcimiento de daños
3 La esclavitud no se abolió por completo en Bolivia. Hay resabios en el Chaco
Grupos en condición de esclavos
Más de 100 familias guaraníes, cuyos territorios fueron avasallados por ganaderos y agricultores en
el siglo pasado, permanecen cautivas en haciendas del Chaco. Trabajan sin salario, sin horario y no
gozan de ningún beneficio social. El Estado investiga un probable tráfico de niños en esa región,
donde todavía el patrón utiliza la guasca contra sus cautivos para obligarlos a trabajar.
4 No tienen agua potable, electricidad ni atención médica
Sin condiciones básicas para vivir
La mayoría de las etnias de población menor e intermedia carece de los servicios básicos (agua
potable y energía eléctrica) en tierras altas y bajas. En cuanto a salud, según la información oficial,
el índice de mortalidad infantil ha disminuido en el área rural. Pero hay pueblos internados en la
selva donde no hay atención médica y menos una medición estadística de la prestación de servicios.
El autor de este artículo es Boliviahoy.com Noticas del país Bolivia news bolivian news87
http://www.boliviahoy.com
La URL de la Historia es:
http://www.boliviahoy.com/article.php?storyid=7904
Pueblos indígenas
Informes de prensa
Metodología
El 2004 y 2005 el INDEC relevó la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) con el
objetivo de cuantificar y caracterizar la población que se reconoce perteneciente y/o descendiente
de pueblos indígenas. De acuerdo a los resultados de la ECPI, hay 600.329 personas con esta
característica.
A continuación se presenta una selección de resultados.
Para información más detallada puede consultar los resultados de la
ECPI para cada pueblo indígena y región muestral
Resultados correspondientes al total del país. Años 2004 - 2005
Población por autorreconocimiento y ascendencia indígena
Población por pueblo indígena
Indicadores comparados de 31 pueblos indígenas. Población que se reconoce perteneciente
y/o descendiente en primera generación de un pueblo indígena:
Población por pueblo indígena y región muestral
Índice de masculinidad por pueblo indígena y región muestral
Población según grandes grupos de edad por pueblo indígena y región muestral
Índice de dependencia potencial total, índice de dependencia potencial de jóvenes e
índice de dependencia potencial de ancianos por pueblo indígena y región muestral
Población urbana por pueblo indígena y región muestral
Población que reside en una comunidad indígena por pueblo indígena y región muestral
Población de 5 años o más y población que habla y/o entiende lengua/s indígena/s por
pueblo indígena y región muestral
Población de 5 años o más y población que habla habitualmente en su casa lengua/s
indígena/s por pueblo indígena y región muestral
Población de 5 años o más y población cuya lengua materna es indígena por pueblo
indígena y región muestral
Población sin cobertura de obra social y/o plan médico privado o mutual por pueblo
indígena y región muestral
Población que consulta a un médico de hospital público por pueblo indígena y regíon
muestral
Población de 5 a 29 años y condición de asistencia escolar por pueblo indígena y región
muestral
Población de 5 a 14 años que asiste a nivel EGB1 y EGB2 y no recibe clases en lengua o
idioma indígena
Población de 10 años o más y tasa de alfabetismo por pueblo indígena y región muestral
Población de 15 años o más según máximo nivel de instrucción alcanzado por pueblo
indígena y región muestral
Población de 5 a 19 años, población que asiste a algún establecimiento educacional y
población que no recibe beca para estudiar según pueblo indígena y región muestral
Población de 60 años o más que no recibe jubilación o pensión por pueblo indígena y
región muestral
Población nacida en Argentina según inscripción legal del nacimiento en el país por
pueblo indígena y región muestral
Población de 12 años o más según situación conyugal por pueblo indígena y región
muestral
TerritorioDigital.com
Inicio
Domingo 12 de Septiembre de 2004
Conflicto. Los aborígenes llevan 17 días tratando de hacerse oír en el centro de Posadas
Advierten sobre la desaparición de los guaraníes por falta de
tierras
:: La presión demográfica y la explotación "irracional" de los recursos, especialmente los forestales, están
acabando con el hábitat de los indígenas. Por consiguiente, también con ellos.
POSADAS. La destrucción de los terrenos que habitaron ancestralmente está haciendo que los siete
mil aborígenes que aún quedan en la provincia de Misiones dependan cada vez más de la sociedad
para sobrevivir. Fue una de las advertencias escuchadas en la plaza 9 de Julio, la semana pasada,
que también explica el por qué “base” de la presencia de 38 aldeas guaraníes en el centro de la
ciudad.
Aunque puntualmente los aborígenes decidieron salir de sus comunidades para reclamar asistencia
alimentaria, de salud y que sea un funcionario indígena quien los represente en el Gobierno, el
drama de fondo es la pérdida de sus territorios, a manos del “blanco”, explicaron representantes de
organizaciones que los acompañan en su manifestación.
“El factor principal de la crisis es la falta de territorio. La cultura mbyá utiliza los recursos naturales
en amplias extensiones de tierra. Se desplazan grandes distancias para cazar, pescar, recolectar
frutos del monte. La presión demográfica sumada a la explotación forestal irracional hizo que las
comunidades vean reducido su espacio vital”, explicó Ariel Araujo, coordinador general de la
Coordinadora de Pueblos y Organizaciones Indígenas de la región Chaqueña y Misiones
(Copirecha). Y continuó: “Eso hace que (los aborígenes) no tengan los recursos alimentarios de la
selva y dependan de los que provee la sociedad. Eso hace que necesiten dinero y trabajo, algo que
escasea en el interior de Misiones. Porque la tarefa, por ejemplo, es una actividad de paga muy
baja… Es como un círculo vicioso que se va acrecentando día a día”.
Araujo recordó que aún quedan unos siete mil guaraníes en la provincia, agrupados en 76 aldeas y
lamentó que sólo 38 hayan podido llegar hasta Posadas debido a la imposibilidad de conseguir
transporte, “sumado al amedrentamiento policial que existe en muchas comunidades, porque fueron
a intimidar a muchos caciques para que no se movilicen”, según denunció.
Desnutrición y tuberculosis
Tratando de ir más allá del aspecto político, Araujo remarcó que “hay emergencia alimentaria y
sanitaria, con picos muy graves en algunas comunidades, con niños con alto índice de desnutrición
y enfermedades asociadas como la tuberculosis. De ahí el reclamo de planes de emergencia
coordinados para que sean efectivos, no un mero asistencialismo sino que les permitan salir de esta
crisis”.
El dirigente de Copirecha afirmó que los pocos datos estadísticos que se tienen, con respecto a la
situación alimentaria y de salud en las aldeas son “fragmentados”, pues “la provincia no lleva un
registro. En el sistema de salud, el tema indígena no está contemplado”, subrayó. Y como un
ejemplo de todo lo dicho citó a las comunidades de Tekoa Yma y Tekoa Kapi'i Yvate, de la zona de
Yabotí.
En sus palabras
“Tenemos problemas de tierra, de salud y de toda clase”, confió el cacique Lidio Giménez, de la
aldea Cuña Pirú I, situada a diez kilómetros de Aristóbulo del Valle.
Allí, 41 familias (en total, 217 personas) libran una lucha diaria por la supervivencia, en la que la
tenencia de la tierra es vista como decisiva.
Giménez, contó que reclaman 6400 hectáreas, propiedad de la Universidad de la Plata, donde “los
animalitos del monte se están terminando”, plantan maíz, mandioca, batata, poroto. Y donde están
ingresando familias de colonos que por el momento son casi diez.
“Por eso fuimos tres veces a Buenos Aires el año pasado y una este año, pero no conseguimos la
sesión de los terrenos”, agregó.
El cacique también confió que cuando su gente se enferma, lo primero es ir al “médico” de la
comunidad para después, si éste lo recomienda, recurrir al hospital de Aristóbulo del Valle. Claro,
para ello y si el caso es grave, alguien debe recorrer los diez kilómetros que separan la aldea de la
citada localidad a pie, en busca de una ambulancia o ayuda de la policía.
La situación es parecida en la comunidad Yryapú, a tres kilómetros del centro de Iguazú, donde
viven 40 familias guaraníes (en total 220 personas), aunque esta vez en 265 hectáreas propias.
Aquí, existe una escuela primaria y una perforación, que hacen un “poquito” más llevadera la
existencia, en un lugar que aunque no acusa tala indiscriminada sí la falta de animales que antes
eran comunes, según el cacique Miguel Morínigo.
En tanto, a 18 kilómetros de San Ignacio urge la ayuda alimentaria y de salud, de acuerdo con el
cacique Ricardo Benítez, de la comunidad Ñu Porá. Allí, en 48 hectáreas “cedidas por el obispado”,
siete familias (en total 36 personas, de las cuales 26 son chicos) tratan de plantar hortalizas y
verduras, aunque no alcanza.
“No se puede plantar mucho. No aguanta, no tenemos tierra buena. Falta comida y no tenemos
posibilidad de conseguir mercadería”, expresó Benítez, quien llegó a la comunidad hace cinco años,
después que se disolviera una aldea de Piraí Miní a la que pertenecía. “Se terminó, se
desparramaron”, contó, con un gran dejo de resignación. Cuando alguien se enferma en la
comunidad de Ñu Porá, el procedimiento es similar al de Ka Aguy Poty, de acuerdo con el cacique,
quien detalló que abundan los casos de “fiebre y de gente que se corta”.
Bajo lluvia y con frío
Los aborígenes cumplen hoy 17 días apostados en la plaza 9 de Julio, donde hombres y madres con
niños en brazos levantaron carpas, en un desesperado intento por hacerse oír, por encima de
cualquier marco político-partidario.
Ayer, la lluvia y el frío complicaron aún más la subsistencia en el lugar, que se efectúa
prácticamente sin baños y con el lavado de ropas en la fuente del tradicional paseo. El cacique
Benítez, haciendo una pausa y tomando aire para ordenar sus ideas, en diálogo con El Territorio,
dirigió un impotente reproche, observando la vigilada casa de gobierno al considerar: “Estamos en
las puertas y ni siquiera miran. No es justo para uno. No se reclama lo que no corresponde”.
“Parecen depredadores sin alma”
La situación de las comunidades de Tekoa Yma y Tekoa Kapi'i Yvate, de la zona de Yabotí fue
puesta como un claro ejemplo de la acción del hombre “blanco” sobre el hábitat de los aborígenes.
Y paralelamente a la manifestación que se efectúa en la plaza 9 de Julio, la Fundación para la
Defensa del Ambiente (Funam) denunció que el Ministerio de Ecología de la Provincia y la empresa
Moconá Forestal S.A. “trabajan juntos en el lote 8 de la reserva de biosfera, para justificar el
reinicio de la extracción de árboles”.
En conferencia de prensa, el presidente de Funam, Raúl Montenegro, describió que “la tala
ejecutada antes de que se prohibiera la extracción por un año fue “brutal y despiadada” y que esto
lleva a un “genocidio silencioso”.
“Vaciaron la selva de grandes árboles y crearon un desierto de suelo rojo. Esto rompió el corazón de
los niños y adultos de la comunidad (mbya) y amenazó más aún su calidad de vida y su salud (...)
Esta barbaridad no puede quedar impune. Quienes hicieron esto no parecen seres humanos, sino
depredadores sin alma”, concluyó.
Conflicto. Afirman que aún quedan
unos siete mil indígenas en la
provincia, agrupados en 76 aldeas, en
las cuales los problemas derivados del
accionar del "blanco", como graves
enfermedades, son moneda corriente
En peligro. Toda una cultura está en
riesgo de extinguirse
.
Inocentes. Los niños acompañan a
los grandes en el reclamo.
Dependientes. Su hábitat desaparece
y los aborígenes necesitan asistencia
alimentaria y de salud.
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Folklore
Lo nuestro, la raza guarani y sus
costumbres.
------------------Comidas tipicas
Los platos nacionales.. las recetas de
la abuela.
Los Guaranies
Organizacion social
Vida religiosa – vivienda
Ciencias y artes – vestimenta
Economia y transporte
Costumbres
ORIGENES
La cuenca amazónica cuna del grupo tupí-guarani- alberga importantes testimonios que hablan de
grupos humanos asentados en la región de la Amazonia brasileña desde tiempos prehistóricos, los
descubrimientos rupestres de Santana da Chapada, en el estado de Cuiaba
En este caso se representan, pintados en ocre y rojo, figuras de coatís, venados, urubús, avestruces y
tatús. Si bien los resultados de la antigüedad de los restos no son e definitivos, se habla de la
instalación de seres humanos hacia el 10 000 a.C. En el siglo XVI a.C., en la cuenca amazónica, se
localizaron grupos que abrían claros en la selva para cultivar y tejer algodón, usaban máscaras
rituales, pintura corporal y producían, paro almacenar alimentos, grandes vasijas cerámicas.
También tenían aldeas, llamadas malocas, con grandes casas colectivas y un esquema de
distribución que reproducía su concepción el Universo.
MIGRACIONES
En la época de la Conquista, esto es mil años después, los descendientes de estos grupos se
extendían desde el Amazonas, por el norte, hasta el Rió de la Plata, por el sur; y desde el litoral
atlántico del Brasil, por el este, hasta los contrafuertes de los Andes bolivianos, por el oeste. Este
proceso de dispersión era explicado por la leyenda de los hermanos mellizos Tupí y Guarani, que
habían debido separarse, a causa del insoportable carácter de sus esposas.
La región que ocupaban era, sencillamente, colosal y Formaban distintos núcleos con
denominaciones diferentes, separadas por enormes distancias y par tribus enemigas do otros grupos.
COMENTARIOS y POEMAS
En sus Memorias el explorador Diego García ya denomino Tupí, a los moradores de la costa
brasileña, agrega García que las guaraníes que vivían en las islas del Paraná, en las cercanías de
Sancti Spiritus eran
del mismo grupo que los que habitaban en las islas del Delta y que los Chandules que moraban en el
Paraguay “mas lejanos que los Agaces, añade, refiriéndose a otra grupo. Martín del Barco
Centenera en el primer canto de su poema La Argentina, ya habla del origen de los Chiniguanos o
Guaraníes, recordando al cacique Caytú, primo del famoso Yamandú
Ruy Díaz de Guzmán nos aclaro que los Guaraníes son los Carios. Finalmente, para que no nos
queden dudas Ulrico Schmidl, nos informa que Carios son los Guaraníes del Paraguay y Tupies los
de Brasil - Como vemos, por los informes, los guaraníes habían efectuado una migración paulatina,
y teniendo en cuenta las modalidades de cada grupo, bajaron por ríos Paraná y Uruguay,
instalándose también en las proximidades de Buenas Aires y en las islas del Delta. Estas,
casualmente, son los Chandules (a los que Irala bautizó como guaraníes de las islas) a ellos hace
mención Diego García.
PRIMERA NACIÓN AMERICANA
Los Chiriguanos que también aparecen en las Memorias del colonizador, comenzaron a fines del
siglo XIV y principios del XV, su migración hacia los Andes, eligiendo el actual Chaco boliviano
como residencia permanente. Esta gran dispersión de pueblos guaraníes, sumaba, a la llegada de los
españoles, una población aproximada de 1500 000 habitantes. Tan importantes eran los guaraníes
que Alcides D’Orbigny , sabio y naturalista francés que anduvo por estas tierras hacia 1830, nos
dice en su libro Viajes por la América Meridional, que los guaraníes están en el primer lugar entre
las naciones americanas"
En la actualidad, los grupos más numerosos son los Chiriguanos y los distintos grupos
pertenecientes a los cainguá o caingang, esto es:
Los chiripa, del área sur brasileña y sector este paraguayo.
Los pai-kaiová, que viven en el sur de Brasil y el este de Paraguay.
Los Mbyá, habitantes del sur brasileña, Paraguay y Misiones, en Argentina.
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ORGANIZACIÓN SOCIAL
Cuando una pareja guarani deseaba casarse, ambas usaban el lenguaje de las flores. En efecto, él
colocaba pequeñas florerillas tras su oreja y ella colocaba flores en su pelo
Los guaraníes no tenían una unión matrimonial indisoluble, pues tanto mujeres como hombres, si se
cansaban el uno del otro, podían abandonar a su respectiva pareja.
Sin embargo, el hombre no podía tomar una nueva mujer sin tener el consentimiento y la
aprobación de su primera esposa.
El casamiento sólo se le permitía al hombre después de haber dada muerte a un enemigo, en un
sacrificio ritual y publico
La mujer era la que se encargaba de todo la relativo al cultivo de la tierra y de abastecer al hombre
de todo lo que le hiciera falta para sus excursiones de caza y para la guerra. Estas tareas
determinaron que la sociedad fuera, fundamentalmente, matriarcal.
El núcleo social guarani era el tevy, oga o tapyi esto es el grupo familiar de todos los parientes.
Cada tevy tenia un jefe al que todos respetaban por sus consejos y que también los dirigía en a
guerra.
La agrupación de varios tevy era la aldea, llamada tekoa o tava. Quien mandaba a toda la aldea era
el tuvichá o mburubichá.
En muchos cosos el tuvichá era la misma persona que el payé, page, chaman, yaman o shamán
(hechicero), poseedor de grandes conocimientos y con un gran dominio de la medicina natural. Los
guaraníes fueron verdaderos maestros de la herboristería (curación por medio plantas
Otra actividad importante del payé era lo relacionado con la guerra, pues cualquier decisión, en ese
sentido, pasaba por él. Se comunicaba con los espíritus de los antepasados y vaticinaba el resultado.
En estas comunicaciones se valía de una maraca que le ayudaba a hacer penetrar en el, al espíritu
invocado.
Una característica de los guaraníes era que ni los jefes del tevy, ni los tuvicha se imponían a los
demás por la fuerza, sino que para que hicieran caso de algo, debían convencerlos por las buenas.
Tal cama en el matrimonio, si un tevy estaba en desacuerdo con el tuvicha se iba a otra aldea. O sea,
que entre los guaraníes no existía un gobierno centralizado ,el poder, en definitiva estaba dado por
la elocuencia (esto es el arte de saber hablar y convencer)
VIDA RELIGIOSA
Los hechiceros o payés eran personajes muy importantes en la vida de
la comunidad, dado que, podían producir o detener ”daños” hacia una persona o familia. Durante
gran parte del tiempo vivían recluidas en el monte , pues llevaban un régimen de comidas
exclusivamente dietético para estar siempre en estado de pureza. Por eso, también llevaban una
vida de castidad absoluta
Los Guaraníes creían en la existencia de un ser supremo, Tupá, creador de toda lo existente y muy
similar al Dios de los cristianos, sin embargo no tenían templos, ni sacerdotes para adorarlo. A él se
oponía Aña o Añanga el demonio.
Creían en fantasmas, tales como la Porá, que vagaba en torno a las tumbas , flotaba sobre lagos y
lagunas, brillando por las noches. Otro fantasma era el Urupirá , que tomaba a forma de un pez.
Creían en la existencia del alma. Por este motivo colocaban al cadáver en una gran tinaja en la que,
además, disponían todos los objetos que habían pertenecido al fallecido.
también aseguraban que el hombre tenía dos almas, una es la que les permitía a las personas el uso
del habla y la inteligencia y había sido otorgada por el Dios Ñanderu . La otra alma provenían de
platas animales; así si una persona era muy arriesgada y valiente, decían que tenía el Alma jaguareté
si era astuto decían que el alma era de un animal famoso por esa cualidad , el zorro.
VIVIENDA
Las aldeas estaban fortificadas con empalizadas formadas por estacas afiladísimas, además de
impedir el acceso de animales o personas indeseables por medio de fosos con elementos cortantes
en el fondo.
La vivienda de las aldeas era la misma que las utilizadas en la cuenca amazónica
La maloca o casa grande. Efectivamente, tenía unos 50 metros de larga y en ella vivía fado el tevy.
Las construcciones tenían armazón de postes y techo de hojas de palmera
El ángulo que formaban llegaba prácticamente, hasta el suelo y tenía como objetivo evitar que las
lluvias torrenciales mojaran las paredes, que estaban confeccionadas en madero y revocadas con
barro. No tenían ventanas y la ventilación se producía par a corriente formada entre las dos puertas
que estaban situadas en cada extremo de la casa.
El interior estaba dividida por tabiques que indicaban las habitaciones de cada familia
Para descansar utilizaban hamacas de algodón o caraguatá y para sentarse utilizaban banquetas
muy pequeñas.
El fogón, practicado en el suelo, era muy importante ya que reunía o todos a su alrededor para
conversar
Se la encendía haciendo girar dos palitos por frotamiento. Los fogones más pequeños eran
prendidos por cada pareja para cocinar. La vajilla consistía en ollas de cerámica, recipientes de
calabaza cuchillos de caña afilada, platos, cucharas y cucharones de madera. Las provisiones se
guardaban colgadas de redes o estantes.
Ciencias y artes
Las ciencias y artes.
Tenían ciertos conocimientos de astronomía, que los llevaban a distinguir el sol y la luna, de entre
los demás astros. Dividían el año en doce lunaciones o meses.
Transmitían sus ideas por un sistema parecido al quipus de los incas.
Sus conocimientos de botánica, de las plantas tintóreas y de las propiedades medicamentos de
centenares de hierbas constituyen uno de los mayores aportes de los guaraníes, juntamente con el de
la armoniosa lengua guaraní.
La alfarería y la fabricación de tejidos de algodón, eran ocupaciones en las que los guaraníes
demostraban su capacidad imaginativa.
Aporte indígena a la cultura universal.
La cultura universal se vio enriquecida con numerosos aportes de los indígena . A continuación nos
referimos a los más significativos de ellos en algunos de los campos del que hacer humano.
En cuanto a los idiomas aborígenes, cabe señalar que varios vocablos del náhuatl, el quechua, el
aymará, el guaraní, etc. han sido incorporados a la lengua castellana por lo cual figuran en los
diccionarios. Además, en la actualidad millones de personas en los distintos países americanos
hablan todavía estos idiomas.
Son también importantes los aportes indígenas a la literatura.
En el campo de la arquitectura, varios testimonios subsistentes hasta hoy demuestran los progresos
alcanzados por estos pueblos en dicho campo.
Conocimientos y legados de los guaranies
La obras escultóricas que han llegado hasta nosotros son igualmente de gran valor. En diversos
museos se conservan esculturas, algunas de dimensiones enormes que representan gobernantes,
hombres comunes, animales, etc. en diferentes actitudes.
En la cerámica se destacaron varios pueblos indígenas según nos lo demuestran los testimonios que
nos legaron. Fabricaban figurillas humanas o animales, jarrones, vasijas, vasos, urnas funerarias,
máscaras, etc.
La pintura, por una parte, servía de complemento a la cerámica. En efecto, las piezas cerámicas eran
decoradas con figuras humanas, de animales, de plantas, geométricas y representaciones abstractas.
Por otra parte, la pintura era empleada también para decorar monumentos y tejidos.
Muchos trabajos de orfebrería Consisten principalmente en vasijas, pectorales, orejeras y otros
objetos de adorno.
MEDICINA
En el ámbito de la medicina hay que señalar que los guaraníes tenían conocimiento de las
propiedades terapéuticas de las plantas medicinales. Ello hizo que muchas plantas americanas
pasaran a formar parte de la farmacopea.
BOTANICA
La botánica se vio enriquecida con el conocimiento de nuevas especies vegetales, como la papa, el
maíz, la calabaza, el melón , el aguacate, el tomate, el cacao, el maguey, etc., que fueron llevadas de
América a distintos puntos del mundo.
Desconocían el uso de los metales, pero eran excelentes tejedores, cesteros y alfareros. La alfarería
era un arte femenino. Fabricaban vasijas para bebidas fermentadas y otras para urnas funerarias. El
hilado también le correspondía a la mujer. Tejían el algodón y las fibras de caraguatá, y guembé
para la fabricación de hamacas, redes, typoi, fajas y otras. La cestería era una técnica masculina
muy importante. Casi todas las vasijas para la conservación de alimentos y utensilios, se hacían con
ysypo o lianas u hojas de caranday trenzadas.
Contaban hasta cinco y con ayuda de la mano solían contar grandes cantidades.
ASTRONOMIA
Sus conocimientos astronómicos eran rudimentarios, se guiaban de las Siete Cabrillas para regular
sus sembradíos. Sobresalieron en Botánica y Zoología. Fueron grandes clasificadores, sabían dar
nombres y distinguir las distintas especies de plantas y animales. Obtenían grandes provechos de las
plantas medicinales que hasta hoy utilizamos.
EL IDIOMA GUARANI
El principal patrimonio cultural de los guaraníes fue sin duda su idioma, melodioso y con una gran
fuerza de expresión. Para ellos, después de la valentía, el valor más preciado era su lengua.
POLITICA
Sus asambleas políticas eran torneos de oratoria; se imponían los que mejor hablaban. Los ancianos
escuchaban a los oradores desde sus hamacas. Cultivaban la poesía igual que la música y la danza.
Cantaban, el guía cantaba la canción y los demás respondían con el estribillo, cantando y bailando
en circulo. Las mujeres bailaban juntamente con los hombres.
Su vestimenta
En cuanto a la vestimenta, algunos grupos usaban chiripá o baticola para cubrirse.
Los ornamentos de pluma tenían utilización ritual. Usaban mantos, bonetes, brazaletes, collares y
ligas hechas de plumas de distintos colores.
Economia
ECONOMIA Tenían una economía diversificada, practicaban la agricultura, y se dedicaban a la
caza y a pesca. El bioma selvático les brindaba brotes, palmitas, frutas silvestres, miel, huevos,
larvas comestibles y escarabajos. La que obtenían cazando eran carpinchos, nutrias, ciervos,
tortugas, yacares, iguanas y toda variedad de aves. Habían desarrollado un verdadero arsenal
especializado para la caza: Enormes arcas, de hasta 2,50 metros y flechas de distinto tipo;
aserradas, para peces; de punta lisa, para matar pájaros sin que la sangre arruine las plumas;
trampas que se hundían en el piso y otros en. las que el animal quedaba suspendida de una pata.
Para pescar, usaban, una planta hipnótica, el barbasco, que adormecía a los peces, facilitando su
capturo. La gran riqueza ¡cticola de las cuencas fluviales facilitaba la capturo de sábalos, bagres
y tarariras, usaban también el arco y la flecha. Su cultiva principal era el maíz, al que hay que
añadirle mandioca, zapallos, paratas, ananás y papayas. Luego de elegir el terreno para cultivar
se quitaban las malezas, se cortaban las arbustos y árboles de menor tamaño, y luego le prendían
fuego para sembrar en el terreno abonado por las cenizas. No había propiedad privada de la
tierra, ya que esta pertenecía a la comunidad. Los hombres despejaban el terreno y las mujeres se
encargaban de la siembra, ocasionalmente las hombres ayudaban en la cosecha. Era común que
las distintas familias se prestaran ayuda mutuamente en todas las tareas.
Transporte
EL TRANSPORTE
De todas las culturas fluviales americanas, los guaraníes fueron las que mas
kilómetros recorrieran en sus canoas
Los troncos se ahuecaban empleando fuego, que las carcomía, y un hacha. La
forma cilíndrica y la falta de quilla la hacían inestable para las que no fueran
muy prácticos. Las provisiones las trasladaban en balsas.
Costumbres
COSTUMBRES
Los hombres tienen en el labio un pequeño aguierito, en éste se mete un cristal ,grueso como un
canuto de pluma de color amarillo.
En la adolescencia, los varones eran sometidos a la operación de perforación del labio.
Este trabajo Lo hacia el hechicero con un punzón. El niño no debía llorar y tenia que aguantar el
dolor. Finalmente se le colocaba el tembetá o tubo, que tenía como finalidad evitar la entrada del
mal en su cuerpo y señalar que ya era un hombre preparado para la pelea.
El transito a la adolescencia de las chicas , se realizaba con un largo tiempo de soledad ,debía
únicamente hablar con su mamá que le indicaba todo lo que un adulto debía saber
Las fiestas eran corrientes y se celebraban todos los días después
que se había terminado la tarea.
En ellas se bailaba y se bebía en abundancia. También practicaban el canibalismo ritual (esta es que
no comían carne humana por hambre, sino para incorporar las virtudes del enemigo). Normalmente
alimentaban y cuidaban a un prisionero valiente para después, al cabo de unos meses, matarlo de un
mazazo en una ceremonia pública en lo que se repartían las pedazos, que luego eran asados
Adornan con plumas pardas les cortan las pestañas, danzan alrededor de ellos. Les dan una mujer
para cuidarla y también tener relaciones con ella. Si ella queda embarazada, educan a la criatura
hasta que sea mayor, después lo matan y devoran, beben Comen los intestinos, son amarrados al
palo con que los matan convidan a los salvajes dé las otras aldeas Llenan las vasijas de bebidas y
conducen al prisionero una o dos veces por la plaza y danzan alrededor de él. Llegan entonces las
mujeres toman los pedazos y cortes y bailan alrededor de las cabañas con gran griterío. Después le
abren los costados ,de la parte delantera y lo reparten entre si, pero las mujeres guardan solo
intestinos los hierven y hacen una sopa que se llama Míngau, Cuando todo está acabado, llevan su
parte consigo.
Los guaranies
Su origen, sus
costumbres, todo
sobre ellos, quienes
eran...
El Tereré
Que es el tereré.., la
yerba.. información
nutricional de la
yerba, etc..
Danza
La Galopa, el
valseado, las polcas,
todo lo referente a la
alegre danza
paraguaya...
Comidas
típicas
Origen de la comida
Folklore >> Extra
típica paraguaya
Vestimenta
típica
La vestimenta típica
del paraguayo, la
utilizada en la
danza.., el aho poi,
typoi...
Diccionario
Digital
Diccionario Español Guarani, origen de la
lengua..
Mitos y
Leyendas
Toda la mitologia
nacional, sepa la
creencia popular
Oracion Padre
Nuestro
En idioma guarani
El Terere - La yerba
Valor vitamínico
Carotina 1,23 mg
Tiamina 222,7 gamma
Riboflivina 404,3 gamma
Ac. Ascórbico 11,09 mg
Ac. nicótico 6,92 mg
Valor calórico
Proteinas 10,89 g
Hidratos de Carbono 12,04 g
Pentosanos 9,88 g
Almidón 4,55 g
Glucosa 3,85 g
Sacarosa 3,63 g
Valor mineral
Fósforo 0,12 g
Calcio 0,67 g
Magnesio 0,34 g
Potasio 1,36 g
Hierro 59,0 g
Cobre 1,06 g
El Tereré es la bebida más tradicional y popular del Paraguay junto con el mate que también es
bebida en la zona del Rio de la Plata (Argentina, Uruguay y en el sur del Brasil, estado de rio
grande do sul, con el nombre de mate gaucho).
EL TERERE: Excelente para paliar los dias calurosos. Es la infusion de yerba mate con agua fría,
para prepararla se debe colocar la yerba en un recipiente especial llamado mate, o guampa y con un
canuto o bombilla donde se lo bebe, en el recipiente que contiene el agua se puede adherir hierbas
aromaticas y medicinales, como la menta, santa lucia, brote de coco, etc.
ORIGEN DE LA YERBA
La Yerba Mate o Ylex paraguariensis es una planta nativa del Paraguay y es la única hierba
medicinal que lleva el nombre de nuestro país. Es originaria de la región Oriental del Paraguay de
ambos lados de la Sierra del Amambay y Mbaracayú, en los departamentos de Itapúa, San Pedro,
Guairá, Amambay y Alto Paraná. Es sustancialmente regional de la herencia Tupí-Guaraní, ya que
ellos lo utilizaban en forma de té y luego después de la conquista y la colonización, los jesuitas
generalizaron su cultivo en las reducciones, enlazando así tradiciones y costumbres de nuestro
pueblo.
CONSUMO DE LA YERBA
La Yerba Mate se consume fría o caliente. Se la puede tomar echándole agua caliente directamente a
la Yerba y succionando el líquido con una bombilla denominándose a esta bebida "Mate" o de la
misma forma pero con agua fría, en cuyo caso se llama "Tereré" (en Paraguay). Mate cocido es una
infución que se toma mayormente como bebida caliente, pero que algunos consumidores la
presfieren fría, se lo puede endulzar con azúcar o miel de abeja.
CUALIDADES DE LA YERBA
Es 100% natural, produciéndose en forma totalmente ecológica, la Yerba Mate no recibe ningún
tratamiento químico en ninguna fase de su producción y procesamiento.
Actúa como estimulante natural por su contenido de maateína; no produce hábito, y es más sana que
el té y el té.
Es energética: el uso de la Yerba Mate activa la vida cerebral, excita el aparato locomotor y demás
funciones del organismo, debido a su calidad tonificante.
s diurética, y es un suplemento dietético (no engorda).
Tiene propiedades digestivas y laxativas.
Es una planta muy rica en vitaminas, según estudios, como los del Instituto Pasteur de Francia.
Contiene ac Pantoténico que comprende el complejo de la Vitamina B1 B2, vitamina E, A y C
prácticamente todas las vitaminas indispensables para la vida.
Fuente: terere.com
La Danza Paraguaya
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Origen
Elementos
Formas
Derivados de la polca
Pasos básicos
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Danza de la botella
Danza cielito
Galopa
Raída potí
Valseado
El folklore es una ciencia amplia, pues abarca muchos campos... una de las partes del folklore
estudia las danzas.
La danza paraguaya es la expresión natural, espontánea del pueblo, constituida por elementos
diversos que, al adquirir características propias, se hicieron raíz en el alma popular, y se van
transmitiendo espontáneamente, por tradición, de padres a hijos.
La danza folklórica es la danza del pueblo, constituida por manifestaciones espontáneas, que se van
perpetuando a través de las generaciones. De allí que llamamos danzas tradicionales paraguayas al
conjunto de danzas que constituyen propiedad y herencia de este pueblo.
El sentido rítmico y la flexibilidad de los paraguayos permitieron el desarrollo de bellas danzas con
figuras coreográficas de gran habilidad y gracia.
Es de notar la preferencia de nombres de pájaros para denominar a las danzas, corno si ésta fuese un
hecho alado
De esta forma tenemos las siguientes: POLCA, GALOPA, DANZA DE LAS GALOPERAS,
DANZA DE LA BOTELLA, CHOPI (tordo), PALOMITA, GOLONDRINA (o Golondriana),
LONDON KARAPE, MAINUMBY (picaflor, colibrí), el personaje TAGUATO (gavilán), que
aparece en el Chopí, EL SOLITO o LA SOLITA (la dama es codiciada por un galán, comparado en
el lenguaje popular con el gavilán o taguató y CAZADOR.
Origen de las Danzas
ORIGEN DE LAS DANZAS
Según estudios realizados, las danzas americanas, por su origen, pueden clasificarse en cuatro
formas:
a) Origen espontáneo; que son las que fueron creadas por el pueblo.
b) Origen europeo; las inspiradas por las danzas traídas por los conquistadores.
c) Origen indígena; las que toman la vivencia y sabor indígena.
d) Origen africano; las que toman un dejo de las danzas africanas.
Para definir el origen de las danzas paraguayas nos vamos a dedicar al punto b), puesto que
consideramos que la mayoría de las figuras coreográficas vienen de Europa. No sólo en Paraguay
existe esta tendencia, sino también en todos los países vecinos, puesto que la corriente cultural fue
la misma, con elementos europeos.
Es de señalar que en Paraguay, como en otros países, se bailaron en los salones muchas danzas
europeas. Estas danzas fueron transformándose tomando el saber de cada nación, lo cual dio origen
a nuevas coreografías con las características y sabor propios de cada lugar.
Es de hacer notar que en varios países se bailan las mismas danzas, pero en cada uno su coreografía
lleva implícita la esencia de su país.
En el patrimonio paraguayo, dejamos de lado la anterior consideración por la simple razón de que
los mayores las bailaron y el pueblo las adoptó, con las riquezas incorporadas.
Elementos
ELEMENTOS FUNDAMENTALES
Posición del cuerpo
En la mayoría de las figuras el cuerpo permanece erguido, excepto cuando alguna figura determine
lo contrario. Al decir “erguido” no queremos decir “rígido”, sino una elegancia y distinción natural
que dé la sensación de seguridad. Los movimientos si bien deben ser naturales, también tienen que
ser ágiles y dúctiles permitiendo desplazamientos libres en posiciones encuadradas.
INICIACIÓN
En la mayoría de las danzas la salida es con el pie derecho, ejemplo: Avance para saludo, Cadena,
Molinete, Zapateo de Palomita, Toreo, Mazurca, etc.
Cuando la danza es de pareja enlazada, ambos comienzan con pie distinto, la dama inicia con pie
derecho con paso hacia adelante y el caballero con pie izquierdo, con paso de retroceso. Luego
pueden desplazarse hacia otra dirección.
COQUETEOS Y GALANTEOS
Lo mismo que en las danzas argentinas, en las danzas paraguayas los compañeros o parejas
sostienen una comunicación expresiva, con miradas, sonrisas, coqueteos por parte de las damas y
galanteos por parte de los caballeros.
POSICIÓN EN CUCLILLAS
Es la posición de flexionar las piernas hasta sentarse sobre los talones sin apoyar las rodillas en el
suelo.
POSICIÓN ARRODILLADA
Es la posición en la cual las rodillas se apoyan en el suelo, que puede ser de una rodilla sola o las
dos juntas.
Las dos posiciones anteriores pueden presentar variantes en la posición del cuerpo y brazos
determinadas por la danza a bailar.
POSICIÓN PARA SALUDO
El peso del cuerpo debe recaer sobre una pierna levemente flexionada mientras la otra se encuentra
extendida, con punteo al frente, algo adelantada.
Tratar de que la posición se realice natural, nunca forzada. Cabeza y torso inclinados hacia adelante,
muy levemente, mirando a la dama; las manos de ella levantan la pollera a los lados, con las
variantes que demande cada danza.
En las danzas de tono animado, los saludos son graciosos y más naturales, al estilo popular. En las
danzas de movimiento vivo y grave, los saludos toman un estilo de baile antiguo de salón.
TOREO
En esta figura las parejas bailan sueltas y el caballero persigue galantemente a la dama.
Los bailarines llevan el paso básico pero, según las danzas, se combinan con otras figuras.
Debe mantenerse la distinción, gracia y elegancia de movimientos. El desplazamiento del toreo es
libre, puesto que se realizan combinaciones improvisadas, ya sea en avances, retrocesos, giros,
diagonales, caminos en ocho, etc.
La dama por lo general baila delante del caballero y lo hace con coquetería pero a veces con actitud
esquiva hacia su compañero y otras veces aceptando el galanteo.
Por lo general baila dando la espalda a su compañero girando la cabeza para mirarlo por encima de
uno y otro hombro, en forma alternada demostrando una aparente expresión evasiva, pero en otro
momento lo enfrenta, decidida, mirándolo de frente; para esto último debe bailar con paso en
retroceso.
El paso básico de la dama es acompañado con un leve movimiento de torso y cabeza, inclinando
hacia la derecha cuando se realiza el paso básico hacia ese lado, y hacia la izquierda cuando el paso
se realiza hacia la izquierda.
El caballero va en busca de su dama, la corteja con zapateos y otras figuras, alternando el paso
básico según lo demande la danza.
El caballero lleva una postura varonil, con avances decididos, expresando picardía y en son de
conquista.
Hay varias formas de llevar sus brazos:
Abiertos a los lados sin pasar del hombro, con una pequeña curva hacia adelante, para que no sea
tan rígido, y dando la idea deque quiere envolver a su compañera.
Abiertos a los lados, a la altura del hombro, codos flexionados con el antebrazo levantado hacia
arriba.
Movimiento en forma circular delante del torso, con rotación suave, del costado hacia delante en
forma alternativa, brazo derecho e izquierdo.
Por pocos momentos van brazos caídos a los lados o cruzados detrás del cuerpo. Cada bailarín varia
improvisadamente la posición de los brazos.
Por lo regular es acompañado con castañetas.
DESTREZA DE BRAZOS Y FALDA DE LA DAMA EN EL TOREO
Es un arte especial el manejo de los brazos y de la falda puesto que en ellos demuestra todo su
encanto y su coquetería.
Es una expresión improvisada de cada bailarina, muy particular. pero dentro de ello existen formas
básicas que a continuación se detallan:
La falda se toma muy delicadamente, en la parte inferior, abriéndola en abanico, hacia los lados y
hacia arriba, hasta una altura media. Los brazos van suavemente doblados, se mantiene la posición
abierta, sin dar movimiento a la pollera.
En la posición anterior, con la pollera en abanico, se realiza un movimiento muy suave. El lado
derecho se lleva hacia adelante mientras el izquierdo va en diagonal hacia atrás; luego se realiza en
forma inversa y así estos dos movimientos se van repitiendo en forma alternada. La pollera debe
quedar amplia y siempre a la misma altura.
En lugar del movimiento anterior se hace un movimiento rotatorio del costado hacia adelante,
levantándola más a los lados y bajando hacia adelante. Movimientos suaves y alternados (uno y
otrolado).
Con un lado de la pollera se realizan los movimientos, antes descritos, indistintamente; la otra mano
se apoya en la cintura.
(Todos los movimientos deben ser suaves, delicados, con coquetería y gracia muy típicos de las
danzas y las mujeres paraguayas. La pollera puede ser levantada con las enaguas o dejarlas ver con
los encajes en sus ruedos.)
Tomar la pollera con ambas manos, hacia la media pierna, no de la parte inferior. Sin abrirla en
abanico se deja ver muy brevemente la enagua y se la deja bajar (puede intercalarse lado derecho e
izquierdo).
La misma posición anterior, la mano que sostiene la pollera puede apoyarse en la cadera o cintura.
Puede ser en ambos lados o en uno solo; en este caso el brazo que no toma nada puede ir hacia el
costado y dar pequeños movimientos circulares.
Ambas manos apoyadas en la cintura, en forma de asa, se puede llevar el codo para atrás y para
adelante; por lo general este movimiento nace naturalmente del movimiento del torso.
Ambos brazos sueltos, con movimientos libres, en forma circular, de afuera hacia adentro; se
comienza de costado, se sigue hacia adelante del cuerpo y se alternan los brazos (movimiento
semejante al que realizan los caballeros en el toreo).
Un brazo doblado y levantado a la altura del hombro, la mano apoyada suavemente en la parte
posterior del cuello. Es un movimiento de coqueteo y elegancia. El otro brazo en la cintura o
tomando la pollera.
Todo lo que hemos visto son los movimientos básicos que se pueden combinar según la habilidad
del bailarín.
Los movimientos sueltos pueden ir acompañados con castañetas, según el gusto de los bailarines.
Formas
FORMAS
Las figuras coreográficas con formas conocidas internacionalmente serían las siguientes: La cadena,
El molinete, Reverencias, Formación de cuadrillas, Paralelas, Pasos de vals, Mazurca, Saludos, etc.
Las corrientes tomadas para las danzas paraguayas son las españolas y las francesas, tales como:
zapateos, castañetas, denominaciones de algunas figuras como: El toreo (persecución del caballero a
la dama). Los palmoteos y gritos que animan las danzas paraguayas se ven también en España, a los
cuales se los denomina: Jaleo.
Pero debernos hacer notar que si bien las influencias de las Formas constituyen algunos elementos
básicos, las danzas paraguayas tienen un carácter particular que las hacen más suyas en todas sus
vivencias. El criollo paraguayo les dio vida, nueva identidad, llegando a ser un verdadero arte
nacional de danzas, en el cual se refleja el carácter del pueblo: alegre, chispeante, romántico,
melancólico, guerrero, tierno, tímido, agresivo y picaresco, mostrándonos su personalidad
polifacética.
Se agruparán las danzas con el fin de determinar mejor sus características:
1) Primeramente tenemos la Polca, la Galopa el Valseado, que configuran tres géneros de músicas
populares, cuyas formas de danza son de parejas enlazadas. Estos ritmos están incluidos en las
danzas tradicionales.
2) En el segundo grupo tenemos la Danza de las galoperas que es de tipo colectivo, y es la
manifestación pura del pueblo, improvisada, tradicional, sin coreografía fija.
3) En el tercer grupo tenemos la Danza de las botellas que es la única danza individual, que se
encuentra en vigencia.
4) En el cuarto grupo, el más importante y numeroso, tenemos las danzas tradicionales, con
coreografías y músicas fijas. Son de pareja suelta e interdependiente y en algunos casos
independiente.
Son el Chopí o Santa Fe, Palomita, Golondrina, Londón Karapé, Solito y Cazador.
Su nombre es similar al de la polka europea nacida más o menos por el año 1830 en Bohemia. Se
difundió en América como muchas otras danzas europeas. A mediados del siglo pasado se la
conoció en toda la zona del Río de la Plata.
Importantes estudiosos de la música paraguaya sostienen que muchos años antes de la llegada de la
polka bohemia, ya se conocía en este país un aire musical que más tarde adquirió el nombre de
Polca. Se hizo tan popular que muy pronto tomó el nombre de música y danza nacional.
ESTILO
Pertenece al grupo de danzas de parejas enlazadas independiente.
Distintos derivados de la polca
DISTINTOS DERIVADOS DE LA POLCA
Polca Syryry
La traducción de este nombre en guaranía sería: polca arrastrada, deslizada, resbalada.
El paso es el básico que consta de tres movimientos realizados todos a ras del suelo, arrastrando los
pies en línea recta y sin realizar el menor saltito.
Las piernas casi rígidas, con poca flexión de rodillas y sin marcar las acentuaciones.
Palca Yekutú
La traducción sería: polca clavada.
La característica principal es que se baila marcando el paso en el lugar, como lo dice su nombre,
como si estuviese “clavado”, sin poder desplazarse.
Palca valseada
Se denomina de esta forma porque se realiza con un suave balanceo, parecido al del vals.
Es muy fácil su aplicación si consideramos que el vals también tiene un paso básico de tres
movimientos, parecido al de la Polca pero con acentuación y estilo.
Polca Papá o Yeroky Papá
La traducción sería: polca saltada o baile saltado, también se la denomina polea Kyre’y.
Es de tipo alegre y animado y su equivalente sería: polca ligera, animosa y alegre.
Es muy importante, en esta polca la marcación de los tres movimientos del paso básico,
coincidiendo con el compás musical.
Es de compás alegre y brioso que se adapta a la vivacidad de la música saltada.
DISTINTOS ENLACES
El estilo ingenioso del campesino paraguayo ha dado lugar a distintas formas de tomarse la pareja
para bailar, que en realidad no es más que la imitación de hechos de la vida cotidiana.
Nombraremos algunos:
Ryguazu ayura vocá
Su traducción seria el acto de matar a una gallina estirándole el cuello. Las parejas se toman
apretadamente, las cabezas van sobre o encima del hombro del otro.
Los brazos se apoyan en el costado izquierdo del caballero.
Chipá acú rerajha
Su traducción es: llevar la chipa caliente, con los brazos en alto.
Naranja ye poó
Su significado es el de arrancar naranjas. Los brazos realizan el movimiento ascendente y
descendente como si estuviesen tomando el fruto.
Syryry
Que significa deslizado.. Se extienden los brazos al costado derecho y a la altura del hombro.
Pasos básicos
PASOS BÁSICOS
PASO BÁSICO DE POLKA
Es el paso sobresaliente en las danzas paraguayas. Cada paso consta de tres movimientos que
combinan con el compás musical. La conjunción de estos tres movimientos es el denominado Paso
básico.
PASO BÁSICO CON PIE DERECHO
1er movimiento: Avance con pie derecho y paso natural acentuado.
2do movimiento: Avance con pie izquierdo apoyando suavemente la punta, un poco adelantado al
primero.
3er movimiento: Avance con pie derecho con paso corto sermiacentuado.
PASO BÁSICO CON PIE DERECHO
1er movimiento: Avance con pie izquierdo y paso natural acentuado.
2do movimiento: Avance con pie derecho apoyando suavemente la punta, un poco adelantado al
primero.
3er movimiento: Avance con pie izquierdo con paso corto semiacentuado.
De esta forma se van alternando los pasos básicos con derecha e izquierda. El desplazamiento
también se puede realizar hacia atrás según la figura.
PASO BÁSICO CON PIE DERECHO
1er movimiento: Paso natural acentuado en retroceso.
2do movimiento: El otro pie retrocede con paso corto, apoyando suavemente media punta hasta
alcanzar al primero.
3er movimiento: Paso corto semiacentuado pasando a los anteriores.
Los movimientos en retroceso se realizan una vez con el pie derecho y otra vez con el izquierdo
(alternadamente).
El paso básico también puede realizarse en giros: si fuese así se combinan libremente los pasos
básicos de avance y retroceso, el orden de la combinación surge en forma espontánea según la
necesidad de la danza, el lugar, la velocidad y la longitud de los pasos a realizar. Puede darse que un
giro sea con paso de avance y otro de retroceso, o con varios pasos mas.
Es muy importante destacar en La polca la acentuación de los pasos, resumiendo: 1ero. acentuado,
2do suave y 3ro. semiacentuado.
Si se realiza en la forma indicada se llegará a seguir con más exactitud el ritmo sincopado de la
polca.
En la práctica se presentan variaciones y acentuaciones de movimientos, de velocidades y de
longitud de pasos, especialmente en los movimientos 2do y 3ro.
Estas variantes se determinan: según el carácter e intención de la danza; según el desplazamiento
que debe recorrerse; según el ritmo musical impuesto, ya sea de polca lenta, polca rápida y galopa,
puesto que este paso básico se utiliza en los tres ejemplos.
Danza de la botella
DANZA DE LA BOTELLA
Historia y origen
No se conoce con exactitud su origen
Se puede mencionar, como lo dijimos en la danza anterior, a la antigua costumbre de la gente de
nuestro pueblo de transportar en la cabeza objetos (bultos, canastos, cántaros, etc.). Se supone que
de allí viene la inspiración de nuestras mujeres para estas danzas.
No se descarta la posibilidad de que se haya inspirado en una danza extranjera, puesto que hay
regiones en las cuales se bailaban danzas parecidas. Es el caso de Hungría, en donde su baile se
llama Uveges tánc y es una danza que la baila un grupo de mujeres con una botella sobre la cabeza,
y una de las figuras es una ronda formada por damas entrelazadas.
Una suposición muy firme es que pudo originarse en la danza de las galoperas, siendo un
desprendimiento de ella.
Otra, podría proceder de la promesera. Las promeseras eran mujeres que acudían, en el día del
Santo Patrono, a pagar sus promesas, llevando botellas de agua sobre sus cabezas para ofrecerles a
los campesinos que venían desde muy lejos. Estas promeseras bailaban con gran equilibrio, sin tirar
sus botellas.
Estilo
Esta danza no posee música propia, se puede bailar con cualquier polca o galopa. Por lo general se
utiliza la Polca 3 de Mayo de Julián Alarcón o Galopera de M. Cardozo Ocampo.
No posee una coreografía fija, pero sí varias figuras básicas que se van combinando en forma
improvisada, dependiendo de la habilidad, equilibrio e ingenio de la bailarina.
La botella por lo general va adornada con flores, cinta tricolor o con la bandera paraguaya.
Posición general del cuerpo
El cuerpo deberá ir muy erguido. Se baila con
gran elegancia. La cabeza y el cuello van acompañando el movimiento suave de la botella para que
no se caiga. El torso casi no se mueve, el trabajo lo hacen las piernas. A pesar de la rigidez que se
debe tener para el equilibrio de la botella el espectador ve una danza armoniosa y graciosa, un
conjunto con movimientos libres y naturales, parecería que la bailarina ni siquiera piensa que lleva
una botella sobre su cabeza
Posición de brazos
Es de gran importancia el manejo de los brazos y de las faldas.
Los brazos van extendidos a los lados, con altura entre la cintura y el hombro y por lógica, es un
factor importante para el equilibrio. Todas las posiciones que hemos visto en el toreo se aplican en
esta danza.
Pueden hacerse castañetas, no es indispensable, queda librado al gusto de la bailarina.
La falda se mueve aleteando muy suavemente, con elegancia, con movimientos amplios, con
despliegue al máximo de las polleras.
Cuando la bailarina se pone en cuclillas, deberá levantar más su pollera puesto que esto le permitirá
más comodidad para realizar el paso.
A pesar de que la danza es exclusivamente de damas no queda exenta de que aparezca un caballero
y haga figuras de toreos llevado por el entusiasmo de la música.
Últimamente se ha incorporado una nueva figura al baile de la botella, que consiste en agregar otra
botella llevando el cuerpo hacia adelante hasta tocar el suelo con las manos, al mismo tiempo las
piernas se extienden hacia atrás, para levantar desde el suelo y con la boca una floro un pañuelo. Si
bien esto se hace no lo incluimos en lo puramente folklórico.
Se ha llegado a ver bailarinas que llevan hasta diez botellas perdiendo con esto la espontaneidad y
cualidad folklórica.
Danza cielito
CIELITO CHOPI O SANTA FE
Se cree, a pesar de discusiones, que el origen más probable del Cielito Chopí o Cielito Santa Fe se
encuentra en la danza el Cielo o Cielito, conocido en el Paraguay hacia mediados del siglo pasado.
A su vez el Cielo deriva de la Contradanza.
La denominación Santa Fe proviene de la provincia argentina de ese nombre donde se supone
bailaron el Chopí soldados paraguayos; el baile trajo ese nombre al Paraguay.
Chopí: Es el nombre del pájaro tordo.
Dice F. de Azara: Es de los más comunes en Paraguay. Los españoles lo llaman tordo, y los
guaraníes chopí por su canto. Su postura es derecha y majestuosa, y su carácter no muy arisco; pero
sagaz y tan cauteloso, que aunque se introduce en los corrales, patios y corredores, evita todas las
trampas, en las que rara vez cae. Vuela con violencia y pausa, según dice.. mientras que el valiente
chopí no huye ni teme, y se prepara al combate para cantar luego la victoria, empezando por
pronunciar su nombre...
La explicación dada por Azara describe, tanto al pájaro, como al carácter de la danza.
Nicolás Sloninsky, dice que el nombre de Chopí es una deformación del chotís, pero creemos que se
acerca más la anterior descripción puesto que toma el nombre de un ave.
Encontramos otras versiones que nos dicen que el Chopí y Santa Fe eran músicas diferentes que se
bailaban en la misma forma pero el Chopí era mas rápido.
Félix Coluccio lo define así: Chopí, especie de tordo de figura esbelta y con un ponchito en la
cabeza. Baile típico paraguayo, considerado como uno de los más antiguos y populares de este país.
Su nombre desde luego, guaraní, significa tordo, pájaro de plumaje muy bello y característico del
Alto Paraná, y cuya aparición se dice, trae buena suerte.
Estilo
Se encuentra dentro de las danzas de pareja suelta interdependiente. Es una danza animada y
predomina en ella el carácter vivaz.
Actualmente existe una sola danza llamada en forma indistinta: Chopí, Cielito Chopí Santa Fe o
Cielito Santa Fe.
Es la danza más conocida y preferida por el gusto popular.
Dice Justo Pastor Benítez: El Chopí es una pieza rítmica llena de colorido y gracia. Tres parejas se
enfrentan en un lance de elegancia, sigue después la cadena graciosa y movida y culmina con un
valseado ágil en que la mujer se abre como un abanico y rueda como un trompo. Se baten las
palmas hasta estallar; los dedos hacen de castañuelas; el varón arrastra las alas con la gallardía de
un gallo en torno a la morena de ojos chispeantes y gracia tentadora. El varón toma la mano de su
compañera y la hace
girar sobre sus pies; ésta se inclina con señorío para saludar. Esta danza embriaga como el
“Campamento Cerro León, toca las fibras íntimas del paraguayo. Como en ninguna otra lucen la
gracia femenina y la gallardía varonil.
Alfonso Demaría comenta: Uno de los bailes paraguayos más típicos, más antiguos y más
populares, el Chopí (que quiere decir tordo, pájaro de plumaje hermosísimo, negro, brillante con
pechuga amarilla y roja, que abunda en las regiones selváticas del Alto Paraná, cuya aparición
cuando andan en bandadas, se atribuye a buena suerte). El Chopí con su aire de ceremonia, tiene el
carácter majestuoso de un baile estilo rococó, un sello aristocrático lo distingue de los otros bailes.
El paraguayo baila esta danza con todo su ser y pone su alma en ella. Antiguamente cuando en una
reunión caía el ánimo de la misma, enseguida se ejecutaba el Chopí, y todo volvía a ser alegría y
entusiasmo.
COREOGRAFÍA
Tanto en esta danza como en la que más adelante detallaremos, dejaremos la coreografía a cargo de
los bailarines o, en su defecto, del profesor que enseña danzas. Aquí solamente se brindarán algunas
sugerencias:
Saludo
En el saludo la posición de los pies no deberá ser forzada sino muy natural.
Las polleras se levantan coquetamente a los la dos, con movimientos muy suaves.
Avance
En el avance, cuando la música adquiere mayor animación, las damas aletean suavemente sus
polleras y los caballeros hacen movimientos de brazos y castañetas.
Cadena
En la cadena cada bailarín se cruza con otro del sexo opuesto, intercambiando saludos con
coqueteos de dama y requiebros de galanes.
Toreo
En el toreo el caballero se acerca a la dama para invitarla a bailar y lo hace con ímpetu.
Ella comienza con paso suave en el primer compás, casi sin moverse de su lugar, como aceptando la
invitación.
Se desplaza con soltura hacia el centro del cuadro de baile.
La actitud del toreo (como lo hemos dicho anteriormente) es una expresión de persecución del
caballero a la dama que bailando y coqueteando toma una actitud esquiva. casi como si huyese de
su galán, pero al mismo tiempo aceptándolo.
El toreo adquiere en el Chopí vital importancia, en esta figura sobresalen los caballeros por su
gracia, simpatía, habilidad y destreza incluyendo muchas variaciones.
El toreo es libre, se combinan avances, retrocesos y giros.
Los bailarines que van en busca de su dama, con propósitos galantes, demuestran su habilidad en el
zapateo, alternando con el paso básico y otras figuras.
De acuerdo al ingenio se van introduciendo más figuras que surgen espontáneo mente de la
invención del bailarín.
La dama gira suavemente su cabeza hacia atrás y lo mira coquetamente por encima de un hombro y
otro, con gran elegancia, realizando suaves contorsiones de torso y cabeza y moviendo su pollera y
brazos.
La galopa
GALOPA
Historia y origen
Los españoles llamaron a una de sus variedades polca o galopa, conforme sus compases obedecían
a una mayor o menor vivacidad.
Sus nombres probablemente han sido tomados, de sus homónimas de Bohemia y Hungría,
solamente para darles un nombre.
Su denominación procede de una danza alemana (así se cree) de época anterior a la polka bohemia.
Según el profesor J.C. Moreno: La galopa es una polca rápida no cantable y con muchos arabescos.
Según el profesor Mauricio Cardozo Ocampo: La galopa, igual que la polca paraguaya es
polirítmica.
ESTILO
Pertenece al grupo de danzas de pareja enlazada independiente
Generalmente la línea melódica en la primera parte de la galopa está compuesta por notas
movedizas y saltarinas, en cambio la segunda parte, por lo general, es de notas prolongadas, siendo
así más melódica. Su estilo es bien definido y es notable su contextura rítmica.
Es música exclusivamente para banda, tiene diferencia rítmica y esto se obtiene con instrumentos de
percusión.
Según el profesor Federico Riera: Nuestra música paraguaya también posee un ritmo ligero y
festivo.
Existen nombres derivados del término galopa, tales como:
Galopeada
En el campo se llama así a un baile popular.
Galopera
Es el baile que realiza una danzarina sola o en grupo, sosteniendo muchas veces un cántaro o una
botella, con gran equilibrio. Según se supone, esto viene de las campesinas que llevaban sus bultos
en la cabeza para poder transportarlos.
Galopa
Es una gran fiesta popular donde bailan las galoperas. En estas fiestas también hay otras actividades
de esparcimiento.
Raida poti
DANZA DE LAS GALOPERAS O EL RAIDA POTI
Es una danza colectiva, por el gran número de participantes que bailan independientemente, sin
figuras coreográficas de conjunto. Es una danza exclusivamente femenina.
A veces se forman cadenas ose enlazan momentáneamente de a dos, pero esto no quiere decir que el
sentido de la danza se desvirtúe.
Aclarando el nombre doble del encabezamiento diremos:
Danza de las galoperas, proviene del baile que realizan las galoperas, que serían mujeres del pueblo,
con trajes típicos para bailar en la fiesta de la galopa. Su origen se sitúa en las fiestas patronales,
que vienen de antaño, en donde el pueblo luego de cumplir sus actos religiosos, volcaba su
animación en esos festejos.
Raída Potí, que sería el nombre que se le da a la dama limpia, aseada. Ese nombre se le da a la
mujer campesina que lleva la vestimenta tradicional (typoi), con falda amplia, bata suelta y
descalza, que baila la galopa.
Para bailar esta danza se prepara un escenario de baile que sirve de pista, techado con ramas. Su
nombre es Enramadaguy que quiere decir bajo la enramada.
Es una danza muy espontánea e intuitiva.
Se lleva el cuerpo erguido, con mucha gracia en los movimientos, la cabeza muy delicadamente va
de un lado a otro, a veces la falda sube o baja levemente, acompañando con castañetas.
A veces, las galoperas llevan sobre su cabeza un cántaro o una botella demostrando un gran sentido
de equilibrio y flexibilidad.
Valseado
VALSEADO
Historia y origen
Proviene del vals europeo, que se bailó en todos los países del Río de la Plata, y en todos los países
del Río de la Plata, y en cada lugar tomó su propia característica.
En Paraguay llegó a convertirse en una especie folklórica, muy difundida.
Estilo
Es una danza de pareja enlazada, independiente.
Las parejas bailan el paso básico del valseado combinando cualquier dirección: adelante, atrás, con
giros, etc.
Se baila con vivacidad no teniendo la suavidad etérea del antiguo vals.
Comidas tipicas
Qué es una comida folclórica
Es aquélla comida que no puede atribuirse con certeza su autoría a una persona determinada y pasa
a formar parte del conjunto de leyendas y tradiciones o folklore de un país, tal es el caso de la sopa
paraguaya
Historia de la Sopa paraguaya
Si hablamos de la carta de presentación gastronómica del país, sin dudas nos referimos a nuestra
sopa paraguaya, una comida auténticamente nuestra.
Pero...¿dónde y cuándo nació este manjar que es apreciado por nacionales y extranjeros?
No se sabe con certeza. Se cuentan varias historias y anécdotas sobre su origen.
Cuentan que el presidente (en aquella época) Carlos A. López, tenía una cocinera y que preparaba el
tykuetï que gustaba le gustaba mucho al presidente.
Todos los días la cocinera preparaba el delicioso plato... pero un día se le fue la mano con la harina
de maíz y la preparación resultó demasiado espesa. Desesperada porque el presidente estaba por
llegar y, buscando una solución, dispuso el preparado en un recipiente y lo llevó al tatakuá (hoyo de
fuego)
Cuando llegó el presidente, muy temerosa, la cocinera le presenta la fuente explicándole lo sucedido
y él, con su magnanimidad acostumbrada, le contestó: Bueno, vamos a llamarla: sopa paraguaya.
Don Carlos probó aquello que ya no podía servirse con cuchara sino con cuchillo y tenedor, pues al
secarse al horno se había convertido en una torta salada, y le agradó muchísimo, tanto que desde
aquel día en la residencia presidencial la cocinera tuvo que preparar religiosamente el tyfuetï
acompañado de la sopa paraguaya.
Años después, por iniciativa del Mcal. Francisco Solano López, en recepciones oficiales se servían
la “sopa paraguaya karai, recordando a su padre, y la sopa paraguaya palaciega en honor a Elisa
Alicia Lynch.
Puede que ésta sea la historia verdadera, puede que no, pero lo cierto e indiscutible es que este
tradicional y folklórico plato paraguayo se ha convertido en toda una leyenda y en un símbolo
emblemático del arte culinario nacional.
Vestimenta tradicional
Vestimenta de la dama
TRAJE TRADICIONAL DE LA DAMA
Typoi
Es una blusa blanca o bata suelta de tela de algodón llamada ahó-poí que quiere decir vestido
delgado o fino.
El typoi lleva un gran escote redondeado, bordado con punto cruz y de colores negro y rojo, en la
actualidad los colores varían.
Unido a los hombros, a modo de mangas de malla, lleva un encaje paraguayo, hecho a mano,
llamado encaje a bolillos o encaje-ju.
El escote deja ver un hombro graciosamente.
Falda amplia
Es una pollera muy fruncida, larga hasta los tobillos. Esta pollera puede llevar superpuestos uno o
dos volantes fruncidos en la parte inferior, o randas bordadas o alforzas.
Puede o no llevar adornos de encaje.
La tela es suave y liviana como el organdí, de colores tenues, preferentemente el blanco.
Enaguas
Se lleva una o más enaguas fruncidas y almidonadas, adornadas con aplicaciones, encajes, puntillas,
tiras bordadas y pasacintas que terminan en un moño al costado.
Peinado
Cabello con raya al medio, pelo estirado y dos trenzas, que pueden estar sueltas con moños de
colores en las puntas o cruzadas atrás en forma de arco (manera antigua).
ADORNOS A LA VESTIMENTA
Aros: Son largos y finos, generalmente de tres pendientes, con piedras o filigrana.
Peineta: Es de asta y oro, con dibujos en relieve e incrustaciones en piedra. Se llama Kyguá verá
(significa: peine que brilla). Se lleva una o más peinetas.
Rosarios: Son de oro y plata, los collares de coral, de filigrana y las cadenas de oro para el cuello.
En guarani se dice mbo’i.
Prendedores: Son de oro y piedras, sujetos en el typoi
Anillos: Son de oro o plata, lisos, de ramales y carretón en los dedos.
Flores:Se llevan en la cabeza y se utilizan: claveles, resedas, rosas, jazmines, culandrillos, romeros,
distribuidos y sujetos en las peinetas.
Pañuelo:Son grandes o de lo contrario el mantón, bordado con motivos florales, en hilos de colores
y con flecos.
Pañuelo de espumilla: va al hombro y al pecho anudado adelante.
Tradicionalmente los pies van descalzos, aunque a veces se usan zapatos negros comunes.
Vestimenta del caballero
TRAJE TRADICIONAL DE CABALLERO
Camisa
Es blanca de tela de algodón llamada ahó-poí. En la parte delantera lleva bordados que pueden sen
blancos o de colores.
Pantalón
Es recto, de color negro por lo general, y en algunas ocasiones es blanco.
Faja
Es ancha, para colocar en la cintura, de seda o de lana negra, con flecos en los extremos.
Actualmente es muy usada la faja de varios colores, en algodón, trabajada pon los indígenas.
Sombrero
Puede ser de paño o de junco o estera (pirí) De ala no muy ancha y copa no muy alta.
Poncho
Completa el traje masculino un poncho de un solo color o el llamado “60 listas”. La forma de llevar
el poncho indica la condición social del hombre en tiempos pasados. FI hombre de campo lo llevaba
puesto. El de clase media doblado sobre los hombros, pero para bailar lo colocaba en el brazo.
Tradicionalmente los pies van descalzos o se usan zapatos negros comunes.
Pañuelo
Se lleva al cuello en triángulo y anudado adelante, puede ser blanco o negro. A veces se suelen ver
rojos y azules. EI anudado puede caer en el centro medio o hacia un costado.
Mitos y Leyendas
Alguien dijo que la mitología guaraní era tan frondosa y tenía tanta profundidad como la mitología
griega. Pero se olvidó de señalar la diferencia más destacable: la de que los personajes de la
mitología guaraní eran seres modestos, conocidos, casi palpables, cuyos poderes, si bien
provocaban asombro y a veces temor, no sobrepasaban el limite de lo posible y tenían relación con
la existencia concreta de los hombres.
No eran seres fantásticos aislados, opuestos a la vida, aunque no participaban ni tenían cabida en
sus naturalezas los vicios y desviaciones, sino en medida mínima (como por ejemplo que a Pombero
le gustaba el tabaco, era su vicio).
Origen
TUPÍ Y GUARANI (Génesis de la raza)
Una antigua leyenda americana asegura que en tiempos remotos el profeta Tamandaré‚ predijo el
diluvio universal, que efectivamente se produjo, cubriendo totalmente el agua la faz de la tierra.
Solamente se salvó de ese diluvio una familia caria, gracias a que pudo subir a un gran pindó
(palmera), de cuyos frutos se mantuvieron estos únicos sobrevivientes, hasta que bajaron las aguas.
Los integrantes de esa familia caria, una vez pasado el peligro, se ubicaron a orillas del anchuroso
río Araguay, cuya etimología: ára, cielo o arriba; gua, de o del; y, agua, indica que es agua caída del
cielo o el río que se formó de las aguas del diluvio. Este caudaloso río se encuentra bordeado de
exuberante vegetación y nace en el corazón de Mato Grosso, territorio brasileño y cruza monjes y
valles para ir a desaguar en el Atlántico ecuatorial.
La leyenda recuerda solamente el nombre de los varones de esta familia escogida para repoblar la
tierra. El Karai), que se llamaba àuar (para ser o para generar), con dos hijos: Tupi el mayor y
Guarani el menor, cada uno con su "tembireko" (esposa). Al morir los padres, ambos matrimonios
siguieron habitando la casa paterna, en completa armonía, cultivando la tierra, pescando, cazando,
criando a sus hijos y viviendo puros, sin egoísmo, sanos de cuerpo y alma. Era un verdadero paraíso
terrenal. En ese estado los encontraron los conquistadores. Tupí y Guaraní, fueron dos hermanos
muy unidos; mozos forni- dos, veloces nadadores, habilidosos y temerarios en la caza. Su piel
bronceada, curtida por el sol tropical, guardaba una desarrollada musculatura; los ojos centelleantes
delataban aguda inteligencia y bravura; los brazos torneados y firmes, terminaban en ágiles dedos,
muy katupyry (diestros) en el manejo del "hu'y" (flecha) o para pulsar su nativo "mbaraka"
(guitarra), instrumento autóctono hecho de calabaza. Las mujeres eran hermosas, verdaderas
palmeras andantes; sus cuerpos esbeltos y ondulantes se deslizaban, al igual que el de los hombres,
en el agua le imitaban al "mbigua" (un palmípedo) en sus atrevidas zambullidas; sus lacias
cabelleras, lustrosas y renegridas, hacían juego con los ojos vivaces, brillantes y de un negror
embrujante.
Cada cual tenía su trabajo: los hombres pescaban, cazaban y cultivaban la tierra con experiencia
innata y gran cariño; de ella sacaban el avati (maíz), de doradas espigas; los abultados y
alimenticios tuberculos del jety (batata o boniato), mandl'o (mandioca) y el avakachl (ananá ) que
saturaban de fragancia el ambiente del kokue (chacra), el lustroso tallo del pakova (banano), que se
inclinaba bajo el peso de sus cachos recargados de banana de oro,. etc. Las mujeres se dedicaban a
los quehaceres domésticos; cocinaban en el japepo (olla de barro) y traían agua de los manantiales
en bermejos kambuchi (cántaros) sobre sus cabezas, y finalmente el mandyju (algodón) que hilaban
y tejían para ser utilizados en sus vestimentas. Completaba este hogar paradisíaco un multicolor
araraka (papagayo) parlero, que constituía la distracción de la familia. Un día, sin embargo, habló
mas de la cuenta y sembró la cizaña en esa unida y feliz familia, siendo el promotor de la separación
definitiva de los hermanos. Cuando Tupl regresaba de caza, el araraka le decía... "Guaraní olko ne
rembirekondive" (Guaraní convive con tu mujer).
Y cuando Guaraní regresaba del monte trayendo miel de abejas, frutas, le repetía el cuento que Tupl
lo traicionaba con su mujer. La duda sembrada por el chisme, dio paso a la desconfianza y esta
desunió a la hasta entonces feliz familia. Para no pelear entre hermanos y en vista de que la
situación se iba tornando insostenible, Guaraní resolvió alejarse hacia el Sur con su mujer y se
ubicaron en el lugar que hoy se conoce como el Paraguay. Tupl quedó establecido en la querencia
paterna y su descendencia fue poblando lo que hoy es el Brasil, extendiéndose hasta el norte. Este
es, según la leyenda el génesis de las dos grandes familias carias, que llegaron a constituir, con el
correr del tiempo dos importantes razas de América: la Tupí y la Guaraní. Tan emprendedores,
activos e inteligentes fueron los fundadores y descendientes de estas razas, que a su llegada los
españoles encontraron no sólo hombres libres, de independiente albedrío, sanos,felices y pacíficos,
sino que también una extensa variedad en la línea de productos agrícolas. Esta leyenda de Tupí y
Guaraní se relata de generación en generación en el dulce idioma de la raza.
Tesoro (plata yvyvy)
PLATA YVYVY
Plata yvyvy es un vocablo del idioma guaraní que significa TESORO OCULTO o ESCONDIDO, es
una versión popular que nació despúes de la guerra de la Triple Alianza en la decada del setenta.
Las familias paraguayas con el fin de poner a salvo todas sus riquezas y pertenencias, ya sean
grandes o pequeñas, de los invasores extranjeros que venían a nuestras tierras. enterraban en lugares
con referencias para que si se pudiese volver de la guerra se recuperen los tesoros. Se cree que el
hecho de ver luces en el campo, resplandores fugases y también un perro blanco sin cabeza, son
señas valederas para poder encontrar estós tesoros ocúltos, Pero no todas las personas pueden
hallarlos ni disfrutarlos, sino que se cree que son dotes de premio a las morales de los hombres
Existe personas que cuentan entre sus anécdotas que han encontrado PLATA YVYVY, añadiendo
que se les había aparecido un perro blanco en medio del campo y que motivados por esta
circunstancias, al día siguiente ibán a cabar el mismo lugar y allí se encontraban tesoros.
El bien y el mal
TUPÂ HA AÑA (Dios y el diablo)
Una vez que Tupâ (Dios) hubo creado divinidades, genios, gigantes, monstruos y variedad de
animales, puso a prueba a uno de sus actores: Aña (Diablo) genio del mal. Hallabase Tupâ a orillas
del Para (mar), bajo la forma de su criatura mas perfecta, el hombre, entretenido en hacer figuras de
ñai'û (arcilla negra), que iba colocando en fila.
De pronto surgió Aña con intención de destruirlas, pero antes de poder cumplir sus maléficos fines,
Tupâ que aparentaba ser un simple mortal, dio unos palmoteos y en ese instante todas aquellas
figuras inanimadas cobraron vida y antes de que Aña las alcanzara, empezaron a volar. Tupâ había
creado al mbyju'i (golondrina). Aña sintió arder en su sangre la envidia y comenzó también a hacer
figuritas de ñai'ü, colocándolas en fila. Tupâ lo contemplaba sin decir palabra. Aña terminó su tarea
y dio unos palmoteos imitando a Tupâ, pero aquellas figurillas, en vez de volar, empezaron a saltar,
Aña había creado a kururu (sapo) y a ju'i (rana).
Nuevamente Tupâ modeló otra figurilla y al soplarla ella quedó aleteando en el aire, convirtiéndose
en un tornasolado pajarito; superando la primera obra, había creado al mainumby (colibrí), Aña no
se dio por vencido y modeló a su vez una nueva figura que, al animarla, se convirtió en el ser volátil
mas raro y repugnante; había creado al mbopi (murciélago).
"Eloy Fariña Nuñez en su obra "Mitos guaraníes" pagina 205 y siguiente, trae esta misma leyenda
en la siguiente forma: Entre las leyendas vinculadas con el diablo guaraní, hay una que parece ser
genuinamente autóctona; cuéntase que Aña vio hacer a Tupâ esa maravilla alada y rítmica del
mainumby (el colibrí) y se propuso imitarlo. Púsose el diablo en la tarea, acaso con la mira secreta
de crear un pajarito mas primoroso que el concluido por Tupâ, flor del aire aleteante. Cuando
terminó su obra y vio sin duda que era bella, la arrojó al espacio para que ensayara el vuelo, pero el
colibrí hecho por Aña, en vez de volar, cayó al suelo y salió saltando grotescamente sobre el césped.
Por eso el sapo, abonado picaflor sin alas, se arrastra sobre la tierra".
Oracion Padre Nuestro
En guarani
Ore ru reiméva yvágape,
Padre nuestro que estás en el cielo,
toñembojeroviákena nde réra.
santificado sea tu nombre.
Taoreañuamba ne mborayhu.
Venga tu reino.
Tojejapo ne rembipota,
Hágase tu voluntad
ko yvy ári yvágapeguáicha.
así en la tierra como en el cielo.
Eme'êmo oréve ko'ára kóvape ore rembi'urã opa ára roikotevêva.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.
Ha eheja reíkena oréve ore mba'e vaikue,
Y perdónanos nuestras deudas,
roheja reiháicha ore rapichápe hembiapo vaikue oréndive.
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Ha ani orerejátei roñepy'ara'ã,
Y no nos dejes caer en la tentación,
ore pe'a avei mba'e pochy poguýgui.
mas líbranos del mal.
[ Principal ]
En la actualidad...
Los mbyá
Unos tres mil guaraníes viven actualmente en lo
que resta de selva en la provincia de Misiones.
Tienen parientes en zonas limítrofes del Brasil y el
Paraguay.
Sus antepasados llegaron al territorio argentino a
fines del siglo XIX, desplazados por los colonos
paraguayos, que poco a poco fueron ocupando sus
tierras. Junto a los chiripá y a los paí-kaiová del este
del Paraguay y del sur brasileño, los mbyá
pertenecen al grupo de los indómitos cainguá o
“monteses”, aquellos guaraníes que –refugiados en
lo profundo de la selva- se mantuvieron lejos del
sometimiento de los conquistadores y de la
evangelización de los jesuitas.
Los mbyá son quienes conservaron más elementos
de la cultura tradicional, en especial el idioma
guaraní, que hablan en un dialecto muy antiguo. Hoy
están arrinconados en tierras privadas o fiscales,, en
constante peligro de desalojo. Sus aldeas son
pequeñas, y las antiguas malocas fueron
reemplazadas por simples casas para cada familia. Siguen trabajando la tierra con el
sistema de roza y quema, paro ahora usan machetes, hachas y azadas que compran en
las ciudades. De ese modo cultivan las plantas tradicionales
y otras traídas por los europeos, como la caña de azúcar.
Cuando pueden, pescan, cazan con trampas y armas de
fuego y –como sus ancestros- buscan miel silvestre y
recolectan en el monte nueces, frutas, huevos y larvas. Pero
las plantas comestibles, los peces y otros animales
escasean debido a la destrucción de la selva y por la
situación de arrinconamiento que impide a los indígenas
desplazarse libremente.
Por eso, sus principales fuentes de ingresos
proviene de la venta de artesanías, especialmente
cestos, collares de semillas y figuras de animales
talladas en madera. También se emplean como
hacheros en los obrajes, y para levantar las
cosechas.
Como el guaraní es el primer idioma que aprenden,
muchos chicos no hablan castellano, tienen
escuelas bilingües, pero no siempre se dictan
clases de todos los grados.
Su situación sanitaria es normalmente mala, con
abundancia de enfermedades debidas a la pobreza
y agravadas por la desnutrición.
Los payés siguen siendo responsables de curar
con yuyos, atraer las lluvias, adivinar el futuro,
propiciar buenas cosechas, dirigir los cantos y
danzas rituales y dar un nombre guaraní a los
recién nacidos, nombre que mantienen oculto bajo
otro, sacado del Santoral Católico.
Aunque muchos mbyá se han convertido al cristianismo, otros –especialmente gente de
más edad- conservan las antiguas creencias.
Los intentos por participar en las sociedades nacionales se ha visto obstaculizado por
intereses económicos y actitudes discriminatorias, como vemos en los siguientes
ejemplos. En 1983, fue asesinado Marçal de Souza, líder de los mbyá del sur del Brasil;
al parecer, fue por órdenes de un hacendado al que molestaban sus reclamos de tierras.
Otro incidente, meno trágico pero de todos modos grave como muestra de
discriminación, fue recogido en mayo de 1997 por los diarios argentinos. En esos días, el
cacique Teodoro Martínez, de la comunidad aborigen Fracrán, denunció que el
intendente de ola localidad de San Vicente (provincia de Misiones) impidió la
participación de los mbyá de ese grupo en un campeonato local de fútbol.
Existe otro grupo de origen tupí-guaraní: los chiriguanos. Viven mayoritariamente en la
provincia de Salta y constituyen una cultura básicamente similar a la de los mbyá.
Otra tribu emparentada con los guaraníes, los tobas, habitan actualmente Chaco, ellos
también sufren la discriminación, la pobreza y la disputa de tierras.
Herencia guaraní
La influencia de los guaraníes sobre otros indígenas y sobre los propios conquistadores
fue enorme y sigue hasta el presente.
Hoy, hablan guaraní cinco millones de criollos de Paraguay, el Brasil y las provincias
argentinas de Misiones, Corrientes y Formosa. Además, en muchas parte de la región
pampeana, palabras de esa lengua denominan a grupos indígenas, lugares, animales y
plantas locales; son los nombres que les daban los guías guaraníes que participaron en
la Conquista española durante el siglo XVI, o los mestizos llegados desde el Paraguay
con Juan de Garay, fundador de Santa Fe y de la segunda Buenos Aires. Muchas de
esas palabras no tiene equivalentes en castellano.
Otra herencia guaraní es el famoso che, que –aunque también se usa en el Paraguay y
parte del Uruguay- identifica inmediatamente a los argentinos en el exterior. Significado
yo o mi, y su sentido actual proviene de una mezcla de castellano y guaraní: “Hola, che
amigo”, por ejemplo significa “Hola, mi amigo”; pero luego, por abreviatura, quedó “Hola,
che”.
La población criolla de partes de la Argentina, Paraguay y Brasil consume diferentes
formas de mandioca dulce, y con su harina se preparan varias comidas típicas de origen
guaraní, entre ellas el mbery –especie de torta frita- y el chipá, un bollito que en los
últimos años se ha popularizado en grandes ciudades como Buenos Aires.
Pero en materia de alimentación, lo más
notable es la costumbre guaraní de tomar
mate, que se arraigó especialmente entre
los criollos del Paraguay, del sur de Brasil,
del Uruguay y de la Argentina; en grupos
indígenas chaquenses, pampéanos y
patagónicos, y luego los inmigrantes
europeos. La caá o yerba mate crecía
naturalmente y los guaraníes bebían su
infusión fría en calabazas, por medio de
cañitas acabadas en un filtro de fibra
vegetal. Al principio, os jesuitas pensaron
que era una “bebida del Demonio” pero
pronto
advirtieron
sus
ventajas,
comenzaron a cultivarla y se convirtieron en
sus grandes divulgadores.
Entre los criollos quedaron también
creencias guaraníes. La selva, con sus
misterios, siempre fue un lugar propicio
para leyendas de apariciones y fantasmas.
Con los malignos añás a demonios
aborígenes se mezcló la creencia europea de las almas en pena, y se produjo un
riquísimo folklore de personajes maravillosos como Yacy Yateré (secuestrador de niños y
seductor de muchachas), Caá-Porá (protector de la fauna), Curupí (que ataca a las
mujeres), Teyú-Yaguá (con aspecto de yacaré), Pirá-Ñu (pez que vuelca las canoas) y
muchos más.
Mascara chiriguano-Chané. Muchas de estas artesanías se convierten en
adornos de las cosas urbanas, donde a veces se desconoce su origen guaraní
Los criollos del Paraguay y del Nordeste argentino creen en el poder de amuletos y
hechizos llamados Payé por su relación con la
magia Guaraní, Aunque pueden incluir elementos
europeos y figuras de santos católicos (se dice que
esta empayesado quien se supone que esta
embrujado). A esos payes se les atribuye poder de
proteger a su dueño o de causar maleficios. las
plumas de Caburé son famosas como talismán para
conquistas amorosas (pues dice que esa pequeña
ave rapaz atrae con la mirada a los pájaros para
comérselos). Por eso se venden en negocios
especializados.
Palabras guaraníes del habla criolla
Topónimos: Iguazú (“Río Grande”), Oberá (“Resplandeciente), Paraná (“Pariente del
mar”), Uruguay (“Río de los caracoles de agua”); también Iberá, Itatí, Paraguay, Yapeyú,
etc.
Animales: aguará-guazú (un carnívoro pariente de los zorros), caí (mono), coatí,
yaguareté (jaguar), tatú (armadillo), yacaré, yarará (víbora), piraña y surubí (peces),
inambú (perdiz), ñandú, tucán, tuyú (cigüeña), chogüi y urutaú (otras aves), etc.
Plantas: ambay (yuyo medicinal), ananá, carandá (palma), caraguatá (pita), irupé (planta
acuática), isipó (bejuco), etc.
Otros: cuña (mujer), gurí (niño), tanga (pequeño taparrabos de las mujeres de algunas
tribus), maraca (sonajero), caracú (tuétano), guaraná (una bebida refrescante), tereré
(mate frío), etc.
Grupos indígenas: guaykurú (“salvajes”, son pueblos del Chaco), toba (“frentones”,
pueblo chaquense), querandí (“los de la grasa”, por la costumbre de los indígenas
pampéanos de comer grasa).
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Los guaraníes
Los guaraníes brasileños sufren en manos de violentos terratenientes
Para los guaraníes, la tierra es el origen de toda vida. Pero las violentas invasiones de terratenientes
ganaderos han destruido su territorio y prácticamente toda su tierra les ha sido robada.
Los niños guaraníes se mueren de hambre y sus líderes han sido asesinados. Cientos de hombres,
mujeres y niños guaraníes se han suicidado.
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Los guaraníes Marcos Veron Desesperación Las "retomadas"
LOS GUARANÍES FUERON UNO DE LOS PRIMEROS PUEBLOS
contactados tras la llegada de los europeos a Sudamérica hace unos 500 años.
Hoy día constituyen el pueblo indígena más numeroso de Brasil, donde aún viven alrededor de
46.000 guaraníes. Muchos otros habitan en los vecinos Paraguay, Bolivia y Argentina.
El pueblo guaraníes de Brasil se divide en tres grupos: los kaiowá, los ñandeva y los m’bya. El
mayor de ellos es el de los kaiowá, que significa “pueblo del bosque”.
Niños guaraníes trabajan en campos de caña
de azúcar que ahora cubren gran parte de las
tierras ancestrales de su pueblo en el estado de
Mato Grosso do Sul
Se trata de un pueblo profundamente espiritual. La mayor parte de las comunidades cuentan con una
casa de oración y un líder espiritual, cuya autoridad se basa más en el prestigio que en el poder
formal.
La tierra sin mal
Hasta donde les alcanza la memoria, los guaraníes llevan buscando el lugar que les fue revelado por
sus antepasados, donde la gente vive libre de dolor y sufrimiento, al que denominan ‘la tierra sin
mal’.
Durante cientos de años, los guaraníes han recorrido grandes distancias en busca de la tierra sin mal.
Un cronista del siglo XVI hizo mención de su “constante deseo de buscar nuevas tierras, en las
cuales imaginan que hallarán la inmortalidad y la paz eterna”.
Esta búsqueda constante es indicativa del carácter único de los guaraníes, esa “diferencia” que les
caracteriza y que ha sido a menudo citada por los no indígenas.
En la actualidad, esta particularidad se manifiesta de una forma más trágica: profundamente
afectados por la pérdida de casi toda su tierra a lo largo del último siglo, los guaraní están sufriendo
una oleada de suicidios sin precedentes en América del Sur.
Estos problemas son especialmente acusados en Mato Grosso do Sul, donde los guaraníes llegaron a
ocupar una extensión de 350.000 kilómetros cuadrados de bosque y llanura.
En la actualidad se ven hacinados en pequeñas parcelas de tierra rodeadas de haciendas de ganado y
de extensos cultivos de soja y de caña de azúcar. Algunos carecen de tierras y se ven forzados a
acampar en los bordes de carreteras y caminos.
Noticias de los guaraníes
- Asesinos de un líder indígena condenados por secuestro y tortura 28 febrero 2011
- Se reanuda el juicio por el asesinato de un líder indígena 18 febrero 2011
- Survival presenta dos cortos que denuncian la situación de los guaraníes 10 diciembre 2010
- Ganadero desafía orden judicial – Indígenas brasileños siguen asediados 2 diciembre 2010
Más noticias de los guaraníes »
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[Rumbo al Sur] [¿De dónde vienen los Guaraníes?]
[El mito de los gemelos] [En busca de La Tierra Sin Mal ]
Rumbo al sur
Una antigua leyenda nos cuenta la vida de Tupí y Guaraní, dos hermano gemelos que
enemistados por culpa de las continuas peleas entre sus mujeres, debieron separarse.
Tupí, entonces, se dirigió hacia el norte, mientras que Guaraní se iba hacia el sur.
Los arqueólogos hablan de los Tupí –Guaraníes, dos pueblos unidos por el mismo
idioma y las mismas costumbres.
Los numerosos descendientes de estos míticos hermanos, penetraron en la selva. Los
guaraníes, empleando canoas y balsas para viajar por los ríos, escogían un lugar y allí
levantaban su aldea y practicaban la agricultura. Pero como en poco tiempo sus campos
de cultivo perdían su fertilidad, los guaraníes debían tomar sus pertenencias y mudarse
en busca de mejores tierras.
La ocupación de nuevos territorios no siempre fue pacífica. A veces encontraban tribus
locales muy fuertes que les impedían avanzar, y debieron torcer el rumbo. Otras veces,
en cambio, conquistaron violentamente y guaranizaron a los vencidos.
Mujer tupí guaraní del siglo XVII (ilustración del holandés
Albert Eckhout)
¿De dónde vienen los guaraníes?
No fueron los únicos aborígenes que poblaron la alta Cuenca del Plata
( Paraguay, sudeste del Brasil y nordeste de lo que hoy es la Argentina). Tampoco
estuvieron aquí desde siempre; pero transformaron, con la influencia de su cultura y de
su dulce idioma, a otras poblaciones aborígenes, mestizas y criollas que siguen
ocupando gran parte de la Argentina, el Paraguay, el Brasil, Bolivia y hasta el Uruguay.
Los que saben de estas cosas
cuentan que, hace más de mil
años, los guaraníes iniciaron
una larga migración hacia el sur
desde el corazón de las selvas
sudamericanas: quizás desde la
meseta del Mato Grosso, donde
se separan las aguas que se
encauzan hacia el norte, hacia
las selvas amazónicas, y las que
descienden hacia el sur, a la
cuenca del plata; o quizás desde
más al Norte todavía.
Pero dejemos hablar a los
guaraníes, ellos mismo nos
contarán su origen.
El mito de los Gemelos
Hasta el centro del mundo,
que era cuadrado entonces,
bajaron de los cielos el
constructor, Ñandéruvusu, y su
compañero, Mba’ ecuaahá. Fue
el primero de ellos quien dio
vida a los árboles, las frutas y
los arbustos, y cubrió el mundo
con una selva tan esplendorosa
como jamás volvió a verse otra
igual.
No contento con su obra, dio vida también a Ñandesi, la primera mujer y nuestra
madre originaria.
Ambos compañeros gozaron entonces en ella, y en ella engendraron dos hijos
gemelos.
Pero la madre despreció a los compañeros, y éstos la abandonaron en la selva recién
creada, para regresar a los cielos solitarios.
Ella con los gemelos, vagó por la selva; pero se perdió y llegó al país de los jaguares.
La abuela de los felinos quiso esconderla; las fieras sin embargo, la olfatearon, y la
devoraron. El constructor y su compañero, arrepentidos, sólo pudieron, desde los cielos,
salvar a sus dos hijos.
Los gemelos, Tupí y Guaraní, fueron creados por la abuela de los jaguares. Crecieron
pronto y se hicieron infalibles cazadores. Algunas aves, antes de morir, pudieron contarle
su historia, y los hermanos decidieron vengar a su madre.
Dijeron entonces a los jaguares que en sus andanzas por la selva habían descubierto
una tierra paradisíaca, donde los alimentos abundaban y se recogían sin esfuerzos. “Allí
no se conocía el mal,” aseguraron. Pero para alcanzarla era necesario llegar hasta el
confín de la tierra, donde nace el día, para encontrarse con el mar, cruzarlo y ganar la
felicidad.
Los jaguares les creyeron, y se embarcaron en grandes canoas que los gemelos
habían hecho. Pero los gemelos, que por herencia de sus padres dominaban los
elementos, desencadenaron una terrible tempestad como venganza. Las canoas
naufragaron y los jaguares fueron convertidos en toda clase de animales.
Entonces los gemelos decidieron repoblar la tierra.
En busca de La Tierra Sin Mal
Desde el corazón de la selva ( o desde la misma desembocadura del gran río
Amazonas), Tupí y Guaraní decidieron separarse. Tupí marchó hacia el norte; Guaraní,
hacia el sur.
Los descendientes de Guaraní siguieron siempre la misma dirección, en grandes
canoas que iban a la deriva, llevadas por la corriente de los ríos en busca de la Tierra Sin
Mal que les había sido revelada. “Una tierra, donde no había muerte; y abundaba la miel,
y la carne y los cultivos crecían solos, una tierra donde todos podían vivir con felicidad.
Buscando ese paraíso se detenían, donde encontraban buena tierra. Levantaban sus
aldeas, sus Tekoás, siempre rodeadas de empalizadas (por lo general, los habitantes del
lugar nunca recibían bien a los recién llegados); y empezaban a cazar, a pescar y a
realizar cultivos. Sobre todo mandioca, maíz, batata, zapallo, maní, poroto, tabaco. Para
ello, en esas selvas debían voltear árboles y quemar malezas. A lo sumo a los cinco
años la tierra se cansaba. Y los guaraníes debían embarcarse nuevamente.
Siempre hacia el sur, en busca del paraíso que anhelaban. Cuando los españoles
arribaron a estas playas, muchos guaraníes ya habían llegado al Delta del Paraná: los
hombres de Pedro de Mendoza los llamaron Carios.
Quizá esa búsqueda empecinada de su paraíso los llevó- más que a otros aborígenesa escuchar la palabra de los misioneros jesuitas, que les hablaron de otro paraíso. Tal
vez por eso, entre 1609 y 1768, varias decenas de miles de guaraníes aceptaron vivir en
los treinta pueblos establecidos por la compañía de Jesús en tierras que hoy son
argentinas, brasileñas y paraguayas. Las sociedades establecidas en esas Misiones se
pareció bastante a la Tierra Sin Mal que buscaban; aunque los guaraníes perdieron en el
cambio gran parte de su cultura. Sus médicos- hechiceros- los Karaís y payés-, con
frecuencia los hombres más virtuosos de cada comunidad, guías de su pueblo, no fueron
aceptados en las reducciones.
De todos modos, esa incorporación a la sociedad que se estaba formando a partir de
la dura conquista, salvó el idioma guaraní- adoptado por los jesuitas como lengua oficial
en sus misiones-, que llegó a ser ampliamente mayoritario, así, en gran parte de la
Cuenca del Plata.
Pero no todos los guaraníes aceptaron la tutela de los misioneros. Entre los escasos
grupos que hoy se mantienen aislados en la selvas, alejados ( hasta donde pueden ) de
influencias extrañas, se recuerda con orgullo a un cacique, de nombre Guairá, que
rechazó la catequización y el bautismo y se refugió con su gente en los boscajes más
impenetrables. De aquellos indómitos aborígenes también descienden los guaraníes
monteses actuales.
Los jesuitas fueron expulsados de los dominios españoles, y los guaraníes- fueran
cristianizados o monteses- sufrieron la discriminación y la miseria que la sociedad de los
blancos impuso siempre a los indios de América.
Habían sido sobre todo mestizos guaraníes los cincuenta y tantos paraguayos que,
dirigidos por Juan de Garay, bajaron desde Asunción para refundar Buenos Aires en
1580. Más de cinco millones de argentinos, paraguayos y brasileños que siguen
cultivando la lengua que nos trajo, desde el corazón de las selvas sudamericanas, estas
historias que aquí reunimos.
Guaraní
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Guaraní
Aprenda la lengua del sur
El Idioma Guaraní es una lengua hablada
en Suramérica por más de cuatro millones de
personas, dos millones de las cuales la
tienen como lengua materna. Es la lengua
nativa de los guaraníes, un pueblo
autóctono de Paraguay, extendido también
por Bolivia, Brasil y Argentina. En la
América precolonial se empleó regularmente
por pueblos que vivían al este de la
Cordillera de los Andes, desde el mar Caribe
hasta el Río de la Plata. Este libro pretende
ser un buen comienzo para aquellos que
deseen saber más acerca de esta lengua, su
historia y de la etnia que hace parte.
ÑaiPytyvö Haiti ha Chílepe opá
ikatùvape
Ayudemos a Haiti y Chile tanto con todo lo
que se pueda
Frase mensual, en Guaraní
Anex
o
Índice • Introducción • Texto completo
1. Lecció
n 1 Alfabe
to
y
escritu
ra
2. Lecció
n 2 Como
saluda
r
3. Lecció
n3
4. Lecció
n4
5. Lecció
n5
6. Lecció
n6
7. Lecció
n7
8. Lecció
n8
9. Lecció
n9
10.Lecció
• Adjetivo
• Adverbios
• Análisis Matricial
del
Sintagma
verbal
• Artículos
• Aspecto de los
Verbos
• Conjunciones
• Cuadro
de
Determinantes y
modificadores del
Verbo
• Determinantes
• Determinantes
Intensivos
• Determinantes
Parte I
• Determinantes
PosesivoAtributivos
• Determinantes
Posesivos
• Estructura Básica
•
•
•
•
•
Historia del Guaraní
El Guaraní científico
Lista Swadesh multilingüe
Términos lingüísticos
Gramáticos y Guaranistas
Capítulo completo
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guaraní
n 10
Capítulo
completo
Lectura
s
• Hamle
t
en
Guara
ní
• Hamm
er
smash
ed face
• Ibn
Jaldún
Capítulo
completo
Gramátic
a
• Genitivo
• Grado de los
Verbos
• Gramática
del
Guaraní
• Género y número
• Interjecciones
• La
desinencia
prefija
• La
oración
atributiva guarani
• Modificadores
complementarios
del verbo
• Modificadores de
Tipo de Oracion
• Modo de los
Verbos
• Números
• Preposiciones
• Posposiciones
• Pronombres
• Raíz verbal
• Sustantivo
• Tabla de los
Determinantes
del Verbo
• Tablas
• Tiempo Presente
Básico
• Tiempos Verbales
• Tiempos
nominales
• Tipología
• Verbos
• Verbos
irregulares
• Verbos
pronominales
• Verbos regulares
• Vocablos
de
inicial variable
• Voz de los Verbos
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Guaraní/Anexo/Historia del Guaraní
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< Guaraní | Anexo
La lengua Guaraní, al igual que otras lenguas
indígenas suramericanas, tradicionalmente no tuvo
sistema de escritura pero contenía en su expresión
oral una estructura gramatical propia.
El pueblo Guaraní, en su astronomía, tenían
en cuenta no solamente los astros brillantes,
como la egipcia, griega, y otras, sino
también las zonas obsucuras de la Galaxia
Teniendo en cuenta su amplio vocabulario, la riqueza
de sus formas gramaticales, su estructura, y
procedimientos colectivos, el célebre botánico suizo
Moises Bertoni[1] , uno de los mas grandes
estudiosos de la cultura y la lengua Guaraní, el jefe
indiscutido de la tendencia naturalista, la denominó
"la sola lengua popular científica del mundo", que
se manifiesta especialmente en la nomenclatura
botánica guaraní, pero que también puede constatarse
en los nombres geográficos, como los topónimos,
Respecto a la Arqueoastronomía guaraní o
Etnoastronomía guaraní, puede consultarse
"Tupi-Guarani Ethnoastronomy-Germano
Bruno Afonso-Department of Physics,
Universidade Federal do Paraná - Thaisa
Maria Nadal - Department of Biology,
Universidade Tuiuti do Paraná
zoológicos, y en la nomenclatura de las constelaciones guaraníes, donde tenían en cuenta no
solamente los astros brillantes, como la egipcia, griega, y otras, sino también las zonas obsucuras de
la Galaxia (Arqueoastronomía Guaraní). Bertoni atribuye a los guaraníes el descubrimiento del
binomio, antes que ningún otro pueblo civilizado del mundo, del concepto de género y de Familia
natural, entre otros aspectos.[1]
Antes de la conquista española de las
Américas en el siglo XV, el pueblo guaraní
no tenía un sistema de escritura. Sin
embargo, existen numerosos petroglifos en
toda el área guaraní, que son anteriores a los
guaraníes mismos.
Alfabetos de la época Colonial
El primer europeo que escribió palabras en Guaraní
fue Antonio Pigafetta, el cronista de la expedición
de Magallanes que circunnavegó el globo: fue uno de
los dieciocho que hizo el periplo completo. En sus
"Relazioni", Pigafetta recoge algunas palabras en la
costas del Brasil, y las traduce al italiano. Otro
En las cuevas de Jasukavenda,(REF. Nº 4)
existen petroglifos que corresponden a etnias pionero fue, el también italiano, Alonso de Aragona.
guaranìes.
Los primeros textos en Guaraní fueron escritos por
misioneros franciscanos y jesuitas, que usaron el
alfabeto latino. El abad Antonio Ruiz de Montoya
Petroglifos de los Proto-guaraníes
documentó la lengua en sus trabajos Tesoro de la
lengua Guaraní, se trata de un diccionario guaraníespañol, impreso en 1639 y Arte y Vocabulario de la Lengua Guaraní, un compendio de la
gramática y un diccionario, impreso en 1722, entre otros.
El alfabeto y el deletreo usado en esos libros antiguos era a veces inconsistente, sustancialmente
diferente de los modernos.Pero los gramáticos coloniales reconocieron e investigaron
detalladamente los fonemas del guaraní. Inclusive, inventaron los primeros signos diacríticos para
su escritura, que fueron empleados en los primeros libros publicados en el Río de la Plata, ya que la
imprenta fué introducida en esta región, en las Reducciones guaranies organizadas por los Jesuitas.-
El alfabeto López
El primer Alfabeto Republicano
En 1867, el mariscal Francisco Solano López, presidente de Paraguay, creó un Convenio de
Escritura para regularlo (Comisión de Paso Pukú), pero su esfuerzo no dio resultados. Sin
embargo, fue la base de la escritura popular o folklòrica, predominante hasta 1939.Este alfabeto
también se conoce como alfabeto Paso Puku o alfabeto Kavichu'i. Moises Bertoni lo consideraba
el mejor alfabeto popular.
La Importancia del alfabeto tradicional o folklórico
• La mayor parte de las obras mas populares y significativas de la literatura guarani, en todo el
el Paraguay y el Rìo de la Plata fueron escritas en alfabetos populares. Los alfabetos
populares, atienden al medio de producciòn, la imprenta de los primeros años del siglo 20. Y
consisten en utilizar la crema o dièresis (como ä,ë,ï) o el circunflejo (por ejemplo, ê, î, ô),
como signos de nasalidad, cuyos tipos disponìan las imprentas mas pequeñas. la JH como
signo de la J aspirada (que a partir del alfabeto ACG se representa con "H"), y el signo Y
para el sonido semi-consonantico de la Y española como en yakarè, y tambien para el sonido
vocal de la Y (y, sexta vocal oral actual). Tambien se utilizaban indistintamente la "V" o la
"B". Y algunos utilizaban Yn, en vez la Ỹ actual.-( Vèase por ejemplo, las "Cartas y
Proclamas en guarani" de Manuel Belgrano, el periodico "Cabichu'i" de la època de
F.S.Lòpez, y la secciòn Guarani de "La Repùblica del Paraguay", de DuGraty, todas ellas del
siglo XIX, ademàs de las obras originales de los mas cèlebres poetas guaranies,que se
encuentran, por ejemplo, en "Okara Potykuemi". El Poeta y Director teatral, Rudy Torga,
edito sus obras en ambos alfabetos, ya superada la primera mitad del siglo XX. Tambièn el
Diccionario bilingue del correntino Dacunda Dìaz, y el Diccionario bilingue de Antonio
Mortiz Mayans (Editado por EUDEBA- Editorial de la Universidad de Buenos Aires-,
aunque hay otrs ediciones).Asimismo, la "Enciclopedia de Ciencias Naturales y
Conocimientos Paraguayos" del DR. Carlos Gatti Battilana.-
ACG 1939 - Asociación Cultura Guaraní
El primer alfabeto fonético
Ref. 3
• El alfabeto moderno se basa en su mayor parte, en el Alfabeto de la Asociación Cultura
Guaraní (ACG). El Ministerio de Educación del Paraguay, solicitó a dicha entidad, el
alfabeto de la lengua. El mismo fue oficializado en 1939, según consta en las "Breves
Nociones de Gramática Guaraní" de Tomás Osuna. A este alfabeto se agregaron 3 signos y
eliminaron algunos, resultando así el alfabeto moderno del Guaraní, el Achegety o M1950
presentado en Montevideo en 1950.A su vez, éste Alfabeto se basa en el Alfabeto Buenos
Aires 1910, o Alfabeto Bertoni.• La ACG introdujo 1)La tilde nasal para las letras nasales, 2) el uso de la K, 3) el signo Ỹ
para la sexta vocal nasal, 3) el uso de la H en vez de la JH, 4) el uso de la V y la eliminaciòn
de la B, y 5) el apòstrofo (') como signo de la suspensiòn glotal intervocàlica (glotal stop) o
"puso". (aKe, duerno; kirirî, silencio). Ate'ỹ, perezoso, Jyva'ỹ .sin brazo, etc. Puede verse en
la primera pàgina de "Breves Nociones de Gramatica Guarani" de T.Osuna - Apendice al
Diccionario bilingue de A.Jover Peralta y Tomas Osuna .-
La escritura plana o sin diacríticos o "a la inglesa"
• Tampoco faltaron los partidarios de la escritura plana, sin diacrìticos, entre los que se
contaba Antonio Guasch, en su primera època, hasta que este adopta el alfabeto de la
Asociaciòn Cultura Guarani, "especie de academia no oficial de la lengua" como lo expresa
en su Gramática. La Sociedad Biblica de Londres, editò una popular traduccion de los
Evangelios en guaranì, utilizando la escritura plana.("Ñande Yara Marangatu"- Edit.
Sociedades Biblicas Unidas -Londres, 1950)
Los 2 alfabetos propuestos por Bertoni
• Moises Bertoni, propugnò un alfabeto fonètico para los usos cientìficos y otro alfabeto mas
popular, para el uso corriente.• Realmente, el primer alfabeto normativo del guarani, en contra de los que afirman
tendenciosamente algunos guaranistas actuales, especialmente R. Decoud Larrosa y sus
seguidores, fue el propuesto básicamente por Moisés S. Bertoni. Fue aprobado por el
Congreso Centífico Latinoamericano de 1910. ( "Ortografia Guaraní según la Ortografia
internacional.Aprobada por los congresos de3 Zoología y Botànica y aprobada por el
Congreso Científico Latinomericano de 1910 (2a Edición)"- Ver Ref. 1.• Éste, es el primer estudio científico integral fonético del Guarani, estudio aprovechado por
muchos sin citar su origen y fundamentos. Estan , por ejemplo, los que Bertoni denominó
"signos genéticos" (que sirven para indicar las relaciones de descendencia,
correespondencia, unión o separaciòn de las palabras o vocablos, que fueron usados por
Antonio Guasch en su Gramática, por otra parte con acierto en la mayoría de los casos.Es el
primero que predica el uso de la "k", que posteriormente influyo en Alfredo T. Martinez,
Ponce de León y en la Gramática de Juan de Bianchetti, que fue la primera en utilizar
metódicamente este signo. Preconiza el uso de la Y griega en vez de la J, y da los
fundamentos para ello . Escribe la Y (sexta vocal oral) como IH, asimilandola a la grafía del
alfabeto ruso, porque era el unico alfabeto en el mundo junto con el polaco YH, que ya
habían graficado el signo para esta vocal particular. Su re-ediciòn por el Ministerio de
Agricultura y Ganadería del Paraguay en 1980, rescata así una de las bases históricas más
importantes de la fonología guaraní, del olvido.-
Academia Correntina de Guarani
• La Academia Correntina de Guarani, propuso tambien un proyecto de Alfabeto fonètico,
segùn Raùl Amaral, en su estudio acerca de las obras referentes a la lengua y cultura guarani
en la Repùblica Argentina, en que cita mas de 150 obras y autores de distintas épocas.-
El Achegety o M1950
El Alfabeto Moderno, Monteviedo 1950
La escritura fue regulada finalmente en el modelo actual en 1950, en el Congreso de la Lengua
Guaraní en Montevideo. El sistema elegido fue bàsicamente la notación del Alfabeto Fonético de la
ACG - Asociaciòn Cultura Guarani 1939-ACG 1939-, y ahora se usa en todo el Paraguay, en la
enseñanza oficia, o guarani escolar, como la denomina Tadeo Zarratea. Se lo conoce como
"Achegety" (abecedario)- o alfabeto Montevideo 1950.-
Decoud Larrosa y su aclaración acerca del origen del «Achegety»
Ref. 2• En el Congreso de Montevideo 1950, se adoptò al alfabeto oficial ACG, con los
siguientes cambios: 1) Uso general de la K antes de las vocales ( el Alfabeto ACG introdujo
el uso de la K, antes de la "e" u la "i",pero mantenia el uso de la "c" antes de A, O y U,) 2)
utilizaciòn del signo Y para la sexta oral vocal y 3) utilizaciòn de la J para el sonido semiconsonantico de la Y, por ejemplo, jakare. en vez de yacare. El propio Decoud Larrosa,
reconoce en una carta, (cuando la polèmica acerca de la escritura con la ADEG ASOCIACIÒN DE ESCRITORES GUARANIES ) que solamente propuso algunos
cambios a dicho alfabeto.- Y QUE "..FUE PRESENTADO POR ANTONIO
GUASCH.." A pesar de las propias declaraciones de R. Decoud Larrosa, muchos exdiscipulos suyos, le atribuyen indebidamente, la creaciòn del alfabeto moderno: éste fue
creado por la mencionada ACG 1939, como fruto de decadas de investigaciòn, polemicas y
finalmente, por acuerdo de los mas conspìcuos guaranistas, siendo uno de sus impulsores
mas enèrgicos e inclaudicables, el Dr. Tomàs Osuna, como así también el Dr. Anselmo Jover
Peralta, entre otros.-
Algunos desacuerdos
Sin embargo, todavía hay algunos desacuerdos entre los lingüistas en detalles del modelo. Algunos
creen que el dígrafo "CH" debería ser cambiado por "X"; y que "G̃" (nasal) debería ser reemplazado
por una simple "G", con la tilde colocada en una de las vocales adyacentes.Martínez Gamba,
prestigioso guaranista residente en la provincia argentina de Misiones, utiliza el dìgrafo "gw", para
las pocas palabras en que se utiliza este fonema, en el guarani paraguayo-correntino (pero de amplio
uso en el guarani ètnico o tribal) que con la escritura actual se escribe "gu". Mbogwygwy, en vez de
mboguy-guy, por ejemplo.
Origen del nombre «Achegety»
El nombre guaraní del alfabeto achegety es un neologismo formado con a-che-ge (el nombre de las
tres primeras letras) y ty que significa "agrupación", "conjunto". Fue propuesto por el profesor
Reinaldo Decoud Larrosa.-
Opinión del Guaranista Tadeo Zarratea sobre la Crisis del
guaraní
6. " El guaraní paraguayo es el producto natural de cinco siglos de historia de transformaciones del
guaraní karió, el dialecto que fuera de los indígenas asuncenos, los que “pactaron la alianza” e
iniciaron el mestizaje. Por su parte, el guaraní escolar es el producto de cuarenta años de errores
en el enfoque lingüístico; se inició con la equivocación del Dr. Decoud Larrosa, quien creyó que
se podía restaurar el guaraní paraguayo por medio de la recuperación de los arcaísmos y la creación
de “neologismos de gabinete”; en consecuencia rechazó la carga de hispanismos que tiene nuestro
guaraní. Ese error, cometido de buena fe, absolutamente humano, no fuimos capaces de
corregir por falta de apertura hacia la ciencia del lenguaje, el dogmatismo y la pontificación
de Decoud."
para la versión completa del artìculo ver: "El guarani está en crisis"
http://mbatovi.blogspot.com/2008/08/el-guaran-est-en-crisis.html
Referencias
1. ↑ 1,0 1,1 Moisés S. Bertoni - "Dicionario Botànico Latino-Guarani y Guarani-Latino"
-Con un Glosario de Vocablos y Elementos de la Nomenclatura Botánica - Introducciòn a las
Plantas Usuales y ütiles del Paraguay.Ministerio de Agricultura y Ganadería-Asunción,
Paraguay 1980- Además del Diccionario, contiene: 1) Capítulo De las grafías del guarani y
de las ortografías, pg 108 a 114; 2)Ortografía Guarani, pg 115 a 131. Contiene tambien su
famoso ensayo "Acerca de la Nomenclatura", pg pg 132 a 146, el estudio mas acabado de
la Nomenclatura botànica guaraní y sus bases y principios.
2 - Carta enviada por Reinaldo Decoud Larrosa a la ADEG.3 - Diccionario Guarani Español y Español Guaraní, Dr Anselmo Jover Peralta y DR. Tomas
Osuna - Editorial Tupa -Bs.As.-1950- sin ISBN, PG 429. Ortografía y Alfabeto. - Capítulo
"Nociones de Gramática Guaraní" escrito por el Dr. Tomás Osuna.- En la Introducción de esta
obra, Jover Peralta también hace consideraciones a este tema.4 - Sobre el arte rupestre en Jasuka Venda, véase Museo de Altamira, España JASUKAVENDA:
ARTE RUPESTRE EN EL CENTRO DEL MUNDO:CUADERNO DE NOTAS
http://museodealtamira.mcu.es/pdf/JASUKA_VENDA.PDF
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Lecciones - Gramática - Lecturas - Anexo
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Guaraní/Anexo/El Guaraní científico
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El guarani se destaca en el el campo de las ciencias naturales.
• Especialmente renombrada, es la Nomenclatura botànica guarani.
• Igualmente importante es la Toponimia Guarani en el ambito sudamericano, ya que la
inmensa mayorìa de los nombres geográficos de SudAmerica y el Caribe son de origen tupiguarani o derivaciones o transformaciones de ellas.
• Muchos tèrminos actuales, como barbacòa (de varvakua), bucanero (de moka'ë) son de
origen avá, es decir Tupi-guarani.
• En el guarani paraguayo, se utilizan corrientemente tèrminos españoles para las categorìas
cientìficas e institucionales. También se han introducido tèrminos del inglès como motor, o
"greifu" (de grape fruit ) como sinònimo de "pomelo".• La nomenclatura nomenclatura zoològica sudamericana y del Caribe del mismo origen es
también muy extensa
• Existen Diccionarios para uso mèdico, asì como obras de fitoterapèutica (Pohâ ñana).
• Una ciencia nueva destacada, es la Arqueoastronomìa Guarani (Ver "Arqueastronomìa
Guaranì" por Germano Bruno Affonso, en portuguès)
• Una de las primeras obras acerca de la Antropologìa social en el Rìo de la Plata, son las
Tablas de Parentesco o Consanguinidad de las Etnias guaranies, realizada por el erudito
Nicolàs Yapuguay,en el siglo XVII.• Respecto a la Neurobiologìa, se puede consultar el portal guarani del afamdo instituto "Jose
Tiburcio Borda", Revista "Neurobiologìa", cuya direcciòn o enlace se consigna en la secciòn
"Enlaces ùtiles" de èste wikilibro guarani.• Psicoanálisis: Hay varios investigadores contemporáneos que estudian la relación entre el
guarani y el psiconálisis. En Pichón Riviere, es conocida la influencia de la cosmovisión
guaraní.- En el articulo siguiente, se menciona que la Teoría de la curación Shamántica
Guarani, se compara con el Moderno Psicoanálisis.• Medicina Guarani Prehispànica: Sobre los aportes de la medicina guarani, véase en la
Revista Cirujia y cirujanos, órgano oficial de, órgano de difusión de la Academia Mexicana
de Cirujía, un interesante resumen : "La medicina guarani en la epoca prehispánica.Sus
aportes"-por el Dr.Nicolás Pedro López y la Sra Angela Sanchez--con bibliografia sobre el
tema - Contiene mapas y una importante representación gráfica de la Cosmovisiòn Guaraní.Volumen 64-Nº 3
continua....
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Guaraní/Anexo/Términos lingüísticos
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Sufijo
Puede ser definida en términos simples, como un palabra que sirve para modificar el significado,
pero que por si sola carece de valor. Por ejemplo en el español: deten-ción, -ción es un sufijo, que
también puede encontrarse en palabras como aplica-ción o ejecu-ción. Otro ejemplo puede ser -dor,
que se encuentra en palabras como, admira-dor o roe-dor.
Guaraní/Anexo/Gramáticos y Guaranistas
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Algunos de los principales gramáticos y guaranistas, antropólogos, autores renombrados o grandes
personalidades relacionados con la cultura guarani: Se irà completando sucesivamente.Aporte los
datos que conozca. Son miles de antropologos, gramaticos, poetas, mùsicos,escritores,
divulgadores, teoricos, desde el siglo XVII en adelante, de diferentes nacionalidades, tendencias e
intereses.El presente es apenas un esbozo, principalmente del siglo XX, y reducido a Paraguay,y a
Corrientes y Santa Fè (Argentina),.
• Etiguára, mítico poeta guaraní de las etnias originarias, considerado el primero de ellos. Es
el Nahualzatcoatl guaraní.• Tamandaré. Famoso Mburuvicha Guarani. Ideológo de la lucha contra la invasión
colonialista y luhador consecuente. Inspiró a Lambare, Paragua y Guarambaré.• Lambaré, Mburuvicha guarani de Paraguaỹ, (Asunción del Paraguay ) de la Etnia Karioguarani, base del actual guarani paraguayo. Encabezó la revolución guarani de Semana
Santa (1541), contra Domingo Martínez de Irala, junto a Paragua y Guarambaré. Fueron
Ahorcados en Asunción.• Paragua. Muruvicha guarani, uno de los Jefes de la Revolución de Semana Santa.• Guarambare, Mburuvicha guarani, Jefe de la Revolución de Semana Santa
• Kanendiju - Célebre y legendario Mburuvicha del Alto Parana, especialmente de la región
de los hoy desaparecidos Saltos Del Guairá por la construcción de la represa Itaipú.
Luchador férreo e implacable contra los conquistadores españoles y portugueses. Estos
saltos Llevaban su Nombre: Saltos de Kanendiju, denominación popular hoy escamoteada y
prácticamente sin uso.
• Juliana - célebre mujer guaraní, la primera mujer del mundo que emprendió una
revolución de género (feminista) Encabezó "La rebelión de Juliana", una de las mas
grandes revoluciónes contra los conquistadores españoles del Paraguay. Su consigna más
famosa, que quedó a través de los siglos en la memoria popular, fue "Ja juká ñande ménape"
- Matemos a nuestros esposos - Dado que uno de los métodos de conquista de los españoles,
fue tomar como consortes a la indias guaranies,que se ocupaban de la agricultura y la
economía doméstica. La explotación de la mujer guaraní llegó a tal punto, que Juliana
decidió organizar la lucha armada.• ÑESU -o Ñezu, mburuvicha guarani de la regiòn del Ka'aro. Luchador anticolonialista.
Luego colaboró con los jesuitas. Por influencia de Potiráva, volvio a la lucha
anticolonialista, realizando una gran confederaciòn de guaranies contra los jesuitas. Ultimó a
Roque Gonzalez de Santa Cruz y sus compañeros. Es el primer crìtico social de la
arquitectura en la regiòn. La memoria popular lo recuerda con la siguiente anècdota, entre
otras: cuando un Religioso catòlico le mostro orgulloso la pequeña capilla que construyò,
Ñesu le comentó: "què pequeño es tu Dios que necesita una tapera donde guarecerse".• Antonio Pigafetta o de Pigafetta (Vicenza, ca. 1491 - Vicenza, ca. 1534) fue un marinero
y cronista italiano que acompañó a Fernando de Magallanes en su circunnavegación del
globo/ realizò el primer vocabulario escrito de algunas palabras en guaranì, recogidas en las
costas del Brasil, el primer vocabulario guarani bilingue: guarani-italiano/ Es el famoso
cronista de la Expediciòn de Magallanes que circunavegò el globo, y uno de los 18 hombres
que realizaron la hazaña desde su inicio.
• Alonso de Aragona, italiano, sacerdote jesuita, el 1er gramático del guaranì.-Escribio
realmente la primera Gramàtica guarani en 1627/1628.• Montoya, Antonio Ruiz de (considerado el 1er. Gramàtico). Peruano.Jesuita.Es
considerado tradicionalmente el perimer gramatico y lexicografo. su Tesoro de la lengua
guarani fue publicado en Madrid en 1539.• Yapuguay, Nicolás: notable erudito guarani de las Misiones Guaranies gobernadas por los
Jesuitas. Publicò "Sermones y ejemplos en Guaraní".Conocia Latin guarani y castellano.
Grabador,tipògrafo, notable y prodigioso orador.Enseño guarani a los
misioneros.Mburuvicha guarani. Esta obra, en su versiòn original, contiene las famosas
Tablas de Parentesco o consanguinidad de las etnias guaranies, que lo constituye en el
primer antropòlogo social del Río de la Plata y posiblemente de Sudamèrica.• Joaquín Camaño y Bazán: dice de él Raul Amaral: "El primer guaraniólogo argentino de
quien se tenga noticia es el jesuita Joaquín Camaño y Bazán, nacido en la provincia de La
Rioja el 13 de abril de 1737 y muerto en el destierro en Valencia (España) el 30 de agosto de
1820. Según opinión del P. Lorenzo Hervás, expuesta en 1794, “estudió con tesón y éxito”
varias lenguas, entre ellas el guaraní".
• Hervas y Panduro, Lorenzo de:
• LOPEZ DE BLOMBERG, Ercilia (Asunción, 1865 - Buenos Aires, 1965). Narradora y
poeta. Es la primera mujer que publico una Gramàtica Guarani (1921),posiblemente la
primera del siglo XX, en la revista "El Monitor de la Educación Común" (Bs.As.). Es la
madre del literato argentino Héctor Pedro Blomberg (1889-1955, sobre el cual ejerciò
profunda influencia.• Tomas Osuna: Filólogo, gramàtico, guaranista. Recopilò mediante investigaciones de
campo, el guarani paraguayo de principios del siglo XX/ Describiò al guaranì como lengua
de vocablos polifuncionales / Dicionario bilingue, junto con A. Jover Peralta, quien continuò
su obra- en este Diccionario, se encuentran las "breves Nociones de Guarani", versiòn
reducida de una gramática mas extensa (segùn varios ex-discipulos suyos) hoy perdida.- En
Wikipedia esta su biografìa y obras principales.• Anselmo Jover Peralta: co-autor con Tomàs Osuna, del Celebre Ñe'engueryru o Dicionario
bilibue guarani-español y español guarani.Ex Ministo de Educación del Paraguay; publicó
"Toponimia guarani" y "Onomástica guaraní",entre otras numerosas y respetadas obras.Líder
indiscutido de la tendencia social dentro del guaraní. Ideòlogo socialista del partido
Febrerista paraguayo.Creo la Editorial Tupa en la Rep. Argentina, en el exilio, para difundir
la lengua y la cultura guaraní. Traductor de Francès. Luchador por los derechos de la mujer
en la Argentina y Sud-America, colaborò con Alicia Moreau de Justo y otras personalidades
notables del movimiento feminista argentino.• Fèlix Fernàndez Galeano: Literato, poeta, musico, uno de los fundador del teatro en
guarani, periodista. Uno de los primeros profesores de guarani del siglo XX, y posiblemente
el primero en una instituciòn `tecnica agropecuaria,la Escuela de Agricultura de Ypakarai.• German de Granda; español, profundo estudioso del guarani y del español regional. Uno
de sus mas notables aportes, es el estudio del micro sistema referencial de las marcas
constatativas de la realidad en el guarani y en otras lenguas americanas (niko y ndaje
entre ellas)
• Julio Correa (padre del teatro social guaraní)
• Antonio Guasch (gramatico Jesuita del S. XX , considerado el Montoya moderno). La
mas conocida y autorizada figura del guaranì de tendencia confesional. Uno de los mas
importantes autores del guaraní. El anti-clerical Jover Peralta, lo saluda como "ilustre
extranjero", por su aporte al guaraní. Creó la famosa clasificaciòn tripartita de los verbos del
guaranì: areales, aireales y Xendales (Gusch usaba la X en su pronunciaciòn vasca, en vez
de la "ch" que luego adoptó. Hay autores que dicen que era partidario de la escritura plana
del guaraní - sin diacríticos, a la inglesa - en sus principios.- Otro de sus importantes
conceptos, es la distinciòn entre el acento tònico de los Pronombres personales y el átono de
los mismos para la funciòn complementaria o posesiva
• Eduardo Saguier: autor de una importante Gramatica. De la tendencia social guaraní.• Juan de Bianchetti: autor de una Gramatica, con introducciòn de Ponce de Leon,Se opone a
la consideraciòn del verbo como parte mas importante del discurso guarani , optando por el
sustantivo (Doctrina que proviene de la Gramática para uso de los hispanoamericanos de
Andrés Bello). Destaca la polifuncionalidad del verbo guaranì, que puede oficiar de verbo o
sustantivo. Es la primera gramática que utiliza el concepto de fonema y de articulaciòn (en
vez de consonante. tomado de Ponce de León. Agrega vocales guturales a las tradicionales
nasales y orales. primera gramatica en utilizar la K en vez de la C y la Q española. Introduce
el uso de la G nasal, tomado de los guaranistas correntinos, especialmente del Dr. Alfredo
T.Martínez.• Dacunda Diaz: guaranista correntino, autor de varias obras. Declara al guarani como idioma
nacional argentino, junto con el español.
• Valentìn Ayala: guaireño. Enseñó en la UNNE -Universidad Nacional del Nordeste - de la
Repùblica Argentina. Importante gramatica Guarani, 1988 - ediciòn del Centenario de
Corrientes. Introduce la nociòn de Verbo atributivo y Verbo predicativo y otros conceptos
modernos de la gramatica española aplicados al guaraní. Importante estudio de los modos y
aspectos del guarani, comparandolo con los qu expone Samuel Gili y Gaya en su "curso
Superior de sintaxis española". Nueva clasificaciòn de las conjugaciones. Introduce
conceptos de Bloomfield (construcciones endocentricas y exocèntricas).• Moises Bertoni: (Moises Giacomo Bertoni) el Jefe indiscutido de la tendencia cientificonaturalista del guarani.Uno de los más eminentes guaranistas. Botanico suizo (Univ. de
Zurich) de fama internacional realizò importantes estudios sobre la lengua guarani y su
cultura. Propulsor de la agricultura cientìfica y orgànica, de la educaciòn agraria, de la agroindustria y de la justicia social. Notable Diccionario Botànico Latin-Guarani y Guaraní-
Latin.Entre las especies vegetales que clasificó, se encuentra el Ka'a He'ê (yerba dulce)
bautizada en su honor como Stevia Rebaudina Bertoni. Rebaudiana en honor al Dr.
Rebaudi, notable bioquìmico paraguayo que analizó los aspectos quìmicos del Ka'â he'ê. El
Dr. Rebaudi, fue Jefe de Bromatologìa de la Ciudad de Buenos Aires.• BERTONI, Guillermo Tell.Hijo de Moises Bertoni y hermano de Arnaldo de Winkelried
Bertoni.Catedrático de geografía, antropólogo y lingüista, guaraniólogo. Miembro fundador
y Presidente vitalicio de la Academia de la Lengua y Cultura Guarani. Realizó el primer
Censo Agrícola Nacional y fue Ministro de Agricultura en 1936. Publicó varios trabajos de
Geografía y Economía, etnografía y lingüística, entre ellos podemos resaltar: Fonología,
prosodia y Ortografía de la Lengua Guaraní en (1926-Imprenta Sudamericana. Asunción
1926), El Indio Guayakí. Bosquejo etnológico en (1927), Análisis glotológico de la Lengua
Guaraní-Tupi en (1941).
• BERTONI, Arnaldo de Winkelried, también conocido como Arnaldo de Winkelried. (18781973) Segundo hijo de Moisés Santiago Bertoni (como lo conocian en Paraguay) o Moisés
Giacomo Bertoni y Eugenia Rossetti. Clasifico al guarani como lengua semi-flexiva. Autor
del "Vocabulario guaraní-español para uso médico", conjuntamente con el Prof. Dr. Carlos
Gatti y Teodoro Rojas.Rojas, Teodoro: botánico y guaranista. co-autor con el Pro Dr.Carlos Gatti B. y A. de W. Bertoni
del "Vocabulario guaraní-español para uso médico". Es la obra clásica y básica sobre el tema,
que otros estudiosos han reproducido y ampliado en algunos casos.• Natalia Krivoshen de Canesse: Gramatica Guarani. Discipula de Decoud Larrosa, en su
obra mas reciente, introduce numerosos conceptos de la gramatica moderna. Algunos
consideran que su Gramatica, es la mejor desarrollada dentro de la escuela de Decoud
Larrosa, dominante hoy en la pedagogìa paraguaya. La nueva gramatica en que es coautor
F.Acosta Alcaraz, esta notablemente mejorada.• Acosta Alcarz, F: Gramático. Autor de varias obras. Coautor de una "Gramatica Guarani",
con N. Krivoshein de Canese.• Tadeo Zarratea: gramatico guarani.
• Rudy Torga: Autor y Compositor.Poeta. Actor y Director de Teatro Guarani.Integro el TPV
(teatro popular de vanguardia) y luego fue su director, cuando el fundador, Oscar
WEspel,volviò a su pais natal, la Argentina. Director de la ´revista Ñande Reko (nuestro
SER). dio fuerte impulso al teatro social en guarani, principalmente a través de las obras de
Julio Correa. Colaborò con Tito Jara Román en el Teatro popular de Villa Aurelia, Asunciòn,
Paraguay. Cuando hubo la discusiòn por la ortografia guarani (no la gramática) provocada
por A-Decoud Larrosa, Rudy Torga miembro de la ADEG, opto por usar las dos formas de
escritura.• Tito Jara Romàn - o Tito "Jarro" - Iniciò el teatro independiente contemporàneo del
Paraguay, en 1958, creando el TEA - Teatro Experimental Asunceno - Propulsó el teatro
leído y los elencos vocacionales juveniles, como el Teatro Juvenil de Villa Aurelia.
Estudioso del teatro guarani de Julio Correa, del teatro ruso, de Bertold Brecht y de Büchner.
Luchador social.• Antonio Ortiz Mayans ( Diccionario Bilingue Guarani-Español y Español guarani de
Eudeba - Editorial Universitaria de Beunos Aires).
• Morìnigo Marcos A, Dr- ( "Hispanismos en el Guarani"- UBA, Univ. de Buenos
Aires)/Diccionario de Americanismos - Asunceno, fue Decano de la Facultad de Filosofìa y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Filòlogo de fama mundial, una de las màximas
autoridades en americanismos.• Julio Correa (teatro popular y social guaranì). El padre del teatro social guaraní.• Reinaldo Decoud Larrosa: Pastor metodista, el fundador de la tendencia Neologista del
guaraní, que es la base de la actual enseñanza oficial en el Paraguay.Consiguiò la
oficializaciòn del guarani en la enseñanza secundaria y Universitaria, con el apoyo del
Rector de la Universidad Nacional de Asunciòn, en epocas de la dictadura del Gral. Alfredo
Stroessner. Se introdujo el guaraní oficialmente sin discusiòn alguna, salvo algunos
enfrentamientos acerca de la ortografía con la Asociaciòn de Escritores Guaranies que
utilizaban el alfabeto tradicional popular o folklòrico. Propiamente hablando, no hubo
discusiòn Gramatical alguna. sencillamente porque muchos de los grandes guaranistas de la
epoca como Jover Peralta,socialista, y otrs liberales, anarquistas y comunistas, o
simplemente opositores, estaban exiliados y perseguidos desde 1947 por la tiranìa de la
Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado), política continuada y perfeccionada
por el tristemente célebre y feroz dictador Alfredo Stroessner Matiauda. Reinaldo Decoud
Larrosa era Pastor Metodista, quiso disputar a la poderosa Escuela Jesuita encabezada por
Antonio Guasch, la preeminencia en el guaranì. Adoptó, según sus propias palabras, el
Alfabeto fonètico de la Asociaciòn Cultura Guarani, al cual introdujo dos o tres cambios,
que es el actual Achegety o Alfabeto Montevideo 1950, por el congreso realizado en dicha
ciudad, donde concurrieron guranistas de Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Por otra parte, los 3 signos que introdujo en el Alfabeto ACG, fueron tomados de otros
guaranistas: la j en vez de la Y (yacaré) (semiconsonante española) de la escritura brasileña
del tupí, la k de Juan de Bianchetti y Tomás Osuna, la G nasal (G̃)la tomó de Alfredo
T.Martinez, Ponce de Leon y Juan de Bianchetti). El concepto de polisíntesis, como se sabe,
fue creado por Pierre Ettiene DuPonceau . Su figura es importante, porque sus enseñanzas,
son la base de la enseñanza oficial del guaraní en el República del Paraguay, hasta ahora.• Zulema Armatto de Welti - Linguìsta rosarina, -teoría del morfemoide guaraní - Gramática
descriptiva de la lengua guarani-Diccionario. Su gramatica descriptiva es una de las de
mayor contenido cientìfico linguìstico.Fué profundamente influida por los conceptos
Antropol´´ogicos, lingüísticos y gramaticales del también rosarino, Fernandez Guizzeti.Su gramática descriptiva, es la primera en no utilizar las categorìas españolas
en el estudio de la lengua guaraní.-
• Pedro Moliniers. autor de una popular serie escolar de Gramatica guaraní, y otras obras, de
la tendencia y escuela de Decoud Larrosa.• Lino Trinidad Sanabria: Seguidor de Decoud Larrosa, autor de numerosas obras.• David Galeano Oliveira: Gramatico y linguista. de la Escuela Neologista de Decoud larrosa.
Una gran contribuciòn suya a la teorìa gramatical guaraní, es la denominaciòn de los Prefijos
de conjugaciòn de los verbos, como Indices categóricos, es decir, se acerca a la nociòn
moderna del determinante.
• Juan Ponce de Leon
• Martinez,Alfredo T., Dr - Importante guaranista Correntino, de gran influencia,
especialmente sobre Ponce de León, Juan de Bianchetti y Eduardo Saguier (Ruá Saguier).• Carlos Lahitte (Charles de Lahitte)(interpretò el Positivismo de Compte, en base a la
numeraciòn guarani bàsica)
• Manuel Belgrano (Cartas y Proclamas en Guaranì)Son de las raras obras polìtico-ideològicas escritas en guarani a principios
del siglo XIX,
y posiblemente, las ùnicas de ese periodo.-
• Du Graty, Alfredo -"La Repùblica del Paraguay" 1862 (ediciòn original en francès) Contiene una secciòn dedicada a las lenguas indìgenas y el Guaranì- Es de las raras obras del
siglo XIX que destaca la importancia del guaranì. nociones gramticales y vocabulario breve
deñ guaranì de la època.-Fue asesorado por Jose Maria Gutièrrez, fundador y primer Rector
de la Universidad de Buenos Aires, en la secciòn dedicada a la lengua guaraní. por lo que es
sección puede atribuirse básicamente a Gutiérrez. En esta obra, entre otros aspectos, se
señala que entre el tupi y el guarani no hay prácticamente diferencias, salvo la ortografía.
Señala que la K y la J provienen de la escritura portuguesa del tupi.• Jose María Gutièrrez: Fundador y primer rector de la Universidad de Buenos Aires,
Argentina. Uno de los primeros estudiosos académicos del guaraní en el siglo XIX, estudio
la Gramatica Colonial y el vocabulario guarani de la Historia de la Conquista y Colonizaciòn
del Río de la Plata, la primera historia del Río de la Plata, obra del asunceno Rui Diaz de
Guzmán, conocida tambien como "La Argentina". Gutiérrez destaca la importancia social y
cultural del guaraní. Asesorò a Du Graty acerca de la lengua guaraní.• Mitre, Bartolomé: segùn Raul Amaral, uno de los principales y primeros estudiosos del
Guarani y las Lenguas Americanas del ùltimo cuarto de siglo XIX. Colecciòno en su
biblioteca, actual Museo Mitre (Buenos Aires), una de las mas importantes colecciones de
lengua guaranì y otras lenguas americanas.No es precisamente, un santo en la devociòn popular guaranì,
por su participaciòn en la Guerra de la Triple Alianza.-
• Fernandez, Francisco F: dramaturgo argentino, de la provincia de Entre Ríos. Precursor del
teatro argentino, autor de varias obras. Creador de la expresiòn "La Triple Alianza" título de
una obra que critica la alianza entre Brasil, Argentina y Uruguay durante la guerra contra el
Paraguay en el siglo XIX, expresando la opinión generalizada del pueblo argentino, crítica a
la polìtica de Mitre. Según el análisis de Jorge Dubati, en la Revista del Instituto Nacional
del Teatro (Argentina), con ésta obra se inicia el teatro de tesis, ideas, o ideològico en la
Rep. Argentina. El estreno de la obra estaba programa en Paysandu, pero fué prohibida.• Gottfried Leibnitz ( la primera Disertaciòn acerca de las propiedades hemèticas de la Yerba
mate, en latìn)
• Olendorf : (clasificó el guaraní en a)Guarani del norte (o tupi), 2) Guarani del Sur o guarani
Central, 3) Guarani Andino o del oeste (chiriguanos y etnias del NO argentino y Bolivia) y
4) Guarani del Este o Atlántico (tupinambas y etnias de la costa brsileña).• Metraux, Alfredo antropòlogo francés. Entre sus estudios, sobresale los referentes a las
migraciones tupi-guarani en Sudamérica.• Kurt Nimuendaju
• Leon Cadogan: antropòlogo Australiano de profìcua labor en el Paraguay.• Clastrès, Helen: antropòloga francesa. Entre sus estudios, se destacan los referentes a la
concepciòn del YvyMaraney o de la Tierra sin Males, considerado el mito central o
articulador de la cosmovisiòn guarani originaria.• Hernando Arias de Saavedra, nas conocido como Hernandarias. 1er Gobernador mestizo
de América. (1a. ordenanza de educaciòn bilingue obligatoria). Asunceno.- Sus
Ordenanzas fueron las primeras leyes traducidas en guarani en 1627. Convencido de la
imposibilidad de conquistar a los guaranies mediante las armas, era partidario de su
asimilaciòn mediante la educaciòn y la fé católica, para lo cual propicio la venida de la
orden Jesuita al Paraguay.
• Mariscal Francisco Solano Lopez Ordenó la comisiòn de estudio para el 1er Alfabeto
nacional paraguayo, el Alfabeto de Paso Puku (1867, considerado por Moisés Bertoni
como el mejor de los alfabetos populares.• Mariscal José Félix Estigarribia: Héroe de la Guerra del Chaco. Conductor del Ejército
Paraguayo durante la fratricida guerra entre Paraguay y Bolivia. Presidente de la Repùblica.
El Mariscal de la Victoria, como suele recordársele, ordenó la creaciòn de un código secreto
y su encriptaciòn en base al guaraní para las comunicaciones del Ejército Paraguayo, que fué
estratégicamente decisiva para el desarrollo de los acontecimientos bélicos. El Oficial de
Transmisiones del Comando en Jefe fue el Cnel. Rogelio Rojas, quien posteriormente fue
uno de los propiciadores y fundadores de la Antelco (Administraciòn Nacional de
Telecomunicaciones)luego de ser becado a Francia para realizar estudios especializados y
también de la APAL (Administraciòn Paraguaya de Alcoholes).
• Fray Hernando de Trejo y Sanabria (Fundador de la 1a. Universidad en el R.de la Plata:
Còrdoba, Argentina)-Hermano de Hernandarias
• Fray Luis de Bolaños ( primer escritor religioso en guaranì). Escribio el primer
Catecismo catòlico, el Catecismo para rudos y ocupados en guarani, considerada la primera
obra en guarani- 1628
• San Roque Gonzalez de Santa Cruz.Celebre misionero Jesuita paraguayo, mestizo o
criollo, gran orador y maestro de la lengua. Evangelizador de Paraguay, Brasil,
Argentina,Uruguay. Concibió y construyo las primeras viviendas o conjuntos habitacionales
populares en el Río de la Plata, a partir de la maloka u óga guarani (vivienda colectiva
multifamiliar etnico-tribal), que transformò en una construcciòn ladrillera y con techo de
tejas, agregando la vereda cubierta o recova de pilares (galería pùblica comunitaria),
elevando el piso entre 60 y 100 cm sobre el nivel de terreno natural (contra la humedad y los
torrentes pluviales), y separando el espacio destinado a cada familia extensa guaraní (que en
la maloka u óga tenían separaciòn virtual), mediante paredes medianeras o tabiques. Este
protitipo de vivienda multifamiliar colectiva urbana, fue luego aplicado en todas las
Misiones Guaraníes gobernadas por los Jesuìtas y Franciscanos, propagándose como
prototipo urbano característico en casi todas las poblaciones del Paraguay y la zona
guaranìtica internacional. Esta tipologìa puede verse hasta hoy, en varias poblaciones del
interior del Paraguay, como San Lorenzo y Luque, y en las viviendas conservadas de los
antiguos poblados misioneros, Especialmente en Santa María de la Fé en el Departamento
Misiones del la Rep. del Paraguay, donde permanecen casi intactas después de varios siglos.• Antonio Sepp S.J - célebre misionero Jesuita. EUDEBA(Editorial de la Universidad
Nacional de Buenos Aires) publico sus memorias: "Jardin de Flores Paraquario" en 3
tomos.• Narciso R. Colmàn. Autor del cèlebre poema mitològico "Ñande ypykuèra" Nuestros
antepasados,
• Emiliano Rivarola Fernandez: poeta popular. Junto con Manuel Ortiz Guerrero son los
más populares del Paraguay
• Manuel Ortiz Guerrero: poeta popular, el mas querido de los poetas paraguayo. Impulsò a
Flores para la creaciòn de la Guarania
• Jose Asunciòn Flores: Gran compositor y director de Orquesta, el Músico por antonomasia
del Paraguay, juntamente con Agustín Pío Barrios (Mangoré). Creò el gènero musical
Guarania, al cual Ortiz Guerrero su gran amigo, le puso las primeras Letras. Legendario
dirigente del Partido Comunista Paraguayo, y símbolo de la resistencia y oposiciòn a la
dictadura del Partido Colorado paraguayo, encabezado por el Gral. A.Stroessner
Matiauda.Murio en el Exilio en la Rep,Argentina. Fundador y miembro de la SADAIC
(Sociedad de Autores y y Compositores, de la Rep. Argentina)y otras instituciones. El
satélite artifical Sputnik, difundió su famoso "Gallito Cantor" desde el espacio.• Herminio Gimènez:Gran compositor, autor de renombradas obras. Exiliado en Corrientes,
dio impulso a la musica folklòrica y la pedagogìa musical, creando la Orquesta Folklòrica
Correntina.• Carlos Martinez Gamba
• Raul Amaral
• Lope de Vega (escribio la poesìa - Cancioncilla nº 12 - "Taquitàn mitanacuní", queriendo
decir posiblemente Capitàn Mitakunumi, es decir Capitan jovencito, mocito o mozabelete,
en sentido figurado - "mitakunumi" se aplica hoy al niño tierno, al bebè, y literalmente
significa "la criatura objeto de arullos y caricias")
ES
el primer intento de "yoparà"-mezcla de castellano y
guarani )
• Dr, Carlos Gatti Battilana: Médico y Guaranista. "Enciclopedia de Ciencias Naturales y
Conocimientos Paraguayos", en cuya Introducciòn trata de la gramática guaraní. Conceptuó
al guarani como lengua de vocablos poli o multifuncionales. Rechaza el concepto de "verbos
pronominales".Autor, con Arnoldo de W. Bertoni y Teodro Rojas, del "Vocabulario Guarani
para uso médico", obra básica científica y especializada, sobre la cual se basan casi todos los
diccionarios actuales sobre el tema.• Fèlix de Azara: realizò el primer relavamiento del Culàta Yovài o Kulàta Jovài, el partido
arquitectonico y construcciòn tìpica rural del Paraguay, de gran influencia en toda la regiòn
guaranìtica.• Felix de Guarania
• Bartomeu Melia, sacerdote, teòrico de la lengua.
• Juan Giuria ( la arquitectura en el Paraguay)
• Osvaldo Sosa Cordero. Musico Correntino, uno de los padres del chamamé y creador del
género musical "pregón correntino" que se caracteriza por una parte hablada orecitada
además de la parte cantada. Sus obras son de profundo contenido social. ("Naranjerita",
"Eíra" (miel), entre otras obras). La parte hablada (el "pregón") la hace un
narrador-"explicador" del contenido de la pieza. Osvaldo Sosa Cordero, con su Narrador o
Pregonero, se anticipa a lo que en ciertas corrientes teatrales de influencia mundial,
aplicaron después para producir el "distanciamiento" estético-racional-objetivo, siempre en
lenguaje poético. Su método, que podríamos calificar del "distanciamento lírico-musical"
hoy poco cultivado, merece un profundo estudio, ya que Sosa Cordero es uno de las mas
profundas personalidades de la tendencia social en la poesía y en la música folklórica
guaraní, junto a Jose Asunción Flores, Teodoro S. Mongelós y otros. Es un brillante ejemplo
de la poesía y el arte "comprometidos", y uno de los fundadores de esta tendencia en el
folklore argentino. Sosa Cordero transformó así, las "dedicatorias" generalmente rastreras y
laudatorias a personalidades circunstanciales ( polìticos, plutòcratas y grandes latifundistas),
o con contenido etnocéntrico, o confesionales, o de nacionalismo o regionalismo exacerbado
o xenófobo, con que solía iniciarse el canto, en denuncias sobre la explotación y malas
condiciones de vida de las clases populares y sus manifestaciones.• Ramòn Gutièrrez (historia de la Arquitectura paraguaya)
• Dr.Arq. Luis Rios ( "El Culata Jovài")
• Arq Salas,(y otros) estudios s/El habitat correntino)
• Arq. César Carli (Santa Fé, Argentina), - Estudio del habitat Litoraleño, "vivienda del
isleño" y del Culata yovài. contiene 8 plantas clasicas de variaciones del culata yovài en la
Repùblica Argentina y la Rep. del Paraguay • Secundino Nùñez (orador sagrado y cìvico culto), ex-sacerdote
• Pa'i Talavera, sacerdote ( orador popular combativo)
• Dr.J;M Boettner - Musicólogo. escribio "Música y Músicos del Paraguay" obra básica en el
tema.• Luis Miranda. Músico Paraguayo. Pianista. Maestro de música.Director de Orquesta.
Director de Coros. Pedagogo. Acerca de la educacion musical, postuló la necesidad de una
educación integral, pregonando la alfabetización musical, para lo cual sostuvo que la
Alfabetización popular era la base de todo progreso en la materia, concepto enel que influyó
su padre.• Lara Bareiro, Carlos :Musico paraguayo. Se educó en la Banda de Músicos del Batallón
de Boys Scouts, en la Banda de Músicos de la Policía de la Capital y en el Ateneo
Paraguayo. Egresado de Escuela Nacional de Música de la Universidad de Río de
Janeiro.Musicólogo. Director de Orquesta. Compositor. Ex presidente de la Asociaciòn de
Músicos del Paraguay Propiciò la creaciòn de la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay.
Creo la Orquesta Sinfónica de la Asociaciòn de Músicos del Paraguay. Luchador social. De
proficúa labor de divulgación de la musica en Buenos Aires, (donde vivió exiliado la mayor
parte de su vida, perseguido por la tiranía del Partido Colorado Paraguayo desde 1947 hasta
la epoca de Stroessner) y el conurbano bonaerense, creó, apoyó y dirigio numerosos coros y
conjuntos populares, asi como importantes orquestas de la Argentina,Chile y Brasil . ver en
Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Lara_Bareiro
• Szaran, Luis: Director de Orquesta.Compositor. Musicólogo.Renombrado
internacionalmente, es considerado hoy uno de los musicos mas importantes y respetados
del Paraguay. Inició sus estudios con el maestro Luis Miranda. Numerosos premios y
distinciones nacionales e internacionales.Primer latinoamericano y quinto en el mundo en
recibir la Medalla Vivaldi. Distinción “Premio Internacional a la Cultura” por International
Lions Club Prato Datini de Italia. (Roma)- Medalla Unesco “Orbis Guaraniticus”
(2001).Miembro de número de la Academia Paraguaya de la Historia.Emprendimiento de
educacion comunitaria musical "Sonidos de la Tierra". Su Diccionario de la Música en el
Paraguay es en la actualidad, la mejor y mas completa base de datos on-line sobre el tema (
http://www.luisszaran.org/Diccionario.php?lang=es). Reseña biográfica en
Wikipedia,http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Szar%C3%A1n. En su Diccionario, pueden
buscarse los términos relacionados con la música, danza, géneros y compositores nacionales
e internacionales decisivos en la historia de la música del paraguay, incluso de las etnias
chaqueñas originarias además de las guaraníes.• Chase Sardi ("Gato" Chase ): antropòlogo.• Tadeo Zarratea: Gramático y guaranista.Crítico de la tendencia neologista de Reinaldo
Decoud Larrosa y sus seguidores• Otros recursos en Vikipetâ,Wikipedia en guarani- :En la pàgina "Avañe'e", se encuentra un
listado de autores y gramaticos modernos y antiguos del guarani, mencionandose sus obras.
( la breve informaciòn de Vikipetâ o Wikipedia en guarani fue escrita por David Galeano
Oliveira, y destaca mas bien a numerosos autores y profesores de guarani contemporàneosde
la tendencia neologista del Profesor Decoud Larrosa y de su propia escuela de guaraní)
Entidades varias
• Universidad Nacional de Asunciòn, Facultad de Filosofia y Letras - Paraguay
• Colegio Nacional de la Capital de Asunciòn, Paraguay: en esta famosa instituciòn,Tomàs
Osuna, uno de sus mas cèlebres directores, iniciò la lucha por la reivindicaciòn del guarani y
la alfabetizaciòn bilingue generalizada, en epocas en que existìa oficalmente la prohibiciòn
de su uso. Allì tambièn, Reinaldo Decoud Larrosa, iniciò la enseñanza oficial del Guarani en
la educaciòn secundaria, en la decada de 1950.• Escuela Miilitar del Paraguay (actual Colegio Militar): En esta instituciòn Tomás Osuna
diò las primeras clases sistemàticas de Guarani en el siglo XX. Fèlix Fernandez tambièn fue
uno de los primeros profesores de guarani en esta instituciòn.• Iglesia Catòlica del Paraguay (Desde Montoya hasta Melia)
- especialmente, Orden Jesuita, Orden Franciscana y Seminario Metropolitano de
Asunciòn -
• Iglesia Metodista del Paraguay ( A. Decoud Larrosa)
• Sociedades Biblicas Unidas (Londres) (traducciòn de los Santos Evangelios en escritura
plana, sin diacríticos)
• Sociedad Bíblica Paraguaya -Ñandejára ñe'ê - Traducciòn de la Biblia-Antiguo y nuevo
testamento en Guaraní.• Escuela de Agronomìa de Ypakarai: Esta instituciòn posiblemente sea la primera de
caracter tecnico en la que se enseño Guaranì. Fèlix Fernàndez Galeano fue uno de sus
primeros profesores en la lengua vernàcula.• Escuela Nacional de Agricultura: hoy desparecida, funcionó en el Actual Jardín Botànico de
Asunción. Su fundaciòn fué propiciada por Moisés Bertoni, y de allí egresaron los primeros
Peritos Agrónomos. En esta instituciòn se educaron prominentes personalidades paraguayas,
como el Mariscal José Félix Estigarribia.Fué una de las primeras donde se empezó a enseñar
metódicamente el guaraní, a instancias y métodos de Moisés Bertoni.• UNNE : Unversidad Nacional del Nordeste - Argentina
• Ateneo de Lengua y Cultura Guarani - Asunciòn, Paraguay
• Museo Mitre, Buenos Aires ( Secciòn Lenguas Americanas - Guarani)
• APA - Autores paraguayos Asociados. Asunciòn Paraguay
• ADEG - Asociacion de Escritores Guaranies - Asunciòn Paraguay • Yapeyu - Taller de Lengua y Cultura Guarani - Formosa, Rep. Argentina
Fuente original: El trabajo original del presente listado de guaranistas destacados de todas las
tendencias y épocas, fue realizado en el Taller Yapeyu de Lengua y Cultura Guarani - Formosa Rep Argentina - Instituto Nacional del Profesorado de Arte de Formosa - 1990 - Trabajo colectivo
dirigido por A. Galeano Mora.-
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acerca del idioma guaraní
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Avañe'ẽ añóme
Guaraní - Español
Guarani - Português
Guarani - English
"Paraguái ñe'ẽ" pareha rysýi
Reipotáramo py'ỹi oguahẽ ndéve (térã reihaiséramo) marandu avañe'ẽ rehegua, eñeapunta ko pareha
rysýipe: http://elistas.egrupos.net/lista/paraguainee/alta
Ko pareha rysýi oreko su ári ava, ha ipype oĩmbaite umi omba'apóva avañe'ẽ rayhupápe. Ko tysýi
oñeñangareko, ha ndikatúi ojehai ambue mba'e rehegua.
Lista de correo "Paraguái ñe'ẽ"
Si desea recibir (o escribir) periódicamente noticias acerca del guaraní, suscríbase a esta lista de
correo: http://elistas.egrupos.net/lista/paraguainee/alta
Esta lista tiene más de mil miembros, y en ella están todos quienes trabajan por amor al guaraní. La
lista es moderada, y no se permiten otros temas.
Tai kuéra Unicode papapýre Caracteres con código Unicode
Nde rehecháramo tai ? térã korapẽrundy'i avañe'ẽ ñe'ẽ ryepýpe, upéva he'ise ne ñanduti rechaukaha
ndikatuiha ohechauka porã ko'ã togue... etanteamína emboguejy jevy ko togue.
Si observas el caracter ? o pequeños rectángulos dentro de una palabra guaraní, eso significa que tu
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ñembopapapy ryepýpe.
Rombyasy ndaikatuiháre roiporu UTF-8.
Es necesario un navegador que admita códigos de Unicode, dentro de una página con codificación
Latin-1 (ISO-8859-1).
Lastimosamente no podemos usar UTF-8.
Tenda ñembopyahu pahague: J02/26/2008
Guarani Marandeko
Última actualización del sitio: 26/Feb/2008
Historia del Guaraní
Ko vore ojehai karaiñe'ẽ añómente.
Esta sección está escrita sólo en español
Contenido de esta sección
• Breve historia del guaraní
•
•
•
•
La era precolombina
Llegan los europeos
Empieza la escritura
El guaraní en la época independiente
• Cronología de hechos importantes
• Resumen de 5.000 años de historia
• Ensayos y artículos varios
• La entrada en el Paraguay de los otros karaí (Bartomeu Melià, 1981)
• El "modo de ser" guaraní en la primera documentación jesuítica (1524-1639)
(Bartomeu Melià, 1981)
• El Guaraní reducido (Bartomeu Melià, 1981)
• La evolución histórica del idioma guaraní (Lino Trinidad Sanabria, 1997)
• Uruguay, tierra guaraní... (Leonardo Haberkorn, 2004)
• Los pobladores del "desierto" (Miguel Alberto Bartolomé, 2005)
• Historia de la grafía guaraní
• Acerca del grafismo de la lengua guaraní (Félix de Guarania, 2001)
• Ortografía guaraní del Congreso Científico Latinoamericano de 1910
• De las grafías del guaraní y de las ortografías (Moisés S. Bertoni, 1940)
• Ortografía guaraní aprobada por la ADEG en 1960
• Consideraciones sobre un proyecto de "Ortografía Guaraní" (Reinaldo Decoud
Larrosa, 1960)
• Sección Misceláneas: Reacción a las "Orientaciones Prácticas" MEC, de 2004
Enlaces a páginas externas
• Otros textos acerca del guaraní
Elaborado por Manuel F. Fernández - © www.guaranirenda.com
La era precolombina
Según investigaciones aceptadas, aproximadamente por el año 3000 a.C. habían tres grandes
grupos étnicos que poblaban América del Sur: el de los andinos al oeste, el de los aruakos al norte,
y un tercer grupo, posiblemente más populoso, que se ha denominado Tupí-Guaraní, con gran
extensión territorial. Al parecer, los tupí-guaraníes por esta época han venido emigrando
lentamente desde América Central, hacia el centro de América del Sur, donde se habrían
establecido por mucho tiempo, desarrollando un conjunto de lenguas muy bien estructurado,
conocido hoy como el tronco lingüístico tupí-guaraní.
Se estima que antes del inicio de la Era Cristiana se generó un nuevo movimiento migratorio
expansionista, que produjo una escisión de este grupo que nos interesa. Por una parte, los tupíes
iban hacia el este, hasta la costa atlántica, y hacia el norte, tomando el curso del Amazonas y sus
afluentes, desarrollando la lengua tupí. Por la otra parte, el grupo de los guaraníes se movía hacia
el oeste y sudoeste, tomando la cuenca del Río de la Plata (ríos Paraná, Paraguay y Uruguay),
hablando el avañe'ẽ.
Nadie duda hoy que el medio de comunicación de los tupí-guaraníes tenía la misma base
lingüística, pero la distancia entre las parcialidades étnicas hacía que esta lengua primigenia haya
adoptado diversas peculiaridades zonales y dialécticas. Como resultado, se han generado así un
centenar de lenguas de notable similitud unas con otras, integrantes todas de la gran familia
lingüística tupí-guaraní.
Los tupí-guaraníes, dado el carácter seminómada que tenían, no dejaron rastros materiales de
opulencia como otras culturas amerindias (palacios, templos, estatuas, etc., de los incas o los
aztecas, por ejemplo). Pero el legado cultural más valioso que nos queda de ellos es un verdadero
tesoro: la lengua, aunque sin escritura.
Por razones varias, entre las que se destaca la atroz persecución por parte de los gobernantes
portugueses, la lengua tupí ingresó a una paulatina decadencia, en lo que hoy es el sur y este de
Brasil, hasta desaparecer (excepto una rama, el ñe'ẽngatu del Amazonia). Mientras que,
curiosamente, la lengua guaraní adquirió una notable fortaleza en lo que hoy es Paraguay y zonas
colindantes de los países vecinos: nordeste argentino, sur boliviano y sudeste brasileño.
La economía de los guaraníes estaba basada en la caza, la pesca, y la agricultura. La
administración social y de los bienes producidos en cada aldea estaban a cargo de una autoridad
patriarcal, el Cacique, bajo la fiscalización de un Concejo de Ancianos. Se sabe que practicaban la
democracia, ya que los caciques eran elegidos, y en casos necesarios, también destituidos. Para
promover su candidatura, los aspirantes a cacique realizaban justas de oratoria, esforzándose cada
uno por congraciarse con los votantes.
En cuanto a la religión, se sabe que los guaraníes creían en la existencia de yvy marãne'ỹ (tierra
sin mal), que al parecer significaba el acceso a la inmortalidad. Lo curioso aquí es que no
hablamos de un alma inmortal, o vida después de la muerte, sino de una vida inmortal en la Tierra.
Hay quien menciona a esto como una de las razones de sus migraciones: la búsqueda de la Tierra
sin Mal.
El recorrido de tan inmenso territorio permitió a los guaraníes conocer a profundidad la flora de
la zona, estudiándola a su manera y aprovechando las propiedades medicinales de las plantas. Pero,
¿por qué tanto empeño en conocer la flora?... ¿Quizás sea ésta la razón de las migraciones?...
¿Buscaban tal vez alguna planta que les proporcionara la inmortalidad, o el aguyje, estado de
perfección eterna?.
Sin importar los motivos que les haya conducido a estudiar cada planta que veían, estos
conocimientos fueron transmitidos luego a los botánicos europeos, y como resultado de ello, el
guaraní ocupa hoy el tercer lugar en cuanto al origen etimológico de los nombres científicos de las
plantas, detrás del griego y del latín.
La cultura guaraní precolombina, al no dejar rastros artísticos ni escritos, es de difícil
seguimiento. Para lograr que alguien pueda oír las historias originales de éstos, era necesario ser
uno de ellos. Así lo hizo Kurt Unkel (1883-1945), rebautizado con el nombre de Nimuendaju
(Alojado por sí mismo), por la comunidad guaraní llamada Apapokúva, del Brasil. Unkel dio a
conocer en su Alemania natal el producto de sus investigaciones, que más tarde llegó a
Sudamérica. Se trata de una leyenda acerca de la Creación y del Juicio Final.
La mejor muestra de poesía precolombina guaraní que disponemos ahora ha sido recopilada por
León Cadogan (1899-1973), narrada ante sus oídos tras haber sido adoptado por la parcialidad
étnica guaraní Mbya con el nombre de Tupã kuchuvi veve (Tornado de Dios). Este poema es el
Ayvu Rapyta (Fundamentos de la Palabra), una colección de textos religiosos y éticos, que era
transmitida de forma oral desde tiempos remotos, en sesiones grupales dedicadas a la reflexión y
difusión del conocimiento.
Este poema, considerado hoy día como una Enciclopedia de la vida guaraní, se compone de 19
capítulos, como bien los diferenció Cadogan. Los primeros cuatro tratan del Génesis, el origen de
la Divinidad Suprema, de la Primera Tierra, de los Hombres, y del Lenguaje Humano. Los
siguientes cuatro capítulos tratan de la Paternidad, de la Segunda Tierra, y del origen del Sol y la
Luna. El noveno habla de la Buena Ciencia contra los maleficios, el décimo de la Medicina y las
Pasiones (sí, la atracción sexual para ellos tenía categoría de ciencia), y los demás tratan del
discernimiento entre bien y el mal, con consejos y normas de conducta.
Al parecer, los guaraníes (o al menos, los mbya) daban a esta narración poética las mismas
cualidades que los cristianos damos a la Biblia. Como curiosidades, mencionemos la importancia
que allí se da al lenguaje hablado (como si fuera algo divino), la existencia de siete paraísos, y que
los animales y plantas también tienen alma.
Tanta era la importancia que los guaraníes asignaban a la oralidad, que no existe vestigio alguno
que nos muestre algún intento de transmitir conocimientos por otro medio. El guaraní fue siempre
una lengua exclusivamente oral, y de gran expansión territorial. Los historiadores concuerdan en
decir que desde principios de la Era Cristiana, las lenguas del grupo tupí-guaraní cumplían el
mismo rol en América del Sur que el latín en Europa: hasta los incas, y otros que procedían de
otros troncos lingüísticos, lo entendían.
Incluso hoy, en pleno siglo XXI, no es alocado pensar que un paraguayo corriente que habla
bien el avañe'ẽ (guaraní) pueda comunicarse oralmente de manera práctica, ayudado tal vez con
pocas señas faciales o manuales, con un indígena del Amazonia que habla el ñe'ẽngatu (dialecto
del tupí), aunque las grafías de ambas lenguas son actualmente muy diferentes entre sí. Esto es así,
por supuesto, porque ambas lenguas proceden de la misma raíz.
Llegan los europeos
La invasión de europeos a América del Sur tuvo efectos devastadores en la cultura indígena. De
pronto, la milenaria civilización tupí-guaraní tuvo que enfrentarse al "descubrimiento" y la
posterior "conquista" a que fue objeto por parte de la codicia de quienes se creían dueños del
mundo. Dada su ubicación geográfica, los tupíes quedaron al arbitrio de los portugueses y los
guaraníes sometidos a los españoles.
Los primeros conquistadores españoles ingresaron por el "Río de la Plata", buscando un camino
para llegar a las riquezas de Potosí, que pertenecían al imperio inca, en el Perú actual. Por el
camino, fue fundado el "Puerto de Nuestra Señora del Buen Aire" (Buenos Aires), por Pedro de
Mendoza en 1536, y al año siguiente, el fuerte "Nuestra Señora Santa María de la Asunción"
(Asunción), por Juan de Salazar.
Los indígenas de Asunción, llamados carios, se mostraron mucho menos hostiles que los de
Buenos Aires, por lo que al principio concentraron sus hombres en Asunción. Los españoles oían
que los carios mencionaban a menudo el vocablo "guaraní" (realmente era guarini, que significa
guerra), por lo que al parecer creyeron que así se llamaba su raza, o en todo caso, así lo
denominaron.
Los guaraníes, aparte de ser hospitalarios, también conocían bien la región y hablaban el
lenguaje mayoritario, la lingua franca de la zona. Los conquistadores españoles se dispusieron en
utilizar los buenos oficios de los lugareños para llegar a los tesoros del Perú. Y lo primero que
debían hacer es comunicarse con ellos. Para ello, enseñarían el español a estos "bárbaros"... ¿o se
dispondrían a aprender esta extraña lengua?.
Los guaraníes ofrecían sus hijas a los españoles, como prueba de amistad, y éstos, que vinieron
inicialmente sin mujeres de España, tomaron varias esposas cada uno. Así nacieron los mestizos,
productos del linaje cruzado. Cada uno de estos mestizos aprendía el guaraní de su madre y el
español de su padre. De esta manera, la lengua guaraní empezó a cobrar importancia, para
desesperación de los conquistadores, y los guaraníes se hacían cada vez más sedentarios al ser la
agricultura la principal actividad económica, impulsada por los visitantes.
La lengua guaraní ganó luego otra batalla, cuando los españoles querían implantar su religión,
puesto que seguía siendo la lengua mayoritaria, aunque muchos indígenas guaraníes ya hablaran
español. La religión católica vino de Europa como otra herramienta para conquistar, o "civilizar" a
los nativos de estas tierras, con los franciscanos primero, y los jesuitas después.
La "Provincia Gigante de las Indias", con centro en Asunción, dependía del Virreinato del Perú,
pero al ser autosuficiente, empezó a aislarse del poder español, y por consiguiente, tener problemas
con ellos. Como respuesta, se dividió la provincia en dos y se estableció otro centro de poder en
Buenos Aires, en 1617, que le quitó a Asunción la supremacía en el dominio de gran parte de las
tierras, al establecerse ya dos provincias: la del Guairá (o del Paraguay), con sede en Asunción, y la
Provincia del Río de la Plata, con sede en Buenos Aires.
Más tarde (1776), se crea el Virreinato del Río de la Plata. La Provincia del Río de la Plata pasó
luego a ser la principal, al establecerse el Virrey en Buenos Aires. Este virreinato gobernaba las
provincias del Paraguay y del Río de la Plata. Paraguay dejó de depender, entonces, del Virreinato
del Perú, y pasó a depender del nuevo Virreinato.
Por fortuna, no todos los españoles hicieron lo posible para destrozar la cultura autóctona de los
guaraníes. Hubieron otros que trataron de aprender, y al mismo tiempo, enseñar. Y parte de los
conocimientos transmitidos hizo que sus estudios fueran perennes: la escritura.
Empieza la escritura
Los mestizos se desenvolvían mejor en guaraní, ya que era la lengua nativa de sus madres y de la
mayor parte de su parentela, y utilizaban el español sólo en los actos protocolares con sus jefes
españoles.
En 1583 el Concilio de Lima ya autorizaba traducir al guaraní el Catecismo breve para rudos y
ocupados, tarea que le cupo ejecutar al franciscano Fray Luis de Bolaños (1539-1629) en los años
siguientes, pero no se lo usó hasta 1603, cuando fue oficialmente adoptado para la enseñanza. Las
ordenanzas de Asunción de 1603, por Hernando Arias de Saavedra, se tradujeron al guaraní ese
mismo año, para que tuvieran mayor alcance popular. Fueron los primeros intentos hoy conocidos
de darle al guaraní la forma escrita.
Aunque no se podía decir que el guaraní ya tuviera una forma escrita sólo por estos hechos, al
menos el camino a eso ya se estaba señalando. Y Bolaños siguió transitando ese sendero, por lo
que se le reconoce como el que le dio la primera forma escrita a esta lengua. Sus anotaciones
gramaticales eran breves pero importantes para uso futuro.
El idioma guaraní, otrora exclusivamente oral, iba conociendo la escritura de manos de los
españoles, aunque lógicamente haya sido de manera muy ineficiente, ya que se intentaba
representar, mediante el alfabeto español, sonidos del guaraní que aquél no poseía: en este sentido
hubieron muchas divergencias. Pero entre los franciscanos, y más tarde, y especialmente, entre los
jesuitas, vinieron filólogos que empezaron a moldear la escritura del guaraní, estudiando su
morfología y sintaxis, elementos mucho más enriquecedores de una lengua que la notación de su
grafía.
En 1605 se crea la "Provincia Jesuítica del Paraguay", con la venida de la Compañía de Jesús.
La orden de los jesuitas, de misión evangelizadora, estaba conformada por personas de la
aristocracia, con elevados niveles de instrucción, que lograron notable éxito en Europa en la
enseñanza, principalmente de las ciencias. Los jesuitas prosperaron con los guaraníes en muchos
ámbitos, y quizás el de la lingüística sea el mejor progreso que pudieron dar a este pueblo.
Afortunadamente, los jesuitas eran mucho menos tolerantes que los franciscanos al tratamiento
que se daba a los indígenas. Objetaban ese trato de semiesclavitud que les permitía las leyes de la
Encomienda, y lograron que se cambiaran las ordenanzas para un trato más humano: fue la
institución de las Reducciones, donde los indígenas trabajaban de manera comunitaria y se
instruían con la ayuda de los jesuitas.
El jesuita Antonio Ruiz de Montoya (1584-1651) fue un enamorado de la lengua guaraní, y en
pos de su estudio dedicó el resto de su vida, caminando por la vereda que había iniciado Bolaños.
El interés que mostró Montoya más en estudiar el guaraní que en enseñar otros conocimientos, es
de grandísimo valor, ya que le tocó trabajar con algunas etnias guaraníes en el tiempo que sus
lenguas no conocían de las impurezas que más tarde fue adquiriendo del español.
La obra impresa de Montoya acerca del guaraní está compuesta de tres libros: Tesoro de la
lengua guaraní (diccionario guaraní-español), Arte y Vocabulario de la lengua guaraní
(compendio gramatical y diccionario español-guaraní), y Catecismo de la lengua guaraní. Los
dos primeros han sido pilares de referencia imprescindibles a quien quería adentrarse al estudio de
esta lengua, y lo sigue siendo incluso ahora, 360 años después.
Es muy probable que Montoya haya conocido los trabajos del también jesuita José de Anchieta
(1534-1597), un libro de gramática y diccionario de la lengua tupí, publicado mucho antes, pero
esto no le resta mérito alguno. Incluso hasta hoy uno puede consultar a Montoya para resolver
dudas de etimología, o quizás para desempolvar vocablos arcaicos en vez de crear neologismos
innecesarios.
Las misiones jesuíticas, con sus 30 pueblos, ocuparon lo que hoy es el sur de Paraguay y Brasil,
el noreste argentino, y el norte uruguayo. Ellos construyeron las primeras imprentas del Río de la
Plata, que funcionaban en Santa María la Mayor, San Javier, y Loreto, donde imprimían libros
religiosos en guaraní con ilustraciones de artistas indígenas, y donde hasta los mismos indígenas
editaban sus propios libros... en guaraní, por supuesto.
En 1750, tras la firma del Tratado de Permuta (de límites entre los territorios de España y
Portugal), siete pueblos del margen izquierdo del río Uruguay (San Nicolás, San Luis, San
Lorenzo, San Juan, San Ángel, San Miguel y San Borja), pasaron a formar parte del dominio
portugués. Los guaraníes de estos pueblos, que se resistieron a pertenecer a los portugueses,
protagonizaron la llamada "Guerra Guaranítica" (1756), de la que resultaron vencidos.
Posteriormente, España recuperó estos pueblos con el tratado de San Ildefonso.
Los jesuitas hicieron un gran trabajo durante 160 años, logrando consolidar varios dialectos en
una sola lengua general. La enseñanza de las artes y las ciencias para los guaraníes era dada en
guaraní, siendo el latín y el español sólo materias más.
Pero tanta difusión del conocimiento por parte de los jesuitas, a más de promover la resistencia
de los pueblos guaraníes, no fue bien vista por la corona española, que veía amenazados sus
intereses económicos por el grado de culturización que adquirían los indígenas. Entonces, fue
ordenada la expulsión de los jesuitas de estas tierras. Hoy diríamos que esa expulsión fue muy
injusta, y las actuales Ruinas de sus fastuosas construcciones edilicias todavía están para el
recuerdo.
Si bien con la ida de los jesuitas el guaraní conoció la penumbra tras haberse casi encandilado
con sus propias luces, ya no había forma de dar marcha atrás. Los guaraníes "conocieron el
pescado", y también "aprendieron a pescar": el guaraní había dejado de ser una lengua meramente
oral.
El guaraní en la época independiente
Tras la ida de los jesuitas, la mayor parte de los indígenas que integraban las misiones continuaba
con el método de trabajo comunitario y autónomo que venía desarrollando, y fue insertándose
paulatinamente a la sociedad de la Provincia del Paraguay. Hubieron también indígenas que
regresaron a los bosques al ser abandonados por sus tutores. Unas décadas más tarde ya se
respiraban aires libertarios.
Uno de los grandes gobernantes del Paraguay independiente fue Gaspar Rodríguez de Francia,
conocido como "El Supremo". Teólogo y abogado, este señor se hizo respetar por su talento,
justicia y honestidad. El Dr. Francia llevó al Paraguay a transitar por la economía autosuficiente,
apoyando a los campesinos y a los pobres. Abolió la Encomienda y otros regímenes opresores a los
indígenas, estableció la educación escolar gratuita, igualitariamente para hombres y mujeres,
aunque esta homogeneidad educacional no fue muy practicada.
En lo que aquí nos concierne, sin embargo, al parecer Francia no aplicó bien su talento, pues
obligó a una población mayoritariamente guaranófona, a una educación desarrollada
exclusivamente en español. Y esto condujo a que nuevamente el guaraní se mantenga en la
oralidad.
Lo curioso de esto es que Francia amaba el guaraní: cuando le presentaron la letra de lo que
sería el primer Himno Nacional paraguayo, lo rechazó "por estar escrito en castellano, idioma de
chapetones", y posteriormente aprobó Tetã Purahéi (El Canto de la Patria), escrito por Anastacio
Rolón, oriundo de Caraguatay, no permitiendo su traducción oficial. Éste fue conocido como "el
Himno del Dr. Francia", y la versión en español se tuvo sólo después de su muerte.
Rodríguez de Francia dejó a su fallecimiento un país soberano e inmensamente rico, pero
totalmente aislado. Su sucesor, Carlos Antonio López, cambió esa política en aras de la
modernización. Contrató a centenares de ingenieros y técnicos de Europa, y envió a paraguayos
(sólo hombres) a formarse allá: el resultado fue una industrialización a gran escala, financiado con
recursos internos. A esto acompañó una revolución cultural sin precedentes, aunque
mayoritariamente masculina.
Pero López definitivamente no era amante del guaraní. La enseñanza y educación en general
debía darse sólo en español. Todos los libros, periódicos y revistas, asimismo, debían de
imprimirse sólo en español. Hasta llegó al colmo de mandar sustituir todos los nombres y apellidos
guaraníes de la población, vía ley, por otros que sean de origen español: fue la muerte de la
identidad de los clanes guaraníes.
Aún así, avasalladas, las fuerzas internas de la lengua autóctona no amainaron. Las mujeres
paraguayas, que eran las menos afectadas por el sistema educativo impuesto, seguían educando a
sus hijos en guaraní. Afortunadamente, la ley no pudo ingresar en los hogares, y paradójicamente,
el patriotismo se forjó desde allí, con el dulce arrullo maternal en guaraní.
Francisco Solano López, hijo del anterior y que llegó a Mariscal, fue el siguiente presidente de
Paraguay. Este señor, que estudió en Europa, reconoció al idioma guaraní como patrimonio
nacional, y lo utilizaba en todos sus discursos. Durante su presidencia, el Paraguay tuvo que vivir
una cruenta guerra, llamada "de la Triple Alianza" (1865-1870), contra una coalición conformada
por Argentina, Brasil y Uruguay.
Durante esa guerra el guaraní adquirió relevancia preponderante. Fue utilizado profusamente por
la prensa y en las comunicaciones militares. El mismo gobierno del Mcal. López, contrario a las
acciones del antecesor, alentaba las publicaciones bilingües, y así aparecieron nuevos periódicos
que gustosamente hacían relucir el alma guaraní, publicando poesías que trataban de animar a ese
pueblo paraguayo que estaba desangrando a borbotones. El guaraní se implantaba como un factor
de unión y consuelo.
La falta de uniformidad en la grafía, especialmente para el uso del telégrafo donde la celeridad
era importante, hizo que en 1867 se reuniera una elite en Paso Pucú, a instancias del Mcal. López.
Se conformó así un urgente Congreso de Grafía, para establecer normas de escritura con un
alfabeto unificado que inmediatamente se utilizó en tal Guarini Guasu (Guerra Grande). En ese
grupo destacaron Juan Crisóstomo Centurión y Luis Camino.
La población de Paraguay, de 1.300.000 a inicios de esa guerra, se redujo a unos 200.000 al final
de ella, y de ésta, sólo el 10 % era masculina, casi todos ellos ancianos y niños que no pudieron ir
al frente. También perdió gran parte de su territorio, que pasaron a formar parte de la Argentina y el
Brasil, zonas que hasta hoy son guaranófonas. Fue así como Paraguay, de la gran riqueza, pasó a la
extrema pobreza.
Terminada esa guerra, y bajo el dominio económico de los extranjeros (argentinos, brasileños e
ingleses) que plantaban su capital en el territorio paraguayo para destrozar sus recursos naturales y
utilizar mano de obra femenina barata, el guaraní es nuevamente perseguido, por no ser el idioma
de los nuevos amos de las tierras. El argentino Domingo F. Sarmiento fue el asignado a revisar el
programa escolar, de manera a que "la lengua salvaje" quede fuera de él, y Paraguay pueda
incorporarse de nuevo a "la civilización".
Como era de esperarse, la población no acompañó a la pequeña elite gobernante, que estaba
vendiendo su tierra y pisoteando su lengua. Siendo el guaraní el único recurso no destruido por la
guerra, continuó coleando entre los continuos ataques de que era blanco: el adjetivo "guarango"
significaba "salvaje que habla guaraní". Como resultado, los hablantes del guaraní en general
detestaban esa escolaridad foránea y nuevamente el guaraní retomó la férrea oralidad de la que
siempre fue orgulloso.
A principios del siglo XX aparecen tímidamente algunas publicaciones que transmitían el
pensamiento guaraní, principalmente en forma de poesías y canciones populares, y luego aparece
el teatro de Julio Correa, gran intérprete del pensamiento campestre. Una gran camada de autores
populares salió a luz, muchos de ellos utilizando un guaraní muy puro, apenas con ciertos
hispanismos necesarios, mientras que otros han utilizado la expresividad del guaraní con frases
enteras en español, habla conocida como "yopará" (de jopara, que significa mezcla).
El yopará empezaba así a instalarse muy fuerte en lo escrito, desafortunadamente con admisión
popular, para desesperación de los lingüistas guaraniólogos y los que adoraban la lengua autóctona
castiza. Este feo modo de hablar, propalado por los citadinos que presumían de hablar el guaraní,
ha sido transmitido desde entonces por los medios de comunicación, degenerando la belleza nativa.
Desde 1932 Paraguay sufre de nuevo otra guerra, esta vez contra Bolivia, antes de recuperarse
de la anterior. Conocida como la "Guerra del Chaco", ésta fue propiciada por una compañía
petrolera estadounidense ubicada en Bolivia, que quería evitar que otra alemana explorara el
territorio paraguayo en busca de petróleo. Apoyados por aquélla, los bolivianos invadieron el
chaco paraguayo.
Los paraguayos, al ver que estaban siendo sacrificados por intereses totalmente ajenos,
nuevamente se refugiaron en la lengua guaraní, y otro auge poético vio la luz, donde el tema
principal era el patriotismo y la defensa de la patria: para las canciones, son las del grupo Chakore
purahéi (canciones de lo del Chaco).
Cuentan que cierta ocasión el ejército boliviano acudió a un indígena, también boliviano, para la
interpretación de mensajes paraguayos interceptados por radio. Éste, al reconocer la lengua como
la suya, sufrió un ataque nervioso (real o simulado), de tal magnitud que no pudo traducir nada. Tal
era la unión y fidelidad que producía el idioma guaraní entre sus hablantes.
La guerra de nuevo se sirvió del guaraní para confundir al enemigo, y al terminar, con 50.000
paraguayos y 80.000 bolivianos de menos, Paraguay no recuperó todo su territorio original, pero se
quedó con una antología poética llena de relatos y esperanzas. Y, una vez más, el gobierno
paraguayo siguió luego ignorándolo en las escuelas y universidades, por varias décadas más.
A mediados del siglo pasado, un cura español, Antonio Guasch, gran seguidor de Anchieta y
Montoya, publica sus propias investigaciones acerca del guaraní. Su obra consta de una
completísima gramática, El idioma guaraní, al que luego agregó una antología de prosa y verso; y
Diccionario castellano-guaraní y guaraní-castellano. Guasch aportó varias ideas a la
nomenclatura gramatical, que luego fueron oficialmente adoptadas.
También por esa misma época, Anselmo Jover Peralta reúne el vocabulario guaraní y las
anotaciones de gramática guaraní dejados a su muerte por Tomás Osuna, los enriquece, le agrega
algunos apéndices, y publica el Diccionario guaraní-español y español-guaraní. En el prefacio
de esta obra, Peralta se quejaba de la triste suerte del guaraní de esa época.
Por fin, la Constitución Nacional paraguaya de 1967 reconoce la existencia del guaraní, pero el
idioma oficial sigue siendo el español. Aún así, empieza lentamente una difusión oficial del
idioma. Años después algunos institutos empiezan a enseñarla con el apoyo del Ministerio de
Educación, a lo que seguiría en la enseñanza media como materias complementarias, y los
políticos de turno utilizaban por doquier –tal como hoy– el yopará en sus campañas proselitistas.
En 1989 Paraguay sale de una larga dictadura, y la siguiente Constitución Nacional (1992) ya
reconoce al guaraní como idioma oficial del país, en un mismo nivel que el español.
Inmediatamente se implanta su uso obligatorio en la educación escolar básica, y luego en el nivel
medio, con una educación bilingüe. El guaraní ha sido debidamente reconocido.
Se ha criticado mucho la manera en que las autoridades educativas paraguayas están manejando
actualmente la enseñanza de esta lengua. Esto, principalmente en lo que se refiere al
enriquecimiento del vocabulario: hay quienes detestan la generación de neologismos "en
laboratorios", y otros que no ven con buenos ojos la creciente ola de hispanismos provenientes del
guaraní popular, el yopará, que utilizan letras inexistentes en el alfabeto guaraní, y principalmente,
atentan contra la estructura silábica del guaraní original.
Fuentes: [VBS1], [MeB2], [RAR1], [P-O1], [Red04], [Red05] - © www.guaranirenda.com
Cronología de hechos importantes
Por: Manuel F. Fernández, 2002
Año Hecho relacionado al idioma guaraní
-3000 El grupo tupí-guaraní se está estableciendo en el centro de América del Sur, proveniente
quizás de América Central, teniendo un lenguaje en desarrollo, mayoritariamente
monosilábico y gutural.
-2000 Es probable que pequeños grupos indígenas se estén disgregando y aislando, para luego
formar lo que en el futuro lejano se conocerán como otros troncos lingüísticos menores.
-1000 Los tupí-guaraníes han logrado mejorar notablemente su lenguaje primigenio en algo
conciso y preciso con el que se comunicaban, en el que abundan los sonidos guturales y
onomatopéyicos.
-500 Por alguna razón desconocida, el grupo empieza a dividirse en dos, perdiendo
comunicación uno con otro. Los tupíes van migrando hacia el norte y este, mientras que
los guaraníes al oeste y sudoeste.
200 Un grupo de los tupíes va llegando a la costa atlántica sureste de lo que será Brasil,
mientras que otro se establece en el amazonia. Los guaraníes, entretanto, se expanden por
la cuenca del Río de la Plata. Sus lenguas empiezan a diferenciarse, aun con la misma
sintaxis.
500 Se van generando varios dialectos de las dos grandes lenguas originales (tupí y guaraní),
enriqueciéndose lexicalmente cada uno a su propio modo, por la influencia de lenguas
locales de otros troncos linguísticos.
1000 La sintaxis de las lenguas provenientes del tupí-guaraní sigue y seguirá mantieniéndose
casi invariable, lo que permitirá, sumado a su similitud fonológica, más tarde la
identificación de este grupo como de origen común.
1492 Descubrimiento de América y de sus habitantes, por parte de los europeos.
1494 Firma del Tratado de Tordesillas (de límites de tierras) entre España y Portugal. Esto
acentuará la división entre los guaraníes y los tupíes.
1500 Llega Pedro Álvares Cabral al Brasil y toma posesión de la tierra en nombre de Don
Manuel I, Rey de Portugal.
1516 Juan Díaz de Solís, en búsqueda de los tesoros del imperio inca, descubre las costas
orientales de América del Sur, desembarca y se interna en la selva, pero luego muere en
manos de los indígenas.
1524 Alejo García, sucesor de Solís, atraviesa los ríos Paraná y Paraguay camino a "El Dorado",
y muere a su regreso.
1527 Sebastián Gaboto funda el fuerte Sancti Spiritus sobre el río Paraná.
1536 Pedro de Mendoza funda Buenos Aires, en un ambiente muy hostil.
1537 Juan de Salazar funda Asunción. Le reciben los carios, con sumisa hospitalidad. Empieza
el mestizaje.
1539 Surge el primer levantamiento indígena contra la opresión colonial, al que seguirán varias
rebeliones intermitentes, principalmente con el fin de revivir libremente la tradición
religiosa guaraní.
1541 Se construye el Cabildo de Asunción, estableciéndose allí el centro de operaciones de la
Provincia del Río de la Plata. Se ordena la evacuación de Buenos Aires.
1542 El gobernador Cabeza de Vaca recibe, en Asunción, a una agrupación de indígenas, que se
dirigen a él en español para expresarle bienvenida. Son los primeros indígenas bilingües.
1553 Llegan los primeros jesuitas al Brasil. Estos misioneros se abocan inmediatamente al
estudio del tupí, encabezados por José de Anchieta (Joseph de Anxieta).
1555 Llegan las primeras 40 mujeres españolas a Asunción, quienes darían a luz a los criollos.
1560 Varias copias manuscritas de unos apuntes de José de Anchieta acerca de la gramática de la
lengua tupí circulan entre sus compañeros jesuitas, quienes las leen con avidez y las usan
para la enseñanza.
1556 Domingo Martínez de Irala introduce en el Río de la Plata la Encomienda, un sistema de
distribución de tierras a los españoles y de esclavización de indígenas.
1575 Llegan los franciscanos al Río de la Plata, con intención evangelizadora.
1579 Sublevación encabezada por el cacique Overa, quien con la elocuencia de su lengua,
organiza un gran movimiento que permite a los guaraníes restablecer sus costumbres
(bailes, rituales, etc.), que le estaban prohibidos por los españoles.
1582 Una Cédula Real responsabiliza a Irala de graves injusticias, muertes y malos tratos a los
indígenas.
1583 El Concilio de Lima recomienda la traducción del Catecismo al guaraní.
1586 El Fray Luis de Bolaños traduce al guaraní el Catecismo breve para rudos y ocupados
(de Ripalda), la primera escritura en esta lengua. Bolaños prepara, además, algunos
bosquejos de la gramática guaraní.
1592 Hernando Arias de Saavedra ("Hernandarias"), un criollo, es nombrado Gobernador de la
"Provincia Gigante de las Indias", como es conocida la Provincia del Río de la Plata, que
es dependiente del Virreinato del Perú.
1595 Anchieta publica Arte de grammatica da lingoa mais usada na costa do Brasil. Esta
lengua es el tupí, que a estas alturas del tiempo ya difiere bastante del guaraní.
1603 Se realiza el primer Sínodo de Asunción, que dictamina utilizar el Catecismo en guaraní de
Bolaños, y el fortalecimiento de las reducciones con los franciscanos.
Se traducen al guaraní las ordenanzas emitidas por Hernandarias. Al parecer, no quedarán
rastros de estos documentos.
1605 Se establece la Orden de la Compañía de Jesús (conocida también como la Misión de los
Jesuitas) en la Provincia del Río de la Plata, para reforzar la tarea evangelizadora de los
franciscanos, y para "alfabetizar e instruir" a los indígenas, con la intención de que sean
útiles una vez dominados. Pero los jesuitas inmediatamente se interesarán por el estudio de
la lengua guaraní, y estarán en contra de la Encomienda en lo que se refiera a la
explotación de los indígenas.
1610 Las Ordenanzas de Alfaro establecen las Reducciones en el Río de la Plata, donde los
jesuitas pudieran trabajar con los indígenas y darles instrucción, liberándolos a éstos del
servicio personal (semi-esclavismo) de la Encomienda.
1617 Felipe III, Rey de España, decide dividir las tierras a cargo de Asunción en dos provincias
para una mejor administración, y ordena repoblar Buenos Aires como sede de la nueva
provincia. Esta vez la expansión geográfica del guaraní ya es propiciada por los mismos
españoles, sus criollos y los mestizos.
1618 Antônio de Araujo publica su Catecismo na Língua Brasílica.
1629 Alonso de Aragona escribe una gramática de la lengua guaraní, que permanecerá inédita
por 350 años.
1639 Antonio Ruiz de Montoya publica Tesoro de la lengua guaraní, el primer diccionario
guaraní-castellano.
1640 Antonio Ruiz de Montoya publica Arte y Vocabulario de la lengua guaraní, que incluye
la gramática guaraní y un diccionario castellano-guaraní; y también otro libro, Catecismo
de la lengua guaraní.
1705 El padre Serrano traduce al guaraní la obra De la Diferencia entre lo Temporal y lo
Eterno, con la cual una gran cantidad de neologismos ingresa al guaraní.
1721 Se inicia la sublevación de los Comuneros, que durará hasta 1735, pues si bien el
movimiento (del pueblo contra abusos y arbitrariedades del absolutismo) fue originario de
otras tierras, en la Provincia del Paraguay, contra el gobernador Diego de los Reyes
Balmaceda, significará un gran uso del guaraní entre "los comuneros", es decir, el pueblo.
1724 Nicolás Yapuguay, un cacique guaraní, publica Explicación del Catecismo en lengua
guaraní, impreso en la misma Reducción jesuítica de San Francisco Xavier.
1727 Nicolás Yapuguay publica Sermones y Ejemplos en lengua guaraní, en la imprenta de
San Francisco Xavier.
1750 Se firma el Tratado de Permuta (de límites) entre España y Portugal. En dicho tratado, se
entregan a Portugal 7 pueblos guaraníes de la margen izquierda del río Uruguay, a cambio
de la Colonia de Sacramento (hoy Colonia, Uruguay).
1753 Indígenas de San Juan envían una carta en guaraní al Gobernador de Buenos Aires,
expresando su rechazo al Tratado de Permuta.
1756 Se produce la Guerra Guaranítica, al negarse los guaraníes, afectados del Tratado de
Permuta, a pertenecer a los portugueses. Los guaraníes son vencidos.
1758 La lengua tupí y la Compañía de Jesús en el Brasil sufren un gravísimo revés: el Marqués
de Pombal prohíbe la enseñanza y el uso del tupí, con el fin de aumentar el dominio
portugués. En su pleno auge, esta bella lengua es refrenada con la fuerza de la ley.
1759 Se publica póstumamente en Madrid el libro Ára poru aguyjeyháva, del Padre José
Isaurralde, totalmente en guaraní. Trata del uso ritualizado del tiempo.
1768 Expulsión de la Compañía de Jesús de la Provincia del Paraguay, un hecho muy
lamentable para la lengua guaraní, pues no se la volverá a enseñar oficialmente en los
siguientes 200 años.
1776 Se crea el Virreinato del Río de la Plata, con sede en Buenos Aires, y la Provincia del
Paraguay pasa desde ahora a depender de ella.
1777 Firma del Tratado de San Ildefonso, donde España recupera los siete pueblos perdidos en
1750.
1793 José Manuel Peramás publica La República de Platón y los Guaraníes. Es un paralelo
entre los guaraníes y lo que Platón anhelaba.
1806 Este año y el siguiente, los ingleses intentan conquistar el Río de la Plata, ocupando
Buenos Aires y Montevideo. En contacto con éstos, los sudamericanos aprenden a valorar
sus propias fuerzas y empiezan a surgir las ideas de independencia. Las tropas paraguayas
usan los colores rojo, blanco y azul, que más tarde serán los de su bandera.
1810 En Buenos Aires deponen al Virrey, sabiendo que tropas francesas atacan España, y
establecen una Junta que pretende anexar a Paraguay. El General Manuel Belgrano (de
Buenos Aires) escribe a Bernardo Velazco (de Asunción) una carta en guaraní indicando
ese deseo. No hay mala intención en esa carta, Belgrano tan sólo quiere que las dos
provincias del Virreinato se fusionaran en una sola.
1811 Paraguay proclama su independencia del gobierno español, y, curiosamente, todos los
documentos oficiales se siguen redactando en castellano. La Junta de Buenos Aires sigue
insistiendo en sus propósitos, a los que Paraguay hace caso omiso.
1840 Francisco Adolfo de Varnhagen empieza una serie de propuestas al gobierno del Imperio
del Brasil para que se restituya la enseñanza del tupi, lengua que ya entró en decadencia,
pero sus súplicas no son escuchadas.
1841 Se funda la Academia Literaria en Asunción, institución que promocionará el estudio del
castellano y el latín, ignorando completamente al guaraní.
1848 Carlos Antonio López, presidente de Paraguay, ordena sustituir los nombres y apellidos
guaraníes de la población, por otros de origen español: otro mazazo a la cultura autóctona.
1865 Inicio de la guerra de la Triple Alianza (coalición entre Brasil, Argentina y Uruguay, contra
Paraguay), que si bien aniquilará a Paraguay, facilitará el renacimiento de esta lengua.
Durante la guerra, Paraguay transmite secretos militares en guaraní, y su presidente
Francisco Solano López lo utiliza para todos sus discursos oficiales.
1867 Aparecen numerosas publicaciones en guaraní, alentadas por el mismo gobierno
paraguayo. Entre ellas, los periódicos Cabichu'í y Cacique Lambaré, diarios satíricos
impresos en pleno frente de batalla.
Propuesto por el Mcal. Francisco López, un Congreso de Grafía establece nuevas normas
de escritura para el guaraní.
1870 Finaliza la Guerra Grande con la muerte del Mcal. López, y se reinicia la guerra contra el
guaraní, "la lengua salvaje", prohibiéndose su uso en las escuelas. Quienes lo usan son
calificados de "guarangos", y sujetos a penas sociales. El guaraní pasará a ser nuevamente
una lengua oral.
1914 Kurt Unkel publica en Alemania un conjunto de mitos y leyendas que le fueron narradas
por los guaraníes. Mucho más tarde (1978) será reeditado en Lima con el título Los mitos
de Creación y de Destrucción del mundo.
1915 Alfonso de Lima Barreto (1881-1922) publica en Brasil su novela Triste Fim de Policarpo
Quaresma, donde el personaje, en plena locura, ruega a sus contemporáneos a abandonar
el portugués en favor del tupí.
1917 El Padre Justo Bottignoli publica desde Turín su Gramática Razonada de la Lengua
Guaraní.
1921 Narciso R. Colmán ("Rosicrán") publica Ñande Îpî cuera (Ñande Ypy kuéra, Nuestros
Antepasados), con un subtítulo bien explicativo: "Poema etnogenético y mitológico.
Protohistoria de la raza guaraní, seguida de un estudio etimológico de los mitos, nombres y
voces empleadas". Esta obra se tendrá como de origen guaraní, pero investigaciones
ulteriores demostrarán que estos "mitos" son meras fantasías de su autor, que no condicen
con la cultura de los guaraníes.
1922 Aparece la revista Ocara potî cue mi (Okára potykuemi, Pequeñas flores silvestres), que
será muy famosa en el ámbito campestre, por transmitir poesía y letras de música
populares en guaraní.
Se publica La Civilización Guaraní, de Moisés Bertoni.
1924 Juan Francisco Recalde publica Ortografía Guaraní, desde San Pablo. En este libro
empieza lo que será la gran discución acerca de la clasificación de verbos guaraníes,
especialmente los llamados "pronominales".
1925 La lengua precolombina vuelve a tener fuerza, esta vez con el teatro de Julio Correa, gran
dramaturgo del "yopará" (mezcla del guaraní con un español mal hablado).
1928 Ludwig Schwennhagen, historiador de origen austríaco, publica en Brasil su Antiga
História do Brasil - De 1100 a.C. a 1500 d.C., producto de una gran investigación que la
historia oficial no la considerará hasta fines de siglo. En esta obra se concluía que los
fenicios estuvieron en Sudamérica mucho antes de la era cristiana.
1930 El Jefe de Policía de Asunción, José C. Meza, emite un edicto con el cual prohíbe a todo el
personal policial hablar guaraní dentro de las dependencias policiales.
1932 Otra guerra azota a Paraguay, la del Chaco, esta vez venida de Bolivia, hasta 1935.
Nuevamente el guaraní mantiene unidos a los soldados paraguayos, con una gran
producción poética que narra esta desgracia.
1941 Nace en Paraguay Cultura Guaraní, que será más tarde la Academia de Lengua y
Cultura Guaraní. Tiempo después perderá autoridad y luego quedará en el olvido, por la
improductividad de sus miembros.
1944 Marcial Samaniego escribe Textos Míticos Guaraníes, recogidos de la etnia Paĩ Tavyterã
de Yvypyte, nordeste de Paraguay. Lo publicará en 1968.
Se publica en Buenos Aires el libro Gramática Guaraní de Juan de Bianchetti.
1946 León Cadogan le da forma escrita a Ayvu Rapyta (Fundamentos de la Palabra), un
conjunto de poemas religiosos y éticos de ignota datación, pero calculada en muchos
siglos.
Aparece el libro El Guaraní - Elementos de Gramática, de Saturnino Muniagurritia,
publicado en Buenos Aires.
Eduardo Saguier publica El Idioma Guaraní - Método Práctico para su Enseñanza, que
conocerá varias ediciones.
1948 El Padre Antonio Guash da la luz su primera Gramática Guaraní.
1950 Anselmo Jover Peralta y Tomás Osuna publican su Diccionario Guaraní - Español y
Español - Guaraní, encargándose el primero de compilar y completar el vocabulario que
dejó Osuna a su muerte en 1941, y de agregarle apéndices gramatical y toponímico.
En Montevideo, el Congreso de la Lengua Guaraní establece una nueva grafía para esta
lengua, con delegados de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Se funda en Asunción la Asociación de Escritores Guaraníes.
1951 Eduardo Saguier publica Martín Fierro en Guaraní, su traducción de la clásica obra de
José Hernández.
1955 El presidente brasileño Café Filho instaura la obligatoriedad de incluir un curso de tupí en
las carreras de Letras de todas las universidades del Brasil, cuando esta lengua ya se está
desvaneciendo en el olvido.
1956 El Padre Antonio Guasch publica El idioma guaraní, una completa gramática de esta
lengua, y su Diccionario castellano - guaraní y guaraní - castellano.
1960 Antonio Ortiz Mayans publica su Gran Diccionario Castellano - Guaraní Guaraní Castellano, sin respetar la nueva grafía.
1962 Se crea en Asunción el Instituto de Lingüística Guaraní.
1967 La Constitución Nacional de Paraguay ya menciona esta vez la existencia del guaraní,
pero "la lengua oficial es la española" (artículo 5), sugiriendo tímidamente su difusión
(artículo 92).
1969 El Padre Bartomeu Melià publica su tesis doctoral en la Universidad de Estrasburgo, La
creation de un langage chretien dans les Reductions des Guarani au Paraguay.
1970 El Ministerio de Educación de Paraguay crea la Secretaría de Lengua y Cultura
Guaraní.
1971 Se crea la carrera de Lengua Guaraní en el Instituto Superior de Lenguas, dependiente de
la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción.
Basiliano Caballero Irala publica Ñane retã ku'ikuemi, un voluminoso libro de historia,
geografía, gramática, narraciones, poemas propios y otros temas paraguayos, totalmente
escrito en guaraní con su antigua grafía.
1981 Tadeo Zarratea publica Kalaíto Pombéro, la primera novela escrita en guaraní.
1983 El Decreto Nº 38.454 del Gobierno de Paraguay, en su artículo 2, hablando de la educación
primaria, menciona que "el niño [...] desarrolle sus facultades básicas de escuchar, hablar,
leer y escribir en lengua española; escuchar y hablar en lengua guaraní". Al menos, ya
podía escucharlo y hablarlo sin ser penalizado.
1984 La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción incluye al guaraní como
materia obligatoria.
1989 Apoyada por la Constitución Federal del Brasil de1988, que otorga a las sociedades
indígenas el derecho al uso de sus lenguas maternas, la Constitución del Estado de Santa
Catarina establece "O ensino fundamental regular será ministrado em Língua
Portuguesa, assegurada às comunidades indígenas também a utilização de suas línguas
maternas e processos própios de aprendizagem" (Artículo 164, parágrafo 2). Esto supone
una educación bilingüe, con sistemas diferenciados, si bien es aplicable sólo a
comunidades indígenas.
1992 La Casa de las Américas establece un "Premio Extraordinario de Literaturas Indígenas"
(náhuatl, guaraní y quechua), por los 500 años de la conquista.
Se redacta una nueva Constitución Nacional en Paraguay y se la publica en español y
guaraní. En ella se establece la obligatoriedad de la educación bilingüe, en español y en
guaraní (artículo 77) y se reconoce formalmente que el guaraní es lengua oficial del
Paraguay en el mismo nivel que el idioma español (artículo 140).
1993 El Ministerio de Educación de Paraguay crea la Comisión Nacional de Bilingüismo, para
la educación bilingüe en todos los niveles.
Bartomeu Melià da a luz su libro El guaraní conquistado y reducido, una colección de
ensayos etnohistóricos, publicados mucho antes en forma dispersa.
1994 Se inicia el Programa de Educación Bilingüe en Paraguay, para el primer ciclo del nivel
primario. Gradualmente, irá escalando año tras año.
Graciela Chamorro publica en Brasil Kurusu Ñe'êngatu, a partir de sus investigaciones
con la etnia Kaiova de Mato Grosso do Sul. Su versión en español se tendrá el año
siguiente.
El Consejo Estatal de Educación de Rio de Janeiro aprueba una recomendación de que el
tupí (a estas alturas, una lengua muerta) fuese enseñado desde el segundo grado de la
primaria. No se hará, por falta de profesores.
1995 Wolf Lustig publica desde Alemania en Internet Guarani Ñanduti Rogue (Página Guaraní
de la Red), el primer sitio de la red acerca del idioma guaraní y de la cultura que le rodea.
1997 Empieza un auge extraordinario de publicaciones en guaraní y acerca del guaraní (poesías,
narraciones, dichos, diccionarios, gramáticas, métodos de aprendizaje, etc.).
Lastimosamente, en esta avalancha se nota mucho uso del yopará.
1998 Eduardo Navarro, de la Universidad de São Paulo (la única que enseña tupí), funda la
organización Tupi Aqui, con la que pretende formar profesores de la lengua tupí, e incluir
a ésta como materia optativa en las escuelas del Estado de São Paulo.
Eduardo Navarro publica Método Moderno de Tupi Antigo y luego Poemas - Lírica
Portuguesa e Tupi de José de Anchieta, con el sublime intento de revivir la lengua tupí.
2000 Levantamos nuestras copas en honor a los 5.000 años de la Historia Tupí-Guaraní en
Sudamérica, con el deseo de que esta vez al menos la lengua guaraní quede
definitivamente triunfante en la tierra de los hombres que la cultivaron suficientemente
para mantenerla viva, a pesar de las dificultades, al menos en la oralidad. ¡Salud!.
Fuentes: [VBS1], [MeB2], [K-F1], [Red02], [Red04], [Red05], y otros
La entrada en el Paraguay de los otros karaí
Por: Bartomeu Melià, 1981 [*]
La entrada de los españoles en el Paraguay de los Guaraní dio lugar a un proceso interesante de
documentación etnográfica que refleja, ante todo, el modo particular de relación intersistemática
establecida entre las sociedades.
La entrada de esos nuevos karaí y la aventura semántica de esta denominación muestra hasta
qué punto dos sociedades en contacto llegan a encontrarse en un campo de traducción posible en el
que cada uno se dice a su modo, ideologiza lo que entiende o piensa entender del otro y
eventualmente procura sacar provecho de esa traducción. Que la traducción se vuelva traición es
también una posibilidad de donde derivan tantas ambigüedades, malentendidos y hasta agresiones.
En la documentación de la época prevalece la denominación de "cristiano" aplicada en general a
los conquistadores. Es por esta razón principal por lo que la misma se ha mantenido aquí, y
también por traducir un concepto socio-cultural y religioso significativo en la relación interétnica
que comenzaba.
Los Guaraní
Cuando los "cristianos" llegaron al lugar donde se haría la Asunción, se percataron rápidamente de
la identidad étnica de estos que aquí se llamaban Carios, con los Carijós de la costa atlántica, ya
tratados en la isla de Santa Catalina; con los Guaraní de las islas y los Chandules del litoral
paranaense; con las gentes del cacique Yaguarón, de la confluencia del Paraguay y el Paraná unas
15 ó 20 leguas [1]; identidad que pronto pudo extenderse a otras generaciones y parcialidades con
las que se entraba en contacto río arriba –Tobatí, Guarambaré, Itatí–; al llegar a las serranías
occidentales de allende al Chaco –Chiriguaná–; al caminar desde la costa atlántica hasta Asunción
–Mbyasá– o al internarse por las regiones del Alto Paraná, en tierras de Guayrá y Tayaoba; al
explorar misionalmente, ya bien entrado el sigro XVII, las cuencas del Paraná medio y el Uruguay,
y la sierra, hasta salir de nuevo al Atlántico –Tape– [cf. Melià 1983: 43-44].
La unidad guaraní viene apreciada sobre todo
porque todos hablan la misma lengua, con
pequeñas diferencias. Este hecho facilitó en
diversas ocasiones los primeros contactos, ya que
se encontraban entre los "cristianos" no pocos
intérpretes que sabían la lengua, porque
"náufragos" o perdidos, habían convivido con los
Guaraní en sus aldeas.
A pesar, sin embargo, de la unidad lingüística y
cultural guaraní, no se debe olvidar que se
presentaban divididos en nucleaciones
independientes, circunstancialmente enemigas,
La imagen europea de los Carios. «Estos Carios
que los españoles conceptuaron como
"provincias", identificadas a veces con un cacique o Guaranís son gentes bajas y gruesas... las
mujeres y los hombres andan completamente
principal –Guarambaré, Guayrá, Tayaoba...– y
compuestas de comunidades aldeas de estructura y desnudos, como Dios el Todopoderoso los ha
creado» (Schmidl 1947: 54).
dimensión variables.
Grabado en la obra de Ulrico Schmidl, Vera
historia admirandae cuiusdam navigationis...
Noribergae: Impensis Levini Hulsii, 1599.
Por otra parte, los Guaraní fueron "descubiertos" en tiempos y circunstancias diversas, que
configuraron relaciones y reacciones de muy distinta índole; no se puede confundir, por ejemplo, el
contacto de los "cristianos" con los Cario de la región de Asunción, en 1537, con el que se
establecía por primera vez entre los jesuitas y los Tape hacia 1628; aun estando dentro de un único
proceso colonial, hombres, métodos y perspectivas eran diferentes.
Aún así, hay que reconocer que la relación establecida por los "cristianos" con los CarioGuaraní, a partir de la casa-fuerte de Asunción, tipificó un modo de contacto que puede
considerarse paradigmático para toda la primera etapa colonial.
Domingo Martínez de Irala, en su relación de 1541, expone en términos muy significativos la
situación creada:
«Tenemos de paz con vasallos de su majestad los indios guaranís si quier
carios que viven treinta leguas alrrededor de aquel puerto, los cuales sirven
a los cristianos así con sus personas como con sus mujeres en todas las
cosas del servicio necesarias, y han dado para el servicio de los cristianos
setecientas mujeres para que les sirvan en sus casas y en sus rozas; por el
trabajo de los cuales y porque Dios ha sido servido de ello principalmente
se tiene tanta abundancia de mantenimientos, que no sólo hay para la gente
que allí reside mas para más de otros tres mil hombres encima; siempre que
se quiere hacer la guerra van en nuestra compañía mil indios en sus canoas;
y si por tierra los queremos llevar, llevamos los más que queremos; con la
ayuda de Dios y el servicio de estos indios havemos destruido muchas
generaciones de otros indios que no han sido amigos, especialmente a los
agazes» [DHG II: 299-300].
La carta de un "fundador" de Asunción, el hermano Antonio Rodrigues, expresa un sentido
parecido:
«Llegamos con mucha hambre y falta de mantenimientos... Iba por nuestro
capitán un hombre llamado Salazar... y concluyóse que hiciese allí
fortaleza... Y un hombre que llevábamos, que sabía la lengua, empezó a
decir a aquellos gentiles (que como nos vieron, eran tantos sobre nos que
cubrían la tierra), que nosotros éramos hijos de Dios y que les traíamos
nuestras cosas, cuñas, cuchillos y anzuelos, y con esto holgaron y nos
dejaron en paz hacer una fortaleza muy grande de maderos muy grandes, y
así poco a poco hicimos una ciudad... de manera que se juntaron en ella
600 hombres. Los cuales vinieron a tanta ceguedad que pensaron que el
precepto de "crescite et multiplicamini" era valioso, y así dándoles los
gentiles sus hijas hinchieron la tierra de hijos, los cuales son muy hábiles y
de gran ingenio. Estando en esta ciudad llamada Nuestra Señora de la
Asunción por ser comenzada en este día, nos libró nuestro Señor de ahí a
algún tiempo en el mismo dia de unas traiciones que los gentiles nos
hicieron, y plugo a Dios que fueron vencidos y dende adelante empezaron a
temernos mucho» [Monumenta Brasiliae I: 474-75].
Como se ve, la relación hispano-guaraní, especialmente en el sitio de Asunción, se configuró
sobre tres capítulos principales:
• la economía agrícola de los Guaraní, que aseguraba la abundancia de alimentos,
• el aprovechamiento de brazos de servicio, especialmente de mujeres, "criadas", que en casa
de los "cristianos" se tornaban madres de mestizos,
• la amistad con los Guaraní y la enemistad de éstos con los indios del complejo chaqueñoguaycurú, como instrumento de conquista, de sometimiento y hasta de destucción de otras
poblaciones indígenas.
Los relatos de los primeros contactos entre "cristianos" y Guaraní exaltan con entusiasmo estra
triple alianza en lo económico, lo social y lo político.
En efecto; Asunción se fundó junto a una chacra particularmente bien abastecida.
«Ahí nos dio Dios el Todopoderoso su gracia divina, que entre los
susodichos Carios o Guaranís hallamos trigo turco o maíz y madiotín,
batatas, mandioca-poropí, mandioca-pepirá, maní, bocajá [palmera coco] y
otros alimentos más, también pescado y carne, venados, puercos del monte,
avestruces, ovejas indias, conejos, gallinas y gansos y otras salvajinas las
que no puedo describir todas en esta vez. También hay en divina
abundancia la miel de la cual se hace vino; tienen también muchísimo
algodón en la tierra» [2].
Que la economía de los Guaraní fuera esencialmente agrícola, en contraposición a la mayoría de
los pueblos chaqueños, que era de caza y recolección, debía configurar la estructura colonial del
Paraguay de una manera decisiva, y consiguientemente su cristianismo. La íntima relación entre
estructura económica y formas posibles de evangelización fue claramente percibida por los
primeros misioneros; éstos pretendieron cambiar las esctucturas económicas de ciertas etnias; o
dejaron de evangelizar cuando el cambio parecía imposible [3].
Fue también característico del proceso colonial paraguayo el modo de unión de los "cristianos"
con las mujeres de los Guaraní, lo que muy pronto, ya en el mismo siglo XVI, daba lugar a
justificaciones ideológicas contrapuestas; se hablaba de "cuñadazgo", como si entre "cristianos" e
indios se hubiera sistematizado una relación de verdadero parentesco, pero también se denunciaba
la "saca de mujeres", las "rancheadas", el "trueque de mujeres", como si la mujer guaraní fuera
tratada solamente como "pieza" esclava. Más aun, se puede preguntar si el tan comentado "paraíso
de Mahoma" no era en realidad una sutil práctica de genocidio, destinada a acabar con los indios,
como de hecho sucedió.
Por lo que toca a la amistad y asociación de los Guaraní con los cristianos, ello correspondía a la
voluntad de expansión y búsqueda por parte de ambos.
«Los sobredichos Carios migran más lejos que ninguna nación que están en
esta tierra en Río de la Plata (y no ha nación alguna) que sea mejor para
ocuparla en las guerras por tierra y que pueda aguantar más que los
sobredichos Carios» [Schmidl 1947: 55].
Cristianos y Guaraní no buscaban en realidad ni lo mismo ni del mismo modo, pero inicialmente
se había creado la ilusión de la empresa común. Con aquella amistad los Guaraníes potenciaban
sus ethos guerrero, teniendo ahora a su lado a los "cristianos" y a sus arcabuces, para dirigirlos
contra sus tradicionales enemigos chaqueños [4].
Por su parte, los "cristianos" aumentaban su fuerza numérica y se aprovechaban de las virtudes
de esos grandes "caminadores" que eran los Guaraní y de sus conocimientos del terreno. Los
"cristianos" aliándose a los Guaraní, empero, elevaban su capacidad de destrucción, al mismo
tiempo que podían justificarse moralmente, atribuyendo los excesos de crueldad que se daban en
aquellas expediciones, a la ferocidad y barbarie de los Guaraní. Schmidl comenta que
«los Carios son un pueblo así que cuantos ven o encuentran frente a ellos
en la guerra deben morir todos; no tienen compasión con ningún ser
humano» [Schmidl 1947: 59].
El clérigo Martín González, aun denunciando la violencia de la marcha de Irala a través del
Chaco en 1547-48, atribuye a los indios las escenas más crueles:
«fuimos adelante destruyendo y matando todos los que topaban, lo cual
dado caso que los cristianos no lo hacían, los indios, que para su servicio
llevaban, lo hacían, y ellos lo consentían y tenían por bueno» [CI II: 611].
Aliados con los "cristianos" los Guaraní introducían de hecho elementos extraños a la función
social que hasta entonces había tenido entre ellos la guerra. Las entradas, la movilización y los
desplazamientos se hacían ahora más frecuentes y duraderos. Los contingentes que hacían reclutar
los "cristianos" eran considerables –incluso de un millar y más de indios, según los datos más
prudentes que ofrecen las fuentes documentales– y el desgaste y la muertes se hacían sentir en
mayor proporción en las filas de los Guaraní.
Tal vez por estas razones, ciertos caciques se
negaron a suministrar los auxiliares solicitados.
Tal el caso de Aracaré.
«El Aracaré públicamente
iba diciendo a los indios
que se volviesen y no
fuesen con ellos a les
enseñar el camino de las
poblaciones de la tierra,
porque los cristianos eran
malos, y otras palabras
muy malas y ásperas, con
las cuales escandalizó a los
indios» [Núñez Cabeza de Vaca
1971: 150].
El encuentro de los "cristianos" con los Guaraní
de Lambaré. «... quisimos ser sus amigos, pero
de esto no quisieron hacer caso... cuando
estuvimos cerca de ellos, hicimos estallar
entonces nuestros arcabuces» (Schmidl 1947:
57).
Los Guaraní, amigos y "vasallos", se vieron
Grabado en la obra de U. Schmidl, Vera
pronto
envueltos en acciones contra otros Guaraní
historia...
"libres" que ya empezaban a rebelarse contra las
insoportables exigencias de los "cristianos". Las luchas entre parcialidades guaraní no eran
ciertamente desconocidas –se sabe que la antropofagia ritual no se practicaba sólo con prisioneros
de otras etnias, sino con prisioneros Guaraní [Núñez Cabeza de Vaca 1971: 108, 125]– pero desde entonces
aumentaron en magnitud y frecuencia y, sobre todo, salieron de las propias pautas culturales para
adecuarse a las motivaciones extrañas de los "cristianos". Las represalias contra Aracaré, su
ajusticiamiento por la horca, la guerrilla promovida por su hermano Taberé y el sometimiento de
éste, es un triste y significativo episodio de la ambigüedad en la que estaba entrando la "alianza
hispano-guaraní" [5].
«La participación de los "acompañantes", primeramente voluntaria, pero
luego un gravamen por la continua saca de hombres de sus pueblos, influía
en la desintegración de las antiguas comunidades, tanto económica que
demográficamente» [Susnik 1965: 20].
Son un testimonio del grave deterioro que habían sufrido las relaciones entre "cristianos" y
Guaraní, las continuas rebeliones de éstos durante todo el siglo XVI, más especialmente desde que
comenzó el régimen de las encomiendas [Necker 1979: 249-54].
"Echar de la tierra a los cristianos", se volvía con el tiempo un deseo explícito de los Guaraní,
pero por entonces ya se manifestaban otros factores que actuarían contra ellos, siendo los
principales la disminución demográfica y la desestructuración interna. Incluso la "conquista
espiritual" del siglo XVII contribuyó a completar el proceso [Núñez Cabeza de Vaca 1971: 150, 157;
Schmidl 1947: 97].
Hasta aquí se han examinado algunos aspectos de la relación entre "cristianos" e "indios", lo que
también ha servido para determinar cómo conceptuaron la realidad etnológica los "cristianos" de
esta etapa exploratoria y conquistadora, y qué formas de comportamiento mutuo surgieron de
aquellos primeros contactos, especialmente con los Guaraní.
Los "cristianos"
Pero, ¿qué eran los "cristianos" para los indios?.
Que los expedicionarios y conquistadores del Paraguay se autodenominaban y se conceptuaban
a sí mismos como "cristianos", aparece claramente en la documentación de la época. Los hechos
iniciales de la entrada colonial en el Paraguay son identificados como obra y empresa de
"cristianos", a pesar de que lo que más frecuentemente se describe es cómo los "cristianos"
saquean [Ramírez, DHG I: 99], entran a descubrir [Núñez Cabeza de Vaca 1971: 150], buscan el camino de
los metales [Irala, DHG II: 315], se hacen servir por los Cario y cuidar por sus mujeres [Schmidl 1947: 5758], o simplemente hacen la guerra [Núñez Cabeza de Vaca 1971: 159, 146].
Según la connotación semántica de la época, "cristiano" viene a ser un concepto étnico, más que
religioso o ético, aunque no excluya estas notas. "Cristiano" se contrapone a "indio" o "natural".
"Cristianos" son ante todo los europeos, los "blancos" [6]; con frecuencia aparece la especificación
"cristianos españoles" [Núñez Cabeza de Vaca 1971: 103, 120 y sgs], porque también están los "cristianos"
portugueses o alemanes. Es "cristiano" cualquier persona no indígena. Un texto banal puede aclarar
estos sentidos:
«mataron los españoles y indios en obra de una hora muy grande cantidad
de dorados, que hubo cristiano que mató él solo cuarenta dorados» [Núñez
Cabeza de Vaca 1971: 175].
Por analogía, se llamó alguna vez "cristianos" a indios que estaban al servicio de los "cristianos"
y que, según la mentalidad indígena, se les habían asimilado. Irala, en enero de 1543, recoge la
extraña noticia de que entre los Chané estaban «dos cristianos como nosotros, salvo que no tenían
escopetas ni arcabuces ni vestidos como los nuetros ni tampoco tenían barbas...» –es decir,
"cristianos" sin las características étnicas y culturales de los "cristianos"–; ahora bien, los tales
"cristianos" resultan ser dos indios que «a ellos llaman cristianos por haber sido esclavos del dicho
Alejo García», aquel primer "cristiano" que había venido en una migración de Guaraní, desde
Santa Catalina hasta las regiones andinas, por el año 1525 [Irala, DHG II: 317-318; cf. Rubio 1942: 41-45].
Ciertamente fueron llamados también "cristianos" aquellos indios que, con el agua del bautismo,
habían recibido un patronímico cristiano, al parecer el de su padrino o protector. En 1542, por
ejemplo, por ser "cristianos y vasallos de Su Majestad" pedían amparo y ayuda contra los
Guaycurú,
«indios principales, los nombres de los cuales son: Pedro de Mendoza y
Juan de Salazar Curipati, Francisco Ruiz Mayraru y Lorenzo Moquiraci, y
Gonzalo Mayraru, y otros cristianos nuevamente convertidos» [Núñez Cabeza
de Vaca 1971: 130].
Por la misma época, estaban en «las labranzas y caseríos de los cristianos... mujeres de la
generación de los guaraníes, cristianas nuevamente convertidas», que los Agaz venían a robar
[Núñez Cabeza de Vaca 1971: 141].
Dada la extensión del nombre de cristiano a los indios, se impone la distinción entre "cristianos"
y "cristianos nuevos".
«Los cristianos de acá que allí están desbaratan todo, escandalizando
mucho aquellos nuevos cristianos, porque no dejan a los pobres Indios
mujer, ni hija, ni roza, ni red, ni cuña, ni esclavo, ni cosa buena que no les
tomen y roben» [Antonio Rodrigues (1553), Monumenta Brasiliae I: 479].
La identificación semántica inicialmente presentada entre "cristiano" y "español" (o europeo
blanco), condujo naturalmente a la mayor confusión, a medida especialmente que la estructura y
comportamiento coloniales mostraban su violencia.
«Han concebido los indios muy grande odio al nombre cristiano y tienen a
los españoles por engañadores» [Susnik 1965: 30].
Misioneros posteriores resienten ese nexo fatal y así consideran ser ventaja el «encontrar[se] con
los indios, que estuviesen menos acostumbrados a ver los vicios de los cristianos antiguos; y por
consiguiente tuviesen menos aversión al cristianismo» [7].
La palabra guaraní con que los indios de esta lengua designaron a los "cristianos", ya desde los
comienzos, fue la de karaí [8].
La aventura semántica del vocablo guaraní karaí ofrece no pocas analogías con el uso histórico
y social del término "cristiano", aunque también divergencias por su misma connotación indígena.
Según una información del padre Anchieta (1584), podría haber sido en el Brasil donde
comenzó la aplicación del término a los portugueses.
«Caraiba... quiere decir como cosa santa o sobrenatural; y por esta causa
pusieron este nombre a los portugueses, luego cuando vinieron, teniéndolos
por cosa grande, como de otro mundo, por venir de tan lejos sobre las
aguas. Estos mismos hechiceros...» [Cartas Jesuíticas III: 332].
A esta interpretación se adhiere mucho tiempo después el padre Dobrizhoffer, aunque modifica
parcialmente sus connotaciones.
«Los brasileños llamaban carayba, a quieness tienen virtud para hacer
milagros, por donde dieron ese nombre a los europeos recientemente
venidos, ya que veían aquellos artefactos, antes desconocidos por ellos y
que les parecían superar las fuerzs de la naturaleza. De aquí que también
los Guaraní, cuya lengua es muy parecida a la brasileña [entiéndase: tupí],
a los españoles, así como a cualquier europeo, los llaman hasta hoy caray»
[Dobrizhoffer 1784, II: 81; 1968, II: 79].
La asociación de los europeos con "dioses" o "chamanes" fue un fenómeno incluso frecuente en
los primeros contactos que los indios de América tuvieron con aquellos.
Dentro del complejo étnico y cultural de los Tupí-Guaraní,
«son karaíba, es decir chamanes dotados de un poder carismático
excepcional, quienes han suscitado esos movimientos mesiánicos que, en
numerosos casos, hicieron migrar a tribus enteras» [9].
En los primeros "cristianos" que entraron en los territorios de los Guaraní del Paraguay aparecía
ciertamente una decidida voluntad de "migración", que al principio puede haber sido interpretada
como carisma de karaí. Alejo García, llegando de las costas del Brasil hasta atravesar todo el
Chaco, dirigiendo o acompañando una migración guaraní, podría haber sido llamado karaí.
Esto no quiere decir necesariamente que todos los Guaraní del Paraguay hayan visto en los
"cristianos" virtudes de karaí. Más probable es que hayan sido los mismos "cristianos" quienes,
conocedores de lo prestigioso del término, se hayan atribuido dicha denominación. El discurso con
que se presentaron los primeros "cristianos" frente a Asunción, en la versión del hermano Antonio
Rodrigues, muestra por analogía las pretensiones "divinas" de los recién llegados como recurso
para hacerse aceptar por los Guaraní.
«Un hombre que llevábamos, que sabía la lengua,
empezó a decir a aquellos gentiles... que nosotros
éramos hijos de Dios...» [10].
En el primer catecismo de doctrina cristiana en guaraní que
seguramente conoció ya una primera versión hacia 1586 y que era
adoptado oficialmente en 1603, como catecismo traducido por
fray Luis Bolaños, el término karaí entraba como sinónimo de
"cristiano" y de "bautizado" [11], uso sin duda ya generalizado por
entonces. En dicho catecismo se hace decir al catecúmeno que los
"no cristianos" –los "no karaí"– solamente al "hacerse cristianos"
–al hacerse karaí–, son hijos de Dios, hijos de Tupã. "Bautismo"
es traducido por "aquello con lo que uno se hace karaí". Se llevó
la sinonimia de "cristiano" y "bautizado" a cualquier acto de echar
agua bendita a personas o cosas, y así "bendecir" equivalía a
Mbyá-Guaraní del antiguo
"hacer karaí" y cualquier objeto "bendito" –imagen, agua,
Mba'e Verá, en los montes de
candela, etc.– recibía la adjetivación de karaí.
Caaguasú. «Tekotevẽ ñande
Sin embargo junto a este sentido religioso del término estaba y rovatavy ñañemongarai uka
haguã (es necesario ser imbécil
para dejarse bautizar)» (Cadogan
1960: 148).
Foto Melià.
ha estado vigente el significado de karaí para los "españoles", los amos, los señores, los dueños y
los patrones.
Consciente de toda la ambigüedad que el primer siglo de historia colonial había introducido en
la palabra karaí, el padre Antonio Ruiz de Montoya, el mejor conocedor de la lengua guaraní de
aquellos tiempos, hace notar al respecto que karaí es
«astuto, mañoso. Vocablo con que honraron a sus hechizeros
universalmente; y assí lo aplicaron a los Españoles, y muy impropiamente
al nombre Christiano, y a cosas benditas, y así no usamos dél en estos
sentidos» [Montoya 1639 b: 90, v.– item carai].
Hay que señalar que el uso social del Paraguay colonial no siguió la propuesta lingüística de
Montoya, y karaí permaneció preñado de todas las contradicciones propias del proceso colonial,
también "cristiano".
Los indios, bautizándose tomaban nombre de karaí, pero en realidad no entraban en la sociedad
de los nuevos karaí, quienes ya habían retenido para sí un significado exclusivo que no pensaban
compartir con los otros; el de ser señor, el de merecer respeto, el de ser superior, y el de tener y
poder exigir la sumisión y el trabajo necesarios para ello [12].
Al final de la etapa exploratoria, aquellos "cristianos" del principio ya habían renunciado a sus
ilusiones migratorias de karaí; ahora los karaí se volvían ante todo encomenderos y a éstos los
Guaraní ya no los acompañaban, sino que les tenían que estar sujetos.
[*] Publicado en Contribuções à antropologia em homenagem a Egon Schaden, São Paulo
1981, pp. 157-167.
[1] Cf. la carta de Ramírez (DHG I: 101).
[2] Schmidl (1947: 54). Los productos aquí descritos son esencialmente los mismos que le eran
regalados a Alvar Núñez Cabeza de Vaca cuando hacía camino desde Santa Catalina hasta
Asunción (cf. Núñez Cabeza de Vaca 1971: 115, 121; Díaz de Gusmán 1969: 77). La fertilidad del
Paraguay, sus cultivos y la paradisíaca variedad de sus frutos así como lo abundante de su fauna,
fueron repetidamente objeto de maravillosas descripciones por parte de los "naturalistas" jesuitas,
por ejemplo, y de los viajeros (cf. Furlgong, G. Naturalistas argentinos durante la dominación
hispánica. Buenos Aires, 1948; Azara, Félix de. Viajes por la América Meridional.Madrid, 1969).
[3] Cf. Núñez Cabeza de Vaca (1971: 147): «Estos indios (los Guaycurú) nunca están quedos de
tres días arriba en un asiento; andan buscando la caza y monterías y pesquerías para sustentarse, y
traen consigo sus mujeres e hijos, y deseoso el gobernador de atraerlos a nuestra santa fe católica,
preguntó a los clérigos y religiosos si había manera para poder industriar y doctrinar aquellos
indios. Y le respondieron que no podía ser, por no tener los indios asiento cierto...».
[4] Cf. la guerra contra los Agaz (Schmidl 1947: 59) y la guerra contra los Guaycurú (Núñez
Cabeza de Vaca 1971: 130, 144).
[5] Núñez Cabeza de Vaca (1971: 157), Schmidl (1947: 76-77). Cf. Rubio (1942: 188-189),
Moreno, F. R. La ciudad de Asunción. Buenos Aires, pp. 87-92. 1926.
[6] Los "blancos" es un término que vemos, por ejemplo, en 1553, en Monumenta Brasiliae (I:
447).
[7] Lozano (1740), citado en Melià (1969, I: 77). Cf. ibid. otros textos similares.
[8] Para las palabras guaraníes se usará una ortografía moderna, la más generalizada actualmente y
que presenta los fonemas con más distinción. Algunas veces, sin embargo, por fidelidad a las
fuentes documentadas, se citará la grafía antigua.
[9] Métraux (1967: 18). Cf. Métraux (1928: 79-83), sobre el modo de ser y las funciones de los
chamanes entre los Tupinambá.
[10] Monumenta Brasiliae (I: 474). La expresión "hijo de Dios", usada por el intérprete, que podría
ser uno de aquellos que habían convivido con los indios en la costa del Brasil, y por lo tanto
conocedor del sentido religioso de los Guaraní, tal vez no haya sido karaí, sino tupã ra'y, siendo
tupã el término tupí-guaraní con el que los "cristianos" hicieron corresponder la palabra Dios,
traducción que prevaleció hasta ahora. De todos modos, sin embargo, tendríamos la prueba de que
los "cristianos" apelan a una nota religiosa para identificarse.
[11] AGI, Aud. de Charcas, 138, Carta del obispo Alonso Guerra a S.M., Santa Fe, 26 de abril de
1586.
[12] Cf. Cadogan (1960: 144-148). En la transformación semántica de las palabras "cristiano" y
karaí, se ha condensado toda una historia de discriminación contra el indio, como lo estudia
Cadogan:
«El que no sea un cristiano es, lógicamente, un ser sub-humano; no es karaí (no fue bautizado, ni
es descendiente de señores, de españoles), es sencillamente un avá, un palurdo, un indio... La
peonada de los yerbales siempre los tuvo por animales por no haber sido bautizados (citando a
Bertoni)».
Los Guaraní tribales actuales tienen una idea muy clara de la discriminación de que son objeto. El
mismo Cadogan cita algunos incidentes significativos:
«A Remigio Benítez, dirigente del grupo de Mbyá radicados en Zanja Pytã (Dpto. de Caaguasú),
alguien abordóle el mismo tema en mi presencia. "Sí, dejarme bautizar, para que, cuando me vean
pasar me señalen con el dedo y digan: Mirad aquel avá [indio] imbécil que se da aires de civilizado
(oñembokaraí)! ¿Qué ganaron los de Pa'ijha y Karuperá (extintas misiones de la congregación del
Verbo Divino)? Los patrones los estafan igual que a nosotros: los obrajeros meten sus bueyes en
sus chacras sin pedirles permiso y sin pagarles un céntimo de indemnización por los perjuicios que
ocasionan; ningún pa'i (sacerdote católico) cuida de ellos cuando enferman, tampoco les defienden
cuando los paraguayos les ultrajan... Tekotevẽ ñande rovatavy ñañemongarai uka haguã (es
necesario ser imbécil para dejarse bautizar)"», ibid. 147-48.
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Fuente: [MeB2:17-29], reproducido con permiso del autor - www.guaranirenda.com - 2004
El "modo de ser" guaraní en la primera documentación
jesuítica (1594-1639)
Por: Bartomeu Melià, 1981 [*]
El conocimiento del "modo de ser" y realidad cultural de los Guaraní es una cuestión preliminar y
obvia para el análisis del proceso colonial, del que el proceso reduccional jesuítico no es sino una
variante [1].
Para este conocimiento etnográfico de los Guaraní, la documentación jesuítica, aunque no única
–está también la de otros clérigos, así como la de pobladores, soldados y funcionarios de la
colonia– es ciertamente la que registra la mayor y más importante cantidad de datos.
Fuentes documentales
Lo mejor de la documentación etnográfica de los jesuitas respecto a los Guaraní se concentra de
hecho entre los años 1594 y 1939, tomando como referencia límite dos documentos importantes: la
carta del padre Alonso Barzana a Juan Sebastián (1594) [Pulicada en Furlong 1968] y la Conquista
Espiritual del padre Antonio Ruiz de Montoya (1639) [Usamos la edición más moderna: Montoya 1892]. Es
el período en el cual se dan los primeros contactos de los jesuitas con las naciones genéricamente
conocidas como Guaraní, cuando se realizan "entradas" en regiones hasta entonces poco o nada
"batidas del español", y se establecen nuevas reducciones.
La información etnográfica se halla, sobre todo, en aquellas cartas en las que se narra la
fundación de las sucesivas reducciones [2]. Estas cartas de "fundación" presentan la característica
de contar los sucesos diversos que acaecían en los primeros contactos entre jesuitas y Guaraní, por
vista de ojo y de forma bastante directa e inmediata. Estas cartas son la fuente primera y principal.
Y de paso hay que notar que es la menos citada –y probablemente también la menos conocida– por
los mismos historiadores.
Junto a las cartas de los misioneros particulares que vivían in loco los sucesos del proceso
reduccional, deben ser vistas las llamadas cartas anuas de los superiores provinciales [3]. Estas
incluyen con frecuencia largos fragmentos de cartas remitidas por los propios misioneros
particulares del lugar y presentan la ventaja de ofrecer un cuadro general de las situaciones
distintas en que se encuentran los jesuitas según los distintos lugares y momentos de sus relaciones
con los indios. En una misma carta anua se puede leer la excelente acogida de los Guaraní a los
jesuitas en un lugar, mientras que en otro los jesuitas son asesinados por los Guaraní, lo que indica
la complejidad de factores que determinaban el comportamiento indígena frente a las nuevas
formas de vida introducidas por los padres. Las cartas anuas presentan ya, eventualmente, una
elaboración secundaria de la actividad misionera entre los indios, con acentuadas intenciones
apologéticas, pensando incluso en un lector europeo que debe quedar edificado con tanto heroísmo
de los jesuitas, y maravillado con el modo de ser tan curioso de aquellos "bárbaros". Respecto a las
cartas de los misioneros particulares, estas cartas anuas provinciales representan una versión más
ideologizada.
Otra fuente documental para la etnografía guaraní de la época, de la cual prácticamente no se ha
sacado todavía ningún partido, son los trabajos lingüísticos del padre Montoya, en especial el
Tesoro de la lengua guaraní (1639) y las páginas dedicadas a los nombres de parentesco que
figuran en el Catecismo de la lengua guaraní (1640) [4]. Está implícita en estos trabajos la mejor
etnografía de los Guaraní tal como "se vivían" ellos mismos en su lengua, lugar privilegiado en el
que se expresa la cultura de un pueblo.
La Conquista Espiritual (1639) del mismo Antonio Ruiz de Montoya es la única crónica
contemporánea de las primeras reducciones [5]. Viene a ser un memorial casi autobiográfico de las
actividades de Montoya entre los Guaraní, que ilustra con detalle las diversas situaciones políticas
y culturales a través de las cuales procedía la reducción.
Posteriormente a esta fecha referencial de 1939, la misma documentación jesuítica pierde
relevancia en términos etnográficos [6]. El período de entradas y primeros contactos está
prácticamente cerrado, y los cambios que se operan en las reducciones se refieren a traslados y
reubicación de pueblos de indios ya reducidos. Consecuentemente los jesuitas hablan cada vez más
de la evolución, progresos y problemas de los pueblos y doctrinas, mientras que las referencias al
estado "primitivo" de los Guaraní se hacen menos frecuentes.
Metodología etnohistórica
De la lectura de las fuentes citadas, ¿pueden extraerse datos suficientes y apropiados para la
reconstrucción de la realidad cultural guaraní previa a los primeros contactos coloniales o por lo
menos concomitante con ellos?.
En la documentación ciertamente no se encuentra lo que pudiera ser considerado un tratado
etnológico sobre cultura guaraní. No se cuenta para los Guaraní con aquella documentación
relativamente bien sistematizada con que fueron dados a conocer los Tupinambá del área de
colonización portuguesa y francesa [7].
De todos modos, las referencias respecto a los Guaraní de los siglos XVI y XVII, aunque
dispersas y por lo mismo difíciles de ser inventariadas y detalladas, no dejan de ser numerosas y
ricas en contenido. Incluso, a pesar de lo dicho, no faltan algunas páginas en las cuales se presenta
un cuadro general de cómo el jesuita llegó a ver lo que creyó más característico del modo de ser de
los Guaraní. Así en la carta de Barzana (1594) se aborda expresamente algo de «su religión,
gobierno, costumbres, vestidos, comidas, cantos» [Cf. Furlong 1968: 93]; el capítulo X de la
Conquista Espiritual responde precisamente al título de «ritos de los indios guaranís» [Montoya
1892: 49-54]; un informe de un jesuita anónimo –que tal vez sea el padre Marciel de Lorenzana–
presenta en 1620 una apretada síntesis del estado cultural y político en que se encuentran los indios
relacionados con la colonia paraguaya [MCA I, 1951: 166-174]; y está también un fragmento de una
carta de Montoya que trata un poco más detenidamente de las «fábulas y supersticiones que esta
gente tiene» [Anua de 1628, en MCA I, 1951: 271-275].
Pero lo más importante en la documentación conocida no son estos esbozos de cultura guaraní
algo sistematizados, sino el conjunto de datos en los que el modo de ser indígena aparece en
acción, como práctica propiamente cultural, que es al mismo tiempo práctica política, de los
Guaraní frente a ese otro sistema que se introduce entre ellos y pretende mudarlos. En la
confrontación los dos sistemas se juzgan mutuamente y, entrando en crisis, se revelan. Por eso
mismo las cartas, las de fundación sobre todo, tienen que ser leídas a modo de diario de campo que
recoge impresiones inmediatas, casos particulares, anécdotas, contrastes llamativos, sin que haya
habido tiempo para formular una visión de conjunto y mucho menos sistematizar los
conocimientos en una totalidad integrada, como podría desear un etnólogo actual. Aun así, muchos
de estos escritos misioneros superan –como hacía notar Malinowski a propósito de misioneros de
otras latitudes y de época mucho más moderna [Malinowski 1976: 33]– a la mayoría de relatos tenidos
como científicos, en plasticidad, vivacidad y realismo. Los detalles, la reflexiones directas, los
imponderables de la vida real que se acumulan en las páginas misioneras son tantos que
constituyen una buena base para una reconstrucción de la realidad, con tal que se aplique una
metodología y unas reglas de interpretación adecuadas.
Tal vez la clave hermenéutica más importante para abordar la lectura de la documentación
jesuítica es la que tiene en cuenta su "reduccionismo" [8]. Los jesuitas que escriben sobre los
Guaraní están actuando existencial e ideológicamente en un proceso de "reducción a la vida
política y humana" del indio guaraní, como condición para la reducción a la fe y vida cristiana.
Desde el punto de vista etnográfico el reduccionismo opera sobre todo de dos modos:
fragmentando la realidad y traduciéndola a otras categorías. De hecho las dos operaciones se
condicionan mutuamente. Los datos consignados en los documentos escritos son fragmentarios, no
sólo porque no abarcan todos los aspectos de la vida real de los Guaraní –limitación inherente de
suyo a cualquier intento de documentación etnográfica–, sino porque no dejan de ver esa realidad
ya traducida según las categorías propias del observador, que en ningún momento se desprende de
su condición de "reductor". Al hacer la traducción de la realidad guaraní a la mentalidad misionera
de aquel momento histórico, esa realidad en seguida es relativizada, connotada y modificada a
partir de un sistema de significado ajeno. Los problemas de fragmentación y traducción reductiva
son comunes a casi toda la literatura etnográfica, y no exclusivos de esta literatura jesuítica aquí
considerada.
Lo específico de la "reducción" jesuítica está en el modo concreto como serán determinados los
aspectos de la realidad guaraní que deben ser reducidos, como serán conceptuados y como serán
tratados "políticamente", es decir, a través de actos que pretenden decididamente el cambio
cultural. La realidad guaraní es vista no tanto en sí, cuanto en contraste con el ideal de hombre
político y humano, que es de hecho el hombre "reducido". Al hombre guaraní real se le pretende
sustituir el hombre "reducido". Esta ideología connota y especifica la documentación jesuítica
sobre los Guaraní, aunque en distinto grado según los aspectos tratados.
De este modo se puede considerar que el "reduccionismo" no se extiende ni es aplicado
uniformemente de la misma manera sobre todo el campo etnográfico. Había formas de la realidad
guaraní que aparentemente contrastaban poco o apenas interferían en la proyectada redución. Tales
eran ciertos comportamientos rutinarios o elementos de cultura material, los cuales podían ser
considerados como más neutros, y así son presentados más objetivamente. Otras formas, en
cambio, eran inmediatamente juzgadas como incompatibles con la "vida política y humana". Tales
eran la desnudez, la poligamia, las "borracheras" y los ritos "supersticiosos", las "hechicerías" y la
antropofagia, y así eran vistas e ideologizadas negativamente.
De hecho, sin embargo, siendo la "reducción" un proyecto global, afectaba prácticamente la
totalidad de la cultura guaraní, como puede verse en lo que se refiere a casas y aldeas, actividades
de subsistencia, sistema de parentesco, organización social, formas de gobierno, etc. Todo era
juzgado y "criticado" desde el punto de vista reduccional; no se puede leer un discurso etnográfico
misionero fuera de esta perspectiva. Por otra parte, esta constatación no lo invalida, pero sí lo
relativiza [9].
Hay que notar también que entre los jesuitas de la misma época se dan diferencias notables en la
manera de ver y conceptuar la realidad guaraní, dependiendo ello en parte del modo que tiene cada
misionero de situarse dentro de aquella realidad, de sus puntos de vista personales, de su capacidad
de adaptación, de su mayor o menor equilibrio emocional, sin que se deba descontar el consancio,
el hambre, la enfermedad o las incomodidades del día, que no poco influyen en cualquier escritor
[10]. Mientras un misionero describe la gran abundancia de los Guaraní, otro no comenta sino su
penuria y lo desabrido de sus comidas [11]. Es un ejemplo, entre otros, de la subjetividad
documental del misionero.
Admitida la posición reduccionista, que afecta tanto al contenido como a la forma de la
documentación jesuítica colonial, ¿sería todavía posible revertir los datos de que se dispone hacia
la búsqueda de una totalidad guaraní?. En otros términos, ¿se puede, con los elementos
etnográficos de la documentación jesuítica, reconstruir una etnología guaraní?.
De dos recursos parece que se puede echar mano. Uno consiste en la lectura atenta de las
mismas fuentes, comparando textos análogos, analizando las divergencias, intentando
desideologizar los trazos más prejuzgados, valorando la mayor o menor autenticidad de los
diversos autores, a fin de reencontar las constantes de la visión que los jesuitas hayan podido tener
de los Guaraní.
Con el otro recurso se intenta semantizar distintamente los elementos suministrados por la
documentación jesuítica según la totalidad cultural de los Guaraní actuales. No se trata de buscar
simples coincidencias ni de superponer rasgos semejantes, ya que entre los Guaraní actuales y los
"históricos" media un largo proceso de interferencias exteriores que ha producido cambios
significativos; sino de procurar las categorías fundamentales para una reestructuración semántica
que sea auténticamente guaraní. Los conocimientos que se tienen de la cultura guaraní actual,
gracias a los trabajos de Nimuendajú, Cadogan y Schaden, permiten apelar a este recurso con
seriedad [Cf. Nimuendajú 1914 (y 1978); Cadogan 1959, 1971; Schaden 1954; Melià-Grünberg 1976].
Ñande reko
Discernidas, pues, las fuentes y determinado el recurso metodológico, ¿cómo se presenta en ellas
la realidad cultural guaraní?. Sin entrar en el análisis diferenciado de los principales aspectos
fundamentales de la cultura guaraní, lo que rebasaría los límites de este ensayo, se puede detectar
en la documentación examinada una categoría que parece realmente esencial en el pensamiento y
en la expresión de los Guaraní "históricos", y que también aparece con la misma importancia en los
Guaraní actuales. Es la noción de ñande reko, que puede ser traducido como "nuestro modo de
ser", pero que encierra también otros significados.
Hay que decir que este "modo de ser" guaraní viene explicitado
sobre todo cuando se da la confrontación de dos modos de ser, el
de los Guaraní y el traído por la colonización hispánica, de la cual
el de los jesuitas es sólo una variante. Las formulaciones más
explícitas del modo de ser guaraní aparecen en aquellas
situaciones críticas en las que los indios se sienten amenazados en
su propia identidad; es en el momento en que van a ser
Viejo Paĩ-Tavyterã, con su brillante
"reducidos" cuando ellos más se declaran irreductibles, y
tembetá. «Vivamos al modo de
nuestros pasados...» [Montoya 1892: justifican su posición –y su reacción– apelando a su "modo de
ser", es decir, a su cultura particular y diferente y a su identidad
221]. Foto G. Grünberg.
específica.
Véase por ejemplo cómo se articula, en 1628, la oposición guaraní a la entrada "colonial" del
misionero en términos precisamente de irreductibilidad cultural. Habla Potirava, intentando
convencer a Ñesú, dirigente religioso de aquel lugar, para que rechace la intromisión misionera:
«Yo no siento mi ofensa ni la tuya; sólo siento lo que esta gente advenediza
hace a nuestro ser antiguo (así llaman ellos su antiguo modo de vida) y a lo
que nos ganaron las costumbres de nuestros padres. ¿Por ventura fue otro el
patrimonio que nos dejaron sino nuestra libertad? [...] ¿No han sido hasta
ahora común vivienda nuestra cuanto rodean esos montes, sin que adquiera
posesión en nosotros más el valle que la selva?. Pues ¿por qué consientes
que nuestro ejemplo sujete a nuestros indios, y, lo que es peor, a nuestros
sucesores, a este disimulado cautiverio de reducciones?» [Blanco 1929: 525].
La autenticidad de este discurso viene apoyada en el hecho de que también Montoya, en su
Conquista Espiritual, lo trae. Su versión es distinta, pero mantiene las mismas ideas
fundamentales [Montoya 1892: 228].
Cuando un jesuita intentaba fundar reducciones en el Itatín,
«uno de los principales caciques le dijo con mucha determinación y dureza
que se volviese para su tierra porque ellos no habían de admitir otro ser (su
frase es ésta) al que sus abuelos heredaron» [Carta Anua de 1632-1634, ms. en la
Biblioteca Universitaria de Granada, Caja A 40: f. 273].
Varios pasajes de la ya citada Conquista Espiritual expresan dramáticamente en qué términos
se daba el conflicto cultural y político, lo que permite inferir cómo los Guaraní, sobre todo los
"hechiceros", en realidad los chamanes, conceptuaban su cultura en contraposición con la nueva y
extranjera.
«Los demonios nos han traído a estos hombres –decía uno de estos
dirigentes a su gente–, pues quieren con nuevas doctrinas sacarnos del
antiguo y buen modo de vivir de nuestros antepasados, los cuales tuvieron
muchas mujeres, muchas criadas y libertad en escogerlas a su gusto, y
ahora quieren que nos atemos a una mujer sola. No es razón que esto pase
adelante, sino que los desterremos de nuestras tierras, o les quitemos las
vidas». Y, enfrentando con los mismos misioneros jesuitas, «salió diciendo
a voces: "Ya no se puede sufrir la libertad de éstos, que en nuestras mismas
tierras quieren reducirnos a vivir a su mal modo"» [Montoya 1892: 57-58].
Otro chamán, siempre en la versión del padre Montoya, se expresaba de este modo contra la
reducción:
«Vivamos al modo de nuestros pasados; ¿qué hallan estos Padres de mal en
que tengamos mujeres en abundancia?. Por cierto es locura que, dejadas las
costumbres y buen modo de vivir de nuestros mayores, nos sujetemos a las
novedades que estos Padres quieren introducir» [Montoya 1892: 221].
Como puede verse en los textos citados, hay una referencia continua al modo de vivir y al ser
propio de los Guaraní. Esta referencia normativa a un modo de ser específico está en el centro de
todas las argumentaciones de aquellos Guaraní "históricos". Los jesuitas, al recoger estos
propósitos, tienen interés en señalar que este lenguaje es del todo auténtico, al añadir ellos mismos
entre paréntesis que "así llaman ellos a su modo de ser antiguo" y que "su frase es ésta".
La palabra que se adivina directamente detrás de estas expresiones en castellano es el término
teko. Según Montoya, en su Tesoro de la lengua guaraní, se atribuyen a teko estos valores
semánticos: «ser, estado de vida, condición, estar, costumbre, ley, hábito». Las ejemplificaciones
lexicográficas que añade Montoya explicitan todavía más su sentido:
«Teko'a: cogerle su costumbre, imitar [...] Teko katu: buena vida, libre.
Teko katu dicen a los salvajes que viven como bestias. Teko katu ahê:
éste es un salvaje [...] Teko yma: proceder antiguo. Teko yma nde heja
aguyjetei: es bien dejar las costumbres antiguas. Oñemboeko yma
angaipávari: ha hecho callos en el pecado» [12].
El traductor al guaraní de la Conquista Espiritual, allí donde el castellano decía "costumbres" y
"modo de vivir", restablece la expresión ñande reko –o formas derivadas–, sabiendo
perfectamente que ella reproduce adecuadamente la expresión original del discurso indígena y que
es bastante improbable que se pueda haber usado otro modismo en su lugar:
«Ñande ruveta ha'e ñande mongakuaa haguérami ñote ke jaiko xe ryvy
reta... Mba'e ramo pãnga ãva'e ñande Pa'i nombokatui ñande reko
ijojaeteramo jepe ñande ypykue jeesaereko hague rehe? Mba'e ramo pãnga
ko ñande jekohu aguyjei katu habangue omokañy mota rau ñande hegui
teko pyahu ase moãngapyhy katu haveỹ rehe ñande mbojepokuaa aubo.
Kone ñande rekorã xe ryvy reta?» [Manuscripto 1879: 310. Cf. Nota 5. La negrita de
este texto es nuestra].
Al recuperarse en este texto la expresión guaraní, aparece todavía más clara la confrontación de
dos modos de ser, de dos culturas: el ñande reko tradicional y el teko pyahu, el sistema nuevo,
que no puede satisfacer a los Guaraní.
El capítulo que en la misma Conquista Espiritual llevaba el título de "Ritos de los indios
guaranís", recibe la siguiente versión: Ikarai e'ỹ va'e rekokue rau, que significa literalmente:
Detestable antiguo modo de ser de los no cristianos [Manuscripto 1879: 106].
La existencia y la conciencia expresa de un modo de ser guaraní específico es un dato que
aparece con bastante frecuencia en la documentación examinada.
Aquí conviene anotar que la referencia a un teko como forma de vida propia y como definición
de identidad es también una constante en la expresión de los Guaraní actuales, especialmente
cuando marcan su diferencia frente a otras sociedades que continúan amenazando su libertad y su
derecho a ser ellos mismos.
Los Paĩ-Tavyterã, que no son otros que los antiguos Guaraní del Itatín, designan su auténtico y
verdadero modo de ser como teko katu:
«Por lo que hemos podido escuchar, los Paĩ conciben el teko katu como
regla de lo que el Paĩ es y hace, o mejor dicho, de lo que debe ser y debe
hacer. El teko katu lo constituyen una serie de ideas, de categorías, de
leyes y normas, pautas de comportamiento y actitudes que son las que
definen el modo de ser paĩ. Para el Paĩ el teko katu es una especie de
conciencia que configura además su identidad... Cuando el Paĩ se piensa
como tal Paĩ, lo hace según el sistema y palabras del teko katu» [MeliàGrünberg 1976: 186-187].
En Montoya, el significado primero de teko katu es también: «buena vida, libre», pero
ejemplifica en seguida: «teko katu dicen a los salvajes que viven como bestias» [Montoya 1876: f.
364]. Con ello no hace sino confirmar que los Guaraní no reducidos, y que tampoco querían
reducirse, definían su autenticidad y su identidad en términos de teko katu; sólo que, a través de
un proceso semántico que la historia colonial reproduce frecuentemente, lo más cualificado de una
cultura, en este caso el teko katu, pasa a ser objeto de desprecio y tenido como signo de
salvajismo y barbarie.
Un espacio cultural
Aun teniendo en cuenta que los discursos indígenas han sufrido
transposiciones e inflexiones reductivas, todavía es posible
observar que el teko guaraní es presentado según dos categorías
principales: la espacialidad y la tradición.
El modo de ser guaraní estaría ligado esencialmente al modo
como los indios vivían su espacio geográfico. Datos de la época
confirman el hecho de que los Guaraní estaban
«viviendo a su antigua usanza, en montes, sierras y
valles, en escondidos arroyos, en tres, cuatro o seis Aldea tupinambá, según Hans
(1557). «a su antigua
casas solas, separados a legua, dos, tres, y más, unos Staden
usanza... en tres, cuatro o seis casas
solas...» [Montoya 1639 a: f 6].
de otros» [Montoya 1892: 29].
Es esta forma de organizarse en el espacio la que los dirigentes guaraní consideraban como una
estructura esencial de su cultura, aunque tal vez no tenían de ella una conciencia tan explícita antes
de que se los indujera, más o menos impositivamente, a "reducirse", es decir, a aceptar una nueva
configuración espacial [Cf. Melià 1978 b: 157-167; ver infra: 193-209. Ciertamente la "reducción" como
pueblo, y el espacio que ella producía, se diferenciaban profundamente del tekoha guaraní, el
lugar donde hasta entonces se había realizado y producido la cultura guaraní. Entre los Paĩ
actuales, el tekoha consiste en el complejo de casas-chacras-monte dentro del cual vive una
comunidad semi-autónoma. El tekoha según estos Guaraní actuales, es «el lugar donde vivivos
según nuestras costumbres» [Melià-Grünberg 1976: 218].
El tipo de poblados que describen las fuentes jesuíticas presenta notables coincidencias con los
tekoha, tal como se conocen a través de la etnografía moderna; de ahí que sea permitido inducir
supuestas analogías incluso para aquellos aspectos que la documentación histórica no señaló.
En aquel "informe de un jesuita anónimo" de 1620 se dice de los Guaraní que
«es gente labradora, siempre siembra en montes y cada tres años por lo
menos mudan chácara [...]. Habitan casas bien hechas, armadas encima de
buenos horcones, cubiertas de paja; algunas tienen ocho y diez horcones, y
otras más o menos, conforme el cacique tiene los vasallos, porque todos
suelen vivir en una casa [...]. Sus poblaciones, antes de reducirse, son
pequeñas, porque como siempre siembran en montes, quieren estar pocos,
porque no se les acaben, y también por tener sus pescaderos y cazaderos
acomodados» [MCA I: 166-167].
Montoya es más escueto, pero por esto mismo resalta todavía más la relación entre estructura
espacial y forma de gobierno:
«Vivían y viven hoy los gentiles en poblaciones muy pequeñas, pero no sin
gobierno. Tenían sus caciques, en quien todos reconocen nobleza, heredada
de sus antepasados, fundada en que habían tenido vasallos y gobernado
pueblo. Muchos se ennoblecen con la elocuencia en el hablar [...], con ella
agregan gente y vasallos» [Montoya 1892: 49].
Un tekoha paĩ actual se presenta con las siguientes características:
«Su tamaño puede variar en superficie [...] y en la cantidad de familias (de
8 a 120 en los casos extremos), pero estructura y función se mantienen
igual: tienen liderazgo religioso propio (tekoaruvixa) y político
(mburuvixa, yvyra'ija) y fuerte cohesión social. Al tekoha corresponden
las grandes fiestas religiosas (avatikyry y mitã pepy) y las decisiones a
nivel político y formal en las reuniones generales (aty guasu). El tekoha
tiene un área bien definida, delimitada generalmente por cerros, arroyos y
ríos y es propiedad comunal y exclusiva (tekohakuaaha) [...]. El
tekoaruvixa es autoridad religiosa, siempre varón, y generalmente de edad,
y es el vicario y lugarteniente de Dios-Creador, Ñane Ramõi Jusu Papa,
quien es el tekoaruvixa pavẽ [...]. El es también responsable del bienestar
moral (teko ñemboro'y) y social (teko johayhu, teko joja) en su tekoha,
y tiene la obligación de purificarse junto con su comunidad en los rezos
(oñemboro'y ojehe oñembo'epe). Por eso la principal condición para ser
tekoaruvixa es su bondad reconocida (marangatukue, arandukue ha
ipoxy'ỹngue)» [Melià-Grünberg 1976: 218-219].
Aunque tal vez no se puedan aplicar sin más todas las
características del tekoha paĩ actual a las formaciones guaraní
antiguas –había ya entonces como ahora diferencias "dialectales"
entre las distintas naciones guaraní– el texto etnográfico moderno
aquí transcrito hace entender más específicamente cómo la
categoría del tekoha, lugar de modo de ser, de cultura, de teko,
significa y produce al mismo tiempo relaciones económicas,
relaciones sociales y organización político-religiosa esenciales
El tekoha, espacio de cultura e
para la vida guaraní. En otros términos: la categoría de
espacialidad es fundamental para la cultura guaraní, ella asegura identidad guaraní. «Es gente
labradora, siempre siembra en
la libertad y la posibilidad de mantener la identidad étnica.
montes y caa tres años por lo menos
Aunque parezca un paralogismo, hay que admitir, con los mismos mudan de chácara» [MCA I: 166].
dirigentes guaraní, que sin tekoha no hay teko.
Panambiy, comunidad Paĩ-Tavyterã
del Amambay. Foto Melià.
Este es el razonamiento de Potirava:
«La libertad antigua veo que se pierde, de discurrir por valles y por selvas,
porque estos sacerdotes extranjeros nos hacinan a pueblos, no para nuestro
bien, sino para que oigamos doctrina tan opuesta a los ritos y costumbres
de nuestros antepasados» [13].
Tierra sin mal
Dentro de la categoría de la espacialidad guaraní entraría también aquel modo particular de vivirla
que es la migración. En los textos históricos aquí considerados, el teko guaraní se afirma como
localización libre frente a la concentración impuesta por el sistema de encomiendas o por la
reducción; el aspecto migratorio del modo de ser guaraní no aparece claramente, aunque
implícitamente no queda excluido. Mudar de lugar para hacer chacras nuevas o para mejor
aprovechar los recursos naturales, no exige necesariamente migración propiamente dicha, pero
ciertametne la incentiva. De hecho se tienen datos de migraciones todavía en tiempos "históricos"
y son numerosas las muestras arqueológicas que atestiguan grandes desplazamientos de las
naciones guaraní [Métraux 1927; Susnik 1975 (especialmente los mapas)].
Sin embargo, la documentación manejada no permite deducir, por lo que se refiere a los Guaraní
de esa época, que «todo pensamiento y la práctica religiosa de los indios gravitan en torno a la
Tierra sin mal» [Clastres 1978:51].
En el Tesoro de Montoya la expresión yvy marane'ỹ aparece traducido como «suelo intacto,
que no ha sido edificado»; y ka'a marane'ỹ, como «monte donde no han sacado palos, ni se ha
traqueado» [Montoya 1876: f. 209 v.]. Estas acepciones indican un uso ecológico y económico, que
dista bastante del significado religioso y místico de "tierra sin mal" con que reaparece la expresión
yvy marane'ỹ entre los Guaraní actuales [Nimuendajú 1978: 116-128].
El tema de la "tierra sin mal" es demasiado complejo para que pueda ser tratado brevemente. Se
sugiere, sin embargo, la hipótesis de que, si yvy marane'ỹ en la acepción más antigua registrada
documentalmente es simplemente un suelo virgen, su búsqueda económica puede haber sido el
motivo principal de muchos desplazamientos de los Guaraní [Fernandes 1963: 107]. La historia
semántica de yvy marane'ỹ, de suelo virgen hasta "tierra sin mal", probablemente no está
desligada de la historia colonial que los Guaraní han tenido que soportar.
En la búsqueda de un suelo donde poder vivir su modo de ser auténtico, los Guaraní pueden
haber hecho cristalizar tanto sus antiguas aspiraciones religiosas como la conciencia de los nuevos
conflictos históricos. Yvy marane'ỹ se convertía en "tierra sin mal", tierra física, como en su
acepción antigua, y a la vez tierrra mística, después de tanta migración frustrada.
Por los caminos de la tradición
Otra categoría con que los Guaraní daban razón de su teko era su ser tradicional. Si la espacialidad
estructuraba el sistema en términos sincrónicos, la tradición lo colocaba en el eje de la diacronía,
lleno de pasado y preñado de futuro. Los Guaraní apelaban continuamente a las "expresiones
colectivas anteriores", para usar una expresión de Florestán Fernandes a propósito de la educación
tupinambá [Fernandes 1975: 34]. En este sentido se pueden interpretar expresiones como "ser antiguo y
a lo que nos ganaron las costumbres de nuestros padres", "el ser que sus abuelos heredaron", "el
buen modo de vivir de nuestros antepasados". Es cierto que este modo de hablar, tal como está
documentado, aparece casi exclusivamente como reacción contra la novedad subversiva que es la
invasión del mundo colonial; pero no se reduce a ella. La tradición no nace en el momento de la
confrontación; la tradición, como "comportamiento sacramentado" [Ibidem], está presente antes,
durante y después del accidente colonial.
El contenido de la tradición guaraní lo registra, en parte, la
documentación jesuítica al recoger detalles etnográficos de todo orden
que el misionero sólo sabe explicar como costumbre inveterada, hábito
antiguo o condición recibida. Son precisamente aquellos
comportamientos que más desafían la racionalidad supuestamente
universal del misionero, los que revelan los aspectos más tradicionales
de la cultura guaraní: desnudez, comidas raras, práctica de la "couvade",
poligamia, ritos funerarios, antropofagia, hechicería, etc. Para el
misionero casi parece establecerse una oposición sistemática entre
tradición guaraní y racionalidad.
El teko katu, que Montoya no desconocía significar "vida buena y
libre", pasó a ser semantizado en la vida misionera como
comportamiento salvaje y hasta bestial: «teko katu dicen a los salvajes, Dirigente religioso PaĩTavyterã. «Es toda esta
que viven como bestias» [Montoya 1876: f 364/358]. Está claro que con este nación muy inclinada a
sentido peyorativo de teko katu se pretende denigrar a los "selvícolas", religión...» [Padre Alonso
a todos aquellos que en la selva viven todavía como Guaraní libres. Una Barzana, en Furlong 1968:
ideologización análoga fue aplicada a la expresión teko yma, "proceder 93]. Foto Melià.
antiguo", dándose de ella las siguientes frases ilustrativas:
«Teko yma nde heja aguyjetei, es bien dejar las costumbres antiguas.
Gueco yma nderari año oiko, no deja su costumbre antigua. Oñemboeko
yma angaipávari, ha hecho callos en el pecado» [Montoya 1876: f 364v/358v].
Se ve cómo en la conceptualización misionera existe una tradición antigua, pero que debe ser
abandonada; ella viene a ser asimilada con el pecado.
Por supuesto que las frases seleccionadas por Montoya en su Tesoro no tienen valor axiomático,
pero no dejan de tipificar lingüísticamente la mentalidad misionera respecto a la cultura tradicional
de los Guaraní. Más aún: los indios "reducidos" son inducidos a pensar del mismo modo sobre sus
antiguas usanzas, su proceder antiguo, en fin, su tradición. Cuando, por ejemplo, el chamán
Guyraverá se va convirtiendo, se dirá de él que «va perdiendo su ser y se va humanando» [MCA I:
302], mientras que el retorno a la tradición es considerado negativamente: «se huyeron tres tropas
de indios –cuenta un misionero– a sus tierras antiguas, a meterse por aquellos montes a vivir como
salvajes, sin acordarse más de Dios» [14].
Por supuesto que para los mismos Guaraní el "antiguo modo de proceder" y la tradición tienen
otro sentido, como se entrevé en los mutilados discursos que los jesuitas transcribieron. La
tradición, lejos de ser un desafío a la racionalidad, la sustenta y la justifica. La tradición es algo
más que el comportamiento habitual, y no se reduce a una repetición rutinaria de actividades. La
tradición muestra su carácter normativo basado sobre la sacralidad de las experiencias y las
palabras primigenias, y tiene también un carácter paradigmático, que viene sancionado por los
ejemplos de los antepasados. La tradición echa sus raíces en la mitología, pero se procesa
concretamente a través de quienes la vivieron durante un largo período de tiempo: los "abuelos".
De este modo, en la tradición convergen perennidad e historia.
Concretamente, son dos las herencias tradicionales sobre las que los Guaraní de esta
documentación más insisten, sin duda por considerarlas más amenazadas en ese momento: la
poligamia y la práctica ritual.
Poligamia tradicional
La poligamia –pero no se olvide que se está limitado por el punto de vista misionero– aparece en
boca de los Guaraní como la más tradicional de sus estructuras fundamentales:
«Hermanos y hijos míos, ya no es tiempo de sufrir tantos males y
calamidades como nos vienen por estos que llamamos Padres; enciérrannos
en una casa (iglesia había de decir), y allí nos dan voces y nos dicen al
revés de lo que nuestros antepasados hicieron y nos enseñaron; ellos
tuvieron muchas mujeres, y éstos nos las quitan, y quieren que nos
contentemos con una; no nos está bien esto; busquemos el remedio de estos
males» [Montoya 1892: 61].
En los varios discursos de este caquique-chamán, que reproduce la Conquista Espiritual de
Montoya, poligamia y tradición se confunden. Discutiendo con los misioneros, les decía:
«Vosotros no sois sacerdotes, enviados de Dios para nuestro remedio, sino
demonios del infierno, enviados por su príncipe para nuestra perdición [...].
Nuestros antepasados vivieron con libertad, teniendo a su favor las mujeres
que querían sin que nadie les fuese a la mano [...], y vosotros queréis
destruir las tradiciones suyas, ponernos una tan pesada carga como atarnos
con una mujer» [Montoya 1892: 58. Cf. supra, Montoya 1892: 57-58, 221].
La existencia de la poligamia la atestigua Montoya: «conocimos –dice él– algunos de estos
[caciques] que tenían a 15, 20 y 30 mujeres» [Montoya 1892: 49]. De hecho, los misioneros de los
pueblos de Loreto y San Ignacio, entre ellos el mismo Montoya, pensaban que la poligamia estaba
tan arraigada entre los Guaraní, que era mejor no problematizarla de entrada:
«todos los domingos tratábamos con toda claridad de los misterios de
nuestra santa fe y de los preceptos divinos, [pero] en el sexto
[mandamiento] guardamos silencio en público [...]. Duró este silencio dos
años» [15].
Hay que notar que los misioneros no conseguían pensar la poligamia sino como libertinaje
sexual y desenfreno, cuando la lectura contextual de las expresiones de los Guaraní permite
detectar que para ellos es ante todo una forma esencial y tradicional de cultura:
«honremos el modo de vivir de nuestros pasados, y acabemos ya con estos
Padres, y gocemos de nuestras mujeres y de nuestra libertad» [Montoya 1892:
61].
Se sabe que la poligamia de los Tupinambá, como sistema de intercambio social de mujeres,
estaba también relacionado con la organización social y política y con actividades económicas
propiamente femeninas [16].
Montoya relaciona de hecho la poligamia con la economía al decir que a los caciques «sirven
sus plebeyos de hacerles rozas, sembrar y coger las mieses, hacerles casas, y darles sus hijas
cuando ellos las apetecen» [Montoya 1892: 49].
La indicación de Montoya sobre todo que «su autoridad y honra la tenían [los caciques] en tener
muchas mujeres y criadas» [Montoya 1892: 55], permite asumir una conclusión como la de Florestan
Fernandes respecto a los Tupinambá:
«El análisis de los datos disponibles muestra que había una relación muy
íntima entre el número de esposas de un individuo y su posición en la
jerarquía tribal [...]. [Existiría] una conexión causal entre la poliginia y el
sistema tribal de relaciones económicas. De hecho, razones de orden
económico impulsaban a una pareja a procurar atraer otras mujeres a su
convivencia» [Fernandes 1963: 240-241].
Por otra parte, el número de mujeres de 15 a 30 para un hombre era excepcional. Los casos
concretos de poligamia que refieren las fuentes dan cuenta de un número más limitado, sin excluir
que la mayoría de los Guaraní no tenían sino una sola esposa [17].
No es extraño, pues, por todo lo anotado aquí brevemente, que los Guaraní pretendan preservar
la poligamia como un valor cultural que echa sus raíces en una tradición
aceptada, respetable, y nuclear para su sistema [18].
Danza ritual y resistencia política
«Óiganse, sólo en nuestra tierra el sonido de nuestros calabazos y
tacuaras» [Blanco 1929: 447], fue otro modo de apelar por la tradición. El
mbaraka (el "calabazo" de que aquí se habla) y el takua como bastón
de ritmo, son los dos instrumentos rituales por excelencia, del hombre y
de la mujer respectivamente, usados en la danza y el canto. Estos dos
instrumentos musicales tenían y tienen todavía hoy una importancia
muy significativa en el complejo cultural tupí y guaraní [Métraux 1928 a:
Maracas y flauta ritual de los
Paĩ-Tavyterã. «Óiganse, sólo
en nuestra tierra el sonido de
nuestros calabazos y
tacuaras» [Blanco 1929: 447].
Foto Melià.
215-217].
Mbaraka, según Montoya, es un «calabazo, con cuentas dentro, que sirve de instrumento
para cantar, y de ahí ponen nombre a todo instrumento músico» [19]. El bastón de ritmo de las
mujeres está poco citado entre los Guaraní, y Montoya parece desconocerlo, dando de takua
solamente los significados botánidos o aquellos relacionados con la cultura material [20].
Es curioso que la documentación misionera no recoge argumentaciones tan explícitas sobre
danza ritual y tradición, como a propósito de la poligamia. Parecería que para los misioneros la
mayor oposición a la conversión y a la reducción era simplemente de orden moral, concretamente
la supuesta lujuria inherente a la poligamia, y no de orden propiamente religioso. Sin embargo,
como se verá, el comportamiento actuado por los Guaraní se presenta como el de un pueblo
profundamente religioso, que encuentra en la danza ritual una expresión privilegiada de su ser.
«Es toda esta nación muy inclinada a religión, verdadera o falsa [...]; hasta
hoy [...] tienen sembrados mil agüeros y supersticiones y ritos de estos
maestros, cuya principal doctrina es enseñarles a que bailen de día y de
noche, por lo que vienen a morir de hambre, olvidadas sus sementeras»
[Carta del padre Alonso Barzana, de 1594, en Furlong 1968: 93].
El discurso de Potirava, citado ya varias veces, opone la doctrina de los Padres a «los ritos y
costumbres de nuestros antepasados» [Montoya 1892: 228-229] y de nuevo hay que admitir que había
captado lo que de más fundamental había en el conflicto entre dos modos de ser, de pensar y de
expresarse.
Un payé, Juan Cuara, queriendo levantar la resistencia de los Guaraní guayreños contra la
misión, argumentaba de modo parecido:
«Vivid según vuestras antiguas costumbres, danzad y bebed. Celebrad el
culto de vuestros antepasados» [Del Techo 1897, III: 179-180].
Ya en el primer movimiento mesiánico histórico de que se tiene
noticia entre los Guaraní del Paraguay, la danza ritual tradicional
constituye en sí una afirmación agresiva de identidad frente a los
invasores:
«Entre los indios se ha levantado uno con
un niño, que dice ser Dios o hijo de Dios,
y que tornan con esta invención a sus
cantares pasados, a que son inclinados de
su naturaleza, por los cuales cantares
tenemos noticia que en tiempos pasados
Marangatuha, lugar de santidad, de
canto y danza ritual. «Vivid según
muchas veces se perdieron; porque, entre
vuestras antiguas costumbres,
tanto que dura, ni siembran ni paran en
danzad y bebed. Celebrad el culto de
sus casas, sino, como locos, de noche y de
vuestros antepasados» [Del Techo
día en otra cosa no entienden sino en
1897: 179-180]. Foto G. Grünberg.
cantar y bailar, hasta que mueren de
hambre o de cansancio, sin que quede hombre ni mujer, niño ni viejo, y así
pierden los tristes la vida y el ánima» [Carta del clérigo Martín González, 5 de julio
de 1556, en Cartas de Indias, Madrid 1877: 632].
Otras rebeliones de los Guaraní contra la dominación colonial se procesaban, no pocas veces,
como vuelta a sus «ritos y ceremonias» [Cf. Necker 1979: 75]. El famoso levantamiento de Oberá en la
región de Guarambaré, en el año 1579, es un buen paradigma de lo que eran los movimientos de
liberación guaraní y del lugar que en ellos ocupaba la danza ritual. Por donde pasaba, Oberá era
seguido por una grande multitud de indios, que se negaban en adelante a servir a los españoles.
Oberá prometía a todos la libertad. Cantaban y danzaban ininterrumpidamente durante días:
«Entre otros cantares que les hacía cantar, el más celebrado y ordinario,
según alcancé a saber –dirá el poeta Martín Barco de Centenera–, era éste:
Overa, overa, overa, pa'i tupã ñandẽve, hije, hije, hije. Quiere decir:
Resplandor, resplandor, resplandor del padre, también Dios a nosotros,
holguémonos, holguémonos, holguémonos» [21].
Por supuesto que no son las rebeliones las que causan la danza ritual, siendo ésta una práctica
religiosa anterior y no limitada a los momentos de crisis extrañas. Pero la danza sustenta la
rebelión, dándole un adecuado cauce simbólico y emocional en la línea de la más auténtica
tradición.
Manteniendo la danza o revitalizándola, los chamanes reactualizaban de hecho tanto la
mitología tradicional como la propia institución chamánica ligada con ella, en un intento por
fortalecer todo el sistema cultural guaraní. De ahí su importancia como recurso en la lucha
anticolonial.
«Preguntando un día a los indios que dónde estaban y qué era la causa de
perderse sus casas, me dijeron que unos jerokyhára [danzantes], que
andaban por los tetãmini [aldeas], los engañaban, diciendo que este pueblo
se había de destruir, y que predicaban contra nosotros haciendo burla de lo
que enseñábamos, y decían que ellos eran dioses y criaban los maizales y
comida y eran señores de los fantasmas de los montes, de los itakyseja
[dueños de las piedras cortantes] y de los yvytypo [habitantes de los
cerros], y que los tigres andaban a su voluntad y mataban a los que ellos
querían, y que los primeros que habían de perecer habían de ser los
vaqueros y los yvyrapondára [carpinteros] y los que se hacían cristianos, y
que los que trabajaban en el pueblo se les había de perder las comidas»
[MCA III: 106].
La especial relevancia de este texto consiste en que relaciona la danza de estos chamanes con los
discursos que profieren, donde se pueden reconocer varios elementos esenciales de la mitología
guaraní, en especial los referentes a la cataclismología, tal como aparecen también en otros textos
[MCA IV: 253-254. Cf. Melià 1975: 126-127] y como fueron revelados por la etnografía más moderna
[Nimuendajú 1978: 87-91, 173-176. Cadogan 1959: 57-59]. En las palabras de estos chamanes hay también
una toma de conciencia contra aquellos elementos coloniales sonsiderados desintegradores de la
identidad guaraní, como ser vaqueros y carpinteros y trabajar en pueblos formados.
La categoría de los jerokyhára, según algunos textos, estaría subordinada a la de los grandes
"hechiceros", siendo tal vez algunos de ellos meros ejecutores y guías de la danza:
«Depacharon [los hechiceros] –se dice– a toda aquella tierra muchos
discípulos suyos, que llaman jerokyhára [...], trayendo los que estaban en
los pueblos, con danzas, bailes y cantos, diciendo en ellos cómo aquellos
pueblos se habían de acabar, y todo lo demás que los hechiceros decían.
Con esto la gente comenzó a temer, y muchos se iban del pueblo y dejaban
perder sus casas, estándose en sus chácaras y pueblecillos» [MCA IV: 254. Cf.
también MCA IV: 272; Montoya 1892: 273].
Una vea más la danza aparece como forma de resistencia contra la nueva cultura de reducción a
pueblos, e implícitamente como afirmación de la propia identidad.
La existencia de jerokyhára de condición inferior a la de los hechiceros "profetas" no relega de
ningún modo la danza a un segundo plano, ya que los verdaderos dirigentes de la danza y los
señores del decir son aquellos grandes "profetas" que nunca dejan ellos mismos de danzar y cantar,
haciendo de la danza y del canto el espacio y el tiempo privilegiado de su ser.
La danza ritual, como deja entrever la documentación citada, es
el lugar donde se estructuran la más importantes funciones
chamánicas, donde los hombres se dicen y se vuelven dioses,
donde se cantan las palabras inspiradas, donde se profieren
amenazas cataclísmicas, especialmente cuando llegan las
invasiones coloniales que pretenden destruir la identidad guaraní.
La importancia que tiene la danza ritual entre los Guaraní
actuales, aun admitiendo procesos históricos que hayan podido
influir en ella, permite entender por qué la cultura guaraní, ya
desde los primeros tiempos en que pudo ser registrada
documentalmente, apelaba tan dramática y fuertemente a esta
forma de tradición:
Opy, casa con funciones rituales, con
su cerca empalizada. Aldea mbyá de
Potrero Guasú, en la región de Jesús
y Trinidad. Foto Melià.
«Un problema que a todos preocupa; un peligro que amenaza al grupo,
aunque sólo sea en la fantasía del payé; una epidemia; una empresa común;
a veces, una simple sensación de malestar general inexplicable, y hasta el
mero placer del espectáculo, reúne a los Apapokúva en su casa de danza»
[Nimuendajú 1978: 104].
En este ensayo no es posible examinar exhaustivamente la danza ritual en relación con el
sistema guaraní total, pero la documentación escogida como base de este trabajo permitiría, a pesar
de sus lagunas y prejuicios, deducir algunas de sus formas y finalidades principales. El tema
llevaría naturalmente al análisis del chamanismo guaraní, para lo cual abundan los datos, por la
simple razón de que la actuación de los misioneros se desarrolla en buena parte como
confrontación y respuesta a los "hechiceros", una "guerra de mesías", cuyos episodios son narrados
con bastante detalle en las fuentes documentales [Cf. Métraux 1967: 23-32; Melià 1969, I: 5; 1975: 122-123].
Tal vez lo más interesante de la documentación jesuítica del primer período reduccional está en
que los Guaraní en ella tratados todavía llegan a transmitir de sí mismos una imagen bastante
auténtica, estructurada sobre las categorías fundamentales de espacialidad irreductible y de
tradición firme.
[*] Publicado en Archivum Historicum Soc. Iesu 50, Roma 1981, pp. 212-233.
[1] La importancia de la cuestión ha sido reconocida, aunque a partir de planteamientos diversos,
por los autores que han tratado más detenidamente de las reducciones del Paraguay: Pablo
Hernández (1913), Métraux (1943), Mörner (1953), Furlong (1962), Haubert (1966), Bruno
(1966), Susnik (1966, 1971), Nécker (1979).
«Es de gran importancia formar exacta idea del carácter y cualidades de los indios en general y de
los Guaraníes en particular si se quiere entender y apreciar debidamente la organización social
entre ellos introducida por los jesuitas», Hernández 1913, I:43.
«Magnus Mörner, qui, dans une oeuvre classique, a fait descendre sur terre les "paradis" jésuites en
les situant dans leur contexte économique et politique, a remarqué qu'une compréhension
sociologique de ces institucions n'était possible qu'avec une "connaissance exhaustive des
contitions ethnographiques". La validité de cette afirmation a été démontrée pour la première fois
dans les études d'Alfred Métraux, Maxime Haubert et Branislava Susnik. Celles-ci ont notamment
montré comment para plusieurs aspects les institutions des réductions ressemblaient à des
institutions précolombiennes; elles ont aussi mis en évidence le fait que la société Guaraní n'était
pas une pâte infiniment malléable entre les mains des "civilisateurs" jésuites et que ceux-ci durent
s'adapter aux indigènes autant que ces derniers durent s'adapter aus missionnaires», Necker 1979:
3.
Sin embargo, a pesar de admitir que se trata de una cuestión fundamental, se carece todavía de una
etnología guaraní aceptable. En el caso de algunos escritores eclesiásticos: Hernández, Furlong,
Bruno, la presentación del indio guaraní da lugar a verdaderos despropósitos históricos,
alimentados por prejuicios racistas.
«Los indios Guaraníes [...] eran un pueblo en estado de decadencia, que cada vez iba acercándose
más a la degradación que llega a la semejanza con los animales irracionales [...]. [Los vicios] los
habían reducido a la condición de no tener entendimiento de hombres adultos sino por intervalos.
Sólo les quedaba la habilidad para las artes mecánicas», Hernández, 1913, I: 83.
Las páginas que el padre Furlong dedica al indio guaraní están también llenas de contradicciones y
asertos gratuitos, explicables en quien considera como ideal de hombre al "europeo" (Furlong
1962: 70-79). El padre Bruno (1966) hereda el mismo papel de prejuicios.
[2] La mayor parte de esta documentación ha sido publicada en MCA. De menor importancia
etnográfica son los documentos recogidos en la obra de Pablo Pastells, Historia de la Compañia
de Jesús en la Provincia del Paraguay, I (Madrid 1912). Para una historiografía jesuítica más
completa, cf. Efraim Cardozo, Historiografía paraguaya, I: Paraguay indígena, español y
jesuíta (México 1959). La obra de Blanco 1929 trae documentos de la época de estos mártires de
1628.
[3] Cartas anuas 1927-29. Está todavía inédita la carta anua de 1632-34, del padre Diego de
Boroa, "Anales de la Prov. del Paraguay, desde el año 32, hasta el de 34, a Nro. Muy Rdo. Padre
Mucio Vitheleschi Prepósito General de la Comp.a de Jhs.", manuscrito en la Biblioteca de la
Universidad de Granada (España), Caja A 40, f. 249-308. Alguna de estas cartas anuas fue
publicada ya en aquella época para "edificación" de todos: Adam Schirmbeck. Messis
paraquariensis a Patribus Societatis Jesu per sexennium in Paraquaria collecta annis
videlicet 1638, 39, 40, 41, 42, 43 (Monachii... 1649).
[4] El Tesoro de Montoya será citado según la edición de París-Viena 1876. Cf. p. 318-329 de
dicho Catecismo. Varios trabajos modernos han tomado el análisis de esta terminología de
parentesco para una interpretación del sistema social de los Guaraní; cf. Fernandes 1963: 201.
[5] Casi un siglo después se hizo de esta obra una versión en lengua guaraní, al parecer destinada a
eventuales lectores indígenas; «Aba reta y caray eỹ baecue Tupã upe ynemboaguiye uca hague Pay
de la Comp.a de Ihs poromboeramo ara cae... 1733 pipe S. Nicolas pe»», que fue publicado bajo el
título general de Manuscripto guaraní da Bibliotheca Nacional do Rio do Janeiro sobre a
Primitiva catechese dos índios das Missões, composto en castelhano pelo P. Antonio Ruiz
Montoya, vertido para guaraní por outro padre jesuita, e agora publicado con a tradução
portugueza, notas, e un esboço grammatical do abáñeẽ pelo Dr. Baptista Caetano de Almeida
Nogueira, en Annaes da Bibliotheca Nacional do Río do Janeiro, 6 (Rio 1879), XVIII-366 p.
Nos referimos a veces a esta versión, porque a pesar de ser un texto "reduccional", deja
trasparentar en la lengua guaraní formas de cultura auténticas.
[6] Dobrizhoffer (I, 1967), ya en pleno siglo XVIII, ofrece todavía datos de primera importancia
sobre los Guaraní del Mba'e verá; en realidad se trata de la última entrada de los jesuitas en una
región poco explorada, donde se encontraban los "monteses" del Tarumá, lugar donde se
establecieron las últimas reducciones.
[7] Trabajando sobre esa documentación, Métraus (1928 a y b) y Fernandes (1963; 1970)
escribieron obras hoy clásicas, y modelo de síntesis de etnología histórica.
[8] Cf. Melià 1978 a: 541-548. El término "reduccionismo" está usado en función de la noción de
"reducciones", como queda explicado aquí.
[9] Es un hecho que, ya para aquella época, había jesuitas que, "etnográficamente" hablando,
sabían "colgar su hamaca en el lugar adecuado" (para usar la expresión de Malinowski 1976: 26), y
otros, no.
[10] Se puede admitir con Malinowski (1976: 33) que, «cuando un comerciante, funcionario o
misionero establece relaciones activas con los nativos, es para transformarlos, influenciarlos o
usarlos, lo que hace imposible una observación verdaderamente imparcial y objetiva, e impide un
contacto abierto y sincero»; pero, contra el mismo etnógrafo, pensamos que tampoco es objetiva la
posición de aquel que, «viviendo en la aldea, sin otras responsabilidades que no sean las de
observar la vida nativa, ve las costumbres, las ceremonias, y los intercambios por muchas veces».
[11] «Siembran [...] maíz, mandioca y otras muchas raíces y legumbres, que ellos tienen muy
buenas: dase todo con grande abundancia», MCA I: 166.
«Aunque a los Padres les falte, como suele casi siempre, el socorro de limosna del Rey, no les
faltan las limosnas de estos buenos indios, que todos los días traen a casa de su voluntad las
legumbres, el pescado, la fruta silvestre, la miel también silvestre, con lo que tienen, con lo que a
los Padres les sobra», MCA I: 214.
Pero otro misionero se expresa de este modo: «No hay año ninguno en que estos pobrecitos
naturales no padezcan mil calamidades y desventuras de hambre, frío, enfermedades y
mortandades, de que abundan todas estas pobres tierras, causadas sin duda ya del poco gobierno y
traza que tienen en cuidar de sus comidas, pues sólo están solícitos del día de hoy... [Sigue una
descripción enteramente prejuzgada sobre práctica indígena de las actividades de subsistencia]. La
comida es del mismo jaez; la ordinaria es un triste vino, que hacen de maíz mascado y cocido en
una poca de agua (y éste es el sumo regalo, y lo que más apetecen), o unos pocos frijoles cocidos
con mera agua, sin otro recaudo ni especies; y cuando quieren variar, es con una harina que hacen
de raíces podridas de propósito, que sólo el mal olor que tiene nos ahuyenta de ella. [El misionero
se extiende en comentarios negativos sobre hábitos indígenas que le repugnan y que quisiera
mudar]. Si queremos regalarlos, con la pobreza que tenemos, y quitárnoslo de la boca por dárselo,
no lo amostran ni comen. Antes dicen muchos o todos que nuestras comidas les matan [...]; estos
desdenes [...] nacen [...] no de mala voluntad, sino de poco caudal y entendimiento, criado entre
montes, sin otro magisterio que el de los brutos animales», MCA IV: 80-82.
[12] Montoya 1876: f. 363-364v. Transcribiremos todas las citas en guaraní según la ortografía
establecida por el padre A. Guash sin mudar, por supuesto, la forma de las palabras. Los vocablos
no acentuados gráficamente son oxítonos .
[13] Montoya 1892: 228-229. Un texto de C. Lévi-Strauss, Tristes Trópicos (São Paulo 1957:
230-231 ilustra, aunque a propósito de una estructura aldeana muy diferente de la de los Guaraní,
la importancia de la categoría espacial: «La distribución circular de las casas en torno de la casa de
los hombres es de tal importancia, en lo que se refiere a vida social y práctica de culto, que los
misioneros salesianos [...] percibieron luego que el medio más seguro para convertir a los Bororo
consistía en hacerles abandonar su aldea por otra en la que las casas estuvieran dispuestas en líneas
paralelas. Desorientados con relación a los puntos cardinales, privados del plano que administra un
argumento a su saber, los indígenas pierden rápidamente el sentido de las tradiciones, somo si sus
sistemas social y religioso fuesen demasiado complicados para dispensarse del esquema que el
plano de la aldea hacía patente y cuyos contornos refrescaban perpetuamente sus gestos
cotidianos».
[14] MCA IV: 96. Este modo de pensar sobre la vida libre de los indios perdura hasta la actualidad;
los indios son continuamente acosados, capturados y hasta matados, bajo la espeie de hacerlos
entrar en la civilización. Cf. Melià-Miraglia-Münzel 1973 (especialmente p. 48-50).
[15] Montoya 1892: 55. El sexto mandamiento se refiere generalmente a la fornicación, pero en el
contexto se entiende de la poligamia. Antes que los jesuitas, los franciscanos, en su trabajo de
reducción de los Guaraní, «les quitaron muchas supersticiones de que usaban, y abusos que tenían,
en especial uno, que era que todos generalmente estaban con cinco, seis y más mujeres; les dieron
a entender que no habían de tener más de una mujer legítima, conforme nuestra ley católica y
cristiana, lo cual hicieron los Indios» (citado por Necker 1979: 77). La documentación jesuítica
casi no habla de homosexualidad, que probablemente existía entre los Guaraní, como entre los
Tupinambá; cf. Montoya 1876: f. 362v/356v., item tevíro: somético. Cf. también Fernandes 1963:
159-161.
[16] Cf. Fernandes 1963: 239-242; 129-133. La división sexual del trabajo entre los Guaraní ha
sido mantenida bastante extrictamente hasta los tiempos modernos. Cf. Müller 1934: 191; MiliàGrünberg 1976: 205-206.
[17] «En realidad, los Tupinambá vivían en régimen de monogamia ocasional y de poliginia
ocasional», Fernandes 1963: 239. Lo mismo puede decirse de los Guaraní.
[18] En la historia de las reducciones misioneras se tiene no raras veces la impresión de que la
conversión cristiana es encarada primordialmente como aceptación del matrimonio monogámico,
especialmente entre los caciques. Véase, por ejemplo, el caso de Guyraverá, en Montoya 1892: 62.
[19] Montoya 1876: f. 212v. «La condición indispensable para una danza payé es que por lo menos
el payé tenga una maraca; ésta se fabrica con una calabaza de capacidad variable, pero que suele
ser de un litro o más. En su interior las maracas llevan las semillas negras de ymau [...]. Estas
mbaraka son a menudo viejas herencias que pasan de padre a hijo. Me parece que su santidad y
fuerza mágica reside especialmente en su "voz", es decir: en su sonido. Yo considero la mbaraka
como símbolo de la raza guaraní [...]. Tan pronto la mbaraka suena, seria y solemne, parece
invitar a presentarse ante la divinidad; luego suena fuerte y salvaje, arrastrando los danzantes hacia
el éxtasis; más tarde, otra vez suave y temblorosa, como si llorara en ella el viejo anhelo de esta
cansada raza por "nuestra madre" y por el reposo en la "tierra sin mal"», Nimuendajú 1978: 99.
Este modo de ver las maracas es, sin duda, más objetivo y guaraní que escucharlas, a la manera de
algún misionero, como simples «calabazos que atruenan el aire», MCA IV: 95. La maraca fue
incorporada como instrumento músico en la liturgia de las reducciones, como muestra el friso de
los ángeles músicos de la iglesia de Trinidad (ver Furlong 1962: 482), pero ya desacralizada y
lesligada de su virtud chamánica.
[20] Montoya 1876: f. 355v/349v. «El uso del takuapu (takuára de danza) es absolutamente
común entre las mujeres: la takuára es un instrumento todavía más exclusivo de la mujer que el
mbaraka lo es del hombre. También en este instrumento la "voz" es lo principal, pero tanto en
capacidad de modulación como en fuerza mágica y nimbo religioso, queda muy por detrás de la
mbaraka», Nimuendajú 1978: 100.
[21] Martín de Barco de Centenera, La Argentina. Poema histórico. Reimpresión facsimilar de la
primera edición, Lisboa 1602. Buenos Aires 1912: f. 159. La rebelión de Oberá representó un
verdadero peligro para la frágil e insegura colonia española de aquellos años. El episodio figura
con detalle en la historia de Lozano (1873-75, III: 210-227). Métraux (1967: 23-26) lo comenta,
dándole grande importancia. Cf. Melià 1969, I: 4-6.
«La agitación socio-religiosa de Overá no era nueva al concepto de los guaraníes; basta comparar
el rol de los shamanes en la lucha de los guaraníes del Guayrá por la integridad frente a los
invasores, o de los shamanes en la provincia uruguayense de los guaraníes. Hay que considerar los
siguientes factores: la influencia de los payés andantes por las aldeas guaraníes y tupinambáes en
la época de la cultura neolítica; el poder de su oratoria; el concepto siempre vivo de una
extraposición de las almas de los shamanes; su poder mágico basado en el principio de los
"tupichuá", un poder derivado del dominio de las fuerzas malignas y negativas como garantía de
un destino seguro de la comunidad; la misma idea de la búsqueda de una "tierra sin mal", de "yvy
mara'eỹ", de una tierra sin peligros cataclísmicos y de una tierra parecida al destino de las almas
definitivamente externadas, creaba una predisposición psicológica para que los guaraníes, viéndose
amanazados por las vejaciones continuas de los nuevos conquistadores, recurrieran a sus "cantores
y hechiceros"; y aun no creyéndoles, como lo sucedió con frecuencia en dichas provincias
norteñas, representaba tal agitación un desahogo y creaba una psicosis colectiva por la persistencia
del ceremonial de danzas», Susnik 1965: 223.
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El Guaraní reducido
Por: Bartomeu Melià, 1981 [*]
La historiografía dominante reprodujo durante años la imagen de un Guaraní servicial y servil, de
un aliado que en realidad es un dominado.
Sin embargo los textos documentales que se refieren al primer siglo de la dominación española,
muestran suficientemente la resistencia activa de los Guaraní contra aquellos «1.500 parásitos
europeos» [Necker 1979: 23] que se habían establecido en sus tierras, y luego reclamaban los
productos de la tierra, el servicio personal de los indios, sus mujeres y su libertad. El detalle de los
movimientos de la resistencia activa contra los conquistadores y colonos cuenta con nada menos
que 23 acciones de levantamiento y rebelión entre 1537 en que se funda la casa fuerte de la
Asunción, y 1609, en que se inician las reducciones de los jesuitas [Necker 1979: 249-54]. A estos
ataques y reacciones armadas hay que añadir las huidas, la pasividad y la inercia con que los
Guaraní, hombres y mujeres, respondían contra aquella dominación; voces y silencios de un
pueblo que sufre [cfr Susnik 1965: 30-33].
Para la mentalidad española resulta indignante que muchos de los levantamientos eran liderados
por los "hechiceros", hombres que se decían dioses o hijos de Dios. Eran los "payé", aquellos
chamanes inspirados que con sus cantos y danzas interminables, dinamizaban y encauzaban
simbólicamente la desesperación de un pueblo que se ve amenazado en las tradiciones de sus
antepasados, burlado políticamente en una alianza no correspondida, y explotado económicamente
el don sin reciprocidad. La rebelión de Oberá –el resplandeciente– hacia 1579, puede considerarse
como un paradigma de lo que fueron muchos de los movimientos de liberación guaraní.
Oberá decía que era hijo verdadero de Dios, nacido de una virgen, encarnado para la liberación
de su pueblo. Su hijo Guyraró era su pontífice,
«con rango de que fuese borrando los nombres que a toda su nación habían
impuesto los cristianos, y confiriéndoles con nuevo bautismo, nuevos
nombres según sus antiguos ritos» [Lozano 1873-75, III: 212].
Los Guaraní de Oberá cantaban y danzaban durante días y días. Pero no era solamente la danza
ritual la que hacían revivir para oponerse a la dominación española que había llegado imponiendo
otra religión. Para marcar su reacción contra el sistema colonial y sus novedades económicas, la
gente de Oberá llegó a hacer
«sacrificio de una ternera... hasta que reducida a cenizas, las esparcieron al
viento, queriendo significar con esta supersticiosa ceremonia que como la
ceniza se disipaba por el aire, así habían de acabar ellos a todos los
cristianos» [Lozano 1873-75, III:223].
Por desgracia, el movimiento fue dominado, los indios se rindieron y «se fueron reduciendo a
servir a sus encomenderos» [Ibid.: 229].
En las rebeliones de los Guaraní sobresale su carácter profético, pero esta respuesta profética
contra los abusos coloniales no es una simple rebelión contra la opresión, y una liberación de la
esclavitud, sino más bien una afirmación de la identidad y una voluntad de autenticidad. La
religión guaraní no es instrumentalizada en vistas a la liberación, sino que es la forma que en sí da
sentido al movimiento. Más que una reacción es una búsqueda del propio modo de ser. De ahí la
gratuidad de la danza ritual como expresión sin más de un modo de ser irreductible, contrario a la
cultura del nuevo dominador.
Todavía surgieron otros movimientos de rebeldía y en casi todos ellos se deja adivinar una
estructura profética que se enraiza en la religión guaraní.
A fines del siglo XVI los Guaraní habían organizado suficientemente su reacción contra la
dominación española, y estaban consiguiendo neutralizarla, limitando la expansión colonial, y en
algunas regiones, haciéndola retroceder.
Fue en ese momento político en el que surgen las reducciones del Paraguay, las de los
franciscanos, primero; las de los jesuitas, después.
El recurso de la reducción
La reducción surgió en América como proyecto político de integración del indio dentro del sistema
colonial [cfr. Necker 1979: 57; ver infra:193-194].
En este proyecto colonial el sacerdote, y el religioso más que el clérigo secular, iba a jugar un
papel de primera importancia. La reducción era vista también como un excelente método misional.
En el Paraguay el régimen de reducciones se instaura y
afirma a partir de los años 1580 con los franciscanos. Con
ellas la colonia conseguiría de hecho "reducir" la
confrontación y el conflicto, tanto militar como social que
oponía indios y españoles.
«La intervención de los franciscanos produjo
un efecto procurado, pero jamás alcanzado por
las armas: la pacificación y sumisión de los
Yaguarón, una reducción franciscana a fines
Guaraní a los españoles. Esto permitió no
del siglo XVI. «Juan de San Bernardo ayudó
solamente la evangelización de los indios, sino a hacer las reducciones de los indios
también su sujeción a la encomienda» [Necker naturales de Itá y Yaguarón» [cf. Necker
1979: 69]. Esta nueva iglesia fue comenzada,
1979: 81].
sin embargo, en 1752. Foto Blanch.
Las reducciones de los jesuitas se inscriben en un contexto histórico análogo, pero con una
diferencia de intención significativa. En la conciencia de los primeros Padres –y esto aparece muy
claro en las "instrucciones" del Provincial Diego de Torres Bollo– la reducción es un lugar de
protección contra la encomienda y cualquier forma de esclavitud. Los franciscanos, de hecho
convivían con el sistema encomendero; los jesuitas quieren prescindir de ella, hacen todo lo
posible para desprestigiarla moral y políticamente, y hasta pretenden suprimirla quitándole
simplemente sus condiciones de posibilidad; esto es, dando a los indios otro espacio de vida
colonial independiente de la encomienda; una especie de proyecto anticolonial dentro de la misma
colonia. De hecho los jesuitas en ningún momento cuestionarán el patronato real o cualquier otro
aspecto del orden colonial como tal [cfr. Villegas 1975: 65-70].
Al indio encomendado se opone el indio reducido. Para los jesuitas esta diferencia es sustancial
y satisfactoria. Hoy sabemos cuánto de ilusión había en esa perspectiva. Las reducciones nunca
dejarían de ser un producto de la norma colonial, cuya práctica abusiva querían corregir. De ahí, a
mi modo de ver, procede la alta dramaticidad histórica de esta experiencia.
Cómo vieron los jesuitas esa singular realización misional, no dejaron de explicarlo a sus
superiores y al mundo entero durante decenas de años. Tuvieron sus defensores y sus detractores.
Pero no se trata de exponer aquí los objetivos de la reducción según los jesuitas ni la evaluación
de sus resultados supuestos. Mi perspectiva es otra: ¿cómo vieron los Guaraní su propia
reducción?.
Es claro que tendré que usar casi exclusivamente documentación jesuítica, pero aun así creo que
se pueden rescatar muchas expresiones y actitudes auténticas de los mismos indios, siempre que se
aplique una adecuada corrección hermenéutica.
Las hachas de hierro
Delante de la reducción jesuítica, la actitud de los indios es aparentemente contradictoria:
francamente aceptada y hasta solicitada por unos, es contestada y vehementemente rechazada por
otros.
Los testimonios de la buena aceptación que tenía la entrada de los Padres entre los Guaraní se
repiten con frecuencia.
«Nueve caciques, todos ellos muy cuerdos, se han ofrecido a venirse con su
gente desde luego, y han comenzado algunos de ellos a hacer sus chozas,
que es la mejor señal que podíamos tener» [Lozano 1755, II: 179].
Esta es la impresión entusiasta que tiene el P. Lorenzana al fundar la primera reducción de San
Ignacio Guasú. Los Guaraní del Guayrá se muestran igualmente abiertos.
«Varios caciques desde el primer momento se apalabraron y
dieron su nombre para hacer dos pueblos, uno en el mismo
Pirapó, de tres mil indios que contados con las mujeres e
hijos y toda la chusma a seis cada casa, son diez y ocho mil
almas... y es tanta la gente de la circunvecina que piden
sacerdotes, que me envió a pedir el Padre Joseph [Cataldini]
para otras tantas reducciones otros seis padres» [Pastells I: 15355, citado por Furlong 1962: 104].
En otros lugares se da la misma acogida a los misioneros:
«Un cazique llamadoYtupayu... vino a pedir Padres para su
tierra... [otros] me recibieron con mucha alegría y me
La cruz misionera de San
Miguel. «Se querían todos
juntar y tener pueblo grande
y Padres que les levantasen
cruz...» [MCA II: 37]. Foto
Blanch.
dijeron que en el río Yiquity donde estaban sus tierras avia mucha gente; y
que se querían todos juntar y tener pueblo grande y Padres que les
lebantassen cruz...» [MCA III: 36-37].
«En un pueblo antes de llegar a él levantaron al Padre sobre sus brazos y
hombros, y llevaron un buen trecho...» [MCA II: 33].
La acogida dispensada a los jesuitas por parte de los Guaraní puede explicarse por las normas de
la hospitalidad indígena, por la curiosidad que despertaba su llegada, y por la simpatía que se
establecía con esos hombres amables y desarmados que sabían acariciar a niños y viejos.
«El fruto que hasta ahora experimentamos es haberles ganado [a los indios]
la voluntad; en especial a los viejos y viejas, que se precian mucho de que
los quiero y regalo más que a los demás», confesará el Padre Lorenzana [cit.
por Furlong 1962: 97; Pastells I, 163].
Alfred Métraux, uno de los mejores analistas de la relación jesuítico-guaraní en términos
antropológicos, se hace la siguiente pregunta:
«¿Por qué los indios recibieron a los jesuitas como amigos y aceptaron
incluso su tutela? La respuesta a esta cuestión no es simple. La política de
los jesuitas triunfó por diversos motivos; pero si leemos atentamente cartas
y relaciones que nos describen sus primeros contactos con una tribu
salvaje, notaremos el papel primordial que el hierro desempeña en eso»
[Métraux 1959].
En efecto, hachas de hierro y reducción aparecen con frecuencia estrechamente unidas.
«Presentada a un cacique una cuña... sale de los montes», dice el padre Montoya [Montoya 1892: 197].
Neolíticos de la edad de piedra, los Guaraní conocían y usaban las hachas de piedra para hacer sus
canoas y derribar los árboles para sus rozas.
«Después de reducirlos nuestros Padres, les llevan esta misma forma de
cuñas, pero hechas de hierro; y con cada una de ellas se gana una familia
que se reduce de buena gana, por tener con qué hacer sus canoas y
sementeras » [Blanco 1929: 627].
La obtención de cuñas como motivo para reducirse aparece todavía más expresamente en este
testimonio sobre la actividad misionera del Padre Roque González:
«Fueron juntándose los caciques comarcanos a ver los Padres y tomar
cuñas (que es con lo que se prendan), porque recibida la cuña se obligan a
reducirse... Este mismo día habiendo acabado de repartir doscientas cuñas
antes de decir misa escribió un billete el Padre Roque al Padre Pedro
Romero (que fue el último que escribió en esta vida) en que decía que
estaba aquella reducción tal cual se podía desear, y que si tuvieran cuñas
vendrían más de quinientos indios» [Blanco 1929: 486-87].
«El hierro crea entre quienes descubrieron su uso, una tiranía invencible. Una vez conocido el
metal no se vuelve a la edad de piedra», constataba Métraux con toda la verdad en el ya citado
estudio.
Otras ventajas que pueden considerarse menores pero que probablemente ejercieron una
considerable influencia psicológica en los indios, eran también motivo de atracción. A veces eran
los presentes y regalos de ropas y objetos de metal: cuchillos, tijeras, anzuelos, agujas... Otras era
incluso la repartición de alimentos [MCA III: 39-40; 76]. La agrupación en poblados mayores y la
adopción de la casa particular para una familia nuclear, parece también haber sido recibido con
agrado [Blanco 1929: 660]. La previdencia del misionero que poco a poco se ocupaba y se preocupaba
de todo –«él hace todo solo», se dirá del Padre Roque González [Blanco 1929: 581]– no desagrada
tampoco a los indios. Son los tantos imponderables del régimen paternalista que tanto atrae y ata.
Un espacio de libertad
Las reducciones jesuíticas se presentan en un momento histórico en que la libertad de los indios ha
sido ya repetidamente maltratada y continúa siendo amenazada por varios frentes.
La defensa del indio contra el servicio personal que exigían los encomenderos, constituía un
principio básico del plan jesuítico de reducción. Los Padres que fueron a fundar las reducciones del
Guayrá, llevaban instrucciones precisas de su Provincial Diego Torres Bollo, para que se controlara
la entrada de españoles en los pueblos y de ningún modo se permitiera que éstos sacaran "piezas",
es decir, indios de servicio. Estas normas fueron siempre seguidas.
A un cacique que había llegado a la reducción de Guarambaré, el Padre Francisco de San Martín
«le tranquilizó además en lo referente a las temidas invasiones de parte de los españoles, sus
vejaciones y crueldades...» [CA I: 296]. La posición de los Padres fue en este punto de notable
firmeza, y los Guaraní entendieron que no se trataba de meras palabras.
«El hecho es que se ha difundido el buen olor de los nuestros entre los
habitantes de Guarambaré, y esto mismo saca a los indios de sus
escondrijos, adonde se habían refugiado por miedo de los españoles,
animándeles a ponerse a salvo bajo nuestro amparo» [CA I: 299].
Llegó a arraigarse firmemente la convicción de que «donde los indios reciben a los Padres, no
entran los españoles a inquietarlos» [MCA II: 37].
Que las reducciones jesuíticas no estaban ordenadas en función de los pueblos de españoles,
fueron éstos los primeros en sentirlo. El Paraguay criollo miraba las reducciones como un cuerpo
extraño que no se dejaba asimilar. Una lucha sorda y continua dominó durante décadas las
relaciones entre los españoles, jesuitas y Guaraní de las reducciones.
La reducción, sin embargo, no pretendía ser una organización económica o una protección
política. Para los jesuitas era decididamente una misión y una doctrina que llama a la conversión.
¿Cómo aceptaron los Guaraní esta misión? Creo que con los datos que se tienen en la
documentación hay que admitir que los Guaraní aceptaron la fe cristiana, de la que la vida en la
reduciión era como el sacramento. La devoción a la cruz, a María, a los santos, la participación en
la liturgia, el aprendizaje de la doctrina cristiana, la moralidad de las costumbres, significan una
sinceridad en la aceptación de la fe en Jesucristo, que no es justo poner sistemáticamente en duda.
Un disimulado cautiverio
Paralelamente con la visión que asume y asimila la reducción, se dio otra de marcada oposición.
En medio de los indios reducidos, quedaba todavía el Guaraní irreductible. Lo característico de
esta actitud de rebeldía y crítica es que viene identificada con la categoría especial de personas: los
"hechiceros", los payés, los chamanes. Para los padres la actitud y argumentación de estos críticos
del sistema reduccional tiene mucho de ridículo, insensato y hasta diabólico, lleno de "disparates"
[Blanco 1929: 410].
He aquí algunos de sus discursos y puntos de vista retenidos por la misma documentación
jesuítica.
«¿Por ventura fue otro el patrimonio que nos dejaron nuestros padres, sino
la libertad? La misma naturaleza que nos eximión del gravamen de ajena
servidumbre, ¿no nos hizo libres aun de vivir aligados a un sitio? ¿No ha
sido hasta ahora común vivienda nuestra cuanto rodea estos montes, sin
que adquiera posesión en nosotros más el valle que la selva? Pues, ¿por qué
consientes que nuestro ejemplo sujete a nuestros indios y lo que es peor a
nuestros sucesores, a este disimulado cautiverio de reducciones de que nos
desobligó la naturaleza?» [Blanco 1929: 525].
El instigador de la muerte del Padre Roque, el indio Potirava, hace un análisis muy correcto del
significado político de la reducción. Él y otros como él manifiestan su recelo y oposición contra la
reducción, porque captaron, creo yo, el colonialismo interno e inherente al sistema reductor. Otro
dirigente guaraní se expresa en términos análogos:
«La libertad antigua veo que se pierde, de discurrir por valles y selvas,
porque estos sacerdotes extranjeros nos hacinan a pueblos, no para nuestro
bien, sino para que oigamos la doctrina tan opuesta a los ritos y costumbres
de nuestros antepasados» [Montoya 1892: 228-29].
Los dirigentes guaraní no se engañan sobre los cambios radicales de estructura que producirá la
reducción. Es interesante notar que la reducción haya sido conceptuada por los Guaraní más
críticos como pérdida de libertad; en otros términos, opresión y no liberación. La expresión
"disumulado cautiverio" queda ahí como toque de alerta inquietante.
Si por una parte la reducción es aceptada y acogida como novedad tecnológica, protección
contra la esclavitud y afirmación política de algunos caciques, por otra no consigue apagar ni
suprimir la conciencia que muchos tienen, en especial los chamanes de que su modo de ser
tradicional, su teko, está siendo amenazado. Es la propia identidad guaraní la que está siendo
amenazada. Es la propia identidad guaraní la que está en juego a través de la reducción. De ahí la
oposición de los Guaraní contra los jesuitas en varios casos. Al jesuita que entra en el Itatín para
fundar reducciones,
«uno de los principales caciques le dijo con mucha determinación y dureza
que se volviese para su tierra porque ellos no habían de admitir otro ser (su
frase es ésta) al que sus abuelos heredaron» [Carta Anua 1632: f. 273].
«Los demonios nos han traído a estos hombres –decía otro dirigente
guaraní a su gente– pues quieren con nuevas doctrinas sacarnos del antiguo
y buen modo de vivir de nuestros antepasados... No es razón que esto pase
adelante, sino que los desterremos de nuestras tierras, o les quitemos las
vidas».
Y encarando a los Padres:
«Salió diciendo a voces: Ya no se puede sufrir la libertad de éstos que en
nuestras mismas tierras quieren reducirnos a vivir a su mal modo» [Montoya
1982: 57-58].
Otro chamán se expresa de modo parecido:
«Vivamos al modo de nuestros pasados; ¿qué hallan estos Padres de mal en
que tengamos mujeres en abundancia? Por cierto que es locura que dejadas
las costumbres y buen modo de vivir de nuestros mayores, nos sujetemos a
las novedades que estos Padres quieren introducir» [Montoya 1892: 221].
La reducción tiene un carácter totalizante y sus consecuencias serán irreversibles en todos los
órdenes. La reducción perturba la ecología tradicional, trae una nueva morfología social, dispone
del espacio urbano según intenciones precisas, modifica el sistema de parentesco. En la reducción
la religión guaraní es atacada, ridiculizada, suprimida y en fin sustituida. Los "hechiceros" son
acosados y perseguidos, expulsados o domesticados. No hay duda que la reducción pretende
cambiar el ser guaraní. Del chamán Guyraverá se dice, cuando se convierte, que «va perdiendo su
ser, y se va humanando» [MCA I: 302].
Si la intención de la reducción es ésta, no es extraño que aquellos Guaraní que tienen de su ser
una conciencia más aguda y crítica cuales son los chamanes, se levanten proféticamente contra la
reducción. Yo veo la muerte de los Padres Roque González, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo,
como el precio de una invasión colonial, por lo menos en la mentalidad indígena.
La resistencia contra la reducción, muda sin embargo de tono. La lucha no es contra un
conquistador sin escrúpulos, un cazador de esclavos o un encomendero brutal; el jesuita no es visto
así. A lo más llegóse a sospechar que él fuese el portaestandarte y la punta de lanza de una invasión
posterior. Hubo fugitivos provenientes del sector ya colonizado que esparcieron esta inquietud [ver
supra: 152]. Pero en el fondo la oposición contra la reducción es más sutil. Es la conciencia más o
menos expresa de que quien entra en la reducción, queda reducido.
La resistencia de los Guaraní contra la reducción raramente se levantó en armas. Se manifiesta
por el contrario "espiritualmente". Con razón se ha podido hablar de «guerra de mesías» [Métraux
1967: 11-41; ver supra: 151]. Los chamanes guaraní, a través de la comunicación privilegiada del canto
y de la danza, intentan poner a su gente en estado de rechazo conra la reducción-pueblo.
«Despacharon [los "hechiceros"] a toda aquella tierra muchos discípulos
suyos que llaman jerokyhára [danzantes]... trayendo los que estaban en los
pueblos, con danzas, bailes y cantos, diciendo en ellos cómo aquellos
pueblos se habían de acabar... Con esto la gente comenzó a temer, y
muchos se iban del pueblo y dejaban perder sus casas, estándose en sus
chácaras y pueblecillos» [MCA IV: 254].
Contra la reducción la resistencia guaraní se estructura del mismo modo como se presentó contra
la dominación colonial de los primeros tiempos de la conquista. Esto induciría a pensar que para
los "profetas" guaraní, se trata todavía de la misma invasión y "desnaturalización", siendo las
diferencias entre ambas actuaciones –las de los colonos y las de los jesuitas– sólo accidentales.
«Preguntando un día a los indios de dónde estaban y qué era la causa de
perderse sus casas, me dijeron que unos jerokyhára [danzantes] que
andaban por los tetâmini [aldeas], los engañaban diciendo que este pueblo
se había de destruir... decían que ellos eran dioses y criaban los maizales y
comida y eran señores de los fantasmas de los montes, de los itakyseja
[dueños de las piedras-cuchillo] y de los yvytypo [habitantes de los cerros]
y que los tigres andaban a su voluntad y mataban a los que ellos querían, y
que los primeros que habían de perecer habán de ser los vaqueros y los
yvyrapondára [los carpinteros] y los que se hacían cristianos, y que los que
trabajaban en el pueblo se les había de perder las comidas» [MCA:III 106].
La tierra que Dios nos dio
Con los años el sistema de las reducciones se afianzó, se extendió y consolidó. Desde la segunda
mitad del siglo XVII cualquier resistencia activa contra él puede darse por eliminada; por lo menos
no deja rastros de consideración en la documentación. Aunque en el sector de dominación criolla
no jesuítica tuvo lugar todavía en 1660 la gran rebelión de los indios de Arecayá [Velázquez 1965: 30725].
Es cierto que los padres, a medida que
San Miguel. «Tupã Ñ.Y. tecatuai
pasaba el tiempo, se quejan con más
raco S. Miguel marangatu
frecuencia de la pereza, dejadez y desinterés
ombou ybagagui, co yby ore
de los indios en asumir sus trabajos; lo que
recoha poriahurehe, ore
ramõinguera upe» (El mismo podría ser interpretado como una forma de
Dios N.S. envió a San Miguel resistencia pasiva contra aquella vida.
del cielo a nuestros abuelos, por
Estaban también los fugitivos; pero éstos en
esta pobre tierra en que
estamos) (Carta del cabildo de general no volvían al monte, sino que se
San Miguel, de 20 de julio de huían a los pueblos de españoles donde mal
1753) [Archivo Histórico
vivían de changas y conchabos ocasionales,
Nacional, Madrid, Leg. 120 j., fenómeno que se acentuó todavía más
39]. Museo Santa María,
después de la expulsión de los jesuitas
Paraguay. Foto Blanch.
[Susnik 1966: 44-46].
Los chamandes guaraní habían desaparecido o su influencia estaba enteramente neutralizada.
Los Guaraní cantaban y danzaban ahora en la iglesia y en la plaza el nuevo orden reduccional. La
vida había sido ritualizada según pautas nuevas que los Guaraní aparentemente asumieron y
asimilaron con agrado [ver infra: 199-203]. En la literatura jesuítica y pro-jesuítica se difundía la
imagen de un pueblo feliz, felizmente reducido.
¿Cuál era la visión que tenían los propios Guaraní de su reducción? Durante la llamada guerra
guaranítica (1753-56) apareció una oportunidad extraordinaria para que los Guaraní expresaran lo
que sentían sobre sus pueblos.
Por el Tratado de Madrid de 1750 entre España y Portugal siete pueblos de las reducciones
debían pasar al dominio portugués. Esto equivalía a tener que abandonarlos. Los Guaraní se
rebelaron y explicaron su actitud en numerosas cartas que son otros tantos manifiestos. Es en estos
escritos donde aparece fehacientemente un modo de ser guaraní ya transculturado, pero
relativamente autónomo y decidido en su resistencia. Todas estas cartas escritas por los cabildos y
caciques argumentan con una dialéctica similar: el mandato del rey es absurdo e incomprensible
porque va contra los mismos intereses de la corona española. Es además injusto. Ellos no fueron
conquistados por las armas; se sometieron voluntariamente. Sus servicios en la defensa de la
corona, especialmente contra las invasiones de los portugueses, no merecen este trato. Es
insoportable tener que entregar sus pueblos a sus enemigos, españoles y portugueses. Por otra
parte, ¿dónde encontrar tierras tan buenas?.
No se trata de hacer aquí un análisis de la articulación dialéctica de estas cartas. Sólo voy a
fijarme en el tópico de lo que significa para el indio esta su reducción, su pueblo.
La tierra en la que ahora están, es ante todo "la tierra en donde Dios nos puso", "la tierra que
Dios nos dio", "donde Dios nos crió", "donde Dios nos reunió". Esta tierra es una especie de
sacramento de vida cristiana.
«[Los portugueses] quieren y pretenden destruir nuestro cristiano modo de
proceder en nuestras tierras que Jesucristo nos dio y en que nos bendijo con
el mérito de su santísima sangre... la sangre que siguiendo los ejemplos de
Jesucristo derramaron los dichos padres Mendoza y los demás la
derramaron para que los indios después de ya cristianos poseyésemos aun
mejor que antes estas nuestras tierras, y no para que las lograsen y gozasen
los portugueses, que son una gente del diablo» [cfr. Mateos 1949, y Rabuske 1978,
para todos estos textos].
Los indios aprecian con orgullo la construcción majestuosa de sus famosas iglesias.
«También se llega que tenemos una iglesia grande donde nos juntamos, que
nos ha hecho sudar y dado mucho trabajo, y no sólo sudar sino que por ella
hemos derramado mucha sangre y acabado las vidas».
«La iglesia está fabricada de piedra de sillería...» dicen los indios de San Miguel. Las ruinas de
esa iglesia barroca están ahí con toda su grandeza adivinada. Desde un punto de vista socioeconómico los indios tienen clara conciencia de que sus pueblos son fruto de su trabajo.
«Nuestro Santo Rey no sabe ciertamente
lo que es nuestro pueblo ni lo mucho
que nos ha costado. Mirad, señor, más
de cien años hemos trabajado nosotros,
nuestros padres y nuestros abuelos para
edificarlo y ponerlo en el estado que al
presente tiene, habiendo todos tolerado
con incesante tesón por tan dilatado
tiempo increíbles fatigas hasta derramar
El templo de San Miguel, como símbolo de la
nuestra sangre para concluirlo y
resistencia de los Guaraní de los Siete Pueblos.
perfeccionarlo... consta el pueblo de 72 «Mabyte tenanga Tupã upe ñote ore ñemocaneõ
grandes hileras de casas, tiene hierbales hague naicatui ore heya haguãma» (Mucho menos
está bien que dejemos nuestra grande iglesia, en la
muy grandes, y seis algodonales de
que sólo para Dios nos cansamos) (Carta del cabildo
mucha extensión. Las chacras de los
San Miguel, 20 de julio de 1753) [A.H.N., Leg.
indios de todas suertes de semillas son de
120 j., 39]. Foto Blanch.
como mil y quinientas. Hay en fin otras
innumerables obras de toda suerte de labor».
Los de San Lorenzo hablan también de "cuatro yerbales, cuatro grandes algodonales". Los de
San Miguel advierten que no han de dejar sus yerbales, su gran algodonal y la enorme estancia que
poseían.
Se había corrido la voz de que los jesuitas habían vendido los pueblos por cuatro mil pesos cada
uno, lo que naturalmente les había llenado de indignación.
«Nosotros somos cristianos. Los cuatro mil pesos que recibió del
Gobernador por esta tierra, dígale V. Ra. que luego los vuelva».
Y ahí empiezan a sospechar traición en los jesuitas:
«Los padres juegan con nuestros pueblos, con nuestras hermosas iglesias,
con nuestras tierras y hacienda».
Buscar otra tierra no es solución:
«No hemos hallado tierra alguna buena para hacer iglesia, para fundar el
pueblo, ni para un buen hierbal, ni aun para buena estancia; y así sólo
padeceremos y tendremos una suma pobreza y trabajo».
Algunos padres escribieron a los indios de los pueblos rebelados:
«No os dejéis engañar, hijos, del apego y excesivo amor a las cosas de la
tierra».
En aquellas circunstancias estas palabras no podían ser más inoportunas. Los indios sienten por
esa tierra un amor entrañable en el setido más visceral del término:
«Aun los animales se hallan y aquerencian en la tierra que Dios les dió»...
«Aun los animales más bravos, afligiéndolos alguno, se vuelven y
acomenten contra él. Cuánto más nosotros que somos cristianos, amamos
muy mucho el pueblo que Dios nos dió».
Hay que notar, sin embargo, que el amor por la tierra no es de modo alguno un sentimiento
"natural", y mucho menos animal. Para ellos la tierra es la reducción y el pueblo, como realidad
social, cultural y religiosa: lugar de hombres y de personas que no consienten ser tratados como
animales.
«¿Queréis por ventura tratarnos como animales cansados que echan al
campo, echándonos y apartándonos de la tierra que Dios nos crió?».
Les dicen los indios de Santo Ángel a los Padres Fernández y Ballester. Y el cacique Nicolás
Ñeengyrú repite casi lo mismo, dirigiéndose al comisario jesuita, Padre Altamirano:
«Nos quiere echar como si fuéramos conejos a los montes, o al campo raso
como si fuéramos caracoles».
Este amor por la tierra se manifiesta incluso con tonos delicadamente bucólicos:
«Dios nos ha proveído de todo lo necesario en esta nuestra tierra. Hay
montes de madera buena para iglesias y casas. Hay arroyos cristalinos para
los cristianos. Por eso no dejaremos a Dios que los crió para nuestro
alivio».
(El poeta paraguayo canta hoy todavía el arroyo que brilla: ysyry porãite remimbíva...)
Estos sentimientos por la tierra, aunque parezcan naturales y primitivos, son en realidad el
producto de una transculturación. No son la añoranza de un modo de vida anterior, sino la
afirmación de la vida en reducción y se expresa a través de ella. Es la reducción a la que ahora
defienden pro aris et focis.
«Hinc inferes quod latet in cordibus eorum. Yo no dudo que todos pelearán
pro aris et focis, como muchas veces el P. Rafael y yo decíamos al Padre
Comisario».
Los indios repiten una y otra vez en sus cartas que no quieren la guerra, pero tampoco la temen
si es el único medio para conservar sus tierras y hacienda.
«Aunque no queremos la guerra, mas por si la hubiere sólo decimos a los
nuestros: Prevénganse sólo para ella, compongamos bien las armas,
busquemos a nuestros parientes que nos han de ayudar, y confiando en
Jesucristo nuestro ayudador decimos: "Salvemos nuestras vidas, nuestra
tierra y nuestros bienes todos, porque no nos conviene que con la mudanza
quedemos pobres y afligidos de balde, ni que nos perdamos en balde por
estos campos, por los ríos y agua, y por esos montes". Y así sólo decimos
que aquí sólo queremos morir todos si Dios nos quiere acabar, nuestras
mujeres y nuestros hijos pequeños juntamente. Esta es la tierra donde
nacimos y nos criamos y nos bautizamos, y así aquí sólo gustamos de
morir, dicen los de San Luis».
La visión que tienen los indios de 1753 sobre la reducción estaría en la línea de aquella
aceptación que mostraron en los tiempos fundacionales. La reducción representa un modo de vida
con ventajas nada despreciables. Y este modo de vida, en 1753, parece plenamente asumido a
través de una ideología que podemos calificar de reduccional. El Guaraní de la reducción sería una
nueva realidad sociocultural y religiosa.
Si es así, ¿cuáles son los alcances de la reducción? ¿Los mismos que los producidos por la
dominación colonial sin más?.
«El esforzado y guerrero cario que acompañaba a los conquistadores en
todas sus jornadas transchaqueñas, el rebelde guarambarense, el altivo y
belicoso paranaense, el resistente arecayense, el orgulloso itatín, todos
estos caracteres del siglo XVI volviéronse pronto en pasivos, resignados o
dóciles, aglomerados en sus nuevos pueblos, sufriendo el impacto de
vejaciones... y como el guerrerismo guaraní siempre estuvo íntimamente
asociado con la agitación shamánica en función de respaldo mágico, los
naturales quedaron desposeídos del acondicionamiento esencial para
ofrecer una ressistencia activa contra los españoles» [Susnik 1965: 215-16].
Cabe preguntarse si en las reducciones jesuíticas se dio el mismo fenómeno de dominación por
amansamiento.
Las acciones de guerra que los Guaraní misioneros mantuvieron periódicamente contra diversos
enemigos (bandeirantes paulistas, comuneros paraguayos, invasores portugueses, más enemigos de
la corona española que de los mismos indios), contribuyeron sin duda a mantener entre ellos la
conciencia de un cierto valer y valor. La resistencia armada nunca desapareció del horizonte del
indio guaraní de la reducciones.
Antiguamente, liderados por sus caciques y "profetas" defendían su modo de ser contra los
ataques y acechanzas del mundo colonial, del que la reducción podía ser considerada una forma
mitigada, pero no menos activa.
Después de años de reducción, y privados de sus "hechiceros" tradicionales, los Guaraní van a la
guerra en defensa de una tierra y de un pueblo que "Dios les dió"; defienden hasta la muerte las
condiciones de poder vivir su reducción como modo de ser nuevo, incluso en lo que tiene de
específicamente religioso.
[*] Publicado en Christus 46, 551 (México 1981) pp. 30-36.
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Fuente: [MeB2:174-192], reproducido con permiso del autor - www.guaranirenda.com - 2005
Evolución histórica del idioma guaraní
Por: Lino Trinidad Sanabria, 1997
Nota de Guarani Renda: Éste es el texto de la primera parte de una conferencia brindada por su
autor en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional del Este (Ciudad del Este,
Paraguay), el 14 de noviembre de 1997. La segunda parte es El idioma guaraní en el Mercosur.
Primeros contactos con el idioma castellano
Para hablar de los primeros contactos del idioma guaraní con el castellano, debemos remontarnos
al año 1524, en que Alejo García descubre el Paraguay. Luego, en 1537, Juan de Salazar funda
Asunción, iniciándose con ese hecho una incesante relación de interacción entre ambas lenguas.
Un aspecto significativo en esa relación constituye el hecho de que los conquistadores de esta
parte del Continente, se aliaron con los nativos. Domingo Martínez de Irala, por ejemplo, se casa
con la hija del cacique Mokirasê, y para completar su política de convivencia pacífica con los
nativos, aprendió el guaraní y lo habló con toda regularidad en su vida de relación. Muchos de sus
compañeros lo imitaron en esa conducta, casándose con jóvenes mujeres de aquella primitiva
sociedad, y así la mujer aborigen guaraní amamantó al paraguayo mestizo y le dio su idioma.
El bilingüismo paraguayo
La unión del español blanco que llegó a esta parte del Continente, con la mujer aborigen guaraní,
produjo el mestizo paraguayo. Mientras tanto, el hijo del padre y madre español, nacido aquí, es el
que conocemos como el "paraguayo criollo".
El mestizo, desde que empezó sus primeros balbuceos, fue influenciado por la madre que le
hablaba en guaraní, mientras el padre, por supuesto, le hablaba en castellano. Siempre predominó
en ese hijo mestizo el apego hacia el idioma guaraní, su lengua materna, y el primer conflicto
lingüístico con que tropezó ese niño mestizo paraguayo fue cuando salió de su entorno familiar y
tomó contacto con el entorno social para su alfabetización, la que inicia en lengua castellana.
En ese sentido, el paraguayo criollo no tenía inconvenientes, ya que su lengua materna siempre
fue el castellano. El problema se planteaba con el paraguayo mestizo, al pretenderse alfabetizarlo
en una lengua que no era su idioma materno. De todos modos, el paraguayo criollo no estaba
excento del problema lingüístico, ya que de repente, al salir también de su entorno familiar, se
encontró con la influencia del idioma guaraní, hablado entonces por una cantidad superior de niños
mestizos, frente a los criollos que eran menos.
Así, de este contacto de las dos lenguas, de su interaccionar permantente y de sus recíprocas
interferencias, nace con el mismo paraguayo nuestro bilingüismo, con las características apuntadas.
Nuestro sistema educativo siempre se hizo sobre la base de ignorar la existencia incuestionable del
idioma guaraní, pretendiéndose alfabetizar a los niños paraguayos en castellano, sean ellos criollos
o mestizos. Este craso error de nuestra política educacional pública, en el sentido de no asumir
nuestro bilingüismo, error que hemos arrastrado hasta el año 1994, es la causa fundamental de
nuestra incompetencia lingüística.
Así como nunca se enseñó oficialmente el guaraní, nunca dejó de tener vigencia en la
comunicación diaria, familiar, informal, del paraguayo mestizo; y pronto se proyectó esta
influencia sobre el paraguayo criollo. Por este motivo, salvo contadas excepciones, el paraguayo
nunca manejó con soltura el castellano; y como tampoco nunca se le enseñó el guaraní, nunca tuvo
la competencia lingüística que normalmente tiene un monoparlante o bilingüe coordinado.
Época de la Colonia
En esta época tuvieron su participación, muy importante por cierto, tanto los franciscanos como los
jesuitas. Pero estos últimos, miembros de la Compañía de Jesús, fueron los que más contribuyeron
para la difusión del idioma guaraní entre los españoles. Para lograr más fácilmente el objetivo de
difundir el mensaje de Cristo entre los Guaraní, tuvieron que estudiar y aprender el idioma nativo.
En el año 1600, cuando llegaron aquí los primeros jesuitas (Simón Masseta y José Cataldino), el
idioma guaraní era hablado desde las costas del Caribe, gran parte del Brasil, Uruguay, Paraguay,
Corrientes actual, hasta los contrafuertes andinos, a orillas del Parapití, donde habitaban los
Chiriguano.
Cuando aprendieron el guaraní, entonces eminentemente oral, se dieron cuenta de la necesidad
de profundizar en su conocimiento. Lo estudiaron, le dieron una escritura latina, esbozaron una
gramática, y lo convirtieron en lengua escrita. (Antonio Ruiz de Montoya, el más destacado, 15851952).
Primeras literaturas en guaraní
Las primeras literaturas en guaraní aparecieron en esta época, más o menos en este orden
cronológico:
•
•
•
•
•
Año 1588: Catecismo en Guaraní, por Fray Luis de Bolaños.
Año 1639: Tesoro de la Lengua Guaraní, por Antonio Ruiz de Montoya.
Año 1640: Arte y Vocabulario de la Lengua Guaraní, por Antonio Ruiz de Montoya.
Año 1705: Sermones en Guaraní, del Padre José Serrano.
Año 1724: Catecismo y Sermones, por Cacique Nicolás Yapuguái.
Los jesuitas tuvieron su imprenta propia en las Misiones, y en ella se imprimieron estos
primeros libros en guaraní, con excepción de los de Ruiz de Montoya, que fueron impresos en
España.
Época de la Independencia
Cuando los próceres de nuestra independencia prepararon nuestra emancipación política, utilizaron
el guaraní como efectivamente se le llamó después: El idioma confidencial de los paraguayos.
Cuando Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y otros compañeros tuvieron el propósito
de copar el Cuartel de la Plaza, como primer paso del plan revolucionario independentista, tomaron
contacto en la noche del 14 de mayo de 1811 con el Oficial de Guardia, Mauricio José Troche, y
mediante un santo y seña expresado en guaraní, pudieron entrar al Cuartel.
Este hecho, sencillo pero significativo, nos permite expresar junto con otros historiadores, que el
primer capítulo de la historia del Paraguay independiente, fue escrito en guaraní.
Época del Dr. José G. Rodríguez de Francia
El Dr. José G. Rodríguez de Francia entendió ya entonces que el idioma guaraní era uno de los más
fuertes factores de cohesión social entre los paraguayos. En su lucha por afianzar nuestra
independencia ante los países vecinos, utilizó el guaraní en cuantas circunstancias le cupo.
Llegó inclusive a utilizarlo en forma oficial, ya que acostumbraba enviar sus cartas con
instrucciones oficiales en guaraní a sus Delegados de Frontera. Fue un gran propulsor del avañe'ẽ.
Durante su gobierno, Anastacio Rolón, escribió el primer himno patriótico en guaraní.
Alguien, para congraciarse, o tal vez para difundir entre los países vecinos, tradujo al castellano
ese himno, pero el propio Dr. Francia se encargó de aplastar la iniciativa. Sostuvo que el paraguayo
debía entonar siempre su Himno Nacional en su lengua autóctona.
En esta época, los nombres de pila en guaraní eran de uso muy común y generalizado. Las
mujeres llevaban generalmente nombres de flores en guaraní.
Durante la guerra contra la Triple Alianza
Durante la guerra de 1865 a 1870, el guaraní fue una poderosa arma; un arma invencible a la que
sólo tenían acceso nuestros compatriotas. En las arengas se usaba exclusivamente el guaraní. Las
canciones y los poemas hacían exaltación de nuestro idioma, y los periódicos que circulaban
durante la guerra, se escribían en castellano y guaraní. Esta circunstancia les resultaba insoportable
a los aliados, especialmente a los argentinos.
El Mcal. López, que hablaba con perfección el francés, el inglés y otros idiomas europeos,
cuando debía dirigirse a su pueblo, prefería hacerlo en guaraní, y lo hacía fluidamente en dicho
idioma, especialmente a su ejército en campaña. En su campamento de Paso Puku, dictó
disposiciones específicas sobre el uso del guaraní, por razones estratégicas, durante la guerra.
Incluso, en dicho campamento, se reunió el primer Congreso de Guaranistas en un intento de
producir la segunda normatización de nuestra lengua nativa. Luis Camino y Juan Crisóstomo
Centurión fueron los más destacados protagonistas de aquel evento. En esa época aparecieron los
combativos periódicos bilingües guaraní-castellano Kavichu'i, Centinela, y Estrella.
La post-guerra de 1875 a 1870
Fue una época de intensa propaganda en contra del guaraní. Se ha desatado una persecución contra
nuestro idioma en forma increíble. Explicamos brevemente este fenómeno.
Cuando los aliados (Brasil y Argentina) entraron en Asunción aún antes de la finalización de la
guerra, impusieron un gobierno para el Paraguay, tal como tenían previsto en el Tratado de la
Triple Alianza. Las circunstancias especiales que se vivían en la República en esos momentos,
hicieron que se sucedieran hechos y conductas increíbles protagonizados por nuestros propios
compatriotas. Una comisión paraguaya que gestionó ante los aliados la formación de un Gobierno
Provisorio integrado por paraguayos, acepta el Tratado de la Triple Alianza hasta en sus cláusulas
más denigrantes para nuestra nacionalidad; cláusulas atentatorias contra la dignidad de la
República. (Véase Proceso a los Falsificadores de la HIstoria del Paraguay, de Atilio García
Mellid, Tomo II, Ediciones Theoría, Buenos Aires, 1964).
El 15 de agosto de 1869, se instala el nuevo Gobierno paraguayo, aquel Triunvirato presidido
por Cirilo Antonio Rivalora, en un pomposo acto en la Catedral, con oficio religioso a cargo del
Vicario General Castrence argentino, José de Sevilla Vázquez. En ese acto público, se habló de "la
necesidad de regenerar al pueblo paraguayo para promover su crecimiento de ahora en más", y que
para esa tarea de regeneración, hay que decidirse a olvidar el nombre de Francisco Solano López, y
desterrar por siempre el idioma guaraní, por ser, según decían, «una espantosa creación de la
ignorancia y el retroceso». (Ver Atilio García Mellid, obra citada).
Así se sistematizó una prédica permanente contra todo lo que fuera característico de nuestra
nacionalidad. Para ello se creó un periódico con el sugestivo nombre de "La Regeneración". Lo
fundó Juan C. Decoud, exactamente el 1 de octubre de 1869, y la dirección del periódico dejó a
cargo de su hijo, Juan José Decoud. En el primer número de ese periódico, bisemanario, se repetía
esa frase que decía que el guaraní era una espantosa creación de la ignorancia y el retroceso, y que
«esta lacra, así como el nombre de Francisco Solano López, hay que borrar de la mente de nuestros
compatriotas para poder regenerar al pueblo todo».
Recojo y cito aquí una frase de Don Atilio García Mellid, gran escritor-historiador argentino, en
su libro ya citado, porque creo que pinta tal cual sentimos ahora aquel fenómeno:
«En forma bien contundente se hacían visibles los sentimientos de odio hacia todas la
formas de la espiritualidad nativa, irrumpiendo con ímpetu destructores en el otrora
sagrado recinto de la raza guaraní».
Creo que aquella etapa de la vida paraguaya, una desgraciada etapa por cierto, dio origen a la
disparidad de criterios que hasta hoy existe entre los paraguayos, respecto al guaraní, aunque cada
vez en forma menos significativa. Es fácil entender que, como el guaraní es el más revante de
todos los valores culturales que conforman nuestra identidad nacional, ha sido el más perseguido y
vapuleado por la antiparaguayidad de entonces, y, lamentablemente, quedan aún hoy secuelas de
aquellas persecuciones.
Desde esa época, las manifestaciones antiparaguayas se sucedían permanentemente, y con el
correr de los años, se renovaba con versiones nuevas y originales, como este hecho: Más de 30
años después (en 1904), siendo Jefe de Policía de Asunción el Cnel. José C. Meza, dictó un edicto
prohibiendo a todo el personal empleado y tropa de la policía, hablar en guaraní dentro de las
dependencias policiales. Prohibía al mismo tiempo el uso del "poncho ñemonde" en la calle (para
los varones), y del "cigarro poguasu" (para las mujeres). Seguía así vigente el plan de destruir todo
lo típico de la sociedad paraguaya.
De allí viene la creencia de que el guaraní es un idioma de "indio", así... en forma peyorativa; la
creencia de que el guaraní disminuye el estatus social; que hablar guaraní es bajeza. Todas estas
creencias y otras similares, son lastres de las que no hemos podido aún desprendernos totalmente.
Durante la guerra del Chaco
La concurrencia de algunos factores hizo que poco a poco el guaraní fuera recuperando otra vez el
terreno perdido, como consecuencia de la sistemática campaña de desprestigio contra él, así como
contra otros valores tradicionales de nuestra cultura.
Parece mentira, pero otra desgraciada circunstancia bélica, esta vez la guerra con Bolivia, volvió
a darnos la lección en el sentido de que nosotros los paraguayos no podemos ni debemos
deshacernos de nuestro idioma autóctono. Las arengas en campaña volvían a hacerse en guaraní.
Claves y mensajes se repetían en guaraní para despistar al enemigo, y para los momentos de solaz
y esparcimiento, en los cañadones chaqueños, no había mejor instrumento que el idioma guaraní.
Canciones típicas de inspiración folclórica, tales como "Che la Reina", "Rojas Silva rekávo", "13
Tujuti", "Retenpe pyhare" y otras, enardecían el ánimo del soldado paraguayo.
Nacionalización del idioma guaraní
Después de la trayectoria descrita a grandes rasgos, llegamos al 25 de agosto de 1967, fecha en que
se sanciona una nueva Constitución Nacional, y el idioma guaraní por primera vez es reconocido
como idioma nacional (Art. 5º) junto al castellano, y se habla en ella también de la necesidad de
promover su difusión y su enseñanza (Art. 92º).
A partir de entonces, mucho se ha logrado. El más importante logro, tal vez como consecuencia
de aquella disposición constitucional, es su inclusión en los planes de estudios del Ministerio de
Educación y Culto, para la enseñanza del idioma en los tres primeros cursos del ciclo secundario, y
la creación de la carrera de Licenciatura en Lengua Guaraní, en el Instituto Superior de Lenguas,
dependiente de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. En la
Universidad Católica también el guaraní gana un espacio importante al crearse una cátedra de
idioma guaraní en su Instituto Superior de Teología.
Oficialización
Es probable que la declaratoria de Idioma Nacional en la Constitución Nacional de 1967 y las
disposiciones del Art. 92º de aquella carta magna hayan servido de trampolín para que nuestro
idioma nativo diera el salto por mucho tiempo esperado: su oficialización en el país.
En efecto, en el año 1992 la Convención Nacional Constituyente resuelve incluir la disposición
en la Constitución Nacional por la cual se declara al guaraní como idioma oficial de la República
del Paraguay junto con el castellano (Art. 140º), y se dispuso la obligatoriedad de la enseñanza en
lengua materna del educando y de instruirse asimismo en el conocimiento y el empleo de ambas
lenguas oficiales de la República (Art. 77º).
Con la oficialización, se repara la discriminación que desde siempre sufrió el idioma guaraní
frente al castellano, lo que significa que es totalmente legítimo peticionar a las autoridades
nacionales, a partir de esa oficialización, para que se vayan dictando las disposiciones
reglamentarias que aseguren la aplicación y observancia de esas disposiciones constitucionales
relativas al idioma guaraní y a la enseñanza bilingüe en el país, para que el guaraní vaya ocupando
efectivamente el lugar que le corresponde en el Paraguay como vehículo de comunicación social
preferido y de hermandad entre los paraguayos.
Efectos de su oficialización
La oficialización del idioma guaraní ha sido concretado, como ya se indicó, a través de una
disposición constitucional, y en consecuencia, la misma Convención Nacional Constituyente
dispuso la traducción al guaraní del texto íntegro de la Constitución Nacional.
Como el proyecto de traducción ya había sido presentado a la Convención con anterioridad por
el Centro Paraguayo de Investigación Lingüística (CEPAIL), éste recibió instrucciones de la
Convención para que el Director del Proyecto de Traducción, Prof. Lino Trinidad Sanabria, tuviera
otros colaboradores para la traducción, dado que el trabajo completo debía ejecutarse en un tiempo
récord de 20 a 25 días, fueron incorporados a último momento los señores Dr. Dionisio Gauto y
Félix de Guarania para trabajar con el Lic. Trinidad Sanabria, siempre como integrantes de
CEPAIL.
Así dispuso una Resolución de la Presidencia de la Convención Nacional Constituyente, que
nominó la Comisión de Expertos integrado por los tres miembros mencionados. Esto fue así
porque debía jurarse la versión guaraní juntamente con la versión castellana exactamente el 20 de
junio de 1992, fecha que concluía su tarea la Convención Nacional Constituyente.
Como la oficialización implica un derecho para todos los paraguayos de utilizar cualquiera de
los dos idiomas en todos los actos de comunicación, porque a partir de ese acto jurídico, el guaraní
estaba ubicado en paridad de condiciones con el castellano en todo el país, surge la necesidad de
implementar y legislar sobre una serie de cuestiones lingüísticas, tales como:
a. Fijación o delineamiento de una política lingüística en el país;
b. Creación de un organismo técnico con facultades especiales, encargado de la aplicación de
la política lingüística del país;
c. Implementación de la enseñanza bilingüe a través de la Reforma Educativa, de tal forma
que se haga efectivo el conocimiento de ambas lenguas por todos los paraguayos sin
discriminación de ninguna índole.
Creemos legítimo nuestro anhelo de una pronta creación de este organismo público, y establecer
los lineamientos de una política lingüística que consulte nuestra realidad sociolingüística. Esto es
indispensable, porque si vamos a hacer efectivas esas disposiciones constitucionales de que hemos
hablado, y vamos a darle a todos los paraguayos la libertad de manifestarse en el idioma de su
preferencai, se tendrá que disponer de materiales didácticos en guaraní así como existen en
castellano, y esos materiales se deben elaborar en base a una política determinada previamente.
Alguien debe elaborar y alguien debe supervisar la validez de dichos materiales.
Se tendrá que traducir al guaraní todo nuestro derecho positivo, la legislación de fondo (los
códigos), las leyes en general no codificadas, los decretos del Poder ejecutivo y de los Gobiernos
Derpartamentales, las Acordadas del Poder Jucidial, las Ordenanzas Municipales, los Edictos y las
Resoluciones Administrativas. Alguien debe traducir esos documentos y alguien debe supeervisar
esas traducciones. Las leyes que vaya sancionando el Parlamento Nacional y promulgando el
Poder Ejecutivo, deben traducirce al guaraní.
Cómo se hace y quiénes serán los indicados para hacerlos, y quiénes supervisarán estos trabajos,
son los interrogantes que deben tener respuestas en forma urgente. Solamente con la creación del
organismo técnico con facultades especiales de que hacíamos referencia, y una política lingüística
adecuada a nuestras necesidades, darán respuestas efectivas a los interrogantes que plantean estos
quehaceres que se avecinan.
En cuanto a los efectos específicos en el Sistema Educativao Nacional, la oficialización ya tuvo
sus efectos trascendentales, ya que desde el ciclo lectivo de 1994, el Ministerio de Educación y
Culto inició la implementación efectiva de la enseñanza bilingüe bicultural en nuestro país, y esta
enseñanza bilingüe --que contempla la circunstancia lingüística especial de cada grupo escolar-permitirá superar nuestro bilingüismo incipiente y subordinado; hará que exista en el Paraguay, al
cabo de unos años, un bilingüismo coordinado, que el idioma guaraní complete su normatización,
que superemos nuestra incompetencia lingüística, y manejemos con fluidez tanto el castellano
como el guaraní, para que el paraguayo no siga siendo un paria en su propia tierra.
Área de ubicación actual del guaraní
Al producirse aquí en América el fenómeno que se ha dado en llamar "la recomposición del mundo
amerindio", cambió la conformación areal y cultural de las lenguas precolombinas, desde el punto
de vista lingüístico, en esta parte del mundo.
Un acabado estudio de la situación actual de las lenguas precolombinas en América, nos permite
distinguir las siguientes áreas:
a) Área de romanización completa: Es el área en que los países han perdido por completo las
lenguas indígenas. Es el caso de Cuba, Haití, República Dominicana, y Uruguay.
b) Área de romanización parcial: Es el área en que se encuentran los países en los cuales se
mantienen las lenguas indígenas como pequeños islotes. Es el caso de Chile, Argentina, Brasil,
Guayanas, Nicaragua, Costa Rica, Martinica, El Salvador, y Panamá.
c) Área de grandes comunidades indígenas: Esta área se caracteriza por una gran dispersión de
las lenguas aborígenes. Es el caso de Colombia –con más de 100 lenguas diferentes, pertenecientes
a diversas familias lingüísticas–, Venezuela –con más de 40 lenguas–, y México –con más de 150
lenguas pertenecientes a las dos grandes familias lingüísticas: náhuatl y maya–.
d) Área de coexistencia de dos comunidades: En esta área coexisten dos comunidades opuestas
social y culturalmente: la criolla y la indígena. Es el caso de Bolivia, Ecuador, Perú y Guatemala;
este último con 25 lenguas aproximadamente.
e) Área Paraguay: El Paraguay es el único país en América Latina, cuya población, sin ser
indígena, habla en su inmensa mayoría una lengua indígena: el guaraní. Es el único país de
América que tiene redactada su propia Constitución Nacional en sus dos lenguas oficiales (guaraní
y castellano), que cuenta con una profusa literatura en guaraní, y con carreras universitaras a nivel
nacional de formación docente en lengua guaraní.
El guaraní prehispánico
El guaraní fue conformado por un conjunto de idiomas hablados en la región sudamericana. Eran
éstos los Karió, Tovatî, Guarambaré, que fueron los que más rápido entraron en contacto con el
castellano.
Otro conjunto de idiomas aborígenes estaba conformado por las lenguas del Guairá (Itatĩ, Tapé y
Paranaguá). Este grupo es diferente al anterior, y tomó contacto con el castellano a través de los
miembros de la Compañía de Jesús. El Tercer grupo es representado por los Ka'yĝua (Mbya). Es el
grupo que menos contacto tuvo con el castellano. Son las tres variantes de la lengua guaraní
precolombina o prehispánica.
Todos estos grupos, en su conjunto, en su interacción permanente, dieron origen al guaraní
colonial, y éste a su vez, al guaraní paraguayo.
Hoy, el guaraní es la única lengua amerindia que llegó a un estatus de "Lengua Sudamericana" a
partir de los valores de la ciencia lingüística, y se mantiene en esa privilegiada ubicación, camino a
su normatización total y utilización plena como lengua moderna.
Fuente: [TSL3:7-21] - www.guaranirenda.com - 2005
Uruguay, tierra guaraní ...
Por: Leonardo Haberkorn, 2004
Cuando semanas atrás se celebró el día de indio, "charrúa" fue la palabra que más se escuchó en
los homenajes. Fue un error: debió decirse "guaraní". Porque los indios que mayor influencia
tuvieron en Uruguay no fueron los charrúas sino los guaraníes.
La diferencia de aportes es tan grande como ignorada. Eso al menos es lo que sostienen –contra
la idea habitualmente difundida– varios de los más respetados antropólogos e historiadores
uruguayos.
De hecho, el antropólogo Daniel Vidart está preparando un libro para reivindicar a los guaraníes
en general y su aporte al Uruguay en particular. No es el primero en hacerlo: otros lo han hecho
antes pero con poca suerte.
Recordar el aporte guaraní en la formación del país choca contra dos muros. En primer lugar, es
un asunto incómodo para quienes sostienen que Uruguay se formó exclusivamente con la
inmigración europea. En segundo término, molesta a quienes mitifican todo lo charrúa.
Lo cierto es que la mayoría de los uruguayos desconoce la influencia que los guaraníes tuvieron
en la formación de Uruguay.
"El país a lo largo de la mayor parte del presente siglo ignoró o desdeñó tan importante aporte
étnico, pues un equivocado nacionalismo indigenista, y, sobre todo, la persecución del afán de un
Uruguay blanco, hizo que la etnia de los cazadores nómades, los charrúas, monopolizara el
concepto de lo indígena en el Uruguay, posición totalmente insustentable de acuerdo a las
modernas investigaciones etnohistóricas, antropológicas y arqueológicas", escribió el historiador
Oscar Padrón Favre en Los inmigrantes olvidados, un librillo editado por el autor, en Durazno, el
año pasado.
Se comieron a Solís
A la llegada de los europeos, los guaraníes podían ubicarse entre las culturas medias de América
del Sur: eran menos desarrollados que la civilización inca pero estaban en un estadio superior a los
pueblos nómades y cazadores, como los charrúas. Habían aprendido a plantar la mandioca y vivían
en poblados. Navegaban los ríos en canoas y eran temibles guerreros. Creían en un paraíso, la
Tierra sin mal. Sabían tejer, eran eximios ceramistas y tenían un gran dominio de la herboristería.
Conocían los usos medicinales y las propiedades de muchas plantas. Entre ellas, la yerba mate.
Originarios de algún lugar de la selva tropical, explicó Vidart, ya antes de la conquista los
guaraníes habían llegado al Río de la Plata. "Llegaron entre los años 1400 y 1500, bajando por los
grandes ríos", afirmó el antropólogo. Fueron guaraníes y no charrúas quienes mataron y se
comieron a Solís: eran los únicos indios de la región que practicaban la antropofagia, no se sabe si
únicamente con fines rituales o también alimenticios.
Al arribo de los españoles, el área de dispersión guaraní era enorme y estaba lejos de limitarse al
Paraguay como hoy suele creerse: habitaban desde las Guayanas hasta el Río de la Plata, de los
Andes a la costa atlántica brasileña.
Las referencias históricas a los guaraníes que habitaban nuestras costas a la llegada de los
europeos pronto desaparecieron: se supone que no eran muchos y que su población fue
rápidamente diezmada por las enfermedades que trajo el hombre blanco.
"Como se encontraban en las bocas de los grandes ríos –explica el antropólogo Renzo Pi
Hugarte en su libro El Uruguay indígena– fueron los primeros con los cuales los conquistadores
establecieron relaciones. (...) Es probable que hayan sufrido antes y más que ningún otro grupo los
efectos de dolencias desconocidas para ellos".
Pero no demorarían en volver y en mayor número, aunque en circunstancias totalmente
diferentes.
La jauja
En 1607 se crearon las misiones jesuíticas y con ellas comenzaron a surgir a orillas de los ríos
Paraná, Paraguay y Uruguay reducciones de indios impulsadas por los jesuitas.
La inmensa mayoría de los indios reducidos en las misiones eran guaraníes, que allí fueron
convertidos a la fe católica, aplicaron y perfeccionaron sus conocimientos ganaderos y agrícolas y
aprendieron a desarrollar diversos oficios manuales.
Las misiones jesuíticas han suscitado hasta hoy opiniones opuestas. "Para algunos, fueron
santuarios del trabajo y la oración, donde el indio estaba a salvo de los ataques de los bandeirantes
paulistas que venían a buscarlos como esclavos. Para otros, las misiones fueron simplemente un
modo de reunir indios para su mejor explotación, bajo una fachada de cristianización", explicó
Vidart.
De un modo u otro, los 30 pueblos que conformaron las misiones reunieron una enorme
población. Padrón Favre anota que, en 1729, cuando Montevideo tenía apenas 300 vecinos, las
misiones estaban pobladas por 140.000 habitantes.
El principal recurso alimenticio para semejante población era el ganado vacuno que se había
multiplicado prodigiosamente en la Banda Oriental, ya conocida como la Vaquería del Mar.
Para aprovisionar a sus pueblos, los jesuitas enviaban al sur de la Banda Oriental a grupos de 60
troperos guaraníes que, acompañados de dos sacerdotes y de una tropilla de caballos, efectuaban
gigantescas arreadas de vacunos hacia el norte. Fue entonces cuando los guaraníes comenzaron a
volver a la Banda Oriental.
"En todas estas excursiones –explicó el antropólogo Vidart– había indios que desertaban, porque
la disciplina de las misiones era muy severa y la tentación de la libertad era muy fuerte. ¡En las
misiones hasta para fornicar había que obedecer el toque de campana!. Ellos ya sabían que esto era
la jauja, el paraíso de los pobres: había comida de sobra y se la podía obtener con un mínimo
esfuerzo: aire fresco y carne gorda. Era un imán muy poderoso. Cada una de aquellas excursiones
dejaba más guaraníes radicados en la Banda Oriental".
Carne de cañón
Los guaraníes también escaparon de las misiones huyendo de las repetidas epidemias. Pero fueron
muchos más los que llegaron a la Banda Oriental como soldados al servicio de la corona española,
que muchas veces los reclutó para servir en sus ejércitos. España se valió repetidamente de los
guaraníes de las misiones para combatir en nuestro actual territorio a los portugueses y charrúas.
Por ejemplo: miles de guaraníes llegaron varias veces para atacar a los portugueses en Colonia.
La primera vez fue en 1680, pero luego los ataques se repetirían.
En las campañas contra los indios salvajes, 2.000 guaraníes se enfrentaron a los charrúas en
1702, en la sangrienta batalla del Yi, un choque que duró cinco días.
Luego, entre 1724 y 1726, otros 2.000 guaraníes llegaron para levantar las murallas de la recién
fundada Montevideo.
"En cada una de estas campañas –relató Vidart– muchos indios desertaron. Desertaban los
inadaptados al muy estricto sistema misionero, tentados por los salarios que les ofrecían los
estancieros que sabían que los guaraníes eran mano de obra calificada. Y en las misiones los
guaraníes trabajaban sin recibir ninguna paga".
Decadencia misionera
Pero la cantidad de guaraníes que se radicaron en campos de la Banda Oriental aumentó
considerablemente a partir de 1750, cuando comenzó la decadencia del sistema misionero. Ese
año, España entregó a Portugal parte de las misiones a cambio de Colonia. Los guaraníes se
resistieron al acuerdo, por temor a ser esclavizados por los lusitanos. En 1754 se revelaron pero,
tras dos años de guerra fueron vencidos. En esos años, muchos escaparon y llegaron a estas tierras.
Existe la constancia histórica de que 3.000 guaraníes fueron llevados por los portugueses a
Viamao, en Río Grande, pero esa población desapareció en pocos años y se supone que muchos
escaparon a campos orientales.
Los investigadores Rodolfo González Rissotto y Susana Rodríguez Varese han comprobado que,
en muchos de los archivos parroquiales del Uruguay, existe a partir de la década octava del siglo
XVIII, la constante definición o expresión: "indio natural de Viamao".
El proceso de llegada de guaraníes a la Banda Oriental aumentó aun más en 1767, cuando
España expulsó a los jesuitas. El sacerdote alemán Martin Dobrizhoffer dejó constancia que 15.000
guaraníes "se dispersaron en los campos más remotos sobre el Uruguay, para tener pronto su
alimento porque allí abunda el ganado".
Finalmente, existen otros tres momentos en que grandes grupos guaraníes llegaron a la Banda
Oriental. Cuando Portugal tomó para sí las misiones ubicadas al oriente del curso norte del río
Uruguay, en 1777, muchos huyeron al sur para no quedar bajo el gobierno de sus antiguos
enemigos. En 1820 cuando Artigas fue vencido y buscó refugio en Paraguay, 4.000 guaraníes que
eran su último apoyo en Corrientes, Entre Ríos y Misiones, cruzaron a refugiarse en la Banda
Oriental. Y, finalmente, en 1828, cuando Rivera reconquistó las misiones orientales, entre 4.000 y
10.000 guaraníes ingresaron con él al actual territorio uruguayo.
Arriba de la mesa
¿En definitiva cuántos guaraníes llegaron a vivir en Uruguay?.
González Rissotto y Rodríguez Varese investigaron años atrás las actas de bautismos y
defunciones existentes en los registros parroquiales desde la época colonial hasta 1851 y
detectaron casi 30.000 pobladores guaraníes.
"¿Usted cree que alguien citó nuestro estudio? No, nadie. No tuvo ni una sola mención", relató
González Rissotto. "Lo que pasa es que hay una mentalidad que privilegia el aporte europeo, que
fue muy importante pero no fue el único. Y por otro lado, las nuevas reivindicaciones indigenistas
desconocen todos los estudios serios, son un mamarracho. Los que saben que tienen un antepasado
indígena dicen: 'yo tengo un antepasado charrúa', porque la gente común repite lo que siempre le
han dicho. Pero la verdad es que el mestizaje indio que existió fue en su casi totalidad guaraní".
"Nosotros encontramos cerca de 30.000 guaraníes registrados hasta 1851. En el mismo lapso, en
los mismos registros, los charrúas no llegaban a 100. Yo tengo 30.000 fichas para poner arriba de
la mesa. ¿Qué tienen ellos?", agregó el investigador, que hoy se desempeña como ministro de la
Corte Electoral.
Para la escasa población que entonces tenía el país –algo más de 70.000 habitantes al momento
de la independencia– la cifra de fichas parroquiales de indios guaraníes es muy importante.
Además, esos indios –a diferencia de los charrúas– sí se mestizaron. La población charrúa en la
Banda Oriental –que según las fuentes más serias jamás sobrepasó las 5.000 almas– nunca aceptó
la religión cristiana ni las pautas de conducta y trabajo que traían los europeos. Tampoco aceptaron
mezclarse con los blancos. "El charrúa fue hasta el final un grupo endógamo, muy cerrado.
Obviamente, algún cruce existió, pero fueron casos aislados, excepcionales. El 95% de quienes
tienen algún antepasado indio, tiene sangre guaraní y no charrúa", sostuvo Vidart.
En cambio, los guaraníes llegados de las misiones, habían aceptado la fe católica, formaban
familias monogámicas, dominaban las técnicas agrícolas y ganaderas del campo y habían
aprendido los oficios manuales que traían los europeos: estaban en condiciones ideales de
asimilarse sin problemas a la población de campaña.
"Esa población indígena, preparada en una serie de oficios manuales, con tradición de
agricultores y criadores de ganado vacuno y ovino, muy religiosa, se integró con suma facilidad a
la sociedad hispano criolla", sostiene Padrón Favre en una de sus obras.
"Esos guaraníes acristianados, destribalizados y eurotecnificados forman parte de la fuerza de
trabajo calificada que lleva adelante la ganadería y la agricultura en el país", anotó Vidart.
Justamente, para integrarse, la gran mayoría cambió sus apellidos. "Llevar un apellido indio –
agregó el antropólogo– era un lastre, ser indio conllevaba una aureola de desprecio. Una enorme
cantidad de paisanos de apellidos como González, Pérez, Rodríguez, no eran españoles, sino
guaraníes".
La sangre
Aunque los guaraníes selváticos sobreviven hasta hoy, casi todos los llegados a Uruguay provenían
de las misiones jesuíticas. Es por eso que esos indios no trajeron a la Banda Oriental su cultura
original.
"Los guaraníes que llegaron aquí estaban deculturados y destribalizados. Su cultura original se la
habían hecho pedazos en las misiones. Aquello, en lo que refiere a la cultura, fue una máquina de
picar carne. La mayor parte de las cosas que trajeron esos indios fueron elementos de la cultura
popular española, como el uso de la guitarra. Es verdad que trajeron el conocimiento de las plantas
medicinales, pero las nociones de enfermedad, tratamiento y cura son de los españoles", señaló Pi
Hugarte.
Pero pese a todo, los guaraníes dejaron una huella notoriamente mayor que la de cualquier otro
grupo indígena.
La más visible herencia guaraní está en los nombres de casi todos los accidentes geográficos
uruguayos que llevan nombres guaraníes, como Aiguá, que quiere decir manantiales, o Batoví, que
significa seno de mujer.
La lista es extensísima. Por ejemplo, casi todos los ríos del país tienen un nombre que deriva de
una voz guaraní: Arapey, Cebollatí, Cuareim, Daymán, Queguay, Tacuarembó, Tacuarí, Yi. Por
supuesto, Uruguay también es un nombre guaraní.
"¿Por qué todos los lugares tienen nombre en guaraní?. Porque quienes vivían ahí hablaban
guaraní. Eso es de una claridad meridiana", sostuvo González Rissotto.
Vidart explicó que en campaña, hasta 1830 o 1840, el idioma era el guaraní. "Esto duró hasta
que comenzó el aluvión migratorio, cuando el europeo comenzó a exigir que se hablara el
castellano".
Incluso algunas palabras –especialmente nombres de especies animales y vegetales–
sobrevivieron y hoy se usan, incorporadas al castellano: ñandú, ombú, jaguar, tararira, yacaré,
yarará, entre otras.
Casi todos los entrevistados destacaron que los guaraníes trajeron y dejaron algunos usos que
aún perduran especialmente en el campo. Vidart explicó que la costumbre de cultivar hortalizas
vino con ellos: "Antes de su llegada, en el campo oriental comer verde era para animales. También
trajeron su conocimiento sobre las virtudes de los yuyos, lo que perdura hasta hoy".
Incluso la más típica de las costumbres uruguayas tiene origen en el conocimiento de las hierbas
que tenían los guaraníes: el consumo de yerba mate. Los guaraníes sabían de las virtudes de esta
planta, aunque la consumían de otro modo: macerándola y masticándola.
El otro gran aporte guaraní al Uruguay fue el de la sangre. "Muchos miles de uruguayos
descienden de ellos", sostuvo Padrón Favre. Vidart coincidió: "el componente amerindio de nuestra
sociedad es guaraní, no charrúa". Pi Hugarte también: "es indudable que el chinerío de campaña,
que todavía se ve en los bordes de los pueblos, esa gente de rasgos indios, de pelo chuzo, son
descendientes de guaraníes de las misiones y no de charrúas, que nunca se mezclaron con el
blanco".
El olvido
¿Cómo pudo suceder que un país que lleva nombre guaraní, que tiene al mate como bebida
nacional olvidara tan terminantemente el aporte de estos indios?.
Para Pi Hugarte la razón está en que "los guaraníes llegaron tarde y deculturados. Rápidamente
se mezclaron con una población muy variada que había en la campaña: se fundieron en la
formación de la nueva sociedad".
Otros entrevistados marcaron que, además, existió un deliberado olvido, ya sea para remarcar la
"pureza blanca" del Uruguay o para apoyar la creación de un mito charrúa.
Hubo una tendencia de los nacionalismos de fines del siglo XIX, que se repitió en toda América,
explicó Padrón Favre. "Cada país trataba de tener un indio propio. Ahí apareció el azteca como
símbolo de México, a pesar de que en ese país vivieron y viven otra gran cantidad de pueblos
indios; el guaraní quedó identificado sólo con Paraguay; y en Uruguay apareció el charrúa como
símbolo".
"Y se eligió a los charrúas –continuó el historiador– por una razón muy simple: porque estaban
muertos. En esa época había un racismo muy fuerte. El progreso era posible únicamente si éramos
un país 100% blanco. Entonces si los únicos indios de Uruguay habían desaparecido, éramos un
país homogéneamente blanco, el único de América. Y como estaban muertos, reivindicar a los
charrúas no tenía ningún efecto social".
La historiadora Ana Ribeiro realizó un análisis similar. "En 1930 se construyó en Uruguay el
imaginario de un país joven, poderoso, blanco y orgulloso. Estaba claro que no se podía ser blanco
y magnífico si se tenía un antepasado indio. Entonces ahí aparecieron los charrúas: el indio
indómito, ejemplo de heroísmo y valentía, un pasado muy lejano que no manchaba la pureza
blanca del nuevo país ni ofrecía ningún peligro: como estaban todos muertos podían ser elevados a
la categoría de emblema, de mito. Lo mismo pasó con los gauchos: mientras existieron fueron
considerados un peligro, un mal. Cuando dejaron de existir, pasaron a ser reivindicados".
La elección no pudo ser más afortunada: "Para el pueblo resultó mucho más atractivo
identificarse con el indio rebelde, que se sacrificó, que nunca aceptó al europeo ni al cristianismo,
que recordar a los guaraníes que, en cambio, trabajaron humildemente al servicio de cualquier
encomendero", explicó Ribeiro.
Nuevo intento
Vidart escribe sobre los guaraníes porque cree que se está cometiendo una gran injusticia histórica.
"De los guaraníes que pelearon con Artigas ya ni se habla. Se habla mucho del caciquillo charrúa
Manuel Artigas, pero de Andresito, Sotelo, Sití, los caciques guaraníes artiguistas, nadie se
acuerda. Fueron mucho más numerosos los guaraníes que los charrúas comprometidos con Artigas.
En la lucha contra los portugueses murieron muchos más guaraníes que todos los charrúas juntos.
Cuando Artigas habla de repartir tierras a los indios, habla de guaraníes, no de charrúas".
Al igual que Vidart, todos los especialistas consultados no dudan que los guaraníes dejaron una
huella mucho más importante que los charrúas en la formación del Uruguay.
"El único aporte de los charrúas a la nueva sociedad fue el uso de la boleadora... y ya
prácticamente no se usa más. Sacando eso, no dejaron otra cosa", dijo Pi Hugarte.
Para Vidart "los charrúas sólo dejaron un extraordinario ejemplo de valentía, de resistir hasta las
últimas fuerzas. Pasaron como una sombra heroica, pero no dejaron huellas en nuestro pueblo. No
puede atribuírseles un aporte demográfico y cultural que no tuvieron. Y no se puede equipararlos al
peso efectivo que sí tuvieron los guaraníes en la formación del Uruguay".
De todo eso hablará el nuevo libro de Vidart, una de las figuras más reconocidas y destacadas de
la ciencia uruguaya.
Es de esperar que la nueva obra tenga más suerte que la que han tenido los anteriores intentos
por poner las cosas en su lugar.
Levantadores de ciudades
Los guaraníes tuvieron un importante papel en la fundación de varias de las actuales ciudades y
pueblos de Uruguay.
Los arqueólogos Leonel Cabrera y María del Carmen Curbe lo, en su trabajo Aspectos
sociodemográficos de la influencia guaraní en el sur de la antigua Banda Oriental, ilustran
sobre varios casos. Paysandú, por ejemplo, nació como un puesto de avanzada para las
expediciones misioneras a la Banda Oriental en busca de ganado. Idéntico origen tiene San Javier.
En 1724, 1.000 guaraníes, acompañados por dos religiosos, llegaron a Montevideo para levantar
sus murallas. Cabrera y Curbelo señalan que los indios misioneros también levantaron las primeras
fortificaciones de Santa Teresa y Maldonado.
Más adelante en el tiempo, "cuando se erigieron villas planificadas, los indios misioneros
constituyeron la mano de obra fundamental'". Dos ejemplos: fundadas en 1783, San José y Minas
fueron levantadas por indios misioneros.
Un año después de comenzada la construcción de Minas. Diego de Alvear señalaba según cita el
trabajo: "Extramuros es un arrabal de rancho de paja, vivían 300 indios tapes o guaraníes de las
misiones del Uruguay y Paraná, los cuales bajo la conducción de un Sargento de Dragones
sostenían todo el peso del trabajo de aquellas obras, que aun se continuaban".
Además –explicó Cabrera– los primeros habitantes de Maldonado fueron guaraníes y también en
Pando parte de la población fundacional provino de las Misiones.
Otra ciudad de origen guaraní es Bella Unión. En 1828 esa localidad fue fundada con el nombre
de Santa Rosa del Cuareim para albergar a miles de guaraníes que habían llegado a Uruguay con
Rivera, tras su conquista de las Misiones Orientales.
Cuatro guaraníes entre los 33 Orientales
Muy de vez en cuando se recuerda que entre los 33 Orientales –que como se sabe no fueron 33
sino más probablemente 40– hubo cuatro paraguayos. Lo que nunca se dice es que esos cuatro
paraguayos eran de origen guaraní.
Para el historiador Oscar Padrón Favre, "los 33 Orientales son un muestreo de lo que era la
sociedad de entonces: había patricios como Manuel Oribe; caudillos, como Juan Antonio
Lavalleja; gauchos, como Andrés Cheveste; negros esclavos, como Dionisio Oribe y Joaquín
Artigas; y cuatro paraguayos de origen guaraní".
Su colega Aníbal Barrios Pintos publicó en 1976 en "El Día" dos artículos destacando la estirpe
guaraní de Pedro Antonio Areguatí, Felipe Patiño, Francisco Romero y Luciano Romero, todo
integrantes de la cruzada libertadora.
De los Romero se conoce poco, ni siquiera se sabe si eran hermanos. Se incorporaron a la
expedición en las islas del Paraná, donde vivían. Francisco se cambió luego su apellido por el de
Lavalleja. Luciano combatió con los patriotas en la batalla de Sarandí.
Felipe Patiño era conocido como "Carapé", voz guaraní que quiere decir petiso. También
combatió en Sarandí.
En el caso de Areguatí su apellido no deja dudas respecto a su origen: En su acta de defunción,
conservada en una parroquia de Paysandú, consta su origen misionero. El documento dice: "El 14
de julio de 1891 di sepultura a Pedro Antonio Arehuatí, natural de Misiones, donde era casado. Fue
uno de los 33 que acompañaron al general Lavalleja. Recibió sacramentos. Doy Fe". Y firma el
sacerdote Solano García.
Barrios Pintos cuenta que Areguatí había combatido antes en la campaña libertadora de Perú:
durante 17 meses se negó a cobrar el sueldo de soldado, por entender que la causa patriota
necesitaba más del dinero. Luego, fue prisionero de los portugueses entre 1816 y 1822. Pero una
vez libre volvió a servir a la causa libertadora.
En 1842 Uruguay otorgó un premio en efectivo a todos los 33 Orientales. Areguatí no se
presentó a cobrarlo.
Un apellido que se mantiene
Aunque la mayoría de los guaraníes que se instalaron en la Banda Oriental cambió su apellido para
integrarse más fácilmente a la sociedad criolla, no todos lo hicieron. Algunos apellidos guaraníes
todavía subsisten hoy en la población uruguaya.
Uno de ellos es Arapí. El músico folklorista Tabaré Arapí conoce su origen guaraní. "En
Paraguay me explicaron que mi apellido quiere decir 'gran cielo'". Arapí, que también es profesor
de historia, averiguó que sus antepasados llegaron tras la campaña de Rivera en las Misiones, en
1828 y se establecieron en Durazno.
"El apellido se transmitió por vía materna, hasta mi abuelo. Quizás como las mujeres de
entonces tenían tan pocas posibilidades de ascenso social, no les interesó cambiarse el nombre",
conjeturó Arapí. "Luego mi abuelo obtuvo prestigio como baqueano al servicio del ejército
batllista y el apellido quedó. Yo lo recibí por vía materna: es mi segundo apellido y lo uso corno
nombre artístico".
Arapí coincide en que la mayor parte de los uruguayos desconoce el aporte guaraní. Según su
punto de vista, el fenómeno tiene que ver con varios factores: un menoscabo del aporte indígena en
general, el pensamiento equivocado respecto a que los guaraníes sólo habitaron el Paraguay y el
rechazo que para algunos significa comprobar que los guaraníes combatieron y fueron enemigos de
los charrúas.
"Los charrúas influyeron más entre los gauchos, pero los guaraníes se incorporaron a los
paisanos: fueron ellos quienes terminaron adaptándose a la nueva sociedad, trabajando el campo y
ayudando a crear el Estado moderno".
Fuente: [HaL1:123-133], enviado por Ruy G. Pinto Schaffroth - www.guaranirenda.com - 2005
Los pobladores del “desierto”
Genocidio, etnocidio y etnogénesis en la Argentina
Por: Miguel Alberto Bartolomé, 2005 [*]
¿Quién supo jamás nuestra edad, quién supo nuestro nombre de hombre?
¿Y quién disputará algún día nuestros lugares de nacimiento?
Saint-John Perse, Crónica
El genocidio colonial
Resulta un lugar común suponer que el territorio que conforma la actual República Argentina, se
encontraba casi despoblado para el momento del contacto con los invasores europeos. Pero aparte
de un lugar común es también una mentira. Es cierto que la densidad demográfica del área no era
en absoluto comparable a la que poseían las altas culturas andinas y mesoamericanas, pero eso no
significaba que estuviera despoblada. El mito de un inmenso territorio “desierto” y sólo transitado
por unas cuantas hordas de cazadores “bárbaros”, ha sido particularmente grato a la historiografía
argentina, en tanto fundamentaba el modelo europeizante bajo el cual se organizó el proceso de
construcción nacional. Resulta muy difícil realizar estimaciones demográficas sobre la magnitud
de la población prehispánica, especialmente si consideramos que los cazadores requieren de
territorios bastante extensos para reproducir a comunidades relativamente reducidas. Hace ya
muchos años J. Steward (1949:661) propuso que dichos grupos superarían los 300.000 miembros,
aunque un cálculo más realista, que incluya la alta capacidad productiva de los pueblos
agricultores del noroeste, cuya sola población ascendería a 200.000 habitantes (G. Madrazo, 1991)
puede hacer subir esta cifra hasta el medio millón de habitantes. Sí, tal vez no eran tantos, pero allí
estaban.
Desde un comienzo, la estructura colonial del Río de la Plata se organizó como puerto de
intercambio con los dominios del Alto Perú, controlando un hinterland en forma de arco que se
extendía hacia las actuales fronteras con Chile y Bolivia. La importancia económica de este puerto
creció; por lo que para 1776 se configuró ya como el Virreinato del Río de la Plata, habitado por
una población próspera y dotada de una rica economía ganadera. Durante los casi tres siglos del
mandato español, no fue necesario ampliar excesivamente el corredor que los comunicaba con el
Alto Perú, dejando como “tierra de indios” las extensas regiones conocidas como Patagonia y el
Gran Chaco, con cuya población cazadora de agricultura eventual, se mantenían relaciones tensa
basadas en efímeros tratados, intentos misionales, ataques ocasionales y expediciones punitivas. La
estrategia colonial española no requería de esas tierras, la economía basada en la extracción y en la
acumulación no necesitaba de una expansión colonizadora.
El peso de la colonización recayó sobre los pueblos agricultores y pastores de camélidos del
actual noroeste argentino (NO), culturas sedentarias influidas por la tradición civilizatoria andina y
en especial por la expansión del imperio incaico. Sometidos a las instituciones coloniales, tales
como la encomienda o trabajo forzado y a frecuentes traslados compulsivos, sus rebeliones no
lograron asegurar su supervivencia. Así, los historiadores consideran que durante la época colonial
fueron extinguidos la mayoría de los grupos locales, víctimas de la violencia, de las epidemias y de
la dilución étnica derivada de las “recongregaciones”, que conjugaban a pueblos de diversa
filiación lingüística y cultural, así como de las “desnaturalizaciones” que suponían traslados
masivos a grandes distancias (S. Canals Frau, 1973). Se supone que, para la época de la revolución
independentista de 1810, ya habían desaparecido los huarpes, los olongastas, los comechingones,
los sanavirones, los diaguitas, los calchaquíes, los pulares y los tonocotés del NO. También los
jesuitas lograron la desaparición étnica de los lule y los vilela del sur del Gran Chaco, y en el
litoral mesopotámico se eclipsaron los mbeguá, los chaná, los mocoretáes, los mepenes y, ya a
fines del S. XIX, los kaingang [1]. Pero si muchos se fueron otros llegaron, ya que durante los
siglos XVII y XVIII, miles de araucanos de Chile ingresaron al territorio argentino huyendo de la
guerra colonial y fueron “araucanizando” progresivamente los bosques y llanuras patagónicas
anteriormente pobladas por montañeses (pehuenches), tehuelches y pampas.
Genocidio republicano: la conquista del “desierto”
En las últimas décadas del siglo XIX, el recién estructurado Estado centralista decidió asumir el
desafío de conquistar y consolidar sus “fronteras interiores”. Estas fronteras internas,
eufemísticamente llamadas “El Desierto”, estaban constituidas por las extensas áreas que desde la
época colonial permanecían bajo el control de los grupos indígenas. Durante casi tres siglos los
cazadores ecuestres de la Patagonia y del Gran Chaco habían conservado su independencia, a costa
de un casi continuo estado de tensión bélica, ocasionalmente alterada por algún poco duradero
tratado de paz. Durante esta época se puso de manifiesto la dificultad de someter y subordinar a
sociedades sin clases y de jefaturas más bien laxas, puesto que no poseían grupos de poder
susceptibles de ser destruidos o comprados, ni líderes máximos con quienes pactar alianzas
perdurables. Los decenios que duraba la “guerra del malón”, tal como se llamaba a las incursiones
bélicas indígenas contra los establecimientos criollos de las fronteras, habían exacerbado el
antagonismo étnico, justificando ideológicamente la guerra de exterminio que la historia Argentina
designa con el sugestivo nombre de “La Conquista del Desierto”.
Hacia 1875 el Presidente Nicolás Avellaneda, expresaba que: “...suprimir a los indios y ocupar
las fronteras no implica en otros términos sino poblar el desierto...” (en Auza, 1980:62). Los indios
estaban y no estaban allí, el desierto era desierto a pesar de la presencia humana, pero esta
presencia no era blanca, ni siquiera mestiza y por lo tanto carente de humanidad reconocible.
Poblar significaba, contradictoriamente, matar. Despoblar a la tierra de esos “otros” irreductibles e
irreconocibles, para reemplazarlos por blancos afines a la imagen del “nosotros” que manejaba el
Estado “nacional” emergente. Así, un conjunto de circunstancias, entre las que se destacaban la
necesidad de ocupar efectivamente las fronteras nominales con los países limítrofes, las demandas
de tierra por parte de los hacendados para incrementar la ya altamente significativa producción de
carnes y granos destinados a la exportación, y la voluntad de acabar con la llamada “amenaza
india”, que supuestamente impedía la configuración nacional en términos de un Estado moderno;
fueron las razones que determinan la concreción de las sucesivas expediciones militares que
lograron la “Conquista del Desierto”. A partir de 1876, el ejército armado por hacendados comenzó
la guerra abierta contra las “pampas” y araucanos de la Pampa y Patagonia. No es este el lugar para
tratar con detalle las características de esta guerra de exterminio, baste señalar que a la crueldad de
toda guerra, se sumó el profundo desprecio étnico que el ejército “civilizador” sentía por los
indígenas. El resultado era inevitable; los guerreros ecuestres fueron derrotados, sus aldeas
incendiadas, las mujeres y los niños masacrados; se llegó incluso a recurrir a la guerra
bacteriológica enviando prisioneros con enfermedades contagiosas a las aldeas que no se
doblegaban (Bartolomé, 1969).
De este dramático proceso no estuvo ausente el interés de quienes más se beneficiaron con el
incremento de la economía agroexportadora, que por medio de dicha campaña incorporó 30
millones de hectáreas a la producción, me refiero a los hacendados y a sus clientes británicos. No
resulta casual que en su última recorrida de la Pampa en 1879, el General Roca iniciara la etapa
final de la erradicación de la “amenaza india”, a bordo de un ferrocarril por cortesía de la Buenos
Ayres Great Southern Railways Company Limited (Lewis, 1980:484). Atrás de las tropas iba la
presencia modernizadora del ferrocarril, incrementando la capacidad del transporte y agilizando la
economía exportadora (o succionadora) que continuaba la herencia colonial.
Casi simultáneamente con la invasión de la Patagonia, se iniciaron las expediciones militares
hacia el norte, contra los grupos indígenas de la extensa región chaqueña. Esta área, habitada por
pueblos cazadores que habían desarrollado un complejo ecuestre desde el siglo XVII, fue objeto de
varios intentos colonizadores que incluyeron la instalación de misiones religiosas, pero ninguno de
ellos tuvo mucho éxito. A partir de 1870 comenzaron las expediciones militares que intentaron el
definitivo sometimiento de este otro, y aún más contradictorio “desierto”, dotado de una geografía
de bosques, sabanas y caudalosos ríos. Hacia 1884 la expedición del General Victorica consiguió la
consumación de la Conquista, si bien en fecha tan tardía como 1911 debió realizarse una nueva
incursión para sofocar los últimos reductos de la resistencia india. Después de la derrota, los
antiguos cazadores pasaron a desempeñar como peones rurales de los establecimientos madereros.
Pero ante la inconformidad de los indígenas, expresada en continuas rebeliones,. el representante
local del ejército firmó en 1914 un contrato con los ingenios azucareros del área occidental,
comprometiendo la mano de obra indígena e institucionalizando el sistema de patronazgo (M.
Bartolomé, 1972, 1976). A la ocupación militar siguió un lento proceso de colonización civil del
vasto territorio “conquistado” (H. Trinchero, 2000).
Resulta prácticamente imposible valorar con exactitud el impacto demográfico que produjo la
invasión militar, aunque el registro de enfrentamientos militares en el siglo XIX consigna las cifras
de 10.656 nativos muertos en Pampa y Patagonia y 1.679 en el Chaco (C. Martínez Sarasola,
1992:570). Sin embargo, nadie registró a los muchos miles de muertos de hambre, de sed, de frío,
extenuados en las huidas o víctimas de las enfermedades deliberadamente trasmitidas. El muy poco
confiable censo de 1895 estimó que habrían sobrevivido unas 180.000 personas, aunque se tratan
sólo de estimaciones.
Una vez consumada la conquista de ambos “desiertos” y arrinconados sus habitantes en
reducciones fronterizas o transformados en obreros rurales, la empresa “civilizatoria” argentina dio
un paso más hacia adelante; después de despoblar era necesario poblar. El Estado que había
derrotado a los indígenas poseía, hacia 1880, menos de 2.500.000 habitantes para ocupar alrededor
de 3.000.000 de km2 de territorio. Pero dicho poblamiento debía realizarse con blancos europeos,
que coincidieran con la imagen de sí misma que tenía la elite gobernante. Para la década de 1880,
clave en la configuración de la Argentina actual, ya Buenos Aires era una importante caja de
resonancia para las nuevas ideas que provenían de la Europa liberal y positivista [2]. El darwinismo
social y la casi teológica idea del progreso tenían su paradigma de referencia en la Europa blanca y
hacia ese modelo se dirigió el esfuerzo poblacional. Así, se dictaron leyes de inmigración y entre
1871 y 1914 llegaron 5.573.100 inmigrantes, de los cuales 2.720.400 emigraron nuevamente,
dejando un saldo de 2.852.400 nuevos argentinos (Maeder, 1980:565). Así, en un poco más de
cuatro décadas, la inmigración dejó un saldo positivo (radicados) de alrededor de tres millones de
personas, la mayor parte de las cuales provenían de Italia, seguida por españoles y tal vez por un
20 % de franceses, ingleses, eslavos y sirio-libaneses. Si a esta cifra sumamos el crecimiento
vegetativo para 1914 la población total ascendió a 8.253.097 habitantes, lo que triplicaba con
holgura la cifra de 1880. Se había cumplido el anhelado propósito de tener una nación blanca. Así,
hacia principios del siglo XX a los argentinos les gustaba compararse con Australia, pujante
colonia británica a la que Argentina había superado en producción y en crecimiento
demográfico [3].
Los sobrevivientes actuales
La ideología racista derivada de la guerra de conquista se transmitió en buena medida a los
inmigrantes europeos, configurando así un bloque histórico en el cual la presencia de los indígenas
no sólo era despreciada sino también considerada un arcaísmo relictual y prescindible. Así, la
situación indígena actual es desgraciadamente similar a la de la mayoría de los pueblos indios de
América Latina. Los Mapuches sobrevivientes se han visto arrinconados en reducciones (reservas
territoriales adjudicadas por el Estado), la mayor parte de las cuales están dotadas de malas tierras
y ubicadas en los inhóspitos contrafuertes andinos o en la tundra patagónica donde el clima es
extremadamente riguroso e imposibilita el desarrollo de una agricultura redituable. La cría de
ovejas, una precaria agricultura y la recolección de los harináceos frutos de las araucarias, son
recursos insuficientes que obligan a buen aparte de las poblaciones a migrar, temporaria o
definitivamente, hacia centros urbanos donde exista demanda de mano de obra no especializada
(M. Bartolomé,1967). En un diagnóstico pionero M. González y D. Núñez (1973) destacaron que
las condiciones coloniales de dominio y subordinación de la población indígena no habían
desaparecido, sino que incorporaron nuevas modalidades formales tales como el endeudamiento
cíclico, el despojo de tierras, los intercambios asimétricos y la inducción al alcoholismo [4].
En las áreas andinas y subandinas del noroeste, los descendientes de quechuas y aymaras están
atrapados en las redes de una agricultura minifundista de bajo rendimiento, que los obliga a la
migración estacionaria a pesar de los fuertes lazos que aún los unen a la vida comunitaria. Desde el
punto de vista étnico es ésta un área de definición bastante compleja, puesto que tanto los
campesinos hablantes como los no hablantes de lenguas indígenas participan de similares
estructuras comunitarias y de semejantes patrones culturales; en los que confluyen elementos
andinos prehispánicos, remanentes coloniales y rasgos contemporáneos. Guillermo Madrazo
(1991, 1994) ha destacado la persistencia de una identidad regional distintiva, basada en lógicas
productivas, culturales y comunitarias que, a pesar del mestizaje histórico [5], tiende a asumirse
como indígena en las últimas décadas. En ello influye la discriminación y los intercambios
desiguales con la población que se considera “blanca”, lo que contribuye a mantener las fronteras
étnicas entre grupos que se perciben y son percibidos como diferentes. Para los no-indios los
considerados indígenas son globalmente designados como “coyas” (kollas), lo que en el contexto
regional es un despectivo, pero que ha sido reivindicado en la actualidad como un etnónimo
distintivo por los movimientos etnopolíticos protagonizados por los que se consideran
descendientes del kollasuyo, de la sureña jurisdicción imperial incaica.
El mantenimiento de la armonía y el equilibrio entre el hombre y el medio natural, que Elmer
Miller (1972:29) destacara como uno de los valores fundamentales de la cultura Toba, puede
adjudicarse también a los demás grupos de antiguos cazadores del área chaqueña (wuichí, pilagas,
chorotes, chulupies, etc.) Pero esa armonía ha sido destruida de una vez y para siempre: la
desertización de extensas regiones, el desarrollo de la economía de plantación, la explotación
maderera y la expansión de la ganadería, han alterado radicalmente los ecosistemas chaquenses al
cual los cazadores estaban altamente adaptados. Más allá de cualquier discurso retórico y simplista
sobre la relación de los pueblos indios con la naturaleza, resulta claro que la mayor parte de los
emprendimientos productivos colonizadores en el área han fracasado o no han dado los resultados
esperados, a pesar de que el medio había permitido la reproducción de las tradiciones basadas en la
caza y la recolección durante milenios. A esta compulsión ecológica se han sumado las
compulsiones económicas y políticas, determinando que la otrora cazadores y recolectores se vean
obligados a incluirse dentro de los sistemas laborales regionales o intenten imitar los modelos
económicos de la neopoblación local. En ambos casos, ya sea como trabajadores de los
establecimientos monocultores o dedicados a la agricultura comercial o de subsistencia, los
indígenas chaquenses fueron colocados en los peldaños más bajos de la estratificada y étnicamente
diferenciada población que compone la sociedad regional (M. Bartolomé, 1972; I. Carrera, 1983;
H. Trinchero, D. Piccinini y G. Gordillo,1992).
Etnocidio institucional: el Estado ante los indígenas
Después de la etapa puramente militar de la articulación entre los indígenas y la sociedad global,
fue sólo hacia 1928 que se decidió crear una comisión especial en la Cámara de Diputados que se
dedicaría a estudiar el “problema indígena”. Dicha comisión se limitó a proponer el reforzamiento
de los tratados de paz preexistentes y a impulsar a que los indígenas fueran incorporados en forma
más permanente al contingente de los semiproletarios rurales. Casi veinte años después, y como los
sobrevivientes mantenían su obstinada voluntad de ser indios negándose a ser absorbidos por la
“nacionalidad argentina”, se creó en 1947 la Dirección de Protección al Aborigen. Esta institución
fue incapaz de alterar la estructura del sistema de despojo que padecían sus “protegidos” ya que, de
acuerdo a la lógica de la época, se dedicó básicamente al clientelismo político. Hacia 1958 se
fundó la División de Asuntos Indígenas; organización fuertemente influenciada por los postulados
del ya pujante indigenismo mexicano en su faz integracionista, en concordancia con el proyecto
desarrollista imperante.
Pero Argentina no se caracterizó en el siglo XX por su estabilidad política. Así es que, en 1961,
una vez derrocado el gobierno desarrollista por un nuevo golpe militar, se disolvió la División de
Asuntos Indígenas y se resucitó una Dirección de Protección al Aborigen. Considerando, de
acuerdo a la perspectiva militar, que los indígenas no constituían un “problema nacional” sino
regional, se descentralizó la dependencia federal constituyéndose diversos departamentos de
Asuntos Indígenas en las provincias. El nuevo gobierno militar que ocupó el país en 1966, volvió a
centralizar el Departamento de Asuntos Indígenas ya que, desde una nueva óptica militar, los
indígenas sí constituían un “problema nacional”, puesto que muchos de los asentamientos se
congregaban en áreas de fronteras y éstas eran significativas para la doctrina de “seguridad
nacional” regida por la lógica de la “guerra fría”. Resulta obvio lo que se puede esperar del
indigenismo prusiano.
En 1983 regresó la democracia y en 1985 se creó el Instituto Nacional de Asuntos Indígena
(INAI), cuyas actividades fueron reglamentadas recién en 1989. Sus actividades de tipo asistencial
y legal fueron obstaculizadas por la falta de presupuesto y por su énfasis propagandístico de las
políticas gubernamentales sobre el sector indígena. En alguna medida se trató de la irrupción en la
Argentina del “indigenismo de participación” generado en México como resultado del fracaso de
sus propias prácticas integracionistas. Quizás un atisbo de cambio ideológico, lo representó la
creación de una modalidad de enseñanza denominada “Comunidad Educativa Intercultural”, que
recurre a la participación comunitaria y a la formación de maestros bilingües. También contribuyó
a la presencia indígena en oportunidad de la Reforma Constitucional de 1994, uno de cuyos
resultados fue el reconocimiento legal de la preexistencia de los grupos indígenas en el territorio
del Estado, así como su capacidad para obtener personería jurídica, la propiedad comunitaria de la
tierra y el derecho a mantener y desarrollar su diferencias lingüísticas y culturales. Sin embargo, no
se trata de una institución con prioridad estatal, por lo que ante las crisis económicas su capacidad
de acción se encuentra severamente limitada, aparte de ser cuestionada como una institución que
reclutó de manera vertical y no representativa a su Consejo Asesor de Pueblos Indígenas en 1998
(L. Mombello, 2002).
Tanto el paternalismo, como el populismo, el desarrollismo, el militarismo o las vacilantes
políticas democráticas se basaron en un mismo principio explícito o implícito: para ser argentinos
de pleno derecho los indígenas debían renunciar a su condición étnica y asumir el modelo cultural
que le ofrecían los propietarios del Estado. Estado que había sido su antagonista y que ahora les
sugería la promesa de aceptarlos si abdicaban de la posibilidad de seguir siendo ellos mismos [6].
Es decir que se les ofrecía un tramposo derecho a la existencia, concedido a cambio de que
asumieran esa inducción al suicidio cultural que hoy llamamos etnocidio y que está, cada vez más,
tipificado como un delito en la más reciente legislación internacional.
Sin embargo, todas ellas fueron políticas estatales de poco alcance y débilmente
institucionalizadas. Durante todo el siglo XX se había formalizado una invisibilización de los
indígenas; no eran “el problema” de la Argentina, y su expulsión hacia las remotas fronteras de un
enorme país, ideológica y físicamente centrado sobre la ciudad-puerto de Buenos Aires, los había
alejado de la percepción social. Su presencia se asociaba a los migrantes rurales que acudieron
atraídos por la industrialización en las décadas de 1920-1940, los llamados “cabecitas negras”, de
acuerdo a la terminología racista que provenía de la configuración nacional blanca y europea. Pero
raramente no se los consideraba “indios” sino, curiosamente, “negros”, como si Buenos Aires fuera
un enclave colonial inglés en la India o en Africa. La mitología nacional de la Conquista del
Desierto, repetida como discurso fundacional del país en las escuelas, proponía (y propone)
indirectamente que todos los indios han muerto, ahora se vive en la patria del criollo cuyos
antepasados son los gauchos. Por ello la población del “interior”, como se llama al conjunto del
país que no es Buenos Aires, carece de “indianidad” pero no de “negritud”. Se trata de un extraño
componente poblacional cuya nacionalidad es puesta muchas veces en entredicho, ya que su
aspecto los asemeja más a bolivianos o paraguayos que a “auténticos argentinos”. Las asimétricas
relaciones interétnicas urbanas han sido analizadas en las ciudades de La Plata y Rosario por
recientes estudios de antropología (L. Tamango, 2000: H. Vázquez, 2000). Pero la discriminación
objetiva existente, no excluye la eventual y cíclica eclosión de encendidos discursos nacionalistas,
institucionales o contestatarios de acuerdo al momento político, que aluden a las “raíces indígenas”
de una población de colonos que no se da muy por aludida.
Emergencia étnica y movimientos etnopolíticos
Hacia 1968 algunos indígenas residentes en Buenos Aires, provenientes de las áreas provinciales
de expulsión laboral, fundaron el Centro Indígena de Buenos Aires (CIBA), primera organización
indígena estructurada en términos etnopolíticos, es decir no relacionada con formas organizativas
previas. Tal como sucediera originariamente con algunos de los líderes del American Indian
Mouvement de USA, a este Centro confluyeron indígenas provenientes de distintos grupos,
homogenizados ideológicamente por la agudización de la confrontación interétnica y como
estrategia de respuesta colectiva a un medio social saturado de prejuicios étnicos y raciales. Dentro
de este contexto resulta lógico que las primeras consignas de dicho Centro se orientaran hacia la
reafirmación de sus identidades étnicas, proceso necesario previo a cualquier proyecto de futuro
que estuviera basado en la especificidad social y cultural de sus miembros.
Hacia 1971 CIBA se transformó en la Comisión Coordinadora de Instituciones Indígenas de la
República Argentina (CIIRA), la que pretendía nuclear a todos los indígenas residentes en Buenos
Aires y proyectar su acción hacia el interior del ámbito nacional [7]. Casi simultáneamente con el
CCIIRA, en 1970, había surgido en la provincia de Neuquén la Confederación Indígena Neuquina,
que buscaba aglutinar a las 34 reservaciones mapuches del área. Esta Confederación nació signada
por la ilegitimidad que le proporcionaba el hecho de haber sido organizada por terratenientes,
militares y políticos locales, que la percibieron como una forma de captación del voto indígena, al
mismo tiempo que como mecanismo de reaseguramiento del control de las zonas fronterizas. De
todas maneras, en 1972 la CCIIRA organizó en unión con la Confederación, el Futa Traun
(Parlamento Indio en lengua mapuche) al que se invitó a representantes de los otros grupos étnicos
del país. Cabe señalar que algunos gobiernos provinciales no enviaron delegados aduciendo que no
había indígenas en sus territorios, ya que allí “todos eran argentinos” o “cristianos y civilizados”
(Colombres, 1975:186). Pese a la multiplicidad de obstáculos y de condicionamientos políticos el
Congreso tuvo lugar y logró plantear algunas demandas concretas [8]. Independientemente de los
intentos manipulatorios oficiales, estos encuentros comenzaron a generar una dinámica propia y un
efecto de resonancia que se extendía con una rapidez inusitada. Fue así que en 1973 y con el apoyo
del CCIIRA, se llevó a cabo en la provincia del Chaco el llamado Encuentro de Cabañaró, en el
que participaron Tobas y Matacos sentando las bases para la edificación de la Federación Indígena
del Chaco que incluía a Tobas, Matacos y Mocovíes (A. Colombres, 1975:193).
Esta emergente dinámica étnica no podía ser ignorada por el gobierno populista del momento, y
los intentos de manipulación generaron conflictos que llevaron a la disolución de CCIIRA., la que
se reestructuró en una nueva organización denominada Federación Indígena de Buenos Aires
(Serbin, 1981). Al no aceptar la co-opción la Federación fue reprimida, al igual que la Federación
Indígena de Tucumán que se había fundado en ese mismo años; los dirigentes fueron perseguidos y
muchos encarcelados. Lo mismo ocurrió con la Federación del Chaco. Los miembros remanentes
de la disueltas organizaciones constituyeron en 1975 la Asociación Indígena de la República
Argentina (AIRA). Dicha organización se propuso evitar en sus filas colaboradores no-indígenas y
excluir de su línea programática la definición política coyuntural. Los propósitos de la AIRA
fueron entonces coincidentes con los del Movimiento Indio de toda América Latina y se podrían
sintetizar en tres términos: tierra, cultura y reconocimiento político.
Progresivamente se desarrollaron numerosas organizaciones regionales cuya demanda básica,
aparte del reconocimiento por parte del Estado, estaba dirigida hacia la restitución de las tierras de
las que fueran despojados. Este objetivo dinamizó, no sólo las luchas políticas y legales regionales,
sino que también supuso una reestructuración de los movimientos en búsqueda de ampliar su
fuerza, incluyendo a la mayor cantidad posible de los miembros de un mismo grupo
etnolingüístico. Se constituyeron así en grupos de presión, que progresivamente se
institucionalizaron, logrando configurarse como organizaciones cuya existencia se proyecta mucho
más allá de la obtención de los fines inicialmente propuestos. En esa empresa, muchos
movimientos contaron con el apoyo del Equipo Nacional de la Pastoral Aborigen (ENDEPA) de la
Iglesia Católica Argentina, otros con el auxilio de ONGs, sectores universitarios, movimientos
políticos, partidos y eventualmente instituciones estatales. Un listado de organizaciones sería
demasiado extenso, ya que se han multiplicado y, en ocasiones, cambiado de nombre [9]. El hecho
a destacar que han cubierto prácticamente todo el territorio y hacen cada día más difícil, tanto para
el Estado como para la sociedad civil, seguir asumiendo que ya no hay indígenas en la Argentina.
Procesos de etnogénesis
Cuando yo era estudiante de antropología, en la década de los sesentas, los profesores nos
proporcionaban un panorama de la etnografía argentina en el cual se omitía a los grupos
considerados extinguidos, o cuyo proceso de extinción estaba tan avanzado que se reducían a unos
cuantos individuos “mestizados”, término con el que se excluía la posible vigencia de la tradición
cultural de origen, que referiría entonces a un original estado de “pureza”. Nuestro deber, si tal
cosa existía, radicaba en realizar una especie de “etnografía de rescate”, tratando de registrar todos
los datos lingüísticos y culturales que nos pudieran proporcionar los últimos supervivientes de
aquellas culturas condenadas a la desaparición [10]. Entiendo entonces la sorpresa que produjo en
los últimos años la presencia y demandas étnicas de miembros de grupos que se consideraban
desaparecidos o al borde de la extinción. De pronto los mitificados pero casi ignorados tehuelches;
los huarpes del Cuyo dados por desaparecidos en el siglo XVII; los selk’nam de Tierra del Fuego,
de cuya definitiva extinción nos había informado Anne Chapman a partir de la muerte de Angela
Loij (1973), los etnohistóricos agricultores tonocotés del NO o los antiguos cazadores mocovíes
del sur chaqueño, a quienes se consideraba sólo como un campesinado genérico, reclaman una
presencia y una identidad étnica que desconcierta a los testigos de esta etnogénesis.
El concepto de etnogénesis ha sido tradicionalmente utilizado para dar cuenta del proceso
histórico de la configuración de colectividades étnicas, como resultado de migraciones, invasiones,
conquistas o fusiones. En otras oportunidades se ha recurrido a él para designar al surgimiento de
nuevas comunidades que se designan a sí mismas en términos étnicos, para diferenciarse de otras
sociedades o culturas que perciben como distintas a su autodefinición social. En algunos casos,
estos procesos de estructuración étnica son resultados de migraciones interestatales cuya
consecuencia es el desarrollo de una colectividad diferenciada en el seno de una sociedad
mayoritaria, de la cual se distingue por razones lingüísticas, culturales o religiosas. Con frecuencia,
dentro de la actual literatura europea, se ha recurrido al término para calificar el auge de los
nacionalismos diferenciales dentro de estados multiétnicos. El tema no es nuevo para la reflexión
antropológica (E. Barreto, 1994) pero existe un reciente e interesante ensayo de Antonio Pérez
(2001) que intenta abordarlo de manera comparativa. Este autor acuña incluso una tipología inicial,
en la que distingue, entre otras, a las etnias reconstruidas, es decir a aquellas que perdieran hace
poco sus bases culturales identitarias pero que mantienen una continuidad territorial, parental o
histórica, y a las etnias resucitadas, cuya relación con el pasado proviene en parte de la memoria y
en parte de la literatura existente sobre el grupo. Aquí propongo utilizar el concepto de manera
restringida, para designar los procesos de actualización identitaria de grupos étnicos que se
consideraban cultural y lingüísticamente extinguidos y cuya emergencia contemporánea constituye
un nuevo dato tanto para la reflexión antropológica como para las políticas públicas en contextos
multiculturales [11].
Pero también me interesa diferenciar a la etnogénesis de los procesos de revitalización étnica de
los grupos etnolingüísticos, históricamente estructurados como sociedades polisegmentarias, es
decir carentes de una organización política abarcativa. Esto refiere a los actuales dinámicas
etnopolíticas que proponen la construcción o reconstrucción de sujetos colectivos definidos en
términos étnicos, protagonizadas por grupos etnolingüísticos que perdieron, o nunca tuvieron, la
experiencia de una movilización conjunta en pos de objetivos compartidos. El análisis de las
propuestas tendientes a lograr la constitución de los grupos etnolingüísticos en términos de sujetos
colectivos, debe recordar que esos sujetos colectivos no son políticamente preexistentes. La lógica
socio-organizativa tradicional de las sociedades chaquenses, basada en los procesos de fisión y de
fusión de bandas de caza y recolección, no determinaba el desarrollo de identificaciones colectivas
mucho mayores que las generadas por los grupos parentales extendidos en un ámbito territorial.
Tampoco los mapuches, cuya tradición de sociedad de linajes asociados en clanes territoriales ha
sido parcialmente sustituida por el desarrollo de colectividades residenciales, poseían una
identificación colectiva más allá de las jefaturas y de los lazos lingüísticos y culturales
compartidos. Es decir, que son sociedades segmentarias, las que tienden a no desarrollar sistemas
políticos generalizados que incluyan a todos los miembros de un grupo. La misma ausencia de una
noción definida de colectividad étnica, se puede aplicar a las familias extensas ampliadas (ty’y)
que constituyen las unidades de producción, residencia y culto guaraníes, o a las comunidades
aldeanas de los pastores y agricultores del NO. Y es que la mutua identificación de una serie de
colectividades, aunque sean lingüística y culturalmente afines, es siempre el resultado de la
presencia de una organización política unificadora. No existían entonces en el pasado las
“naciones” tehuelche, toba, mapuche o guaraní, como lo entenderían las ópticas nacionalitarias
decimonónicas, sino grupos etnolingüísticos internamente diferenciados en grupos étnicos
organizacionales, en el sentido de F. Barth (1976), que podían no tener mayores relaciones entre sí.
Es por ello que los rótulos étnicos generalizantes, tales como guaraníes, tehuelches, tobas o
mapuches, son más adjudicaciones identitarias externas que etnónimos propios, aunque ahora se
recurra a ellos para designarse como colectividades inclusivas y exclusivas Las culturas del
presente luchan entonces por constituirse como colectividades, como sujetos colectivos, para poder
articularse o confrontarse con un Estado en mejores condiciones políticas, ya que la magnitud
numérica y las demandas compartidas incrementa sus posibilidades de éxito. Se trata de la creación
de un nuevo sujeto histórico al que podríamos llamar Pueblos Indios [12], entendiéndolos como
“naciones sin estado” (M. Bartolomé, 2002).
Retomando ahora la etnogénesis, vemos que algunos de los más desconcertados fueron los
mismos antropólogos, varios de los cuales pretendieron recurrir a las literaturas de moda sobre la
“invención de las tradiciones”, para descalificar las pretensiones étnicas de esos indios resurrectos.
Igual sorpresa y desconfianza manifestaron ante la autodefinición étnica que de pronto exhibieron
decenas de miles de kollas del noroeste, a los que se había pretendido caracterizar como un
campesinado pintoresco que mantenía tradiciones andinas relictuales. Pero también resultaba
impactante que millares de criadores de ovejas y peones rurales o urbanos de la Patagonia se
reclamaran como mapuches y todavía hablaran de la “época de la invasión” para referirse a la
“gesta patria” de la Conquista del Desierto [13]. Incluso se advirtió, creo que con desazón, que ni la
religión impuesta por los anglicanos en el Chaco bastaba para que los toba, los pilagá, los
guaraníes o los wichí dejaran de serlo. Todas las previsiones, basadas en el paradigma de la
aculturación de mediados del siglo XX o del economicismo que inundó las ciencias sociales desde
la década de los setenta, resultaron insuficientes para explicar esta inesperada primavera étnica en
la que afloraban rostros indios considerados perdidos de acuerdo al precario registro etnográfico
existente.
Nos encontramos ante procesos que podríamos considerar de reetnización, derivada de la
experiencia de participación política adquirida en los años anteriores y mediada por la influencia
de las organizaciones etnopolíticas, que contribuyeron a dignificar lo étnico y otorgarle un sentido
positivo a la condición indígena . Se desarrollaron así procesos sociales de identificación que ahora
expresan la emergencia de nuevas identidades, asumidas como fundamentales por sus actores,
dentro de contextos históricos y contemporáneos en los cuales se mantienen fronteras entre grupos
percibidos como diferentes. La persistencia de un “nosotros” diferenciado proviene también de la
existencia de otro grupo que los considera como “otros”; la etnogénesis propone entonces un
nuevo contenido y una designación étnica posible a la diferenciación históricamente constituida.
En estos casos las identificaciones no se “inventan” sino que se actualizan, aunque esa
actualización no recurra necesariamente a un ya inexistente modelo prehispánico. Se trata de
recuperar un pasado propio, o asumido como propio, para reconstruir una membresía comunitaria
que permita un más digno acceso al presente. Tampoco sería ajena a este revivalismo la reciente
(1994) legislación que reconoce derechos específicos a los grupos étnicos, otorgándoles nueva
alternativas y posibilidades a las identidades indias; pero sería en extremo reduccionista
considerarla como la única causa de su surgimiento.
Veamos algunos de los casos de etnogénesis. Hacia 1880 el número de las selk’nam (onas) fue
estimado por Martin Gusinde en alrededor de 4.000 individuos. Después de esa fecha comenzaron
a ingresar a la zona “los cazadores de indios” contratados por hacendados criollos y británicos,
quienes deseaban ver sus nuevas posesiones “limpias de indios”. Curiosamente, estos cazadores
recibían su paga por la presentación de testículos o senos de onas asesinados en libras esterlinas.
Algunos de los cazadores eran criollos, otros rumanos e incluso algunos fueron traídos de Estados
Unidos y de Inglaterra; conozco su trabajo por los relatos de uno de ellos que me tocó tratar en sus
años seniles. No quisiera profundizar en el recuerdo; banquetes ofrecidos a los indios que
culminaban con descargas de fusilería, cacerías deportivas de hombres y mujeres en los bosques
fueguinos, ballenas varadas envenenadas y a todo esto hay que agregar las plagas deliberadamente
contagiadas [14]. Baste señalar el resultado: para 1918 se suponía que quedaban 279 Selk’nam y
hacia 1973 (op. cit.) Anne Chapman documentó la muerte de la que consideraba la última Ona.
Años antes, en 1925, un grupo de sobrevivientes había gestionado un tratado con el Estado,
consiguiendo que en 1929 les fueron adjudicadas unas 45.000 Hás. de sus antiguas tierras. Pero
como, gracias a los reportes de los investigadores, el estado los consideraba extinguidos, en 1990
declaró que esas tierras volvieran a propiedad estatal. No fue entonces el estado el único en
sorprenderse cuando cientos de personas que se declaraban selk’nam interpusieron recursos
jurídicos, logrando que les fueran legalmente restituidas 36.000 Hás. en el 2000. Incluso y gracias
a la mediación de una diputada provincial que se asume como selk’nam, han generado el proyecto
de declarar patrimonio histórico y cultural de su pueblo a la laguna Taps, lugar sagrado donde se
llevaba a cabo la antigua ceremonia de iniciación kloketen, cuyo recuerdo parecía haber
desaparecido [15]. Así, noviembre del 2001, se inauguró en Río Grande la Casa de la Comunidad
Rafaela Ishton que agrupa a los actuales selk’nam.. Al parecer son unas 450 personas las que
reivindican una filiación étnica que, aunque carece de un sustento lingüístico, se basa en la
memoria histórica, en los antiguos derechos territoriales y en una desconocida membresía
comunitaria.
El caso de la población huarpe que ocupaba (¿ocupa?) la región del Cuyo, uno de los límites
sureños del imperio incaico (un suyo), es igualmente significativo. Este pueblo de agricultores
sedentarios con notables influencias andinas se consideró extinguido en el siglo XVII, después de
una rebelión que protagonizaran en 1684. Sin embargo, en los últimos años cientos de personas
reclaman para sí una ascendencia étnica que remontan a los huarpes y que los llevó a participar
activamente en la Asamblea Nacional Constituyente [16] de 1994 al igual que a los también
“extintos” selk’nam. Se considera que en la provincia de Mendoza existen unas 200 personas de
esa filiación, en su mayoría urbanos, por lo que las demandas de tierras no son para ellos
relevantes, orientándose más hacia la revitalización cultural y lingüística, con acciones tales como
la edición de vocabularios y cantos en la antigua lengua milcayac recuperada de los diccionarios.
Pero también existen otras 11 comunidades que se reconocen como huarpes, que reivindican la
posesión de tierras (Huanacache, Lavalle, Uspallata,etc.) Si bien comenzaron a reunirse en eventos
folklóricos, tales como la Fiesta de la Pachamama auspiciada por la institución de turismo local,
pronto han tratado de diferenciarse de la cultura neo-andina, tal como lo ha documentado L.
Slavsky (1998). Dicha antropóloga registró en Mendoza la celebración de un ritual llamado Pekne
Tao, Madre Tierra en lengua milcayac, consistente en la realización de ofrendas a la tierra, cuyos
mismos protagonistas destacaban que no se trataba de rescatar una tradición antigua que habían
perdido, sino una nueva ritualidad que, en palabras de la oficiante, trataba de fomentar la relación
entre los huarpes “como fragmentos de una vasija rota que debía reconstituirse”. Representantes de
otros pueblos indios participaron en la ceremonia, ofrendando a la tierra de acuerdo a sus propias
tradiciones, mientras los huarpes cantaban en castellano y milcayac invocando a la ancestral deidad
Hunuc Huar, Señor de los Cerros. Este tipo de ceremonia de reconstitución comunitaria, que
recuerda a los Pow Wow de los nativos norteamericanos, propone precisamente la construcción de
una colectividad no residencial sino ideológica, que fomente la solidaridad entre sus miembros.
También en San Juan y San Luis, las otras provincias cuyanas, se ha manifestado la presencia de
los llamados “neohuarpes”, a pesar que los sectores dominantes negaban toda presencia indígena
regional, desde hace al menos 150 años, enfatizando la homogeneidad estatal (D. Escolar, 1997). Y
de hecho han logrado su reconocimiento como grupo étnico, ya que poseen una personería jurídica
nacional otorgada en 1996 y un legislación local específica de 1994 por la provincia de San Juan.
Por otra parte la Universidad de Cuyo también ha aceptado esta nueva presencia, ofreciendo 10
becas de estudios a aquellos que se identifiquen como huarpes. Esta inesperada etnogénesis ha
provocado alguna polémica. Un antropólogo de la Universidad de San Juan, analizó distintas
propuestas teóricas referidas a la identidad étnica, y arribó a la conclusión de que estos huarpes no
cumplen con los requisitos para serlo, ya que no se ajustan a las conceptualizaciones preexistentes
(A. García, 2002). Incluso el tema ha sido debatido en un importante encuentro de instituciones
científicas de la Patagonia reunido en Puerto Madryn en el 2001. Las opiniones de los “expertos”
han incidido para que la legislatura de una de las provincias cuyanas detenga una ley que restituía
el territorio de Huaco a los huarpes y que ahora proponen sea privatizado (C. Briones, 2001). A
pesar de este debate teórico y de sus posibles consecuencias, todavía no se han realizado
investigaciones etnográficas que den cuenta de la construcción histórica de la autoadscripción
étnica huarpe, ni identifique los datos referenciales en que ésta se basa dentro de la propuesta
argumental de sus protagonistas.
El tema de la etnogénesis, entendido como reconstrucción identitaria, es sumamente complejo y
no se presta a una interpretación unívoca. Creo, en este sentido, que debemos alejamos un poco de
las tradicionales explicaciones basadas en las perspectivas de las “comunidades imaginadas” de B.
Anderson (1993), o de la “invención de la tradición” acuñada por E. Hobsbawn (1987)
formulaciones que en realidad fueron propuestas para analizar procesos nacionalitarios estatales y
cuya aplicación al caso de las culturas indígenas puede ser dudosa o insuficiente, ya que carecen de
los sistemas comunicativos y de homogeneización ideológica estatales. Nos encontramos entonces
ante un campo de fenómenos sociales de extraordinaria riqueza para la reflexión antropológica.. En
primer lugar podríamos destacar que se puede tratar de casos de desconocimiento de realidades
preexistentes, tanto por parte tanto de los científicos sociales como de las instituciones estatales y
de la sociedad civil. ¿Pero, cómo es posible que haya permanecido invisible por décadas y hasta
centurias la presencia de colectividades etnoculturales diferenciadas de las ya conocidas o de la
dominante? Si éste es el caso, cabe apuntar dos respuestas posibles. Por un lado la ceguera
ontológica adjudicable tanto a la antropología como a la sociedad nacional, que no supieron o no
quisieron reconocer esas presencias. Por el otro lado se puede proponer el desarrollo de una
“identidad clandestina”.por parte de colectividades sociales, cuya estigmatización étnica las indujo
al desarrollo de una “cultura de resistencia” (M. Bartolomé, 1997), que posibilitara su
reproducción histórica y social al margen de la sociedad envolvente. En un país que se presume
blanco y donde las mentalidades racistas todavía se mantienen, ser indio es una ofensa, pero no ser
suficientemente indio también puede ser una inadecuada forma del ser. Una antropología que al
comienzo buscaba el exotismo, después el folklorismo nacionalista (los “orígenes nacionales”) y
finalmente la exclusión de lo indígena de su práctica profesional, no estaba preparada para
reconocer existencias étnicas que no se ajustaran a sus filtros ideológicos, a los que consideraba
basados en principios académicos.
Ahora bien, si se trata de inéditos procesos de etnogénesis, los interrogantes son mucho mayores
y quedan abiertos a las tareas de futuras investigaciones, que partan de la convivencia y de una
interlocución equilibrada y despojada de apriorismos. Al respecto hay que señalar que la lengua no
constituye el único indicador diacrítico de la identidad étnica [17], ya que ésta puede recurrir a una
vasto conjunto de referentes históricos o culturales para afirmarse como tal y definir la membresía
de sus protagonistas. Esto no quiere decir que existen rasgos culturales esenciales que dan
sustancia a la identidad, sino todo lo contrario, ya que esos elementos están sometidos a la
historicidad que les es propia. Se puede ser mapuche e ingeniero atómico o toba y arquitecto. Sin
embargo la etnogénesis sorprende a aquellos que ven a obreros, artesanos, profesionales o
empleados públicos manifestándose a sí mismos en términos étnicos y recurriendo, en
oportunidades, a indicadores visibles de la filiación, tales como plumas o ropajes, que inducen a
considerarlos en términos performativos de acuerdo a la terminología de moda [18]. En los
procesos de afirmación étnica, y en especial en los encuentros interétnicos, es frecuente que se
recurra a emblemas identitarios, es decir a rasgos materiales o ideológicos, propios o apropiados,
que argumenten de manera explícita la identidad de sus poseedores: de esta manera las ropas o las
artesanías (ponchos, fajas, sombreros, etc.) son resignificadas y pasan a detentar un valor
emblemático que estaba ausente en su uso cotidiano. Este aspecto externo, esta exposición pública
de la identidad, suele confundir a los observadores que lo ven sólo como un interesado
exhibicionismo étnico. Y de esta percepción no está ausente la perspectiva instrumentalista de la
identidad que, desde la obra de Glazer y Moyniham (1975), ha tenido la dudosa fortuna de reclutar
una gran cantidad de adeptos. Aquellos que perciben a la etnicidad, a la afirmación contestataria de
la identidad, sólo como un medio para obtener fines, deben recordar que toda acción humana es
motivada por algún tipo de interés específico. Pero el interés no implica la obligatoriedad de
motivaciones espurias. Se pueden movilizar recursos lingüísticos o culturales para alcanzar
determinados propósitos, pero esto quiere decir que los recursos existen y no que se están
inventando en ese momento. La manipulación de la identidad étnica no incluye necesariamente la
mentira o la falsificación de la misma, aunque es indudable que es un recurso para la acción. Así,
el hecho de que la etnogénesis pueda servir en determinada coyuntura para obtener algún recurso
crucial, tal como la tierra, no supone que la colectividad étnica se haya configurado
exclusivamente para ese fin, o no habría demandas sobre el reconocimiento de los lugares
sagrados, sobre revitalización lingüística o la edificación de Casas de Cultura huarpe o
selk’nam [19].
El caso es que a pesar de todos los esfuerzos estatales no se logró la construcción de una
Argentina blanca y culturalmente homogénea. Los procesos actuales, más allá de sus fluctuaciones
coyunturales, inauguran la posibilidad de un país culturalmente plural, que no necesite mitificar los
aspectos étnicos de su pasado y de su presente, sino que los acepte tal como son. Pero esa
aceptación no puede ser solamente retórica, sino que debe plasmarse en un nuevo tipo de
colectividad estatal, en la que los Pueblos Indios tengan derecho a la reproducción cultural y a la
autonomía política. La actual emergencia indígena propone entonces la configuración de un Estado
objetivamente multiétnico..Y es de desear que evite que en la Argentina se vuelvan a escribir líneas
como las siguientes, extraídas de un informe (Sola y Guzmán, 1977), escrito durante la sangrienta
dictadura militar de 1976-1983, destinado a atraer colonos sudafricanos al Chaco y que con toda
vergüenza reproduzco:
«... Para aquellas poblaciones con raíces europeas que han colonizado
países en el continente africano y que hoy encuentran comprometida la
continuidad de su residencia por las presiones de grupos étnicos distintos,
el Chaco Occidental ofrece un lugar, en una nación de idéntico origen
europeo, sin problemas raciales ni minorías indígenas, en condiciones que
difícilmente puedan repetirse en cualquier otra parte del mundo...».
[*] Miguel Alberto Bartolomé, «Los pobladores del “desierto”», en Amérique Latine Histoire et
Mémoire, Número 10 - Identités: positionnements des groupes indiens en Amérique latine [En
línea], puesto en línea el 21 de febrero de 2005. URL: http://alhim.revues.org/document103.html.
Transcripto el 1 de abril de 2005.
[1] Muchos de los nombres de los grupos no son etnónimos propios, sino designaciones externas
que, en oportunidades, pueden en realidad nombrar a distintas parcialidades geográficas de un
mismo grupo etnolingüístico. No es éste el lugar para una profundización etnohistórica, pero
quiero destacar una cierta ambigüedad en las denominaciones étnicas que produce una frecuente
confusión sobre la identidad de los grupos locales. Ello también oscurece la filiación que suelen
reclamar sus actuales descendientes, ya que se refieren a denominaciones externas a las que la
historia ha otorgado una reiterada pero discutible legitimidad.
[2] El evolucionismo provocó intensos debates, pero rápidamente tomó carta de ciudadanía
argentina, como lo comprueba el hecho que Charles Darwin fue nombrado miembro honorario de
la Sociedad Científica Argentina en 1877; un año antes de que fuera aceptado por la Academia
Francesa.
[3] Se fue desarrollando así una especie de teoría de “destino manifiesto”, tal como lo expresara
uno de los precursores de la sociología argentina, José Ingenieros, quien entre 1910 y 1920
intentaba comparar las posibilidades hegemónicas de Brasil y Chile en relación a las de Argentina
y concluía que “...Chile carece de extensión y de fecundidad. Al Brasil le faltan el clima y la raza.
La Argentina reúne las cuatro: territorio vasto, tierra fecunda, clima templado, raza blanca...” (en
Montserrat, 1980:808).
[4] En fechas más recientes varios ensayos dan cuenta sobre la precaria situación económica
actual, de los mapuche pampeanos tales como los de G. Fischman e I. Hernández (1989) o I.
Hernández (1993). También son relevantes para comprender mejor la articulación indígena con el
estado, los estudios realizados por A Balazote y. J.C. Radovich sobre el impacto de las represas en
la región mapuche patagónica , entre ellos los de 1991 y 1999.
[5] G. Madrazo ha documentado que el la época colonial “...el proceso de represión y despojo que
siguió a la derrota, con sus capítulos de dispersión tribal, traslados masivos, ruptura de las
agrupaciones de parentesco y mestizaje biológico, condujeron a una lenta disolución étnica...”
(1991:201) El mismo autor señala que después de la independencia la situación empeoró con la
expansión de las haciendas criollas sobre las tierras comunales, ante la cual los indígenas
carecieron de la posibilidad de ofrecer una respuesta unitaria debido a su fragmentación política,
que los orientaba a confrontarse puntualmente con cada hacienda (1994:128).
[6] Después de unos pocos trabajos iniciales sobre la política indigenista argentina (A. Serbin,
1981; M. Bartolomé, 1985), la producción y la reflexión al respecto se ha incrementado
sensiblemente en los últimos años, ya que antes no se la consideraba tarea de antropólogos. Ver,
entre otros, M. Carrasco (1991, 1993), L. Tamagno (1997), L. Mombello (2002).
[7] Sus postulados fundamentales fueron los siguientes: 1) Devolución de la tierra al Indio; 2)
Respecto a la personalidad cultural indígena; 3) Educación y sanidad; 4) libre empleo de los
idiomas indígenas; 5) Reconocimiento jurídico de las comunidades indígenas como personas de
existencia ideal y; 6) Difusión de la cuestión indígena en todos sus niveles (Documento CCIIRA).
[8] 1) Se abordó el constante problema de las tierras, solicitando la ampliación de las reducciones y
la prioridad de los indígenas en los planes de colonización; 2) Por primera vez se propuso la
necesidad de una educación bilingüe y bicultural, que si bien se inspiraba en algunos postulados
del indigenismo mexicano, para la Argentina constituían una verdadera novedad; 3) acceso a los
recursos forestales y minerales existentes en las reducciones, los que la legislación vigente
reservaba para el Estado; 4) diversas demandas referidas a la precaria situación sanitaria y al
cumplimiento de las leyes laborales y nacionales y: 5) Reclamaron personería jurídica para las
comunidades, al tiempo que plantearon la necesidad de la participación indígena en todo órgano
que se relacionara con cuestiones que los involucraran; allí estaba el verdadero escándalo; las
plantas querían cuidarse solas desdeñando a los botánicos.
[9] Al respecto se pueden consultar los documentados ensayos de M. Carrasco (1997, 2002), de M.
Carrasco y C. Briones (1996) de C. Briones (2002) o de C. Buliubasich y H. Rodríguez (2001).
Pero muchas más numerosas son las publicaciones de los mismos miembros de las organizaciones
indígenas, plasmadas en simposios, conferencias, manifiestos, comunicados, documentos, páginas
electrónicas y noticias de todo tipo.
[10] Hacia 1959 un antropólogo de la Universidad de Buenos Aires escribía las siguientes palabras
que parecen referirse a un fenómeno natural e inevitable: “...un extraño destino ha permitido que
yo haya visto morir ante mis ojos a dos de las grandes estirpes de los cazadores del sur: los
Gününa-këna y los Teushen...” (Bórmida, 1959: 154). Al parecer, el último de los Tehuelches
septentrionales, Kqlaqaqpa, falleció en 1960.
[11] No escapará al lector que la utilización de conceptos restringidos en las ciencias sociales
puede ser calificada como un recurso instrumental, en la medida en que permite atribuirle un
predicado unívoco a los procesos que designa, lo que no quiere decir que es el único sentido que
poseen o que pueden poseer. Más allá de complejas precisiones epistémicas, lo que me propongo
es recurrir a un término que ha sido definido por el autor y comprendido por el lector, de manera
tal que ambos sepan con la mayor claridad posible lo que se quiere nombrar al ser nombrado.
[12] Este término es con frecuencia utilizado en la actualidad para tratar de otorgar un mayor
reconocimiento jurídico o dignidad cultural a los grupos etnolingüísticos. Pero aquí propongo su
uso en un sentido estricto, en términos de una comunidad de comunicación y de reconocimiento
mutuos, que posibilite una orientación y acción compartida hacia el cumplimiento de objetivos
públicos .En tanto comunidades organizativas, serían entonces Pueblos, aunque no construidos por
estados, que es la característica distintiva de las naciones.
[13] Los intentos de descalificación de los grupos indígenas pueden llegar a ser grotescos. En la
Patagonia es tradicional que la policía de fronteras, la gendarmería, así como hacendados y
propietarios rurales, se refieran a los mapuches como “indios chilenos”, ya que la mayor parte del
grupo etnolingüístico reside en Chile, tratando de descalificar sus reivindicaciones territoriales al
considerarlos extranjeros. Igual de grotesca resulta la reciente campaña (1993-1998) llevada a cabo
por algunos medios de comunicación de la provincia de Salta en contra de las comunidad kollas, a
partir de sus luchas por restitución de tierras y en contra de la construcción de un importante
gasoducto norandino. La acusación más radical, del gobierno provincial, fue que eran indígenas
aymaras bolivianos (a pesar de ser kollas salteños) y la más frecuente era que anteponían su
condición de kollas a la de argentinos, con la intención de crear un estado transnacional indio que
se apropiaría de los recursos naturales de la región (A. Schwittay, 1999).
[14] No hay que suponer que el Ejército Argentino permaneció ajeno a este esfuerzo civilizador,
aunque no tuviera una participación mayoritaria. El 21 de noviembre de 1886 un destacamento
militar, al mando de comandante Ramón Lista, fusiló a toda una comunidad selk’nam “por las
dudas resulten agresivos al contacto” (E. Frites, 2000).
[15] Debo algunas de estas informaciones a mi viejo amigo Eulogio Frites, destacado pionero de la
lucha indígena perteneciente al pueblo kolla quien a la vez, y gracias a su condición de abogado, se
desempeña como asesor jurídico de la Comunidad del Pueblo Selk’nam “Rafaela Ishton” asentada
en la Isla Grande de Tierra del Fuego.
[16] Esta Asamblea incluía la incorporación de reformas a la Constitución referidas a los pueblos
indios, por lo que contó con la presencia y la presión de miembros de los distintos grupos étnicos y
algunas organizaciones de apoyo, cuya capacidad convocatoria logró la aprobación del artículo 75
Inc.17 que reconoce la preexistencia étnica y cultural de las poblaciones indígenas (L. Slavsky,
1998).
[17] Existe una vasta literatura etnológica al respecto, pero entre los casos que conozco de primera
mano puedo citar a los tuxá, pataxó y kirirí del Brasil o los chochos, chontales, zoques e ixcatecos
de México. Y ello no es un proceso exclusivo de los pueblos indígenas de América Latina, ya que
muchos de los indígenas norteamericanos, incluyendo sus líderes, desconocen la lengua de sus
mayores. Y si quisiéramos proponer un caso más dramático, deberíamos destacar que la mayor
parte de los etarras vascos no hablan el euskera, que forma parte de la identidad por la cual están
dispuestos a matar y morir.
[18] Quien contemple la fotografía de la representante de los considerados desaparecidos tonocotés
en un simposio sobre etnoconocimientos indígenas realizado en Montreal en junio del 2002, se
desconcertará ante su indumentaria obviamente construida con piezas de distintas tradiciones
nativas. Sin embargo esta aparente “falsificación”, no excluye que miembros del llamado Consejo
de la Nación Tonocoté Llutqui, que agruparía a 12 comunidades indígenas, hayan participado
activamente en la Jornada Nacional de Rebeldía el 11 de octubre junto con otras combativas
organizaciones políticas.
[19] Las visiones instrumentalistas de corto alcance tampoco pueden explicar la sorprendente
comunicación, o “conspiración”, que se debió establecer entre las comuniades huarpes de tres
provincias, alejadas por cientos de kilómetros entre sí, y que habría producido la eclosión conjunta
de la nueva afirmación identitaria.
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Fuente: [Internet] - www.guaranirenda.com - 2005
Acerca del grafismo de la lengua guaraní
Por: Félix de Guarania, 2001
No conocemos la escritura de los guaraníes, ni siquiera sabemos si escribían. Aunque en la página
262 del "Arte" de Montoya (Nueva Edición Viena-París, 1876) encontramos: «Escribir: Aiquatia».
Y en el "Bocabulario y Tesoro" del mismo autor, o sea en la segunda parte del libro (página
239v./232v.): «Quatia, r: Escritura, pintura, dibuxo, papel, carta, libro» (n.1). Así, pues, los
primeros textos que tenemos son los que escribieron los españoles de la época de la colonización,
principalmente sacerdotes, que lo hicieron basándose en la gráfica de su idioma (los del área de la
colonización portuguesa lo hicieron basados en el portugués).
Cada uno escribía de manera distinta. Trataban de representar los sonidos guaraníes según como
escuchaban y según las posibilidades del idioma que conocían. Entre Antonio Ruiz de Montoya y
Nicolás Yapuguay (Sermones y Ejemplos en Lengua Guaraní, edición facsimilar de la Edición
Príncipe del año 1727, Editorial Guarania, Buenos Aires, 1953) y otros, hay diferencias. Como era
de esperar, no había ni podía haber sistema alguno en la gráfica de entonces. Por eso, es muy difícil
de leer y entender estos textos. De ahí lamentables confusiones y palabras que corren con una
fonética distinta y a veces con significado distinto a la que en realidad debería tener.
Recién en el siglo XIX aparecieron personas que se interesaron por la adopción de una gráfica
que esté en consonancia con los verdaderos sonidos del idioma. En 1867, por disposición oficial se
reunió en Paso Pucú una comisión formada por Luis Caminos, Carlos Riveros, Andrés Maciel y
Crisóstomo Centurión para estudiar y resolver la adpción de una gráfica lógica y coherente. Esta
comisión adoptó la gráfica con que se escribieron los periódicos de la época, principalmente
Cabichuí (Kavichu'i) y Lambaré. Sin embargo, a juzgar por lo que podemos ver, tampoco era un
sistema esctrictamente elaborado, fiel a los sonidos característicos del guaraní. Refiriéndose a esa
gráfica, el Dr. Moisés Santiago Bertoni, científico suizo radicado largamente en el Paraguay, en su
libro Plantas Usuales y Útiles (Capítulo "De las grafías del Guaraní y de las Ortografías") dice:
«Fue seguramente la menos defectuosa y la más práctica, pudiendo seguirse en las modestísimas
imprentas de ese tiempo. Pero la espantosa guerra llevó todo, y los pocos sobrevivientes olvidaron
aquella ortografía completamente».
A lo largo de la primera mitad del siglo XX, cada quien escribía a su propio gusto. Las grafías
usadas por El Enano (semanario satírico bilingüe fundado en 1903), y las usadas por Narciso R.
Colmán (Rosicrán), por Félix Fernández, Darío Gómez Serrato, Manuel Ortiz Guerrero, Emiliano
R. Fernández, son diferentes y ninguno de ellos se preocupó seriamente por resolver el problema
(es posible también que no tuvieran la preparación necesaria para hacerlo, lo cual no quita que
hayan sido grandes poetas y escritores).
Moisés S. Bertoni por su parte, creó una gráfica para la lengua guaraní y la usó en su obra. El
punto más polémico fue siempre la representación característica "y" (agua en guaraní). Desde
Montoya, que la representaba con la "i" latina con una media luna invertida encima, fueron usadas
sucesivamente la i griega (y) (Restivo, Yapuguay y otros), la "ih" (Bertoni), la "ic" (Rosicrán, por
poco tiempo), la i latina con circunflejo (î), cuya creación algunos atribuyen a Ortiz Guerrero y
otros a Emiliano R. Fernández. Este signo es reivindicado por algunos antiguos miembros de la
desaparecida Asociación de Escritores Guaraníes (ADEG), aunque no son consecuentes, pues,
en sus raras publicaciones usan indistintamente ese signo y la i griega en su doble función de sexta
vocal y la consonante (ye).
Los primeros esfuerzos serios por dotar al guaraní de una gráfica apropiada, corresponde a la
entidad denominada Cultura Guaraní, que en 1950 participa en un congreso con ese fin en
Montevideo, donde se plantea por primera vez, fundamentándolo científicamente, el uso de la "j"
como "ye" y la i griega (y) exclusivamente como la sexta vocal característica.
En nuestro país, como lo indica Dionisio G. Torres en su libro Sobre la Grafía del Guaraní
(Asunción, 1989), «A propuesta de la Cátedra de Lengua Guaraní de la Facultad de Filosofía UNA,
se adopta un sistema ortográfico fonético con dos enmiendas (con respecto a lo resuelto en el
Congreso de Montevideo): El uso de la consonante palatal "J" en vez de la "Y" (ye) y la inclusión
de la "G" como consonante blanda; la vocal gutural "Y" indica el sonido propio característico del
Guaraní».
Actualmente en el Paraguay, se emplean prácticamente dos gráficas, aunque una de ellas día a
día pierde vigencia, que es la llamada "tradicional y popular" por sus cultores, convenida en una
reunión de escritores guaraníes en 1960 y adoptada oficialmente para sus publicaciones por el
Ministerio de Defensa Nacional (que propició aquella reunión). La resolución respectiva fue
impuesta por decisión de "la mayoría", sin que medien argumentaciones realmente serias.
La otra gráfica, denominada "moderna" o "científica" o "académica" por sus partidarios, hoy por
hoy es empleada en la mayoría de las instituciones dedicadas a la enseñanza del idioma; fue
adoptada oficialmente por la División de Lengua Guaraní del Ministerio de Educación y Cultura,
y por las universidades Nacional y Católica. Además, existe una importante producción literaria
(poesía, teatro, cuentos, traducciones) y una también bastante profusa de estudios guaraníes
(gramática, cursos, etc.) que la han adaptado. Materiales de lectura producidas por asociaciones
campesinas (incluso indígenas), por la Iglesia Católica y otras confesiones religiosas, revistas,
boletines, periódicos como Ñomongetarã y las, aunque raras, publicaciones en guaraní de los
diarios del país, emplean esta gráfica.
La discusión acerca de la gráfica guaraní ha sido (aún lo es, en cierto modo) intensa y
apasionada. La principal argumentación que esgrime la primera es la "tradicionalidad" contra "el
carácter extrangerizante" de la gráfica moderna. El profesor Reinaldo Decoud Larrosa decía a este
respecto que no se podía hablar de «grafías que se han hecho tradicionales», porque «ninguno de
los poetas, ni los citados ni los no citados, han usado en sus producciones desde que se iniciaron
como escritores la misma grafía. Han variado. Además, se considera como tradicional solamente
cuando una grafía se ha usado ininterrumpidamente por mucho tiempo por todos los escritores. Eso
no ha ocurrido ni ocurre en el guaraní, pues, cada escritor escribe a su manera y muchos escritores
de diversas maneras».
La grafía "tradicional" emplea, ya lo dijimos, la "I" latina con circunflejo para representar la
sexta vocal en guaraní, y cuando ésta es nasal, saca el circunflejo y lo sustituye por la diéresis, o
sea, los dos puntos sobre la letra; la "JH" para la aspirada; así como la "C" ante A, O, U y la "K"
ante E, I, y la "Y" (sexta vocal), que los partidarios de esta grafía escriben con la "I" latina con
circunflejo (Î). La "Y" es usada como ye consonante. Es de advertir ninguno de los escritores que
adopta esta manera de escribir es consecuente. A menudo un mismo escritor escribe de diversas
maneras en un mismo texto.
En general, la práctica demuestra que la gráfica "tradicional" presenta verdaderos
inconvenientes gráficos y acentúa la posibilidad de cometer errores. La adopción de muchos
digramas dificulta la lectura fluida. A los ojos se hacen más difícil captar con la celeridad necesaria
la imagen de la palabra.
En cuanto a la gráfica "moderna", su principal acierto consiste en su sencillez y la exactitud con
que se representan los sonidos del guaraní. Desde luego, ha sido compuesta teniendo en cuenta las
modernas conclusiones de la ciencia del lenguaje. y «la ortografía, como hecho lingüístico –dice el
Dr. Reinaldo Decoud Larrosa– debe ser estructurada necesariamente sobre los fundamentos
establecidos por la ciencia del lenguaje».
Fuente: [GuF2:217-219] - www.guaranirenda.com -
Ortografía guaraní del Congreso Científico Latinoamericano
de 1910
Confeccionado según la Ortografía Internacional aprobada por los congresos de Zoología y
Botánica
Letra, clasificación y correspondientes
1.a
Vocal común pura unisonante. Como en las lenguas latinas y en alemán.
2.b
Labial sonante. Como en francés, italiano, inglés. No se usa nunca sola (salvo por
malas grafías), sino en la nasal MB.
3.ch
Alveolar subafricativa. Intermedia de CH, TCH y TH inglesas; de CH, TCH, J y S
francesas; de SCH, TSCH y S alemanas; de CH, Z y S castellanas. Muy frecuente en
los idiomas latinoamericanos.
(d)
Dental sonante. No existe. La de los vocablos extranjeros se muda en R o ND; así
dado (sust.) hace ndaro.
4.dy
Dental africativa sorda. Intermedia de la semivocal Y, la D latina y la DJ italiana (G
dulce); es propia del dialecto paraguayo. Escribimos Y.
5.e
Vocal común. Como en los idiomas latinos la E abierta.
6.é [*]
Vocal común. Id. grave, clausa. En el uso común no se necesita distinguirla.
7.p [*]
Labial sorda. Como en las lenguas latinas.
8.g
Postpalatal sonante. Siempre es fuerte como en la sílaga ga de las lenguas latinas. La
GW es su labialización.
9.h
Aspirada leve. Es una aspiración simple y muy poco sensible. En algunos dialectos
casi nula, como en el francés haricot, pero es completamente nula, porque no admite
prótesis (se dice kaa'hu e ihvihra'hu y no kaarhu e ihvihrarhu). Los Portugueses
la omiten frecuentemente. Los Españoles la hacen fuerte, caso como su J. En el signo
IH es también muy leve, como en el dúplice ejemplo, pirahú. En los dialectos
paraguayos modernizados, es aspiración leve.
10.i
Vocal pura. Como en las lenguas latinas. Los modernos del Sud cambian
frecuentemente en Y cuando comienza la palabra, y los Portugueses en su J francesa.
Esto constituye doble error, cuando es pronominal o relativo general, como en iakatú
(frutal).
11.ih
Vocal postpalatal abierta. Especial y de suma importancia en guaraní. Solo algunas
lenguas eslavas la tienen, idéntica o muy parecida. Es de difícil audición para los
extranjeros: los Españoles suelen confundirla con U o con I, los Portugueses con U,
los Alemanes con Ö o con Ü; los Italianos con U o con E, los Franceses con É, EU y
con su Ü; pero de todas estas letras ninguna le es muy parecida, salvo la rusa HI y la
polaca YH; en cambio, lo más alejado de la realidad es graficarla Y (véase esta letra).
No obstante las apariencias, debidas a las malas maneras de pronunciarlas de los
Portugueses y Africanos, en general en el Brasil y Guayanas, y en esos países la
tienen los Indios.
12.ih [*]
Vocal postnatal abierta nasal obscura. De audicón y pronunciación más difícil aún.
No es simple nasalización fonética de IH, pues, expresa conceptos independientes y
muy distintos. Sin embargo, excepto algunos lingüistas, los escritores siempre la
confundieron con la IH, o más bien, con las alteraciones de la IH, ya enumeradas.
Montoya la escribe con ỹ. Los Españoles no las distinguieron. En el Brasil aparece en
la i de la la voz íma y en la palabra eíma (eĩh) de aquellos dialectos.
(j)
No existe en guaraní, ni la española, ni la portuguesa y francesa. Donde los
Españoles ponen su J, hay que poner H, o el hiatus (') o apóstrofo sin espaciar. Donde
los Portugueses escriben su J, escríbase Y semivocal.
13.k
Postpalatal global explosiva. Letra universal e inconfundible. Su uso evita
innumerables confusiones. Su substitución, en español y portugués, por la C ante A,
O, U y por QU ante E, DI, IH fue perpetua causa de error. Supuso en su caso y no en
otro, no es científico ni lógico. Advertencia: la K final se pronuncia como IH, en los
dialectos del Sud. Así, por ejemplo, páka (dialecto del Norte y tupiná), en lugar de
pak, deviene de páih; pakpá, ennumerar, se vuelve paihpá.
14.kh
Aspiración de K. Es aspiración fuerte como la J española y la KH alemana del Sud.
No existe en los dialectos guaraníes del Sud, pero sí en algunos del centro y de
Amazonia. Martius y Spix la escribieron GH, pues es más fuerte que la H alemana.
Kroeber y varios escritores antiguos la dan con X, aunque otros Españoles y todos los
Portugueses dieran a la X el valor de SH.
15.kw
Postpalatal labiatizada. Muchos lingüistas la consideran como letra distinta, así como
la siguiente. En ellas, la K y la G se pronuncian débilmente.
16.gw
Palatal labializada. Resulta desde que se da a la W su verdadero valor internacional.
Su uso, en las grafías corrientes, sería mucho más conveniente que el de los grupos
GU y KU, y más exacto.
17.l
(ll)
Alveolar continuante lateral. Como en latín, italiano y alemán. El creer que no existe
en esta lengua, es absolutamente un error, por más que sea general. La L es muy
usada en algunos dialectos del Norte y aun del Centro; en el Sus hubo un dialecto en
el que se usó bastante, y por fin, en la pura lengua del tiempo de los Jesuitas, así
como en los dialectos de los actuales selvícolas del Paraguay y Guaihrá, y aun entre
los nacionales, hay vocales con L.
Lateral y continuante. En la LL española, o castellana, no la andaluza o porteña. No
existe en guaraní; pero en el Río de la Plata, por error, se escribe a veces LL por Y (o
por DY y DJ).
18.m
Labial nasal continuante. Como en latín, italiano, español y alemán. No se usa mucho
al principio de un vocablo, y nunca al fin.
19.mb
Labial nasal sonante. De grande uso y característica. Confundida generalmente con la
M o la B fuerte (stop sonant) por los Portugueses y Franceses, frecuentemente con M
o con su B (por V) por los Españoles; si bien es cierto que en algunos dialectos cae a
veces en estas últimas letras. Frecuentemente es blandicie de P.
20.n
Alveolar nasal continuante. Como en latín, español, italiano, alemán. Se usa
raramente al principio de palabra, y nunca al fin.
21.nd
Dental nasal sonante. Confundida generalmente por la N por los antiguos Franceses,
y frecuentemente también por los Íberos, por más que sea distinta. Cae a veces en N.
22.ng
Palatal nasal obscura. Es nasalización de la K, y muy distinta de la N, tanto por su
naturaleza, como por su origen, siendo este último el que anotamos, y como sonido,
más allegada a la Ñ que a la N. Raras veces al comienzo de palabra (ngui, ngurú).
23.ñ
Postpalatal nasal obscura. Es nasalización postpalatal de K. Como en ciertos idiomas
celto-latinos (leponcio, provenzal, genovés). Pocos extraños a la respectiva lengua
llegan a pronunciarla, especialmente si no es letra final; ejemplo el vocablo mariña
en genovés. Solo se usa en el vocablo añ, alma, y sus derivados. Algunos escriben a
veces anh, pero generalmente, con Montoya, escriben ang, error que da al vocablo
doble acepción.
24.ñ y ny
Prepalatal nasal continuante. Es la Ñ española, NH portuguesa, NY catalana, GN
italiana y francesa ante I e E. El signo científico adoptado es el catalán pero el signo
español va siendo igualmente conocido y aun más, en la literatura y las ciencias, en
todo el mundo. El primero conviene para los estudios de la lingüística y fonética; el
segundo es preferible para los demás trabajos.
25.o
Vocal común abierta, como en latín, italiano, español y alemán, pero sin forma grave
o clausa.
26.p
Labial explosiva. Como en todas las lenguas latinas. Cae en MB después de una
vocal nasal, en casi todos los dialectos del Sud, y a veces también a principio de
vocablos. Estas blandicies no existen en las formas antiguas.
27.r
Prepalatal trémula continuante. Como en latín e italiano, y como en español sin la
forma RR. Es moderada y pura.
28.rn
Prepalatal subtrémula nasal. Es la nasalización de R y característica de la lengua. Los
extranjeros generalmente la toman por N, pronunciando erróneamente ponã, nã,
ronã, en lugar de porã, rã, rorã. En estudios lingüísticos se escribe RN, lo que
tendría grave inconveniente en el uso corriente. Baste la regla, que la R deviene nasal
ante toda vocal nasal.
29.s
Alveolar africativa continuante, como en italiano y español, más que en portugués,
menos sibilante que en alemán. Presenta leves variantes dialectales, pero nunca es
igual a la Z española, siendo, por tanto, un abuso el escribir palabras guaraníes con Z.
Pero la peor costumbre fue escribirla con cedilla (Ç) (Montoya, etc.) como lo
escriben todavía frecuentemente los Portugueses, causando infinitos errores de
transcripción.
30.sh
Palatal africativa continuante. Como SH inglesa y la SCH alemana. No existe en los
principales dialectos del Sud y Centro. No se necesita sino en estudios lingüísticos o
glotológicos.
31.t
Dental explosiva. Como en las lenguas latinas. En algunos dialectos cae en CH ante
I.
32.tsh
Palatal africativa breve. Como la CH española e inglesa, TSCH alemana y la C
italiana ante I, E. Sólo en pocos dialectos.
33.u
Vocal común grave. Como en latín, español, portugués y alemán.
34.v
Labial africativa continuante. Como en las lenguas neolatinas y la W alemana. La
grafía española por B es abusiva, y la igual portuguesa y francesa (en algunos
vocablos) es grave error, que reproducen frecuentemente las otras lenguas europeas y
el japonés.
35.w
Semivocal labial continuante. Como en inglés. Los Portugueses la escriben
generalmente U, lo cual es exacto para ciertos dialectos solamente. Los Españoles la
alteran frecuentemente escribiendo güe, güi, güy. Su uso corriente es muy
recomendable para evitar confusiones, aun cuando parezca redundancia. Se debe
escribir di-gúa, pater ejus; pero escribir güera es un error; angwa es una cosa y
anguá otra; wuá, tronco, es más correcto que uá, o guá; warã es más ajustado a la
realidad que varã; kaa'guyh es más cómodo y más seguro que ka'a guih, etc.
(x)
36.y
Signo antiguo variante en cuanto a su valor. Conviente tenerlo por la representación
de SH que conservó en muchos nombres y vocablos brasileños y la antigua de KH
que tuvo en países españoloes y aun para lingüistas modernos, así como la de SH que
tuvo también en origen en los nombrados países.
Semivocal prepalatal común. Como en castellano puro, en francés, alemán, inglés en
los casos correspondientes, y en latín J. Pero no como en andaluz y español del Plata,
ni como la J inglesa, ni la G dulce italiana, letras con las cuales continuamente se le
confunde, tanto hablando como escribiendo. La confusión es grande a este respecto.
Es mayor aun con los Portugueses, los que la dan generalmente por su J, que es la
francesa, si bien es cierto que los conodedores escriben frecuentemente ia, ie, etc.,
con lo cual están mucho más cerca de la verdad y a veces absolutamnte con ella. Así
también, los autores franceses antiguos, que escribían I latina, y casi todos los autores
holandeses y alemanes del pasado.
La mayor dificultad en el Plata es hacer comprender al público lo que es semivocal, y
que su Y no es tal, sino una consonante. Esto es poco menos imposible. el remedio
mejor sería una convención internacional, o lusoplatina, que suprimiese la J de unos,
como la Y de otros, y la substituyera por la DI, simple, o con el signo de diptongo en
los trabajos especiales. Pues entre indios puros solo se oye esto, que se confunde
insensiblemente con la Y semivocal verdadera, no llevando diferencia apreciable.
En cuanto a la DY –modificación paraguaya de la semivocal– va desapareciendo,
bajo la influencia extranjera y no vale ya la pena de distinguirla. Pues va siendo una
consonante cada vez más parecida o idéntica a la DJ universal, andaluza, platense y
GIE italiana.
37.ã
Nasalización moderada de A. En guaraní las vocales nasales tienen, por si solas, un
valor propio completamente distinto. Aisladamente son palabras distintas, y figuran
como tales en cualquier vocabulario de la lengua. Por lo tanto, y con más razón, son
letras distintas. En todos los dialectos.
38.ẽ
Nasalización moderada de E. Es abierta, y de uso en los dialectos del Sud
principalmente.
39.ĩ
Nasalización de I. Común. ĨN Id. de IH. En el Sud (vide supra).
40.ô [*]
Id. de O. En todos los dialectos.
41.ũ
Id. de U. Más general en el Sud.
42-ã', ẽ', ĩ', Nasalización leve de vocales correspondientes. Estas pueden ser también vocablos
46.õ', û [*] por si solas; ejemplos: õ - óva - ogué, en lugar de óva-kue; ĩ - mĩ - mĩrĩ forma, por
ejemplo, mimbota en lugar de mirĩpotá; kuñá forma kuñambayé; ẽ' - péva, etc. Su
distinción por medio de este doble acento complicaría mucho una ortografía popular.
Montoya mismo, la hace o no, según los casos, considerando a estas vocales como
verdaderas nasales, y a veces como letras comunes. Pero es necesaria en estudios
científicos y para la etimología.
47-ag, eg, Voces semigurorales. Igualmente cambian el sentido de la palabra o vocablo y tienen
51.ĩhg, og, valor propio, aun separadamente. Son, por tanto, letras verdaderas. Pero en cuanto a
ug o uk su distinción, vale lo dicho de las precedentes. La G o la K cursiva o chupada indica
que esta letra es semimuda o muda, agregada para expresar la guturación, la cual, por
lo demás, es poco sensible. Pero en composición –así como en ciertas formas llanas
muy antiguas– este segundo signo de la letra suena como consonante postpalatal
fuerte. Así, por ejemplo: kóga, predio, en vez de kog; ihvága, cielo, en vez de ihvág;
mbotúka, tábano, en vez de mbotuk; óga en vez de óg u o; así como yhgarih,
cedro, en vez de ih-á-rih; ihgáu, alga, en vez de ih-áu.
[...]
La Separación
Por: Moisés S. Bertoni
Por ser lengua polisintética de yuxtaposición pura inalterada, la guaraní se presta aparentemente
para que la separación de las palabras, una de otra, pueda ser hecha según métodos muy diferentes,
y casi al gusto del escritor. Pero esta apariencia engaña y ha llevado a errores lamentables.
Seguramente existe cierta facilidad, y la posibilidad de adoptar métodos diferentes en la mayoría
de los casos. Pero si el método no es lógico y racional, se presentan numerosos casos en que el
escritor tiene que renunciar a su método, o falsear la expresión, de lo que resulta confusión e
inexactitud.
En Montoya mismo, los errores de separación son muy numerosos, y de tales errores tienen los
otros vocabularios mayor o menor proporción. El desorden ha llegado al colmo en algunas
publicaciones recientes, en que las palabras resultan tan recortadas, y recortadas tan
desatinadamente, que no es posible encontrar en ningún vocabulario a buen número de pretendidas
palabras o fragmentos.
Ciertas reglas lógicamente se imponen.
1ª. Jamás separar como palabras los prefijos y los sufijos, ni los índices de las formas verbales
(desinencias).
2ª. Nunca separar partes atónicas.
3ª. Las palabras unidas por apéntesis son inseparables (chera'y, cherata).
4ª. Igualmente las unidas por la nasalización (kuña'mbaje, Ñe'embuku).
5ª. Los nombres de plantas, animales y otros seres, así como los geográficos y toponímicos, que
pueden ser escritos con una sola palabra, no deben ser cortados en varias, excepto en estudios
analíticos, bastando, en todo caso, los signos ya indicados, (.), ('), (-).
6ª. Nunca separar vocablos que no pueden encontrarse como tales en los vocabularios usuales.
7ª. Por fin, hay numerosas palabras que, no obstante a veces ser muy largas y constituídas por
componentes aparentemente separables en distintas palabras y que no lo son en otros casos, no
pueden ser descompuestas, sin cometer graves errores. Ejemplos: nderemimbota,
ndajaecháiva, cheyurumboya, yvyrakytã, cherovake.
[*] Nota del Editor (GR): Es posible que aquí haya un error de transcripción. Nosotros
respetamos nuestra única fuente [GuF2], pero lastimosamente hemos encontrado en ella muchos
errores ortográficos.
Nota de GR: Desconocemos si este complejo alfabeto fue alguna vez utilizado fuera de ese
congreso. Su inclusión en este sitio se hace como referencia histórica, no actual.
Fuente: [GuF2:205-210] - www.guaranirenda.com - 2005
De las grafías del guaraní y de las ortografías
Por: Moisés S. Bertoni, 1940
Una cuestión, cuya importancia no todos saben medir, es seguramente la de la grafía, o arte
de escribir las voces y sus compuestos.
Para la ciencia, como para todo trabajo en que la exactitud es necesaria, adoptar una mala grafía
es una desgracia. La literatura y los escritos populares pueden, en último análisis, adoptar cualquier
grafía para las lenguas no escritas, o escritas al capricho de cada uno, como la guaraní. Será un
inconveniente más o menos grave. Pero las obras científicas que no adoptan y siguen
rigurosamente un buen método de grafías de palabras, introducen la confusión y preparan otras
confusiones o errores para el porvenir.
Bastaría citar como ejemplo la obra capital de Piso y Marcgrav, respecto a plantas, animales y
medicina, impresa en 1648, en edición de lujo y profusamente ilustrada. La desgraciada adopción
de la C para los nombres guaraníes, y el escribir C en vez de K, llenó de errores de impresión a tan
importante libro, e hizo entrar en la ciencia errores que llegaron a ser prácticamente insalvables,
por lo universal que ya son. Y sin hablar de los dislates de Hans Staden, de Schmiedel, y de otros
ignorantes, habría que recordar el acrobatismo gráfico de Lèry, y las grafías lusitanizadas de
Gabriel Soares, Magalháes de Gandavo y de todos los antiguos portugueses, a las francohispánicas de Rochefort y el p. Breton, a la franco-lusitana de Yves D'Evreux, a la italo-lusitana de
los traductores de Thevet, y por fin, a las holandesas, francesas, alemanas y latinas. Todo eso vino
a constituir un laberinto de falsas vías, que llega a ser muy frecuentemente un rompecabezas para
quien necesita poder orientarse en medio de tamaña confusión.
Lo peor es que a pesar de todas las indagaciones que se hagan o intenten, quedan muchos
enigmas sin solución, confusiones inaclarables y errores sin enmienda posible, debido a las malas
grafías que ocultan a la forma genuina, o identifican un nombre de planta con el de otra, o los
transponen, o de uno hacen dos, o los altera de una manera irremediable. Se puede imaginar a lo
que puede llevar esto, en tratándose de plantas medicinales.
Pero en todas clases de investigaciones las malas grafías representan un obstáculo, a veces
insalvable, y una fuente de errores, perjudiciales o fastidiosos y aún ridículos. Basta decir que el
conocer la recta grafía de una palabra, es condición indispensable y fundamental para el
estudio de las etimologías. Ahora bien, la etimología, un tanto desacreditada por los que intentan
invadir sus dominios, sin el armamento necesario, no deja de ofrecer muy útiles indicaciones. El
análisis etimológico de una palabra es muchísimas veces revelador. Frecuentemente nos indica las
propiedades de una planta poco conocida, o la inanidad de los que erróneamente se la atribuyen, o
la aplicación diversa que en otros países se le diera. Ayuda también a la determinación o
identificación de la especie, o del grupo a que pertenece, o al conocimiento de su origen, de su
dispersión, así como de su ecología. Por fin, puede denunciar o aclarar toda clase de errores,
antiguos o modernos, cometidos en todos estos sectores de la humana lucha por la verdad,
inclusive el histórico, el protohistórico, el geográfico y el etnológico.
Esto explica que la etimología de los nombres guaraníes despierta tanto interés, y por qué hay
muchas personas que toman interés y hasta ponen verdadera pasión en esa búsqueda. Y más lo
explicará y lo justificará el hecho de que la nomenclatura guaraní domina desde las antillas hasta la
boca del Plata, tanto que entre nombre geográficos, toponímicos, de plantas y otras cosas naturales,
estimo que el total alcanza o pasa el formidable número de sesenta mil.
Este último dato claramente dice cuán necesario sea llegar a una entente ortográfica con los
países vecinos. Ideal que no podrá realizarse pronto, pero se realizará algún día, por la imposición
natural de las cosas, a pesar de que hasta ahora no lo haya tenido en cuenta ninguno de los que se
ocuparon de uniformar las grafías, y menos los autores de nuevos métodos. Es muy sensible, pero
así será mientras no se proceda de otra manera, sobreponiéndose a todo prejuicio.
Lo que uno propone, al idear una nueva grafía, es evitar los inconvenientes de las viejas o
usuales. Por tanto, los que están más habilitados para eso, son los que mayor ocasión han tenido de
conocer aquellos inconvenientes y saber cuáles fueron los más perjudiciales, tanto para la ciencia,
como para el público. Pues algunos, aunque graves, pasan desapercibidos para quien no tiene una
larga práctica científica, o pueden ser considerados como de poco momento. Por otra parte, es
preciso darse cuenta de que una grafía, al corregir ciertos inconvenientes, puede crear otros, caso
muy frecuente y soberano motivo de malogros. Si a esto se agrega las dificultades psicológicas, se
comprenderá que es, además, indispensable, tener bastante conocimiento de la cuestión, fuera del
país y con otras lenguas.
Aun cuando el objeto no sea sino el de dotar al Paraguay de una ortografía uniforme para el uso
corriente, yo estimaba conveniente que, en hacerlo, se propendiese hacia cierta internacionalidad,
colocándose, en lo posible, dentro del único convenio internacional que para el caso tenemos, y en
una situación que facilitase un subsecuente convenio con los cultores brasileños y otros de más
allá, o cuando menos, tratase de reducir las diferencias entre dos inevitables ortografías filológicas
nacionales, paraguaya y brasiliense.
Conceptúo necesario evitar todo nuevo recurso ortográfico que tenga que quedar por su propia
naturaleza exclusivamente paraguayo, y aun más, todo convenio que encierre un peligro de
malentendido para los lectores de los países vecinos.
La mayor dificultad práctica está en que esa tarea debería ser encomendada a una sola persona, o
a una comisión de pocas personas, y oficialmente. Creo que no existe un solo ejemplo en el mundo
de que una nueva grafía duradera, o la uniformización de una grafía, haya salido de una
corporación científica, o areópago cualquiera. Todas las intentonas en ese sentido, a mi saber,
naufragaron. Una comisión numerosa o un areópago, no llegaron nunca a algo armónico y
duradero.
Otra gran dificultad es que los proyectistas, en su mayoría, ignoraron o desconocieron las reglas
lógicas, o leyes fundamentales de toda buena y duradera grafía, y con más razón se alejaron de las
simples recomendaciones. Entre estas últimas, hay la que se trate de no complicar la grafía
universal, y por lo tanto, que se adopten letras o combinaciones que ya existen en otras lenguas. Y
la de evitar de dar a una letra un valor que no tenga en ninguna otra lengua. Cuando no cuesta
sacrificio, es cordura atender a las recomendaciones. Pero, siquiera las leyes lógicas
fundamentales, debieran ser acatadas. Veámoslas.
1ª.No pretender obligar a las imprentas a que manden fundir nuevos tipos, y mucho menos con
matices nuevas. Pues de otro modo, en la práctica, fue la ruina y el olvido, salvo el caso de
imposición oficial. En Norteamérica se hace uso de las grafías y ortografías más complicadas
–con 60, 80 y aun más de 100 letras y signos–, sin emplear un solo signo que no sea de uso en
cualquier regular imprenta.
2ª.No hacer uso de una acentuación complicada. Con más razón si la grafía pretende llegar a ser
ortografía corriente y popular. La tónica es indispensable.
3ª.Nunca bajo ningún pretexto, escribir de dos maneras el mismo sonido o fonema.
4ª.Nunca atribuir al mismo signo o letra valores diferentes, salvo en alguna combinación
necesaria o prácticamente muy conveniente, como CH, TH, KH, IH, a condición de que sea
de uso universal, o ya pertenezca a alfabetos muy conocidos.
5ª.Que la nueva grafía contenga absolutamente todos los fonemas y signos por fonemas de la
lengua.
6ª.En las lenguas aglutinantes y polisintéticas, los vocablos por elementos, en las composiciones,
son indicados por cada acento tónico, y en toda grafía científica deben ser separados de alguna
forma.
7ª.El acento tónico debe ser rigurosamente indicado, excepto en los monosílabos monovocales.
Su omisión fue la causa máxima de errores.
8ª.Una sílaba atónica nunca podrá ser separada de la palabra o vocablo a que pertenece. Un
vocablo atónico es inexistente.
9ª.Las nasales deben ser rigurosamente indicadas, y en trabajos de fonética, también las
seminasales y los nasolabiales.
10ª.Las letras mudas no se escriben, excepto en estudios científicos, en los que no se deben
escribir como las otras letras (sino mediante letras exponentes, chupadas o cursivas).
Ningún sistema ortográfico habiendo tenido en cuenta todas estas bases necesarias, todos
perecieron o perecerán, modificándose en la práctica y substituyéndose uno a otro, sin llegar a una
forma definitiva durable. Los españoles del coloniaje no siguieron método, y además omitiendo
muy frecuentemente el acento tónico final, introdujeron la mayor causa de todos los errores y
confusiones sin fin. Los portugueses hicieron lo mismo. Los padres Anchieta, Montoya, R. Breton,
Figueroa, Prazeres Maranhao, combinaron verdaderos sistemas, más bien personales, y que por sus
defectos, científicos o prácticos, no pudieron perpetuarse. No fueron convencionales.
La primera convención tuvo lugar en el Paraguay en 1867. Ese año, por disposición del supremo
gobierno, se reunía en Paso Pukú una comisión formada por los escritores Luis Caminos, Carlos
Riveros, Andrés Maciel y Crisóstomo Centurión, estableciéndose una ortografía popular y
nacional, con la que se escribió, principalmente, el semanario Lambaré. Fue seguramente la
menos defectuosa y la más práctica, pudiendo seguirse en las modestísimas imprentas de ese
tiempo. Pero, la espantosa guerra llevó todo, y los pocos sobrevivientes olvidaron aquella
ortografía completamente.
Nota de GR: Este artículo fue publicado como apéndice, en la obra de Moisés Bertoni, Plantas
Usuales y Útiles, de 1940. La inclusión del mismo en este sitio se hace sólo a modo de referencia
histórica, aun cuando sus ideas fundamentales siguen teniendo actualidad.
Fuente: [GuF2:200-203] - www.guaranirenda.com - 2005
Ortografía guaraní aprobada por la ADEG en 1960
Resolución de la Comisión Especial de la Grafía Guaraní, aprobada por las Reuniones
convocadas al efecto por la Asociación de Escritores Guaraníes (ADEG), en 1960
Presentación
En cumplimiento del mandato de la Convención de Cultores del Guaraní, reunida el 18 de junio de
1960 en el Ministerio de Defensa Nacional, con participación de representanciones brasileñas y
argentinas, en el deseo de terminar con la anarquía reinante en lo atingente a la Grafía Guaraní,
por medio de un instrumento práctico, familiar al pueblo, perfeccionable y concorde con la grafía
practicada por los mejores cultores nacionales hecha ya una tradición por la aceptación popular, sin
pretenciones de menoscabar el valor y la autoridad de los investigadores del idioma racial cuya
postura no haya sido adoptada, ni sentar cátedra de lingüística o de cerrar las puertas a
investigaciones o mejoras posteriores, hechas las deliberaciones correspondientes en la Cámara de
Comercio el día 20 de junio de 1960, puesta de acuerdo con espíritu democrático y patriótico,
resuelve presentar a la Magna Convención para su aceptación y ratificación, la siguiente Grafía
Guaraní, teniendo como punto de comparación el castellano, dado el bilingüismo como realidad
social digna de estimación.
El alfabeto
A
C
CH
D
E
F
G
I
Î
ÎN
JH
K
L
M
MB
N
ND
Ñ
O
P
R
S
T
U
V
Y
Sonido como en castellano.
Sonido de K ante las vocales A - O - U, como en castellano.
Sonido peculiar como la CH francesa y SH del inglés.
Como en castellano.
Como en castellano.
Como en castellano.
Como en castellano.
Como en castellano.
Sexta vocal gutural, con I latina y circunflejo: îpe.
Sexta guturo-nasal negativa, con I con circunflejo y N, ÎN.
Sonido especial aspirado, como la J andaluza: jha'e.
Ante las vocales E, I, Î, en substitución de la QU: karaí [*].
Como en castellano.
Como en castellano.
Sonido peculiar inicial del guaraní; sonido de tumba.
Como en castellano.
Sonido peculiar guaraní inicial. Sonido de ande: nde.
Como en castellano.
Como en castellano.
Como en castellano.
Sonido de ere inicial propio del guaraní: rîguasu.
Sibilante o no, en substitución de la Z y de la C, ya que en guaraní no hay diferenciación en el
consenso popular.
Como en castellano.
Como en castellano.
Sonido labiodental, se simplifica por este signo.
Es exclusivamente consonante.
Notas:
1. Las palabras de origen foráneo conservan su grafía original.
2. Se respeta la grafía tradicional de los nombres geográficos, por la imposibilidad de tocar los
archivos de Registros Civiles, casas parroquiales y demás instituciones.
3. La nasalidad se expresa con diéresis, crema o cremilla sobre la vocal de la sílaba
nasalizada: Tupä.
4. Para la sexta vocal gutural se emplea la I latina con un circunflejo de acuerdo con el uso
popular.
5. Para el sonido guturo-nasal negativo (ÎN) se usa la I latina con circunflejo seguida de una
N: ate'în.
6. Se adopta el apóstrofe [*] o coma elevada (') para la separación de conceptos o para destacar
una sílaba: ka'a.
7. El uso de los acentos es más o menos como el castellano.
Recomendaciones:
1. Se recomienda a la Autoridades pertinentes dar a la grafía adoptada la mayor difusión
posible para que llegue a su destinatario: el pueblo.
2. Así mismo se pide encarecidamente a las autoridades la reglamentación de las imprentas
para que se respete esta grafía oficial, y todos los trabajos que se presenten en adelante se
ajusten obligatoriamente a esta resolución nacional.
3. Toda postura nueva o personal que quiera presentarse en forma de libro o folleto, deberá
adaptarse a esta grafía.
4. Se pide finalmente a las autoridades nacionales dar un carácter oficial a la presente grafía
guaraní.
Firman:
Prof. Guillermo Tell Bertoni, Presidente.
Prof. Basilides Brítez Fariña, Secretario.
Miembros:
Darío Gómez Serrato,
Félix Fernández,
José C. Frutos,
Lic. Darío Céspedes,
Gral. Feliciano Morales.
[*] Nota del Editor (GR): Es posible que aquí haya un error de transcripción. Nosotros
respetamos nuestra única fuente [GuF2], pero lastimosamente hemos encontrado en ella muchos
errores ortográficos.
Nota de GR: La inclusión de este documento en este sitio se hace sólo a modo de referencia
histórica. Reinaldo Decoud Larrosa escribió una airada crítica al respecto.
Fuente: [GuF2:198-199] - www.guaranirenda.com - 2005
Consideraciones sobre un proyecto de "Ortografía Guaraní"
Por: Reinaldo Decoud Larrosa, 1960
Los redactores del citado proyecto [1], señores profesores Don Guillermo Tell Bertoni y Basilides
Brítez Fariña, General Feliciano Morales, Presbítero Lic. Darío Céspedes, Don José Cantero
Frutos, Don Darío Gómez Serrato y Don Félix Fernández, miembros de la Comisión formada para
tal fin, nos merece toda la estima y el aprecio en el valor personal que cada uno tiene y la obra que
han hecho y están haciendo para el engrandecimiento de nuestro idioma nacional, causa que con
ellos defendemos con los mismos propósitos, aunque a veeces con puntos de partida diferentes.
Rogamos a estas dignísimas personas no le den a nuestras consideracionjes significación personal,
pues mada tenemos contra ellas, y sí todo nuestro conocimiento para la obra que todos estamos
haciendo, cada uno por sus propios medios y circunstancias. El fin será alcanzado por la suma del
esfuerzo de todos.
La fundamentación del proyecto insiste varias veces en la inutilidad de "disquisiciones
lingüísticas" y afirman que han dejado de lado la lingüística. Estamos de acuerdo con ellos que las
meras disquisiciones nada valen, pero en ninguna manera puede, para trazar una ortografía, poner
de lado los fundamentos que la lingüística establece para tal fin, pues una ortografía es un hecho
lingüístico. La ortografía no sirve para hacer zapatos y tampoco para confeccionar trajes, pero sí
para escribir una lengua. La ortografía como hecho lingüístico debe ser estructurada
necesariamente sobre los fundamentos establecidos por las ciencias del lenguaje, porque se habla
de escribir una lengua.
Nos parece que en la fundamentación hay error de concepto por descuido: suponen que las
ciencias son meramente teóricas y no tienen ninguna aplicación práctica. No es así. La verdadera
ciencia es eminentemente práctica, se funda en hechos que registra, computa, verifica y establece
sus leyes y principos.
La lingüística es una ciencia experimental y por lo tanto práctica. Son conclusiones y sus leyes
están fundadas en los hechos reales del lenguaje humano. No acatar sus leyes cuando se trata de
estructurar una grafía, termina siempre en estropeo o destrucción del lenguaje cuya ortografía se
estructura.
También se insiste como base del proyecto ortográfico en que los signos adoptados han sido
tomados en grafías que se han hecho tradicionales, pero ninguno de los poetas, ni los citados han
usado en todas sus producciones desde que se iniciaron como escritores, la misma grafía. Han
variado. Además, se considera como tradicional solamente cuando una grafía se ha usado
ininterrumpidamente por mucho tiempo por todos los escritores. Eso no ha ocurrido ni ocurre con
el guaraní, pues cada escritor escribe a su manera y muchos escritores de diversas maneras. Aún
con la mejor voluntad, no se puede probar que existe una ortografía tradicional en guaraní.
Afirman también que el proyecto que proponen es para el pueblo y lo que quiere el pueblo. En
este caso, el pueblo que suele ser el macho cabrío expiatorio de todas las causas que se defienden
escudándolas con su autoridad, no puede ser tomado en cuenta porque al pueblo hasta hoy no se le
ha enseñado en ninguna ortografía; no escribe el guaraní y apenas lo lee. Solamente si se considera
como el pueblo paraguayo todo al grupo de escritores y poetas, que no son numerosos, que escribe
el guaraní cada uno como mejor se le ocurre, así que no es la voluntad del pueblo la que se quiere
imponer, sino de un pequeño grupo dentro del grupo de poetas. Pero si lo impuesto fuese bueno y
adecuado, y resolviese los problemas de la grafía guaraní (no los resuelve, los complica), no
importa que sea uno o muchos el que los imponga, basta que sea bueno y útil.
Muy de acuerdo estamos con ellos que la ortografía no sea fruto de caprichos personales sino de
un estudio racional y de resultados prácticos y eficientes, pero lamentamos que los mismos que
esto afirman, manifiestan el capricho evidente de rechazar el análisis y sin comprobación, los
resultados del Congreso de Montevideo, reunido en febrero de 1950, al que despectivamente tildan
de foráneo, "exótico". El motivo principal es que no quieren aceptar el uso de la "j" en su
verdadero valor fonético de consonante paladial sonora; de la "h" aspirada, y de la "y" como sexta
vocal. Sin tener en cuenta que estas soluciones se adoptaron, no por capricho de nadie y menos del
que escribe, sino porque es la única solución que evita las complicaciones que de otra manera se
trae a la ortografía, adoptando letras o combinaciones de letras o signos que atropellan todas las
normas fonéticas y los principios lingüísticos, y con frecuencia demuestran el desconocimiento del
verdadero valor de los signos ortográficos de la grafía latina.
El otro capricho es el someter al guaraní a toda costa a la fonética y grafía del español, con la
excusa de que el país es bilingüe. La didáctica de las lenguas establece como norma absoluta para
la enseñanza de los idiomas en los países bilingües, el estuidio comparativo de ambas lenguas,
insistiendo en las diferencias para salvar ambas de la destrucción recíproca. Además, parten del
error de porque el pueblo sabe leer en español y no en guaraní, hay que escribir el guaraní en
español para que el pueblo pueda leer, cuando que la solución es establecer una ortografía, enseñar
al pueblo a leer en guaraní para que no confunda más un idioma con otro por causa de la grafía
deficiente. La intención es que el pueblo lea sin que se le enseñe a leer. Maravilloso sería el
milagro pero nunca se lo ha alcanzado.
El pueblo hambriento de lectura guaraní no lee lo que se escribe, y los pocos que leen adivinan
lo escrito, no saben leer. ¿Por qué no se les ha enseñado a leer?. Porque hasta hace muy poco los
que debían enseñarlo trabajaban tenazmente para matar el guaraní: los padres y maestros, los unos
con la prohibición de hablar y los otros con la censura y el menosprecio. Escribir un idioma con
una grafía igual o semejante a otro es estropear la fonética de los dos. No diferenciarlos en el
estudio es confundir ambos, como ocurre en nuestro país, en que gran parte del pueblo no sabe
hasta dónde es guaraní y desde dónde es castellano.
Es pues absolutamente necesario diferenciar la fonética de los dos idiomas mediante la grafía, y
para esto basta respetar ambos idiomas y no someter el uno a la esclavitud tiránica del otro. Son
muy diferentes, y esto facilita la tarea. Ni el portugués, que es gemelo casi idéntico del español, se
puede escribir sometiéndolo a la fonética española.
Con la grafía propuesta, el guaraní sería el único idioma que escribiría los vocablos tomados a
otros idiomas (llamados en la propuesta "foráneos") con su grafía original, quiere decir, que si
vamos a escribir un nombre chino, tendremos que aprender los ideogramas de esa nación, o los
nombres hebreos con su grafía masorética, o los árabes con sus tortuosas letras, o los egipcios con
los jeroglíficos, o los caldeos con sus cueiformes.
Todos los idiomas escriben los vocablos tomados de otros, no con la ortografía original, sino con
la ortografía y pronunciación del idioma recipiente.
Siempre que se han cambiado la ortografía en un país, las toponimias han modificado de
ortografía y los documentos se han escrito en la ortografía establecida, así no es necesario ni
cambiar la ortografía de los documentos antiguos, hay que dejarlos como están, ni escribir los
nuevos en la ortografía antigua. En España, por siglos se escribieron Xerez, Guadalaxara,
Ximénez, etc., pero desde que se adoptó la "j" en vez de la "x" todos estos nombres cambiaron en
la documentación posterior.
Del alfabeto diremos lo que sigue:
1º)Que estamos en el siglo XX, y quiérase o no, debe acatarse el principio que para establecer una
ortografía convencional no se debe tomar en cuenta lo tradicional, lo uno es incompatible con
lo otro; y el hecho de desconocer esta incompatibilidad demuestra ignorancia de los verdaderos
problemas ortográficos y sus soluciones. Como así la rebelión contra los fundamentos y
principios de las ciencias del lenguaje, anula por sí sola la validez del proyecto. Ninguna
organización responsable: Estado, Universidad u otra institución que deba pronunciarse en
cuestiones ortográficas ha puesto de lado en ninguna parte jamás en nuestros días las
conclusiones de dichas ciencias, que se fundan en hechos incontrovertibles.
2º)La falla más grave es que el proyecto no adopta un sistema ortográfico y tiene por ello los
defectos propios de lo asistemático. No siendo sistemático no es convencional, como lo
pretenden. "Convencional" en ortografía no significa lo acordado por un grupo de personas,
sino lo estructurado de acuerdo a las convenciones establecidas para ortografías por las ciencias
del lenguaje, no importa que el que la formule sea una o varias personas.
3º)El único sistema posible en guaraní es el fonético, que tiene sus principios bien establecidos. El
etimológico es imposible, pues ignoramos la lengua madre del guaraní. La ortografía tradicional
no existe y no se crea ni se inventa, es fruto de prolongado e ininterrumpido uso.
4º)La adopción de letras que no existen en guaraní es otro de los defectos inadmisibles. Los
españolismos en guaraní no son suficientes motivos para incorporarlos. Existen tan pocas
palabras españolas con "f", las palabras que tienen "d" sola de origen español se adapta a la
fonética guaraní y se transforma en "nd" o la pierde: v.gr. maína de "madrina", paíno de
"padrino". No se deben incorporar letras de fonemas no existentes en el idioma.
5º)Las toponimias y los documentos del Registro Civil y parroquiales no justifican la poligrafía: no
hace falta el uso de la "c" cuando fonéticamente la "k" es la que mejor representa el fonema
gutural fuerte del idioma. Basta una sola letra para cada sonido. No debemos complicar la
ortografía aumentando el número de reglas. Los documentos anteriores a la adopción oficial de
la ortografía, quedarán como están, los nuevos se escribirán con la nueva ortografía.
6º)El uso del circunflejo (^) como signo para diferenciar el fonema "i" de la sexta vocal es
inadecuado. Ese acento no puede ser usado arbitrariamente, porque tiene su valor o su uso:
alarga la vocal o la cierra, pero no indica diferentes fonemas. La inexistencia de tipos adecuados
en la imprenta y en las máquinas de escribir no es motivo para adoptarlo. En cualquier
momento, las imprentas pueden hacer venir los tipos y matices necesarios, y a las máquinas se
les pondrán los tipos. Desde que se adopta una ortografía oficial, las máquinas para el Paraguay
traerán la tilde nasal (~) suelta para escribir sobre cualquier letra. Además es multiplicar
inútilmente los acentos.
7º)El uso de la crema (¨) para el acento nasal es inadmisible, pues este signo no tiene nunca ese
valor. Solo los que desconocen el uso de tal signo se atreverán a usarlo como signo nasal.
Universalmente, lo único que existe como acento nasal es la tilde (~). Esto facilita la
acentuación, pues unifica la gráfica de las vocales y consonantes cuya nasalidad debe indicarse.
8º)La adopción del complicado trigrama (în) para representar la sexta vocal en su valor
guturonasal, crea problemas graves que lo hacen completamente inadmisible:
1. Porque la "n" es consonante nasal pero no acento nasal, y agregará a la "î" su sonoridad
de consonante, y en lugar de sonar como sonido guturonasal puro, la gente terminará
pronunciando como sílaba inversa. Haciendo sonar la "n", no dirá "ỹ" sino "ĩn"; así
leerá: tĩre'ĩn, apĩsa'ĩn, en vez de tyre'ỹ, apysa'ỹ. Alternan gravemente la fonética de los
vocablos que tienen "ỹ" final.
2. Olvidan que la "ỹ" no es siempre final, y cuando no lo es, muchos vocablos quedarán
deformados en su fonología léxica. V.gr.: si substituimos la "ỹ" por la "ĩn", no diríamos
ya ky'ỹi, sino ky'ĩni; py'ỹi, sino py'ĩni; sỹi, sino sĩni. Deformación grave del vocablo.
3. Con la "ĩn" crean la sílaba inversa en guaraní, que nunca existió en el idioma. En
guaraní las consonantes siempre preceden a las vocales, solo cuando la vocal es inicial
no tiene una consonante antes. No es un capricho el rechazar lo que todos aceptan como
único signo de nasalización. ¿Por qué dar a una consonante el valor de mero signo de
acentuación nasal?. ¿Tendrán suficiente autoridad para modificar el valor de una
consonante?. El pueblo, al que tanto apelan, ¿olvidará definitivamente la "n" como
consonante y solo la pronunciará como timbre nasal?. Creemos que no, pues en el
mismo alfabeto también figura como consonante. Otra vez dos valores para un mismo
signo: consonante y acento nasal. Nada valen las normas fonéticas, solo el capricho es
todo.
4. Con este complicado signo cuando es final, harán que los vocablos que lo llevan
terminen en consonante (por más que lo hagan, la "n" no dejará de ser consonante, y
bien sonora, para ser signo nasal). En guaraní no hay consonante final. La consonante
final sería un atropello más a la fonética guaraní.
9º)La "jh", digrama impropio e inadecuado para un fonema simple, lo usaron varios escritores.
Pero Cultura Guaraní y el Congreso de Montevideo corrigieron el error hecho vicio en algunos.
Lo sensato es seguir el acierto de los congresos y no el error de algunos. ¿Por qué no aceptan la
"y" como letra única no nasal para la sexta vocal, y la "j" como consonante paladial sonora, y la
"h" aspirada, y la tilde nasal (~) única para todas las letras que deben ser nasalizadas?. ¿No es
acaso más sencillo?, ¿por el pueblo?. Pero no, si el pueblo no sabe escribir en guaraní, y es
bastante inteligente para aprender cuando se le enseñe. Aprende la ortografía de idiomas que no
habla y aprenderá más fácilmente la ortografía del guaraní que habla. El motivo es la ley del
capricho, en lo de los acentos. En el caso de la "j" y la "h" es porque quieren escribir y obligar
al pueblo que escriba el guaraní en español. Dememos que el guaraní sea guaraní y el español,
español: muy buenos vecinos, grandes amigos y conciudadanos en el Paraguay, pero que deben
y quieren conservar cada uno su propia individualidad.
Proponen que "el uso de los acentos sea más o menos como el castellano". Tremendo. El español
tiene veinte reglas de acentuación, ¿cuáles de ellas usar más y cuáles menos?. Otra vez escribir
guaraní en español. Pero si el guaraní tiene su mecanismo de acentuación fonológica sencillísimo:
la tónica final de las palabras no deben llevar acento agudo gráfico, y las no finales lo llevan todas
si no tienen tilde nasal. ¡Sencillísimo!. ¿Para qué tanta complicación?. Y afirman que han hecho
algo práctico y fácil.
De viva voz recomendaron que no se tenga en cuenta lo decidido en Montevideo, porque la
resolución tomada en Asunción es de más valor porque somos dueños del idioma, por eso tenemos
más autoridad y es más patriótico. Lo que aquí resolvemos tendrá más valor e importancia, si es
mejor y superior a lo resuelto fuera del país, pero si es inferior o disparatado, solo servirá para
desacreditarnos, porque los entendidos en la materia desecharán nuestras decisiones, o se burlarán
de nosotros, y pensarán cuán mal tratamos lo que mejor debiéramos cuidar, y se convencerán que
ignoramos lo que pretendemos saber. No olvidar que el guaraní es ya asignatura en varias
universidades extranjeras.
Sin lugar a dudas es de mucho más valor que los nuestros salgan airosos en un certamen
internacional, donde han concurrido especialistas y autoridades de indiscutible valía. Así ocurrió en
Montevideo: las tesis presentadas por los miembros de la delegación paraguaya fueron todas
aprobadas, y las otras no. El alfabeto aprobado fue el presentado por el P. Antonio Guasch, con dos
modificaciones propuestas por el Profesor Don Guillermo Tell Bertoni y una por el representante
de la Cátedra de Guaraní de la Universidad paraguaya [2]. Los tres, delegados del Paraguay. La
adaptación de la numeración guaraní al sistema decimal presentada por la Cátedra de nuestra
Facultad de Filosofía fue aprobada sin enmienda, y las otras dos argentinas rechazadas.
El Alfabeto de Montevideo es tesis de la Delegación Paraguaya aprobada en un Congreso
Internacional, donde estuvieron representados Paraguay, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador,
México, Uruguay, siete naciones, siete de las universidades, dos Academias de Lengua Guaraní,
varias sociedades de lingüística, un periódico, y especialistas de las ciencias del lenguaje invitados
especialmente. Las resoluciones de un Congreso de tal envergadura no se pueden desechar sin
menoscabo de la propia dignidad de lo que se trata.
Nos acusarán de entorpecer con nuestra actitud los esfuerzos muy encomiables del
Excelentísimo Señor Ministro de Defensa Nacional, y retardar la publicación de artículos en
guaraní en los grandes periódicos, pues si fuésemos buenos patriotas, deberíamos aceptar a ojos
cerrados la ortografía propuesta por la Comisión.
Tenemos 25 años de experiencia en la enseñanza del guaraní, y muy larga experiencia en el uso
del idioma hablado y escribiendo. Hemos estudiado todas sus dificultades y problemas, y lo que
decidimos adoptar es lo mejor que hemos encontrado. Los resultados que obtenemos y obtuvimos
en el uso del Alfabeto de Montevideo, son excelentes. Además, no queremos que la buena voluntad
y el inestimable esfuerzo del General Samaniego sean defraudados haciendo caer sobre él la
responsabilidad de adoptar lo erróneo, existiendo ya lo correcto.
Treinta y cinco años de esfuerzos para alcanzar la unificación de la ortografía, han sido
frustrados por todos aquellos que no han respetado hasta hoy ninguna de las decisiones tomadas en
congresos anteriores.
Cultura Guaraní aprobó un sistema bastante bueno en agosto de 1939; nadie lo acató,
solamente el poeta Leopoldo Benítez. Posteriormente se aprobaron otros sistemas y sufrieron la
misma suerte. El de Montevideo, que es casi idéntico al de Cultura Guaraní, evitó las pocas
poligrafías que éste aún tenía, fue inmediatamente adoptado por la Universidad y hace cuatro años
por los colegios secundarios. Ya ha sido puesto a prueba durante diez años. Existen obras serias
impresas en él: gramáticas, cartillas para lectura, libros de himnos, etc. Ha sido reconocido por
autoridades como Sainz de Robles, como la más práctica y racional (Diccionario de la Literatura,
Editorial Aguilar, 1954, Tomo 1).
Hay pues una ortografía en uso en la Universidad, en los colegios; si no formulamos otra que
resuelva los problemas ortográficos del guaraní en iguales condiciones o mejor, adoptamos eso.
[1] Nota del Editor (GR): El proyecto a que el autor menciona aquí es la Ortografía guaraní
aprobada por la ADEG.
[2] Nota del Editor (GR): El autor se refiere a sí mismo, como representante de la Cátedra
Guaraní, de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción.
Nota de GR: La inclusión de este artículo en este sitio se hace sólo a modo de referencia histórica.
El alfabeto que se critica ya pasó a ser obsoleto.
Fuente: [GuF2:191-197] - www.guaranirenda.com - 2005
Opamba'e rei
Misceláneas
Ko'ápe jareko tembihai heta mba'eichagua,
ohechaukaséva mba'éichapa ojeporu avañe'ẽ,
térã ojehaíva ko ñe'ẽ reheguágui. Rombyaty
ko'ápe umi ndaikatúiva romohenda umi ambue
vore kuérape.
En esta parte tenemos una variedad de textos,
que intentan demostrar el uso del guaraní, o lo
que se escribe acerca de ello. Agrupamos aquí lo
que no podemos ubicar en las otras secciones.
Tembihai avañe'ẽ rehegua
Textos acerca del guaraní
Artículos genéricos
• El idioma guaraní en el Mercosur (Lino Trinidad Sanabria, 1997)
• ¿Vida o muerte para las lenguas en la integración americana? (Delicia Villagra-Batoux,
2002) **NUEVO - Feb/08**
• El guaraní, hoy (David Galeano Olivera, 2003)
• Políticas educativas en Paraguay: revisión y balance (Azucena Palacios Alcaine, 2004)
• Actitudes y usos del guaraní en Paraguay (Lenka Zajíková, 2004)
• Política lingüística y realidad educativa en la República del Paraguay (Ruth Mariela MelloWalter, 2004)
• Vitalidad y dolencias de la lengua guaraní en el Paraguay (Bartomeu Melià, 2004)
• El Ateneo: De cruzada, a revolución cultural (David Galeano Olivera, 2004)
• La vitalidad de la lengua guaraní en el tercer milenio en Paraguay (Graziella Corvalán,
2005)
• Ñamopu'ã avañe'ẽ (paraguaiñe'ẽ) oñondivepa! (Joan Moles, 2005)
• El guaraní y la clase política (Lino Trinidad Sanabria, 2005)
• El guaraní en el Mercosur (Lino Trinidad Sanabria, 2005)
• El valor de la palabra en la Civilización Guaraní (David Galeano Olivera, 2005)
• El español y las lenguas indígenas en el Paraguay (Bartomeu Melià, 2005)
• Cédula de Identidad multilingüe (Joan Moles, 2005)
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El guaraní y el Mercosur (David Velázquez Seiferheld, 2005)
¿Es legítimo extranjeros en el guaraní? (Joan Moles, 2006)
Palabras de boca en boca (Bartomeu Melià, 2007) **NUEVO - Feb/08**
La(s) lengua(s) de los asuncenos (Bartomeu Melià, 2007) **NUEVO - Feb/08**
Paraguay multicultural y plurilingüe (Bartomeu Melià, 2007) **NUEVO - Feb/08**
El guaraní y la clase política paraguaya (Miguel Ángel Verón, 2008) **NUEVO Feb/08**
Sección de Enlaces: Otros textos acerca del guaraní.
Cartas abiertas de Joan Moles
Son textos diversos de carácter sociolingüístico; la mayoría son cartas abiertas enviadas a listas de
correo paraguayas, otras a destinatarios específicos, o en forma masiva a paraguayos y amigos de
Paraguay. Las transcribimos por considerarlas de utilidad, con el permiso del Sr. Moles, ya que él
se adscribe plenamente a nuestra causa: la promoción del idioma guaraní.
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Paraguái y Tetã Paraguái (06/Mar/2005)
Carta abierta al Presidente del Banco Central (1) (09/Mar/2005)
Carta abierta al Director del Correo Paraguayo (09/Mar/2005)
El pasaporte británico y el pasaporte paraguayo (11/Mar/2005)
Carta abierta al Representante del PNUD (12/Mar/2005)
Carta abierta a IGOPY - IIG (12/Mar/2005)
Guaraní y su legislación (14/Mar/2005)
Dolor lingüístico, desarrollo y patriotismo (18/Mar/2005)
Respuesta a: Avañe'ẽ ava ypy kuéragui (18/Mar/2005)
Carta abierta al Presidente del Banco Central (2) (22/Mar/2005)
Respuesta sobre la clase media paraguaya (23/Mar/2005)
Informática y paraguaiñe'ẽ. Una idea para emprendedores (30/Mar/2005)
Ganar dinero con el paraguaiñe'ẽ (01/Abr/2005)
Idea para empresarios: Websites en paraguaiñe'ẽ (03/Abr/2005)
Breve análisis de las Jornadas (29/Abr/2005)
Programas libres y Microsoft (29/Abr/2005)
Respuesta al Sr. Jackelen - PNUD (29/Abr/2005)
Ipyahúva guive paraguaiñe'ẽme! - ¡Todo lo nuevo en paraguaiñe'ẽ! (01/May/2005)
Fútbol y lenguas (16/May/2005)
UE aprueba uso del catalán, del gallego y del euskera (14/Jun/2005)
Pretoria vs. Tshwane. Topónimos en guaraní (15/Jun/2005)
Etiquetado. Registro civil. Élites urbanas versus élites rurales (23/Jun/2005)
Entidades que trabajan por el vasco, el gallego y el catalán (21/Ago/2005)
Impresiones personales (y tal vez erróneas) sobre Paraguái (22/Ago/2005)
El ALCA y el guaraní (26/Ago/2005)
Carta al Ministerio de Relaciones Exteriores acerca del ALCA (27/Ago/2005)
ALCA: El Quebec peleará por el francés (28/Ago/2005)
Guía de mercadeo en lenguas minoritarias (07/Set/2005)
Medios de comunicación y diversidad lingüística (10/Set/2005)
Iniciativas para fomentar la cohesión social (12/Set/2005)
Lenguas y leyes (16/Set/2005)
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Etiquetado y guaraní (16/Set/2005)
Datos de pobreza, riqueza e idiomas (17/Set/2005)
Grandes empresas y las lenguas (22/Set/2005)
La importancia (para el guaraní) de ser lengua oficial (23/Set/2005)
Informe Global de Competitividad 2005, y lenguas (01/Oct/2005)
Dos experiencias para enseñar guaraní (02/Oct/2005)
Correos de España en catalán (06/Oct/2005)
Cédula, ente normativo y creación de discurso (10/Oct/2005)
Carta a la Casa de la Juventud (12/Oct/2005)
Carta europea de las lenguas regionales o minoritarias (14/Oct/2005)
Paraguái Pareha - Correo Paraguayo: ¿Feliz Navidad en guaraní? (21/Oct/2005)
Hacer acopio de argumentos y más argumentos (21/Oct/2005)
Qué puede aprender el guaraní del esloveno (22/Oct/2005)
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Cómo se unificó el euskera (o vasco) (26/Oct/2005)
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Modelo finlandés y molelo paraguayo (29/Oct/2005)
La web de Gran Bretaña y la de Paraguay (30/Oct/2005)
¿Será el guaraní la quinta lengua oficial del ALCA? (31/Oct/2005)
Guaraní y criterios de Euskal Izendegia (01/Nov/2005)
Ausberto Rodríguez: MERCOSUR versus EE.UU. (04/Nov/2005)
Webs multilingües y guaraní (04/Nov/2005)
Cómics y bretón y francés. Lecciones para el guaraní (05/Nov/2005)
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Ley de Idiomas Nacionales de Guatemala (11/Nov/2005)
Comité de las Regiones vs. MERCOSUR y ALCA (16/Nov/2005)
Utilización del euskera en instituciones europeas (17/Nov/2005)
El mismo problema, dos soluciones diferentes (18/Nov/2005)
Tópicos peligrosos (24/Nov/2005)
Última Hora: Guaraní, idioma del Mercosur (25/Nov/2005)
Paraguay: II Encuentro de Políticas Culturales (26/Nov/2005)
Carta a la Corte Suprema de Justicia (26/Nov/2005)
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Galés y guaraní (16/Dic/2005)
Carta a Casa de la Juventud (2) (16/Dic/2005)
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¿Qué podemos esperar del Brasil para el guaraní? (18/Dic/2005)
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Paraguái - Paraguay / España - Espanya - España - Espainia (22/Dic/2005)
El esloveno de Italia, el guaraní de Paraguay (25/Dic/2005)
Asturiano y guaraní (26/Dic/2005)
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¿Qué legitima la petición del guaraní al Mercosur? (9/Mar/2006)
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Museu da Língua Portuguesa - Eurocom (24/Mar/2006)
La amenaza de las "superlenguas" y las "superreligiones" (26/Mar/2006)
Carta de la Secretaría de la Mujer y su respuesta (27/Mar/2006)
Opiniones sobre el guaraní (29/Mar/2006)
Congresos del Ateneo y el guaraní (01/Abr/2006)
La provincia de Tirol del Sur en Italia (02/Abr/2006)
Radio y lenguas de México (09/Abr/2006)
Qué puede aprender el guaraní del bengalí (17/Abr/2006)
Violaciones de la Constitución (18/Abr/2006)
"Ponerse en la piel del otro", propuesta literaria (18/Abr/2006)
Ideas de otras lenguas. Caminar y hablar (19/Abr/2006)
¿En qué lengua hablan a sus hijos? (20/Abr/2006)
Solicitud del Ateneo a las Naciones Unidas (22/Abr/2006)
Los mensajes (subliminales) sobre la lengua (22/Abr/2006)
Unión Europea vs Mercosur (26/Abr/2006)
¿Por qué falla el Estado Paraguayo? (27/Abr/2006)
Recordatorio: Seminario de lenguas (28/Abr/2006)
Debate sobre derechos lingüísticos (29/Abr/2006)
Bolivia: recursos naturales e identidad (3/May/2006)
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Wolf Lustig hablando del guaraní (3/May/2006)
Importancia del guaraní en EE.UU. (5/May/2006)
Irlandés, lengua 21 de la Unión Europea (10/May/2006)
Carta a la Casa de la Juventud (17/May/2006)
Radio y televisión en Sudáfrica (17/May/2006)
Internet y medios de comunicación, y guaraní (1) (19/May/2006)
Internet y medios de comunicación, y guaraní (2) (19/May/2006)
Parlamento Europeo, Francia y las lenguas (19/May/2006)
Castellano en la ONU vs guaraní en el Mercosur (1) (20/May/2006)
Castellano en la ONU vs guaraní en el Mercosur (2) (20/May/2006)
Inglés para inmigrantes en Estados Unidos (21/May/2006)
Ideología lingüística subliminal (22/May/2006)
Instalan colonia alemana (22/May/2006)
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Brasileños ilegales en Bolivia (22/May/2006)
Medios de comunicación (1) (23/May/2006)
Medios de comunicación (2) (23/May/2006)
Carta a la Asociación Paraguaya de Fútbol (24/May/2006)
¿Por qué no en guaraní? (30/May/2006) **NUEVO - Feb/08**
Pregunta desde Barcelona (30/May/2006) **NUEVO - Feb/08**
Georgianos y paraguayos (31/May/2006) **NUEVO - Feb/08**
Guarani Raity: Medios masivos (1/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Chilavert, APF, guaraní (1/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
A las empresas de informática de Paraguái (1/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Las 11 lenguas de Sudáfrica en billetes de rands (2/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Lenguas de Bolivia, Venezuela y Cuba (4/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Pasaporte de Irlanda vs. Pasaporte del Mercosur (5/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Carta a ABC Color (6/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Medios de comunicación y guaraní (7/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Líneas de argumentación contra el obstruccionismo menonita (7/Jun/2006) **NUEVO Feb/08**
Ha empezado la batalla ideológica (11/Jun/06) **NUEVO - Feb/08**
Diglosia y políticas lingüísticas (14/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Deshaciendo prejuicios y mentiras (16/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Una anomalía paraguaya (17/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Ejemplo de los holandeses en negocios (19/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Microsoft Office en quechua (21/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Extranjeros y lenguas (1) (24/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Extranjeros y lenguas (2) (25/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
¿Qué pasa con el PEB? (26/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Pasaporte de Reino Unido (27/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Escuela de derecho de Mercosur (30/Jun/2006) **NUEVO - Feb/08**
Ampliación del Mercosur sin oficialidad del guaraní (4/Jul/2006) **NUEVO - Feb/08**
Hoy, asedio contra el catalán (4/Jul/2006) **NUEVO - Feb/08**
Cartas varias
Mensajes masivos recibidos (o privados con autorización de divulgación), relativos a varios temas
acerca del idioma guaraní. Algunos están escritos en castellano, otros en guaraní.
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Marandu ragẽ (Perla Álvarez, J10/10/2005)
Kuatiahai jerahauka (Liliana de Aquino, J10/10/2005)
Re: Marandu ragẽ(Nery Fátima, J10/10/2005)
Ñaime peteĩ ñe'ẽme (Perla Álvarez, J10/11/2005)
Nosotros los patriotas (Dea Pompa, 22/Nov/2005)
El país de los idos y el de los que se quedan (Patricia Duarte, 15/Dic/2005)
Kuatiañe'ẽ che retãyguápe (Perla Álvarez, J01/15/2006)
Campaña "Guaraní: lengua oficial del Mercosur" (OM, 31/Ene/2006)
Al Presidente del Paraguay / Paraguái Rendotápe (OM, 28/Feb/2006)
Las [Mujeres de Lengua Guaraní] y las TIC (OM, 31/Mar/2006)
A todas las mujeres / Mayma kuñáme (OM, 31/Mar/2006)
Indígenas Guaraní en el Uruguay (Néstor Juri, 13/Abr/2006)
Mba'eaporã Ñemoherakuã "Guarani: Ñemby Ñemuha ñe'ẽtee" (María Pilar Milagros,
24/Abr/2006)
Ñamindu'urãmi (Perla Álvarez, J05/04/2006)
La lengua guaraní en el contexto interamericano (OM, 25/May/2006)
Derechos lingüísticos en el Mercosur (12/Jun/2006)
Por nuestra soberanía lingüística (Lino Trinidad Sanabria, 24/Ene/2008) **NUEVO Feb/08**
Manifiesto del Taller de la Sociedad Civil (24/Ene/2008) **NUEVO - Feb/08**
El guaraní en los documentos personales (Lino Trinidad Sanabria, 26/Ene/2008)
**NUEVO - Feb/08**
Reacción a las "Orientaciones Prácticas" del MEC
El año 2004, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) de Paraguay emite un informe de 50
páginas con el título de "La Educación Bilingüe en la Reforma Educativa Paraguaya". Al final de
dicho documento, pueden leerse unas curiosas "orientaciones", incluyendo una Normativa
Ortográfica que inmediatamente es ampliamente rechazada por los estudiosos del guaraní,
generándose de vuelta la polémica –ya rumoreada el 2002– de que el MEC quiere institucionalizar
la enseñanza del jopara / jehe'a.
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Capítulo 4 del Informe del MEC: Los desafíos del guaraní en la educación formal (2004)
Carta de alumnos del Instituto Superior de Lenguas al Presidente (09/Set/2004)
Carta de alumnos del Instituto Superior de Lenguas al BID (09/Set/2004)
Carta de docentes encarnacenos a la Fac. de Humanidades (10/Set/2004)
Carta de David Galeano a la Comisión Nacional de Bilingüismo (20/Set/2004)
Carta de alumnos del Instituto Superior de Lenguas a la CNB (23/Set/2004)
Reflexiones sobre las "Orientaciones Prácticas" del MEC (Harald Thun, 28/Set/2004)
La enseñanza del guaraní en la Reforma educativa (Lino Trinidad Sanabria, Set/2004)
La lengua guaraní y las nuevas normativas del MEC (María Eva Mansfeld, Oct/2004)
Pronunciamiento de foro de la lengua guaraní (Oct/2004)
• Guarani MEK-gua inuévova (Sátira anónima, 11/Mar/2005)
Léi kuéra
Leyes
Anteproyectos de Ley del Ateneo (Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní)
Anteproyecto de Ley plural (Tadeo Zarratea y un grupo de actores sociales, 2005)
Anteproyecto de Ley de la CNB (Comisión Nacional de Bilingüismo, 2006)
Avañe'ẽ jeporu ambue
Otros usos del guaraní
Karu ñemuha rembi'u rysýi (Menú de restaurante)
Aty renda marandurã'i (Cartelitos para lugares públicos)
Ñemu kuaaukapy avañe'ẽme (Publicidad en guaraní)
Elaborado por Manuel F. Fernández - © www.guaranirenda.com 2005-2007
Ambuére Joaju
Enlaces
Roiporavóngo kuri ambue tenda oñe'ẽva
guaranígui ha upe ñe'ẽ ojuguáva ichupégui,
tupiñe'ẽ, ojapo va'ekue ambue tapicha kuéra.
Nde rejopývo ko'ã joajuha, umi tenda ojepe'áta
ne ñanduti rechaukaha ovetã ipyahúvape.
Hemos seleccionado algunos sitios acerca del
guaraní y de su lengua hermana, el tupí, hechos
por otras personas. Al pulsar estos enlaces, esos
sitios se abrirán en ventanas nuevas de tu
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Guarani ñe'ẽ
Idioma Guaraní
Guarani Ñanduti Rogue (http://www.uni-mainz.de/~lustig/guarani/)
Tenda guarani ha Paraguái arandukuaa rehegua,
ojapo va'ekue Wolf Lustig, Magũsia
Mbo'ehavusu mbo'ehára, Alemáñape oĩva. Ipype
ojehai karaiñe'ẽme, alemañañe'ẽme,
poytugañe'ẽme, ingyeñe'ẽme, ha aveímante
va'erã, avañe'ẽme.
Sitio acerca del guaraní y de la cultura
paraguaya, creado por Wolf Lustig, catedrático
de la Universidad de Maguncia, Alemania.
Escrito en español, alemán, portugués, inglés, y
por supuesto, guaraní.
Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní (http://www.ateneoguarani.edu.py)
Arandu ha arandukuaa mbo'ehao, ombo'éva,
omoingovepýva ha oikuaaukáva avañe'ẽ
Paraguáipe.
Institución educativa y cultural, que enseña,
promociona y difunde el guaraní en el Paraguay.
El Idioma Guaraní (http://www.educar.org/Kunumi/)
Tenda ojapo va'ekue Jorge Román Gómez,
Itusaingogua, Taragui, Ahentína. Ñe'ẽpukuaa,
ñe'ẽysajakuaa, ñemongeta ha ñe'ẽndy avañe'ẽ
rehegua.
Sitio creado por Jorge Román Gómez, de
Ituzaingó, Corrientes, Argentina. Fonología,
morfología, conversación y vocabulario guaraní.
Google Avañe'ẽ (http://www.google.com/intl/gn/)
Ñanduti rogue rekaha, oñeñe'ẽmbohasa va'ekue
avañe'ẽme.
Buscador de páginas de la telaraña, traducido al
guaraní.
Wikipedia Guarani (http://gn.wikipedia.org)
Ñanduti arandu aty ohaíva ñanduti poruhára
kuéra voi. Nde rehai kuaárõ avañe'ẽme, ikatu
poroipytyvõ upépe.
Enciclopedia de la red escrita por los mismos
internautas. Si sabes escribir en guaraní, puedes
colaborar allí.
Guarani Raity (http://www.guarani-raity.com)
Aranduka guarani ñe'ẽme térã oñe'ẽva ichugui.
Avei aranduka'i py'ỹi, mba'epujere ha inimbope
ryru'i, ava arandukuaa rehegua, ñemu haĝua.
Libros en guaraní o relacionados a esta lengua.
También revistas, discos y casetes, sobre cultura
indígena, en venta.
Guarani - Carlos Montiel (http://www.carlosmontiel.edu.ms/index.php/category/guarani/)
Iñanduti roguépe, Karai Montiel ohechauka
ñandéve hembiapokue: ¡tãiaty ra'ã jahai haĝua
avañe'ẽme!. Oiko Windows XP-pe, ha ikatu
reieténte voi oñemboguejy ha ojeiporu.
Etanteamína, oiko porã MS-Word-pe.
En su página, el Señor Montiel nos presenta su
trabajo: ¡un simulador de teclado para escribir en
guaraní!. Es válido para Windows XP, y puede
bajarse y usarse gratuitamente. Pruébalo,
funciona bien con MS-Word.
Mba’épa ojerure Ñandejára ñandehegui?
(http://www.testigosdejehova.org/languages/gi/library/rq/index.htm)
Testigos de Jehová (Tupã rehegua aty) ñanduti Sección del sitio de los Testigos de Jehová
renda vore, avañe'ẽme. Péva ha'éne tenda peteîha (agrupación religiosa), en guaraní popular. Tal
avañe'ẽme noñe'ẽiva ñe'ẽgui.
vez sea el primer sitio en guaraní cuyo tema no
sea el idioma en sí.
Saint-Saëns International - Ñeporandu ha ñepytyvõ
(http://www.saintsaensinternational.com/consultaguarani.htm)
Viru mba'apo atyha oikuaaukáva hembiapo ...
avañe'ẽme avei.
Una empresa financiera que promociona sus
servicios ... también en guaraní.
Linguamón - Casa de les Llengües (http://www.linguamon.cat/gn/index.html)
Atyha renda vore avañe'ẽme, omba'apóva ñe'ẽita Sección en guaraní de un organismo que trabaja
ñemosarambípe.
por la difusión del multilingüismo.
OÑP (Okaraygua Ñemongu'e Paraguáipe) (http://www.okaraygua-paraguai.org/gd/)
Tenda avañe'ẽme jeikeha rogue: OÑP
(Okaraygua Ñemongu'e Paraguáipe), ñembyaty
osẽ ha okakuaáva ... tanimbukuégui.
Página de entrada a un sitio en guaraní: MCP
(Movimiento Campesino Paraguayo), una
organización campesina que surge de las cenizas
de las Ligas Agrarias Campesinas.
Tetãygua Mo'ehaovusu Paraguaygua (http://www.una.py/gua/index.html)
Tetãygua Mo'ehaovusu Paraguaygua ñanduti
renda avañe'ẽme. Péva ohupi guarani ñeẽ yvate
porã peve, ava ambue hi'ãhaichaite ojapo avei.
Jeguerohory umi ojapóvape!.
Sitio web en guaraní de la Universidad Nacional
de Asunción. La lengua guaraní en un excelente
nivel, muy digno de ser emulado. ¡Felicitaciones
a los responsables!.
Himno Nacional Argentino en guaraní (http://www.archive.org/details/himnoargguara)
Marandu avañe'ẽ rehegua
Noticias acerca del guaraní
Marandu ko'ára rehegua,
guaraniñe'ẽme (Noticias de hoy, en
guaraní coloquial) - ABC Digital Asunción, Paraguay.
Notas:
• Los artículos que tienen fecha
en negrita, son nuestras
sugerencias de lectura
preferencial.
• Los marcados con el símbolo
(*), son páginas que necesitan
registración previa del lector.
26/Feb Indígenas-Brasil: Vivir en la ciudad sin
/08 perder identidad - IPS Noticias Uruguay.
24/Feb Según la Unesco, cada 15 días deja de
/08 hablarse una lengua - Diario La
República - Corrientes, Argentina.
23/feb/ Marcelo Rico registró un documental
08 en el Paraguay - La Opinión - Rafaela,
Santa Fe, Argentina.
23/feb/ Indígenas-Brasil: Educación guaraní
08 fomenta liderazgo femenino - IPS
Noticias - Uruguay.
22/Feb La paz desaparecerá en más de 3.000
/08 idiomas... ¡habla y evítalo! - Canal
21/Feb
/08
21/Feb
/08
21/Fe
b/08
21/Feb
/08
20/Feb
/08
17/Feb
/08
17/Feb
/08
9/Feb/
08
8/Feb/
08
7/Feb/
08
5/Feb/
08
4/Feb/
08
4/Feb/
08
29/Ene
/08
26/Ene
/08
24/Ene
/08
Solidario - España.
Un año para que todos los idiomas
cuenten - Ciberamérica - Madrid,
España.
Pueblos de tierras bajas suman nueve
alfabetos para estudiar en la escuela Erbol - La Paz, Bolivia.
Los países americanos intentan salvar
de la extinción a las lenguas nativas Terra España - España.
UNICEF apoya reclamo de indígenas
de usar sus idiomas - Univisión Estados Unidos.
La obra en guaraní “Karai Juande”
estrenan el viernes (*) - ABC Asunción, Paraguay.
Numerosos asesinatos de indígenas,
durante conflictos con hacendados - La
Jornada - México D.F., México.
El guaraní en los documentos
personales (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
Esperan aplicación para dictado de
guaraní en Corrientes Momarandu.com - Corrientes,
Argentina.
Genocidio avanza por tierra guaraní IPS Noticias - Uruguay.
Inauguración del Año Internacional de
los Idiomas en la UNESCO UNESCO.
Hoy termina la fiesta guaraní en el
Chaco (*) - ABC - Asunción, Paraguay.
Comunas brasileñas muestran interés
por la iniciativa guaraní - La República
- Corrientes, Argentina.
Cuarentena contra “males” modernos La Jornada - México D.F., México.
Exigen incluir el guaraní en cédulas y
pasaportes - Portal Paraguayo de
Noticias - Asunción, Paraguay.
Ara Berá y una puesta para reflexionar
sobre la cultura guaraní Momarandu.com - Corrientes,
Argentina.
Piden al Estado más aplicación del
guaraní - La Nación - Fernando,
Central, Paraguay.
24/Ene Los lingüistas exigen el guaraní en
/08 documentos - Última Hora - Asunción,
Paraguay.
24/Ene Urgen aprobación de Ley de Lenguas
/08 para unificar criterios (*) - ABC Asunción, Paraguay.
17/Ene Ará Berá con Alma Guaraní /08 Corrientes Noticias - Corrientes,
Corrientes, Argentina.
16/En ¿Por qué el Papa ha hablado en
e/08 guaraní? (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
14/En Nuevo diseño de cédulas y pasaportes
e/08 tendrá las nominaciones en guaraní La Nación - Fernando, Central,
Paraguay.
12/Ene Siguen inaugurando "casas regionales"
/08 para inmigrantes en Madrid - La
República - Madrid, España.
11/Ene "El guaraní sigue arrastrando el
/08 prejuicio de los paraguayos" - Última
Hora - Asunción, Paraguay.
2/Ene/ Los tobas y nosotros - Página/12 08 Argentina.
27/Dic El guaraní gana amplio terreno (*) /07 ABC - Asunción, Paraguay.
25/Dic Lanza Papa mensaje contra la injusticia
/07 y la guerra - Esmas - México D.F.,
México.
25/Dic Emociona a paraguayos saludo de
/07 Benedicto XVI en idioma guaraní Milenio - México D.F., México.
23/Dic Acá hace falta que alguien venga a
/07 poner orden, afirma el estudioso Masi
(*) - ABC - Asunción, Paraguay.
21/Dic El Papa Benedicto XVI saludará en
/07 guaraní (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
16/Dic La lengua guaraní ya tiene sus
/07 primeros técnicos universitarios Corrientes Noticias - Corrientes,
Corrientes, Argentina.
16/Dic En ONU traducen discurso al idioma
/07 guaraní - Última Hora - Asunción,
Paraguay.
15/Dic Un reclamo de los más chicos /07 Página/12 - Argentina.
13/Dic ¿Hacia la desmembración del Estado
/07 boliviano? - BolPress - Bolivia.
12/Dic Guaraníes reivindican autonomía
/07 indígena y anuncian defensa de riqueza
de su tierra - ABI - La Paz, Bolivia.
9/Dic/ Incunables jesuíticos, una historia
07 latinoamericana - Clarín.com - Buenos
Aires, Buenos Aires, Argentina.
5/Dic/ Desde Villa Olivari intentan rescatar la
07 cultura entre profesores y alumnos Mega24 - Corrientes, Argentina.
1/Dic/ Se descubrió la piedra fundacional del
07 monumento a Andresito Guacurarí Mega24 - Corrientes, Argentina.
28/No El escritor Bayer llega a Oberá a
v/07 proponer cambio de polémico nombre
de una calle, y mañana estará en
Posadas - Misiones OnLine - Posadas,
Misiones, Argentina.
28/No Encuentro nacional de promotores (*) v/07 ABC - Asunción, Paraguay.
25/No Hoy concluye el 5º encuentro de
v/07 escritores Eldorado 2007 - Misiones
OnLine - Posadas, Misiones,
Argentina.
24/No Google, con páginas para explorar
v/07 Internet en guaraní (*) - ABC Asunción, Paraguay.
20/No Lanzan una obra teatral bilingüe de
v/07 Casaccia (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
15/No Falleció traductor de Biblia al nivaclé
v/07 (*) - ABC - Asunción, Paraguay.
14/No Los Mitos Guaraníes - Mega24 v/07 Corrientes, Argentina.
12/No El guaraní se trata en Barcelona (*) v/07 ABC - Asunción, Paraguay.
11/No Ceferino Namuncurá fue beatificado
v/07 frente a una multitud conmovida - La
Gaceta - Tucumán, Argentina.
10/No Todo listo para la beatificación de
v/07 Ceferino Namuncurá - La Capital Rosario, Santa Fe, Argentina.
9/Nov/ Conmoción en Chimpay por la
07 beatificación de Ceferino InfoBAE.com - Buenos Aires, Buenos
Aires, Argentina.
9/Nov/ 400 años del inicio de la Provincia
07 Jesuítica (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
2/Nov/ Entrevista - Dante Spinetta: “Me
07 encantaría rapear en guaraní” - Río
Negro On Line - Río Negro, Argentina.
1/Nov/ La Paz y Santa Cruz tienen el 50% de
07 la población estudiantil de Bolivia ABI - La Paz, Bolivia.
1/Nov/ El camino de la yerba mate (parte 1) 07 Revista San Pablo - Buenos Aires,
Argentina.
31/Oct Dieron los premios “Julio Correa” (*) /07 ABC - Asunción, Paraguay.
31/Oct Nicanor protestó en Unesco por
/07 racismo imperante en España - La
Nación - Fernando, Central, Paraguay.
29/Oct Bolivia imparte instrucción escolar en
/07 12 lenguas nativas - Univisiión,
EE.UU.
29/Oct Analizarán anteproyecto de ley de
/07 lenguas (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
20/Oct España, su apuesta mercantil
/07 iberoamericana, y las bazas educativas
y latinoamericanas del Mercosur Rebelión - España.
10/Oct Convocan al primer congreso de lengua
/07 guaraní en el Mercosur - Diario Hoy La Plata, Buenos Aires, Argentina.
1/Oct/ La educación indígena bajo la lupa de
07 la antropología - Diario Hoy - La Plata,
Buenos Aires, Argentina.
20/Set/ Miles de idiomas en peligro de
07 desaparecer - Confirmado.net - Quito,
Ecuador.
19/Set/ Guaraníes reivindican sus derechos a la
07 vida y a la tierra en Brasil - Univisiión,
EE.UU.
19/Set/ Ministerio distribuye libretas escolares
07 bilingües y concluirá la primera
quincena de octubre - Agencia
Boliviana de Información - La Paz,
Bolivia.
19/Set/ Radio Libre premiará al poeta Rubén
07 Bareiro Saguier (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
8/Set/0 Comuna emitirá sus resoluciones en
7 guaraní (*) - ABC - Asunción,
Paraguay.
2/Set/0 Pedido internacional para “salvar” al
7 idioma Guaraní - Misiones OnLine Posadas, Misiones, Argentina.
28/Ag Proyectan la película "Ni tan blancos ni
o/07 tan indios" - Anásilis - Paraná, Entre
Ríos, Argentina.
25/Ag Día del Idioma Guaraní o/07 TerritorioDigital - Posadas, Misiones,
Argentina.
25/Ag Insfrán dijo que hubo quienes quisieron
o/07 castrar la identidad - AbiertaTV Argentina.
24/Ag Tres millones de libretas escolares
o/07 bilingües serán distribuidas desde el 15
de septiembre - Agencia Boliviana de
Información - La Paz,Bolivia
24/Ag Educación bilingüe está matando el
o/07 guaraní, concluye grupo de experto La Nación - Fernando, Central,
Paraguay.
23/Ag Presentación histórica en Diputados de
o/07 la Constitución provincial en guaraní La República - Corrientes, Argentina.
23/Ag Descifrando al paraguayo/a en guaraní
o/07 - Jaku'éke - Asunción, Paraguay.
23/Ag Estudiantes discriminados: hablan y
o/07 piensan en guaraní pero sus textos
están en castellano - Jaku'éke Asunción, Paraguay.
23/Ag Con críticas a la Constituyente
o/07 presentan libro sobre guaraní Momarandu.com - Corrientes,
Argentina.
22/Ag Diálogo hoy con Tadeo Zarratea (*) o/07 ABC Color - Asunción, Paraguay.
21/Ag Presentan la Constitución en Guaraní
o/07 mañana en sesión de Diputados Diario La República - Corrientes,
Argentina.
19/Ag Ya está lista la traducción al guaraní de
o/07 la Constitución - Corrientes Noticias Corrientes, Corrientes, Argentina.
7/Ago/ Bolivia - ¿Un Estado Multinacional...?
07 - Adital - Fortaleza, Ceará, Brasil.
6/Ago/ La traducción de la Carta Magna al
07 guaraní entró en su recta final - Diario
La República - Corrientes, Argentina.
5/Ago/ “Hamaca paraguaya” - Cinencuentro 07 Lima, Perú.
5/Ago/ Una mirada a la diversidad de Bolivia 07 La Razón - Bolivia.
1/Ago/ Una breve experiencia de guerra, selva
07 y gente - Peripecias - Montevideo,
Uruguay.
31/Jul/ Radio en Paraguay alcanza a la
07 población guaraní - Agencia Orbita Lima, Perú.
22/Jul/ Fuerte defensa de las lenguas nativas 07 El Tribuno - Salta, Argentina.
20/Jul/ Pérez Esquivel abre Congreso
07 Internacional de Lenguas - Diario Hoy
- La Plata, Buenos Aires, Argentina.
20/Jul Pérez Esquivel pidió respeto a la
/07 interculturalidad - Perfil.com - Buenos
Aires, Buenos Aires, Argentina.
20/Jul “Globish”: un francés se hace rico a
/07 costa de ciertos ingenuos - Mercado Buenos Aires, Argentina.
20/Jul/ Culmina el primer módulo en la
07 escuela guaraní de guías de turismo TerritorioDigital - Posadas, Misiones,
Argentina.
20/Jul/ 17 aborígenes son nuevos de guías de
07 turismo en Iguazú - Misiones OnLine Posadas, Misiones, Argentina.
20/Jul/ Aborígenes se recibieron de guías de
07 turismo - TerritorioDigital - Posadas,
Misiones, Argentina.
16/Jul/ Santo Tomé: Un recuerdo a 375 años
07 de la primera fundación - Mega24 Corrientes, Argentina.
16/Jul/ Concurso nacional de “káso
07 ñemombe’u” (*) - ABC Color Asunción, Paraguay.
12/Jul/ El Centro Vasco Eusko Alkartasuna de
07 Sao Paulo tiende puentes con indígenas
de la nación Guaraní Mbyá Euskalkultura.com - Donostia-San
Sebastián, España.
10/Jul/ Ñembohasa ñande constitución
07 guaranime - Diario Época - Corrientes,
Corrientes, Argentina.
4/Jul/0 “Hasta hace poco se creía que en
7 Argentina no había indígenas” Noticias Aliadas - Perú.
4/Jul/0 Convocan a un concurso de cuentos en
7 guaraní y castellano (*) - ABC Color Asunción, Paraguay.
3/Jul/0 El Cacique Oberá - OberaOnline 7 Argentina.
2/Jul/0 Gracias a Martínez de Irala, el guaraní
7 se convirtió en la lengua de los
paraguayos (*) - ABC Color Asunción, Paraguay.
2/Jul/0 Ciclo sobre el guaraní en París (*) 7 ABC Color - Asunción, Paraguay.
1/Jul/ ''La desaparición de una lengua y de
07 una cultura es una catástrofe'' - El
Tribuno - Salta, Argentina.
1/Jul/0 Mestizos más que indígenas son una
7 mayoría en Bolivia - La Razón Bolivia.
1/Jul/0 “Embohasa, eike y epoi” es la forma de
7 llegar al gol de uno de los candidatos Canal 26 - Buenos Aires, Argentina.
30/Jun En medio de la crisis interna, el
/07 Mercosur reafirmó su unidad - El
Tribuno - Salta, Argentina.
29/Jun El custodio de la cultura Chaná - El
/07 Diario de Paraná - Paraná, Entre Ríos,
Argentina.
28/Jun Susy Delgado presenta hoy libro
/07 bilingüe “Jevy ko’ê” (*) - ABC Color Asunción, Paraguay.
23/Ju Interbanco potenciará uso del guaraní
n/07 en sus comunicaciones con el público La Nación - Fernando, Central,
Paraguay.
22/Jun Contrapunteo entre el tabaco y cohiba /07 Cubarte - La Habana, Cuba.
22/Jun Internet rimachiy kichua [Opinión] /07 Canal Solidario - España.
22/Jun Experiencia vasca y oportunidad
/07 boliviana [Opinión] - Deia Bilbao,Vizcaya, España.
21/Jun Simbiosis imposible [Opinión] - Los
/07 Tiempos - Cochabamba, Bolivia.
21/Jun La Libroferia Internacional inicia hoy
/07 su XIII capítulo - La Nación Fernando, Central, Paraguay.
21/Jun Expertos de la RAE participan en la
/07 XIII Libroferia Internacional en
Paraguay - teleSUR TV - Caracas,
Distrito Capital, Venezuela.
21/Jun Realizan el primer encuentro nacional
/07 de comunidades aborígenes TerritorioDigital - Posadas, Misiones,
Argentina.
16/Jun Quechua, aymará y guaraní, junto con
/07 el castellano y el portugués, lenguas
9/Jun/
07
6/Jun/
07
5/Jun/
07
5/Jun/
07
5/Jun/
07
3/Jun/
07
2/Jun/
07
Tembihai ambue avañe'ẽ
rehegua
oficiales y de trabajo del Mercosur Indimedia CMI Chiapas - Méjico.
El absurdo miedo a los hispanos - Los
Tiempos - Cochabamba, Bolivia.
“Cándido López” tuvo dos funciones
en México D. F. (*) - ABC Color Asunción, Paraguay.
Los nuevos intérpretes culturales Línea Capital - Posadas, Misiones,
Argentina.
La selva misionera ya tiene 17
intérpretes indígenas de su patrimonio
natural y cultural - Misiones OnLine Posadas, Misiones, Argentina.
El Martín Fierro en guaraní (*) - ABC
Color - Asunción, Paraguay.
¿Y el guaraní en el Mercosur? (*) ABC Color - Asunción, Paraguay.
Las Reducciones Jesuíticas en
Paraguay, 400 años de historia Turismo 530 - Buenos Aires, Capital
Federal, Argentina
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Otros textos acerca del
guaraní
Artículos y ensayos históricos y antropológicos
• Conferencias de Moisés Bertoni (Biblioteca Virtual del Paraguay):
"Prehistoria y Protohistoria de los Países Guaraníes" (1913)
• Primera Conferencia, con Prólogo de Ignacio A. Pane (26/Jul/1913)
• Segunda Conferencia (8/Ago/1913)
• Tercera Conferencia (21/Ago/1913)
• Apéndices (9/Feb/1915)
• Libro de Félix de Azara (Biblioteca Virtual del Paraguay):
"Descripción e Historia del Paraguay y del Río de la Plata" (1847)
• Vol. 1 - Cap. X: De los indios silvestres
• Vol. 1 - Cap. XI: Algunas reflexiones sobre los indios silvestres
• Vol. 1 - Cap. XII: De lo que practicaron los conquistadores del Paraguay y río de la
Plata para sujetar y reducir a los indios, y del modo con que se les ha gobernado
• Vol. 1 - Cap. XIII: De lo practicado por los padres Jesuitas para reducir y gobernar
los indios
• Vol. 1 - Cap. XIV: De los Pardos
• Vol. 1 - Cap. XV: De los españoles
• Vol. 1 - Cap. XVI: Breve noticia de los pueblos y parroquias existentes en el
gobierno del Paraguay
• Vol. 1 - Cap. XVII: Breve noticia de los pueblos y parroquias ecsistentes en el
gobierno de Buenos-Aires
• Anexo 2: Tabla de los pueblos de indios formados por los conquistadores
• El concepto de la belleza entre los Guaraní (Félix de Guarania, 6/Mar/2004)
• Escritos guaraníes como fuentes documentales de la historia paraguaya (Bartomeu Melià,
15/Abr/2004)
• Documentos guaraníes para la historia paraguaya (Bartomeu Melià, 1/May/2004)
• No se cautiva la palabra (Bartomeu Melià, 7/Ago/2004)
• ¿Mestizaje lingüístico? (Bartomeu Melià, 13/Nov/2004)
Artículos y ensayos sociolingüísticos
• Interacción entre español y guaraní: desarrollo histórico y situación actual (Lenka Zajícová)
• Gestión de lenguas e integración regional (Cristina Boselli, 2002)
• La normalización lingüística y las industrias de la lengua: la experiencia del País Vasco
(Miren Azkarate Villar, 2002)
• Ñanduti oñondivepa (Ramona Álvarez Fleitas, Dic/2002)
• El guaraní de la casa a la escuela, y de vuelta (Bartomeu Melià, 31/Ene/2004)
• "Estudiar guaraní no ayuda a encontrar trabajo" (Lino Trinidad Sanabria, 10/Abr/2004)
• La enseñanza del guaraní (Luis Carmona, 1/May/2004)
• El guaraní que se debe enseñar (Lino Trinidad Sanabria, 5/Jun/2004)
• Elogio de los jopara (Luis Carmona, 3/Jul/2004)
• Bilingüismo y dualidad en "Hijo de hombre" de Augusto Roa Bastos (María Verónica
Serra, 2006)
Tupiñe'ẽ
Idioma Tupí
Abanhe'enga Rogûera (http://www.geocities.com/tupiantigo/)
Tenda oikuaaukáva tupiñe'ẽ ymaguaréva,
ojehaíva poytugañe'ẽme. Ipype oñeñe'ẽ
iñe'ẽtekuaágui, oreko heta jehaikue ha avei
ñe'ẽndy ombohasáva poytugañe'ẽ nguéra
tupiñe'ẽme.
Sitio que da a conocer el tupí antiguo, escrito en
portugués. Dentro se habla de su gramática, tiene
textos varios y también un vocabulario del
portugués al tupí.
Página do Idioma Tupi Antigo (http://www.geocities.com/lincoln_tupi/)
Lincoln Almir Amarante Ribeiro apopyre,
Elaborado por Lincoln Almir Amarante Ribeiro,
tupiñe'ẽ rehegua. Oreko ñe'ẽpukuaa, ñe'ẽtekuaa, acerca del tupí. Contiene fonética, gramática, y
ha ñe'ẽryru tupiñe'ẽ-poytugañe'ẽ.
diccionario tupí-portugués.
Wiki Tupi (http://www.tupi.cafewiki.org/)
Tenda tupi ymaguare (tupinamba) rehegua,
ikatuhápe mayma ohai oikuaukaséva.
Sitio acerca del tupí antiguo (tupinambá), donde
todos pueden agregar datos.
Elaborado por Manuel F. Fernández - © www.guaranirenda.com - 2002-2008
oritos:oritos:
spicia:
Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
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– 1989 La Transición...
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Una visita al Paraguay
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ALGUNOS TÍTULOS DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN
Artículos y ensayos históricos y antropológicos
• Conferencias de Moisés Bertoni (Biblioteca Virtual del Paraguay):
"Prehistoria y Protohistoria de los Países Guaraníes" (1913)
• Primera Conferencia, con Prólogo de Ignacio A. Pane (26/Jul/1913)
• Segunda Conferencia (8/Ago/1913)
• Tercera Conferencia (21/Ago/1913)
• Apéndices (9/Feb/1915)
2
35
64
81
Libro de Félix de Azara (Biblioteca Virtual del Paraguay):
"Descripción e Historia del Paraguay y del Río de la Plata" (1847)
• Vol. 1 - Cap. X: De los indios silvestres
119
• Vol. 1 - Cap. XI: Algunas reflexiones sobre los indios silvestres
168
• Vol. 1 - Cap. XII: De lo que practicaron los conquistadores del Paraguay y río de la Plata
para sujetar y reducir a los indios, y del modo con que se les ha gobernado
170
• Vol. 1 - Cap. XIII: De lo practicado por los padres Jesuitas para reducir y gobernar los indios
178
• Vol. 1 - Cap. XIV: De los Pardos
188
• Vol. 1 - Cap. XV: De los españoles
191
• Vol. 1 - Cap. XVI: Breve noticia de los pueblos y parroquias existentes en el gobierno del
Paraguay
198
• Vol. 1 - Cap. XVII: Breve noticia de los pueblos y parroquias ecsistentes en el gobierno de
Buenos-Aires
205
• Anexo 2: Tabla de los pueblos de indios formados por los conquistadores
212
(&Escritos guaraníes como fuentes documentales de la historia paraguaya (Bartomeu Melià,
15/Abr/2004)
Biblioteca Virtual del Paraguay
Dr. Moisés S. Bertoni
Resumen de
PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA
DE LOS
PAISES GUARANÍES
216)
CONFERENCIAS DADAS EN EL
COLEGIO NACIONAL DE
SEGUNDA ENSEÑANZA DE LA
ASUNCIÓN LOS DÍAS 26 DE
JULIO, 8 Y 21 DE AGOSTO DE 1913
EDITOR: JUAN E. O’LEARY
DIRECTOR DEL COLEGIO NACIONAL
AÑO 1914 - ASUNCIÓN
PRÓLOGO
Sin ser autoridad, ni reunir otros títulos para ello, y sólo por la amistosa deferencia del editor,
nuestro renombrado historiador Juan E. O’Leary, me toca el insigne honor de aparecer como
prologuista de las Conferencias sobre Pre y Protohistoria del Paraguay, dadas por el Dr. Moisés S.
Bertoni en el Colegio Nacional, a iniciativa del Director, el mismo Sr. O’Leary, y cuya versión
taquigráfica se publica en este volúmen.
El Dr. Bertoni no necesita una presentación de mi parte ni de ningún paraguayo; su fama bien
cimentada en largos años de labor científica y práctica, y de sobra difundida en el mundo intelectual
extranjero, le eximía de tal necesidad.
Sin embargo, como en estas Conferencias se aborda una cuestión que se ha debatido aquí mismo,
la de la idiosincrasia nacional, y en su discusión han participado las primeras cabezas del país, entre
ellas, con brillantez prominente, el nombrado O’Leary, se imponía al publicarse como se publican
hoy, por primera vez, el comentario de un paraguayo, por ligero que fuese.
Es lo que intento hacer en las siguientes líneas, no con el bagaje mental y el prestigio literario
que se merece el conferencista, pero en cambio, con el sentimiento de la curiosidad científica
altamente satisfecha y, más que nada, del amor patrio inmensamente halagado; porque esta
producción del Dr. Bertoni, destinada a ser el vade mencum de todo futuro pensador o publicista
nacional, tendrá que colmar por fuerza la medida de la estimación y la gratitud que ya por muchos
conceptos le debía el Paraguay, Y ya que se trata de justicia y recompensa, por lo menos moral, sea
ofrecido también un público testimonio de agradecimiento al mencionado autor de nuestra mejor
historia de la guerra de 1864-70, O’Leary, por haber contribuido eficazmente, primero, a la
iniciación y exposición oral de estas Conferencias y ahora a su edición.
El estudio y difusión de esta obra constituirá, sin duda alguna, una verdadera labor de
patriotismo para la intelectualidad paraguaya.
La acción de la calumnia, de la difamación, ha sido y es aún muy grande contra el Paraguay
pasado y actual.
Si un distinguido chileno me decía que el célebre geógrafo Reclús no vale nada porque había
errado respecto a ciertos accidentes orográficos, metros más metros menos, de Chile, y que esta
República supera a las de Sud América en bibliografía histórica porque Barros Arana la ha dotado
de la historia más voluminosa que se haya escrito en las letras sudamericanas, ¿qué diremos los
paraguayos cuando frente a los difamadores como el ingrato Bermejo, como los grandes sociólogos
Westermack, Engels y otros, cuyas patrañas o inocentadas he señalado antes de ahora, y como ese
Sr. N. Lamarca, de la Argentina, que acaba de despotricar a su antojo en una colección de
monografías de verdaderos sabios sobre la historia universal de los tiempos modernos, nos
encontramos también en presencia de autoridades científicas como el Dr. Bertoni, que ponen en
juego un inmenso caudal enciclopédico, sustentado en el más riguroso positivismo de que pueda
jactarse el saber contemporáneo, en vindicación del Paraguay típico o característico, grosera y
malignamente difamado?
Si creer injustamente conduce a obrar injustamente, según Manzoni, el insigne literato italiano,
si la voz pópuli: no es voz de Dios, sino más bien del diablo, por las murmuraciones y errores en
que se nutre, según lo observara ya el padre Feijoó, toda la falsa opinión que se ha forjado alrededor
del Paraguay representa para este pobre país un daño tan grande que es completo y así comparable
solo con la pasión de Cristo, pues efectivamente a este pueblo mártir no sólo lo crucificaron, sino
que ya en la cruz, también le han difamado, le han escupido, le han escarnecido.
Por esto, las vindicaciones como la que hace el Dr. Bertoni, en nombre de la ciencia, revisten el
mismo significado de grandeza que aquellas titánicas defensas que Tertuliano y Orígenes con la sola
arma de la Verdad y la Razón hicieron del Evangelio, víctima de la difamación, y de la consiguiente
persecución material... consiguiente digo porque creer injustamente conduce a obrar injustamente.
Cabe decir de las tres Conferencias de este volumen que constituyen la síntesis científica y bella
de cuanto se ha dicho de bueno, hasta hoy, del Paraguay indígena.
Aunque no pueda opinar categóricamente con acierto sobre la Geología y Antropología étnica
desarrolladas por el doctor Bertoni, puedo, al menos, suponer que no andará muy errado, en vista de
la gran exactitud con que trata los demás variadísimos ramos del saber humano. Especialmente,
desde que leí la crítica de N. Calajanni respecto a Lapouge, Hanmon y otros antropólogos, andando
con más dudas que Descartes, demasiado aprecio la mesura que aplica el Dr. Bertoni.
Tocante a esas otras ramas científicas, el Dr. Bertoni efectúa un despliegue soberbio, brillante,
que no podrá amenguar cualquier aprendiz de Universidad ni cualquier publicista poco leído.
El Dr. Bertoni prueba el especial desarrollo cerebral guaraní no solamente con los datos
craneanos. Ya sabemos que lo anatómico no es causa, sino condición, pese al rudo materialismo; y
aún como condición dista mucho de estar bien determinado para el paralelismo psico-físico. Lo
sabemos por verdaderos fracasos de sabios como Lombroso: citaré una vez más como ejemplo el
tipo judío, descrito como criminal nato en la humanidad, por Lombroso, según la demostración de
Tarde.
Prueba también ese desarrollo cerebral guaraní con todos los demás datos congruentes de la
Filología y la Etiología.
Pone a contribución lo hasta hoy indudable de las localizaciones cerebrales. El desarrollo de la
parte anterior craneana que él señala, coincide con el más comprobado centro psico-fisiológico: el
de Broca. De ahí la concordancia con las observaciones de etnólogos e historiadores sobre la
memoria, la imaginación, el espíritu de observación y la lengua, principalmente la lengua, de los
guaraníes. Todo pueblo salvaje tiene muy desarrollada la memoria y muy cultivados los sentidos;
pero el guaraní se ha elevado sobre el automatismo de la memoria y la razón, contra el cual
reaccionara la moderna pedagogía, por su predominio en la educación europea. Y esto es
indispensable admitir cuando no hay más remedio que aceptar hasta nueva orden lo que nos enseña
el doctor Bertoni sobre la lógica racional del guaraní en observación y clasificación natural botánica
y zoológica, superior hasta a la de sabios de Europa anteriores a Linneo y Jussieu.
El padre Cardiel, resucitado por el padre jesuita Hernández en su Declaración de la Verdad que
él dice haber observado en las Misiones del Paraguay, afirma que los guaraníes eran admirables
calígrafos y ejecutantes musicales de tanto valer que oyera, gracias a ellos, orquestas como en las
mejores catedrales europeas. Téngase presente que el padre Cardiel deprime en cuanto le cabe al
guaraní (1).
Y así como este autor, interesado en contra, según atinada y razonablemente lo explica el Dr.
Bertoni al tratar de las descripciones jesuíticas, hablan los historiadores y los observadores de hoy
en referencia a la memoria y sentidos del guaraní.
Se ocupa después, el Dr. Bertoni, del concepto de civilización. Y parece haber seguido para ello
cursos de Sociología, con Sales y Ferré, con Giddings, con Stuckemberg y otros grandes sociólogos.
Habla del arte, y para explicar la ausencia de arquitectura y otras bellas artes, se funda en la
teoría del juego, en Spencer, que en estética es rebatido por algunos, últimamente en la Argentina
por R. Senet, pero que con la defensa de su verdad y de campeones como Vaz Ferreira, aquí en el
Plata mismo, sigue en pie. Claro está que el Dr. Bertoni no hace alardes de erudición; pero su
pensamiento es ese (2).
Entra con toda seguridad en el campo de la Psicología etnológica, erizado de dificultades casi
invencibles a juicio de Spencer, en su Datos para la Sociología. Y nos presenta al guaraní con sus
conocimientos astronómicos no inferiores al del vulgo europeo, hasta el siglo XVIII, en
concordancia con la más alta explicación primitiva de lo visible y de lo invisible analizada por el
gran genio inglés; por el contrario, resulta superior nuestro indígena a tanto europeo que ignora su
edad. Lo describe en sus ideas religiosas, con la concepción superior de un Dios impersonal, de
espíritu puro, como habiendo entrado en el periodo metafísico de la comptiana Filosofía de la
Historia. Y como todo está encadenado en la naturaleza, y dentro de la naturaleza en el
microcosmos individual y social del hombre, muestra en la religión guaina la suavidad, el principio
del espiritualismo, bien distante del grosero culto sensualista de los fenicios, los aztecas, los asirios
y tantos otros pueblos conocidos como civilizados. Lo pinta, en fin, en sus ideas y sentimientos de
dignidad personal y de moral superior, clave de una democracia política y de un comunismo
económico que realizados ya por él en la historia de la Humanidad, no han sido siquiera bien
soñados por los ácratas del socialismo actual. Vale bien la pena recalcar a nuestros jóvenes ese
concepto guaraní de la dignidad personal que sin oponerse a la más alta moral cristiana, no parece
sino haberse encuadrado en la enseñanza de los más grandes sociólogos del día (3).
Bien lejos nos hallamos con esta descripción del Dr. Bertoni, del sumidero de errores sobre la
supuesta raza guaraní sumisa, imbécil, cretina, que no sabe más que aguantar tiranías de jesuitas y
de dictadores.
No; el pueblo paraguayo, que a mucha honra puede llamarse desde hoy pueblo guaraní ante el
mundo científico, no es ni ha sido más tiranizable que Francia bajo Napoleón I, Inglaterra bajo los
Tudor y los Cromwell, o Alemania bajo el cesarismo militar del Kaiser, para no traer a cuento sino
comparaciones de actualidad.
Quede para los literatos (4) y para los jesuitas la leyenda ingenua de que las buenas cualidades,
hasta el heroísmo en la guerra con la Triple Alianza, se deben a la educación de las reducciones o
misiones.
Respeto a la Compañía de Jesús, en su disciplina y abnegación, por su ideal público, como por
lo mismo respeto a la Masonería, con sus ceremonias y secretos ridículos por lo anacrónicos. Pero
es fuerza no confundir la tolerancia con la comunión con ruedas de molino.
El padre Hernández, que me hizo el honor de citarme como noticiero de la muerte del Dr. Garay,
al refutar a este ilustre historiógrafo paraguayo, ha estado en lo justo defendiendo a su orden
religiosa de la calumnia y exhumando al efecto el libelo del Padre Cardiel. Pero, en realidad en «La
Declaración de la Verdad» de este testigo ocular e interesado de las Misiones paraguayas, se
exhiben en toda su crudeza y a pesar de todo la verdad de lo que era el guaraní y también la telaraña
de errores que le envuelve con red secular, por obra de la misma Compañía.
Aquel buen jesuita las emprende contra Angles y Gortari y contra Blas Garay, arremetiendo
contra la verdad de lo que era el guaraní, descubierto por el mismo. Y contra lo que nos enseña el
Dr. Bertoni, parte de la leyenda del caribe sinónimo de caníbal, antropófago. Felizmente en las
Conferencias de este volumen se explica tal mistificación, hasta con la cita de Washington Irving,
autoridad reconocida.
El padre Cardiel atribuye al guaraní, defectos; pero estos mismos defectos son elogios. Ya
anteriormente quedó indicada la importancia de la habilidad en la ejecución musical, la copia
manuscrita de libros impresos; aquí sólo haremos notar un dato, nada más, por la brevedad del
espacio disponible: «No sólo respeta el indio a los sacerdotes, sino también a cualquiera seglar que
se porte cristianamente: cada día lo estamos viendo. Pasa un caminante por algún pueblo: ven que
entra en la Iglesia a oír misa y a la tarde al rosario, no le ven en lozanías, impurezas o lujurias con
las indias, cosa que aprecian ellos sumamente; y lo ven en pocos; venle devoto y casto: luego dicen
caraí marangatú [1], el español virtuoso: corre la voz y todos lo respetan, aunque sea un pobre
jornalero, y aún le traen presentes. Viene el otro lujurioso (que casi todos lo son)... Luego los indios
lo desprecian; no hacen caso de lo que manda, aunque esté vestido de seda y de galones... Portáos
bien... y veréis como los indios os respetan y os veneran».
Ved ahí cómo el jesuita que calumnia en todo lo que puede al guaraní, da la razón al Dr. Bertoni,
cuando este explica cómo los conquistadores explotaron, esclavizaron y hasta aniquilaron a las
mejores tribus guaraníes, precisamente por ser más civilizadas y aptas para la civilización europea.
Así es también, cómo debemos creer más al antropólogo y al etnólogo de visú como Bertoni,
cuando nos presenta el comunismo económico en la idiosincrasia guaraní, no en la accidental
organización jesuítica.
Lo que no está en la sangre, en la médula, o en los tuétanos, como se dice, no se muestra por
accidente. ¿Por qué, si no, la compañía de Loyola no asombró en todas partes con misiones iguales
a las del Paraguay? ¿Porqué estas se han hecho tan célebres y llamaron hasta la atención de los
descreídos como Voltaire?... Era porque el guaraní tenía la virtud a propósito, el terreno preparado,
la idiosincrasia hecha.
El Dr. Bertoni nos pinta la democracia política del guaraní, y evoca con ella a Tácito
describiendo a los germanos... Nadie sienta extrañeza, entonces, al observar el espíritu igualitario
que preside en los gobiernos de Francia y de los López. Sirviéronles la Revolución francesa de
escudo y la pasta guaraní de propicio medio e instrumento.
Agreguemos a todo lo expuesto el meollo y la novedad principales.
Todo aquello ha sido discutido y será discutible aún.
Lo que no se ha discutido todavía y el Dr. Bertoni sostiene y podrá aún más gallardamente
sostener, si se le discute, es algo mejor para el guaraní.
No solamente el guaraní era una raza: ERA UNA CIVILIZACIÓN. En Sudamérica no era tan
brillante como la incásica, pero sí más profunda y más extensa.
Sabida es la admiración despertada por las vías de comunicación del Perú precolombino. Hasta
se le atribuye el Puente del Inca. Pero las guaraníes no eran menos seguras y eran más vastas. Esa
graminácea de que habla Bertoni a este propósito es digna de un poema didascálico. Necesita un
Hesiodo por su transcendencia hermosa.
El correo guaraní en sus parejás descriptos por el doctor Bertoni marca algo más que la faz
superior de la asociación etnogénica de Giddings; algo más que una confederación étnica. Significa
algo exclusivo de la civilización: un lenguaje artificial, convencional como los modernos sistemas
de telegrafía¡ adoptados por naciones, no por una nación sola.
Y aquí es preciso recordar lo relativo a la lengua. Un autor que se ha revelado como geólogo,
antropólogo anatomo-étnico, como psicólogo y además descuella como agrónomo y naturalista,
según recordaremos en seguida, no podía pasar por alto el concurso de la Filología. Y ha ido al
grano, al fondo de la cuestión, sin descuidar ninguno de los aspectos fundamentales.
Para no alargar demasiado este comentario preliminar, debemos dejar a un lado el novedoso e
interesantísimo aserto de que el guaraní tenía escritura; y no sólo un sistema, sino dos, uno
jeroglífico o ideológico, a lo egipcio (epigráfico) y activo o corriente (epistolar) el otro.
Pero no es posible prescindir de la glosa sobre el lenguaje oral del guaraní.
Pasemos por alto, todavía, lo que dice el Dr. Bertoni sobre cultivo sacro de la tradición, del
cuento y de la oratoria (5); hasta el mismo rasgo tan significativo de la discusión en las asambleas,
que llamaría autoconciencia y discusión racional el maestro Giddings.
Lo que no debemos silenciar aquí, donde tanto hemos oído calumniar al idioma guaraní, es que
esta lengua todavía constituye un capital problema pedagógico, y hace indispensable una
consideración por breve sea.
Ya el Dr. Manuel Domínguez ha sugerido una vez muy útiles enseñanzas sobre la ventaja de un
pueblo bilingüe, con su correspondiente gimnástica mental natural. La Lógica primero, después del
nominalismo y segundo después de Stuart Mill, nada tiene que objetar.
Ahora, es decir, aquí, en estas conferencias del Dr. Bertoni, se aborda directa y francamente el
problema.
Se dice: «El idioma guaraní no tiene expresión para indicar la gratitud, el agradecimiento o las
gracias». Los críticos a lo Valbuena querrían, sin duda, que el guaraní fuese hasta galante como un
cortesano de Luis XIV, quien, entre paréntesis, comía aún con los dedos... cosas distintas del
espárrago, la alcachofa y los caracoles. Pero también se desmintió tal especie con el aguyeveté [2].
Se dijo: «El idioma guaraní no es rico». Y ya el Araporu era ejemplo probatorio para desmentirlo
(6).
Se dijo: «No es capaz de expresar ideas abstractas».
He aquí, el gran disparate, el asno de oro, que aún repiten muchos que aquí se llaman
intelectuales, pero que en Batuecas serian expulsados por ignorantes de la más elemental
Psicología.
Sobre este punto podríamos escribir volúmenes, tantos volúmenes como la mitad de las palabras
usuales del guaraní corrompido de hoy; y demostraríamos, entonces, que la formación lingüística
del guaraní es superior en abstracción, generalización e ideación racional a muchas lenguas
europeas en muchos casos, por atrevida y presuntuosa que parezca esta jactancia.
En defecto de tan extensa comprobación, sirvan las observaciones rápidas, pero sintéticas, del
Dr. Bertoni; y sobre todo sus apreciaciones de la clasificación botánica y zoológica del guaraní,
timbre de gloria de la civilización paraguaya, y esencial o absolutamente emanada de una perfecta
abstracción y generalización científicas.
No soy yo sino el naturalista y el biólogo quien debe dar y efectivamente da la razón al Dr.
Bertoni.
Ya hace tiempo (casi 20 años) que el profesor Anisits nos enseñaba eso en el Colegio Nacional
de Asunción.
Sólo que la comprobación plena, científica, clara y abierta hemos tenido sino hasta estas
Conferencias, en que el Bertoni nos ostenta al guaraní como verdadero sabio en la clasificación,
distribuyendo en grupos naturales, géneros y especies y familias, los vegetales y los animales.
Y el que ha aprendido cuatro palabras de metodología, de Lógica, sabe que la abstracción en
psicología, es la base de la clasificación en Lógica.
El mérito del Dr. Bertoni no acaba en esto. Falta lo mejor.
El Dr. Bertoni comenzó a figurar en nuestro país como e1 mejor Director de nuestra Escuela de
Agronomía.
Su Revista, aún hoy que ha dejado de ser maestro a sueldo (desde años hace) se conoce en todo
el mundo.
Pues bien, tocábale el alto honor de llegar al pináculo del enaltecimiento paraguayo, siendo el
primer sabio que aquilatara el mayor mérito de la economía nacional del Paraguay, en el presente y
muy probablemente en el porvenir.
Al llegar a este punto ya no hay necesidad de tocar los otros que analiza y señala el Dr. Bertoni:
existencia de ciudades, numeración, etc., entre los guaranianos.
El Dr. Bertoni nos ha llevado a la cumbre excelsa cuando nos ha demostrado que la medicina
indígena, lejos de ser la grosera opoterapia y supercherías de salvajes y pueblos llamados cultos, ha
establecido la aplicación de un número de plantas medicinales que, a pesar de ser grande, los sabios
de hoy no le han agregado aún nada.
En cuanto a los vegetales de alimentación y otras necesidades, vamos subiendo siempre.
Ninguna raza o civilización ha hecho lo que el guaraní. Leedlo y refutadlo al Dr. Bertoni. Y como
creo que no podréis refutarlo fácilmente, os convenceréis.
El espíritu sano, con inteligencia medianamente cultivada y con sensibilidad ajena a esas
morbosidades de serrallo que huyen de la naturaleza para refugiarse en el modernismo decadente, si
ha nacido en el Paraguay o por él se interesa, ha de sentir forzosamente como una impresión
enorme, pero suave, como la atmósfera de nuestro clima, y tan agradable como la mejor Música, la
mejor Poesía en la enseñanza del Dr. Bertoni sobre el conocimiento y arte agrícolas del guaraní.
Esa perspectiva de especies silvestres transformadas, de variedades botánicas, de frutas sin
semillas que nos ofrece el doctor Bertoni en amplio panorama, desarrolla para el Brasil y el
Paraguay un horizonte de idilio intenso, difundido en una epopeya secular, silenciosa, pero inmensa.
El genio guaraní, de este modo, resucitaría al clásico, con la diferencia de que Minerva, no sólo
estaría representada, en magnifica Acrópolis, por Palas Atenea, sino en ella, en ella si, en Minerva
brillarían refundidos, Apolo y Ceres, la Poesía y la Agricultura.
Hay ciertamente, algo, en las conferencias del Dr. Bertoni, que parece ponderación exagerada en
favor del Paraguay. Y claro está que no es nuestro amor patrio el encargado de rechazarlo, por
lisonjero que sea, sino tanto detractor de la nacionalidad que crece hasta en nuestro propio seno
como la mala hierba, mejor dicho, como el parásito infeccioso.
Empero, por lo mismo que esa ponderación puede parecer lisonja, conviene acrisolarla.
Refirámonos a lo más vago, abstruso y discutido: la Moral, la Religión, la Economía y la
Política.
El Dr. Bertoni habla de nuestra superioridad indígena en todos estos órdenes. ¿Será posible?
Prescindamos de sus argumentos sobre estos puntos particulares.
Así y todo queda inconmovible el conjunto del ditirambo científico pro guaraní.
Si el Dr. Bertoni no es autor consagrado en la Etica, el estudio comparado de las religiones, la
Economía y la Política, hay otros, hasta ciento, que pueden prestarnos el apoyo de su autoridad,
criterio lógico que aún prevalece en lo que no es estrictamente experimental, a pesar de la reforma
protestante y la revolución cartesiana. Además, si al Dr. Bertoni no le cotizan como sabio en esas
disciplinas del conocimiento, harto respetable y renombrado es su prestigio de naturalista y
agrónomo.
Y bien: lo que él dice de Antropología espiritual o social está corroborado ampliamente por lo
que impone su autoridad en Botánica y Agronomía; y también por lo que afirman los más diversos o
variados maestros y publicistas.
Habla de un comunismo casi perfecto característico del guaraní, y entonces no inventado por el
jesuita, así como en otra parte habla de una alta moral, de un elevado concepto y práctica de la
dignidad personal, del altruismo, de una religión sumamente espiritualista y de una organización
política muy democrática Complétase esto con el carácter suave, dulce, pacífico del guaraní,
proverbial, legendario hasta en los libelos difamatorios del Paraguay.
Atando esos cabos, hallamos una espléndida confirmación en obras ya anticuadas por su edad,
como las de Carey, el economista, obras ya en recientes, al menos de 20 años atrás como
«L’Evolution Sociale, de Benjamin Kidd, « La Sociedad futura», por Juan Crave, «Campos,
Fábricas y Talleres», por Krotpokin, el famoso príncipe, y otras que no citaré, por escoger al azar,
aunque solo entre las más avanzadas u originales.
Empiezo por el más moderno y ecléctico: Benjamin Kidd. Para este: «Toute la puissance de la
presse, les aplications de la science, les developpements de l’industrie, toutes les tendances
economiques qui, dit-on, travaillent pour le peuple, deviendront simplement des armes offensivas et
defensives puissantes dans les mains d’une oligarchic tyranique si lón suprimait l'existence actualle
des sentiments altruistes.»
Y agrega que el desenvolvimiento social de la civilización occidental, se debe y continúa no por
la inteligencia, sino por «une force ayant son origine dans le fonds de sentiments altruistes dont se
trouve dotée notre civilization». En segundo lugar este desarrollo altruista y la suavización de las
costumbres que resulta de él (adoucissement des moeurs qui en resulte) son los productos directos y
particulares del sistema religioso sobre el cual está fundada nuestra civilización. (Obra citada,
capítulo VIII).
Confróntese ahora, esto, con la suavidad de las costumbres guaraníes y principalmente con su
altruismo innegable, con su hospitalidad reconocida hasta por los detractores y véase si no
representaban una civilización moral los aborígenes del Paraguay.
Pero oigo venir o zumbar la refutación de los loros que hablan de progreso, de civilización, de
alta cocoterie parisién. Y les replico con el mismo Kidd «elle (l’école, especialement en France)
devrait repandre dans la population si non le contentement facile de son sort, du moins les gouts
modestes, la continuation sauf pour les sujets exceptionnels, du metier paternel, l'amour des choses
des champs, la resignation au travail manuel, le culte meme du travail manuel».
¿Y qué otra cosa significa la civilización guaraní, especialmente agrícola y de pequeña industria,
como en China y en el Japón?
Oigamos a los otros: Dice Carey en el último capitulo de su Ciencia Social:«La menos
adelantada de todas las ocupaciones del hombre, es la agricultura científica y la que es
indispensable para el aumento de la civilización verdadera..» Y precisamente en la patria de Carey
es donde se ha creído descubrir un procedimiento científico de producción de frutas sin semillas,
que ya habían conocido y practicado perfectamente los guaraníes silvícolas! Esto, aparte de cien
otras excelencias de la agricultura indígena propia, indicadas por el Dr. Bertoni.
Por si se arguye que el guaraní carecía de legislación o derecho escrito y otras instituciones
consagratorias de su moral y su civilización, como si debiéramos exigir a toda raza un Código como
el de Justiniano, podremos contestar con las observaciones de Juan Grave (obra citada cap. XXV)
sobre la superioridad de la tradición y la costumbre sobre la ley en el respeto a la moral y a la
justicia, bajo el aspecto de una verdadera civilización (7). Y esto coincide con la descripción del
sistema político-económico de los guaraníes, que el lector hallará en estas conferencias. Algo ideal.
Si se pretende lanzar contra la tesis sostenida como una objeción, la imperfección o deficiencias
de la vida guaraní aun en lo económico, agrícola-industrial, todavía podemos contestar con
Krotpokin, no por la autoridad de su nombradía, sino por el positivo peso de su obra citada. Todo el
conjunto de esta, aunque no constituye la última palabra de la ciencia, por lo menos se la aproxima
en su presentación didáctica, rigurosamente lógica. Que el doctorcillo universitario, acabadito de
hacer en una Universidad europea, sea inferior al hombre completo, práctico, al hombre oscuro e
inteligente de la campaña, en la esfera general de su civilización sólo importa un detalle; lo que
interesa, para este comentario, es llamar la atención sobre las imperfecciones y deficiencias de la
agricultura británica en relación con lo que debe y puede ser, dada la actual civilización, a pesar de
ser la mejor, relativamente (8).
Recapitulemos: Si el guaraní era tan buen agricultor, hasta en relación con los agricultores del
día, y sin caer en la idolatría del egipcio, dichosa gente, adoradora de cebollas, a quien le nacen
dioses hasta en su huerta, según la conocida frase de un padre de la Iglesia, ha menester consentir
que era capaz de concepciones morales, teológicas y metafísicos no rudimentarias, sino
representativas de civilización.
Si ahondamos las observaciones psicológicas relacionadas con lo ya dicho, nos encontramos
siempre con un granítico pedestal al monumento elevado por el Dr. Bertoni, a la raza guaraní.
Ya que la civilización se ha distinguido de la cultura y envuelve tantas pequeñas menudencias
transitorias o accidentales del confort, podremos ir a ese terrero de las banalidades de que se jacta el
chic de nuestros tiempos.
Trasladémonos a la última palabra, al espécimen de nuestra civilización: un transatlántico. Allí el
sabio inglés, Spencer, el Aristóteles contemporáneo nos servirá de guía. Este cerebro genialmente
equilibrado nos advierte que para juzgar la mentalidad inferior de salvajes y niños, hay que tomar
por guía la propia mentalidad, los propios errores de las clases sociales de los llamados pueblos
civilizados. Y hace un cómputo de lo que saben, miran o aprecian los pasajeros de primera y de
segunda. Nueve de los primeros y noventa y nueve de los segundos creerán con textos del siglo XIX
que la ballena es pez, que la marsopa se parece más al bacalao que al perro, y como el vendedor de
mariscos clasificarán la ostra con la langosta de mar, que el genio guaraní y un naturalista como el
Dr. Bertoni habrían encontrado más alejados que el hombre de la anguila.
Y quien es capaz de estas abstracciones, lo es de otras, de cualquier orden.
Conclusión: Ya que es indispensable omitir tantas observaciones sobre la solidez de la tesis del
Dr. Bertoni, preguntemos ¿cómo deben apreciar los paraguayos esta obra?
Primero, como un motivo oportuno de saludables y necesarias polémicas científicas, si es que
caben las objeciones serias.
Segundo, como un tributo de la ciencia a la glorificación nacional. El homenaje granítico de la
cultura actual unido a la apoteosis histórica de nuestro heroísmo desplegado en 1865 a 1870. Un
himno al pasado paraguayo, .pero no de Apolo, sino de Minerva, no del Arte, sino de la universal
Santa Sofía.
Y no se asusten los que tiemblan ante el pasado y piensan poco o mal en el porvenir.
Hay una Filosofía de la Historia, que es ciencia de eterno futuro, y se yergue sobre todo sistema
parcial o rebatido.
Los que estudiamos, aprendemos y amamos el pasado, no cumplimos la leyenda de Lot
petrificado. No miramos a Sodoma y Gomorra. Miramos la Jerusalem de una patria que desea
persistir, dentro o fuera del cosmopolitismo (esto es secundario) y persistir a toda costa.
No buscamos alcurnias con que dar pié a las Renda que exhuman dinastías o blasones para
mostrar la degeneración. No anhelamos los ricorsi de Vico, sino en el ritmo de Spencer.
No caemos en el ridículo de resucitar linajes rancios sólo en busca de oriflamas pedantescos.
Somos la naturaleza de acuerdo con la Ciencia. Buscamos las raíces.
Y queremos la raíz, porque, buscamos la savia en su fuente.
Lo que manda la Naturaleza, al dictado de la Ciencia, es que la planta no debe ni puede burlarse,
cuando echa flores, del aire en que respiran sus hojas ni del tronco rugoso que sostiene sus ramas, ni
de la raigambre oscura, totem cósmico, por donde todo ha venido, del suelo y del pasado, de la
Tierra y del Tiempo...
Honor y gracias, pues, a estos trabajadores como el doctor Bertoni, que, con la visión del sabio y
la paciencia del agricultor, escarba las capas estratificadas de nuestro solar indígena para
alimentarnos y enorgullecernos con la sabia exuberante de las raíces propias.
Ignacio A. Pane
El Dr. Bertoni y el Sr. Juan E. O'Leary rodeados de
los alumnos del Colegio Nacional de la Capital.
CONFERENCIAS
DEL
DR. MOISÉS S. BERTONI
PRIMERA CONFERENCIA
Señores:
Permitidme, antes de todo, que en brevísimas palabras agradezca sinceramente el alto honor de
que soy objeto en este momento. Que esto sea un honor, no cabe duda y huelga decirlo, pero es
también para mi un gran placer, porque siempre lo ha sido hablar ante una concurrencia tan selecta
como esta, y ante la juventud paraguaya que, por una larga experiencia en el mismo magisterio, he
podido conocer como una de las más inteligentes, dotada de una de las mentalidades más despiertas,
juventud estudiosa como pocas he visto.
Agradezco particularmente al señor Director del Colegio Nacional, por haber querido que yo
abriese esta serie de conferencias, puesto que, según parece, se trata de una serie, en la cual tal vez,
si las circunstancias me ayudan y mis oyentes me tendrán observado con la esperada benignidad,
podré contribuir en algo, lo que haré con el mayor gusto y con el mayor placer.
Ocupado por tantas cosas diferentes, sobre todo preocupado por asuntos de índoles muy
distintas, no he podido yo preparar una conferencia como hubiese querido prepararla,
reposadamente y por escrito, disponiendo de todo e1 tiempo necesario y de los elementos de
consulta, indispensables para hacer de ella una pequeña obra científica. Por tanto, solicito
benignidad e indulgencia de los oyentes, por si no siempre podré tener la facilidad de exposición
que es deseable, y guardar el orden que es indispensable para que ella resulte clara.
El objeto de estas conferencias será la Prehistoria y Protohistoria del Paraguay.
Por Paraguay entiendo, no solamente los territorios que constituyen hoy día la república, sino
todos los adyacentes, la Provincia gigante, y, en genera, todos los extensos países que interesan a lo
pueblos guaraníes.
Como deben de saber, la extensión de la raza guaraní ha sido y es todavía inmensa; de manera
que por una doble razón, tratándose de la Protohistoria, al igual que de la Prehistoria, debo incluir
casi todos los países del continente Sudamericano.
En esta primera conferencia, tal vez me falte el tiempo necesario para entrar a tratar de la
Protohistoria. Empezaré entonces por hacer una breve reseña de la naturaleza geológica del país y
de las formaciones que interesan a este continente en general y a parte que habitamos en particular.
El objeto que voy a abordar, es de los más difíciles, no solamente porque exigiría la atenta y
larga detención de un especialista que se dedicara casi exclusivamente a esta clase de estudios, sino
por que, a pesar de la labor de algunos sabios que han podido cruzar lugares que no distan mucho de
nuestra frontera, la geología del Paraguay deja muchos puntos fundamentales que resolver; y aun
diré la de Sudamérica, porque, a no ser tratándose de una parte de la región andina y una buena
parte de la región argentina, las demás regiones presentan todavía muchas dudas. Sin embargo,
como se trata aquí de dar sólo ideas generales y no detalles, yo creo que éstas, con los documentos y
datos de que ahora disponemos, ya podemos atrevernos a darlas.
Como sabéis, las edades geológicas se dividen en cuatro épocas: la Primitiva, la Secundaria, la
Terciaria, y por fin la Cuaternaria que termina con la época actual, o se continúa en la actual, si así
se quiere.
De la primera parte de la época Secundaria, o bien, empezando con más orden, de la época
Primaria, nada podríamos decir del continente Sudamericano, porque su formación es posterior.
Durante la época Secundaria, la disposición de los continentes sobre la tierra era completamente
diferente de la actual. América, como hoy la conocemos, no existía; Europa y Africa tampoco; la
Oceanía en parte solamente era emergida y el Asia emergía únicamente, o poco menos, su mitad
central y oriental. En cambio, en esta parte del mundo existía un gran continente que unía
Sudamérica Africa. El resto de Sudamérica, salvo una parte de Colombia, Ecuador, Perú,
incluyendo la parte norte de los Andes, en esa época aun no había aparecido, y es muy posible que
el referido continente, que comprendía una gran parte del Paraguay, fuese anterior a la aparición de
la Cordillera de los Andes.
De manera que durante una buena parte de la época Secundaria, encontramos que la extensión
ocupada por Sudamérica, estaba cubierta de mar en su mayor parte.
La más extensa superficie entonces emergida, de los países que hoy constituyen el continente
Sudamericano, era constituida por lo que es hoy la parte más elevada del Paraguay, el Sur del Brasil
y una parte del centro, como la mitad más o menos de esta nación, algunos puntos de la república
Argentina y el Uruguay en máxima parte. Todas estar regiones (y este punto puede considerarse
como fuera de toda duda) formaban parte entonces del continente que de Oeste a Este se extendía
desde estas playas hasta el Africa del Sur (que incluía) y que fue bautizado por el profesor Herman
von Ihering con el nombre de Archhelenis. Esta gran tierra tuvo probablemente prolongaciones
hacia el Sur, y puede que en cierto tiempo existiesen uniones con la Antártida (9).
El resto de Sudamérica quedaba hasta cierto tiempo cubierto de agua y las olas del océano
Pacífico venían a estrellarse, en lo que es ahora el Paraguay, contra los barrancos del referido
continente Brasilo Africano. Aunque no demoró mucho en aparecer una parte de los Andes, sobre
todo desde el paralelo 30 hasta cerca del estrecho de Panamá.
En esos tiempos, naturalmente, no existía todavía ninguna traza, no solamente de la raza
humana, sino de los precursores, o de o seres que se suponen haber sido precursores del hombre.
Así que nada tenemos para decir al respecto.
Nos interesan, en cambio, y mucho, los datos geológicos que se relacionan especialmente con
este país. En el Paraguay las formaciones secundarias aparecer, en varios puntos y presentan una
importancia especial en la estructura general del país. En el extremo Norte, o mejor dicho, si se
quiere, en el extremo Nordeste,– puesto que se trata de la zona del río Apa – tenemos los terrenos
que nos aparecen como los más antiguos. Estos forman parte muy probablemente, y como ya he
tenido la oportunidad de exponer, de los terrenos arqueanos o subarqueanos, que fueron los que
constituian, se puede decir, el núcleo de la parte americana del antiguo continente Brasilo-Africano.
Los terrenos del Norte del río Apa presentan erupciones graníticas o granitóideas, en ellos
encontramos granitos, granulitos, pórfidos, gneiss, calcáreo primitivo y rocas, en fin, que son
características de los tiempo más antiguos, con relación al continente que nos ocupa. Esa formación
parece anterior a las formaciones volcánicas que se han producido durante el periodo Jurásico y
durante el Triásico hacia las costas occidentales del continente Brasilo-Africano. Son luego muy
antiguas, pues es de saber que si bien este continente parece haber persistido durante larguísimo
tiempo es indudable que desapareció en un tiempo relativamente antiguo. Desaparecer se entiende
en parte, en aquella vasta zona que unía el Sur africano con el Brasil, puesto que la parte que
interesa al Brasil, Uruguay y el Paraguay persiste todavía y se ha ensanchado posteriormente para
formar todo el continente Sudamericano actual.
Más al Sur de la región del Apa, nos encontramos, tanto en el Norte como en el centro del país,
con extensas formaciones de asperón antiguo, roca que da origen a los terrenos arenosos colorados.
Son poderosos sedimentos que parecen más antiguos que las formaciones volcánicas que interesan
al resto del país, sobre todo en su parte más oriental.
En los últimos tiempos – cuando se dice últimos tiempos, no se alude a un lapso muy corto, sino
a las últimas épocas de la existencia de este continente – sucedieron en él grandes erupciones. Una
entre ellas fue de las más grandes tal vez que existió en el mundo, tanto que es imposible darse idea
de su magnitud. A un momento dado se abrió, por decirlo así, la costra terrestre y se derramaron
sobre la superficie de la parte occidental del continente Brasilo-Africano, masa volcánicas en
cantidad tan enorme, que cubrieron miles de leguas cuadradas. Esta masa está constituida
esencialmente de porfiritas diversas, de tobas volcánicas más o menos porosas, mezcladas a veces
con petrosílex, y generalmente bastante ricas de cobre y sales de cobre. Esta erupción ha cubierto
una buena parte del Paraguay. Debajo de este mismo suelo, si caváramos a suficiente hondura, la
encontraríamos y parece que la encontraríamos también posiblemente en una parte del Chaco. Cerca
de Encarnación la sonda la horadó hasta 445 metros de hondura sin bandearla.
Esta formación ocupa el Sur del país, gran parte del Alto Paraná, aparece en dichos puntos a flor
de tierra o debajo de capa arenisca, y se extiende por la provincia, de Corrientes, por los Estados de
Río Grande del Sur, Santa Catalina, Paraná y San Paulo en el Brasil y por el Uruguay, desde allí
pasa debajo de espesa capa más reciente, pero no obstante en Buenos Aires se ha encontrado a la
hondura de 300 metros.
Esta erupción no es la sola grande expansión volcánica que haya cubierto una parte del Brasil
meridional y Paraguay. Tal vez a poca distanci: de ella, en función de tiempo geológico, una
segunda erupción volcánica, enorme también, pero de una composición química algo diferente, ha
vuelto a romper la costra terrestre casi en los mismos lugares, no muy lejos de la costa occidental
del ya referido continente Brasilo-Africano. Entonces aparecen esas formaciones de meláfira, como
la que constituye todo el fondo del Alto Paraná y todas las partes que hoy se llaman de tierra
colorada, de esa tierra ideal para la agricultura, que se diría arcilla colorada si la roca no la hubiese
producido en el mismo lugar (tierra autóctona), y si su composición no fuera en realidad muy
distinta, predominando en ella sobre todo el hierro. En todas las partes donde existe esta tierra, muy
colorada, pegajosa, jabonosa, que cuando está cubierta de monte constituye una de las capas
cultivables más fértiles del mundo, casi seguramente la más fértil de todas (10), se encuentra debajo
de ella la roca melafírica.
Todo el lecho del Alto Paraná, desde el Salto Guairá, hasta el Apypé, está formado por esta
erupción, no obstante tener una interrupción en Teju-kuare, donde encontramos una gran veta de los
asperones antiguos que han sido atravesados y en parte cubiertos por tal erupción.
La edad de esa formación. Ya había yo supuesto ser muy antiguas ambas erupciones, dando por
Jurásica a la segunda en mis escritos anteriores, y la primera por mucho más antigua, aunque sin
fijar época. Hace un año, ha sido publicado definitivamente el informe de la comisión de geólogos
norteamericanos nombrada por el gobierno del Brasil para estudiar geológicamente todo el Sur de
aquella nación, con el fin de averiguar si podía encontrarse yacimientos de carbón y capas de
petróleo. El doctor White, director de la expedición, ha confirmado la antigüedad de esas
formaciones, dando a la primera a que me he referido, como Triásica, y con seguridad, debido a la
capa sobre la cual descansa, la cual ha pedido ser determinada en el Brasil en buenas condiciones,
pues en las Sierras del Mar esas capas forman barrancos, salen a la superficie y a la vista mostrando
un espesor que es a veces de más de mil metros, lo que ha facilitado particularmente el estudio y ha
permitido establecer la edad. De manera que estamos ahora informados de que la primera de las
grandes erupciones volcánicas fue Triásica y la última Jurásica.
Tal vez en el principio de la época Cretácea se hayan producido todavía algunas erupciones
análogas, aunque mucho menores; de todas maneras, el conjunto de esas formaciones es muy
antiguo.
Hasta aquí no he hablado de una formación llamada Guaranítica, la que no hay que confundir
con la formación de asperones antiguos de que he hablado. La formación guaranítica, llamada así
por el célebre D’Orbigny, está constituida en el Paraguay por una roca arenosa que se desgrana
fácilmente, de un color que varía desde el blanquizco hasta el rojo ferruginoso, y de la cual suele
hacerse la piedra de afilar. Muchas veces esta roca es muy blanda y llega a poder ser cortada con
facilidad hasta por un machete; otras veces es más dura. En algunos raros puntos presenta también
algunas capas muy compactas que han sido endurecidas por la acción del calor. Estas capas
establecen la concordancia con ciertas formaciones volcánicas adyacentes, de una época posterior a
la de las grandes erupciones referidas y muchísimo más reducidas.
En vez de encontrarla sobre la costa del Paraná o en el centro del país o en la región del Norte, la
encontramos en el interior del país, si, pero sobre todo en la parte oriental. En la región del Este, a
una distancia de ocho o diez leguas del Paraná, aparece con una capa de diez a tal vez doscientos
metros de espesor, la cual forma superficialmente una tierra semi arenosa bastante fértil. Esta
formación se extendió mucho en su tiempo, sobre todo en la parte meridional y central del Brasil,
así como sobre una parte de lo que es hoy la llanura argentina. Más tarde fue destruida en parte por
la erosión, pero aparece todavía en la parte central, en Matto-Grosso, en el Goyaz, en el Huyvay,
Paraná, y hasta cerca de San Pablo. En los lugares donde permaneciera mucho tiempo en
descubierto, esta formación ha dado lugar a grandes y rápidas erosiones. Como es de una piedra
fácil de gastarse, la lluvia la desagrega, la arrastra y forma aquellos arenales cuarzosos que tenemos
en las costas de los ríos, tanto en el Paraná como en otros, muy comunes en los del más al Norte,
como los afluentes mayores del Alto Paraná.
Desgraciadamente esta tierra no ha querido concedernos en el Paraguay un solo fósil, al menos
un fósil auténtico, cuya existencia pueda ser asegurada en un punto dado y servir, entonces, de base
para determinar la edad geológica.
Así es que provisoriamente esta formación geológica se considera en la ciencia como Cretácea
por unos y por otros como perteneciente al Terciario inferior o sea al eoceano. Puede ser, no
obstante, que sean atribuibles a la capa superior y última del Guaranítico, los fósiles terciarios que
fueron hallados no muy lejos le Villarrica.
En la época Secundaria hubo una fauna abundante ya y una vegetación rica, sobre todo en los
últimos tiempos. Pero en el Paraguay no hemos podido encontrar todavía fósiles que atribuirle con
seguridad. De la última parte de esta época tal vez, conocemos unos helechos y algunas coníferas.
Son árboles o arbustos cuyas petrificaciones se han podido encontrar y que permiten decir que la
flora de aquellos tiempos era exuberante, porque en las condiciones en que aparecían y el estado y
la naturaleza de tales especies y el clima en que solían vivir, todo esto permite suponerlo. Considero
muy probable que ya existieran durante esta época los helechos (Osmundiles, etc.) y el Dadoxylon,
encontrados no ha mucho cerca de Villarrica y atribuidos al Terciario, así como otro Dadoxylon
hallado por mí en el departamento de Bobí.
A continuación entramos en la época Terciaria. Esta es mucho más interesante para nosotros
desde el punto de vista humano, por la hipótesis que se han formulado sobre la aparición del
hombre, o de una o más especies precursoras del hombre, o variedades, que se diga, y que se
pueden atribuir a dicha época Terciaria. Desde el punto de vista geológico, en cambio, presenta para
nosotros menos importancia.
En la Argentina la formación Terciaria es importante, porque aparece en una parte muy notable
del país. En el Paraguay, es cierto, cubre el Chaco, es decir, que constituye e1 subsuelo de ese gran
llano, porque naturalmente la formación superficial es muy moderna, cuaternaria, o pertenece a los
tiempos actuales. Sin embargo, durante esa época, los cambios sobrevenidos en el resto del país no
fueron de mucha significación para la estructura general de éste, a no ser la erosión de que ya he
hablado, la cual se ha producido durante toda la época y continuado por la cuaternaria hasta
nuestros días.
No obstante, si no ha habido grandes cambios fundamentales en el área que ocupa actualmente la
República del Paraguay, en los principios de esa época los ha habido grandísimos en Sudamérica.
Primeramente, tenemos a fines de la época Secundaria o a principio de la Terciaria, el hundimiento
de buena parte del gran continente que unía al Brasil y al Paraguay con el Africa del Sur, y del cual
no quedan sino las partes que ya conocemos. Este magno acontecimiento viene a modificar
profundamente la disposición de los continentes y por consecuencia las condiciones de dispersión y
de vida de los seres.
En la época anterior, en la segunda parte probablemente de la época secundaria, ya se había
producido el levantamiento de los Andes, ese colosal repliegue que viene a constituir el eje central
del nuevo continente. Pero durante el terciario ese levantamiento se completa en el Sur y remata en
el Norte con el levantamiento, o mejor dicho, emersión del Istmo de Panamá, puente que permitirá
la invasión de Sudamérica por los animales del Norte, hasta cierto punto también la viceversa, y la
más fácil transmigración de todos los seres terrestres dotados de movimiento.
Por otra parte, un gran cambio se nota del lado de la actual llanura pampeano-chaqueña y aun del
Amazonas. Una gran parte de esas llanuras, habiéndose levantado de hasta cien o doscientos metros
sobre el nivel del mar, ha venido a unir la parte del Paraguay y Sur del Brasil con la parte ya
emergida de los Andes, de Colombia, de Venezuela y Guayanas, para constituir definitivamente el
continente sudamericano. De manera que, si al comenzar la época terciaria, nos encontramos ya con
el continente sudamericano formado en sus grandes delineaciones y partes esenciales, al terminar la
misma ya lo vemos con sus contornos actuales, pues ya muy pocos detalles se habrán de modificar.
En el interior del continente, en su núcleo que más nos interesa, hay sólo modificaciones en los
detalles.
Entre éstas, algunas erupciones han tenido lugar. La principal seguramente es la erupción de
basalto, uno de cuyos ejemplos tenemos aquí muy cerca en Tacumbú y en Limpio. Los basaltos
verdaderos pertenecen a la época terciaria. (11) También hay una formación terciaria, bastante
importante, en la localidad denominada Sapucay, formación que se extiende más al Sur, pero sin
pasar de algunas leguas de superficie. Esta erupción volcánica es terciaria, está constituida por
traquita y su edad geológica ha sido confirmada por estudios hechos en Alemania (12). Otras
pequeñas formaciones, análogas a las dos que acabo de indicar, las he encontrado en algunos otros
puntos del país.
Posteriormente a esto, ha venido una época de paz completa, desde el punto de vista de las
erupciones, en esta parte de la América del Sur.
La parte brasílica del continente sudamericano, incluyendo el Paraguay y el Uruguay, es uno de
los países más tranquilos que existen en el mundo y también el más tranquilo desde el punto de
vista sísmico, porque aquí no se conocen ya terremotos, y los sacudimientos de la costra terrestre
son tan poco sensibles, que se necesitan instrumentos de precisión para notarlos. Sin embargo, no es
improbable que tengan una edad bastante reciente, es decir, que pertenezcan a la época cuaternaria,
y aun a la última fase de ésta, ciertos escapes volcánicos que se conocen en la región del Ypacaraí, y
a lo largo de una rasgadura volcánica que se encuentra obturada casi en todas partes, pero que me
parece prolongarse desde el zanjón de Altos y el Ypacaraí hasta el río Paraguay, pasando muy cerca
de la capital. En esta rasgadura he encontrado depósitos de azufre nativo en condición tal, que
prueba que el movimiento de erupción ha sido muy moderno. Por supuesto, se trata de fenómenos
eruptivos de poca importancia y que no han influido para la formación del país.
Pero en la época terciaria se nos presenta el problema de aparición del hombre, o de precursores
del hombre. ¿Hubo hombres, semejantes o diversos del actual, durante la época terciaria?
Muchos naturalistas han creído que sí, y la hipótesis de que el hombre haya aparecido durante
dicha época, ha sido formulada en todas partes del mundo, en tratándose ya de Norte América, de
Europa, de Africa y del Asia, mucho más todavía últimamente, cuando se descubrió el famoso
Pithecantropus erectus, que en general se supone ser el precursor del hombre. Sin embargo, quedan
todavía muchas dudas al respecto, y la hipótesis de que el hombre haya aparecido durante la época
terciaria, hoy día aún no se sostiene de una manera absoluta y decisiva por ninguno de los
paleontólogos de mayor fama.
Que un ser dotado de especial inteligencia, por lo menos, de una inteligencia parecida a la del
hombre primitivo, haya existido durante el plioceno o a fines de la época terciaria en el continente
antiguo, sobre esto no parece haber duda Pero como los vestigios de este ser no los tenemos en
fósiles, en restos humanos, sino sencillamente en rastros, en groseros artefactos, en piedras que han
sido retocadas, sería muy arriesgado afirmar, desde el punto de vista científico, la existencia de un
ser determinado, cuando sólo es una deducción, hasta cierto punto de hechos dudosos. Sin embargo,
existen muchas probabilidades. [3]
En tratándose de Sudamérica, un paleontólogo argentino que ha gozado de mucha fama, el sabio
Florentino Ameghino, ha emitido la hipótesis, y más que hipótesis, ha elevado a teoría, que ha
sostenido con muchas aparentes pruebas, la de que el hombre americano sea netamente terciario y
que no solamente es de esta época, sino que tuvo precursores durante la edad mediana de la misma
(mioceno) y aun durante la primera edad (eoceno).
Si fuera así el hombre, sería mucho más antiguo en América de lo que ha sido en las demás
partes del mundo. El hombre habría tenido su origen en Sudamérica, y de aquí habría salido la
especie, o las especies y por tanto, en origen, todas las razas humanas.
El precursor del hombre sería el homúnculo, pequeño mono que habría dado origen
sucesivamente y por natural evolución a los cuatro géneros que el Dr. Florentino Ameghino había
formado, y por fin a las especies del género Homo. De manera que la humanidad habría tenido su
origen en Sudamérica, y precisamente en la región que es ahora la del Río de la Plata.
La teoría de Ameghino, a más de ser muy halagadora ara presentada y robustecida por un gran
número de argumentos apoyados con tantos datos y hechos, que parecían muy convincentes, debido
a la actividad incansable de ese sabio, y, además, estaba él tan convencido de la bondad de su teoría,
que al principio tuvo ésta sus admiradores y en estos países mucha aceptación. Pero, naturalmente,
estas cosas se deben pasar por el crisol de un largo estudio, antes de ser admitidas como verdad
absoluta. De ahí vinieron las discusiones científicas y las averiguaciones que se tuvieron que hacer.
En general, los geólogos y paleontólogos se opusieron a esta teoría. No obstante haber algunos que
admitían tal vez la posibilidad de este fenómeno, en Europa y Estados Unidos la inmensa mayoría
lo rechazaba.
La discusión se puede decir que debió haber terminado el año 1910, en ocasión del Congreso
Científico Internacional celebrado durante el centenario argentino. En esa solemne ocasión, el
gobierno de Norte América quiso resolver definitivamente el problema, y con este fin encargó a uno
de los mejores geólogos y a uno de los mejores paleontólogos de los Estados Unidos, a los doctores
Bailey Willis y Alesv Hrdlitzka, para que hicieran un estudio prolijo y definitivo de la cuestión.
Estos ilustres caballeros se constituyeron a la República Argentina como dos meses antes del
congreso científico y recorrieron, punto por punto, todos los lugares donde se habían encontrado
fósiles, y precisamente los restos humanos, los artefactos que habían servido de base a Florentino
Ameghino para, fundamentar su teoría. El malogrado sabio tuvo la amabilidad de acompañarlos
durante una parte de sus investigaciones. Desgraciadamente el resultado de éstas no ha sido
favorable a tan halagüeña teoría. Durante el referido congreso, el Doctor Willis ya había tenido la
deferencia de confiarme personalmente los resultados esenciales y cuál iba a ser el fallo de esa
comisión, digo fallo, pues lo iban a dar autoridades científicas indiscutibles y sobre hechos para
ellos muy claros y evidentes. Me felicité de ello, porque desaparecía un obstáculo para mi teoría
sobre el origen de las razas americanas que venía madurando; pero guardé reserva, esperando los
datos más completos de la investigación.
Los doctores Villis y Hrdlitzka, efectivamente, acaban de publicar en la Institución Smithsoniana
el informe completo y definitivo de su exploración minuciosísima, durante la cual, insistir debemos
sobre este punto, habían podido conseguir que el mismo Florentino Ameghino les acompañara, con
el fin de averiguar de visú todo lo referente, y para que no cupiese duda alguna al respecto del punto
preciso y condición en que se hicieran los hallazgos que sirvieron de base a la discutida teoría, y el
autor de ésta pudiera rebatir in situ los argumentos que la informasen.
Desgraciadamente, y digo así porque la comprobación del origen único y sudamericano de la
humanidad hubiera resuelto a la vez dos problemas capitales y echado una viva luz sobre varios
otros de los que más interesan y apasionan a la humanidad, este informe destruye completamente a
la teoría de Ameghino. Afirma que, no solamente no hay vestigios humanos de la época terciaria,
sino que probablemente ni siquiera los hubo de la cuaternaria inferior. La mayor parte de los restos
humanos pertenece al cuaternario superior, es decir, a los terrenos que en geología se llaman
recientes, aunque, como se sabe, las épocas más recientes cuentan muchos miles de años.
En cuanto a la opinión de los antropólogos, de los cuales uno de los más conocido en Europa,
una de las más grandes autoridades, mi ilustre amigo Doctor Stolyvo, director del museo de
Varsovia, después de atento estudio de los referidos restos, ha presentado también sus informes y
autorizadas opiniones, de lo cual resultaría que algunas las especies o razas sudamericanas que se
consideraban por Florentino Ameghino como especies distintas y precursoras del hombre actual, no
representarían sino variaciones individuales, o de aquellos que algunos consideran como simples
mutaciones accidentales, o bien diversificaciones de variedad o subvariedad de la especie actual
humana, las que algunas pueden encontrarse en la época actual, no solamente en Sudamérica, sino
también en Europa mismo. Poco más o menos en esta forma ya se había expresado el sabio
antropólogo del Museo de la Plata, Dr. Lehmann Nitsche.
Pero si el hombre no tiene su origen en Sudamérica, ¿cuál es, entonces, el origen de la raza
humana? Este problema que ha sido tantas veces abordado y no pocas veces mal planteado,
expuesto de una manera tan estrecha, por ahora no presenta ninguna solución posible.
La especie humana es, seguramente, antigua en todas las partes del mundo; si ella es única o
múltiple, esto es cuestión de criterio, amplio o estrecho. He ahí todo lo que se puede decir. Pero
quiero ahora limitarme a Sudamérica, que es la parte que nos interesa.
¿Cuál ha sido el origen de la raza sudamericana? Hoy día conocemos en América, no contando
las razas desaparecidas, tres grandes tipos diferentes. El primero de los vivientes, el tipo más
antiguo, es el dolicocéfalo, es decir de cráneo muy alargado, y se ha presentado en Sudamérica,
desde la época más antigua, siendo muy probable que haya tenido su apogeo durante la última
época glaciaria del Norte, que coincide con la época de más calor en nuestro hemisferio Sur. Esta
época nos lleva de diez a doce mil años atrás. Esta raza o razas, la pluralidad siendo muy probable,
habitaban muy probablemente el continente antártico. Como se sabe, existen aún hoy día el
continente que entonces rodeaba al polo Sur, pero se prolongaba antiguamente más al Norte, hasta
unirse a la Patagonia, al menos durante cierta época; y es muy posible que se haya unido, también
en ciertos momentos, a otras tierras más al Norte, en vista de que hubo vicisitudes y grandes
cambios de nivel en las costas del Atlántico.
Esta raza dolicocéfala seguramente era inferior: su constitución física es aún verdaderamente la
de un hombre primitivo. Sin ser, tal vez, especie distinta, la componían grupos étnicos que estaban
en los rudimentos de la evolución, lo que puede decirse en general, puesto que habiendo tres o
cuatro razas o subrazas distintas, no todas habían de presentar el mismo tipo de evolución
intelectual, como no ofrecían caracteres físicos iguales, por más que todas al parecer tuvieran un
talle bajo, el cráneo alargado y un prognatismo más o menos exagerado y la cara también
notablemente alargada y de fuertes proporciones con relación a lo demás de la cabeza.
Esta raza, es indudable que ha invadido al continente americano del Sur, para el Norte,
resultando esto comprobado por la supervivencia de pequeñas tribus y por los restos que se han
encontrado en el Brasil y en varios puntos del continente sudamericano. A ella deben ser referidos,
según mi opinión, los elementos étnicos de muy baja estatura denunciados por el sabio Profesor
Ambrosetti en varias partes de Sudamérica. Quizás los representantes de este grupo natural hayan
pasado más al Norte todavía (13). Parece no obstante que este tipo no ha dominado nunca de una
manera muy formal; como hombre primitivo ha quedado estacionario y su evolución social no ha
pasado del estado más inferior, salvo tal vez una excepción, cuya filiación es aún oscura.
Pero en un momento que no es dado fijar vemos aparecer en la América del Sur un elemento
étnico completamente distinto: el elemento mongoloide o elemento mogólico, como otros llaman
también. Este elemento aparece en la América del Sur como extranjero, como inmigrado.
Hace ya más de treinta años, uno de los más grandes antropólogos, Topinard, emitió no
solamente la hipótesis, sino que llegó a afirmar que en América todas las razas dolicocéfalas eran
razas antiguas, inferiores y desaparecidas, existiendo apenas los últimos restos y que la raza
dominante era una raza extranjera inmigrada.
¿Pero de dónde ha venido esta raza a la cual pertenece la estirpe guaraní, la caraíbe y otras más,
que tan de cerca nos interesan?
Este es uno de los problemas más difíciles de resolver, si se entiende una solución definitiva que
no deje más lugar a duda alguna. Sin embargo, ya es permitido formular hipótesis, establecer teorías
científicas con ciertos fundamentos.
Primeramente nos encontramos con que la raza americana considerada en su conjunto, y con la
excepción ya aludida, forma parte del tronco mogólico.
Este concepto es el antiguo de Cuvier; así es que podemos decir que existiera desde los primeros
comienzos de la ciencia, y aún antes de ella, porque al llegar aquí simples marinos europeos habían
notado que el tipo sudamericano se parecía al tipo asiático, o lo confundían inmediatamente con el
chino. Tal vez, como se ve, estaba en la conciencia de todos, aún de los más legos, que había una
semejanza extraordinaria y que sería imposible negar eso de que la raza americana forme parte del
tronco mogólico o amarillo.
¿Pero ha venido la raza americana del Asia; o es el pueblo asiático mogólico que ha venido de
América?
Ambas hipótesis han sido formuladas, aunque sólo la primera ha sido aceptada por buen número
de personas. Pero ambas hipótesis presentan graves dificultades.
La suposición de que la raza mogólica sea originaria de América, es muy difícil de sostener;
primeramente, carecemos aquí absolutamente de documentos y restos más antiguos en comparación
a los que de esta raza se han encontrado en el Asia. Los restos más antiguos hallados en América
pertenecen a otras razas, hoy desaparecidas, mas o menos completamente. Como he dicho, la raza
actual en Sudamérica no es de aparición muy antigua como tal vez lo sea en el Asia el mismo tipo
mogólico.
Desde luego, parece poco lógico suponer esa emigración del hombre de América hacia el Asia,
pero tampoco es fácil sostener, con probabilidad, que el hombre americano sea originario del Asia,
aún cuando puedan reunirse mayor número de argumentos.
Resulta, según parece averiguado, que todos los pueblos mogólicos de Asia se declaran
extranjeros, al menos en lo que se refiere a la tradición. La tradición ha sido algo descuidada, sobre
todo por los antropólogos, y ha sido abandonada al dominio de los historiadores, los cuales, en gran
número, la han mirado con cierto menosprecio. Sin embargo, podemos asegurar que la tradición es
un gran elemento en estas discusiones, porque ella es sumamente antigua, y esta antigüedad es
indiscutible, pues es sabido que los pueblos primitivos, los pueblos salvajes, los pueblos bárbaros,
aun los más atrasado, no poseyendo otra forma de trasmitir la historia, la han trasmitido de padres a
hijos, de cacique a cacique, de sacerdote, a sacerdote, de una manera tan perfecta, que los
historiadores, los cuales hoy día se valen de libros, no lo harían mejor.
La tradición tiene un carácter místico, un carácter religioso, frecuentemente ella se confunde con
las ideas religiosas, de tal modo, que en todos los pueblos antiguos y también en la mayor parte de
las pueblos semicivilizados modernos, la tradición tiene algo de sagrado, y muy sagrado, llegando
en ciertos pueblos a serlo sobre toda otra cosa, al punto de que cl hombre que goza de más
estimación en la tribu, el hombre que domina a todos, que puede dominar a los caciques, a los
sacerdotes, a los hechiceros y a todo el mundo, es el hombre que es el mejor depositario de la
tradición, el que conoce más perfectamente de la raza o del pueblo.
Y bien, la tradición nos da ejemplos extraordinarios de antigüedad. En muchas partes del mundo,
se sabe que los diversos pueblos conservan todavía la tradición del diluvio o de los diluvios. ¿Se
quiere todavía más pruebas de antigüedad? Hay en la India tradición aun más antigua, que nos
llevaría a épocas de un remoto aterrador, por cierto muy lejos de las edades bíblicas, si no fuera
cierto que estas edades deben ser interpretadas, y no consideradas como se les consideraba hasta
ciertos tiempos pasados, es decir, no precisamente con el número de años que se les pudo asignar,
sino como una expresión de épocas más o menos largas, cuya duración pudo ser establecida por la
forma de día, de año o de lunación o de otra manera aún, como ha sucedido en varias escrituras
sagradas y mitologías cosmogónicas; considerando entonces que es de una manera lata como se
deben interpretar los textos antiguos, nos encontramos que la tradición nos puede abrir ancho
camino, cuando menos proporcionarnos preciosa luz, en el Asia; en a India, como decía, hay una
tradición que sorprende, tanto que los sabios se resisten a admitirla todavía, o mejor dicho, sacar de
ella la deducción muy lógica. Dice que el hombre es originario de un país situado muy al Norte, en
el cual no existía sino un día y una noche en el año, y donde toda la tierra estaba cubierta de una
eterna y exuberante vegetación. ¡Sería el Polo Norte, durante la época terciaria!
La antigüedad de esta tradición sería colosal; es natural que los hombres de ciencia se resistan a
sacar deducción ella; pero el hecho es indiscutible: los libros más antiguos de la India y el Rig Veda,
la indican con toda claridad.
Ahora bien, las tradiciones de los pueblos mogólicos del Asia, indican un origen extranjero: los
chinos, los japoneses, los indochinos y con más razón los mongoles de la India, todos se declaran
más o manos antiguamente inmigrados. Y todos más o menos dicen que en origen su pueblo ha
venido del Este o del Sudeste.
¿Dónde está el Este o el Sudeste del Asia? ¡En el océano Pacífico, o bien en América!
Ya hemos visto que existe casi imposibilidad en que hayan podido venir esos pueblos de
Sudamérica, cruzando el mar anchísimo, océano inmenso, o tan dilatadas tierras y además, viniendo
de un país que de la raza en cuestión no presenta ningún vestigio muy antiguo.
¿Qué cabe entonces decir? Yo creo que cabe otra hipótesis, la de que en esa inmensidad del
océano Pacífico, hoy día cubierta de mares y sembrada de islas, haya existido en los tiempos
pasados un continente o un gran archipiélago, una serie de grandes islas que desde cerca de América
se extendieran hasta cerca del Asia y allí haya tenido su origen no la humanidad (esto seria muy
peligroso suponer), sino esa gran parte de la humanidad, la cuna del tronco amarillo. De allí habrían
emigrado entonces, ya sea en épocas remotas, los precursores del hombre mongoloide, ya sea más
tarde hombres llegados ya a cierto grado de desarrollo, tanto para el Asia, como para la América.
Entonces quedarían combinadas también todas las tradiciones, pues tenemos en América tradiciones
que hacen venir el hombre del occidente.
En el Perú, según tradiciones recogidas por los conquistadores, existía una gran tierra, un
continente separado de la costa por un gran brazo de mar y que se extendía lejos hacia el Oeste.
Otras tradiciones aludiendo a inmigración de pueblos del Oeste existen en Centro América, en
Ecuador y hasta en Méjico.
El profesor H, von Ihering, una de las grandes autoridades de la ciencia moderna, ha llegado a la
hipótesis, basada sobre la confrontación de restos fósiles, de que haya existido, al oriente del
Ecuador, partiendo de Sudamérica y alargándose en dirección al océano Pacífico, una tierra que
llamó Pacilia y que en cierta época habría estado unido con el continente norteamericano. En una
época anterior a la desaparición de esa tierra, ambas Américas se habrían unido, lo que se supone
haber sido durante el plioceno, para formar el gran continente americano. Esas comunicaciones
constituirían ya una primera probabilidad para la difusión de los precursores de la raza actual. Si
bien e cierto que la Pacilia, según el referido autor, había desaparecido en una época muy antigua,
si se admite que la especie o raza mogólico-americana actual desciende de un precursor intermedio
entre el hombre mogólico actual y otro ser primitivo, éste puede haber tenido ya una expansión
anterior a la otra inmigración. En todo caso se trataría aquí de un precursor no de la raza actual,
porque la Pacilia habría desaparecido en un época demasiado antigua, mientras la inmigración de la
raza americana ha sido seguramente posterior. Debemos entonces suponer, que en el océano
Pacífico haya persistido hasta más tarde una tierra más vasta, un archipiélago más grande, que
abarcara no solamente las proximidades de América, sino también las del Asia, para permitir a los
pueblos del tronco mogólico, en épocas relativamente recientes, pasen al Asia y América.
Se ha formulado la hipótesis de que las razas americanas hubiesen podido venir por el estrecho
de Behring.
Es indudable que ciertos pequeños grupos étnicos de América han emigrado en una época
reciente del Asia, esto está comprobado por la similitud lingüística; pero precisamente esta similitud
lingüística prueba que esa inmigración fue muy reciente. Además, debe haber sucedido de una
manera muy limitada, porque esta inmigración se reducía, como he dicho, a pequeñas poblaciones
que no han influido notablemente sobre la formación de la raza general americana.
Hubo en el estrecho de Behring una dificultad grandísima; los hombres para cruzar viniendo del
Asia y pasar e1 estrecho de Behring, tenían que luchar contra las inclemencias del clima. Una
semejante y gran emigración no se explica en épocas muy antiguas, sino como formada
paulatinamente; era imposible que un pueblo inmenso, un pueblo tan numeroso, saliese, por
ejemplo, de la China, subiese todo el Asia, cruzase el estrecho de Behring y llegase hasta e fondo de
Sudamérica en poco tiempo, sin alterarse en su naturaleza étnica, sin perderse, sin desparramarse, y
pudiendo luchar contra las inclemencias de ese estrecho y regiones adyacentes tan glaciales y
desprovistas de recursos, sobre todo si se tiene en cuenta que esta emigración se hubiera hecho hace
miles de años y forzosamente durante la última época de mayor frío en ese hemisferio, época que
tuvo su máximum de intensidad hace 11.650 años aproximadamente, es decir, precisamente en los
tiempos en que el polo y el hemisferio Norte presentaban la temperatura más baja, de manera que la
región del estrecho de Behring y todos los países desde el Kamchatka hasta el Canadá estaban
cubiertos de glaciares sobre una extensión de varios miles de kilómetros. En todo caso, aun cuando
la emigración se hubiese hecho 10.000 años antes, es decir, hace 22.000, lo que no es dable suponer,
eran aquellos países muy fríos, se trataba de países casi glaciales. No se puede suponer que el gran
grupo étnico haya podido atravesar esa inmensa latitud desierta, donde no encontrara elementos de
vida, para poder venir a poblar un continente tan alejado como Sudamérica.
Debemos luego suponer otros medios de comunicación. Estos medios los tendríamos en la
existencia y continuación del referido archipiélago, que para no repetir la misma explicación, me
permito llamar «Arquinesia», el cual, poniendo de acuerdo las tradiciones y los datos científicos de
diversa naturaleza, había sido el punto de partida para el Asia y América.
No es difícil, por otra parte, y de que no es difícil tenemos la prueba, que en época más reciente,
es decir, histórica, o en la época protohistórica con más razón, hayan pasado indígenas de la
Polinesia al continente sudamericano. Primeramente la distancia no es enorme, en segundo lugar los
polinesios pueden haber sido buenos navegantes, en una época muy antigua, como lo son ahora. El
hombre primitivo ha sido muchas veces navegante, y los pueblos que llamamos bárbaros lo fueron a
veces muy buenos y sumamente atrevidos. Entre estos tenemos a los polinesios, neo-zelandeses, los
de la isla de Pascua, los caraíbes de las Antillas y Guayanas y a los guaraníes de la costa del Brasil
como prototipos del marino. El caraíbe fue considerado como el navegante más atrevido que jamás
haya existido en el mundo; atraviesa grandes espacios de océano, durante largos días, desafiando las
más recias tempestades y surca esa inmensidad en simples canoas de un solo tronco de árbol. No les
van en zaga los polinecios, y allí tenemos la invasión de la Nueva Zelandia por el pueblo Mahori,
cuyo nombre, por una extraña coincidencia, sería guaraní, que venía del centro de la Polinesia,
emigrando en masas con todas sus familias, ídolos y enseres, para conquistar las grandes islas,
cruzando parte del océano Pacífico en simples canoas. Si esto ha sucedido en épocas
protohistóricas, bien puede dar a suponer que en épocas no muy anteriores de la misma Polinesia, y
en épocas más antiguas, de la Arquinesia, islas más próximas a América, al continente americano,
hayan venido elementos polinesios y otros del tronco mogólico.
Ha existido en la costa del Pacífico, y probablemente también en partes interiores del continente
americano, pueblos que presentaban o presentaba caracteres polinesios. Algunos aun en el idioma
en algo se asemejaban, lo que indica seguramente una inmigración. Hay pueblos como los
Araucanos, como una raza recién desaparecida en el Norte de Chile y tal vez los calchaquíes, que
según mi opinión han tenido origen o elementos polinesios. Se encuentra tipos polinesios muy
puros en la raza araucana; hay tipos de esta nación que también invadió a las pampas, que no se
pueden diferenciar de un polinesiano.
El carácter de esos indios, tan diferente del carácter guaraniano y del de los indios
centroamericanos, es, al contrario, muy semejante al polinesiano. Además es de advertir que
tenemos en la Polinesia, y en el Sur de Asia, toda la serie de tipos sudamericanos.
Cabe hacer otra advertencia, y es que para establecer una raza, se tiene en cuenta principalmente
el carácter de familia, pudiendo diferenciarse mucho los varios tipos de la misma, comparándolos
unos con otros. Así tenemos que la raza mogólica como también todas las otras, no se componen de
un tipo único sino de una serie de tipos; pero estos en cambio, en cuanto a los caracteres
fundamentales, son semejantes. He ahí por qué tenemos en América toda la serie de tipos asiáticos,
mongoloides, como también los tipos polinesios.
Ciertos indios del Brasil y una que otra población más o menos estudiada, todos hoy día muy
reducidos, presentan caracteres dolicocéfalos. Esto los diferencia completamente de los
mongoloides, que nunca presentan ese carácter y hace de ellos un grupo de origen muy distinto,
como ya hemos dicho.
De manera que en resumen tenemos que, durante la época cuaternaria y posteriormente durante
la época moderna, ha sido el continente americano invadido por razas extranjeras que son las razas
mongoloides americanas actuales, las que han venido muy probablemente de un continente o de un
archipiélago desaparecido y situado en el océano Pacífico (Arquinesia), y aquí han destruido,
suprimido casi completamente a la raza dolicocéfala autóctona, que era, como ya lo había
establecido Topinard, la verdaderamente indígena sudamericana.
En Geología, en el Paraguay sobre todo, el terreno cuaternario está formado por pequeños
depósitos superficiales, por estratos aluviones y tierras de arrastre suministradas por la erosión de
terrenos más antiguos. Así lo tenemos en el Chaco, en el Sur del Paraguay, en el Manduvirá.
Durante el periodo cuaternario, no ha habido cambios notables en cuanto al perfil y topografía de
las tierras sudamericanas, aparte de que por leve cambio de nivel se ha continuado la unión
definitiva del continente, que era ya un hecho en sus grandes lineamientos a fines de la época
terciaria.
Pero tengo por cierto que ha sucedido otro fenómeno, el cual si no ha influido sobre la naturaleza
física y la humana del continente sudamericano, puede haber tenido una influencia notable sobre las
partes Norte y centroamericanas y entonces, de reflejo, alguna influencia sobre Sudamérica; me
refiero a la desaparición de la Atlántida.
Esta palabra Atlántida viene a recordar un debate acalorado que se viene haciendo desde los
tiempos antiguos; un debate, en el cual se han traído más pareceres y más suposiciones que
documentos verdaderos, y más ideas preconcebidas que estudios fundamentales de la cuestión.
Los antiguos europeos, los griegos sobre todo, han creído firmemente en la existencia de una
gran isla o pequeño continente situado entre Africa y América; esta creencia ha nacido en Egipto, y
naturalmente, los fenicios, navegantes de los egipcios, participaban de ella, y los cartagineses con
los fenicios. No debía tampoco faltar entre los Shardanas, confederación mediterránea cuyas flotas
tuvieron en jaque al mismo Egipto. Muchos son los escritos referentes y las alusiones de los
escritores antiguos. Por brevedad sólo recordaré lo siguiente.
Herodoto, durante su viaje en Egipto, pudo hablar con los sacerdotes del Templo de Sais, que
tenían en depósito una parte de los archivos históricos, y estos le aseguraron que una gran isla
habitada por un pueblo poderoso, que había llegado a un desarrollo de civilización bastante elevado,
se había hundido, hacía entonces 8.000 años, es decir, hace ahora 10.000 años más o menos. Se
había hundido, decían, muy rápidamente en el océano Pacífico, sin dejar casi rastro, y en el espacio,
según decían los documentos egipcios, de unas 24 horas. Esto en los tiempos modernos ha sido
declarado fábula. Sin embargo, en los tiempos antiguos no solamente Platón, sino todos los
geógrafos griegos, como los cosmógrafos del Evo medio han admitido la existencia de la Atlántida.
La tradición también la ha aceptado. Hubo cuestión sobre ella, sobre sus habitantes, sus costumbres,
la índole de sus habitantes y hasta sobre sus artes, recordándose además el nombre de la capital.
Naturalmente, todos esos datos difícil es que correspondan a una realidad completa, ni han de ser
todos exactos o atendibles. Pero la experiencia las cosas antiguas ha demostrado, que si a veces los
datos son erróneos, o exagerados, responden no obstante a algo que ha sido real, y la fuerza del
verdadero arqueólogo está por mucho en saber distinguir lo real de lo fantástico y descubrir la
verdad debajo del fárrago de suposiciones.
En América existen tradiciones que coinciden con la Egipcia. Existen también en las Antillas y
en los países de Centro América, tradiciones que indican más o menos que debido al hundimiento
de una gran tierra, los antepasados han venido a salvarse sobre las costas americanas. Otras
recuerdan clara y terminantemente visitas hechas al continente americano por navegantes guerreros
de raza blanca que venían de tierras situadas al oriente.
Había por tanto coincidencia en las tradiciones. Sin embargo, los geólogos, en su mayoría, han
negado la existencia de la Atlántida, dándole los demás por muy problemática. ¿Cómo se explica
esto? Esta negación viene para mi evidentemente de una ubicación errónea de la tierra llamada
Atlántida, hecha por los cosmógrofos modernos. Estos, sin consultar nada que no fuera la tradición
griega, que decía que la tierra se hallaba saliendo de las Columnas de Hércules, habían pensado que
esa gran isla se encontrase entre Gibraltar y los Estados Unidos. Con esa sola tradición por guía y
esta ubicación los geólogos debían concordar en su mayor parte en decir que la Atlántida era un
mito, pues sabían que en esas latitudes ninguna gran tierra había existido durante la época
cuaternaria.
Pero en cambio, si se considera situada la Atlántida más al Sur, frente al Africa y las Antillas, la
cosa cambia completamente de aspecto. No solamente varios geólogos admiten la existencia de una
tierra en ese lugar, sino que la ciencia la considera como un hecho comprobado, tan comprobado
que en las obras clásicas y didácticas aparece entre los hechos admitidos con certeza.
Los últimos trabajos geológicos practicados hace dos o tres años por una comisión especial, han
comprobado que las Canarias, con todas las islas cercanas y vecinas del continente africano, y que
serían los restos de la Atlántida, formaban parte del Africa. Esto parece contradecir, pero en realidad
es una prueba más. Se dirá que si en esa altura, incluyendo las Canarias y las Azores e inclinándose
hacia el Sur, una tierra ha existido que formaba parte del Africa, eso no era la Atlántida.
Pero he aquí el punto: según los documentos egipcios la Atlántida tocaba al Egipto. Ahora bien,
el Egipto extendía entonces su dominio sobre todas las tierras habitables que se extendían hasta la
región del Atlas, y si el Atlas formaba parte de la Atlántida, queda explicado por qué los antiguos
dijeron que ésta tocaba a las posesiones egipcias. Lástima es que todos se hayan ocupado de esta
cuestión menos los egiptólogos, los cuales tampoco parecen haber encontrado datos que interesen al
origen o civilización de la raza americana.
En resumen, tenemos al Egipto que se extendía hasta el Atlas o muy cerca; tenemos a la región
del Atlas que en todo tiempo ha sido llamado Atlántida; tenemos que la geología comprueba que esa
tierra estuvo unida a las islas Canarias y probablemente a las del Cabo Verde y las Azores y, por otra
parte, que se prolongaba en dirección a América.
Pues bien, señores: esa es la Atlántida, la que verdaderamente ha existido, porque la geología
confirma la tradición, la ciencia natural a los documentos históricos.
Y ya que hemos dado gran peso a la tradición, digamos que, según ella, el pueblo que habitaba
Atlántida había llegado a un alto grado de civilización, relativamente hablando, presentaba
caracteres curiosos. Según la misma tradición y otros datos que tenemos, pertenecía a la raza
blanca; no obstante tenía costumbres que lo diferenciaban de todos los demás pueblos de esta raza.
Esto prueba que su aislamiento de Europa y Asia era muy antiguo; sólo así se explica que sus
costumbres eran completamente diferentes.
Entre otras cosas, se decía que los pueblos de la Atlántida eran absolutamente vegetarianos; no
comían nada que hubiese tenido vida; no comían nada que hubiese sido contaminado por un animal;
al revés completamente de casi todos los pueblos asiáticos y europeos, que precisamente han tenido
un régimen mixto, y, hasta cierto punto, carnívoro.
En las costumbres, tenemos cosas curiosas. Los atlántidos tenían, según referencias de los
historiadores griegos, sus palacios y templos cubiertos por un barniz sumamente blanco,
hermosísimo, reluciente: se veían sus altos monumentos, antes que verse sus tierras, aparecer en
pleno mar como una mancha blanca reluciente, y que ninguno, ni los egipcios, había conocido el
secreto de este barniz. Pues bien, los mayas lo conocían y los palacios y templos del Yucatán
estaban cubiertos por este famoso barniz, cuya naturaleza los españoles no conocieron, también
blanco, también reluciente.
Se podría objetar que la geología admite la existencia de una Atlántida en época demasiado
antigua con relación a los tiempos en que habían tenido lugar esos sucesos. Pero si la geología no
puede probar la persistencia de la parte que se hundiera hasta esos tiempos, tampoco la niega ni
tiene para qué negarla. Otra objeción: si el país del Atlas formaba parte de la Atlántida, ésta no
desapareció del todo y no se encontraba más afuera, sino más adentro de las Columnas de Hércules.
Pero esto indica únicamente que los griegos se referían a la parte hundida, la sola que interesaba a la
tradición, como era natural.
Por fin, de todo lo expuesto y sin entrar en mucho detalle, parece que los pueblos de la Atlántida
han tenido un contacto directo con los pueblos de América, y de ahí tienen probablemente origen
ciertas infiltraciones al parecer semíticas de ambas Américas, y tal vez algunos elementos como
mestizos, cuando menos entre los norteamericanos. A este respecto, por arriesgada que parece ser
tal suposición, no se debe olvidar que los navegantes fenicios eran los marinos de los egipcios, pues
éstos generalmente no navegaban sin aquellos. Lo que explicaría también ciertas tradiciones
americanas en que los semitas resultarían asaz claramente aludidos.
Se ha encontrado aun más, y sobre esto yo tendré que hablar seguramente en otra conferencia, si
es que tengo el honor y la oportunidad de poder darla, de las inscripciones muy parecidas a las
egipcias que se han encontrado en la isla de Marajó, en la boca del Amazonas, obras de un pueblo
que se llamaba guaraní. Esto es sumamente sugestivo y puede dar Jugar a muchas deducciones.
Los pueblos de la Atlántida no han influido en nada, como ya dije, sobre la formación étnica de
los pueblos de Sudamérica; pero no debe haber sido probablemente así [en] los pueblos de Norte
América.
Ya desde los principios de la conquista, y luego de los estudios, se ha notado que ciertos indios
de Norte América presentan algunos rasgos comunes a la raza blanca, que no se notan entre los
otros americanos, entre ellos el de la nariz aguileña, cierta dolicocefalía, los ojos, las extremidades y
a veces un conjunto que recuerda cierto tipo semítico. Cierta mestización fue admitida por varios
autores, aunque sin poder explicarla satisfactoriamente.
Y bien, parece entonces posible que tengamos en los pueblos atlánticos la explicación de una
comunicación étnica de ciertos pueblos de Norte América con los de la raza blanca. Esto nos daría
el cuadro completo de lo orígenes de las razas americanas, pues por un lado tendríamos la
Arquinesia como cuna del tronco mogólico o de su precursor, así como más tarde nos traería
elementos la Polinesia y otros pueblos inmigrados por el estrecho de Behring; por el otro lado los
dolicocéfalos que han venido, como autóctonos del extremo sur del continente, se extendieron hacia
el Norte y que hoy día han desaparecido casi completamente; por fin, el tipo especial de una parte
de los indios de Norte América tendría su lógica explicación. Estas razas de origen tan diferente han
venido a constituir los elementos étnicos que hoy día forman la familia americana.
De estos elementos, uno de los principales es el que podemos llamar «guaraniano». Se le llamó
en parte Tupí-guaraní, se llamó Caraíbe, Caribe-tupí, Caríbe-guaraní, pero falta una denominación
genérica que incluya a todos los elementos del grupo natural. Además, yo creo que todas estas
denominaciones presentan algunos defectos, entre ellos el defecto común de carecer de precisión y
de tener un sentido amplio y otro más estrecho. Este grupo étnico tiene caracteres comunes a todos
los constituyentes, mogólicos en general, presentando en su fisonomía los rasgos de una raza
superior. Ofrece caracteres que lo diferencian netamente de la rama polinesiana, a la cual se avienen
más o menos ciertas poblaciones sudamericanas.
En cambio es más difícil separarlo de otros grupos sud o centroamericanos.
Pero la denominación de Tupí-guaraní no le puede convenir de una manera exacta, porque se
suele hablar de Tupi-guaraní excluyendo a los Caraíbes, entidad étnica que no solamente formaba
parte de este grupo como raza, sino también como pueblo.
No obstante las apariencias, estoy convencido de que los caraíbes han tenido una lengua de
origen común con la de los guaraníes; las lenguas de esos dos pueblos, al parecer muy distintas,
presentan caracteres comunes. Había, y existen aún, muchas palabras comunes, como ciertos
nombres astronómicos, ciertos nombres de personas y sobre todo, de los animales y de plantas y los
geográficos, que muestran el origen común de esos pueblos, el que está confirmado por la
fisonomía de sus caracteres físicos y morales. Naturalmente, para explicarnos mejor sería necesario
entrar en detalles.
Por otro lado, los llamados «Tupi» que ocuparon gran parte del Brasil, no difieren en nada de los
pueblos guaraníes; era el mismo pueblo y tenían la misma lengua, con apenas distinción de
dialectos. Todos aquellos, los caraíbes de las Antillas, de las Guayanas y del Norte del Brasil, los
tupíes y los guaraníes del centro y Norte del Brasil, del alto y bajo Amazonas, agregando varios
otros elementos menores, y los pueblos sometidos por los guaraníes, constituyen lo que se puede
llamar el grupo guaraniano. Si en este grupo incluyo, no solamente los elementos étnicos de igual
raza a que me he referido, sino varios otros pueblos que sólo han sido sometidos, ya sea por la
fuerza, ya por la superioridad de la civilización, y que han adoptado el idioma guaraní (estos
pueblos se suelen llamar guaranizantes), es que encuentro natural, sobre todo haciendo
protohistoria, que al elemento étnico guaraniano, y como formando un solo conjunto, reúna los
elementos menores que han recibido la influencia y la civilización guaraní, y han hecho con los
guaraníes historia común, por fuerza o de buen grado. El principal de estos últimos es el charrúa,
que, como podré en otra ocasión demostrar, conocía y hablaba el idioma guaraní, no obstante
pertenecer probablemente a otro grupo natural desde el punto de vista físico y por una parte de sus
costumbres.
En el Paraguay tenemos otro pueblo que está en parecidas condiciones, el guayaquí. Este
pequeño pueblo formaba parte seguramente de otro grupo étnico, cuyos rasgos aparecen a pesar de
la consecuente mezcla. Ha sido sometido, en parte absorbido, y los antiguos guaraníes le han
impuesto hasta cierto punto su idioma. En análogo caso se encuentran varias tribus del Brasil, del
Amazonas, de las Guayanas, que probablemente no son de raza guaraní, pero que hablan el guaraní.
Como veremos, hay que distinguir en estas cuestiones lo que es raza, lengua y pueblo: una cosa es
raza guaraní, otra cosa es lengua guaraní, y otra cosa pueblo guaraní, y el conjunto que nos interesa
debe de ser considerado bajo este triple aspecto.
Este conjunto ha interesado desde las Antillas hasta la Pampa, las dos terceras partes
probablemente del continente sudamericano, cuando menos más de la mitad, pues se tiene la
seguridad de que ha salido hasta el océano Pacifico y de que los caraíbes dominaron hasta ciertos
puntos de Centroamérica. Esta inmensa agrupación guaraniana, a más de ocupar una de las más
extensas regiones étnicas del mundo, a más de hablar un idioma único en una gran parte de esa
región, igual o tal vez superior a la de Europa entera, esta agrupación, digo, presenta para nosotros
otra particularidad de grande importancia: y es que en la antigüedad ha llegado, para mí de una
manera indudable, a una civilización sui-géneris, pero civilización verdadera.
Para probar esto, tendría que entrar en muchos detalles y no quiero abusar de la bondad de mis
oyentes. Si la oportunidad se me presenta, tendré el honor de hablar nuevamente y dar las pruebas,
tanto naturales y exactas como humanas, de la existencia, en la antigüedad, de un Grupo
Guaraniano, que interesó a la mayor parte de este continente, desde la Pampa argentina hasta las
Antillas y la Florida, con difusiones hasta Centro América; y de un Pueblo Guaraní, en sentido
menos lato, que incluía a todos los pueblos de Sudamérica que hablaban el mismo idioma, o un
idioma análogo, y por fin, de una Nación Guaraní que ha tenido en su época una verdadera
civilización, por más que sui-géneris. He dicho.
NOTAS
1- El padre Cardiel, en su ignorancia, se asombra porque el guaraui no sepa componer música,
sabiendo ejecutar tan bien. Y eso evoca el argumento esgrimido contra el femenismo; que la
mujer sabe ejecutar, pero no cuenta con ningún Mozart, Beetoven o Verdi. ¡Como si se
pudiera negar la capacidad mental del japonés, porque no se conozca un Newton, un Laplace,
un Marconi en el Japón!
2- Ni aun hoy es posible un amplio desarrollo de ciertas artes bellas, de acuerdo con lo que señalé
en la Revista del Instituto Paraguayo al comentar la aparición de Aríel, de J. E. Rodó.
3- V. Letourneau «La Sociologie d’aprés l’Etnologie , capítulo final; Giddings Tratado de
Sociología El proceso social psíquico.
4- Don Juan Valera, el más sereno y claro escritor continuador de Jovellanos bajo este aspecto, no
pudo explicarse la devoción y heroísmo del paraguayo, sino atribuyéndolo a los Jesuitas y al
dictador Francia. No niego la parte de estos; pero es innegable también que el insigne escritor
ha tomado el rábano por las hojas.
5- Estos son hechos psico-sociológicos fundamentales de toda la Humanidad.
6- Y como esta obra, que me enseñó por primera vez el Sr. Miguel Gondra, está toda la bibliografía
guaraní de los jesuitas. Ver los Archivos de las Misiones, en uno de los cuales (el de Santiago
de Chile) me cupo encontrar curiosos documentos, entre ellos una carta presentación al Rey
de España en que me impresionó una de las maneras de besar expresadas en guaraní. El beso
común es yurupyté [jurupyte], chupar la boca (yurú) [juru]; pero el besamanos o beso de
respeto se dice en esa nota: royeyurumboyá ndepyre-jhe [rojejurumboja ndepyrehe] Tocamos
vuestros pies con nuestra boca.
7- No transcribo las palabras de este autor por la prevención contra las ácratas que escriben desde
los presidios, como él, prevención de que no participo, pero que es general entre
innumerables espíritus que confunden las razones con las bombas y bayonetas.
8- Obra citada, capítulo III. El prejuicio del exceso de población ¿Puede el suelo de la Gran
Bretaña, alimentar a sus habitantes?
9- Continente que ocupaba, como hoy, grandes extensiones en torno del Polo Sur.
10- Hasta ahora, ningún dato cultural o económico me permite indicar con seguridad otra igual.
11- Este nombre ha sido dado frecuentemente a porfiritas que se presentan con tendencia prismática
y pueden llamarse basaltóideas, como las del Alto Paraná.
12- Sobre muestras remitidas por mi ilustre amigo Profr. Anisits.
13- Aún sin contar el grupo esquimal, que también presenta unos caracteres comunes con este tipo.
NOTAS DE LA EDICIÓN DIGITAL
1] caraí marangatú. karai marangatu en nueva grafía.
2] aguyeveté. agujevete en nueva grafía.
3] Recordemos que las conferencias fueron dictadas en 1913. Mucho ha avanzado la
Antropología Física desde entonces. Han sido descubiertas partes óseas de muchas
especies de homínidos en todo el mundo, pero la teoría vigente es que la humanidad
desciende del Homo Sapiens, especie surgida en Sudáfrica hace como 200.000 años, y
de allí se ha esparcido por todo el mundo, cruzándose con, o eliminando a otras especies
semejantes, como al Hombre de Neardental que poblaba Europa hace unos 35.000 años.
Biblioteca Virtual del Paraguay
Dr. Moisés S. Bertoni
Resumen de
PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA
DE LOS
PAISES GUARANÍES
SEGUNDA CONFERENCIA
Señores:
Queridos jóvenes:
Voy a tener el gusto de continuar la conferencia ya iniciada y entrar a tratar más
directamente la Protohistoria del Paraguay. Naturalmente no podré hacer una reseña completa,
porque nos llevaría muy lejos y tendría yo que fatigar mucho la atención de mis amables
oyentes, pero trataré con algún detalle, y con cierta preferencia, lo que se refiere a la raza y al
pueblo guaraní.
En la pasada conferencia me he permitido hablar de un grupo étnico que he titulado
Guaraniano, porque me pareció que esta expresión, más sintética y genérica, expresaba mejor
el sentido de un grupo étnico a la par que un grupo social, es decir, de un pueblo que contenía
elementos diferentes que no pertenecían precisamente al grupo guaraní, al grupo tupí o al
grupo caraíbe, sino o un grupo natural algo más amplio, más vasto que incluía a todas esas
parcialidades y algunas más de menor importancia que por el momento omitiré.
El grupo guaraniano es el más importante indudablemente por las relaciones y extensión
que ha tenido en todas las partes orientales del continente sudamericano. Se puede decir que
todas estas partes han sido en diferentes épocas, sino contemporáneamente, ocupadas,
dominadas, pobladas y hasta cierto punto civilizadas por los mejores elementos del grupo
guaraniano.
Corresponde, al entrar a hablar de los elementos que componían a este grupo, hablar
primeramente de los Caraíbes, cuyo nombre legítimo no es caribe, ni galibe, ni galibi, que son
modificaciones debidas a una mala audición y a una mala ortografía. Su nombre verdadero es
Caraiba, sencillamente como se dice en guaraní, carai, porque en el dialecto guaraní las voces
largas se hacen truncas; nos consta precisamente que se llamaban así, porque se
consideraban señores, y lo eran efectivamente, de la parte Norte del Brasil, de las Guayanas,
de una parte del valle del Orinoco, de todas las Antillas, alcanzando con sus incursiones no
solamente Centroamérica, sino poblaciones más septentrionales, hasta la Florida, en los
Estados Unidos. Tenía ramas en Centro América, en Honduras y Yucatán, tanto que se ha
pensado hubiesen venido, en origen, de la misma América Central, o hubiesen llegado a esos
países de un continente desaparecido, o bien del Asia.
El tipo caraíbe no difiere fundamentalmente del tipo guaraní. Reuniendo todos los datos que
tenemos al respecta de su físico, como al respecto de su índole moral y de sus costumbres,
tenemos en los caraíbes a un pueblo guaraniano con algunas de las cualidades del pueblo
guaraní llevadas hasta cierta exageración.
El tipo físico era de aquellos de cara pequeña, con relación al desarrollo del cráneo. Los
guaranianos en general se distinguían de las diferentes ramas de Sudamérica, como de las de
Norte América y también del de la mayor parte de los del Centro, precisamente, por poseer
ese carácter. La parte inferior de su semblante, desde una línea horizontal que pasa por los
ojos era mucho menos desarrollada que en los otros pueblos de América. En cambio, la parte
superior presentaba un desarrollo notable. Pasando un plano vertical por los oídos y dividiendo
de esta manera el cráneo en dos partes, una anterior y otra posterior, tendremos un nuevo
carácter con que diferenciar a todo el grupo guaraniano, y principalmente a los guaraníes y a
los caraíbes.
La parte anterior que como se sabe, es la más notable, puesto que encierra las cualidades o
facultades cerebrales, perceptivas, comparativas y deductivas, la facultad de la memoria, del
lenguaje y del pensamiento, en suma, la parte anterior, del cerebro, está relativamente mucho
más desarrollada que la parte posterior. En lo cual los guaranianos se diferencian aun hoy día
de los pampeanos, por ejemplo, y de varios otros elementos étnicos de América, los que
tienen, al contrario, la parte anterior deprimida, poco desarrollada y la parte posterior en
cambio, muy abultada, y, como se sabe, esta última parte es la que indica más bien el
predominio de los instintos, al paso que la anterior, indica el predominio de la inteligencia.
Omito por brevedad los demás caracteres.
Los caracteres fundamentales que distinguían a los guaranianos, también los poseían los
caraíbes, si bien a veces algo exagerados, cuando menos en lo que se refiere a la parcialidad
más importante y poderosa.
Su cara era relativamente pequeña, su frente despejada y bien desarrollada. Eran
braquicéfalos y como tales, tenían la parte posterior poco abultada. Abro un paréntesis: entre
varias parcialidades que habrían pertenecido al pueblo caraíbe, existía la costumbre de
deformarse el cerebro. Es decir, que los padres sometían el cráneo he los niños recién nacidos,
a una compresión bilateral, que les daba una forma muy diferente de la natural. Esto lo hacían
como para atribuirse un carácter de raza completamente distinta y superior a las demás. En lo
físico se parecían mucho a los guaraníes.
Los caraíbes, como en general los guaraníes, se consideraban superiores a todos los demás
pueblos que les rodeaban; y con razón se les podía considerar como tales, porque dominaban
completamente todo el mar de las Antillas, con todas sus poblaciones, las que no pertenecían
a su pueblo, y no hablaban su lengua, pero formaban parte de lo que podría llamarse «su
nación» o cuando menos, de sus dominios. Eran los más osados navegantes de América.
El pueblo caraíbe tenía, como carácter moral, una extrema susceptibilidad y un espíritu de
dignidad llevado hasta la exageración. Este espíritu, que existía muy arraigado en todas las
ramas del grupo guaraniano, ha sido para los caraíbes un verdadero inconveniente, porque los
ha llevado a su casi total extinción. Todos los pueblos, que con ellos tuvieron relación, los
holandeses, los españoles, los portugueses, los franceses, han intentado, durante mucho
tiempo aliarse, amigarse con ellos, dominar una población tan interesante; mas no
consiguieron nada, Apenas los franceses, con su carácter nacional tan generoso, tan propenso
a considerar con indulgencia y cariño a todas las poblaciones llamadas primitivas o bárbaras,
pudieron apaciguarlos, captarse su simpatía. Pero ellos mismos naufragaron muchas veces en
su intento llegando, en ciertas ocasiones a ser aliados, para tener que ser poco después sus
enemigos, o cuando menos sus adversarios.
Debido a tan extrema susceptibilidad era casi imposible no herirles, y ellos no admitían que
en ningún caso se les hiriera, no perdonando ofensa alguna. Y esto llevó, como he dicho, a la
raza caraíbe a su casi completa extinción. Felizmente no ha desaparecido en su totalidad. Se
cree que son caraíbes los indios de Goajira, en Colombia, así como otros de Venezuela y
Orinoco. En las Guayanas, en las partes más silvestres, como también en el centro del Brasil,
existen aún elementos caraíbes más o menos puros, y no hace muchos años que un etnólogo
eminente, von den Steinen, tuvo la ocasión de estudiar a fondo una tribu caraíbe que vive
relativamente cerca de nosotros, los vacairí (¿ava-karai?) Debido a esto y otros documentos,
conocemos hoy día de una manera bastante satisfactoria el idioma de los caraíbes.
Este difiere del guaraní, pero pertenecen al mismo grupo. Además, es fácil probar que
encierra un gran número de palabras comunes con esta lengua. Sobre todo, palabras que
indican conceptos elevados, creencias religiosas u observación de la naturaleza. Son los
principales nombres de plantas y animales, varios anatómicos, algunos nombres propios de
persona y muchos toponímicos y geográficos. Esto viene a indicar de una manera muy clara,
con lo que ya he expresado al respecto de los caracteres físicos y morales, el origen común de
estos dos pueblos. Varios autores tienen a los caraíbes por originarios del Sur del Brasil y
Paraguay.
Al lado de los caraíbes, vivían los que se llamaron propiamente guaraníes o bien tupíes. Yo
no separo esos dos nombres, pues es imposible considerarlos sino como sinónimos. He creído
como otros muchos, que los tupíes representaban un algo distinto; pero he tenido que
convencerme de que no existía entre ellos sino una distinción geográfica, cuando la había.
Pues aun a este respecto, hay que hacer muchas reservas, porque, como veremos más
adelante, ha existido has los tiempos del descubrimiento de América algo así como una gran
confederación de pueblos guaraníes, más o menos unidos por los lazos del origen común y de
la lengua, en la cual entraban, precisamente, esas naciones que antropólogos modernos
llamaron los tupíes. Los tupíes hablaban el mismo idioma que los guaraníes. No se puede decir
que no haya ahora absolutamente ninguna diferencia, pero las pequeñas variantes que se
encuentran son tales, que es de admirar que no sean mayores; pues si estos pueblos, que se
encuentran separados en función de espacio y de tiempo, y sin comunicación entre ellos desde
siglos, no obstante hablan el mismo idioma, con apenas diferencias inherentes a dialecto local
o provincialismo, podemos considerarlos como parte de una nación, que en época asaz
reciente ha vivido unida.
Los tupíes, como se sabe, habitaron la mayor parte del Brasil. Al lado de ellos vivían los
guayanaes. Este pueblo se ha prestado para muchas confusiones, y más aun el nombre. Ha
sido llamada con este calificativo más de una tribu que no pertenecía a la nación guayaná.
También es algo difícil, por ahora imposible, establecer una separación neta entre lo que se
entiende por guayaná y lo que deba entenderse por kaigang. El pueblo guayaná parece que en
los orígenes hablaba otro idioma. Efectivamente, en el guaraní hablado por guayanaes, desde
una época reciente o remota, se notan palabras de una estructura distinta, las cuales
constituyen como un substratum, que parece indicar la preexistencia de una lengua diferente.
Los guayanaes habitaban parte de los Estados de San Pablo, Santa Catalina y de Paraná,
llegando hasta el río Alto Paraná, al tiempo del descubrimiento. Actualmente las tribus
guayanaes son reducidas; pero en los tiempos anteriores, han tenido mayor importancia, por
haber sido aliadas de los portugueses en las guerras que éstos tenían con las naciones
propiamente guaraníes. En el Paraguay (antiguos límites) fueron catequizados por los P.
Jesuitas con excelente resultado, se encuentran actualmente confundidos con los guaraníes en
alguna población del Sur, y fundaron en el Este la de Pira-pytâ. En el Brasil, desde temprano
aceptaron la dominación europea, que les permitía vivir a su gusto y pasarlo como soldado.
Pues no eran tan agricultores como los guaraníes, y se habían mantenido en un estado de
civilización algo inferior.
Al lado de los guayanaes, en el mismo Brasil y llegando hasta la frontera del Paraguay,
existían y aún existen, los Caingangues. Este pueblo se conoce con varios nombres; en el
Brasil se le llama Bugre, nombre sumamente elástico. Pertenecía también por su tipo físico al
grupo guaraniano; su idioma es verdaderamente distinto del guaraní, pero con todo, encierra
palabras que son comunes al guaraní y de mayor importancia en estas cuestiones, pues
indican creencias religiosas, conocimientos agrícolas, conocimiento de la naturaleza, ciertas
usanzas y costumbres antiguas, lo cual viene a probar que en los tiempos han tenido
relaciones de dependencia guaraníes.
Los caingangues tenían representantes hasta la orilla del Paraná, pasando algunos al
Paraguay, pero hoy día se encuentran en número reducido, debido a que son de índole muy
insumisa, de un nivel social deprimido, y a que carecen de esas ideas morales elevadas que
distinguen a los principales pueblos del grupo guaraní. En parte han luchado contra los
europeos hasta extinguirse, otros juntos a los guayanaes, con los que han sido confundidos
muchas veces, han pasado a formar parte de la población rural brasilera, en la cual se notan a
veces elementos caingangues. Bajo el nombre de Coroados, que quiere decir coronados,
ocupan varios puntos del Sur del Brasil; los más se adhirieron poco a la civilización.
Alrededor de estos grupos existían otros elementos de menor importancia, diseminados casi
en todas partes, desde el mar de Caraíbes, Amazonas y todos sus afluentes, en Bolivia, en el
Este del Perú y en el Brasil hasta el Plata.
De estos elementos, algunos son guaranizantes, y seguramente buena parte es guaraniana
de raza, pero han sido hasta ahora poco estudiados y algunos son muy poco conocidos.
Naturalmente, no me refiero a las poblaciones que hablan guaraní y que son verdaderos
guaraníes.
A pesar de tener un origen común, los pueblos guaranianos no hablan iodos el mimo
idioma. Esto haría suponer que el origen de ellos no sea común, o cuando menos, que si ha
sido común su existencia en América, o fuera de ella, eso habrá sido en un tiempo muy
remoto. Es algo próximo a la verdad. Sin embargo, debemos considerar que las lenguas
actuales en los pueblos primitivos, no suelen ser muy antiguas.
Las lenguas que no han sido fijadas por la literatura se cambian, se alteran rápidamente,
evolucionan en distintos sentidos, de una manera notable. Tanto, que cuando dos pueblos, o
cuando dos mitades de un pueblo se ven separadas por cualquier circunstancia, ya sea política,
ya sea social, o supongamos un cataclismo natural, si no mantienen alguna estrecha relación,
al cabo de algunos siglos o mil años, generalmente llegan a hablar dos idiomas, los que van
haciéndose más diferentes. Esto explica, por qué los caraíbes y los guaraníes no hablan ni
pueden hablar el mismo idioma. Sin embargo, como he dicho, se encuentran raíces comunes y
substratums formados por voces y sobre todo nombres importantes que marcan el origen
común.
En el grupo guaraniano, si lo consideramos como pueblo, y no como raza, debemos hacer
entrar los guaranizantes. Así se ha llamado a ciertas naciones que, sin pertenecer a la raza
guaraní ni al grupo étnico guaraniano, hablaban, sin embargo, la primitiva lengua guaraní, o
un dialecto de este idioma, ya sea como lengua principal, ya como lengua auxiliar.
De estas poblaciones hay seguramente varias porque, como veremos más adelante, el
idioma guaraní, de una manera o de otra, ha irradiado sobre gran parte del continente. Creo
que la principal fue la Charrúa, la cual es también la que ha dado origen a mayores
discusiones, y nos interesa.
Para mi, es indudable que el idioma, no de origen, sino adoptado por los charrúa, era el
guaraní. Primeramente existe el echo de que todos los nombres geográficos del Uruguay y de
los piases habitados por los charrúas son guaraníes in haberse podido encontrar la más
pequeña excepción. Naturalmente, es de preguntarse, cómo puede suceder que un pueblo
poderoso, como el charrúa, un pueblo valiente que se ha batido con los europeos hasta el
principio del siglo pasado, que apenas desapareció como tal hace unos 80 años, y que ocupaba
como soberano toda la república del Uruguay y una que otra región vecina, que a pesar de sus
costumbres castas y más bien guerreras, ha mostrado en muchas ocasiones una inteligencia
viva y enérgica, cómo puede suceder, digo, que ese pueblo no dejara en el mapa de ese país, o
en la memoria de los lugareños, absolutamente ningún nombre geográfico.
Pasando a considerar esta cuestión a la luz de otros datos, debemos recordar que de la
lengua de los charrúas no se tiene casi ningún documento escrito: Lo único que se sabe a este
respecto es que en sus relaciones con los demás pueblos y sobre todo, con los españoles,
hablaban el guaraní. Esto, por sí solo, no seria prueba definitiva, porque es de recordar que era
costumbre bastante general de los pobladores de buena parte de Sudamérica, emplear el
guaraní como lengua internacional, o diremos, como lengua diplomática, entre naciones que
hablaban idiomas distintos, y que de otra manera no hubieran podido entenderse.
Existe, no obstante, una palabra, que es seguramente charrúa, y sobre la cual un lingüista
de mucha fama ha basado la teoría de que los charrúas pudieran ser de origen pampeano o, al
menos, que hablaban uno de lo idiomas de las tribus que poblaban la pampa argentina.
Esta palabra es quyyapí (Kihdyá-pí). No necesito desiros que significa sencillamente «piel
de nutria». Es guaraní puro, sin la más pequeña alteración. Agregaré, solamente, que entre los
charrúa los hombres, como única indumentaria, tenían, según versiones antiguas, una piel de
nutria con que se tapaban las parte, y las mujeres, tres o cuatro, formando una especie de
falda. De manera que, la palabra quyyapí, que escriben a veces quyllapí, en vez de probar lo
que quiso el autor aludido, probaría todo lo contrario, si una voz sola pudiese ser considerada,
como prueba suficiente. Pero hay otros datos, como expongo en otro trabajo.
Como pueblos guaranizantes, tendría yo que citar varios otros. Pero me limitaré a lo que
interesa al Paraguay directamente.
Uno de ellos es el pequeño pueblo guayaquí [4], que ha sido compuesto de dos elementos
diferentes, amalgamados ahora en parte con un tercero. Este pueblo está actualmente en
estudio, y creo prematuro querer llegar a su respecto a conclusiones definitivas. Sin embargo,
bastante claramente aparece, a mi juicio, como perteneciente a otra u otras razas que no
podrían ser la guaraní. No insisto sobre sus caracteres físicos; pero en los craneanos y los
faciales mucho difieren de los guaraníes, con los cuales los guayaquí pocas analogías
presentan, aparte de que son braquicéfalos, como todos los mongoles y mongoloides. Sin
embargo, este pueblo habla una lengua parecida al guaraní. Esto se explica muy bien, porque
tal pueblo ha sido dominado, sometido y arrinconado en las partes más remotas de la selva,
por los guaraníes, que, seguramente desde muy antiguo, los tienen rodeados y los mantienen
en un estado de dudosa e interrumpida sumisión.
La manera, no obstante, como ese pequeño pueblo pronuncia las palabras guaraníes,
estropeándolas a veces, casi siempre alterándolas, además, varias palabras que tienen una
estructura diferente, si no completamente distinta, prueban para mí que su idioma anterior ha
sido otro, lo que naturalmente es de suponer, puesto que, según acabo de decir, del examen
de los caracteres físicos resultaría de una manera evidente que pertenece a otra raza o rama
físicamente distinta.
Muy cerca del Paraguay existió, y aún existe, otro pueblo parecido al anterior. Los brasileros
le llaman bugre, nombre vago aplicado a distintas poblaciones, y también botocudos, lo cual es
un error; habitaba parte del Alto Yguazú y salió hasta el Alto Paraná, en tiempos de nuestra
recordación. Esos indios, de quienes no se conoce el nombre verdadero, han sido muy poco
estudiados. El señor R. von Ihering, como también accidentalmente unas que otras personas
inteligentes, nos dieron algunos datos. Estos y algunos otros que pude recoger yo mismo,
bastan para establecer entre ellos y los guayaquíes del Paraguay una analogía muy notable, la
que aumenta estudiando lo que se sabe del idioma. Un pequeño vocabulario recogido en el
Brasil, ha sido considerado como de una lengua completamente distinta por el autor citado. Por
tanto el Dr. H. von Ihering ha dado el nombre de Notobotocudos, o sea Botocudos del Sur, a
dichos indios, considerándolos así como muy afines de los botocudos. El nombre de estos
indios es cabalmente desconocido; habría que estudiar bien sus caracteres, lo que es difícil,
pues son verdaderos salvajes y notablemente peligrosos, tanto, que en estos últimos años han
dado mucho que hacer a las autoridades brasileras. Pero afirmo que el idioma que hablan es
muy parecido al guaraní, pronunciado y alterado como hacen los guayaquíes del Paraguay.
Es fundamentalmente guaraní. De manera que hago entrar a los titulados Notobotocudos,
que bien podrían ser los verdaderos Puihtá-yovái, en el número de los pueblos guaranizantes.
Si yo he hablado de este pueblo no es solamente porque está cerca del Paraguay, sino también
porque me consta que una fracción de él ha pasado a costa del Paraguay, y se ha internado en
las selvas, siendo por ahora bastante difícil saber si este pequeño elemento se ha unido con los
guayaquíes, o es una de las tribus que habitan las selvas vírgenes del Este.
Estoy convencido que lo del puihtayovai no es mera superstición, o leyenda completamente
infundada. Es por lo demás, bastante raro que una muy arraigada creencia popular no tenga
algún hecho real como base y origen. Ahora bien, los «bugres» de que acabo de hablar,
cuando se ven ,uy apurados por el enemigo y quieren despistarlo, saben dar en su marcha una
forma tal al pie, que resulta difícil saber cuál es la dirección que llevan.
Los guaraníes [5].– Hasta ahora he hablado del grupo guaraniano, en un sentido más
estricto pasaré a los pueblos propiamente guaraníes. Estos han formado en los tiempos una
especie de confederación, la cual ha durado no solamente hasta el descubrimiento de América,
sino, como veremos, ha continuado uno o dos siglos después.
Esto me lleva a decir algo de los pueblos llamados Tupíes. ¿Cuál ha sido el verdadero origen
de la palabra Tupí? Esto sería objeto de una disertación, de una exposición detallada que
abarcaría toda una conferencia. Pero dando solamente el resumen de las comparaciones que
he podido hacer, diré que me resulta de una manera muy clara, que a esta voz tupí se ha dado
un sentido muy diferente del que ha tenido en origen, y además, dos sentidos.
La palabra tupí, en guaraní, viene a corresponder a la palabra basto, en castellano, a la voz
rudis, en latín, e indica todo lo que no es civilizado, todo lo que no ha evolucionado de su
estado inferior, que es todavía basto en su ser, o permanece en una forma primitiva. Este
calificativo de tupi, es aplicado a sin fin de cosas; a objetos, plantas, animales, y siempre
indica la variedad o naturaleza más rústica y atrasada, salvaje o arisca. Desde luego tiene un
sentido duro o despreciativo entre los indios actuales que hablan guaraní. ¿Cómo es entonces
posible que la mayor parte de los guaraníes se hubiesen titulado tupí? Esto desde luego es
absurdo. Ha habido evidentemente una mala interpretación. He aquí cómo yo la explico:
En el principio del siglo pasado, los antropólogos que han estudiado el Brasil se han
encontrado frente a la denominación de varios pueblos parecidos que empezaba por la palabra
tupí; eran los tupinambás, los tupinambús, los tupinaquís y los tupinahés. Estas cuatro
parcialidades o naciones tenían nombres tan parecidos y formados sobre tan idéntica raíz, que
esto pareció autorizar (14) al célebre Martius para el establecimiento de una raza originaria o
pueblo que debía llamarse «tupí», que fuera el punto de origen de todas estas naciones. Estoy
seguro, que el célebre von Martius se ha equivocado en esto, lo que no es muy extraño,
porque este autor ha llevado a cabo una obra colosal, y ha sido el primero en el Brasil que ha
estudiado de una manera metódica a casi todas las principales naciones indias, no solamente
la guaraniana con los tupíes, sino a las demás razas del Brasil.
La deducción que parece lógica, sin embargo no lo es, si se observa bien, y se desciende
tan sólo a la etimología. Una cosa que Martius no conoció, fue precisamente el origen de las
voces guaraníes, porque desgraciadamente le faltó el conocimiento del idioma guaraní.
El radical de los nombres de las referidas naciones, evidentemente no es tupí, sino tupinâ;
con él se formaron los nombres neta y claramente guaraníes, de tupinâ mbú, tupinâ-ambá,
tupinã-kí y tupinâ-ê [6]. El último significa tupinâ bueno, y en efecto eran estos indios los más
mansos y acaso los más civilizados; «tupinaquy» significa tupinâ bravos, y efectivamente,
estos indios han formado uva nación que ha dado mucho que hacer. Tupinambú es
seguramente tupinâ horadado, y si la significación del nombre tupinambá necesita mayor
explicación para el caso, no es menos clara en guaraní. De manera que el radical resulta ser
«tupinâ», parecido a tupí, es decir, parecido a bárbaro. Tupí era precisamente una
denominación que los propios guaraníes daban a sus congéneres que poseían un grado inferior
de civilización, por la razón de que estos guaraníes formaban el grupo más civilizado de las
razas indias del Brasil. Efectivamente, hoy día mismo, si interrogamos a los indios guaraníes
que aún viven en nuestras selvas, oiremos que estos no tratan de tupí a ninguna tribu de su
pueblo, ni a otra parcialidad de lengua guaraní, sino a otra raza, a otros indias menos
civilizados. Tupí es el kaingang o «coroado» y sus derivados, los ihvihtorokái [7] y los tâi;
también la nación guayaná, lo ha sido en un tiempo; pero actualmente sólo aquéllos reciben el
nombre de tupí. Una palabra que en el sentido de los guaraníes significa bravos, bárbaros e
incultos, no puede de ninguna manera ser aplicada por esos indios a ninguna fracción que
pertenece a su propia raza y hablando su lengua este significado de la voz tupí, para mi no
ofrece duda alguna; basta interrogar a los indios que viven en las selvas del Paraguay y Alto
Paraná, así como a los paraguayos, correntinos y misioneros de esas regiones, y les dirán lo
que acabo de decir. Para ellos el caingáng es el verdadero tupí, porque es su enemigo, pues a
pesar de que pertenezca al grupo étnico guaraniano, durante la época histórica ha sido
continuamente su adversario, el auxiliar de los paulistas, de los mamelucos que vinieron a
destruir las Misiones jesuíticas y atacaron las reducciones y pueblos guaraníes ya establecidos,
no solamente en el Guayrá y Alto Uruguay, sino en la parte oriental del Paraguay y Sur de
Matto-Grosso.
Tanto desde el punto de vista lingüístico como de la etnología y antropología, tupí debe ser
considerado como sinónimo de guaraní, pues sólo erróneamente y por una mala interpretación
etnológica y un desconocimiento de etimología se ha llegado a darle un sentido tan diferente
del que tiene.
Entre todos los pueblos guaraníes había uno que, como he dicho, constituía el núcleo de ese
grupo étnico y que pudiera considerarse como la aristocracia entre los diversos pueblos
guaranianos. Este grupo lo constituían los pueblos que habitaban el Norte y el centro del
Paraguay, partes del centro y el Sur de Matto-Grosso, parte de la cuenca del Amazonas y
varias partes de la costa del Atlántico y centro del Brasil. Estaba formado, sobre todo, por los
chiripá, en cuyo nombre envuelvo a las tribus que habitaban el Guairá en la época de la
conquista y durante la dominación de los jesuitas; los itatnes que habitaban el Sur de MattoGrosso, una parte del Norte del Paraguay y que fueron traídos por los jesuitas a las Misiones
del Sur del Paraguay, donde en varias ocasiones han penetrado; los tobatines y tarumáes que
habitaban la parte central del Paraguay; varios pueblos de la costa y partes centrales del
Brasil; los omoguas, nación más importante de la región del Amazonas, y los guananíes o
guaraníes, que habitaban en el Bajo Amazonas, de los cuales me ocuparé más adelante al
hablar de la civilización de los guaraníes, porque, según prueba evidente, la civilización que
poseían era la que en más alto grado rayaba.
He hablado de una civilización guaraní, y esto ha parecido una nota nueva, ha causado
hasta cierta sorpresa, pues estábamos acostumbrados a considerar a los indios guaraníes
como a los del Chaco, porque el indio es indio, todo indio es salvaje, como necesariamente
bárbaro. Este es el concepto general, desgraciadamente. Pero no es así; existe diferencia
grande, muy grande entre los salvajes y los guaraníes, tanto como entre aquellos y ciertos
europeos.
En la época pasada existían indios muy civilizados como los incas, los aztecas y los muiscas.
Pero existía un gran pueblo en el oriente del continente sudamericano que también había
llegado a un grado de civilización bastante respetable, que había permanecido ignorado debido
a las circunstancias del ambiente y a las luchas que sostenía, y a la destrucción de que en
parte, desgraciadamente, ha sido víctima.
Al querer hablar de civilización debemos preguntarnos primeramente ¿qué se entiende por
civilización?
Aquí, evidentemente, hay un criterio general muy común, pero generalmente errado.
Consideramos como civilizados a los pueblos que tienen nuestra propia civilización y como
pueblos bárbaros a los que tienen otra.
Este criterio antiguo, que desde los egipcios y los romanos ha llegado hasta nuestra época y
perdura, desgraciadamente, ha extraviado en sus juicios a todos los pueblos y ofuscado a más
de un hombre que ha tenido, en lo demás, carácter de hombre de ciencia verdadero y
profundo observador.
No hace mucho tiempo, considerábamos a todos los pueblos del extremo oriente, a los
chinos, a los japoneses, como bárbaros; y viceversa, estos trataban a los europeos de
bárbaros del occidente.
Esto es la prueba más clara y evidente de que en tratándose de civilización, no tenemos
que considerarnos nunca a nosotros mismos como centro de la civilización, no debemos de
seguir un criterio «nostratocéntrico», sino considerar la civilización como un algo susceptible
de presentar aspectos muy diferentes, y que será, como ha sido, la posesión contemporánea
de pueblos y de razas muy distintas. Hoy día en que todo criterio se hace más amplio, porque
la distancia se suprime y los pueblos llegan a comunicare cada vez más fácilmente, ya
podemos considerar esto con ideas más elevadas y desde un punto de vista más general.
Todas las civilizaciones son imperfectas, y necesariamente así debe ser, porque si existiese
una civilización perfecta, esta seria la terminación de la civilización. La civilización es
esencialmente perfectible, por eso hay progreso; si fuese perfecta dejaría de ser susceptible de
perfección; en este caso la humanidad habría llegado al apogeo de su desarrollo y para ella
empezaría desde luego una fatal y última decadencia. De manera que tenemos que felicitarnos
de que todas las civilizaciones sean imperfectas.
La civilización guaraní, naturalmente, debió ser imperfecta. Hubo razones especiales para
ello, no obstante las disposiciones naturales de la raza. La imperfección de una civilización
depende, casi exclusivamente, del medio ambiente en que se ha formado, y el medio en que
se formó la civilización guaraní era completamente sui-géneris, muy especial, diremos extraño.
Los pueblos guaraníes han sido pueblos de la floresta, y del mar los caraíbes; todos los
pueblos que han sido llamados tupíes, casi no conocían sino el mar y la selva. Con pocas
excepciones, dejaban las sabanas, los campos y las pampas a otras razas, y cuando las hacían
entrar en sus dominios, guardaban sus asientos principales en las selvas.
Ese ambiente ha sido sumamente favorable para el desarrollo de ciertas facultades de la
mente, por ejemplo, el espíritu de observación y la facultad comparativa; pero al contrario, era
negativo o indiferente desde el punto de vista de otras facultades. No es extraño que la
civilización guaraní haya presentado un aspecto sui-géneris, puesto que tal era el ambiente en
que se había desarrollado desde el principio y actuó hasta el fin.
Uno de los defectos de esta civilización,– precisamente quiero hablar de los defectos antes
de hablar de las ventajas – uno de estos defectos fue la falta de artes o la infancia en que el
arte ha quedado; esto es la consecuencia directa y necesaria del ambiente en que han vivido
los guaraníes y de sus ideas religiosas y políticas. Dos son, efectivamente las causas. Una de
las ideas fundamentales de la religión de los guaraníes era, y es todavía, la supervivencia de
los espíritus. Muerto el individuo el espíritu no abandona el cuerpo, sale de éste, pero vive en
las cercanías durante un tiempo más o menos largo. Esto es difícil de establecer en los
detalles, pero el caso es que en general el espíritu vive rondando continuamente los lugares,
sobre todo la casa y el pueblo donde el indio ha vivido.
El espíritu entre los guaraníes era, y es todavía, protector y temible a la vez. Como
protector, ayuda a los buenos; pero ¡cuidado con cometer alguna grave falta! el espíritu es
entonces terrible con los extraños y con los, propios. Esta creencia ha infundido un verdadero
temor, y todos los pueblos guaraníes, como consecuencia, adoptaron la costumbre de
abandonar sus casas desde el momento en que muere el jefe de la familia; en alguna tribu,
esto sucede aún cuando muere en la casa otro cualquier individuo; en otra, es necesario que
muera el jefe patriarcal. Pero ciertas tribus abandonan todas las viviendas y el pueblo entero
cuando muere el jefe de mayor respeto, el anciano más venerado, el Abaré o sacerdote,
depositario de la tradición, el hechicero, como también se le ha llamado.
Debido a esta creencia religiosa los pueblos guaraníes, en la antigüedad, como actualmente,
abandonaban sus viviendas, sus aldeas, y hasta las mayores agrupaciones, desde que
desapareciera una persona de rango más o menos elevado. ¿Cuál es la consecuencia necesaria
de esto? Primeramente la edilicia debe sufrir enormemente cuando una familia está expuesta a
tener que abandonar sus viviendas dentro de pocos momentos, cuando un pueblo está
expuesto a tener que abandonar sus lares y la localidad en que se había edificado, desde que
sucumbe el cacique, el jefe o el anciano venerado. Existiendo estos peligros, es natural que
ninguna persona, por poderosa que sea, piense en edificar palacio, ni recuerdos
imperecederos, ni monumentos.
Es natural que este pueblo tampoco haya pensado en construir comunalmente edificios
públicos, ni otras obras que tuviesen mucha duración, porque, a la primera de esas grandes
pérdidas personales previstas, se hubiera encontrado en la obligación de abandonarlos en poco
tiempo.
Otra causa que ha producido el atraso de las artes de los guaraníes, ha sido la organización
social. Como veremos más adelante, esta organización ha sido y es exclusivamente
democrática; es más: es igualitaria de una manera extremada. Y bien, el desarrollo de las
Bellas Artes no pudo haber tenido lugar sino en donde hubo desigualdades sociales, porque,
como bien se comprende, el arte sólo llega a un desarrollo superior con el lujo y como
consecuencia de la riqueza. Ningún pueblo, pobre o modesto, se dedica a cultivar las Bellas
Artes; sólo las naciones ricas y poderosas como las que han llevado a cabo grandes
conquistas, que han sometido pueblos numerosos y mediante ellos podido levantar opulentas
ciudades, o llegado de cualquier otra manera a la riqueza y consecuente desigualdad social,
han presentado un desarrollo muy elevado de las artes.
Esta siempre ha necesitado la existencia de una clase social privilegiada, siquiera por su
poder material. Esto no era evidentemente el caso de los guaraníes, pueblo democrático y
comunista, en que todos los ciudadanos eran iguales e igualmente ricos.
Pero si bajo este punto de vista la civilización guaraní no ha podido producirse como tantas
otras, bajo otros se presentaba, en la época de la conquista o en épocas anteriores, bajo una
faz mucho más favorable que hacía esperar un gran desarrollo.
Los guaraníes tenían una escritura, o más bien, dos formas de escritura.
La primera era lapidaria, y consistía en letras o signos ideográficos, o como suele decirse,
jeroglíficos; la otra consistía en algo parecido a los «quipus » de los indios del Perú.
De la primera forma de escritura se han encontrado interesantísimos documentos en varios
países; inscripciones antiguas, que desgraciadamente han sido destruidas en su mayor parte
por manos ignorantes, a veces supersticiosas. Lo que nos ha quedado de mayor valor, y
pueden darnos una idea exacta, son las inscripciones dejadas por un pueblo llamado guaraní
(guananí o goanany, según las ortografías), en la isla de Marajó, extensa tierra que se
encuentra en el delta del Amazonas. Esos guaraníes probablemente no habitaban
exclusivamente esa isla, sino otros países del Bajo Amazonas, y tal vez de Amazonia toda,
donde aún hoy día han quedado algunas tribus bastante inteligentes, no obstante las
persecuciones de que fue teatro ese río. Pero donde se han encontrado rastros de una
civilización más avanzada, fue en esa isla. Siento que sea imposible, en tan breve tiempo,
entrar en algún detalle a este respecto. Las inscripciones, la cerámica, los vasos, algunos
bastante parecidos a los vasos etruscos, los adornos y diferentes objetos que se han hallado
en esa isla, muestran que el desarrollo de las artes ya había empezado, y que, en todo caso, el
desarrollo de la escritura ideográfica estaba ya bastante adelantado.
Desgraciadamente es imposible traducir esos escritos. Pero llaman la atención desde otro
punto de vista. Los signos de esa escritura tienen una semejanza sumamente pronunciada con
los jeroglíficos de la escritura egipcia; presenta también mucha semejanza con ciertos signos
de la lengua china y con ciertos otros de la que fue usada en Centro América; todo lo cual no
es extraño por cuanto, como ya dije, los pueblos guaraníes y casi todos los de la América
habrían venido de un punto o región de donde vinieron también las diferentes ramas del tronco
mogólico y una parte de los egipcios.
Existían colateralmente tres razas diferentes en Egipto. Una de ellas presentaba rasgos
mogólicos; con lo cual resultaba pariente más o menos cercana de los mongoles asiáticos, de
los indios de América y de los polinesios.
No sería por tanto muy extraño, que ciertos signos de la escritura guaraní de Marajó,
presentasen una semejanza con los signos de las escrituras de los pueblos anteriormente
citados. Pero lo que no deja de llamar mucho la atención, es que la semejanza mayor es con
los jeroglíficos egipcios. Existen ochenta signos más o menos idénticos, de entre los cuales
cuarenta no presentan diferencia alguna. En todo caso, esto indica que el desarrollo de la
escritura estaba ya en un grado bastante adelantado.
En otras partes se han encontrado inscripciones. En el mismo Paraguay, si no abundaron, se
puede citar los que se han hallado en Yariguaá [Jarigua'a], en la provincia del Guayrá, en San
Ignacio-miní, etc. Igualmente en las Misiones argentinas y Alto Uruguay.
Hoy día sería muy difícil reconstruir esas inscripciones, porque fueron destruidas o sólo han
quedado restos poco utilizables. Pero los fragmentos que he podido ver presentan analogía
más o menos grande con los encontrados en la Isla Marajó. Los vasos, las urnas funerarias y
los fragmentos desenterrados de los cementerios guaraníes del Alto Paraná, presentan los
mismos o parecidos dibujos, las mismas formas, la misma o parecida naturaleza de los
similares de la Isla de Marajó, solamente que en estos se nota un arte más adelantado.
La literatura de los guaraníes no estaba escrita, puesto que estos pueblos no usaban un
verdadero alfabeto con que consignar con rapidez, como haríamos nosotros, en el papel sus
pensamientos, sus ideas; únicamente en ciertas ocasiones consignan sobre las piedras, y sobre
ciertos objetos o monumentos, los hechos más importantes.
Consistía en la tradición, los cuentos y la oratoria. La primera se conservaba religiosamente
y con cierto sigilo. Las personas que mejor se imponían de ella y más eficazmente sabían
trasmitirla, gozaban de mucho respeto y gran crédito entre sus compatriotas.
Desgraciadamente, la reserva con que la cubrían, que a juzgar por lo que pasa ahora debía
ser muy grande, no permitió a los europeos sacar de ella mucho provecho.
La oratoria era, y es aún hoy día, una de las grandes ambiciones del notable guaraní, y lo
más cultivado. Saber hablar era lo esencial para el hombre que deseaba un puesto eminente
en la estimación de sus conciudadanos. El orador guaraní llega a hacerse admirar hasta de los
que nada comprenden de su lengua. Clara, concisa y sonora, ésta se presta admirablemente.
Pero el orador sabe poner su alma en lo que dice, se anima, se entusiasma, emplea una
mímica apropiada; o bien, si su palabra no sale del corazón y tiene otros fines, sabe como
pocos ser insinuante y aprovechar los recursos de la oratoria para lograr su intento. Y no son
pocos los que saben hablar, lo que a primera vista no supondría el que no los conoce a fondo y
los ve generalmente tan reservados. Para el desarrollo de tan apreciable facultad ha
contribuido seguramente la antigua y general costumbre de discutirlo todo y largamente. Toda
resolución común es objeto de una asamblea, en la cual todos los hombres tienen voz y
ninguno tiene voto, pues se habla y se discute hasta llegar a la unanimidad, siquiera aparente,
no admitiéndose despotismo, ni el de la mayoría.
Los numerosos y variados cuentos morales de los guaraníes hoy día mismo, también
seguramente en el remoto pasado, encierran todos los principios de la moral. Se parecen
mucho a las fábulas griegas, a esos cuentos en que se hace hablar a los animales y a las
plantas, y se da vida a todo ser. Pero son generalmente más conformes con la naturaleza,
sacrifican menos a la imaginación, y llegan siempre a una misma conclusión final: el triunfo del
bien y la confusión de los malos, que resultan severamente castigados.
Los guaraníes tenían y tienen aún una especie de quipus, que pueden ser considerados
como un verdadero alfabeto en el que cada objeto (teniendo lugar de signo) representa una
palabra, una idea, como sucedía con los signos del chino el antiguo especialmente.
Como bien se sabe, en el chino el alfabeto no es como un alfabeto europeo, sino que hay en
él un signo para cada palabra; pues entre los guaraníes no es con un signo que se indica una
palabra, eventualmente una frase, sino con un pequeño objeto. Este pequeño objeto es una
semilla, una piedrecita, un grano cualquiera, un diente, un fragmento, un trozo de fibra, es
cualquiera cosa, pero tiene un significado distinto y preciso.
Cuando los guaraníes quieren trasmitir sus pensamientos, noticias o avisos a sus
compaisanos, o bien a otra tribu, envían, por medio de un propio o mensajero y envuelto en
una piel o en una bolsita, un gran número de esos pequeños y variados objetos, y la persona
que lo recibe lo abre,– como he visto hacer delante de mí, – e inmediatamente reconstruye lo
que diremos el telegrama, la comunicación «escrita» en una forma tan extraña. Esto sucede y
ejecutan con la mayor rapidez, que verdaderamente me ha asombrado, trasladándose el
mensajero de un punto a otro en muy poco tiempo, y el que lo recibe, traduciendo el
significado de esos objetos sin que le quepa la menor duda. Esta especie de alfabeto debe ser
bastante rico, porque en ocasiones he visto bolsitas que contenían centenares de piezas
diferentes.
Hay individuos que están generalmente encargados de llevar estas correspondencias, si es
que van de una tribu a otra o bien a la residencia de la comisión central de ancianos, o del
cacique mayor. El individuo que las lleva, si es persona que especialmente hace ese servicio,
por ser el más andarín o por saber trasladarse con más facilidad de un punto a otro, se llama
parejára [parehára], y el lugar donde deposita o entrega a otro encargado la correspondencia
(pues había, y creo haya todavía tales depósitos de correo o lugares de cambio de estafeteros)
se llamaba parejaba [pareháva], o sencillamente parehá [pareha]. De manera que estas voces
significan así como alfabeto y correo.
Los guaraníes tenían un correo perfectamente organizado entre todas las tribus, y aún lo
tienen, aunque seguramente menos activo. Cuando los europeos ocuparon el Brasil, se
encontraron con que todas las naciones guaraníes, se comunicaban con suma facilidad entre
ellas. Por eso escribió uno de los primeros descubridores, que son los pueblos que más viajan
en Sudamérica; no era que viajasen como por deporte, sino que tenían la costumbre de
mandar estos emisarios con mucha frecuencia. Para ello tenían los guaraníes grandes vías de
comunicación que les permitían mantenerse fácilmente al corriente de lo que ocurría en las
diferentes regiones de la dilatadísima superficie que ocupaban.
El sistema era muy fácil e ingenioso. Abrían picada en monte, y después de limpiarla con
cierta prolijidad, la sembraban de trecho en trecho con semillas de dos o tres especies de
gramináceas, una especialmente cuyos brotes se propagan con suma facilidad, y plantas que
nacían, pronto cubrían completamente el suelo y podían impedir el crecimiento de los árboles y
de los yuyos, que sin eso hubiesen ocultado la picada. Estas gramíneas tan bien escogidas,
temían la especialidad de tener semillas glutinosas o sedosas, de tal manera que se pegaban
espontáneamente a los piés y a las piernas de los viajantes. Sobraba con plantarlas o
sembrarlas a grandes distancias, de legua en legua, por ejemplo, para que al poco tiempo, uno
o dos años tal vez, resultase tapizado el camino por una alfombra que impedía el crecimiento
de los arbustos y otras malezas que hubiese podido obstruirlo.
Debido a este procedimiento, los pueblos guaraníes pudieron abrir vías de comunicación
verdaderamente asombrosas. Una de estas vías pasaba del Guairá a la costa del Brasil; otra
salía de la costa de Santa Catalina y llegaba al Salto Iguazú, otra desde el Salto Iguazú pasaba
a la región del Guairá; una continuación de la misma, desde el Salto Iguazú, llegaba a Parejá,
para ir a la sierra del Tapé, donde había otra nación guaraní confederada, de la sierra de los
tapés seguía hasta la costa del mar, como otra que probablemente salía de la isla de los Patos.
Desde el Parejá, salía otra vía que llegaba seguramente hasta cerca de Asunción,
probablemente por Lambaré, centro de los carios. Por fin, otra vía, de Parejá o sea de Iguazú,
salía tomando una dirección Nordeste, pasaba a visitar a los tobatines, y por los territorios de
los tarumaes, ponía seguramente en comunicación a los itatines, con todo el resto de la
confederación. Esta última es de las que han desaparecido más recientemente. Estos caminos
tenían centros donde se cruzaban, en un lugar bien escogido, como la cumbre de un cerrito, o
una gruta, un lugar cualquiera donde se pudiese depositar las correspondencias. De esta
manera se facilitaba grandemente la comunicación. Por ejemplo, para valerme de un caso que
ha permanecido hasta los últimos siglos, el correo que bajaba del Guairá o de Matto Grosso, no
tenía necesidad de llevar las correspondencias hasta el Alto Uruguay, sino que las dejaba en un
paraje a medio camino; y el correo que del Sur venía por Alto Paraná, las recogía de un islote
muy conocido llamado Parejá, y allí dejaba la correspondencia que traía de la parte del Sur.
Hechos semejantes, que han sucedido aún en tiempo muy reciente y de nuestra
recordación, vienen a probar que este sistema de escritura o mensajes por medio de estos
pequeños objetos, si no era perfecto, era ingenioso y eficaz, mucho más con relación al
desarrollo de aquellos tiempos. Evidentemente, para que esto pudiera suceder, era necesario
que el mismo objeto tuviese un valor absolutamente determinado y conocido por todas las
tribus o naciones guaraníes, no dudo que la convención abarcaba el Sur, en el Centro, el Oeste,
la costa del Atlántico, y el Amazonas, en todas las partes de esta no bien definida, pero grande
y natural confederación de pueblos. Es el caso de hacer notar que el pueblo de los incas no
poseía medios de comunicación postal más perfectos.
He hablado de las partes en que la civilización guaraní presenta imperfecciones más o
menos notables. Debo considerar ahora otros puntos de vista que presentan, al contrario, un
desarrollo más adelantado.
Debido al medio ambiente en que la raza guaraní ha vivido, su espíritu de observación se ha
desarrollado en un grado superlativo. En contacto continuamente con la naturaleza, el guaraní
desde joven empezaba a estudiar, ya por necesidad, ya por hábito de herencia, ya sea porque
su inteligencia le incitaba a ello, o, mejor dicho, por todas estas cosas reunidas. Su desarrollo
cerebral es notable, y si hemos de creer a ciertos hombres de ciencia, y en las ideas emitidas
por Gall, al principio del siglo pasado, hay en el cráneo guaraní una facultad de percepción de
extraordinario desarrollo. Esto le facilitaba para observar y aprender, comparando con gran
criterio todo lo que veía por sus propios ojos. Estas naturales facultades, desarrolladas y
transmitidas de generación a generación en el mismo ambiente, habían hecho, poco a poco,
del guaraní un verdadero naturalista.
Los conocimientos astronómicos, no eran seguramente de los más adelantados; pero
debemos reconocer que si de los hombres de ciencia todavía muy raros en la época de que
tratamos descendemos en la misma Europa al bajo pueblo, encontraremos una ignorancia
completa de estos conocimientos. El indio guaraní, por pocas nociones que tenga de
astronomía, tiene seguramente más conocimientos que el paisano de la mejor campaña
europea durante los décimo y duodécimo siglos de la era cristiana y aun más tarde. Con esto
no quiero decir que en Europa no existiesen astrónomos que estuvieran mucho más
adelantados; me refiero a la masa de la población únicamente.
Los guaraníes tenían algunas nociones bastante claras. Sabían que el sol era un astro que
gira aparentemente alrededor de la tierra. Este conocimiento no es superior a los
conocimientos de muchos astrónomos del Evo Medio; no es inferior tampoco. No adoraban al
astro del día, ni lo divinizaron, como los incas y tantos otros pueblos civilizados, pero
precisamente porque comprendieron sus funciones en la naturaleza, nada misteriosas. Sabían
que el sol, en su gira aparente alrededor de la tierra, entraba al Occidente no para morir, como
creían los antiguos, sino para seguir su ruta; que a media noche hallábase directamente bajo
sus pies, y era el mismo que por la mañana aparecía en el Oriente, para seguir eternamente su
carrera, sin ningún cambio ni alteración.
Por tanto no les asustaban los eclipses de sol, tan terroríficos para los pueblos primitivos.
Naturalmente, no tenían idea del volumen ni del verdadero papel que juega el sol en el
sistema solar. Pero esto sería mucho pedir, pues tampoco lo supieron los griegos y romanos.
Como hoy, el sol servía para dividir el año en dos estaciones.
En cuanto a la luna, tenían conocimientos bastante aproximados a la verdad. No creían,
como los pueblos salvajes, que en la menguante una parte de la luna se rompía, o era
devorado por el tigre o el famoso lobo de las creencias del Norte de Europa.
Sabían que una parte de la luna se ocultaba sin poder explicar el por qué, pero que dicho
astro se mantenía íntegro en su ser, aun cuando quedaba invisible, y sabían con seguridad el
día de su reaparición.
Si atribuían a la luna una importancia que no tiene, creyendo que era la madre de las
estrellas y tomando lo aparente por lo real, creían que éstas eran más pequeñas que la luna,
esto no debe sorprender, pues no tuvieron ideas más exactas varios pueblos que llegaron a
muy alto grado de civilización. En cambio no le atribuyeron caracteres e influencias extrañas y
absurdas como las que la imaginación de aquellos pueblos dictara, y aún tienen en el mundo
civilizado, a pesar de los progresos de la ciencia.
En cuanto a las constelaciones, diré que conocían buen número de ellas y sabían
distinguirlas, y, caso más notable, con bastante seguridad sabían el punto en que algunas de
ellas debían encontrarse, según las épocas. Estos datos astronómicos les serian para
establecer y fijar ciertos meses del año.
Efectivamente, los indios guaraníes, a más de las estaciones, han tenido, y tienen todavía,
el mes lunar, teniendo doce meses el año, y empezando éste en una época fija y determinada.
El año (aragwidyé) [8] se dividía en dos estaciones (kuarasihára y roíh-ára) [kuarahy ára y
ro'y ara] y doce lunaciones o meses (dyasih) [jasy, jasyho, jasyjere], cada uno con su nombre,
empezando por el que más o menos corresponde a Abril (ara-pihahú) [ara pyahu] que es en el
Paraguay el primero del invierno, como Agosto (tadyíh-potíh) [tajy poty] era el último; con
alguna diferencia de tribu a tribu, pero de manera que la cuenta de los años podía llevarse
exactamente.
Hoy día hay muchisimos criollos que no saben su edad. El guaraní anotaba los años de la
suya en quipus diferentes, el más común de los cuales parece haber sido el que se componía
mediante las «semillas» o fruto del cayutero.
Hoy día todos estos conocimientos y otros que omito, se van borrando, y varios han
desaparecido. No podía suceder otra cosa, dada la destrucción que ha habido de los pueblos
guaraníes, y, como veremos más adelante, debido también a que las tribus más adelantadas,
han sido precisamente las que fueron objeto de una destrucción más rápida. Era natural. El
cazador de esclavos que abastecía a los portugueses del Brasil, necesitaba de trabajadores
inteligentes para las plantaciones de caña de azúcar, y de verdaderos agricultores que
pudiesen proveer a los europeos de todas las vituallas que les faltaba, y los productos que sólo
se obtienen por el cultivo. Era necesario, por ejemplo, servirse de las indios más inteligentes,
para que hicieran buenos tejidos de algodón, y hasta de lana, porque los artículos todavía no
venían de Europa o resultaba muy costoso el comprarlos. Y bien, para obtener todo eso, era
necesario reducir a los pueblos más civilizados de entre las tribus guaranianas o de la
confederación guaraní; de ahí que los más industriosos fueran más perseguidos, y como
generalmente se resistieran, después de largas luchas llegaron a ser objeto de una destrucción
más completa, a veces absoluta. Sin embargo, quedan todavía los numerosos documentos
esparcidos en las relaciones antiguas, los restos y los recuerdos que tenemos en esas
poblaciones guaraníticas que aún viven independientes, algunas de las cuales conservan los
reflejos de aquella civilización, cuyos contornos vemos con la mayor seguridad, pero cuyos
detalles se nos desaparecen en parte, o no podremos determinar con exactitud sino después
de estudios minuciosos llevados con la mayor constancia en ese orden de ideas.
La civilización aparece muy clara en todo lo que se refiere a la observación de la naturaleza.
Si en astronomía, por ejemplo, no estaban los guaraníes más adelantados que los europeos de
ese tiempo, si no tenían ningún astrónomo que, sobresaliendo a los demás, indicara a grandes
rasgos la verdadera constitución del sistema solar, de las estrellas y constelaciones del
universo, en cambio, en la botánica y en zoología tenían conocimientos más perfectos en que
dejaban indudablemente muy atrás a los europeos de los tiempos del descubrimiento de
América, y aun durante una época relativamente reciente.
Un botánico brasilero que ha sido una honra para Sudamérica, seguramente uno de los
hombres que han trabajado más y con más resultado en el estudio de las plantas
sudamericanas, huelga decir que este es Barboza Rodríguez, ha escrito una pequeña obra,
pequeña en volumen, pero grande en su valor, en la cual probó con toda clase de datos y de la
manera más clara para el hombre de ciencia, que los indios guaraníes eran más adelantados
en botánica que los europeos del Evo Moderno, hasta los tiempos de Linneo. Los guaraníes
tenían, efectivamente, una clasificación natural, que en ciertos puntos aventajaba hasta a la
del gran botánico que hizo época.
Conocían muchas familias que sólo se han hecho camino mediante Jussieu, o sólo después
de Jussieu, y familias naturales que ignoró Linneo. Conocían el género y la especie y, cosa
admirable, entre los pueblos antiguos, fueron los primeros en establecerlas. De manera que,
sin entrar a indicar los innumerables detalles y pruebas, de las cuales muchas agregaré a las
ya dadas por el botánico y etnógrafo brasilero, debo adherirme sin reserva a la opinión de
Barboza Rodríguez, quien declara ser completamente fuera de duda que los guaraníes estaban
más adelantados en conocimientos botánicos que los europeos, hablando no sólo del pueblo
europeo, sino de los sabios del siglo XVI Y XVII. No solamente, con toda seguridad
encontraban el lugar que correspondía a un ser en esa jerarquía de familias, géneros y
especies, sino que también sobresalieron en la nomenclatura, llegando bajo este punto de
vista a una relativa perfección. La nomenclatura vulgar de las plantas, en Europa como en los
demás países en general, fue tan desacertada, que llevó a Linneo a escribir su famosa frase:
«que los pueblos sólo saben aplicar a las plantas nombres absurdos». Si hubiese tenido
presente la nomenclatura de los guaraníes, el célebre naturalista hubiese dicho todo lo
contrario. La nomenclatura guaraní es completamente descriptiva. El indio de esta raza, para
dar nombre a una planta, buscaba con tanta atención el carácter más sobresaliente que a
veces no hubiera podido hacer una comisión de botánicos. De tal manera se procedía,
constituyéndose los notables o todos los hombres en asamblea, cada vez que se debía bautizar
a una planta, que el nombre botánico guaraní encierra una pequeña descripción, o deja
consignada la propiedad principal, o indica el lugar donde debe ser colocada la especie en la
clasificación general. La consecuencia de esta seguridad en la manera de encontrar el nombre
más acertado, es que en la ciencia botánica los nombres guaraníes son ahora numerosísimos,
y no me refiero a los meros nombres vulgares, sino a los que fueron aceptados como nombres
científicos, más o menos latinizados. Es una cosa bastante curiosa y seguramente muy
elocuente, que en la nomenclatura científica botánica, después del griego y del latín, la lengua
que ha dado nombres científicos más numerosos, es la guaraní. Es un homenaje que la ciencia
ha llegado a rendirle, naturalmente, porque al estudiar un animal y conocer el nombre guaraní,
ha encontrado que éste le convenía para evitar toda confusión, y era tan bueno que hubiera
sido lástima no adoptarlo. Si estos nombres no han sido más numerosos aún, es [por]que el
estudio sistemático serio de la botánica y zoología se ha empezado ya muy tarde, en los siglos
XVIII y XIX; si se hubiera empezado anteriormente, mucho mayor seguramente sería hoy día
el número de las plantas que en la clasificación científica consagraría esta temprana evolución
de la inteligencia guaraní desde una época cuya remota antigüedad es atestiguada por la
estrecha analogía y frecuente identidad entre la nomenclatura guaraní y la de otros pueblos
guaranianos, como los caraíbes.
En cuanto a la zoología, yo no tendría más que repetir lo dicho respecto de la botánica. De
manera que no voy a insistir. Pero no omitiré un argumento, y es el conocimiento que los
guaraníes tienen de la costumbre de los animales.
En estos países han pasado muchos años varios naturalistas para estudiar las costumbres
de los representantes de nuestra fauna, y a medida que han pasado los años, y aumentado el
número de observaciones y comparaciones, yo y otros hemos venido convenciéndonos de que
no hay mejor conocedor que el indio guaraní; y que se le acerca mucho en este concepto,
cuando no le iguala bajo todo punto de vista, el paisano de la campaña paraguaya. Los
entendidos pueden hacer elocuentes comparaciones.
Si consultamos a los europeos, a los asiáticos, a los africanos, al respecto de las costumbres
algo ocultas de los animales que viven en sus países respectivos, no conseguiremos,
generalmente, sino muy pocos datos serios, con excepción, naturalmente, de lo que todo el
mundo sabe, por ser cosa muy evidente. Es la superstición la que impera en todas partes, la
exageración, la falta de observación atenta, frecuentemente lo absurdo. Si al contrario,
consultamos con un guaraní sobre las costumbres menos aparentes da los animales del monte
y del campo, aun a veces de las especies más insignificantes, ciertamente tendremos uno que
otro dato criticable o erróneo, pero en cambio, muchos otros que serán para el naturalista
verdaderos rayos de luz y le ayudarán poderosamente para en sus relatos describir la biología
del animal.
Pasando a otro orden de ideas, debo hablar de los conocimientos que los guaraníes tenían
de la medicina.
He leído más de una descripción de pretendidas prácticas médicas de los indios guaraníes, y
esas prácticas eran las de un pueblo verdaderamente bárbaro. Se ha descrito con toda
minuciosidad el procedimiento de ciertos hechiceros, de brujos o impostores que practicaban,
por ejemplo, operaciones misteriosas, signos y ciertas palabras, o chupaban ciertas partes del
cuerpo, o las heridas, para extraer el pretendido veneno, o el animal que era, según ellos, la
causa de la enfermedad, llegando a escupir como tal o una piedra o cualquier otro objeto.
Nada más que esto he leído en escritos contemporáneos, y es todo lo que se ha llegado a
saber hasta ahora, salvo muy pocas excepciones, sobre los conocimientos medicinales de los
actuales guaraníes. Es esto verdaderamente deplorable. Quien haya procedido así en sus
investigaciones, ha procedido erradamente, como el paraguayo que fuera a Europa para
estudiar la medicina de los europeos, y que, en vez de dirigirse a una Universidad, al
desembarcar se encaminara a los campos de Nápoles o Génova, de Andalucía o Sicilia, o por
fin, de cualquier parte de Europa y preguntara, no ya a los médicos verdaderos, sino a los
ignorantes campesinos, cómo se cura el reumatismo, cómo se destruye la sarna, cómo se
suprime el dolor de muelas o el cólico y las demás enfermedades. Pues ese hombre, es claro,
recogería todas las brujerías, todas las patrañas y casi una por una todas las ridiculeces que
acabo de referir, como conocimientos medicinales de los guaraníes, según los han relatado los
que se han ocupado de los indios actuales.
Allá, como acá, la superstición popular impera; allá como acá y en todas partes, la
superstición resiste a la ciencia, resiste a la religión, resiste a todo. Parece un algo hereditario
en naturaleza humana. En las personas instruidas como en las más ignorantes, existen rastros
más o menos hondos de la superstición.
Pues bien; si en vez de esto estudiamos cuáles han sido los procedimientos medicinales de
los guaraníes, nos encontramos con un cuadro muy diferente. Y, para empezar, diré que ningún
pueblo de la tierra ha entregado a la ciencia médica tantas plantas medicinales como el pueblo
guaraní. Es evidentemente imposible, en el breve lapso de tiempo de que puedo disponer,
enumerarlas todas. Por eso me limitar exclusivamente, a citar los países en que los guaraníes
practicaban mejor sus conocimientos medicinales y a hacer conocer, aunque sea someramente,
el valor y la calidad de algunas de esas plantas.
Dije ya que ningún pueblo había dado a la ciencia médica tantas plantas medicinales. Y,
efectivamente, los guaraníes de buena parte de Sudamérica (es decir, principalmente, del
Brasil, de las Guayanas, de la Argentina y del Paraguay) ya habían estudiado prácticamente
todas esas plantas antes de la llegada de los europeos. La ciencia europea no ha podido, a
pesar de los esfuerzos desplegados, agregarles una sola en cuatro siglos de permanencia.
¿No es elocuente esto?
¿Se podría aún decir que los guaraníes no tenían conocimientos científicos y sólo se
limitaban a las groseras supersticiones de que he hablado? Evidentemente que no. Yo mismo
he visto un gran número de casos. Y es así cómo he podido comprobar que empleaban
acertadamente los antisépticos, los febrífugos, los tónicos, astringentes, evacuantes,
depurativos de la sangre, hemostáticos, etc., y he quedado verdaderamente asombrado, cómo
un pueblo que no tenía una literatura, por medio de la cual se trasmitiesen de padres a hijos,
de generación a generación, esos conocimientos, pueda haber llegado a un cúmulo de
conocimientos tan complicado y relativamente tan perfecto. Si los guaraníes tuviesen una
verdadera literatura, la cosa sería interesante; no teniéndola, ha sido para mi maravilloso.
La civilización de los guaraníes sería imperdonablemente imperfecta, si no se completara
con conocimientos religiosos, si no en su género perfectos y completos, cuando menos tales
como para constituir un conjunto asaz congruente de doctrinas, que fueran pruebas de un
idealismo algo avanzado No puedo evidentemente entrar en detalles al respecto de religión
guaraní, no solamente por escasez de tiempo, sino por la dificultad que se presenta en este
orden de ideas cuando se quiere precisar sobre muchos puntos de detalles.
Me limitaré a unos puntos esenciales. Primeramente, el conocimiento de un Dios Supremo.
Los guaraníes, según los datos más fidedignos que tenemos de los primeros descubridores,
pero mucho más, según los datos de los guaraníes modernos que han podido conservarse sin
contacto con los europeos, ni durante la época de las misiones jesuíticas, los guaraníes, digo,
tenían un conocimiento acabado de la existencia de un Dios Supremo, que es un puro espíritu.
Que era Dios Supremo no cabe duda. Para los guaraníes, era tan supremo, que hacía y
ordenaba todas las cosas, tanto lo bueno como lo malo, y esto, en el mundo entero, pues ese
autor supremo no lo era sólo de las cosas de los guaraníes, si no de los acontecimientos de
todo el universo.
Los guaraníes no admitían la dualidad del principio del bien y del mal, dualidad que ha sido
atribuida muy posteriormente, pero de una manera muy refleja, si bien puede haber existido
en algunas partes, los guaraníes en general no tenían la creencia en un espíritu del mal; el
autor de lo bueno y de lo malo, era para ellos el mismo dios principal, y en su esfera respectiva
cada uno de los dioses secundarios.
Este punto ya lo había establecido Rengger, en lo esencial sólo, pero con toda claridad en
las conferencias que tuvo con los ancianos, estudiando la tribu de los Tarumáes, que son indios
que habían podido conservarse, al menos en aquel tiempo, libres de todo contacto europeo.
Pero la misma idea he podido constatar yo mismo entre otras tribus.
Otro punto importantísimo, capital diré, es que el Dios Supremo guaraní es un puro espíritu.
Este concepto, debemos reconocerlo, ha quedado, y queda aún, en el estado teórico para la
inmensa mayoría de los mismos cristianos. La idea de que Dios es y debe necesariamente ser
un espíritu puro, puede caber en una mentalidad superior, la cual verdaderamente puede idear
algo que no sea corporal, algo que no forma parte de un cuerpo cualquiera, que en nada sea
materia, ni dependa en lo más mínimo de la materia.
Sólo personas que han abstraído e iniciado, sólo aquellas que se han elevado por su
inteligencia y por el estudio sobre la generalidad de sus semejantes, pueden tener cabalmente
esta idea. Todos los demás, en la práctica, ven el espíritu sólo a través de un cuerpo y el Dios
puro espíritu, aparece para ellos bajo una forma, aún cuando incompletamente material. Ni
todos los cristianos conciben un Dios inmaterial; en cuanto a las demás religiones del Asia y
del mundo antiguo, han materializado aún más, y en la mayor parte de esas religiones es
imposible separar el espíritu del cuerpo, o bien todo espíritu tiene algo de corporal. Y bien,
esta idea de separación completa, cosa notable, la tenían los guaraníes. Yo no puedo olvidar el
asombro, hace más de 25 años, causado a un anciano cacique de la tribu de los pirapés,
cuando con insistencia le hice repetir esta pregunta: «pero, en fin, ¿qué forma tiene este
Dios?» En su mirada, en su ademán he visto tanta elocuencia, que un libro no me hubiera
probado más claramente con qué intima, profunda persuasión, y de qué manera ha hecho
cuerpo en aquellos silvanos la idea de que Dios es un puro espíritu. Ni asomo de idea tenía ese
hombre de que el Dios Supremo pudiese aparecer en cualquiera forma, ni de que un hombre
racional pudiese dirigirle esa pregunta.
Al lado de eso, tenían dioses semicorporales, dioses que tenían de espíritu hasta cierto
punto, pero que aparecían bajo formas distintas, o bajo una forma determinada, pero siempre
material. Son los dioses secundarios, y hasta cierto punto los dioses de las selvas, de las
aguas, de los amores, de las plantas y animales, como en las creencias de los griegos y ciertos
pueblos del Asia. Todos, no obstante, tienen un carácter común y más elevado, no son buenos
ni malos, como el Dios Supremo, hacen el bien y el mal, como él y cada uno en su limitada
esfera de acción, esencialmente son justicieros. El principio de la justicia está tan arraigado en
la mente guaraní, que le es imposible a este pueblo suponer que pueda existir un principio del
mal, que pueda haber un Dios encargado de practicarlo, de crear cosas malas, o de llevarles
por mal camino; todos los dioses guaraníes son justicieros. Así su Añâ [Aña] o Añánga, su
Kaaîhpóra [Ka'aypóra], su Dyuruparí [Jurupari?] y demás, son dioses que premian o castigan a
los hombres, según los merecimientos. Si son temidos, es debido a eso. Temen los guaraníes a
los «añás», como a los espíritus, pero no porque sean los espíritus del mal, al contrario, los
espíritus son las almas de sus propios parientes, de sus difuntos padres y madres y no pueden
considerarlos evidentemente como espíritus del mal, sino cómo jueces terriblemente
justicieros, que en un momento dado pueden aplicarles castigos muy severos. En este
concepto tenían los guaraníes a los dioses secundarios, y en esto sus ideas eran más sanas
que las de los griegos, cuya imaginación llenó el Olimpo de dioses criminales y afeados por
todos los defectos de los hombres.
Otro punto esencial de su religión, es el conocimiento de la inmortalidad del alma. Que esta
alma guaraní sea absoluta y eternamente inmortal, sería difícil poder afirmarlo, pero de que
goza en la religión guaraní de una inmortalidad relativa, cuando menos muy prolongada, esto
es un hecho innegable.
El espíritu de los guaraníes al salir del cuerpo, por un tiempo más o menos largo, no se
aleja mucho de éste; pero pasada cierta época, se retira completamente de la tierra y pasa a
una región del cielo, o bien a regiones muy apartadas, en el fondo de las selvas, o bien, idea
tal vez refleja, a regiones profundas, en el seno de la tierra.
Esto yo ni nadie no hemos podido dilucidar de una manera bastante clara, y es probable
que no sea nunca completamente dilucidado, por la razón de que las diferentes tribus actuales
tienen diferencias de detalles en esta creencia, a más de ser muy difícil obtener que un indio
hable de su religión. Pero el hecho concreto es que los guaraníes tienen hasta cierto punto el
conocimiento de la inmortalidad del alma. Con esto y otras cosas que omito, se puede afirmar
que tienen un cuerpo de ideas religiosas, que si bien no se puede equiparar al más perfecto,
representa, compara con las religiones de los pueblos antiguos más civilizados la India, Persia,
Asia Menor, Grecia y Egipto, un estado de adelanto intelectual muy notable, a veces una
superioridad evidente.
Nada de atrocidades, nada de monstruosidades, nada de igualdades, nada de esos
conceptos deprimentes tan frentes en las teologías de esos pueblos; nada de semejantes
hechos se encuentra en las creencias religiosas de los guaraníes.
La religión guaraní se puede reducir a este concepto: una sanción natural y social del bien y
de la moral, bajo la supervigilancia de un espíritu supremo, invisible.
Si del gobierno religioso pasamos al gobierno social, político y económico de las naciones
que han formado parte de la confederación guaraní, o que han hablado el idioma que aún hoy
día se habla, notaremos rasgos que indican un adelanto aún más notable.
La constitución política de los guaraníes era la democracia pura. El gobierno era popular,
esencialmente popular.
El indio guaraní no cedía su independencia ni como ciudadano ni como miembro de una
tribu, a nadie, ni a las autoridades mismas. Reconocía al cacique, estimaba al anciano,
respetaba al abaré [avare], pero no se consideraba nunca ni inferior ni sujeto a ninguno de
ellos. Esto es hasta cierto punto un modo general en los países mogólicos y en todos los
pueblos descendientes del grupo amarillo, no como ciertos observadores superficiales han
dicho. El chino, por ejemplo, se cree igual al emperador; lo considera sólo como el mayor de
los hijos del cielo y, por tanto, que no tiene ningún derecho sobre ellos, pero sí el deber de ser
un padre en la tierra. Este mismo concepto tenía el indio guaraní; pero de tal manera, que en
la organización política de los guaraníes el pueblo y la autoridad se confundían.
El extranjero que era o es admitido a convivir con ellos, pregunta quién es el jefe. Diría,
quizás, que fuese el cacique, en el primer momento. Pero luego después, en otra circunstancia,
verá al ciudadano hacer caso omiso de las indicaciones de aquel, aun durante una guerra de
tribu a tribu o de nación a nación, que era cuando el cacique generalmente tenía el mando
supremo por ser quien dirigía la campaña militar. Esto recuerda la constitución de ciertos
pueblos celtas o galos y las costumbres de los antiguos helvecios.
El ciudadano guaraní – si bien le parecía – no tomaba arma en una lucha, sin que por eso
tuviese que recibir observaciones de parte de nadie, que ofendiesen su dignidad.
Si del cacique pasamos al sacerdote, o como se quiso llamar, al hechicero, vemos que si
este tiene una verdadera influencia desde el punto de vista moral, esta influencia cesa toda
vez que se toca a cuestiones administrativas o de orden estrictamente civil. Hay sí un ser que
no perdía ni perdió nunca su moral supremacía en la tribu guaraní. Es el anciano.
Todos los guaraníes (y esto parece haber sido de todos los tiempos y de todas las tribus),
tenían un profundo respeto a la ancianidad. El consejo de ancianos es el verdadero consejo
supremo; pero éste no se reune sino en las grandes ocasiones, por ejemplo, cuando la
autoridad del cacique se hace demasiado débil para imponer el orden, o cuando hay discordias
o choques entre caciques, o un levantamiento general, en fin, para tomar resoluciones muy
graves. Casi constantemente, al menos en los casos en que he podido averiguar directamente,
o recogiendo datos de personas que lo han presenciado, el cacique no toma ninguna resolución
importante sin consultar al anciano de la aldea. Si había algún asunto más grave que resolver,
se consultaba a los ancianos de la tribu, que generalmente se reunían en consejo. Pero,
pasado el asunto que se trataba de resolver, el consejo de ancianos no ejercía más autoridad,
y todos los hombres volvían a la tranquila independencia de los ciudadanos libres,
absolutamente iguales de hecho como de derecho.
Los guaraníes presentan otro rasgo muy notable, que es su gobierno económico.
El guaraní es comunista y comunista hasta el punto extremo. Se ha querido explicar (varios
autores lo han hecho) el comunismo de los guaraníes como una institución traída por los
padres jesuitas, e impuesta por éstos como organización más apta para sus fines. Esto es un
error grave. El comunismo no solamente preexistió en las tribus que han pertenecido a las
Misiones, sino que era general en todos los guaranianos, y con pocas excepciones, en tiempos
más o menos antiguos, general en todos los pueblos del tronco mogólico, cuando menos
entres los americanos.
El comunismo era una forma asaz común en la antigüedad, pero en el continente antiguo se
mezclaba entonces con el despotismo; era un comunismo violento y desde luego
indiscutiblemente injusto. Entre esos pueblos de la antigüedad había un jefe supremo o un
encargado momentáneamente despótico que distribuía las raciones, enseñaba los lugares para
construir las habitaciones, enseñaba las tierras a las diferentes tribus, o distribuía los
diferentes objetos del botín, pero siempre de una manera absoluta y con la autoridad y fuerza
necesaria para imponer el orden a los descontentos. Es decir, que había un poder que imponía,
a falta de una conciencia pública formada en ideas altruistas. Ese comunismo tan imperfecto
no se parecía en nada al comunismo guaraní.
El comunismo guaraní, como la organización política, es completamente democrático,
convencidamente igualitario y exclusivamente basado sobre el principio de los derechos del
individuo, limitados por los de otro o de la comunidad, y la máxima: «de cada uno según su
fuerza, a cada uno según su necesidad». Solamente que los guaraníes han sabido hacer de
esta bella teoría una realidad. Lo que fue y aún es utopía entre pueblos muy civilizados, pero
desgraciadamente impregnados de egoísmo personal, ha llegado a ser un hecho entre pueblos
más modestos, gracias a dos grandes virtudes, el sentimiento altruista y la dignidad personal.
Los pueblos guaraníes, ofreciendo un ejemplo raro y tal vez único, han podido resolver el
difícil problema de ser comunistas sin ningún gobierno que imponga la distribución de los
bienes. ¿Cómo se podría hacer esto en una sociedad europea? ¡Cuántas veces y con mucha
razón se ha levantado esta objeción ante los anuncios de una próxima o posible reforma social,
según los filósofos comunistas! Esta distribución racional, al mismo tiempo igualitaria y
proporcional a las necesidades del individuo y a sus merecimientos, seria imposible sin la
imposición de una fuerza impositiva que siempre sería un gobierno despótico; y ¿cómo se
compagina un gobierno despótico con el gobierno comunista? Se levanta ahí un gran punto de
interrogación.
Y bien, para los guaraníes, ese punto de interrogación no existía. El problema ha sido
completamente resuelto; no hay gobierno que imponga ni autoridad que distribuya, es el
mismo individuo que saca del depósito común lo que le hace falta, y no hay abuso. Influye en
eso el sentido innato de moralidad y de justicia. Pero el principio fundamental, el rasgo más
característico de la índole guaraniana, y sobre todo de los guaraníes, es el espíritu de dignidad
personal. Nunca el indio guaraní sacará del depósito común un grano de maíz más de lo que
necesite para la necesidad más apremiante del día. La acusación o la simple sospecha de
querer hacerse alimentar por los demás, de ser incapaz de costear las necesidades de su
familia, esto para un hombre digno es un castigo tan terrible que sufrirá el indio padecimientos
antes de hacer uso de su derecho, y nunca tomará lo que en justicia no parece corresponderle.
El ejemplo práctico hoy aún lo tenemos de cómo han sido en la antigüedad. El depósito de
frutos está a disposición de los individuos; cualquiera puede ir a sacar la ración que le parece
necesaria. En el medio del poblado o de la aldea existe un edificio destinado, precisamente, a
recibir los alimentos que debían de servir como salvaguardia contra los casos de necesidad.
Las plantaciones se hacían de esta manera:
En todas las agrupaciones – generalmente son muy pequeñas y se reducen a clanes – todos
los individuos válidos hacen una plantación para el ciudadano A, ciudadano que por deferencia
suele ser el cacique, un anciano o una persona de mucho respeto. El mismo grupo hace otra
plantación para el ciudadano B, o C, etc., hasta que todos los miembros de ese clan tengan su
pequeña plantación individual hecha en común por todos los hombres del clan. Terminada ésta
se hace la plantación general. Esta también es llevada a término por todos los miembros de la
tribu, y allí nadie puede eximirse a asistir al trabajo, mientras que en el primer caso sí, puesto
que nadie puede ser obligado, aunque si observado. Esta plantación es mucho más grande, se
rodea de buenos cercados si hace falta, o en fin, de todas las precauciones necesarias para
salvar de los animales del monte la cosecha. También se hace la cosecha en común, y el
producto se deposita en unos ranchos o construcciones centrales que llamaba y se llama
todavía, Tupá-mbaé [Tupâ mba'e], como también la plantación. No es una creación reciente;
desde tiempo del descubrimiento se ha encontrado todas los aldeas con tupá-mbaé, y existían
más antiguamente. Es un error el creer que fueran propias de las reducciones, ni de las
misiones cristianas. Hoy día aún existen entre las tribus que no han conocido ni a las
reducciones ni a los europeos modernos, si no es muy recientemente.
Tenemos reunidos el producto en ese depósito común. Y bien: no hay distribución, no hay
nada. Cuando el individuo ha acabado su ración de víveres y se encuentra en la imposibilidad
de proveerse de otra manera, va al tupá-mbaé y saca lo que necesita; los demás hacen lo
mismo; pero el abuso no sucede nunca, por ese elevado principio de dignidad personal, ese
noble sentimiento que persuade al individuo de no ser inferior a ningún otro y ser capaz de
sostenerse a si mismo sin la ayuda de nadie. En ciertas ocasiones, agotados los recursos, todo
el clan se provee del tupá-mbaé. Entonces sí, hay una distribución, por partes iguales, según
el número de bocas. El comunismo igualitario entra en práctica.
Ese tupá-mbaé, como es natural, está principalmente a disposición de los enfermos, de los
ancianos y de todos los que, por una desgracia cualquiera; no han podido trabajar, pero
ninguno que tenga buenos brazos y que haya tenido buena plantación se sirve de él, porque
esto sería su mayor vergüenza.
He ahí resuelta por la dignidad y el altruismo una de las cuestiones más difíciles para
resolver, en tratándose de la aplicación de las teorías más avanzadas de la civilización
moderna. Y si esto indica adelanto, y yo lo dejo pensar a mis oyentes. Por todo esto he dicho
que la civilización guaraní, sui-géneris, imperfecta en alguna cosa, igualaba y aun superaba en
otras a las que con razón nos sirven de modelos.
Una civilización no debe consistir únicamente en barnices, en lujo y vanas riquezas, en
grandes facilidades para la vida material, en luchas por el bienestar individual, ni tampoco en
innumerables industrias cuyo fin es satisfacer las necesidades artificiales. Una civilización debe
consistir principal y fundamentalmente en la moral.
Y, precisamente, desde este punto de vista, la del pueblo guaraní merece figurar a la par de
cualquiera de los pueblos más civilizados. No la quiero comparar con la de los pueblos actuales
de civilización más refinada, porque la moral puede ser considerada bajo puntos de vista muy
diferentes. Pero sí diré que, seguramente, la moral guaraní, considerada en su conjunto, no es
inferior a ninguna otra.
Un punto de vista estudiar me queda, para dar una idea acabada de que ese pueblo había
llegado a un desenvolvimiento bastante elevado.
Ya he dicho que ningún pueblo había dado a la ciencia tantas plantas medicinales como el
guaraní. Y ahora debo agregar otro dato que considero de igual importancia. Que ningún otro
pueblo había dado a las industrias humanas tantas plantas cultivadas como las que diera el
pueblo que nos ocupa.
El numero de esas plantas, sacadas del estado silvestre y sometidas al cultivo por los
guaraníes, es verdaderamente asombroso, si se considera que pocos son los pueblos de la
tierra que dieran alguna, y muchos los que, no obstante su civilización, no dieron ninguna.
Si averiguamos cuántas plantas cultivadas debemos a los arianos (pueblo más bien
supuesto), si cuántas debemos a los semitas, a los griegos, a los romanos y a los galos,
encontramos que estos pueblos de raza blanca apenas nos han legado algunas. En cambio, de
los guaraníes hemos recibido más de veinte de las principales plantas cultivadas en la
agricultura universal, sin contar otras de entre las secundarias o no conocidas aún en el mundo
agrícola.
¿Cuál ha sido el tiempo, los siglos, los miles de años que han necesitado para llegar a
semejante estado de cultura agrícola? Naturalmente, ese lapso de tiempo habrá sido muy
largo. Pero hay que tener presente que los pueblos del mundo antiguo son considerados, y
acaso con justa razón, como los más viejos que los actuales del continente americano, y por
supuesto de los guaraníes y guaranianos.
Cuando menos, es fuera de duda, que la civilización de aquéllos es mucho más antigua.
De lo cual resulta que los guaranianos han procedido en sus conquistas agrícolas con una
rapidez mucho más grande que aquellos pueblos. Y sin embargo han tenido que extraer del
monte y hacer cultivables a varios árboles frutales, el mamón, el papayo, que hoy día se ha
esparcido en todo el mundo tropical en muchos países, antes del descubrimiento de América.
Puédese agregar en los dominios de los caraíbes, una planta de gran importancia, el cocotero,
una de las plantas providenciales de la zona tropical. Esta planta es hoy día reconocida como
americana, y los pueblos de la Polinesia, lejos de haberla dado al mundo, la recibieron de este
continente. El taro «de la Polinesia», tubérculo muy generalmente cultivado en los países
ecuatoriales y en las partes tropicales de la Oceanía, oigo decir que de América ha salido,
seguramente de los países guaranianos, y lleva todavía el nombre guaraní, que se ha
perpetuado a través de los siglos en la misma Oceanía.
El maní o cacahuete es hijo de una especie silvestre que apenas es comestible y no produce
casi nada. Esta crece en la región guaranítica del Brasil y existe en algunas partes del
Paraguay. Otra especie de maní completamente distinta, pero que ningún pueblo tiene todavía,
la cultivan hoy día los indios guaraníes independientes y la conservan como una de las plantas
especiales de sus tribus. Es una especie muy diferente, mucho más grande y de un aspecto tan
diverso que su cultivo debe ser de otro género.
El zapallo es de origen guaraniano, y en su lugar lo probaré. La sicana, otra planta
cucurbitácea de cultivo, es también originaria de los montes de la región guaraní.
Las yantias, tubérculos comunes de los indígenas, que se ha esparcido más tarde en varias
partes del mundo tropical; el tembé-tayá-guasú [tembetaja guasu] y la malanga, son especies
en parte traídas por los guaranianos de las selvas y lugares pantanosos, donde existen todavía
en estado silvestre.
El «arrov-root», una de las principales féculas, utilizado tanto por la medicina como la
industria, también es natural de esta región y su cultivo primeramente fue conocido por estos
indígenas.
El mangará-tayá [mangara taja] era, conocido y esparcido para la alimentación entre los
guaraníes, caraíbes y tupíes, inclusive los pueblos del Paraguay.
La mandioca, planta cultivada de primer orden, que va adquiriendo cada año mayor
importancia en el mundo tropical en la industria europea, es originaria de dos o tres especies
[de] arbustos silvestres que crecen en el Brasil y principalmente en el Paraguay, de cuyas
raíces, imposible de comerse por ser duras y venenosas, nada parecía deberse esperar.
Sometiéndolas al cultivo, al cabo de varias generaciones se consiguieron las primeras
plantas comestibles, cuyas semillas, por la cruza de las primitivas especies y el fenómeno de la
mutación, sirvieron para obtener, mediante una selección atenta, las cincuenta y más
variedades cultivadas hoy día en el Paraguay y Brasil, y esparcidas ya la mayor parte en todos
los países calientes.
La batata misma, tal como se cultiva en los países calientes y templados, es de origen
guaraní, existe aquí y en el Brasil en estado silvestre, fue siempre cultivada por los indígenas y
ellos son los que han producido buen número de variedades, que han ido del Brasil a otros
países. Hablando del Brasil, tenemos que indicar los ñames o carás, otra serie de plantas
cultivadas aquí muy poco, desgraciadamente, pero que han salido de estos países para muchos
otros, donde son consideradas entre las más útiles.
Tendríamos que agregar varias leguminosas, entre ellas algunas muy cultivadas en el
Extremo Oriente, que se han creído originarias de China y Japón, porque de allí primeramente
se ha llevado las semillas a Europa, pero que serán reconocidas como plantas indígenas de
América y precisamente de la región guaraní. Y otras especies cultivadas en el mundo antiguo,
se hallan en el mismo caso.
Otros productos conquistados por los indios civilizados centroamericanos y mejicanos, e
introducidos por los guaranianos en este continente, sirvieron de base a estos últimos para
formar nuevas variedades regionales: tal es el maíz, del cual nuestros guaraníes de la selva
tienen aún variedades que les son propias. Una de las más importantes y universalizadas entre
las plantas de los países calientes y templados, el tabaco, sido una conquista guaraniana.
Cultivado más o menos por todas las tribus, usado con mucha parsimonia, pero generalmente
empleado en la medicina indígena mucho antes de la llegada de los europeos, probablemente
desde remota antigüedad, el tabaco servía de articulo de comercio de los guaraníes para con
otros pueblos que no lo poseían, o por el clima o el atraso no lo cultivaban. En el Uruguay, la
Patagonia, la Pampa y el Sur de Chile, se conocía desde antiguo el tabaco producido por los
guaraníes. De ahí que el nombre del tabaco, como lo dan los guaraníes o algo alterado, se
había generalizado en esos países.
La papa providencial, que es uno de los cultivos más importantes de la humanidad, ha
salido muy probablemente del Paraguay. Hasta ahora se ha buscado su país de origen, sin
poderse llegar a una conclusión segura y definitiva. Se hicieron afirmaciones, pero siempre ha
quedado una dificultad: ninguna variedad de esta especie, por más que se le haya cultivado,
cruzándola y provocando variedades y mutaciones, ha producido nunca la variedad cultivada.
Pero la que más se acerca de esta última, y tiene por tanto más derecho a ser considerada
como su tronco o punto de origen, se halla en estado silvestre en el Paraguay. De manera que
existen grandes probabilidades de que ese fruto haya sido igualmente un producto de la tierra
guaraní.
Por fin dejo para el último la más importante de las conquistas humanas en el campo de la
industria vegetal: el algodonero. Esta planta preciosa, se puede decir con toda seguridad, no
existió en ninguna otra región de la tierra. Me refiero a la especie que se ha cultivado y
generalizado en todo el mundo.
El guaraní ha hecho del algodonero indígena una planta que le sirvió para sus tejidos, y no
sólo para él, sino para fornecer de tejidos a los conquistadores durante siglos.
De manera, que podemos afirmar que el industrioso guaraní fue un agricultor admirable en
todos los tiempos. Que ya no sea hoy día tan admirable ese agricultor, conocidos todos los
trastornos y la inmensa desgracia que ha pasado sobre este pueblo, es un hecho muy
explicable. No obstante, el actual indio guaraní, si bien es pequeño agricultor, porque cultiva en
reducida escala, en vista de que no tiene comercio posible, siembra de sobra para sus
limitadas necesidades, y en todo caso, cultiva de una manera que llama la atención de los
entendidos y es hasta cierto punto admirable. Sus padres tenían conocimientos que casi
ningún pueblo de América tenía, y mucho le ha quedado. Exceptuando a los Estados de Norte
América, por ejemplo, y a pocos otros donde en los colegios se enseña lo que es la hibridación,
el cruce de las diferentes variedades y el medio de conservar una variedad completamente
pura, este último conocimiento, sobre todo, no me consta que exista entre los agricultores de
ninguna parte del continente, excluyendo, naturalmente, a las personas que han cursado
estudios especiales. Conservar absolutamente pura una variedad, llevada por la selección
hasta un grado deseado de desarrollo, y mantenerla después alejada de todo peligro de modo
que conserve intactas sus propiedades y caracteres, esto sólo lo he visto hacer por los indios
guaraníes de la selva paraguaya. Se diría que se han especializado en esto.
Actualmente, triste es decirlo, nuestros campesinos han perdido del todo este conocimiento.
Dejan abastardarse todas las variedades, y si quieren adquirirlas puras no tienen a veces
mejor medio que recurrir a los indios qué aún llevan su modesta vida en nuestras inmensas
selvas.
Voy a relatar otro conocimiento aun más admirable para el caso.
Recuerdo que hace dos o tres años se anunció en Norte América el descubrimiento de un
modo de obtener frutas sin semilla, e inmediatamente hubo interesados en explotar
comercialmente el invento, como es costumbre, mediante la constitución de una sociedad
financiera. Y bien: ese descubrimiento no tiene nada de nuevo. El procedimiento tan sabio que
creen haber descubierto era seguramente antiguo entre los guaraníes. Los indios chiripaes,
guaraníes puros del Este paraguayo y Guairá, conocen perfectamente bien la manera cómo se
obtiene, por ejemplo sandías zapallos sin semilla, empleando el procedimiento anunciado como
gran novedad en Europa y Estados Unidos, el cual, es cierto, no se conocía años atrás, ni se
había publicado en ninguna obra de agricultura.
No entro en más detalles por falta de tiempo. Pero debo deciros que el procedimiento es
muy ingenioso y a más de ser interesantísimo por el conocimiento que implica, exige mucha
paciencia y prolijidad, que solamente puede tener un horticultor que diariamente cuida de sus
plantas.
Todo esto prueba acabadamente que los guaraníes habían sido excelentes agricultores y
que, a pesar de la destrucción del noventa por ciento de la población, quizás los últimos restos,
desdichados en su precaria independencia, que aún defienden pacíficamente abandonando
poco a poco a los inconscientes invasores los últimos dominios que vieron florecientes y
poderosos a sus antepasados, reducidos en el monte y arrinconados en las partes más
desiertas, sin que siquiera allá puedan considerarse seguros y vivir tranquilos, no obstante eso,
conservan muchos conocimientos y los elementos de una agricultura muy adelantada. Y a este
respecto, yo terminaré recordando al célebre Topinard, que en una frase inolvidable indicó todo
el valor que tiene la agricultura en la civilización.
Dijo ese gran antropólogo:
«No hay civilización en el mundo sin agricultura como base», y debiendo por tanto la
agricultura ser considerada como la mejor prueba de civilización, la de los guaraníes ya
quedaría por este solo hecho perfectamente comprobada. He terminado.
NOTAS
14- A esto hay que agregar que los guaranís «civilizados», es decir sometidos, aldeados y
catequizados, formando parte, en suma, de la población cristiana, por una evolución
psíquica bien conocida, llamaban tupís a sus hermanos que permanecían en las selvas
con su libertad y el horror al cristianismo, comparándolos con los salvajes.
NOTAS DE LA EDICION DIGITAL
4] guayaquí, guayaquíes. Según la grafía actualizada se escribiría guajaki, en singular, tanto
para referirse a un individuo como al grupo étnico.
5] guaraníes. En grafía actualizada se escribe guarani (sin acento en las palabras agudas).
Para pluralizar un sustantivo guarani se le agrega el sufijo kuera, que equivale a las
terminaciones s o es del español. Así la traducción del término castellanizado "guaraníes"
sería guarani kuera.
6]tupinâ mbú, tupinâ-ambá, tupinâ-kí y tupinâ-ê. A fin de actualizar la grafía de estos
términos se debe suprimir los acentos agudos en la última sílaba, no así los circunflejos,
que indican nasalidad.
7] ihvihtorokái. Yvytorokái en grafía moderna.
8] aragwidyé. Según diccionario de Antonio Guasch S.J. año sería arajere (ara: tiempo, día;
jere: girar)
Biblioteca Virtual del Paraguay
Dr. Moisés S. Bertoni
Resumen de
PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA
DE LOS
PAISES GUARANÍES
TERCERA CONFERENCIA
Honorables caballeros:
Queridos jóvenes y alumnos del Colegio Nacional:
Permitidme que os conteste, con palabras muy sencillas la manifestación de que he sido
objeto. Digo muy sencillas porque los grandes sentimientos no se pueden expresar sino con
frases muy concisas.
Yo conozco todo el valor de esta manifestación y os la agradezco infinitamente, no porque
se dirige a mi humilde persona, sino por su significación: tal vez alguno de vosotros se haga
ilusión a este respecto, pero lo que significa es el pensamiento en el porvenir de la patria.
Las palabras que pueda haber pronunciado este vuestro servidor, os han entusiasmado, no
por ellas mismas, un por la persona que las pronunciara, sino por el objeto que encerraban.
Habéis comprendido lo provechoso que puede ser para vuestra patria el estudio de las cosas
del pasado, que tanta luz reflejan sobre el presente y permiten un pronóstico para el porvenir;
habéis comprendido el valor que los estudios científicos pueden tener en todas las discusiones,
y en solución de los más grandes problemas nacionales; os habéis entusiasmado y os lo
agradezco mucho y bien sinceramente, porque ese era mi objeto, el fin que yo me proponía, y
no solamente veo que lo he conseguido, sino que lo he conseguido más allá de mis
esperanzas. Esto es una promesa para el porvenir; en vuestras manos está el porvenir del
país, por vuestra boca habla el porvenir de la patria.
Y bien; lo que ésta espera es que muchos de vosotros os dediquéis con el mayor cariño y
con el entusiasmo de hoy, con ese santo entusiasmo, que yo deseo no decaiga nunca, al
estudio de las cosas del país, de los documentos vivos, y los del pasado; de todo lo que pueda
traer luz y abrir camino a la verdad; y especialmente de lo que pueda ayudar a la solución de
los problemas sociales e históricos de la patria que nos es común, ya sea natural, ya adoptiva.
Una vez más os lo agradezco por lo que significa y os felicito por las grandes esperanzas que
eso despierta para el porvenir. (Grandes aplausos).
Olvidaba decir que esta manifestación y este obsequio son para mí el mayor estímulo para
que yo persista sobre la vía que desde un cuarto de siglo me he trazado, y persiga la solución
de los problemas que he abordado, si es que mis fuerzas me ayudan, para desarrollar todo el
plan que me he propuesto al pisar esta hermosa tierra. Este es el mayor estímulo que he
tenido y no deseo otro, porque no puede haber otro que toque más el corazón.
Me habéis pedido para que en esta ocasión continuara explayándome sobre el mismo
argumento o argumento parecido al de mi conferencia anterior.
Con el mayor gusto lo hago y me apercibo, después de haberme trazado un programa, que
muy poco sería una conferencia para hablar de todo lo que no he dicho al respecto.
En apoyo de la tesis que he presentado, existen tantas pruebas o tantos indicios
vehementes, que es imposible desarrollarlos todos en una ni en dos conferencias, ni tal vez en
mayor número de ellas. Sin embargo, como no tengo esa pretensión, ni puedo tenerla, porque
una cosa es una obra completa y otra una conferencia, seguiré el mismo sistema, trazando a
grandes rasgos los capítulos que constituyen en mi obra la parte referente a la antropología del
Paraguay.
En la última conferencia, he presentado numerosas pruebas al respecto de la existencia de
una verdadera civilización guaraní, en tiempos más o menos remotos, la cual se ha prolongado
bajo ciertas formas en tiempos muy recientes, y aún persiste hasta cierto punto en la
actualidad.
No siendo posible en estas conferencias exponer detalladamente todos los hechos
comprobantes, no puedo prever todas las objeciones que podránse hacer, y contestarlas. No
obstante, creo conveniente rebatir de antemano algunas que seguramente podrían presentarse
a esta tesis. Se puede objetar, por ejemplo (cosas verdaderamente de no mucha importancia,
y por ahí empiezo) la no existencia de grandes ciudades, como las que suele haber en todos
los pueblos civilizados.
De esta no existencia he dado una explicación en la conferencia pasada. Depende en parte
del ambiente en que se había desarrollado la mentalidad y la civilización guaraní, y en parte,
de una fatal creencia religiosa. Sin embargo, esta ausencia deja mucho de ser completa, como
se cree. Estudiando atentamente los documentos antiguos, y sobre todo las memorias de los
primeros exploradores del continente sudamericano, ya que los exploradores posteriores no
han podido encontrar a veces sino ruinas, consultando esos documentos primitivos, se
encuentra que existían en la región habitada por los guaraníes centros de poblaciones que bien
se podían comparar con las ciudades que existen en la época actual. Así encontramos, que,
tanto en la costa como en el interior del Brasil, en Amazonas, Matto-Grosso, Alto Paraná, y
hasta en el mismo Paraguay, existían poblaciones a las que los primeros descubridores
atribuíanles una población de 5, 10, 15 hasta 20 mil habitantes. Tenemos algunos datos sobre
la construcción de los edificios, la distribución y el alineamiento de las calles, muy regular, y
otros que demuestran que aquéllas debían considerarse como ciudades verdaderas, y no eran
un amontonamiento de casas o ranchos, sino verdaderas poblaciones urbanas, trazadas sobre
un plan preconcebido y siguiendo órdenes y leyes preestablecidas. Lo cual prueba que, a pesar
de las preocupaciones religiosas, que obligaban frecuentemente a mudar de residencia cuando
fallecían los hombres más o menos importantes de la tribu, no obstante eso, las necesidades
de la vida social ya venían imponiéndose y ya venía preparándose una evolución, la que,
habiendo podido durar unos siglos más, os hubiera presentado ciudades como las había en
aquella época en el resto del mundo civilizado. Así es que esa ausencia es más aparente que
real [9]. Desgraciadamente aquellas desaparecen en una época asaz lejana de nosotros, la
época que empieza con el descubrimiento. Las ciudades representaban entonces el mayor
peligro para los indios. Durante la guerra por la esclavitud, durante la cacería de esclavos, que
atrozmente persistió durante dos siglos, toda población densa, y peor la ciudad, debía
constituir el punto más vulnerable, la situación más peligrosa para los guaraníes y para todos
los indígenas en general.
Ciertamente, los campos atrincherados, los pueblos fortificados como los había en el
Paraguay, constituían una barrera bastante seria; pero ante el armamento europeo, ante el uso
de las armas de fuego, ante ejércitos militarmente organizados, y el fácil aprovisionamiento
que permitían sostener sitios muy largos, mientras las poblaciones desprevenidas, tomadas
por sorpresa, se encontraban sin elementos suficientes para sostenerlos, estos baluartes poco
valían. De manera que los indios llegaron a este extremo: que tuvieron que apelar al desbande
en el monte, a las selvas vírgenes como único baluarte posible para su defensa contra los
invasores y los cazadores de esclavos. He ahí cómo las primitivas ciudades y los pueblos
guaraníes desaparecieron muy pronto. Todas, no. Hasta los últimos tiempos, me refiero al siglo
antepasado, han existido fuertes poblaciones esparcidas en varios puntos, principalmente del
Brasil, y cuya existencia se mantenía bajo la mayor reserva posible. De una de ellas (en el
interior del estado de Bahía) seguramente, han existido todavía las ruinas durante este siglo.
Sus últimos restos, ciertamente, no fueron hallados durante muchos años de exploraciones. De
esta ciudad misteriosa se ha hablado muchas veces, combatiendo su existencia. Lo que no se
puede probar en ciencia, debe ser puesto en duda. Pero la reunión de datos e indicios para mí
hacen su existencia casi segura, pues se han encontrado ciertos documentos y hasta restos
que prueban, en mi concepto, haber aquella existido (15).
Hay aun más: es muy posible que una de esas ciudades – si es que todavía se le puede dar
el nombre de ciudad, pero que, cuando menos, desempeñando el puesto de capital tiene el
rango de tal – es muy posible, digo, que exista todavía; y no solamente es posible, sino
sumamente probable.
En toda la región forestal del Paraguay, del sur del Brasil, de Matto-Grosso, y
probablemente del centro del Brasil, cada año las tribus guaraníes mandan una delegación o
un representante a una capital misteriosa de toda la confederación, capital cuya ubicación no
me ha sido posible hasta ahora establecer siquiera aproximadamente. A esta ciudad es
severamente prohibido llegar, no solamente a los blancos, y a otra clase de indios, sino a la
mayor parte de los mismos indios guaraníes, si estos no van especialmente delegados o
autorizados para el efecto. A cierta distancia alrededor, están permanentemente colocadas
varias guardias que impiden todo acceso a las personas no autorizadas o portadoras del pase
necesario. Solamente así se concibe que hayan podido mantener la ubicación de ellas
completamente secreta. Sólo sabemos que existe, pues consultando diferentes tribus alejadas
unas de otras, hablando con personas que nunca han tenido comunicaciones entre ellas y mal
pueden haber concertado un plan de mentiras, o con otras con las cuales se llega a
confidencias, y han llegado como «parejára» o estafetero a esa capital misteriosa, los datos
que dan de ellas son tan concordantes, aun en ciertos detalles, que no es posible dudar de su
existencia. Si no es exactamente como la pintan, cuando menos será bajo una forma muy
parecida.
Es este uno de los problemas más curiosos y más apremiantes, cuya solución, sin embargo,
dependerá, sobre todo, de mucha paciencia y prudencia, visto que por la fuerza y por la
violencia, cuyo empleo sería además una nueva infamia, será muy difícil resolverlo. Dadas las
medidas con que los guaraníes rodean el último y misterioso baluarte de sus antiguas
libertades y costumbres, no sólo habrá que proceder con tino y cordura, sino animados por
aquel espíritu de justicia que faltó en otros tiempos, y de un deseo muy sincero de hacer obra
de reparación generosa.
Ese pueblo central, que llaman los indios Mbaéverá Guazú [Mba'evera Guasu], se encuentra
seguramente en territorio brasileño, a una distancia tal vez notable de la frontera paraguaya,
pues los delegados que van a ella y los indios en general están contestes en que el viaje lleva
meses.
Verdad que un indio pretendió haber ido en un mes. Supuesto que sea cierto, hay que
recordar que el indio andarín sabe viajar muy rápidamente, y en casos de apuro, hacer hasta
veinte leguas en un día y por más que se detenga en el camino, para cazar y hacerse de
elementos, en un mes hace seguramente un camino muy largo. Es todo lo que puedo decir de
la capital misteriosa, salvo los detalles de su construcción, del alineamiento de sus calles, de
los edificios destinados al cacique, a las reuniones de los ancianos, al cuerpo de guardia y
depósito de armamento, de la vida social, fiestas y otras costumbres, detalles cuya exactitud
nadie conoce y que me llevarían muy lejos.
Otra objeción que se puede hacer a la existencia de una verdadera civilización guaraní, es la
falta de un sistema numeral. Confieso que es la más seria que se puede hacer. Se dice
generalmente que la numeración guaraní llegaba solamente hasta el 4 y a lo mucho hasta el 5.
Si la cosa fuera verdaderamente así, la objeción seria muy grave. Efectivamente, no se concibe
cómo un pueblo que ha llegado a una mentalidad relativamente superior, se quede con el
sistema numeral de un pueblo inferior.
Felizmente me será fácil desvirtuar esta objeción a la luz de documentos antiguos, y aun
mejor, tal vez, a la luz de modernos, o de los documentos vivos, que son los propios indios, y
de los estudios hechos aquí, o que se han venido haciendo en otras partes de Sudamérica. Y
bien, omitiendo los detalles, que el cuadro no permite dar, lo que resulta es lo siguiente: que
no existía en el sistema numeral una uniformidad completa, como existió en otros pueblos:
cada una de las naciones o grandes tribus de que se componía el mundo guaraní tenía un
sistema numeral diferente. Decir cada una, tal vez sea exagerado; pero lo cierto es que
existieron, cuando menos, unos seis sistemas diferentes, y probablemente habrá habido mayor
número.
Esta confusión hubiera sido muy perjudicial para las relaciones con los europeos. Los
conquistadores, los europeos en general, los tratadistas del guaraní, sobre todo los sacerdotes,
que se ocuparon desde el principio de poner al alcance de los guaraníes los misterios de la
religión, han necesitado valerse de un sistema único; y no pudiendo adoptar exclusivamente el
sistema numeral de una tribu que probablemente no sería aceptado por otra, optaron por el
único medio que se presentaba, el de usar el sistema español desde el 5 para adelante. De ahí
que la numeración antigua haya desaparecido del uso común, y quedado hasta ahora la
presunción de que no existiera un verdadero sistema numeral guaraní y no haya existido
nunca.
Hay otro punto, que si no es más grave, parece serlo.
Varios etnólogos han admitido que entre los guaraníes existiese la detestable costumbre de
la antropofagia. Esta acusación injusta ha prosperado y se ha abierto camino dada la
circunstancia en que se ha producido.
Primeramente os diré que la acusación de antropofagia, así a secas y sin entrar en detalle
sobre las causas, no constituiría por sí misma, una prueba de no existencia de un estado de
notable civilización. Aun diré mejor: que una civilización, no digo como la civilización cristiana,
pero sí una civilización adelantada, pudo existir aun con esa costumbre; y no solamente pudo
existir, sino que, cosa aparentemente absurda, ha existido. No tengo nada más que recordar
los mejicanos. Como todos sabéis, en Méjico ha existido una civilización, la cual había llegado
a un alto grado de adelanto en la época de la conquista. Se habían desarrollado
admirablemente allí las artes, los conocimientos de la civilización en general, las ciencias
principales, la administración pública, la constitución política, en fin, un conjunto de
instituciones sociales que daban al pueblo mejicano un puesto muy honorífico entre los pueblos
civilizados. Aun más: desde ciertos puntos de vista, los mejicanos habían dejado atrás a los
pueblos de su propio tiempo, inclusive los europeos.
No puedo entrar en detalles sin prolongar demasiado esta conferencia; pero bastará que
haga notar unos puntos. Tenían los mejicanos un concepto y un sentimiento de la justicia, al
cual seguramente no ha llegado ningún pueblo de la tierra. Los tribunales mejicanos no tenían
solamente la obligación de castigar, y la policía no tenía sólo la obligación de buscar al
delincuente, sino que los administradores de la justicia tenían igualmente la misión de buscar a
los que eran acreedores a un premio, por acciones generosas o servicios desinteresadamente
prestados al país.
De manera que el tribunal mejicano no se limitaba, como los nuestros, a castigar, sino que
tenía también la misión de premiar. Este concepto tan completo de la justicia no conozco que
haya existido en ningún pueblo civilizado.
Otro dato interesante, asombroso: el primer jardín botánico de América ha sido establecido
en Méjico, y allí también se vio el primer jardín zoológico. Y no se crea que tales institutos se
redujesen a modestos planteles.
El jardín zoológico tenía una superficie tan grande, una serie tan rica de especies, tal
número de empleados y tan buenas instalaciones, que seguramente era comparable a los
mejores jardines actuales.
Aún podría agregar más: en cuanto al calendario, los mejicanos estaban ya antes de la
reforma gregoriana más adelantados que los mismos europeos. Habían llegado a calcular el
tiempo de la revolución solar de una manera más exacta que los astrónomos europeos, tan
exactamente, que muchos años antes del descubrimiento de América hubo una conferencia de
astrónomos mejicanos para resolver cómo se haría para salvar un error de 24 horas que por
acumulación paulatina se iba a producir al cabo de unos cuantos siglos.
He dicho todo esto para poner en clarisima evidencia que se trataba de un pueblo altamente
civilizado. Sin embargo, ese pueblo, debido a sus creencias o supersticiones, sacrificó a la
detestable costumbre de la antropofagia. Varios otros ejemplos hay, a cual más elocuente, de
pueblos relativamente adelantados, y más o menos antropófagos a la vez.
Pero no necesitamos apelar a ese argumento. Pues la antropofagia nunca ha existido entre
los verdaderos guaraníes que constituían, como he dicho, la aristocracia del grupo guaraniano.
Esta afirmación se puede sostener con un gran número de pruebas. Hasta es el caso de
preguntar: ¿cómo ha podido suceder tamaña equivocación, es decir, que se atribuyera a los
guaraníes tal costumbre?
Primeramente, diré que había cierto interés en deprimir a la raza indígena, interés unánime
entre los europeos que habitaban estos países.
Los civiles y el gobierno civil tenían un interés especial desde el punto de vista de la
esclavitud, en el Brasil y otros países, y de las «encomiendas» en el Paraguay. Cuestión de
intereses.
Se sabe que ordenanzas especiales establecían, o las costumbres admitían como lógico, que
el indio antropófago podía ser sometido por la fuerza, reducido a esclavitud y matado sin
compasión si se resistía. Por tanto había un interés inmenso en poder acusar a todos los
pueblos de Sudamérica de ser antropófagos. Como consecuencia, se hizo de esta tacha un
abuso evidentísimo.
Es lo que ha pasado poco más o menos en todas partes. Con excepción de muy pocos,
todos los pueblos de Sudamérica han sido acusados de antropófagos y agrego los de Centro
América. En todas partes existía ese interés, difícilmente confesable, pero, con todo,
explicable, y que ha tenido una influencia muy grande sobre las creencias que han quedado
entre las personas que no van a la fuente, que no averiguan el origen de las cosas.
Las mismas autoridades religiosas, durante la fundación de las Misiones y tiempos después
(no me refiero precisamente a las autoridades religiosas del país, ni mucho menos a los
apóstoles que con tanto sacrificio realizaron la obra muy humana, en todo caso, y desde el
punto de vista católico muy santa, de la reducción de los guaraníes) se dejaron ir a exagerar
los defectos del estado de civilización de los guaraníes, por una debilidad muy natural, o una
sugestión que no implica mala fe, sino imperfecto conocimiento o mala interpretación de
hechos y escritos.
Es claro que, proclamando a estos guaraníes como pueblos bárbaros, salvajes y
antropófagos, el mérito de aquellos apóstoles quedaba aparentemente muy aumentado. Es en
Europa, desgraciadamente, donde los apologistas, no obstante tener mucha razón de ensalzar
los méritos de estos apóstoles, han ido a exagerar los defectos que podían tener los pueblos
guaraníes, confundiéndolos frecuentemente con otros, no solamente respecto a la
antropofagia, sino a otras cosas también.
Esto se explica muy naturalmente. Poro cuando se recurre a las fuentes, se lee y estudia a
Montoya, Lozano y otros que sólo relatan lo que han visto, queda uno perfectamente
convencido de que tal acusación pierde su valor y no puede resistir al estudio de todos los
documentos antiguos, anteriores a Ruiz de Montoya.
Los primeros descubridores del Brasil hacen referencia a la antropofagia, pero generalmente
no se refieren a los pueblos verdaderamente guaraníes, sino a otros pueblos, de los cuales,
algunos, seguramente, han hablado el idioma guaraní. Pero ya os he explicado que una cosa es
raza y otra cosa es pueblo y lengua.
Pertenecían o eran dominados por los guaraníes, pueblos que ahora se llaman
guaranizantes, de otra raza, de índole distinta y que tenían otras instituciones sociales, pero
que habiendo sido sometidos por guaraníes, ya sea por la fuerza, ya por el influjo natural de
una civilización relativamente superior, habían adoptado el idioma guaraní.
Tales pueblos habían conservado naturalmente una parte de sus costumbres antiguas, y
entre ellas algunas malas. Así los Charrúas se mutilaban las manos cada vez que moría un
miembro de su familia. Otras costumbres bárbaras conservaban en el Brasil los pueblos que
sólo eran guaranizantes, considerados por los otros como de una clase inferior. Es posible que
ciertas tribus, que eran guaraníes verdaderos, pero considerados por los otros como más
atrasados, hayan tenido en ciertas épocas la bárbara costumbre de la antropofagia, pero nunca
la ha tenido el grupo de pueblos que en la pasada conferencia me he permitido llamar la
aristocracia de la raza guaraní, los cuales constituían el núcleo intelectual que nos interesa.
Pero, aun donde verdaderamente parece haber existido, es decir, entre los aludidos pueblos
guaranizantes, la antropofagia no llegó nunca a ser costumbre. De entre todos los guaranianos
(no digo guaraníes) la nación que más generalmente fue acusada de haberse dejado llevar
hasta la antropofagia, es la caraíbe, y tan lejos la leyenda fue que varios escritores emplearon
la voz «caribe» o caraíbe, como sinónimo de antropófago, aplicándola como calificativo a varios
pueblos de Sudamérica y aun de las cercanías del Paraguay, acusados de ser tales.
Felizmente, «es de todo punto probable – según Washington Irving, el historiador de Colón
– que tal pintura que se ha hecho de esta raza singular, haya derivado su triste colorido del
miedo de los indios y de las preocupaciones de los españoles. Eran los caraíbes el horror de
aquéllos y la pesadilla de éstos. Las pruebas que se presentan de su canibalismo deben
juzgarse con mucha circunspección... Era usanza general entre los naturales de muchas islas y
varias partes del Nuevo Mundo, conservar los restos de los difuntos, a veces todo el cuerpo,
otras la cabeza o algún miembro disecado. Estos restos, cuando se encontraban en las
moradas de otros indios contra quienes no existía semejante preocupación, se miraban
regularmente como reliquias conservadas por afecto o reverencia, pero si se hallaban entre los
caraíbes, se miraba con horror, como prueba de canibalismo.»
Pasando a otro asunto, diré que cierto público no estará lejos de insinuar una objeción, que
no seria tal, primeramente por ser un argumento sin valor, y en segundo lugar por ser hija de
preocupaciones «nostratocéntricas» poco serias. Esta tocaría al tipo físico, tan poco y
generalmente tan mal conocido fuera de aquí.
Existía en toda la serie de pueblos que constituyeron el grupo guaraniano, como en la serie
de pueblos que formaron parte del grupo y de la confederación guaraní, una multiplicidad de
tipos físicos. Esto existe en todas las razas humanas, por diferentes razones. Primeramente,
porque ninguna raza actual está constituida por un tipo único, debido a los cruzamientos que
han sido más o menos numerosos desde épocas remotas. En segundo lugar, por la razón de
que en toda raza existe una serie de fisonomías que es error tomar por tipos, y por fin, en el
mismo tipo o raza, aparecen formas diferentes, por mutación, reversión o atavismo, que
pueden alejarse mucho del tipo normal.
No obstante, en la serie de naciones y tribus que constituyeron la aristocracia del pueblo
guaraní, el tipo físico ha sido reputado como uno de los más hermosos de América.
Los primeros descubridores y mas entendidos observadores del Brasil, y precisamente los
primeros que con especialidad estudiaron las razas indias de ese gran país, declararon que
existían entre los guaraníes tribus cuyo tipo físico igualaba y hasta podía aventajar en algo al
de los europeos. Los que menos, conceden que había en esa población mujeres hermosas y
hombres bien puestos y de facciones regulares. El principal de aquellos exploradores ha dicho
que en una ciudad o gran pueblo que acaba de visitar, había visto mujeres cuya belleza podía
rivalizar con la de las más hermosas de Lisboa.
Los europeos que visitaron la región del Guairá, reconocen que en esas regiones existían
pueblos guaraníes que, si no fuera por la situación geográfica, y no existir ninguna memoria
protohistórica, se hubiera dicho venidos de Europa, por la semejanza de tipo con ciertos
europeos meridionales, particularmente con los españoles.
En el Norte del Paraguay ha sido siempre reputado el tipo físico de los itatines y tobatines,
de sus descendientes actuales del Paraguay y los chiriguanos, que son los descendientes de
ellos en Bolivia y en el extremo occidental del Chaco. Es evidente, por lo que se dejó escrito,
que entre los carios del centro de este país, no obstante su mezcla étnica, había hermosos
tipos.
En Matto Grosso existían los jarayés, los guarayos y varias otras poblaciones guaraníes de
semblante nada afeado. Los guarayos a que me refiero, pertenecían a la aristocracia de los
pueblos guaraníes, por más que se haya dalo también el nombre de guarayos a una parcialidad
de guayanáes, han sido alabados por su tipo físico hermoso.
Hay otros argumentos que apoyan la existencia de una civilización guaraní, y estos son
mucho más poderosos que lo que podían ser las objeciones referidas: primeramente extensión
de la lengua.
Es imposible concebir que la lengua de un salvaje se extienda a todo o a la mitad de un
gran continente, como es el sudamericano. Es imposible, digo, porque no existió ningún otro
ejemplo ni en el mundo antiguo ni en el mundo moderno. Al contrario: todos los idiomas de los
pueblos verdaderamente primitivos, de los pueblos inferiores en estado de civilización, se
habla por un número de tribus muy reducido, o por una sola, al punto que el número de las
lenguas llega, en otras regiones de América, y en partes de África y en Asia, a un número
enorme. Todo lo contrario pasa con la lengua guaraní, que no solamente se ha extendido a una
gran parte del continente, sino que a pesar de las grandes distancias, se ha mantenido en una
unidad admirable: es un signo de antigua civilización muy elocuente.
Otro signo, más elocuente aún, es la influencia que esta lengua ha tenido sobre las otras
naciones no guaraníes ni guaranianas, de raza completamente distinta, como los pampeanos
de D’Orbigny, los goyatacás, tapuyas, «gucks », «grens» y hasta los botocudos, indios del
centro del Brasil, y otros de Venezuela, Amazonía y Guayanas, que no pertenecían a la raza
guaraniana, y hasta a otros indios del mar de Caribes y las Antillas. Esta influencia se revela
en palabras de mucha importancia que se deslizaron en el idioma de esos pueblos, como son
aquellas que expresan algo relacionado a religión, a costumbres, trabajos, agricultura,
indumentaria y, en general, a civilización.
Así, el nombre guaraní del Dios Supremo, Tupâ, se ha extendido a un número elevado de
pueblos no guaranianos, pertenecientes a otras razas, como los koropós, machaculí,
cumanochós, pañames, macuníes, puris, coroados, malalis, cocos y muchos otros, incluyendo
a los mismos botocudos, antropológicamente tan alejados. Y, como se comprende, no era el
nombre sólo el que se trasmitía, sino el concepto correspondiente con las ideas religiosas
fundamentales, que esos bárbaros comprendían bien o mal.
Como otro ejemplo muy elocuente, y no conocido, puedo citar un pueblo muy alejado, el
araucano, que habita en Chile, y, por más que se haya extendido sobre la Pampa, siempre se
encontró a una gran distancia de los centros guaraníes. En el idioma de ese pueblo, las
palabras cama, casa, perro, tabaco y otras que indican algo que tiene referencia con el estado
social, o conocimiento de cosas de la naturaleza, o algún adelanto en la vida y la evolución,
son de origen guaraní.
Es evidente que el influjo de la civilización relativamente superior de la raza guaraní ha ido
extendiendo poco a poco los conocimientos y algo de la lengua, por consecuencia, a todos esos
pueblos inferiores.
Otros ejemplos muy elocuentes, y que se refieren al estado social o adelanto en un sentido
cualquiera de la raza guaraní, expondré en un trabajo más extenso.
No puedo omitir, no obstante, otra prueba evidente, en lo que respecta a lo que acabo de
citar. He hablado de varios pueblos que han ocupado una vasta extensión en esta América y
que han constituido una confederación guaraní cuyos rastros aún existen. Y este es un ejemplo
muy elocuente de una verdadera civilización. Esta es prueba tan seria como la que se refiere a
la lengua, y se completa por este dato: que no podríamos citar ejemplo de un pueblo salvaje
que haya podido imponer su lengua a otros pueblos más civilizados y sobre una extensión muy
grande en función de espacio y de tiempo, o de una manera definitiva.
Otro argumento es la perfección de la lengua. Esto se prestó a muchas discusiones, en las
cuales, desgraciadamente, no todos terciaron con un caudal de datos serios y el previo estudio
indispensable. Muchas discusiones han tenido lugar y tendrán todavía. Pero para juzgar de la
lengua guaraní el mejor medio es indudablemente remontar a las mejores fuentes, y dejando
de insistir sobre los defectos que pueda tener un dialecto, naturalmente imperfecto e
incompleto, como todos los dialectos locales o provinciales, consultar lo mejor que se ha
escrito, ya sea en el Brasil, ya sea en el Paraguay, ya en Europa. No hay que olvidar que el
rústico de ningún país habla con perfección, pues el habla vulgar no constituye, ni mucho
menos, la lengua clásica o perfecta de ningún pueblo. No hay que oír las opiniones de las
personas que no hacen caso de estos principios, o denuncian graves imperfecciones por falta
de datos suficientes y no haberse especializado en estos estudios, sino el parecer de los
gramáticos y lingüistas, principalmente a los primeros como los Padres Anchieta, Ruiz de
Montoya, Restivo y Lozano, los cuales hablaron con los guaraníes primitivos, con los guaraníes
que todavía no habían tenido contacto alguno con los europeos en esa época, o habían
conservado pura su bella lengua, que aquellos Padres trataban de conocer profundamente para
los fines que se proponían. También el de los lingüistas modernos, que pueden comparar todos
los documentos vivos y muertos, y completar, reconstituir con ellos lo que el pasado
verdaderamente fue. Y bien, todos los que han estudiado a fondo la lengua guaraní, están
contestes en que es de la mayor perfección; todos ellos la califican de admirable, o cuando
menos, muy rica, suave, muy armoniosa, y sobre todo, muy expresiva, clara y concisa. Por
otra parte, todos están conformes en que una lengua superior, por sus cualidades, estado
evolutivo y riqueza de expresiones, no pudo ser hablada sino por un pueblo que hubiese tenido
una civilización correspondiente, y esto podemos decir de la lengua guaraní.
Bien sé que algunos han creído hallar un carácter de inferioridad en una supuesta ausencia
de nombres y voces para indicar ideas abstractas y ciertos conceptos generales de orden más
o menos elevado. Pero este errar vino también de haber confundido el hablar del vulgo con la
lengua intelectual, que son dos cosas muy distintas, por más que existan paralelamente en el
mismo pueblo y en la misma época. Pasa lo mismo entre todos los pueblos europeos. El
príncipe de la lingüística, Max Muller, ya hizo notar lo pobre que es el habla de los campesinos
de Europa, los que no hacen uso en la práctica sino de un número de voces muy reducido.
Los guaraníes tenían también su lengua intelectual, la que diríamos clásica, con las voces,
locuciones y formas que generalmente sólo usa el hombre notable para expresar conceptos
elevados. Y esas voces son precisamente las que más pronto desaparecieron entre los
mestizos y aldeanos, o que los españoles no necesitaron o no supieron aprender, pues, sobre
ser para ellos difícil el comprenderlas bien, estaban demás para las relaciones exclusivamente
materiales que tenían con los indios. Con excepción de los religiosos, no me consta que un solo
español, en cuatro siglos, haya destinado unas horas al estudio de la religión y moral guaraní,
o con el fin de compenetrarse de la mentalidad, de alma, de los sentimientos íntimos de la
raza con la cual con fundía su sangre. El mismo Azara, uno de los raros observadores de la
naturaleza, un coloso a este respecto, despreció olímpicamente todo eso y haciendo suyas las
preocupaciones e ideas más vulgares, perdió de enriquecer su grande obra con un capitulo que
la importancia del tema y el poder de su inteligencia hubieran hecho espléndido.
Con todo, las voces y expresiones a que me refiero están lejos de haber desaparecido
completamente. Aun más diré, que la mayor parte vive todavía entre las tribus
independientes, siendo además bastante numerosas las que el olvido no ha borrado
completamente en nuestras campañas donde esperan la acción del estudioso que las libre del
polvo de los siglos y les dé nueva vida. Esta será tal vez obra muy patriótica, será
seguramente obra científica de mucha importancia; pero sólo podrá ser la obra de muchos o
de mucho tiempo, pues se trata de una mina difícilmente agotable. Pero desde ya se puede
afirmar que no falta al guaraní casi ninguna de las voces que se necesitan para la
comunicación de las ideas abstractas, y esto sin apelar a los idiomas extranjeros ni a palabras
convencionales, como hacen otros pueblos.
Ahora bien, el desarrollo de la lengua, como todos bien sabéis, va paralelamente con el
desarrollo de la mentalidad: las palabras, las expresiones, se buscan, se inventan, se crean, a
medida que hacen falta. Los pueblos inferiores no las tienen, porque en su mentalidad limitada
no necesitan sino un reducido número de expresiones; pero los superiores se ven obligados,
por la evolución de su propio estado social, a embellecer, a enriquecer su propia lengua. Así
que tal vez mejor prueba no pueda existir de la civilización de un pueblo que el desarrollo muy
adelantado de su lengua.
Otra prueba siempre tangible de la existencia no solamente, sino del poder de un estado
social, está en su influencia sobre la constitución política. En Sudamérica, cuando se estudia la
historia oficial, se ve que los autores atribuyen todos los acontecimientos, los movimientos
políticos, las invasiones, guerras y conquistas, en fin, todas las vicisitudes internacionales, o
interprovinciales, a la acción inicial y directa de los gobiernos y a la intervención de los
europeos, sin hacer generalmente mención de la influencia que hayan tenido en ellos los
pueblos indígenas.
Ciertamente la influencia que han tenido en la constitución política internacional la mayoría
de los pueblos sudamericanos ha sido muy débil. La de los más es nula o apenas notable; la de
los mismos incas no sólo podemos ponerla en duda, sino darla por negativa, pues el pueblo de
los incas no ha podido ejercer una influencia sobre la distribución política de las naciones
sudamericanas, su delimitación y poder en el concierto de las naciones actuales, sino que él
mismo quedó dividido en fragmentos. Todo lo contrario pasa con el conjunto de los pueblos
guaraníes.
Se puede decir, que si todo el Amazonas perteneció a Portugal, y actualmente al Brasil –
está reconocido por historiadores brasileros – es debido a la fuerza armada y sobre todo al
mando de un jefe indio guaraní. Ejércitos guaraníes, o tupíes, levantados de sus pueblos, del
interior del Brasil, son los que han repelido a otros pueblos que se hubieran tal vez apoderado
de la mitad del Brasil, puesto que ya tenían en sus manos casi todo el Amazonas. Un general
guaraní no solamente ha mandado su ejército de indígenas, sino al de los portugueses
también. Este fenómeno, de jefes indígenas mandando a fuerzas mixtas o soldados europeos,
ha sucedido en estos países en varias ocasiones, en las guerras o defensa contra los franceses,
ingleses, normandos, holandeses, y en las largas luchas que han sostenido durante mucho
tiempo los pueblos europeos que se disputaban el dominio de este continente.
La intervención, no solamente de los contingentes guaraníes, que eran muy superiores en
número al de los españoles o portugueses, sino también de capitanes indígenas, jefes
enérgicos e inteligentes y capaces de arrastrar en pos de sí a todo un pueblo, han tenido su
parte de influencia en la delineación del mapa político del continente.
A todo esto podríamos agregar, que la existencia misma del Paraguay en el mapa
sudamericano es debida, sobre todo, a la existencia de un espíritu guaraní; es debida a que el
alma de la raza no se había perdido, a pesar de todas las amargas vicisitudes por las cuales
habían tenido que pasar los pueblos guaraníes, desmembrada su confederación y destruidas
sus poblaciones por los cazadores de esclavos y demás interesados en el desmembramiento
para poblar las encomiendas. Después de tantas amarguras aún persistía un núcleo suficiente
de poblaciones para representar a aquellos pueblos. Es debida al despertar y a la constancia
del pueblo guaraní, que exista como una necesidad histórica, la independencia política del
Paraguay. Porque es para mí evidente que, si el Paraguay hubiera sido poblado de españoles
exclusivamente y no hubiese tenido un carácter especial desde los primeros tiempos, no se
hubiese mantenido siempre como una entidad más o menos separada de las demás.
Ni hubiera tenido fuerzas suficientes la acción de las personas que encabezaron la lucha
para defender la independencia de todos los esfuerzos que, por un derecho natural, los pueblos
vecinos hacían por redondear sus limites y ensanchar sus fronteras.
Esto me trae a la cuestión de la influencia de la raza. Poniéndome en el punto de vista del
naturalista, que me parece, es donde se debe estar, todo lo que veo y todos los hechos
observados me imponen la persuasión de que la influencia de la raza es absolutamente
preponderante en la mentalidad de los pueblos y guía sus acciones. Se ha discutido, y existen
diversas opiniones al respecto; sin embargo, los hechos reales, bien observados, prueban que
ninguna condición pudo haber influido como la de raza.
Por ejemplo, las condiciones económicas pueden modificar el aspecto exterior, las
condiciones de vida, hasta durante siglos, de un pueblo o de todo un continente – el Paraguay
y la América latina durante el coloniaje y ahora mismo, son ejemplos – pero no modificar
verdaderamente el fondo. Cuando esas condiciones económicas desaparecen o se cambian,
vuelven otra vez las cosas a presentarse como antes, y el espíritu de la raza vuelve a dominar
como si no hubiera existido en las condiciones que lo habían mantenido aparentemente
deprimido.
Las condiciones religiosas pueden influir mucho sobre la mentalidad e influyen siempre, a
veces profundamente; sin embargo, no borran las huellas de la raza. Un católico alemán y un
católico español siempre presentarán en su mentalidad, aun creyendo absolutamente en los
mismos dogmas, diferencias tales, que pondrán en evidencia el poder de la raza.
Las condiciones del clima ejercen seguramente una gran influencia, pero por ser condiciones
físicas que influyen sobre el organismo. Efectivamente el clima ha demostrado en varias
ocasiones, que puede modificar hasta cierto punto los caracteres de la raza, sobre todo
modificar los más aparentes. Los caracteres fundamentales los modifica difícilmente si otros
factores no entran en juego.
Ahora, si estos factores se presentan reunidos, son mucho más poderosos. Si por ejemplo,
hay un cambio total de ambiente, no solamente de clima, sino de condiciones de vida en
general, entonces el nuevo ambiente puede ejercer una influencia poderosa sobre la
mentalidad y operar verdaderas transformaciones. Tenemos de estos varios ejemplos: podré
citar como el más reciente el descubrimiento hecho en el extremo norte de Norte América y en
la zona polar, de una tribu esquimal, que es nada más que una tribu escandinava, constituida
por europeos puros, que se han establecido seguramente en los primeros tiempos del
descubrimiento normando, en el siglo XI y hoy día se encuentran hablando el esquimal, sin
conocimiento de otro idioma, con todos los hábitos de los indígenas y con toda su mentalidad,
reducidos a verdaderos esquimales, y, cosa curiosa, sin recuerdos de su origen. Esta tribu es
sumamente interesante de estudiar, porque su mentalidad se ha atrasado hasta el nivel de la
de los indígenas, que constituyen indiscutiblemente la tribu más atrasada de Norte América.
Habrán ido a ese país siendo ellos muy civilizados, hace ocho siglos próximamente, y ya han
perdido totalmente la [10] civilización que tenían los europeos, han perdido hasta el recuerdo
de su emigración, y se encuentran hoy reducidos a nivel de pueblo inferior. Esto prueba lo que
puede el medio ambiente, cuando es alterado en todas sus partes, y confirma lo dicho de la
raza, pues a un cambio físico exterior completo, corresponde un gran cambio interior; el
organismo se modifica y con él una parte de los caracteres de la raza.
Pero nada de eso ha sucedido con los guaraníes y los españoles del Paraguay. Los guaraníes
no han salido de su continente ni de su país y no han cambiado de medio ambiente. Los
españoles, si bien han sufrido algún cambio, ha sido en muy poco, puesto que se han
trasladado a un clima muy parecido, y a un medio que no les imponía mayor cambio en su
manera de ser. En estas condiciones, la influencia del medio ambiente no puede por tanto ser
tenida en cuenta para estudiar la mentalidad actual de los elementos que constituyen el pueblo
paraguayo, sino que debemos buscar su génesis en otros órdenes de ideas.
Se ha tratado de explicar ciertos aspectos de la mentalidad paraguaya, por la influencia de
la educación política y religiosa. La verdad es que el Paraguay, bajo este doble punto de vista,
ha estado por mucho tiempo en condiciones muy especiales. La organización de las misiones
jesuíticas primero, más tarde los gobiernos dictatoriales de la primera fase de la
independencia, son seguramente hechos históricos importantísimos, y es justificado el pensar
que hayan ejercido una influencia notable en cierto orden de cosas. Pero esta influencia no
puede haber ido hasta modificar la índole natural de la nación. Me bastan dos pruebas; la
uniformidad del carácter moral e intelectual, o sea de la mentalidad paraguaya, en las
diferentes regiones del país, y la gran semejanza, si no identidad de carácter, entre los
guaraníes del Paraguay y los de otros países, confirmada por lo poco que difieren a este
respecto los nacionalizados de los independientes.
Por tanto, eliminados esos factores como determinantes fundamentales, no nos queda,
absolutamente, más que la influencia de la raza. En esto, como en otras cosas, el criterio del
naturalista tendrá que imponerse: las funciones el órgano son inseparables. Desde luego, si
admitimos, como es forzoso, que la raza es establecida por una serie de caracteres físicos
fundamentales, completados de una serie de modificaciones orgánicas, tendremos, como
consecuencia necesaria, que la raza puede también ser establecida por una serie de funciones.
Que la mentalidad queda íntimamente ligada a lo físico, es algo que ya no se discute, hasta el
punto que hoy día muchos se han preguntado si es que existe una constitución psicológica
verdaderamente independiente de una constitución fisiológica, la cual, ella misma no depende
sino de una constitución morfológica. Si no se puede, de una manera terminante, contestar a
este problema con una afirmativa, cuando menos, la tendencia de los estudios científicos
conduce a ella. De manera que nos vemos forzados a decir que, cuando menos en una gran
proporción, las acciones importantes del individuo o la nación, antropológicamente hablando,
tienen lugar bajo la presión constante de la influencia de raza.
Esta no desaparece sino aparentemente. En este orden de ideas, tenemos pruebas muy
fehacientes de la resistencia del espíritu de raza a todos los embates. Se pueden citar muchos
ejemplos, no citaré más que uno en obsequio a la brevedad: el pueblo egipcio.
Una de las más célebres civilizaciones antiguas ha sido la egipcia. Quizá el mundo antiguo
no tenga nada comparable, ni en elevación de ciertos conocimientos, ni en el conjunto, ni por
la duración extraordinaria, con la civilización egipcia. No obstante de que el pueblo egipcio ha
sido invadido y sometido por pueblos bárbaros en más de tres o cuatro épocas, durante su
larga vida, de que algunas veces ese pueblo ha tenido que sufrir la brutal dominación de
aquéllos, el espíritu y la mentalidad de la raza reaparecía cada vez que los invasores han
tenido que retirarse. Poco a poco, como un fermento latente que no aparecía, pero que vivía,
se desarrollaba lenta, pero segura y eficazmente; el espíritu de raza llegaba a recobrar el
predominio y el pueblo invasor tenía que sucumbir ante el despertar del alma nacional. ¿Y
cómo se ha producido ese pueblo después de haber expulsado a los invasores bárbaros?
De la misma manera y con la misma mentalidad que había tenido anteriormente a la
invasión. En los últimos tiempos el Egipto ha sido sometido por los árabes.
Pocos son los pueblos que han tenido el poder de influenciar a los pueblos conquistados
como el árabe. El árabe ha impuesto su lengua al Egipto; también impuso su civilización, su
religión y en parte sus costumbres, pero nunca pudo imponer su alma a los egipcios. Ha
impuesto su mentalidad en otras partes de Africa sobre las poblaciones árabe-negras, que
apenas tienen una cuarta o una octava parte de sangre árabe; pero no ha podido, no obstante
largos siglos, cambiar el alma ni imponer la mentalidad árabe sobre el Egipto, porque los
egipcios son descendientes de un pueblo superior, y el descendiente de un pueblo superior
conserva su mentalidad, aun cuando sea oculta y deprimida, pero en realidad, tal vez intacta,
y esa mentalidad no espera nada más que un momento favorable para reaparecer en toda su
plenitud.
Los egipcios actuales, no obstante la dominación muy larga de un pueblo que no era
bárbaro, sino que poseía una verdadera civilización, y tenía sus letras, sus artes y sus ciencias,
hoy día se despiertan, el alma de la raza empieza a conmoverse, y seguramente en un
próximo porvenir aparecerá por quinta o sexta vez la civilización egipcia con nuevos caracteres
y ese barniz cosmopolita que es común a todas, pero sobre la base de la mentalidad nacional.
La ley universal obliga a los naturalistas a admitir que todos los organismos nacen, crecen y
mueren. Cuando se dice todos los organismos, no se refiere únicamente a los individuos, sino
también a los organismos complejos o colectivos, como sería, por ejemplo, un pueblo. Un
pueblo, una raza también, tienen que someterse a esa ley general, y por tanto desaparecer
como todos los organismos. Cierto; la ley es así. No quiero aludir a una excepción, parque tal
vez no exista. Si bien los últimos descubrimientos de la ciencia dejan abierto cierto campo a
las especulaciones ultra científicas, por el momento debemos limitarnos a la de la ley general
de que todo nace, vive y muere. Pero hay lugar para una excepción aparente, y siquiera de un
alcance relativo. Los pueblos, y hasta cierto punto las razas, pueden seguir viviendo casi sin
límite y las actuales hasta una época muy remota en lo futuro. Es que existen otros medios, la
naturaleza tiene otros recursos y estos son el cruzamiento y el cambio de ambiente.
El cambio de ambiente es un medio natural, poderoso, para regenerar a los pueblos y las
razas, para levantar de nuevo a los pueblos que, debido a condiciones económicas
desastrosas, a catástrofes nacionales, plagas terribles, epidemias, invasiones o a cualquier
acontecimiento de esa gravedad, han tenido que sucumbir momentáneamente o se han visto
echados de sus países.
El cambio de ambiente puede atrasar a pueblos, hasta el punto que he indicado como
ejemplo, sólo cuando ese ambiente es completamente adverso, desde el punto de vista físico y
negativo a todo lo que es progreso, a toda evolución favorable en lo intelectual y moral. Pero si
en vez de eso, el ambiente es tal, que sólo siembra el camino de dificultades superables que
estimulan la energía del hombre, como el medio sudamericano, que es en cierto modo
parecido al europeo, no solamente las razas no sufren cambios en el sentido regresivo salvo, a
veces y por cierto tiempo, alguna dejadez o retraimiento en los refinamientos de la educación,
sino que se mejoran notablemente.
Refiriéndome especialmente al Paraguay, recordaré que Azara fue el primero en indicar que
la misma raza española, considerándola independientemente de todo cruce con la raza
indígena, presentaba un tipo físico más aventajado, comparándola con los pueblos del reino.
Desde el punto de vista intelectual, el cambio fue tal vez igualmente favorable al desarrollo de
una sana y fuerte mentalidad.
Existe otro medio, como he dicho, que tiene la naturaleza para prolongar la existencia de la
raza con buena parte de sus caracteres físicos y morales, y bastante capacidad para renacer a
la civilización, después de las mayores catástrofes y largos eclipses: es el cruzamiento.
Mediante el cruzamiento de los pueblos, forman, se puede decir, pueblos nuevos, que
conservan la mentalidad de los que los han originado, en proporciones que varían según las
condiciones respectivas de los elementos generadores. Es decir, que, si por ejemplo, la
población de la raza A, ha sido mucho mas numerosa, su influencia sobre los caracteres
dominantes de la nueva raza será mucho más eficaz que la de la raza B. Parece, no obstante,
que si ha habido gran diferencia en el desarrollo intelectual, lo resultante, desde el punto de
vista mental, puede ser diferente de lo que indicaría la proporción numérica; este es un
problema complejo. En el Paraguay, de ambos lados ha habido una influencia fuerte, puesto
que en el pueblo que hoy ocupa este país aparece en proporción muy notable tanto el tipo
antropológico guaraní como el europeo, y sobre todo el español. Sin embargo, es evidente que
la raza guaraní ha tenido mucha mayor población, ha tenido mayor influencia que los
españoles en la formación de la población actual. El estudio antropológico lo probará bien
claramente. Para quien no haya estudiado la cuestión desde el punto de vista especial
antropológico, la influencia de la raza guaraní no siempre es visible.
Existe, como ya he dicho al principio, en cuanto al tipo físico de los indios, un criterio
errado, consecuencia de vulgar preocupación. Cuando hablamos de indios, nuestra
imaginación, generalmente, nos presenta un físico inferior, un ser bastante afeado, con algo o
mucho de brutal en su semblante, no obstante lo regular del cuerpo y hasta cierta perfección
en las proporciones, que muchos le conceden. En suma, un cuadro deprimente.
En realidad, y ya lo hemos visto, entre los tipos físicos de los diferentes indios guaraníes, se
ha encontrado toda la serie hasta los tipos superiores más hermosos, predominando las
facciones regulares. En la cruza de guaraníes con españoles sucede frecuentemente que los
descendientes parezcan en su mayoría españoles. Es debido sobre todo a que del lado guaraní
ha habido un tipo que por su desarrollo físico, ya presentaba cierto parecido con las razas
europeas, y esto ha sucedido con frecuencia, tanto más cuando los españoles daban
naturalmente la preferencia a los tipos más hermosos.
En resumen, el pueblo paraguayo, tal como está constituido actualmente sobre la base del
pueblo guaraní, mirado por todos los lados, tanto por su primitivo origen y el ambiente en que
se ha desarrollado, como por los componentes principales de la raza, se encuentra en
condiciones excelentes para la formación y desarrollo de una mentalidad nacional, que no
solamente posee todas las condiciones naturales favorables, sino que está sobre la buena vía,
para llegar, mediante el esfuerzo educativo, a un grado indiscutiblemente superior.
Efectivamente, estamos notando en este país un verdadero despertamiento de la
intelectualidad. Este fenómeno es general en Sudamérica, cuando menos en buena parte de
las naciones que la componen; pero como quiera que sea, es más notable en el Paraguay,
considerada la inmensidad de la catástrofe que sobre este pueblo ha pesado. No existe ningún
ejemplo en la historia moderna, difícil es también encontrarlo en la antigua, de un pueblo que
haya sido destruido al punto de no sobrevivir sino la cuarta o quinta parte de la población. Una
catástrofe tan grande, naturalmente ha producido una inmensa depresión, que para otras
razas que no fueran tan viriles, y no tuvieran una energía indómita y una serenidad especial
para arrostrar todas las dificultades, seguramente hubiera producido el aniquilamiento total. El
aniquilamiento no se ha producido, sino que a poco andar, al cabo de pocos lustros, desde que
la campaña ha empezado a poblarse, desde que la capital ha llegado a ser realmente una
ciudad, con una vida social, a medida que iban desapareciendo las condiciones deprimentes
que pesaban como una losa terrible sobre toda la nación, el desarrollo de la intelectualidad se
ha producido y ha hecho los más rápidos progresos. Así es que, queridos jóvenes y honorables
caballeros: el presagio que puedo sacar de todo eso para el porvenir de nuestra patria natural
o adoptiva, es completamente halagador. Yo no traigo todos mis pensamientos, pero vosotros
los comprendéis, y estoy seguro que vuestra generación y las generaciones sucesivas, los
comprobarán y confirmarán completamente.– He dicho.
(Grandes aplausos).
NOTAS
15- Esto decía yo el 2l de Agosto. Por una feliz casualidad, el 23 de Septiembre, por los diarios
del Plata, llegaba a la Asunción la noticia de haberse, por fin, descubierto las ruinas de la
misteriosa ciudad de Bahía, verdadera ciudad, como lo prueban los restos y monumentos
encontrados. El feliz descubridor, Lindolfo Rocha, tuvo la suerte de arrancar a la selva la
misteriosa presa. Pero si en un Estado tan poblado y adelantado como el de Bahía, una
ciudad o sus ruinas pudieron permanecer ocultas por varios siglos, desafiando a la
constancia de los buscadores y a la curiosidad pública estimulada, por un largo y
animado debate – ¿no es natural pensar que las inmensas soledades e interminables
selvas que van desde el Paraguay hasta las Guayanas; todavía nos reservan muchas
sorpresas?
NOTAS DE LA EDICION DIGITAL
9] Tal vez los guaraníes, que construyeron una civilización "botánica", se dedicaron a estudiar
y a proveerse de una naturaleza embriagantemente rica que encontraron y veneraron;
jamás habrían seguido la misma evolución de quienes se han "impuesto" a ella,
arrasándola.
10] La trascripción taquigráfica reemplazada: ...la totalización de...
Biblioteca Virtual del Paraguay
Dr. Moisés S. Bertoni
Resumen de
PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA
DE LOS
PAISES GUARANÍES
APENDICES
I
UNA EXPLICACIÓN NECESARIA – LAS INSCRIPCIONES
Puerto Bertoni, el 9 de Febrero 1915
La forma en que se presenta al público este trabajo, así como el tiempo que ha transcurrido, lo
cual ha podido dar lugar a ciertos comentarios erróneos por carencia de texto impreso, o prematuros
por falta de exposición documentada, todo esto me obliga a agregar algunos renglones, como
advertencia final a los hombres de ciencia y de buena fe, y prevención a los que, no siendo ni esto ni
aquello puedan suponer fácil su tarea.
Confieso que, expuesto así como está, el esbozo presentado en estas conferencias, más se parece
a un sumario que a una obra verdadera; y que, en su segunda parte, para algunos puede tener más
aspecto de esfuerzo educativo de carácter esencialmente nacional, que de indagación estricta y
serenamente científica. El mundo científico, hoy día, ya no está acostumbrado a que se afirme sin
probar, con buenos documentos, hechos concretos, y una exposición completa, si no minuciosa.
Empero, cualquiera comprende que esto no es posible en conferencias públicas, y mucho menos,
en tratándose de un tema tan vasto y de aspectos tan diversos. El tiempo, nuestro peor tirano,
impone la mayor concisión. Por otro lado, la claridad de las síntesis oralmente expuestas, exige
frecuentemente parsimonia en los análisis, cuyos detalles deben ser completos y muy claramente
expuestos, lo que por lo común sólo es posible por escrito.
Las conferencias que yo di, no me permitieron sino exponer una síntesis de los principales
capítulos de una obra cuyo sumario el público ya conoce, y de la cual una parte está en prensa, y
otra, precisamente la que corresponde a la segunda y tercera conferencia, irá durante este año, salvo
fuerza mayor. Es en esta parte que irá toda la documentación necesaria, la exposición completa y los
detalles que no podían caber en unas conferencias, y no es posible dar en una rápida exposición
verbal. Y en cuanto al valor de las pruebas a que me refiero, yo creo poder asegurar a los buenos
paraguayos y a los verdaderos amigos de este calumniado país, que los que se holgaban de saber
que sus orígenes no son por ningún lado deprimentes, y los que se felicitaban de ver que este pueblo
es aún más digno de sus simpatías, no verán frustrada su esperanza en una exposición todavía más
convincente.
No me guió ninguna idea preconcebida; al contrario, al pisar estas playas y emprender mis
indagaciones, me hallaba bajo el imperio de las preocupaciones y creencias generales. La
conclusión a que he creído poder llegar, no la busqué. A ella he sido llevado por la elocuencia de los
hechos, como creo serán llevados todos los que éstos consideren de buena fe y dispuestos a
abandonar todo antiguo prejuicio. De haber sido los resultados muy distintos, los hubiera enunciado
con igual franqueza, como oportunamente enunciaré otros menos halagüeños. Yo, alejado de todo y
de todos, yo, que desde mi adolescencia he perseguido el ideal del máximun de independencia por
el mínimum de necesidades, que nunca he buscado sino la soledad, o la sociedad de los humildes,
que sólo por condescendencia he salido alguna vez del seno de la naturaleza virgen, al cual he
vuelto y en el cual ansío permanecer,... ¿qué interés puedo yo tener sino en buscar la verdad, e
instruir a esa generosa juventud, a la cual me felicito haber sacrificado diez años de mi vida, porque
he podido conocerla y estimarla?
Y si por esta vez, el resultado de indagaciones imparcialmente profundizadas ha satisfecho al
sentimiento nacional, tan frecuente e injustamente ofendido, contribuyendo a levantar los
corazones, ¿por qué no hemos de valernos de este resultado, como medio para infundir a la juventud
algo de esa bella confianza en sí mismo, sin la cual nunca fue posible acometer grandes empresas,
ni hacer patria digna y respetada?
Lo cual consignado, de buen grado reconoceré no haber hecho obra perfecta, y agrego que no
pretendo hacerla. Hasta entiendo que no sólo en mí, sino en otros mucho más autorizados, sería
necedad el pretenderlo. De no haberlo confiado todo a la memoria, en una exposición
exclusivamente oral, hubiera seguramente restringido ciertas partes, con el fin de reforzar otros
argumentos, que en la precipitación del decir, a veces no resultaron expuestos con la claridad
necesaria.
Verbi gratia, lo referente a las inscripciones amazónicas. Durante mucho tiempo se discutió a
cuál de los pueblos había que atribuirlas, y no se puede decir que la discusión esté completamente
terminada. Pero se está de acuerdo en atribuirlas a un pueblo cuyo nombre es «goananí», según la
ortografía que, de entre varias parecidas, es apoyada por mejor autoridad. Y yo no puedo ver en
estas palabras sino una levísima modificación del nombre «guaraní», el cual por otro lado, ha
sufrido, en diversos tiempos y lugares alteraciones parecidas, como ser: kuaraní, goaraní, guahaní y
tal vez también guanahaní (16); alteraciones que en parte, las últimas especialmente, lo son
probablemente sólo en apariencia, debido a imperfecta audición, o a la dificultad de escribir con
nuestros alfabetos la sílaba «iâ», que en origen parece haber sido más o menos nasal, volviéndose
nasal la consonante igualmente, según la regla guaraní. Si se agrega que la cerámica de Marajó,
aunque en general más perfecta, es muy parecida a la de los otros pueblos guaraníes y presenta
objetos de hechura, forma y dibujo idénticos y se tiene en cuenta que en la época del
descubrimiento sólo había guaraníes en esa región y en las vecinas, en las que, además, todos los
nombres geográficos eran puramente guaraníes, debemos reconocer que las probabilidades de que
los hombres que nos dejaron esos restos pertenecieran al grupo guaraní, rayan casi en la seguridad
completa.
Por otro lado, sería tal vez demasiado arriesgado, pero no absurdo, el suponer que esas
inscripciones pudieran indicar una infiltración o influencia cultural egipcia. La suposición ya fue
hecha hace mucho, por un autor que conocía bien al Egipto y su escritura, y si bien no prosperó, por
parecerse en aquel tiempo a una paradoja, no estaría demás que se realizaran nuevas investigaciones
con el fin de esclarecer completamente el punto; pues los recientes hallazgos hechos en los Estados
Unidos, de objetos de arte extraordinariamente parecidos a los egipcios, no excluyen en absoluto a
esa suposición. En todo caso, el parecido innegable y muy notable de los jeroglíficos de Marajó con
los egipcios, es por sí solo un argumento y la prueba de una cultura elevada; mejor aún, si la
evolución se ha producido separadamente.
En cuanto al valor de las demás inscripciones lapidarias del Brasil, Paraguay y regiones
limítrofes, en lo que toca a la mayor parte de ellas, me adhiero a las conclusiones de la obra del
Señor A. de Carvalho; pero insisto en que al respecto de alguna de entre ellas no es posible llegar a
una conclusión definitiva sin más completo estudio, y que, además, hablando de éstas y también de
algunas de aquéllas, es inverosímil e inadmisible lo que pretendieron algunos, esto es, que no
representen sino meros pasatiempos.
Lo que se sabe de los hábitos de los guaraníes antiguos y modernos no hace aceptable, a priori,
tal suposición, que tal vez a posteriori tenga que ser abandonada para todos los casos; por otra parte,
el hecho aducido de que los indios actuales suelen, de paso, ahondar o refrescar las inscripciones o
glifos que amenazan desaparecer, no me parece probar nada en favor de dicha suposición, sino más
bien en contra pues no se cuida generalmente sino lo que se aprecia; por fin, el hecho de que los
indios actuales no sepan qué significan esas inscripciones, y alguno de entre ellos crea que nada
representan, esto prueba únicamente que en estos países pasa lo mismo que entre la gente no
instruida de muchos pueblos civilizados de Europa y Asia.
II
LA TRADICIÓN
He atribuido mucho valor a la tradición. Los geólogos modernos no son frecuentemente de este
parecer; pero esto no viene de que hayan hecho de las tradiciones algún estudio comparándolas con
las conclusiones a que la ciencia ha podido llegar por otras vías, sino, por lo contrario, de que la
gran mayoría de entre ellos no se ha preocupado de la tradición, dejándola a los folkloristas e
historiadores. La verdad en la ciencia como en lo demás, puede aparecer por vías muy diversas, no
pocas veces inverosímiles y sorprendentes. Las ciencias, divorciadas ayer una de otra, celosas y a
veces casi hostiles entre ellas, se van ligando hoy día cada vez más íntimamente, se piden y
conceden recíprocamente frecuentísimos auxilios, al extremo de que aún las que se consideraban
como las más alejadas y sin relación posible entre ellas, comprenden que en la lucha por la verdad
ninguna puede prescindir completamente de la otras.
La tradición, no hay para que dudarlo, se presenta como un elemento que no debemos descuidar
más. Por supuesto que no lleva siempre al conocimiento de la verdad; tampoco ha de aportar luz
provechosa en todos los casos. Pero si comparamos las numerosas y muy variadas hipótesis
emitidas durante el último medio siglo sobre la conformación y las modificaciones de los
continentes durante la última época geológica, así como las migraciones de pueblos, y recordamos
siquiera en parte los innumerables argumentos aducidos por los geólogos y paleontólogos, aquéllas
y éstos frecuentemente en abierta contradicción y destinados por tanto a ser en buena parte
abandonados, llegaremos seguramente a admitir que el argumento estrictamente científico dista
muchísimo de ser siempre infalible.
Aun sin tener en cuenta la tradición hindú que he referido como ejemplo de la antigüedad de las
tradiciones o de las épocas a que se pueden remontar, y sobre la cual insistió recientemente un
escritor ruso, y manteniéndonos sobre el terreno de los fenómenos cuya realidad ha podido ser
comprobada, es preciso reconocer que las memorias humanas pueden remontarse hasta una
antigüedad muy remota. Bastaría recordar las tradiciones que varios pueblos conservan al respecto
del diluvio, o, mejor dicho, de los varios diluvios que respectivamente interesaron a los países que
habitan o en otros tiempos habitaron, así como las que se refieren a fenómenos acaecidos a
continuación de la última época glacial. Si la duración de la época terciaria, en vez de ser la que
Dana le atribuye (3.000.000), ni la demasiado reducida de Meyer (325.000), ha sido
aproximadamente la que le da la mayoría de los autores que he podido consultar, es decir algo así
como un millón de años, la duración de la cuaternaria no pasaría de unos cincuenta o cien mil, y sus
tiempos medios, excepcionalmente sus comienzos también, serían accesibles a la tradición. Y lo son
de hecho.
Para destruir este argumento, se me opuso que la tradición no puede remontarse a épocas tan
atrasadas; argumento negativo que pierde todo valor ante este hecho: la geología ha confirmado la
veracidad de varios fenómenos acaecidos durante la primera parte del cuaternario y de los cuales los
hombres habían conservado el recuerdo. Para no tocar sino algunos ejemplos de entre los que más
de cerca interesan a esta cuestión, recordaré que la tradición de los galos referente a una tierra
situada a su occidente, en el Atlántico, y la Merópida de Teopompo, se refiere a tierras atlánticas del
Norte cuya existencia y hundimiento durante el plioceno la geología tiene por seguro. Otro ejemplo:
Uno de los grandes maestros de la geología, después de establecer que las tierras atlánticas se
fueron hundiendo «a fines del plioceno y durante la mayor parte del pleistoceno», admite que la
tradición haya podido conservar el recuerdo de tan remoto fenómeno (17). Para no repetir lo que ya
expongo detalladamente en otra monografía, paso por alto lo referente tierras y tradiciones de la
Polinesia, en lo que la ciencia moderna y la memoria humana ofrecen parecido acuerdo (18)
III
LAS IDEAS DE FLORENTINO AMEGHINO
En el texto taquigráfico de mis conferencias, alguien ha querido ver, en lo referente a la teoría de
Ameghino, alguna frase de crítica algo viva de ciertas ideas del gran paleontólogo. Tengo especial
empeño en rectificar y poner bien en claro este punto.
Es cierto que el sabio argentino en la sesión del congreso científico en que yo presentara mi
memoria sobre el origen de las razas americanas (19), trató de debatir mi modesto modo de ver con
tal precipitación, que sin quererlo resultara injusto; pues sin haber oído la exposición completa de
mi tesis, atacó vivamente a una parte muy secundaria (cuestión de la Atlántida), omitiendo casi todo
lo esencial. Pero aun sin contar que la escasez y premura del tiempo (20) pudo hasta cierto punto
disculparle, eso de ninguna manera podía ser motivo para guardar resentimientos entre provectos
caballeros, y mucho menos tratando yo con un hombre de la talla de Ameghino. La discusión
científica, por más que sea viva y hasta pueda degenerar un tanto (21) es suficiente que sea de
buena fe para que no deje rastros menos nobles en el ánimo de los adversarios del momento. La
actitud de mi sabio contrincante era hasta cierto punto explicable. Ameghino era de esos hombres de
sincero entusiasmo y buena fe, que se dan con cuerpo y alma a su obra y forman carne con ella. Y lo
cierto es, que mi modesto modo de ver era diametralmente opuesto a una parte esencial de su teoría,
y en el caso de tener mi opinión algún fundamento y ser siquiera en parte admitida, esa teoría
hubiera tenido que sufrir profunda herida.
Por otra parte, las ideas de Ameghino en lo relativo al hombre y su antigüedad en el Río de la
Plata, a los varios géneros creados por él como precursores del hombre, a los diversos tipos tenidos
por él como géneros y especies, las cuales, desde estas regiones del Plata donde hubieran tenido su
primer origen y su evolución, se hubieran esparcido sobre este y los otros continentes, parece que
deben de ser abandonadas en buena parte. Podemos decirlo con verdadero sentimiento, pues con
ellas tendría que desaparecer una grandiosa y seductora teoría, la cual, si no hubiera resuelto
completamente el apasionante problema del origen de la humanidad, hubiera cuando menos
disipado lo más oscuro de las tinieblas que lo envuelven.
No pretendo tener una opinión personal en cuestiones que exigen la autoridad que sólo pueden
dar los conocimientos más profundamente especializados. Y creo que todos los que nos
encontramos lejos de poseer tal autoridad, y no tenemos el tiempo o los medios para adquirirla,
debemos inclinarnos ante el fallo de los que la tienen conquistada. Esto no es reconocer el antiguo
magister dixit, pues maestros tenemos en ambos campos; es, creo yo, elemental prudencia y
cordura.
Sobre buena parte de los punto aludidos, el mundo científico se inclina a dar por terminado el
debate. Von Ihering mismo, el ilustre amigo de Ameghino, su admirador también, francamente lo
reconoce: «Amigo personal, compañero de trabajo y sincero admirador del eminente paleontólogo,
no puedo dejar de reconocer el error en que Ameghino, por su rica fantasía se había dejado
arrastrar»; y recordando la enérgica contestación que Ameghino encontrara por parte de los «más
competentes especialistas de Europa y Norte América», agrega: «Es probable que, después de su
muerte, esta controversia sea considerada en parte como concluida»
Lo que no impidió a von Ihering decir, en el mismo escrito: «Con Florentino Ameghino
desaparece uno de los trabajadores más activos, felices e incansables que registra la historia de la
exploración científica de la América del Sur. La América Meridional no es rica de naturalistas de
alto mérito y verdaderamente estimados en el mundo científico. El más célebre entre ellos, sin duda
el sabio cuyas ideas fueron más aprovechadas y discutidas en los círculos científicos del viejo y
nuevo inundo, dejó de existir» (Artículo necrológico en el «Journal do Commercio»).
El juicio de un sabio que ha profundizado cuestiones tan complejas, no puede tener por única
base algunas de las ideas emitidas por él, por más importantes que sean. Es sobre el conjunto de la
obra, que la historia de la ciencia dará su fallo. Y la obra de Ameghino es de aquellas cuya magnitud
asombra, y cuya complejidad puede fácilmente probar la injusticia de los que insistiendo con
demasiada severidad sobre un punto débil, dejaran en los más, que no pueden tener una opinión
general propia, la impresión de un juicio poco favorable sobre el conjunto. Admiremos la obra en
sus monumentales contornos; admiremos cada uno aquellas partes que nuestro modesto entender
nos muestra como buenas o la ciencia admite como indiscutibles; dejemos a los especialistas el
juzgar de otras, y si por último hay alguna que se presenta como defectuosa y aún completamente
errada, considerémosla como el tributo inevitable que todo hombre tiene que pagar a la naturaleza,
por más grande que sea su inteligencia.
Es defecto inherente al verdadero genio el dejarse arrastrar algo más allá de lo que fuera
prudente. No hay creador que no sea algo soñador. El poder de imaginación es facultad
indispensable del genio poderoso, y por más peligroso que sea el entusiasmo, éste no deja de ser
producto inevitable de aquél; y si es cierto que en un descuido el entusiasmo puede llevarnos al
error, igualmente indiscutible es que sin él los hombres de genio no hubieran producido buena parte
de sus obras, y los más grandes acaso no hubiesen existido como tales.
Por otra parte, tengamos siempre presente que nada hay en la ciencia que sea más difícil y
peligroso que las grandes síntesis. Se puede decir que entre los grandes maestros que las han ideado,
casi ninguno ha logrado esquivar siempre el error y el consecuente parcial fracaso. No obstante eso,
el público siempre ansioso de grandes novedades, el mundo de los curiosos de la naturaleza pero
ajenos a la especialidad, así como los secuaces de todas las escuelas filosóficas o históricas, todos
hombres ávidos de luz, se apoderan de cualquier conclusión sintética a la cual el maestro haya
creído poder llegar, y enarbolándola algunos como bandera, atacándola otros con igual vivacidad y
empeño, todos concurren a formar en el público la creencia frecuentemente errónea de que en
aquella conclusión consiste el mérito y la obra capital del maestro. Estas consideraciones generales
se aplican principalmente a las cuestiones que puedan interesar, directa o indirectamente a la
historia del hombre. Ninguna teoría pudo interesar más que la de Ameghino al gran problema. Pero,
aún cuando resultare forzoso abandonarla por completo en la parte a que me refiero, la inmensa
obra del célebre paleontólogo argentino, su obra verdadera y capital, permanecería siempre
sobresaliente y grandiosa, y varias generaciones sacarán provecho de ella.
Si para la gloria, como dice Fedro, «de las grandes obras es bastante haberlas esbozado», ¿qué
diremos de Ameghino, que no solamente esbozó en sus grandes lineamientos sino que dejó
sólidamente fundada, por una serie asombrosa de descubrimientos, la paleontología del Río de la
Plata?
IV
¿PUEDEN SER LOS MONGOLES ORIGINARIOS DE AMERICA?
Una vez establecida la identidad de raza, o, mejor dicho la unidad del tronco, cabe preguntar si la
necesaria migración no puede haberse producido en un sentido contrario al que generalmente hasta
hoy se ha supuesto. En cuestión tan oscura y complicada oír debemos todos los pareceres,
imponiéndonos el deber de nada rechazar sino a posteriori.
La suposición de que el tronco mogólico pueda ser originario de América, no es insostenible, y
si por un supuesto llegare a triunfar, siempre sería la comprobación y el triunfo definitivo de la
teoría que atribuye a los mongoles del Asia y a la raza americana dominante un origen común. Y
este es un punto capital, cuya comprobación definitiva constituiría un paso enorme en el estudio del
origen y grandes migraciones de las razas humanas. Como nadie es infalible, es posible que los
sabios norteamericanos, cuyo informe he tenido como fallo definitivo, hayan sido demasiado
terminantes sobre la edad de las capas aludidas. A pesar de que su informe haya venido a confirmar
la opinión de la generalidad de los especialistas europeos, no es seguramente imposible que éstos y
aquéllos se hayan equivocado en algún punto esencial. La cuestión de la edad geológica de las
diferentes capas del pampeano seguramente aún dará lugar a discusiones. Las de Monte Hermoso y
del pampeano inferior, que para la generalidad de esos autores son cuaternarias, para LehmannNitsche y von Ihering son pliocénicas; y en ellas Ameghino y Lehmann-Nitsche han encontrado
restos incontestables del hombre, cuyo origen resultaría terciario.
Pero, en todo caso, lo que parece fuera de toda duda es que los restos y artefactos humanos
hallados por Ameghino no tienen la edad que éste les atribuyera. La presencia del hombre en el
plioceno argentino es discutible; y de hecho es negada por la mayoría de los especialistas.
Ciertamente la mayoría no constituye certeza, aun cuando llega a ser casi unanimidad; pero los que
no estamos en condiciones de poder estudiar directa y personalmente la cuestión, daremos prueba
de cordura y hasta de honestidad científica acogiéndonos al parecer de aquella.
Por otro lado, es cierto que se han encontrado recientemente en América (Perú, Méjico) restos
auténticos de civilizaciones tan remotas, que de ellas ninguna noción se tenía. Puede ser también
que tales restos resulten más antiguos que lo que por ahora se tienen de los pueblos mogólicos del
Asia. Pero, primeramente, no es posible por ahora fijar edades con la seguridad necesaria para
deducir cuál es la antigüedad mayor. En segundo lugar, como se trate de verdaderas civilizaciones,
su antigüedad, por más grande que sea desde el punto de vista histórico, no bastará por sí sola para
establecer el punto de origen del tronco entero, que puede estar muy alejado en función de espacio,
coma lo está en función de tiempo. Por fin, aun cuando resultase confirmada una mayor antigüedad
americana de los restos de las civilizaciones mongólicas y americanas, esto nada probaría en contra
de mi tesis, pues según ésta, la región de común origen no está en el Asia ni en América.
Establecida la unidad del tronco mogólico, este ocuparía aproximadamente la mitad de la
superficie terrestre. Esta inmensidad en el sentido del espacio y las diferenciaciones bastante
profundas y numerosas de los tipos obligan a suponer igual inmensidad en el sentido del tiempo.
Las primeras migraciones deben haber sido sumamente antiguas y el país del primer origen puede
perfectamente haberse hallado en una región de la tierra cuyos contornos actuales sean otros o haya
en parte desaparecido. Pues, admitido el género humano como género zoológico verdadero (Homo)
y en él varia especies, el tronco mogólico viene necesariamente a tener su origen en una de éstas, y
la formación de las especies nos lleva a una época mucho anterior a todos los tiempos que pueden
habernos dejado restos que indiquen cierta cultura.
Para que el tronco mogólico tenga su origen en Sudamérica es preciso que la especie aludida se
haya formado aquí. Y si la especie se forma por diferenciación del tipo genérico, y este por la de
otro tipo de orden más antiguo, estos tipos también debieran de haber existido en Sudamérica, con
los caracteres y la antigüedad correspondiente. La teoría antropológica de Ameghino hubiera podido
servir de base para semejante suposición; pero esta base nos viene a faltar, gravemente atacada por
la argumentación de la gran mayoría de los especialistas. Por lo demás, entre los tipos humanos
descubiertos en el Plata por el eminente paleontólogo argentino, no figura el mogólico, ni otro que,
según parece, tenga suficiente parecido con dicho tipo y pueda ser considerado como su precursor.
A pesar de que el camino quede abierto para las conjeturas, y más o menos puedan caber
hipótesis muy encontradas, hallo más lógico suponer que la cuna del tronco mogólico se encontrara
en las proximidades de ese antiguo continente, que fue la cuna de los otros dos troncos, el blanco y
el negro. Las tres especies o subespecies actuales más importantes del género humano, así como las
especies o subespecies más generalmente admitidas de entre las que han desaparecido, habrían
tenido su origen en una sola gran región de la tierra. Y como sea forzoso admitir que todas ellas
deben haber tenido un origen común, por más que sea remoto, este origen aparecería claramente, en
el hemisferio cuya región central sería, poco más o menos, el actual Sudeste Asiático, lo que estaría,
además, en consonancia con la opinión general.
Y a esta gran región que resultaría ser la cuna del género humano, pertenecía, durante la segunda
mitad de la época terciaria, el país donde se han encontrado los restos del famoso Pithecanthropus
erectus, el precursor del hombre menos discutido. Los indicios serían concordantes, y lo serian en
todos los sentidos, de espacio, tiempo y lógica sucesión de los hechos. La geología nada tendría que
oponer; más bien apoyaría. La mayor parte de las tradiciones quedaría confirmada. La dispersión de
los seres humanos, sus movimientos generales desde la región central aludida y por las regiones
adyacentes, en todas las direcciones, resultarían lógicos y claros, confirmando y poniendo de
acuerdo la mayoría de las hipótesis ya emitidas.
El elemento dolicocéfalo sudamericano, así como las razas prehistóricas descubiertas en el Plata,
pueden muy bien haber venido del Este, de regiones a las cuales habrían arribado viniendo del
Norte, es decir, de las regiones que fueron cuna del género Homo y de los precursores del hombre.
En ese supuesto trayecto se encuentran precisamente notables elementos dolicocéfalos. Por otra
parte, las corrientes marinas lo facilitan, lo que puede explicar la llegada voluntaria a las playas
americanas de pueblos inferiores, y hasta la involuntaria de elementos aun más primitivos, así como
la continuidad de las tierras hacia el occidente y por el intermedio de las tierras australes, en épocas
más remotas y de clima más benigno, pudo permitir la llegada paulatina de los precursores del
hombre.
Es cierto que sobre la Oceanía, tropical reinan los vientos del Este, lo cual pudo obstaculizar,
como la corriente marina correspondiente, la migración de occidente a oriente con elementos de
navegación muy primitivos. Pero en latitudes más astrales pasa lo contrario, y así fue seguramente
desde que las playas del Sur adquirieran los contornos actuales. Y en épocas más remotas tales
corrientes no hicieron falta; pues durante el plioceno el clima era todavía bastante dulce en las
tierras antárticas, las cuales, uniendo las australes con las patagónicas, pudieron dar paso a los
precursores o a las especies del género Homo que aparecieron en las antiguas tierras del Plata.
Es de notar que la presencia de tierras hoy desaparecidas, seguramente hizo que las condiciones
climatéricas y marinas en la Oceanía tropical fueran otras, sin que pueda decirse si facilitaron las
migraciones hacia el oriente, lo cual no obstante es probable, al menos con relación a las
condiciones actuales. Estas sirvieron de apoyo a la teoría que Martínez de Zúñiga expuso en su
historia de Filipinas, sobre el origen polinesiano de los malayos y malgaches.
V
LA ACUSACIÓN DE ANTROPOFAGIA CARECE DE FUNDAMENTO Y VALOR
Algunos han creído encontrar en la supuesta antropofagia de los guaraníes un argumento para
negarles una cultura que por tantos hechos resulta evidente. En el capítulo de mi obra descriptiva
referente a la civilización guaraní, verá el lector que tal acusación carece de fundamento, y cómo las
apariencias, el interés de los acusadores y la confusión de nombres y de pueblos han podido engañar
hasta a algunos de los hombres más versados en el conocimiento de los indios de América.
Pero, como que tal acusación ha sido recordada, posteriormente a mis conferencias, por hombres
de buena que se preguntaran si, de resultar fundada, no vendría a poner en duda mis conclusiones al
respecto de esa civilización, creo oportuno anticiparme en algo, insistiendo de una manera más
eficaz sobre esta verdad: que, aun cuando la tal antropofagia resultare comprobada, como cosa
sucedida en ciertos casos, tiempos y lugares (que es lo único que podría resultar comprobado, de no
haber mediado las circunstancias y los hechos a que arriba aludo), eso no probaría nada en contra de
mi decir y de la civilización guaraní. Pues igual acusación se puede hacer nada menos que a la
mayoría de los pueblos civilizados del mundo antiguo, con la diferencia de que la acusación está, en
el caso de tales pueblos perfectamente fundada en hechos históricos. Sorprenderá tal vez a algunos
esta afirmación. No es extraño. Todos los pueblos (22) han tratado de suavizar o eliminar de sus
respectivas historias, al menos de las que se enseñan a la juventud, las páginas menos decorosas.
Pero quien profundiza un poco, llega pronto a la verdad, tantas veces cubierta por el piadoso velo de
las conveniencias nacionales o las mentiras de un criticable orgullo.
«La mayor parte de los pueblos han inmolado víctimas humanas, dice César Cantú; fenicios,
egipcios, árabes, cananeos, habitantes de Tiros y de Cartago, persas, atenienses, lacedemonios,
iónicos, todos los griegos del continente y de las islas, romanos, antiguos bretones, hispanos, galos;
todos han estado sumergidos en esta horrible preocupación» (tomo VIII p. 787). «La antropofagia
ha sido crimen común del mundo entero», escribe el ilustre historiador Orozco y Berra (tomo I p.
198 de su Historia de México).
Historiadores muy concienzudos se han ocupado de evidenciar a esta verdad con tantas pruebas,
que muy largo sería el enumerarlas. Entre los americanos citaré a Fernando Ramírez, Alberto
Carreño, Orozco y Berra, para que se vea que entre nosotros ya hubo quien vulgarizara este
conocimiento. Del estudio del primero resulta que fueron antropófagos los escitas (rusos ant.), y lo
atestigua Plinio (Hist. Nat. IV, 17) así como P. Mela (De Situ Orbis, II, I); que lo fueron los
irlandeses (Strabon, Geographie IV, 139), los escoceses (San Gerónimo, citado por Torquemada, lib.
IV cap. 26), los celtas o galos (Diodoro Sículo, Hist. Uuiv. V, 21, y los alemanes (Cluver, German.
Ant.), sin contar otros pueblos.
«Que los españoles han sido antropófagos lo refiere César Cantú en su Historia Universal, y
estos actos de antropofagia tuvieron lugar, no en épocas antiguas, sino precisamente en aquellas en
que se llevó a cabo la conquista de México. Durante la expedición a la Florida, llevada cabo por
Alvar Núñez bajo las órdenes de Narvaez, en el año 1528, una violenta tempestad puso en serias
dificultades a los españoles que formaban la expedición; pero: «en medio de esto, dice Cesar Cantú,
tuvieron la fortuna de que los salvajes se compadecieran de ellos... (sin embargo), con el invierno
sobrevino tal hambre, que se vieron reducidos a comerse unos a otros, a cuyo espectáculo los indios
cambiaron la compasión en horror, atribuyendo a aquellos feroces extranjeros las desgracias
extraordinarias que sufrían.» (Hist. Un. IV, 760) (23).
«Pero no fue este un caso aislado, agrega Alberto M. Carreño (Anales Soc. Cient. «Ant. Alz.»
tomo XXX. p. 43); aquí mismo en Méjico tuvieron lugar varios de esos actos reprobables, (como el
que cita Herrera en su década III, lib. VIII, cap. I.) Medrano, que formaba parte de la expedición de
Hibueras y que fue chirimìa de la iglesia de Toledo «afirmó haber comido de los sesos de Medina
Sacabuche, natural de Sevilla, y de la asadura de los sesos de Bernaldo Caldera y de un sobrino
suyo, que murieron de hambre y eran menestreles (músicos). «Lo cual, y los otros varios datos
expuestos por él justifican plenamente la conclusión a que llega el último autor citado:»... los
sacrificios humanos los han realizado aquellos pueblos que han llegado a ser portaestandartes de la
civilización, y entre esos pueblos encuentran los que han formado a España (podría agregar: y a
Europa), puesto que está comprobado que también fueron sacrificadores y antropófagos.»
¿Quien está libre de pecado, lance la primera piedra»
VI
OBJECIONES A LA «ARQUINESIA»
No puedo naturalmente repetir en este breve apéndice todos los argumentos que he creído poder
aducir, en apoyo de mi hipótesis al respecto del origen de las razas americanas. No obstante,
habiendo yo tenido que presentar mi tesis manuscrita, y hallarse sumamente atrasada la impresión
de los trabajos presentados al congreso científico de 1910 me veo forzado a rebatir aquí, siquiera en
una forma muy concisa, las objeciones que mi ilustre contrincante hiciera en ese congreso.
Iº Edad de la Cordillera y unión de las Américas:
Dijo el célebre paleontólogo, al empezar su rapidísima exposición, que «los Andes son tan viejos
como la tierra». Sin tomar al pié de la letra tan radical declaración, observé que sólo una parte de
los Andes es muy antigua, y que, además, para mi tesis bastaba el solevantamiento tardío de una
parte, la que vino a unir ambas Américas.
En efecto: Durante el período carbonífero, ya en la segunda mitad de la era primera, aun no
estaba completa esa gran cadena, ni en su parte central y principal, donde el océano cubría todavía
grandes trechos que los Andes ahora ocupan (Philippi, Lapparent III 974); no siendo improbable
que toda la cadena, desde el 35º hasta el 10º paralelo, estuviese cubierta durante la época uraliana
(Lapparent, 951), por el océano que también cubría entonces a todo o gran parte del Paraguay. Pero
lo que me interesaba era únicamente el levantamiento del istmo de Panamá y la unión de ambas
Américas; y este fenómeno no tuvo lugar sino a fines del mioceno, según Lapparent, y más
probablemente durante el plioceno, como explica von Ihering, observando que el paso de los
mamíferos de uno a otro continente sucedió durante la serie pliocena. Ahora bien, durante esta
última ya podían existir especies del género Homo, y de hecho existieron según varios autores,
inclusive Ameghino.
2º «En el eoceno el hombre no existía». Esto declaraba mi sabio adversario del momento. Pero si
en mi exposición empecé con el mioceno, es que necesitaba estudiar esta serie para darme cuenta de
las condiciones en que pudieran haber vivido los «primeros precursores del hombre»; además, claro
está, para establecer las relaciones de los cambios que tuvieron lugar durante la serie sucesiva, en la
cual puede haber aparecido alguna especie del verdadero género humano. Tal es la opinión general
de los antropólogos. Al contrario, fue Ameghino quién, en esos mismos días, leyó su conferencia
cuyo título es: «Vestigios industriales en el eoceno superior de la Patagonia, en la cual pretende que
en esa época tan remota haya existido un precursor del hombre, bastante elevado para saber hacer
fuego y usar instrumentos.
Lo que yo pienso, no por opinión personal directa basada sobre estudios especiales; sino
comparando las razones expuestas, los argumentos y los hechos averiguados por todos los
especialistas que he podido consultar, es que un ser parecido al hombre, como quiera que se le
llame, pero capaz de hacer fuego o dejar restos industriales, no solamente no pudo haber existido en
el eoceno, sino tampoco en el mioceno: pudiéndose sólo admitir la probabilidad de que haya vivido
en el plioceno, la última de las series terciarias. Esto nos trae a una época de algunas centenas de
miles, tal vez medio millón de años menos remota que la supuesta por Ameghino. Naturalmente,
uno o más precursores pueden haber existido en el eoceno, y aun en tiempos anteriores, si debemos
aceptar en toda su consecuencia la teoría de la evolución, y si damos a la palabra precursor un
sentido cada vez más lato. Pero tales seres, si bien pudieron efectuar grandes migraciones, bajo la
presión de las mismas causas que obligaron a mucho otros mamíferos, y muy probablemente en
mejores condiciones de inteligencia y lucha por la vida que aquéllos, no pudieron dejarnos vestigios
industriales, ni haber hecho fuego, cosas que suponen un grado de evolución que seguramente sólo
alcanzaron los verdaderos hombres, por más que primitivos.
Ya deje contestado lo referente a la tradición.
5º La fauna de las islas Galápagos se opone a que estas tierras hayan estado unidas al continente
en una época reciente, convenido. Pero, mi tesis no necesita la unión; bástale la cercanía. Yo no he
supuesto un continente unido desde América hasta cerca del Asia, sino un archipiélago de grandes
islas: y es para evitar tal interpretación que a riesgo de ser tachado de pretensioso y no
reconociéndome autoridad para eso, propuse el nombre de Arquinesia para el conjunto de esas
tierras.
6º «Esas tierras hubieran existido en tiempos demasiado remotos» para haber podido servir a
migraciones humanas. Vamos a verlo. El célebre paleontólogo argentino supone que en el eoceno ya
existía un ser capaz de hacer fuego y dejarnos vestigios industriales. Para mi tesis basta que las
tierras aludidas hayan existido en una época reciente, el plioceno. Ahora bien, el gran maestro que
voy siguiendo (24), no solamente admite la posibilidad de que haya existido «al oeste de esa playa
(la del Pacífico sudamericano) una tierra resistente, hoy hundida casi completamente», sino que con
estas últimas palabras da a entender claramente que el hundimiento se continuó hasta hoy día, tanto
que aun no es completo; idea que por lo demás ya había expresado en la misma página, donde dice
que la depresión del Pacífico aún tiende n la actualidad a hacerse más profunda, insistiendo en otra
parte (pag. 1938) en la lentitud de estos fenómenos.
7º «En el lugar donde von Ihering ubicaba su Pacilia nunca existieron tierras» (25). Y mi sabio
opositor agregaba que el ilustre paleontólogo citado había renunciado completamente a su hipótesis
con referencia a la existencia de dicha tierra. Haré notar que la Pacilia de von Ihering era una
inmensa isla, así como un continente, que desde el lugar actual de las Pequeñas Antillas se extendía
hasta el medio del actual océano Pacífico.
Antes de todo, pemítome una pregunta: ¿Quién puede hacer con tal seguridad semejante
afirmación negativa?... ¿Cómo probar la no existencia de supuestas islas desaparecidas en el
Pacífico hace muchos miles de años?... Además ¿no existen acaso todavía, en los lugares que la
Pacilia hubiera ocupado, las islas Galápagos y muchísimas más en el medio de ese océano, sin
contar un gran número de islotes?
Ahora vamos a ver si he errado tanto al suponer en el Pacifico importantes tierras hoy
desaparecidas. Ya hemos visto que Lapparent da como posible la existencia de tales tierras. La
supone francamente en otra parte de su magistral tratado (1934-5): «Basta, según nuestra opinión,
que hayan existido, en las afueras de las playas actuales del Grande Océano, islas alargadas, hoy día
sumergidas bajó sus olas.» Y después de rebatir la hipótesis de que esas islas hubiesen podido
constituir un continente todo unido, agrega: «Esto no quiere decir que las aguas del Pacífico no nos
oculten hoy día más de una tierra hundida»
Otro geólogo de fama, Haug (26) va más allá, y supone la existencia de un «Continente
Pacífico»; lo cual es mucho, y mucho más de lo que pido.
No obstante, le sigue de cerca Dana, el gran geólogo norteamericano, encargado por su gobierno
de estudiar la geología de los archipiélagos del Pacífico, el cual tiene a muchas de las numerosas
islas de ese océano como las cumbres de grandes tierras hoy desaparecidas. Y Henshaw, en su
estudio de las migraciones de las aves desde Alaska hasta la Polinesia, nos deja ver que muchos
norteamericanos tienen ideas parecidas (27). Bastan y sobran estos, como ejemplos entre los
contemporáneos y los más recientes. Pues largo sería enumerar a todos los sabios que anteriormente
emitieran juicios parecidos. Para no recordar sino a colosos, citaré sólo a Wallace, quién admite que
en el plioceno debe haber existido una tierra, o una sucesión de tierras no interrumpida entre
América y Asia; y Moerenhout, el más célebre de entre los exploradores de la Polinesia, quién
sostuvo la creencia en un continente antiguo, cuyos restos serían las actuales islas del Pacífico (28).
El mismo von Ihering admitió la existencia de tierras hoy desaparecidas en el Pacífico. Se me
hizo esta otra observación:
8º: Que el ilustre director del museo de Sao Paulo «había renunciando completamente a su
hipótesis en cuanto a la existencia de su Pacilia». Supongo esto exacto sin averiguarlo. Pero a mi
vez observo, como ya lo hice en el aludido congreso que la existencia de esa tierra supuesta por von
Ihering concordaría hasta cierto punto con mi tesis; pero que su no-existencia no la podría dejar mal
parada; pues la Pacilia era una tierra distinta de las que yo supongo; interesaba sólo una parte
reducida de la actual Polinesia, no pasaba más allá del medio del Pacifico, y, en cambio, se extendía
por el actual Atlántico hasta englobar a las Pequeñas Antillas; era una sola gran tierra todo unida; y
por fin, fue miocénica, habiendo dado lugar otras formas continentales en el plioceno, según otra y
bien fundada opinión del mismo autor (unión de ambas Américas.) Mi Arquinesia, de haber existido
como, dónde y cuando yo supongo, ocupar debía las partes centrales del Pacífico, aproximándose lo
suficiente al Asia y América sin tocarlas; era naturalmente un grande archipiélago; tuvo que existir
o persistir durante el plioceno, y por último, los restos que de ella tenemos nada tienen que ver con
las Antillas.
De no haber sido cosa tan distinta, no le hubiera yo dado otro nombre, ni ese nombre.
9º: «Sólo por Behring pudieron venir elementos asiáticos, y sólo por aquél paso han venido.» Es
que yo sostenía que una gran migración humana por ese glacial estrecho, y recorriendo distancias
colosales, debía considerarse como cosa muy poco probable. Confieso que la mayoría de los votos
está todavía en favor de la tesis por mi ilustre opositor defendida; per mayoría no es sinónimo de
cierto.
Ya dije entonces que muy limitadas migraciones, tiempos en tiempos relativamente recientes,
pudieron haber venido por Behring, y concedí el de los esquimales como caso averiguado. Pero que,
aun suponiendo que los americanos haya venido del Asia continental, a su migración por Behring se
oponían obstáculos de clima y espacio casi insuperables, Y a tal suposición razones etnológicas de
mucho peso. Las voy a indicar brevemente.
Primeramente, si se puede suponer una primera migración durante el plioceno, de una especie de
hombre que fuera base del tronco mogólico, directamente desde las tierras del Pacífico hasta
América, obedeciendo a fenómenos geológicos comprensibles y a natural expansión, gradualmente,
salvando sucesivamente distancias reducidas, y favorecida esa especie por un clima excelente, muy
igual y nunca alterado, ni por invierno periódico y crudo, ni por otras causas más perdurables, otra
cosa muy diferente será si hablamos de Behring. Por allí la inmigración de una población numerosa,
durante miles de años, recorriendo una distancia tres veces mayor, absolutamente no hubiera podido
tener lugar sino durante la era cuaternaria, cuando una evolución intelectual mucho más adelantada
hubiera permitido intentar un éxodo tan largo y arriesgado, no obstante ser ya Behring un estrecho y
no un istmo.
Pero durante esta era tenemos las más duras y largas épocas de frío que jamás la Tierra haya
conocido, los llamados períodos glaciales. Y precisamente estos llenaron la primera y mayor parte
de la era cuaternaria (pleistoceno), interrumpidas solamente por períodos menos fríos, pero
soportables sólo en las zonas templadas. Gran parte de Europa y Norte América, incluyendo la
Luisiana, así como casi todo el Norte de Asia, quedaba debajo de los hielos, y en el hemisferio Sur,
los glaciales del polo se extendían hasta cubrir buena parte de Argentina, Bolivia y Perú, y según
algunos opinan, una parte del Sur del Brasil.
Se dijo, es cierto, que en el Norte, los glaciares no cubrieron a Alaska, y tampoco al NW de la
Siberia, haciendo una curiosa excepción, mientras en todas las regiones del mismo hemisferio se
extendían hasta mucho más al sur. En esto, aparentemente, parece haber un argumento en favor de
la posibilidad de una migración por Behring. Vamos a ver que no hay tal. Se creyó en un principio
que la causa de los periodos glaciales fuera esencialmente la disminución de la temperatura; pero ya
hace algún tiempo que el célebre meteorólogo suizo Brückner, (29) partiendo de los estudios de
Penk sobre la extensión de los hielos cuaternarios, ha comprobado que la causa prima debe ser
buscada en un grande aumento de la precipitación (cantidad de nieve). Se comprende ahora como
bajo una misma latitud, pudo haber regiones libres de hielos, pues la cantidad de nieve, como la de
lluvia, puede ser muy diferente de una región a otra de la misma zona. Y se explica como Alaska no
fuera cubierta en esos tiempos por los grandes glaciares, ni la Siberia Oriental, por su clima aun hoy
día menos nevoso.
Pero, invocando lo que la meteorología sabe y ha observado en muchos tiempos y lugares, yo me
permitiré observar que en semejantes casos, falta de hielo no quiere siempre decir falta de grandes
fríos; y que si sólo consideramos al invierno, eso quiere más bien decir todo lo contrario. En efecto,
es regla casi sin excepción que de las regiones situadas bajo una misma latitud, la más seca es la que
presenta una diferencia mayor entre la temperatura del invierno y la del verano, siendo éste
notablemente más caliente, pero aquél mucho más frío que en las otras regiones de la misma zona.
De manera que si Alaska permaneció libre de grandes glaciares, por la misma razón su invierno
tuvo que ser más frío aún. No hay que olvidar que el hielo tiene una temperatura casi constante
entre cero y dos grados menos; de manera que los glaciares, más que depresores, son reguladores de
la temperatura; por una disminución de aproximadamente cuatro grados en la mediana del año (que
fue la que se calculó para las épocas glaciales del hemisferio Norte), se tuvo en cambio, durante
esas épocas, un invierno que no debía ser sensiblemente más frío que el actual, y que el de los
períodos interglaciales.
Podríase agregar que en la era cuaternaria Behring ya era estrecho. Una dificultad más. Se
comprende cómo un pequeño pueblo de atrevidos pescadores, en tiempos muy recientes, haya
salvado ese paso. Es menos fácil concebir que durante miles de años se hayan obstinado en
acometerle grandes y sucesivas migraciones de pueblos mucho más antiguos y acostumbrados a
climas mucho más benignos.
En segundo lugar, el tronco mogólico se distingue por su braquicefalía, y braquicéfalos eran los
pueblos migradores de que nos ocupamos. Ahora bien, los cráneos branquicéfalos recién aparecen
en América del Norte durante el período post-glacial, a fines del pleistoceno (Brinton), y tal
periodo, por más que viniera después de los grandes glaciares, y cuando éstos ya se habían retirado
mucho hacia el Norte, era aproximadamente tan frío como los glaciales, al punto que el reno vivía
en los Estados Unidos (Ohio), como hoy en el Norte de Siberia; lo cual, por otra parte, confirma mi
decir, que retiro de los glaciares no vino a aumentar, sino a disminuir la temperatura de la mitad del
año.
Y si en lo que es hoy la zona templada el clima era tan frío, ¿cómo no sería mucho más al Norte,
por donde la migración hubiera tenido que pasar?
En tercer lugar, ¿a qué irían, y por qué motivo impulsados, esos pueblos que se hubieran lanzado
a cruzar enormes extensiones de países inhospitalarios? Si esa migración fue paulatina, cuál es la
causa tan poderosa, que durante siglos y miles de años pudo empujar a esos hombres primitivos
hacia latitudes cada vez más adversas, pues durante la mitad del período migratorio, la vida hubiera
debido necesariamente serles cada año más difícil? Y si fue rápida, lo cual, dada la inmensa
distancia, sólo un pueblo semi-civilizado pudo llevar a cabo, y un pueblo que sabía perfectamente
dónde iba, ¿cómo se explica este previo conocimiento, y por qué razón no llevó a América ninguna
planta cultivada, ningún animal doméstico de las regiones templadas de Asia, cuyas semillas o
representantes vivos hubieran podido en tales condiciones resistir?
Creo que estos argumentos convencerán a los más, de lo poco fundada que es la teoría de una
gran migración vía Behring, la cual ya había provocado ciertas dudas que en la «Antropología de
los pueblos de América» de Manuel Antón llegaron a ser casi seguridad en contra, reforzadas por el
argumento clima. Decía el ilustre director del museo antropológico de Madrid (p.42): «...Los más,
desde el descubrimiento del estrecho de Behring miraron hacia el Norte, buscando, bajo su estrella,
entre las orillas de aquél, la peregrinación de las tribus de Siberia, resbalando sobre la helada
superficie del océano ártico, o navegando de una a otra orilla sobre las frágiles barcas de los
esquimales. Antropólogos y lingüistas como Quatrefages, Maury y otros mil, han vulgarizado esta
opinión, hoy la más general... Por mi parte, sin negar la posibilidad de poblarse de este modo el
Nuevo Mundo, entiendo que presenta muchos y muy fundados inconvenientes, por que en los
tiempos históricos no hemos conocido jamás ninguna emigración de esta gente sibérica al través del
estrecho de Behring, y claro se ve, apreciando la escasísima densidad de la población actual y la que
pudo ser antes, en medio y clima semejante en el extremo nordeste de Asia y noroeste de América,
que no se presenta allí condición alguna capaz de producir del uno al otro lado una corriente de
emigración bastante poderosa para poblar, en el grado conocido en la época precolombina, el
continente americano.»
Creo haber demostrado ya, que condiciones favorables tampoco se presentaron en épocas
anteriores.
10º: El elemento dolicocéfalo americano. Este tuvo evidentemente otro origen. Pero, importante
en épocas pasadas, entra hoy por poco en la composición de las razas americanas. Presenta además
varios tipos diferentes, lo que permite suponer diversidad de origen. Creo no obstante, que el
principal tuvo su punto de partida en el Río de la Plata, en los elementos descubiertos y estudiados
por Ameghino y Lehmann-Nitsche. Pero que estos elementos hayan podido ser el principal origen
de las razas americanas actuales, esto no es bajo ningún punto de vista concebible.
Los más antiguos de entre ellos se deben considerar por ahora como los primeros pobladores de
América. Probable es que desde Argentina se hayan extendido poco a poco sobre casi todo el
continente, pues parece que en Norte-América también hayan precedido al elemento braquicéfalo
inmigrado, aunque los dolicocéfalos norteamericanos pueden tener otro origen. Pero estos
elementos dolicocéfalós antiguos no llegaron, salvo tal vez una excepción, (30) a un grado de
evolución algo elevado, ni a una densidad de población que pudiese ofrecer una resistencia
verdadera. Así que los elementos braquicéfalos del tronco mogólico fácilmente los dominaron,
aniquilando probablemente a buena parte y absorbiendo a otra, como suele suceder.
Llama la atención el hecho de que el hombre haya aparecido tan tarde en el Brasil, no obstante
las facilidades de una expansión hacia el norte; lo cual hace suponer que ésta fue muy lenta, y no
pudo llegar a Norte-América, dada la antigüedad de los cráneos dolicocéfalos allá descubiertos,
cuyo origen tendría entonces que ser buscado en otra parte. En cuanto a los esquimales, su analogía
con uno de los tipos descubiertos en el Plata, admitida por el célebre Topinard, vendría a contradecir
el origen asiático de ese pueblo, admitido por los más. Pero son cosas discutibles.
Hay que reconocer que el estudio de los dolicocéfalos de América es muy complicado,
aumentando la dificultad la discordancia de los diferentes tipos. Los fueguinos, los botocudos, el
tipo azteca descrito por Lucien Biart, el grupo lenapé del cual nos habla Morton y los esquimales,
parecidos en la largura relativa de su cráneo, presentan tales diferencias en otros caracteres, que la
doctrina de la unidad de la raza americana, sostenida por Agassiz y el mismo Morton, no parece
aceptable ni dentro de los límites de la dolicocefalía.
Por otra parte, este carácter, por más importante que sea, pierde mucho de su valor para la
distinción o agrupación de los tipos étnicos, si no se definen sus causas. Los diferentes factores de
la dolicocefalía, el desarrollo especial de la parte posterior del cráneo, la prominencia de la parte
anterior y la falta de desarrollo de las partes laterales, entran en proporciones y combinaciones muy
diferentes en la constitución de la resultante, que es frecuentemente la sola que se indica, pero que
puede tener significados muy diversos desde el punto de vista psico-fisiológico, y por tanto,
etnográfico. Y este sin contar sus relaciones con los otros caracteres del cráneo, que pueden también
variar entre límites muy alejados, y complicar el ya serio problema.
11º: Es necesario no confundir las migraciones antiguas con ciertas inmigraciones posteriores
de Polinesia o del Asia mogólica. Las recordaré brevemente, pues su estudio lo ensayo en otra
parte.
a): De la Polinesia. Se dijo que eran imposibles.
Sería largo enumerar a todos los autores que han sido impresionados por la semejanza física de
polinesios y americanos: «Ofrecen entre sí tan poca diferencia, que desde los primeros
descubrimientos hasta nuestros días, casi nunca se ha dudado de que pertenecen todos a una misma
raza (31). Se puede, es cierto, decir, que, admitido el origen común, esto se explica. Pero hay en
ciertos casos mucho más que semejanza. Parece además que, no obstante lo que varios autores
afirmaron, existen analogías lingüísticas; y esto impondría como única explicación, la admisión de
migraciones o estrechas relaciones modernas.
«Esa comunidad de raza se comprueba por medio del lenguaje» (32). Gustave D'Eichthal ya
pretendió establecer la afinidades de las lenguas americanas en general con las polinesianas, y
especialmente de la caraíbe, en lo cual me parece que anduvo bastante acertado, salvo haber querido
probar demasiado (33). Posteriormente, la analogía general de estructura fue sostenida por Gallatin
y Richard Garnett, Orozco y Berra. El primero creyó haberla observado especialmente entre el
polinesiano y los idiomas del Oregón y el cheroki. Pinochet sostiene que existen entre aquél y el
veliche del Sur de Chile (34). No hablo sino de autores serios. Ahora bien, analogía de estructura e
índole indican generalmente relaciones u origen común en épocas proto-históricas no muy remotas.
Si hay comunidad de cierta proporción de voces comunes, las relaciones deben haber tenido lugar
en los tiempos que en términos generales llamamos históricos.
Contrariamente a lo que se dijo generalizando demasiado, hay (35) corrientes marinas que
pudieron facilitar la llegada de elementos polinesios. Basta buscarla donde están, en las buenas
cartas marinas modernas. «Un bote, arrastrado algunos grados al sur de Pitcairn o de las islas
australes, puede ser llevado por la fuerza de las corrientes, tomando el camino directo de las costas
de Chile o del Perú» (36), Así pensaba seguramente el célebre antropólogo Virchow, cuando
suponía que los peruanos fueran de origen malayo.
No hay que olvidar, por otra parte, que los polinesianos han tenido en una época que
corresponde a nuestros tiempos históricos, una verdadera civilización puesta en evidencia hace
mucho por los grandes exploradores de la Polinesia y claramente expuesta desde Dumont d’UrviIle,
Ellis Moerenhout y Eichthal. Precisamente uno de los principales asientos de esta civilización
fueron las islas de Pascua, las más cercanas de Chile. Y un pueblo civilizado sabe vencer a las
corrientes marinas, de cualquier manera que sea. Los tágalos, sin serlo de veras, pasaron a las islas
Marianas; son 2000 kilómetros de travesía sin ninguna ayuda natural.
Si los peruanos no fueron de origen malayo, en cambio conservaban tradiciones de viajes
realizados por sus jefes a ciertas islas situadas muy lejos en el Occidente, lo cual seria prueba,
cuando menos, de que mantenían relaciones con sus habitantes (37).
Los indios araucanos se declaraban inmigrados. Lo cual quedó confirmado por los estudios de
Medina, los que pusieron de manifiesto que antes de los araucanos, vivían otras razas en Chile, en
ellas una perteneciente a la de Lagoa Santa, dolicocéfala y muy diferente (38). El citado autor del
vocabulario de la lengua veliche, o huiliché, insiste en analogías lingüísticas con polinesia; y yo
indiqué algunas más. Y no es tal vez fuera de lugar, recordar que Martínez de Zúñiga intentó
establecer una analogía toponímica con las islas Filipinas (39).
Parece que los patagones pretenden haber venido del Oeste (Topinard, cap; IX). Su físico difiere
muy poco del polinesiano (el mismo). Recientemente Savage Landor ha encontrado en Matto
Grosso indios según él absolutamente idénticos a otros que estudiara en Polinesia. De Quatrefages y
Cessac quisieron ver mezcla melano-polinesiana en ciertos indios de California, de color muy
oscuro, ancha cara y piel untuosa (Stephen Powers).
La analogía lingüística puede faltar completamente en el caso de pequeñas agrupaciones que
adopten la lengua del pueblo cerca del cual lleguen, o las domine.
Mi ilustre amigo Ambrosetti me hizo notar la semejanza que hay entre los monumentos de las
Islas de Pascua y los similares que nos dejaron los calchaquíes.
Por fin, no puedo creer que sean todas coincidencias las analogías que encontré en ciertas ideas y
costumbres religiosas, políticas y civiles, así como en varios usos y prácticas poco comunes o
desconocidas en el resto del mundo. Esto, y todo lo arriba referido, sin contar lo que dejé por
brevedad o por descuido, constituye un cúmulo tan grande de indicios, que juzgo imposible que las
averiguaciones y descubrimientos futuros no vengan a probar lo fundado de algunos puntos.
b) Inmigraciones del Asia. La semejanza física demasiado completa de ciertos elementos étnicos
americanos con los habitantes del Japón y la China, así como otras analogías no menos notables en
cuanto a costumbres, creencias y hasta en la lengua, llevaron a muchos a suponer inmigraciones
protohistóricas directas de esos países asiáticos. Las tradiciones, inscripciones y textos parecen
confirmarlas, y en parte las confirman seguramente.
Muchos autores ya han supuesto que ciertos elementos mejicanos hayan venido del Japón o de
la China. Entre ellos, los otomíes son los solos americanos que hablan una lengua verdaderamente
monosilábica como la china, la cual, además, presentaría en los vocablos, numerosas coincidencias
de significado con el chino (Reclus). El cráneo otomí parece netamente mogólico (40).
En el año 458 antes de la era cristiana, según la historia china de Li-yan-tcheu, traducida por De
Guignes, emigrantes chinos vinieron a fundar una colonia en América, llamada Fusang, nombre
que se aplicaba especialmente a Méjico. El jefe de la migración, Hoei-chin, nos ha dejado una
relación minuciosa recién descubierta. Y no parece que haya sido aquella la sola inmigración, ni
Méjico el solo punto de arribo. Mucho antes, según el Popol-vuh, el gran libro de los quichés, el
famoso Votán, fundador de Palenque o Na-chan, habría venido del Occidente, cruzando el Grande
Océano (41). En el Sur de Méjico existen tradiciones parecidas (42). Por otra parte, los cuatro
Tutul-xiuh, según tradiciones peruanas, habrían tocado tierra, volviendo del Occidente en la parte
Norte de la costa del Pacífico sudamericana (43). Y Román Barros escribe: «Es sabido que los
pescadores indígenas de la caleta de Etén, en el Perú, se entienden con los chinos que llegan
comprados para la explotación de los ingenios de azúcar, con más facilidad que un guaso chileno
con un chei argentino» (44).
De Asia o de otra parte del Occidente habrían inmigrado los chontales, que hoy viven en
Méjico, pero arribando primeramente a las costas del Perú. Martinez Gracida (45) no repugna
aceptarlo como hecho más o menos probable, y cita a Orozco y Berra, quién parece afirmativo.
Entre los chontales y los peruanos existen afinidades. Se quiso encontrarlas también entre aquéllos
y los caraíbes, atribuyendo algunos un origen común a estas naciones (46). Esperemos que la
antropología pueda resolver estos dos puntos de importancia capital.
c) Plantas cultivadas y animales domésticos.
Este capítulo importantísimo no es susceptible de resumen, ni puedo aquí repetirlo. Sólo
consignaré las conclusiones. He llegado a ellas después de un largo y muy detenido estudio de las
plantas cultivadas de la América tropical, y las naturalizadas, comparándolas con las similares de
Asia y Polinesia, aprovechando por otro lado los datos más o menos históricos esparcidos en los
escritos posteriores al descubrimiento de América. Y allá voy; advirtiendo que naturalmente sólo me
refiero a las importaciones precolombinas.
1º De la parte templada o fría de Asia no llegó a América ninguna planta cultivada. Esto es
prueba de que en las épocas históricas o protohistóricas no hubo ninguna verdadera migración de
aquel continente para el nuestro.
2º América ha recibido varias plantas cultivadas del Sudeste Asiático, Malasia y polinesia, todas
tropicales, no pudiendo por tanto haber arribado a nuestras playas sino siguiendo la zona tropical, es
decir, directamente. Entre ellas descuellan el banano, el naranjo agrio, el naranjo dulce, la lima
ácida, los porotos Kumandá (Vigna unguiculata o sinensis, glabra, etc.) y el kará (Dioscorea alata).
3º De América fueron a la Polinesia, Malasia, y Asia varias plantas cultivadas, todas tropicales,
y siguiendo por tanto la misma vía. Entre éstas el cocotero, la batata dulce (kumara) la yautía, el
mbakukú (Pachyrrhizus) y el frejol soperí (Phaseolus lunatus).
No hubo intercambio de animales domésticos entre América y esos países. Esto se explica por la
dificultad de llevarlos en pequeñas embarcaciones durante tau largas travesías, y es otra prueba de
que ninguna migración importante se hizo por tierra. Tal vez sea única excepción la gallina, debido
a su pequeñez. Es ésta originaria de Malasia, y los guaraníes aun crían variedades malayas, con
exclusión de la que predomina en España.
VII
OBJECIONES A MI TESIS SOBRE LA EXISTENCIA DE LA ATLÁNTIDA.
Seguiré en este capítulo el mismo método, y aunque me veré obligado a extenderme algo más,
no repetiré aquí todo lo que expongo en la monografía «Orígenes de las razas americanas», pues los
detalles y la discusión critica sólo pueden caber en un trabajo especial y acabado. Y rebatiré
solamente los argumentos, casi todos de carácter puramente negativo, que se me quisieron oponer;
limitándome a ciertas consideraciones que resulten necesarias para explicar mejor las ideas emitidas
en el congreso.
Sigo el orden lógico.
1º: «La Atlántida es un sueño de Platón» Así a secas.
Para empezar, ni Platón fue un soñador ni la Atlántida es de Platón. Aquél sonó como Moisés,
como Sócrates, como Colón, como Rousseau, como Kropotkin, como Ameghino mismo, como
todos los grandes genios que más honraron a la humanidad. Soñó porque supo ver con miles de
años de anticipación los destinos de la humanidad. No vio la realización de sus ideales como
ninguno de esos grandes la vio completa, y como todos ellos fue tachado de soñador por los
pigmeos de su época. Es el destino de los que planean a una altura extraordinaria. Pero a nosotros,
que vivimos veinte y tres siglos después, no es permitido ignorar que el ideal del gran filosofo ha
visto su consagración en el ideal cristiano, en la Buena Noticia, en la igualdad de los hombres ante
el derecho y la Justicia, admitida hoy como principio fundamental de todas las leyes, prácticamente
realizada en parte, en esperas de que lo sea tan completamente como lo permita nuestra fatal miseria
humana.
La Atlántida, en todo caso, es de Solón, el celebérrimo legislador y uno de los siete grandes
sabios de la Grecia. Fue él quién la describió por vez primera en ese país, en un libro especialmente
dedicado a ilustrarla, y desgraciadamente perdido. Es a este libro que Platón hace referencia al
hablar de la gran tierra desaparecida y sus habitantes, dos siglos después de la muerte del autor, y ya
perdido el libro. Ni Solón y Platón son los únicos sabios de la antigüedad que hablaron de la
Atlántida. Recuerdo a Teopompo, a Heródoto, a Aristóteles, a Diodoro, a Séneca, este último
español, y paro en contar, temeroso de mezclar algún nombre menor con tales colosos.
Pero Solón mismo trajo del Egipto los datos para su libro. Desde más de medio siglo, la historia
de ese gran país es una ciencia, y la egiptología no ha cesado de hacemos estupendas revelaciones.
Sabemos ahora que la antigüedad a que remontaban y aun remontan los archivos históricos de los
egipcios, es enorme y tal vez mayor que la de cualquier otro pueblo de la Tierra. Sabemos que no
obstante lo remoto de las edades a que las memorias escritas o grabadas se refieren, su exactitud,
cuando los textos resultan claros para el traductor moderno, es insospechable.
2º: «La Atlántida no puede haber existido. La geología se opone». Semejante afirmación parece
incomprensible cuando se compara con estos hechos: la geología admite ahora, y desde mucho
tiempo, la existencia de una gran «tierra atlántica» que se extendía entre Europa, Africa y las
Antillas y cuyos restos son las islas Maderas, Azores y cabo Verde (Guéde); admite también la
existencia de otra gran «tierra atlántica», que partiendo de la península ibérica, se dirigía hacia el
poniente y el norte, hasta tocar o no tocar a las tierras de América, según los tiempos (varios). A
esas tierras atlánticas se les creyó desaparecidas en tiempos demasiado antiguos ara que pudiesen
interesar en la cuestión de las migraciones humanas; a fines del mioceno la primera (Guéde), en el
plioceno la segunda. Pero los estudios posteriores han comprobado que su hundimiento fue
paulatino, y que no acabaron de desaparecer sino a fines del pleistoceno. (Lapparent, etc.). Esto las
trae a mediados de la actual era cuaternaria, cronológicamente aun más cerca, a los albores ya de la
historia, debido a que el pleistoceno duró muchísimo más que el período diluvial y el aluvional, en
el que estamos.
Vamos a ver ahora cómo puede explicarse la aparente discordancia entre la protohistoria y la
geología, y cómo, en realidad, no hubo sino una insignificante modificación de rótulo.
La Roma imperial, preocupada en amontonar riquezas y gozar de ellas, no tuvo más acuerdo de
la Atlántida, ni de otra cosa que no estuviese al alcance de su poder absorbente. La Edad Media,
período de general depresión para los pueblos del Sur de Europa, tampoco lo tuvo; la ruina del
imperio romano, la corrupción profunda del de oriente, y las sucesivas invasiones de elementos
étnicos sanos y fuertes, pero generalmente muy atrasados, no constituían por cierto condiciones
favorables para las especulaciones de carácter científico.
Recién, que yo sepa, en la segunda mitad del siglo XVII, el famoso cosmógrafo Alemán
Atanasio Kircher se ocupó de nuevo de la desaparecida tierra, e intentando una descripción «ex
mente Aegrptiorum et Platonis», la acompañó con un mapa, un verdadero y primer mapa de la
Atlántida. En este, la famosa tierra está representada por tres grandes islas, las dos menores cerca de
América, y la tercera, muchísino mayor, situada en el justo medio del Atlántico, a igual distancia de
América por un lado y Europa y África por el otro. En cuanto a la latitud, punto interesante en la
cuestión, el centro de la isla se encuentra exactamente a la altura del estrecho de Gibraltar.
Semejante ubicación es la que produjo la aparente discordancia, aunque, así y todo, tal
discordancia no es mayor. Pero algún autor antiguo; ¿ha indicado acaso cuales fueran los grados de
latitud entre los cuales la Atlántida debía extenderse? «Más allá... en las afueras... ultra», tales son
las expresiones empleadas, con relación a las Columnas de Hércules (Gibraltar). Aun cuando alguno
haya dicho «en frente», ¿acaso indicó qué rumbo desde allí tomaba el eje geográfico de esas tierras,
si siempre derecho al poniente, o bien inclinando hacia el norte o hacia el sur? No, evidentemente.
Pues entonces, ¿porqué hemos de seguir ciegamente el trazado de Atanasio, quién nada supo más
que nosotros y sí, mucho menos, pues le faltaron por completo los documentos de varias ciencias
que no habían nacido todavía? Es a nosotros, a quienes corresponde ver si no hay acuerdo entre los
antiguos documentos y la ciencia moderna, y trazar en lo posible los límites de las tierras atlánticas,
a la luz de esta ciencia, sin consideramos muy impedidos por los recuerdos históricos, los que, por
lo contrario, por su vaguedad en varios puntos esenciales, facilitan nuestra tarea.
3º: «La unión (del Mundo Antiguo con América) existía más al norte; además, en tiempos
demasiado antiguos». Que en tiempos más remotos baya existido una unión entre esas dos partes
del mundo, esto no interesa en la cuestión migraciones humanas; pero las tierras atlánticas a que nos
referimos, más modernas, no constituía ninguna unión, puesto que eran islas. Y vamos a ver que las
a que alude el título de este párrafo, pueden ser consideradas como parte de la Atlántida.
En efecto, estas tierras atlánticas del norte incluían a Islandia, y en tiempos hasta el Groenland,
tocando a América; pero formó parte de ellas, en varias épocas, una gran tierra que incluyó en
buena parte o casi toda la península ibérica. Y desaparecieron, sí, en el período eogénico, pero
reaparecieron en el mioceno, para persistir hasta fines del terciario (Guéde), y no desaparecer del
todo sino en el pleistoceno (el mismo), y a fines de este período según otros. Y ¿quién puede decir
hasta qué punto se extendían en el occidente?
Dos eminentes escritores españoles y a formularon la hipótesis de que esas tierras constituyeran
la Atlántida. Cito a Eduardo Saavedra ( «Tierras Atlánticas», p. II); «El ilustre ingeniero de minas
D. Federico de Botella, en una memoria publicada en 1884, observa que desde Aveiro, en la costa
de Portugal, hasta Avilés, en la de Asturias, hay un cordón de terrenos primitivos que no han sido
nunca sumergidos en agua de ninguna clase, ni salada ni dulce (47), y examinando las condiciones
geológicas de la parte interior de España, así como las que corresponden en la parte exterior,
cubierta por el mar, deduce que hubo en cierto tiempo una gran tierra fuera de las aguas en
dirección al noroeste, sumergida después de la aparición de la raza humana, hacia la mitad de la
época cuaternaria. Si existió, aunque con mucha menor extensión que el Sr. Botella le concede, un
terreno al occidente que ha estado rodeado de aguas, habitado por los hombres y sumergido, licito
nos será aceptar, sino la certidumbre, una fuerte probabilidad de que esta tierra baya sido la
Atlántida; y mientras no se encuentre otro terreno habitado por el hombre en el período cuaternario,
que se haya sumergido bajo las aguas de Occidente, no aventajará a esta hipótesis otra alguna.
Ahora veremos cómo la ciencia confirma a las memorias históricas antiguas. Saavedra indica
también las analogías de la Merópida de Teopompo, con lo que tuvo que ser la tierra cuaternaria
arriba señalada, que concordando en un todo con su opinión, gustoso le dejo la palabra:
«La hipótesis del Sr. Botella tiene confirmación en los escritos de la antigüedad. Al mismo
tiempo, poco más o menos, que Platón, otro escritor griego, Teopompo de Quío, habló de cierta
tierra llamada Merópida, más allá de las Columnas de Hércules, que se sumergió en remotas edades
bajo las aguas;... Según se orador, poblaban la isla animales de extraordinaria corpulencia, cuya
caza, para alimentarse con ella, ocupaba a hombres valentísimos, que no morían nunca de arma
blanca, sino siempre por herida de piedra o golpe de maza, pues no conocían el uso del hierro; pero
sí, disfrutaban de abundancia de oro y plata. Al leer la narración de Teopompo parece que quienes
se la dictaran habían visitado una isla cuaternaria con sus grandes mamíferos, con sus hombres
armados de hacha de piedra y mazas de madera, forjadores del oro y la plata y desconocedores del
hierro y del bronce.»
En cada uno de los párrafos de Teopompo hay una pequeña revelación, y merecería un
minucioso análisis. Contentémonos aquí con dejar consignado que, a todas luces, la Merópida es
una parte de la Atlántida. Veremos cómo hubo otra parte, igualmente interesante. Pero antes voy a
permitirme recordar que la existencia de esta parte de la Atlántida viene a dar razón a una tradición
que los druídas, o sacerdotes de la Galia, conservaban religiosamente, como se solían conservar las
más antiguas tradiciones, en los tiempos en que ninguna otra forma de archivo existía y la literatura
se hallaba en su primera infancia. Los druidas contaban a sus iniciados que en tiempos muy
remotos, unos hombres de extraña nación habían arribado a la costa occidental de la Galia,
buscando refugio, pues eran todo la que restaba de un pueblo que vivía en una gran isla situada no
muy lejos en el Atlántico, hundida en un cataclismo bajo las aguas. Y agregaban que esos hombres
eran de costumbres más rudas que las de los celtas contemporáneos; lo cual concuerda con los datos
de Teopompo, al respecto del hombre de la Merópida.
Recientemente algunos autores han hecho notar la existencia en la población de las islas
británicas, Irlanda principalmente, de un elemento ibérico. ¿Como se explicaría su presencia
contemporánea en la Península y en esa región tan alejada? Un origen común, en las tierras
hundidas, que también se extendían al occidente de la Gran Bretaña y muy cerca de ella, resolvería
el problema. Veremos que hay otras razones, par las cuales no queda excluída la posibilidad de que
los verdaderos iberas sean, siquiera parcialmente, elemento atlántico.
A este respecto conviene recordar que las tradiciones, aludiendo a la existencia de una tierra en
el Occidente eran arraigadas en las islas británicas. Eran vagas y multiformes; pero lo esencial para
nosotros es que se referían a ciertas islas del Atlántico, más o menos grande y remotas. Tal fue la
tradición según la cual el irlandés San Brandón, catequizador de fama, habría llevado su santa
misión a más de una isla desconocida del Atlántico, y llegado por fin a una de clima delicioso, que
durante mucho tiempo llevó su nombre y figuró en varios mapas de la Edad Media. Es para mi
evidente que los cristianos de esos tiempo hicieron lo que Platón en su relación sobre la Atlántida:
confundieron y mezclaron la tradición antigua con hechos acaecidos posteriormente, adaptando
éstos a aquella. Esto sucede muchas veces con las tradiciones; y nos enseña que el anacronismo, por
más que sea grande, no debe ser razón que haga despreciar a priori, a ninguna tradición.
En resumen, las tradiciones antiguas de los griegos, galos y habitantes de las isla británicas, la
relación de carácter histórico de Teopompo, y por fin, los descubrimientos de los geólogos,
concuerdan en la existencia de una Atlántida, que, para evitar confusión o repeticiones, in permitiré
llamar del Norte; la cual estaba constituida, por aquellas de entre las «tierras atlánticas» de lo
geólogos, que se hallaban al Norte del paralelo de Gibraltar.
4º:«La geología se opone a la existencia de la Atlántida.» La Atlántida del Sur.
Ya hemos visto que al Norte de las Columnas de Hércules, tradición y ciencia están de acuerdo.
Pasemos ahora un poco más al Sur. Allí encontraremos a la Atlántida más famosa, la de los archivos
egipcios, de Solón y Platón, de Diodoro, y tal vez el Antiporthmon de Aristóteles; tierra en cuya
existencia permiten creer, y hasta nos obligan a ello, geólogos y paleontólogos de indudable
autoridad, desde casi dos lustros.
Gaffarel ya nos había indicado, que las Antillas, las Canarias y las Azores son los restos de una
grande isla, desaparecida después de la era terciaria, habiendo sido las primeras algo así como el
vértice, y los dos últimos grupos la base de una inmensa tierra, de forma más o menos triangular.
(48) Pero es en 1905 que el Dr. J. Pitard, estudiando la geología de las Canarias, descubre la prueba
científica de que la Atlántida no es mera leyenda, y las publica en su «Atlántide». El año después, el
Dr. Le Double, en su estudio sobre la evolución de los huesos durante las eras pasadas (49) asegura:
«Existió un continente, o por lo menos una serie de grandes islas que unían las Antillas a
Marruecos durante los tiempos secundarios; es el primer esbozo de la Atlántida... La prueba segura
de la existencia de la Atlántida ha sido dada en la Gran Canaria a mi colega el Dr. Pitard... He allí,
por fin, la tan buscada prueba de la existencia de esa vasta tierra de los atlantes». Fue la primera
vez, creo, que hombres de ciencia especializados afirmaran decididamente que la Atlántida fue una
realidad.
En 1906, Lapparent admite que la tradición de la Atlántida tiene una base científica, y lo dice en
una gran obra magistral cuyo carácter didáctico (50), le impone la mayor circunspección: «Hemos
ya insistido precedentemente sobre este hecho, que durante la época tortoniana debía todavía existir
una línea de playa, o cuando menos una cadena de islas, que permitían la migración de los moluscos
entre las Antillas y el mar Mediterráneo.... Así, el fin del plioceno y la mayor parte del pleistoceno
fueron señalados por una serie de hundimientos, cuyo resultado definitivo fue el de abrir, entre
Europa y América, la hoya del Atlántico septentrional. De allí tal vez el vago recuerdo que se habría
conservado en la memoria de los primeros hombres, y habría dado lugar, alterándose, a la leyenda
(51) de la Atlántida». Y en otra parte: «El estudio de la era cuaternaria no se hubiera separado del de
los fenómenos actuales, si los principios de esta última división de los tiempos (pleistoceno) no
hubiesen sido marcados por acontecimientos considerables: ...Primeramente en el Mediterráneo la
creación de las hoyas del Adriático y del mar Egeo... y después, el hundimiento definitivo de los
restos del continente atlántíco.» He subrayado lo esencial, aunque no podía ser más claro: no sólo
hubo una Atlántida, sino que en los tiempos pudo ser un continente; se hundió por partes, al fin del
plioceno y durante la mayor parte del pleistoceno, es decir, durante épocas en que ya existía el
hombre según muchos autores (plioceno), o ya había poblado todos los continentes sin duda alguna
(pleistoceno).
En 1911 el geólogo alemán Gagel publicaba su muy interesante estudio geológico de las islas
Maderas, Azores, Canarias y Cabo Verde. Entre los resultados de la prolija investigación, anoto la
averiguación de que aquellas islas formaron parte de una mesa continental; además: que las
diferentes terrazas que presenta la isla de las Palmas, correspondientes a antiguos niveles del mar,
confirman plenamente los supuestos hundimientos sucesivos; que el substratum que aparece como
resto de un antiguo continente fue descubierto claramente en tres de las islas de Cabo Verde y en
tres de las Canarias; que la flora de las mencionadas islas en general, presenta gran número de tipos
europeos y una notable analogía con la flora prehistórica del Mediterráneo; que la fauna revela igual
analogía.
Estos últimos puntos tienen su importancia especial: revelan para mí que entre la Atlántida del
Norte y la del Sur existió una separación notable; además, en los principios de la era cuaternaria,
debe haber tenido aquélla más estrechas relaciones de proximidad, florísticas, faunísticas y
antropológicas con Europa, mientras la del Sur las tuvo con el Norte Africano. La ausencia (por lo
que hasta ahora se sepa) de grandes mamíferos terrestre en esta Atlántida, y la abundancia en la otra
(Teopompo), serían hechos elocuente, y tan profunda diferencia no cambiaría mucho, de resultar
algún día confirmada la existencia de una especie de cabra con astas parecidas a las de antílope, la
cual fuera motivo de que los primeros descubridores dieran el nombre de Capraria a la isla de San
Miguel. Y resultaría apoyada, por dicho carácter de la fauna, la noticia que los egipcios nos
trasmitieron, referente al régimen alimenticio de los atlantes.
No existe, par tanto, el supuesto divorcio entre la ciencia y la tradición.
5º: Se me quiso oponer que los fenómenos relatados por los egipcios hubieran sido demasiado
recientes, con relación a la época en que la Atlántida se hubiera hundido.
No necesito decir que los egipcios, como Teopompo y Diodoro, se refieren naturalmente a las
últimas tierras hundidas. Ahora bien, vamos a ver en qué tiempo puede haberse producido este
hundimiento. Tenemos dos cronologías: la de los archivos egipcios y la que los geólogos han
intentado esbozar con respecto a la era cuaternaria. La primera nos dice que la catástrofe definitiva
tuvo lugar hace 11500 años. Vamos a ver lo que dice la segunda.
Los cálculos cronológicos relativos a los diferentes fenómenos acaecidos durante el pleistoceno
han dado lugar a tan grandes divergencias y contradicciones, que de poca utilidad podrían sernos los
resultados a que los diversos autores han creído llegar. Felizmente se trata del fin de ese período y
del principio del actual, y ya se puede esperar cierta aproximación. Lapparent, después de insistir
sobre la falta de base rigurosa que quita todo valor absoluto a ciertos cálculos que conceptúa muy
exagerados, concluye así: «Un solo hecho parece definitivamente establecido; es el que ha sido
puesto en evidencia por los geólogos americanos; es decir, que el retiro definitivo de los glaciares
laurencianos no data sino de un pequeño número de miles de años.»
Pues bien, el retiro de los glaciares marca el fin de pleistoceno, y es hacia el fin de este periodo
que los geólogos citados colocan la desaparición de las últimas tierras atlánticas. «Un pequeño
número de miles de años»... serán cinco u ocho mil, diez mil a lo sumo. Y la Atlántida, que debe
haber terminado de hundirse antes de terminar el pleistoceno desapareció definitivamente hace
11500, según los registros egipcios. La coincidencia no podía ser más perfecta.
6º: Algunas observaciones para terminar.
La confusión hecha por Platón, está en haber mezclado la tradición más antigua, con la relación
de la guerra llevada a los egipcios, en época posterior, por la confederación libio-sardana, en la que
iban los atlantes de la época. Pues es de recordar que, y a sea que los egipcios considerasen a la
actual región del Atlas como parte de la Atlántida (en lo cual no hubieran andado descaminados), ya
sea que hubiesen tenido noticia de una migración de atlantes en esa región (lo cual tampoco es
improbable), confundían a veces el nombre de ésta con el de las tierras desaparecidas, perdurando la
confusión hasta la Edad Media. Esto, y el haberse perdido el libro de Solón en el tiempo en que
Platón escribía el suyo, sin contar las tradiciones que es de suponer existiesen en el mundo griego al
respecto de la gran guerra en que cayeran los antiguos habitantes de la Grecia, basta y sobra para
explicar cómo el gran filósofo pudiera confundir hechos y tiempos diferentes en una misma
relación. Es, por los demás, lo que ha pasado con muchísimas tradiciones.
No es tampoco improbable que los habitantes de la Atlántida hayan efectuado invasiones, en
tiempos anteriores, al Norte Africano, el cual, en gran extensión y durante miles de años, formó
parte del mundo colonial egipcio; en cuyo caso los sacerdotes de Sais no habrán descuidado de
informar a Solón, aumentándose para Platón las causas de error.
En suma, si es innegable que la confusión, en que Platón involuntariamente cayera, ha
perjudicado grandemente a la tradición de la Atlántida, ofreciendo a los opositores un lado muy
vulnerable, también debemos reconocer que es fácil indicar el origen del error, con lo cual este
queda eliminado, desapareciendo el desacuerdo entre la tradición, la cronología histórica y la
geológica. Y la Atlántida de Solón y de los antiguos egipcios, la Atlántida más famosa, resulta ser
un hecho tan bien comprobado por la ciencia, que podemos dar por probables varios detalles que los
escritores antiguos nos han trasmitido, hasta los esplendores de la capital, de la cual Diodoro nos ha
conservado el nombre, Cerne, y la que elevaría «hacia un cielo siempre azul, los frisos armoniosos
de los frentes y los pórticos de sus templos, de una blancura relumbrante, cincelados por artistas
incomparables.» Todo eso se vuelve posible.
¿Pudieron, los habitantes de ambas Atlántidas, tener influencia étnica sobre América?
Limitadamente, sí. Pero esto sale del estrecho cuadro que hoy me he impuesto, no queriendo repetir
lo que expongo en «Orígenes Prob. de las Razas Americanas.
VIII
LA «ARQUINESIA» NO HA SIDO PUENTE, SINO CUNA.
Contestadas las objeciones a ambas tesis, me permitiré volver un momento a las hipótesis
relativas a tierras desaparecidas del Pacífico, en vista de publicaciones hechas posteriormente a la
presentación de mi modesto estudio al congreso de 1910, y con el fin de poner bien en claro la idea
fundamental que me ha guiado, para que esta no sea confundida con otra, muy parecida desde cierto
punto, pero completamente distinta en el punto inicial, que en esto se puede considerar como
esencial.
Un escritor muy ventajosamente conocido, R. de Sayas Enriquez, había publicado, en 1906, un
interesante libro sobre el Yucatán, en el cual, después de exponer las razones en que se fundaba para
sostener que «el continente americano no fue la cuna de la humanidad, cono algunos autores
contemporáneos lo pretenden, y los motivos que tiene para creér que el hombre no nació
simultáneamente en ambos continentes» exponía lo siguiente (52):
«El Océano Atlántico, así como el Indico, está casi desprovisto de islas. Pero si nos fijamos en
un mapa geográfico que comprenda todo el Pacífico con las costas de ambos mundo, veremos que
éste contiene más de 700 islas, las que se extienden en una serie desde la costa asiática, a través del
trópico de Cáncer, en dirección a Oeste-Sudeste cruzan el ecuador y penetran en el trópico de
Capricornio, hasta los 27 grados de latitud Sur, poco más o menos. La serie llega hasta la isla de
Sala y Gómez, que se halla a los 103 grados al Oeste del meridiano de Greenvich. Después se ven
varios grandes arrecifes, los que van hasta el grado 94, y a los 81 se encuentran las islas de San
Félix y San Ambrosio, a unos 9 grados de la costa de la América del Sur.
¿Son restos de un continente destruido? ¿Son la base de un continente en formación? Lo ignoto,
y no es este el lugar para considerar un punto tan completo, casi imposible de resolver
científicamente. Me concreto a hacer constar el hecho, el que por sí solo es bastante sugestivo. Por
otro lado, basta lo dicho para demostrar que existe una especie de puente entre ambos mundos, a
través del inmenso Océano Pacifico y que las islas mencionadas se encuentran muy cercanas unas
de otras, para que la hipótesis se tenga como aceptable, a falta de otra mejor... Quizás, repito, fuese
más racional admitir, como un postulado, la existencia de la «Pacífida», perdóneseme el nombre,
pues sería más fácil de fundar y sostener, tomando en consideración lo que expuse un poco antes».
(Yo he subrayado).
Y en su artículo de 1913, el mismo autor, después de hablar de los monumentos de la isla de
Pascua, agrega: «Los arqueólogos ingleses declaran en estos momentos que «se cree que esa isla es
el último pináculo de un continente sumergido, que ocupaba la mayor parte del Pacífico, y que tal
vez unía el Asia con la América». A continuación, al hablar de los actuales habitantes de esa isla,
dice: «Su emigración del continente asiático debe haberse efectuado en tiempos muy remotos,
como lo prueba el hecho de que en su lengua no se encuentra ninguna raíz del sánscrito, o
pracrito...»
Como se ve, la idea emitida por Zayas Enríquez, si bien publicada anteriormente, difiere en lo
fundamental de la esencial que he expuesto. Vamos a ver que la misma diferencia, poco más o
menos, persiste en todo lo que se ha publicado después y haya llegado a mi conocimiento:
En 1911, en una carta publicada por el siguiente autor, el eminente A. Russell Wallace, así se
expresa: «Una corriente de emigración de la parte oriental tropical del Asia, donde vivieron los
Vedhas de Ceylán, los primitivos constructores de los templos de Cambodje, y los Aínos del Japón,
restos de las razas caucásicas, en unión de las tribus malayas, produjeron a los Mahorís de Samoa,
Hawaii y Nueva Zelandia, llegó a la América del Sur, y dio origen a los Incas del Perú».
El año después, el conocido viajero y etnólogo C. Reginaldo Enock (53) sostiene que los
monumentos de la isla de Pascua son obra del pueblo que más tarde fundó los imperios de los Incas
y los Aztecas, habiendo llegado anteriormente a dicha isla, procedente del Asia.
En 1913, Zayas Enríquez, en el referido artículo, estaría de acuerdo en que los Mayas hubiesen
arribado a América por la misma vía.
Y el mismo autor cita a Mr. Knock, quién «es más positivo; (pues) en su opinión, las tenazas y
las estatuas de las islas de la Pascua, los edificios peruanos de Cajamarca y Titicaca, las ruinas de
Angkor-Thom en Cambodia, de Brambanam, Boro-Bodo y Modjopahit en Java, los monolitos de
Psumali en Sumatra, la Venecia de Metalanim, o Ponapé, los canales y las murallas ciclópeas de
Lele y el druídico Hamonga de Tongatabú, han de ser todas piezas del mismo enigma.»
En 1914, Peter Macqueen (54) escribe que «algunos que se han dedicado a la historia del antiguo
Perú creen que, hace millares de años, hubo una corriente migratoria de China hacia el Perú.
Algunas de las ruinas y templos exhumados tienen alguna semejanza con los templos budistas de
Mongolia, y aún hoy día, algunos de los naturales de la costa del Perú parecen chinos, y pueden
comprender la lengua china sin haberse rozado con los inmigrantes chinos actuales».
El mismo año, el etnógrafo japonés Shiga Shigetaka, escribe para el congreso de los
americanistas de Washington un estudio en el que da cuenta de las Relaciones Históricas entre la
América y el Japón».
Todos estos autores aportan datos y opiniones de peso, en favor de migraciones directas del Asia
por la Polinesia a América, o directamente. No les arredran las distancias, ni las corrientes marinas,
y por el intermedio de tierras sumergidas o sin ellas, hacen llegar importantes elementos
occidentales a este continente. Pero todos ellos hacen venir las civilizaciones americanas de la
lejana Asia; la Oceanía no habría sido sino el puente, la ruta más o menos interrumpida, pero ruta en
fin, no marcando los monumentos de la isla de Pascua sino una etapa. El desacuerdo es
fundamental. Aumenta este por el hecho de que los autores citados se refieren a migraciones, más o
menos antiguas, pero no al origen mismo de toda la raza americana hoy dominante. Para ellos
tendría origen asiático la civilización; pero sólo la tendría en parte, acaso pequeña, el conjunto de la
población americana. Y para puente que permitiera el paso, bastaría para algunos la sucesión actual
de muy pequeñas islas, las que habrían servido, como dijo Topinard, como las piedras que uno
hecha en la corriente para atravesarla.
Pero esas migraciones, que acaso sean realidades, por más remotas que sean, son demasiado
recientes para explicar el origen de la raza americana. La sucesión de pequeñas islas un basta para
explicar el avance, necesariamente muy lento, de una gran corriente migratoria al través de una
distancia enorme y cruzando el más vasto de los océanos El continente que otros idearon ocupando
una gran parte del actual Pacifico, o el puente continental que uniera Asia y América, son hipótesis
contra las cuales ya se manifestó, decididamente Lapparent, con razones que parecen inatacables
(55).
Para mi modo de ver, la cuna primitiva de la raza americana dominante fue el grande
archipiélago de grandes islas que me he permitido llamar «Arquinesia», y esta misma puede haber
sido en parte la cuna de la civilización americana, y más tarde la Polinesia que le ha sucedido. Pero
grandes obras como las de las islas de la Pascua, que no pueden haber sido aisladas y suponen otra
más grandes aún en extensión, no pueden ser sino las de un gran pueblo que habitaba grandes
tierras.
La civilización primitiva no se limitó a pasar por la Polinesia, sino que probablemente irradió
desde Polinesia, y «quizá desde Arquinesia misma; no a todo el mundo, pero sí, al mundo habitado
por las razas descendientes del gran tronco amarillo o mongólico, que tal vez fuera más exacto
llamar bronceado. Arquinesia no fue un puente, sino un centro, y la isla de Pascua, con sus
plataformas gigantescas e innumerables estatuas colosales, si no formaba parte de él, no debía estar
lejos.
IX
El LADO PSICOLÓGICO
No existe en la psicología de los pueblos espectáculo más deplorable y menos digno, del que
presenta una agrupación humana que intenta ocultar sus orígenes, o se avergüenza de ellos.
Felizmente el caso no es común, y sólo lo ofrecieron pueblos degradados o esclavos. El hombre que
renegase de su madre por haber sido ésta de condición muy humilde no merecería más severa
reprobación que aquéllos.
Por lo común, aun los pueblos que llamamos inferiores se ufanan más o menos visiblemente de
su origen. Bastaría recordar las varias tribus y naciones que se titulan sencillamente «Los
Hombres», como si los demás lo fueran menos. Los americanos se han distinguido en general por el
alto concepto que tenían de sí mismos. Los guaraníes siempre se titularon Avá o Avá-eté [Ava ete],
«los verdaderos hombres». Tan autosugestionados andaban los caraíbes con su nombre, que no
reconocían iguales ni obstáculos, y acometieron empresas inverosímiles.
Aunque menos marcado, aparece no obstante el fenómeno entre buena parte de los africanos.
Los cafres, los fanes, los senegalenses, ghiolofes y guineos, los rivereños del Chad, los wagandas y
los somalíes (y no cuento a los abisinios), se conceptúan respectivamente superiores a todos los
pueblos de su continente, y algunos no se consideran menos que los blancos. Y todos ellos se
distinguen en ser los más fuertes e inteligentes de su raza, siendo los mejores elementos para los
futuros inevitables cruzamientos. Liberia y Haití, lejos de considerarse humilladas por su base
étnica, se esfuerzan en mantener la preponderancia de la raza principal; y la segunda, no obstante
las conmociones políticas, cuya frecuencia no pueden criticar ciertas repúblicas latinoamericanas, y
cuyo primer origen no parece estar siempre en el país, proporcionalmente a su territorio y
elementos, no figura mal entre sus hermanas políticas. La actitud de estos pueblos es muy plausible,
pues si tal no fuera, de merecer algunos de ellos el calificativo de inferior, presentarían una
inferioridad más, la psíquica, la peor, la sola muy grave ante el porvenir, la única verdadera e
insanable.
Semejante actitud resultará aún más acertada, si se consideran estos dos puntos de capital
importancia:
Primeramente, el factor de la inferioridad de la gran mayoría de los que llamamos inferiores, no
es el espíritu, mucho menos la materia, sino únicamente el tiempo, factor absolutamente exterior e
independiente de la naturaleza de los hombres. No se puede poner en duda que el físico de tales
pueblos es generalmente más sano y resistente que el de las poblaciones más civilizadas. Sus ideas
morales, cuando se profundiza su estudio y se llega despojarlas del fárrago de apariencias que
engañan al vulgar y a los observadores superficiales, son en su mayor parte tan buenas como las de
cualquier pueblo civilizado; y si defectos tienen, defectos hay en todas las civilizaciones. En cuanto
a inteligencia, los miles de ejemplos que se han tenido y cada día se observan en los institutos
superiores de enseñanza, vienen haciendo cada vez menos evidente la pretendida inferioridad, ya
puesta en duda, en muchos casos, por los estudios craneométricos. Sólo faltan, para la generalidad
de los pueblos atrasados dos elementos de desarrollo: la prolongación, en el individuo, de la
gimnasia funcional del cerebro más allá de lo que sea necesario par la adquisición de los
conocimientos de práctica inmediata; y la provocación en las generaciones sucesivas, de la
totalización de los conocimientos adquiridos, así como el aprovechamiento de la totalización a que
llegaron los demás pueblos. En suma, instrucción general y enseñanza intensiva, prolongada, cosas
que por circunstancias generalmente independientes de su voluntad no pudieron tener, pero que en
mayor número de casos un rechazan, y a veces aceptan con verdadero gusto y entusiasmo. Pues,
salvo los caos de regresión, los pueblos inferiores son los niños y los adolescentes, no los brutos de
la humanidad.
En segundo lugar, y primero para los intereses de la humanidad, esos pueblos y razas
desempeñan y desempeñarán un papel providencial. Las razas y los pueblos, sobre todo los
cansados por un largo período de civilización defectuosa, pueden regenerarse por medio del
cruzamiento. Y el ser defectuosas, ha sido el caso de todas las civilizaciones habidas hasta ahora, no
pareciendo sino que el destino quiera que lo sean todas, cumpliéndose inexorablemente lo que diera
a entender la bella y profunda alegoría bíblica del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, que a la
civilización, y no a otra cosa, clara y acertadamente alude.
Lo que sabemos de la importancia de los cruzamientos y naturaleza de sus productos, así como
de la influencia que tales fenómenos ejercieron en el desarrollo y renovación, de las agrupaciones
humanas y producción de nuevas civilizaciones, autorizan la suposición de que el día en que la
humanidad, reducida a una sola mezcla general y civilización uniforme en todas las partes del
mundo, no tuviese más ningún otro elemento o raza distinta con la cual cruzarse física y
psicológicamente, habrá que considerar como iniciada su última decadencia y próxima su
extinción.
A medida que aumenta el conocimiento de las antiguas civilizaciones y se descubren otras más
remotas, y se profundiza el estudio de los pueblos actuales que no pertenecen a la raza blanca, se va
generalizando el convencimiento de que la cultura no fue ni será nunca el patrimonio de ninguna
raza, y se viene por tanto aconsejando mayor modestia a la blanca. No porque resulten menguados
sus triunfos, sino porque tiene que renunciar desde ya al monopolio del que ingenuamente creyóse
investida. Por lo pronto, de las grandes civilizaciones pasadas, no está probado que la mayoría le
pertenezca.
Si lo dicho es cierto en términos generales, y si lo es con referencia a razas y pueblos que con
suficiente razón fueron considerados como inferiores, ¿cómo no ha de serlo, en tratándose de un
elemento étnico que ha dado tantas pruebas de inteligencia y valor, y de haber llegado a una
mentalidad bajo ciertos puntos de vista tan elevada como la de cualquier pueblo civilizado,
habiendo tenido una influencia tan grande en la historia y constitución étnica de medio continente,
contribuido de una manera indiscutible para la formación de su índole y costumbres actuales,
enriquecido con un aporte tan notable a la agricultura del mundo tropical, e iniciado más de una
costumbre hoy día universal?
De allí la importancia especial de su estudio, hacia el cual ansiara yo ver orientada una parte de
las jóvenes inteligencias nacionales, en un país que por haber salvado la lengua de sus antepasados
americanos, estaría claramente indicado como centro de las investigaciones. A condición de seguir
métodos científicos, o sencillamente planes metódicos, que pueden ser completamente personales y
escogidos a voluntad, los estudios que aquí se pueden realizar sin mucho esfuerzo, llamarían la
atención, no sólo de los especialistas, sino del público estudioso en general, en Europa y Norte
América, y seguramente más que las publicaciones sobre la flora y la fauna, pues nunca han
despertado tanto interés como hoy día las investigaciones y noticias de todas clases al respecto de
los pueblos en general, y muy especialmente de los menos conocidos. Todo interesa ahora
vivamente, su índole y naturaleza, sus usos y costumbres, sus creencias, tradiciones y leyendas, su
estado social y manera de vivir pasada y presente, su lengua y dialectos, hasta los detalles
aparentemente desprovistos de importancia, como sus canciones, proverbios y dichos populares, las
diversiones colectivas y los juegos infantiles. La humanidad se va dando cuenta de que, de todos los
estudios naturales el más interesante es el que haga de sí misma, y es cosa asombrosa eso de que
esta verdad, que hubiera debido ser la de los Pero Grullos de todas las épocas, recién se abre camino
desde algunos lustros o decenios entre los pueblos de origen europeo.
Para esto, la juventud debe precaverse contra la tendencia muy curiosa, pero general, a
menospreciar sistemáticamente lo propio y ensalzar lo ajeno, atribuyendo menos valor a lo que a su
país se refiera y en él se haga, para admirar sin reserva a todo lo que al país llegue con titulo o
marca extranjera, y también contra esta otra, igualmente curiosa pero mucho menos general, que
lleva el criollo a suponer que los estudios aludidos corresponden a los extranjeros, temiendo con
exceso a la crítica, la cual aquí sólo aparece al respecto de un trabajo, cuando este es obra de
connacionales.
No falta quién suponga también, que el largo estudio de las cosas guaraníes pueda sugerir ideas
egoístas y mezquinas, y despertar tendencias aisladoras, con relación a las naciones que nos rodean.
Tamaño error proviene del concepto muy limitado y casi exclusivamente nacional que generalmente
aquí se tiene de esas cosas. Una vez bien conocida la amplitud que puede abarcar y la enorme
extensión que interesan, se comprenderán que tales estudios, lejos de ahondar fronteras, mostrarán a
los paraguayos que están rodeados de hermanos.
Pues se verá que el Noreste Argentino fue en gran parte guaraní, y guaraní fue el litoral en su
mayor extensión, desde la confluencia hasta dar con el Atlántico. Se verá en el charrúa un pueblo
guaraniano, hablando la lengua general de los Avá. Aparecerá sembrada de pueblos guaraníes, o
cubierta de elementos guaranianos, la inmensa extensión de continente, que desde el Río de la Plata
y el Paraguay, va hasta el mar de Caraíbes y Antillas, no teniendo otro limite que el Atlántico y
buena parte de los Andes. Y por fin, hacia el Occidente, Bolivia se nos presentará con cuatro
pueblos guaraníes, ocupando una superficie casi tan grande como la del Paraguay incontestado, y
contando con dos de los tipos más genuinos de la raza. Y nuestra juventud, cuando conozca mejor a
las poblaciones actuales de todos esos países y vea que su sangre o la de sus connacionales, corre en
más o menos fuerte proporción por las venas de aquéllas, lejos de caer en retraídos egoísmos, será
más propensa a las generosas expansiones, pues verá muchos hermanos que abrazar, entre los que
creía adversarios y extraños.
Los numerosísimos paraguayos por cuyas venas corre la antigua sangre americana, aprenderán a
apreciarse mejor a sí mismos, y de este aprecio obtendrán más fuerza y dignidad para todas las
empresas nobles de la vida. Ya ninguno intentará ocultar su origen, y cundirá el ejemplo de cordura
que dan aquellos pueblos americanos, que como los de Méjico y Centro América y otros del Sur,
con la gran República del Brasil, en todas las ciases sociales, no sólo no se avergüenzan, sino que
reconocen con placer, cuando no ostentan con orgullo, los estigmas de la raza americana y
respectivamente, de la que dominó a medio continente, a países más grandes que Europa, y pudo
haber enseñado moral y dignidad a muchos pueblos civilizados del Viejo Mundo. El consejo que
Roosevelt, el grande hombre de Estado, diera recientemente a los paraguayos, no habrá caído en el
olvido. Y por mi pequeña parte, después de ver mezclada en mis descendientes la sangre helvética
con la de los simpáticos hijos de Guarania (56), me felicitaré si podré haber contribuido, siquiera en
algo, para fortalecer la idea nacional, con el conocimiento acabado de las virtudes de ambos
continentes heredadas; lo cual no implica que se olviden los defectos, a los que debemos combatir
tenazmente sin admitir como disculpa el que los haya en toda agrupación humana.
Fortalecer la idea nacional no significa despertar odios, ni siquiera desprecios, sino todo lo
contrario. El que se siente fuerte de su derecho y de su valer, puede mirar más allá de su frontera
con la serenidad del que confía en lo porvenir; satisfecho de sí mismo y convencido de que no tiene
motivo de avergonzarse de ninguna comparación, puede admirar sin mezcla de bajos sentimientos
las cualidades y los triunfos del vecino. Sólo el patriotismo mezquino y falseado por el odio
necesita ahondar las fronteras. El verdadero, el natural y genuino, el que subsistirá a pesar de todas
las reformas sociales, el que es la resultarte de los sentimientos colectivos más nobles, trabajará en
rellenarlas, y no dejará de ellas sino el trazo que la naturaleza ha marcado para deslindar las
entidades verdaderas.
Pero, que no se olvide que en la afirmación de su ser, franca, enérgica y sin reserva, está la
fuerza fundamental de una nación. Entidad que no se afirma de tal modo, no es verdadera; podrá
existir durante algún tiempo, con vida azarosa y vacilante, pero su destino inevitable es perecer,
envuelta y absorbida por las fuertes entidades que se afirman.
En la naturaleza, todos los organismos, como todos los fenómenos, responden a una razón de ser,
la que permite y atribuye a cada uno una función en el conjunto. Sin esta razón, ninguno puede
existir, y de aparecer casualmente, no perdura. Y la misma ley preside a los organismos colectivos, a
todas las agrupaciones.
La existencia de una agrupación natural sin caracteres propios, es de suyo totalmente
inconcebible. Si la agrupación es artificial y no responde a la naturaleza por carecer de tales
caracteres, desaparecerá como todas las obras que el hombre intenta prescindiendo de las leyes
naturales. Por lo contrario, una agrupación es tanto más elevada en la jerarquía sistemática, cuanto
más profunda y original es su caracterización. Su razón de ser aumenta con el valor de los
caracteres que la distinguen, y en el esfuerzo por la vida, a una mayor caracterización armónica
corresponde mayor resistencia y duración.
Estudiar la naturaleza de su propia colectividad, con el fin de buscar los defectos y remediarlos,
será siempre obra de muy sano patriotismo. Mas para la realización del ideal de una patria
verdaderamente libre e independiente, esa obra no bastará, si apoyándose en sus orígenes, historia y
virtudes, esa colectividad no sabrá afirmar con energía y sin reservas su entidad y su derecho.
NOTAS
16- Excluyo la pretendida forma «karani», que no pasa de una mera suposición.
17- Traité de Géologie, 5ª éd., vol. III p. 1726
18- Haug, Lapparent, Henshaw, etc. y d’Urville, Ellis y Moerenhout.
19- Buenos Aires, 1910, congreso científico internacional.
20- La organización de ese congreso, aunque presentara notable progreso sobre la de otros
anteriores, no pudo salvar las dificultades que se oponían en cuanto se tratara de la lectura de
trabajos de cierta extensión, y aún más de la disensión de los mismos, por falta absoluta de
tiempo. Tales dificultades eran aun mayores en el caso de trabajos manuscritos, como lo era el
mío.
21- Tan imperfecto es nuestro ser, que los hombres más grandes no saben a veces sobreponerse a las
debilidades humanas más comunes. Es en gran parte cuestión de temperamento. Los hombres
pacíficos no tienen a veces más mérito en mantener su calma, que culpa los impetuosos en
dejarse llevar un tanto más allá de lo que correspondería.
Esto para lo subjetivo. En cuanto a lo objetivo, es casi escusado decir que mientras no se
oigan todas las razones en que el adversario funda su decir, y se examinen con él, uno por
uno, todos los hechos en que se afirma, será siempre acto precipitado e injusto el rechazar sus
opiniones, llevados principalmente por el deseo de no ver estorbadas las nuestras. Si esto es
obvio y sensato en general, mucho más lo será en la cuestión de que tratamos de suyo muy
difícil y oscura, habiendo dado lugar a seculares discusiones y a la emisión de las más
opuestas hipótesis.
Y si hubo quien hubiera podido tener presentes estas verdades más que otro, fue precisamente
Ameghino, quién tuvo que sufrir no pocas veces criticas duras e injustas, que sus autores
seguramente hubiesen suavizado, de conocer más de cerca completamente los innumerables
hechos por el invocados.
22- No conozco sino una sola excepción.
23- En la Historia del Río de la Plata tenemos un caso famoso de antropofagia entre los españoles.
Los compañero de don Pedro de Mendoza acusados por el hambre en Buenos Aires, no
titubearon en comer carne humana. «Los vivos se sustentaban de la carne de los que morían –
dice el verás Ruiz Díaz de Guzmán – y aun de los ahorcados por justicia, sin dejarle más de
los huesos, y tal vez hubo hermano que sacó la asadura y entrañas a otro que estaba muerto
para sustentarse con ella.» (Nota del Editor.)
24- Lapparent «Traits de Géologie» 5e éd. vol III p. 1918.
25- Rev. do Museu Paulista, vol. III, lámina XIII.
26- Bull. de la Soc. Geol. de France, vol XXVIII, p. 632 (3me 8)
27- H. V. Henshaw: Migration of Pacific plover, 1910.
28- Voyage aux iles du Gran Océan, vol. I, 571.
29- Klima der Eiszeit; Verhandl. der Schweizer. Naturforsch. Ges. in Davos, 1891.
30- Hay un elemento dolicocéfalo entre los aztecas, tanto que Lucien Biart, en su monografía de los
aztecas da a éstos como dolicocéfalos; los elementos aztecas branquicéfalos de la época
serían en este caso, dominados o absorbidos por el verdadero azteca.
31- Zimmermann: Razas humanas, V, 387 y 393 (Cit. p. el sig.)
32- Orozco y Berra: Hist. Ant. de México, vol. II, 450.
33- Races Océaniennes et Américaines, 258, 268.
34- Cañas Pinochet: Dicc. de la lengua veliche, Santiago 1907.
35- Todos los autores que han tocado este punto y pude consultar, han olvidado por completo que,
entre el 10º paralelo norte y el ecuador, corre la Contracorriente Ecuatorial, directamente de
oeste a este, desde más al sur de las Carolinas hasta California y Méjico, y que es bastante
fuerte: Además los habitantes de las Carolinas son navegantes audaces. La gran corriente fría
del Perú, si bien va al norte hasta las islas Galápagos, en la primera parte de su curso viene al
oeste.
36- Orozco y Berra, Martínez Gracida: Hist. de la Chontalpa Oaxaqueña, 32. Pinochet: 1. c., 16.
37- Sobre la antigüedad del hombre en el Perú tenemos ahora los datos más contradictorios. El
eminente geólogo francés Prof. Dr. Couty expuso en 1910 (Congreso de Buenos Aires) el
notable descubrimiento hecho por él, de una ciudad cuya antigüedad calcula en 8000 años. El
año siguiente el Prof. Hiram Bingham, jefe de la expedición científica enviada por los
Estados Unidos, declaraba haber encontrado en el Cuzco restos humanos cuya antigüedad
sería de 20 a 40.000 años. Pero el Dr. Alesh Hrdlicka, comisionado por el mismo país para
estudiar los restos humanos del Perú, parece negar que haya vestigios humanos de 2000 años
en ese país cuya primera población, braquicéfala, fornida y uniforme, no sería muy antigua.
Esto y el hábito marítimo no harían entonces imposibles ciertas relaciones con el Occidente.
38- J. Engerrand: Raza de Lagoa Santa seg. el Dr. Rivet.
39- Historia de las Islas Filipinas, Manila, 1803.
40- Vide en «Note sur un crâne Otomi» del Dr. Al. Schenk (Lausanne) la mensuración de seis
cráneos. El profesor suizo no hace deducciones.
41- García Cubas: La Leyenda de Vortán (Méjico, 1910)
42- Henning: Sobre los años Ben, Eznab, etc. (ibid. 1911)
43- P. Henning: Zur Geschichte des Chalchíhuitl, p. 57 (Ibidem, 1910)
44- Boletín d. l. Escuelas Prim., Costa Rica, IV, 685
45- Hist. de la Chontalpa Oaxaqueña, p. 33
46- Orozco y Berra «Hist. Ant. de Méjico»." l. c. p. 33.
47- Tal vez sea esta una expresión demasiado absoluta; algunas partes seguramente han sido alguna
vez cubiertas por las aguas; por ej., en cierta época del mioceno; pero como un lo fueran en
mayor extensión, y no de una manera muy prolongada, en nada perjudica esto a la hipótesis
del Sr. Botella.
48- Esto, en lo esencial, es confirmado por Lapparent, von Ihering, y otos.
49- Revue Scientif. 1903, vol. V, 552
50- Traité de Geologie, quinta ed., 1725, 1726 y 1655
51- Como se verá en su lugar, la tradición de la Atlántida no se alteró, sino que fue
involuntariamente alterada por Platón, mezclando con ella hechos históricos relatados por los
egipcios, pero acaecidos mucho después. La lectura atenta de la obra magistral que cito, me
convence de que su autor no creyó necesario consultar los escritos de Teopompo y de
Diodoro, ni las publicaciones modernas de los egiptólogos al respecto de la guerra que la
confederación libio-sardana sostuvo contra el Egipto y sus aliados los fenicios. Por eso
Lapparent no comprendió dónde estaba, y cuál era la alteración, que tanto daño hizo a la
tradición y a las relaciones antiguas sobre aquellas tierras desaparecidas y sus habitantes.
52- «El Estado de Yucatán, su Pasado, Presente y Porvenir», Nueva York 1906, p. 117. Vide
también su art. «La isla de la Pascua» en la revista «América», Nueva York, Enero 1913.
53- «The Secret of the Pacific» ed. por Charles Scribner’s Sons.
54- «National Magazine», Boston, Julio 1914.
55- Traité de Géologie, V ed., vol III, 1935.
56- Me he permitido designar con este nombre a la inmensa región poblada o dominada por los
guaranianos, que desde la boca del Río de la Plata iba hasta el mar de Caraíbes y las Antillas,
y desde el Atlántico se extendía más o menos hasta los Andes.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO X.
De los indios silvestres.
1. Aunque el hombre sea incomprensible y más el indio silvestre, porque no escribe,
habla muy poco en idioma desconocido, al que tal vez faltan cien veces más voces de las
que tiene, y porque no opera sino lo que le ordenan las pocas necesidades que
esperimenta; con todo como el indio por más bárbaro que sea, es la parte principal y más
interesante de América, creo deber poner aqui algunas observaciones que hice sobre
bastantes naciones de indios silvestres o libres que no estan, ni jamas han estado
sugetas a los españoles, ni a ningun imperio. No seré difuso por no fastidiar, y me
limitaré a lo que permiten mi poco talento y menor perspicacia.
2. He vivido largas temporadas con algunas de aquellas naciones, y con otras menos:
aun hablaré tal cual cosa de algunas que no he visto, valiéndome de las mejores noticias
que pude procurarme. De modo que me he propuesto hacer saber el número y la
situacion de cuasi todas las naciones que hay y ha habido en aquel pais, para que se
puedan entender y corregir las relaciones antiguas. Estas, como hechas por los
conquistadores, multiplican el número de naciones y de indios, con la idea de dar
esplendor a sus hazañas. Los historiadores que han copiado dichas relaciones, no las
han corregido ni se han propuesto describir aquellas naciones. La mayor parte de las
relaciones e historias convienen en asegurar, que cuasi todas las citadas naciones eran
antropófagas, y que en la guerra usaban de flechas envenenadas; pero uno y otro lo creo
falso, puesto que nadie de las mismas naciones come hoy carne humana, ni conoce tal
veneno, ni conserva tradicion de uno ni otro, no obstante de estar en el pie de que
cuando se descubrió la América, y de que en nada han alterado sus otras costumbres
antiguas.
3. Llamaré nacion a cualquiera congregacion de indios que tengan el mismo espíritu,
formas y costumbres, con idioma propio tan diferente de los conocidos por allá, como el
español del aleman. No haré caso de que la nacion se componga de muchos o pocos
individuos; porque esto no es carácter nacional. Para certificarme de la diversidad de
idiomas y de naciones, me valí de los mismos indios y de españoles que entendian las
lenguas Albaya (4), Payaguá y otras, o que habian tratado con muchas naciones;
resultando de sus relaciones, que los idiomas que diré ser diferentes, no tienen una
palabra comun, ni pueden los más escribirse con nuestro alfabeto, siendo muchos
narigales, guturales y en estremo dificiles.
4. Todas las naciones son más o menos errantes, sin pasar por lo comun al distrito de
otras, ni aun al espacio desierto que media entre ellas. Asi cuando se señale el sitio de
su habitacion, será para hacer reconocer el centro de su destino.
NACION CHARRUA
5. Tiene idioma muy narigal, gutural y diferente de todos. En tiempo de la conquista
corria la costa septentrional del río de la Plata desde Maldonado hasta cerca de la boca
del río Uruguay, estendiéndose por los campos como treinta leguas hácia el Norte Yaro,
mediando un grande desierto hasta encontrar por el Norte algunas divisiones o pueblos
de indios Tapes o Guaranís.
6. Los Charrúas mataron a Juan Diaz de Solis, primer descubridor del río de la Plata,
sin comerle como dice equivocadamente Lozano, lib. 2, cap. 1. Con este hecho
principiaron una guerra, que aun dura hoy sin haber tenido tregua, y que ha costado
innumerables muertes. Desde el principio quisieron los españoles fijarse en su pais,
haciendo algunas obras en la colonia del Sacramento, luego un fuertecillo y en seguida
una ciudad en la boca del río de S. Juan, y despues otra donde el río de S. Salvador
entra en el Uruguay. Pero todo lo destruyeron los Charrúas, quienes aunque no pudieron
embarazar el que los portugueses se fijasen el año de 1679, en la isla de S. Gabriel y en
la costa inmediata a la colonia del Sacramento, nunca les permitieron salir un paso de
sus murallas. Cuarenta y siete años despues se edificó el fuerte y ciudad de Montevideo,
cuyos valientes españoles rempujaron a los Charrúas hácia el Norte a costa de mucha
sangre.
7. Poco antes del último año citado, esterminaron los Charrúas las dos naciones
llamadas Yaros y Bohanes, y tal vez habrian practicado lo mismo con la de Minuanes,
pero hicieron alianza y estrecha amistad con ellos para sostenerse y atacar a los
españoles que acababan de principiar las obras de Montevideo. Hiciéronlo en efecto
muchos con valor y suerte varia, hasta que creciendo mucho los reclutas españoles y
teniendo un diestro y valiente caudillo, forzaron a los Charrúas a alejarse hácia el Norte,
dejando muchos campos libres que poblaron los de Montevideo con dehesas o estancias
de ganados, ganándolas y sosteniéndolas a costa de mucha sangre. Ultimamente una
porcion de Charrúas y de Minuanes forzada por los españoles, se ha incorporado a los
pueblos más centrales de las Misiones del Uruguay, y otra esta hoy tranquila en la
Reduccion de Caiasta. Pero otra porcion que hay libre por los treinta y treinta y un grados
de latitud, hace la guerra a sangre y fuego a veces a portugueses y siempre a los
españoles; como que de las partidas que yo enviaba de cincuenta y cien hombres, me
mataron muchos soldados.
8. El arma de los más, es una lanza de cuatro varas con la moharra de fierro,
comprada a los portugueses cuando estan en paz. Otros usan las flechas comunes y
cortas que llevan en carcax a la espalda y jamas han conocido las bolas del núm. 43
como dice Barco, Canto 10. Crian yeguas y caballos montando en pelo los varones, y
usando freno de fierro, si lo han podido robar o comprar: las mugeres usan enjalma muy
sencilla, y montan con las piernas abiertas. A nadie presta su caballo el Charrúa, sino a
sus hijos y muger, esto cuando tiene muchos; por que si tiene uno solo, le monta él, y
hace le siga a pie toda su familia, y que lleve a cuestas todos sus muebles.
9. Cuando han resuelto una invasión, ocultan las familias en algun bosque, y anticipan
seis leguas a los menos algunos bomberos o esploradores bien montados y separados.
Estos adelantan con suma precaucion. Se detienen a observar y van siempre echados a
la larga sobre los caballos dejándolos comer para que si los ven se crea que los caballos
estan sin ginetes. Con esta mira no usan freno, sino que atan la mandíbula inferior con
una correa, de la que salen dos que sirven de riendas. Como nos aventajan mucho en la
estension y perspicacia de la vista y en el conocimiento de los campos, logran observar
nuestros pasos sin ser descubiertos. Cuando llegan a una o dos leguas del obgeto que
quieren atacar, traban sus caballos al ponerse el sol, y se aproximan a pie agachados y
ocultos con el pasto para imponerse bien de la casa o campamento, de sus avenidas y
avanzadas, centinelas, caballada etc. Los mismos reconocimientos y precauciones usan
en todos sus viages; aun cuando piensan no atacar, siguen siempre sus bomberos a los
españoles, si los hay en campaña: de modo que, aunque no se vea un indio, debe el que
manda tener por cierto que le preservan sus precauciones; cuales son estar quieto de dia
y marchar de noche. Ademas debe tener partidas avanzadas que observen, si el ganado
vacuno principalmente el silvestre huye, o si los caballos cimarrones atacan en columna,
por que sucede lo primero cuando se acercan ginetels, y lo segundo cuando se aparecen
caballos mansos con pasageros.
10. Bien impuestos de todo los bomberos, vuelven a dar el aviso: pero si han sido
descubiertos, escapan con rumbo opuesto del que trae su gente, y no hay que esperar
alcanzarlos por que llevan caballos superiores, y en pelo que corren más que con
aparejo. Hecha la relacion a su tropa, determinan si les conviene más desviarse de la
derrota de los españoles, o atacarlos. En este caso se reparten segun los puntos que se
proponen, marchando despacio pero en llegando a tiro, gritan dándose palmadas en la
boca, y se arrojan como rayos, matando irremisiblemente cuanto encuentran, menos a
las mugeres y a los muchachos menores de como doce años. Los despojos son del que
los coge por que nada reparten. El que pilla mugeres o niños, los lleva a su toldo o
choza, y los agrega a su familia, para que le sirvan, dándoles de comer hasta que se
casan. Entonces si es muger se va con su marido, y si es varon forma familia y casa
aparte, quedando tan libre e independiente como si fuese Charrúa, y es reputado por tal.
Esta libertad y nueva vida acomoda tanto a los cautivos, que es raro quieran volver a
estar con sus padres y parientes. A esto alude Rui Díaz lib. 1 cap. 3 diciendo que son
humanos con los cautivos. Aunque los citados ataques son poco antes del alba, tambien
los hacen de dia si advierten inferioridad, miedo o mala disposicion en el que manda. No
ignoran el hacer ataques falsos, emboscadas oportunas, y fugas fingidas: y como llevan
ventaja en lo ginete y en los caballos, no se les escapa ninguno de los que se separan
para huir, ni de los que vuelven la espalda en retirada. Por fortuna no continuan la
victoria, y se contentan logrado el primer golpe: de no ser asi, quizás las campañas al
Norte del río de la Plata no estarian aun pobladas de españoles. Barco, canto 10, dice
falsamente, que desollaban la cara a los enemigos muertos, y que por cada uno se
daban una cuchillada.
11. La esperiencia ha hecho conocer, que es muy bueno cuando acometen, echar pie
a tierra, y esperar bien unidos delante de los caballos del diestro sin disparar sino uno u
otro tiro de muy cerca. Solo asi respetan las armas de fuego, y se retiran despues de
haber hecho algunas morisquetas, porque si la descarga es general, no dan lugar a
segunda, y todo perece. Quizás han derramado los Charrúas hasta hoy más sangre
española que los ejércitos del Ynca y de Motezuma, y sin embargo no llegan en el dia a
cuatrocientos varones de armas. Para sugetarlos se han despachado muchas veces más
de mil soldados veteranos ya unidos ya en diferentes cuerpos; y aunque se les ha dado
algunos golpes, ellos existen y nos hacen continua guerra. Nos llevan muchas ventajas,
en lo ginete, en la economía, cuidado y descanso que procuran a sus caballos; en
montar en pelo, en no llevar equipage ni víveres, comiendo lo que encuentran, en pasar
más tiempo sin comer ni beber; en soportar mejor toda especie de fatigas y trabajos, y en
no detenerse por embarazos de rios, lagos ni esteros o cenagales Más no son ni han
sido tan veloces a pie que pillen a correr los ciervos y avestruces como quiere Barco,
canto 10.
12. Regúlo la estatura media de los Charrúas una pulgada superior a la española;
pero los individuos son más igualados, derechos y bien proporcionados, sin que entre
ellos haya un contrahecho o defectuoso, ni que peque en gordo ni en flaco. Son altivos,
soberbios y feroces; llevan la cabeza derecha, la frente erguida, y la fisonomia
despejada. Su color se acerca tanto o más al negro que al blanco, participando poco de
lo rojo. Las facciones de la cara, varoniles y regulares; pero la nariz poco chata y
estrecha entre los ojos. Estos algo pequeños, muy relucientes, negros, nunca de otro
color, ni bien abiertos. La vista y el oido doblemente perspicaces que los de los
españoles. Los dientes nunca les duelen ni se les caen naturalmente aun en la edad muy
avanzada, y siempre son blancos y bien puestos. Las cejas negras y poco vestidas. No
tienen barbas, ni pelo en otra parte, sino poco en el pubis y en el sobaco. Su cabello es
muy tupido, largo, lacio, grueso, negro, jamas de otro color, ni crespo, ni se le cae: solo
encanece a medias en edad muy avanzada. La mano y pie algo pequeños y más bien
formados que los nuestros: el pecho de las mugeres no tan abultado como el de otras
naciones de indios.
13. No se cortan el cabello, y las mugeres le dejan flotar libremente: pero lo atan los
varones, y los adultos ponen en la ligadura plumas blancas verticales. Las Charrúas y
todas las indias que conozco, y aun las mulatas del Paraguay, buscan los piojos y las
pulgas con aficion y gusto, por el que a ellas les resulta de tenerlos un ratito pataleando
en la punta de la lengua sacada de la boca, y de comerlos y masticarlos despues. Los
varones no se adornan con pinturas ni las mugeres usan sortijas, arracadas ni adornos,
pero el dia que aparece la primera menstruacion, las pintan tres rayas azules obscuras:
la una cae verticalmente por la frente desde el cabello a la punta de la nariz siguiendo el
caballete de esta, y las otras dos una al través de cada sien. Estas rayas son indelebles;
porque las ponen picando la piel y poniendo arcilla negrizca. A pocos dias de haber
nacido un varon Charrúa, le agugerea la madre el labio inferior de parte a parte a la raiz
de los dientes, y en el agujero le introduce la insignia viril que es el Barbote que no se
quita en toda la vida ni para dormir, sino para poner otro si se rompe. Es un palito de más
de medio palmo con dos líneas o la sesta parte de una pulgada de grueso hecho de dos
piezas. La una tiene cabeza como clavo, ancha y plana en un estremo para que no
pueda salir por el agujero en el cual la meten de modo, que la cabeza toque la raiz de los
dientes, y la otra estremidad apenas salga fuera del lábio. La otra pieza más larga del
Barbote se introduce a fuerza, y se afianza en un agujerito que tiene la primera en la
punta esterior.
14. Por allá llaman toldo a la casa o habitacion del indio silvestre, y toldoria al pueblo
o conjunto de muchos toldos. El Charrúa o más bien su muger, corta tres o cuatro varas
verdes poco más grueso que el dedo pulgar, y las dobla clavando entrambas puntas en
tierra. Sobre estos arcos apartados unos de otros, tiende una piel de vaca, y queda
hecha la casa o toldo para un matrimonio y algunos hijos; pero si estos no caben, hacen
al lado otro. Entran como los conejos y duermen boca arriba sin almohada, como todo
indio silvestre, sobre una piel. Es ocioso decir que no conocen sillas, mesas, etc., y que
sus muebles son cuasi ningunos: hacen la cocina fuera de casa.
15. Nadie cubre la cabeza y los varones van totalmente desnudos sin ocultar nada;
pero para abrigarse cuando hace mucho frio, suelen tener una camiseta muy estrecha de
pieles sin mangas ni cuello, que no siempre llega a cubrir el sexo. Los que en la guerra
han pillado un Poncho o sombrero se sirven de este contra el sol muy ardiente y de
aquel en vez de la camiseta. El Poncho es un pedazo de tela muy ordinario de lana,
ancho como siete palmos, largo diez con una raja en medio por la que sacan la cabeza.
Las mugeres no hilan, quizás porque su pais no produce algodon, ni crian ovejas. Se
envuelven en el citado Poncho, o se ponen una camisa sin mangas de lienzo ordinario de
algodon, cuando sus maridos o padres la han podido adquirir o robar. Jamas lavan su
vestido, ni las manos ni cara; pero se bañan alguna vez cuando hace calor. Nunca barren
el toldo; son muy puercas, huelen muy mal y tambien sus casas.
16. Nada cultivan, ni comen sino algun animal y vacas silvestres. Las mugeres arman
y desarman los toldos, y hacen la cocina que se reduce al asado. Para esto ensartan la
carne en un palo, cuya punta clavan en tierra de modo que quede algo inclinado: asi le
arriman el fuego, y cuando notan que la carne esta asada de un lado, dan vuelta al palo
para que se ase del otro. A un mismo tiempo ponen muchos asadores, y cualquiera de la
familia que tiene gana saca uno sin avisar a nadie, le clava en tierra aparte y come
sentado en sus talones. Aun cuando se congregan padres e hijos nadie habla mientras
comen, ni beben hasta haber comido.
17. No tienen juegos, bailes, cantares ni instrumentos músicos, tertulias ni
conversaciones ociosas; y les es tan desconocida la amistad particular, como que nunca
se avienen dos para cazar, ni para otra cosa que para la comun defensa. Su semblante
es inalterable, y tan formal que jamas manifiesta las pasiones del ánimo. Su risa se limita
a separar un poco los ángulos de la boca, sin dar la menor carcajada. La voz nunca es
gruesa ni sonora, y hablan siempre muy bajo, sin gritar aun para quejarse si los matan:
de manera que si camina unos diez pasos delante, no le llama el que le necesita, sino
que va a alcanzarle.
18. No hay un Charrúa ni de otra nacion celibato, y se casan luego que advierten la
necesidad de este enlace. Como son silenciosos y no conocen riquezas, gerarquías,
bailes, lujo, adornos ni otras cosas que entran en la galanteria, los negocios del amor se
determinan entre ellos cuasi con la frialdad que entre nosotros el ir a la comedia. Se
reduce, pues el matrimonio a pedir la novia a sus padres, y a llevársela con su
beneplácito, por que nunca se niega la muger a esto, y se casa siempre con el primero
que la pide, aunque sea feo o viejo el pretendiente.
19. En el momento que un soltero se casa, forma familia aparte y trabaja para
alimentarla, porque hasta entonces vive a espensas del padre, sin hacer nada ni ir a la
guerra. La poligamia es permitida, pero muy raro el que dos hombres se avengan con
una muger; y las muchas mugeres dejan al polígamo luego que encuentran marido con
quien estar solas. Tambien es libre el divorcio, más se verifica rara vez si hay hijos. La
resulta del adulterio es dar el agraviado algunas puñadas o cachetes a los cómplices si
los pilla in fraganti; y aun esto cuando es celoso el marido, que es cosa poco comun.
Nada mandan, enseñan ni prohiben a sus hijos, ni estos respetan ni obedecen a los
padres sino en lo que quieren, haciendo siempre lo que les da la gana sin respeto ni
sujecion. A los huérfanos, cuando los hay los recoge algun pariente, o algun indio más
compasivo que los otros.
20. Los varones cabezas de familia se juntan todos los dias al anochecer, formando
círculo sentados en sus talones, para convenirse en las centinelas que han de apostar y
vigilar aquella noche, porque nunca las omiten, aun cuando nada teman. Dan cuenta alli
de si en lo que han caminado aquel dia han descubierto indicio de enemigos, y hace
cada uno relacion de los campos adonde irá a cazar o a pasearse el dia siguiente para
deducir quien le ocasionó la muerte u otra desgracia si le sucede. Si alguno forma un
proyecto comun como mudar a otra parte la tolderia, atacar a otra nacion o defenderse
de ella, lo propone. La asamblea delibera, y verifican la idea los que la aprueban, sin
asistir los que no aprobaron, y muchas veces tampoco algunos de los aprobantes, los
cuales no incurren en pena ni estan obligados a cumplir lo que ofrecieron. Las partes
interesadas componen las diferencias particulares que rara vez les ocurren, sin que
nadie se entrometa en ellas. Pero si no se avienen, se acometen a puñadas
ensangrentándose las narices y alguna vez arrancándose o rompiendo algun diente,
hasta que cansados vuelve el uno la espalda, y nadie habla más del negocio. En estas
cosas nunca intervienen armas ni he visto ni oido que un Charrúa ni otro indio silvestre
haya muerto a otro de su misma nacion por ningun motivo.
21. Aunque las mugeres y los hijos de familia solo beban agua, los varones cabezas
de familia emborrachan siempre que pueden con aguardiente, y en su defecto con
Chicha que preparan desliendo miel en agua y dejándola fermentar. No he notado ni sé
que padezcan enfermedad particular ni la de gálico y creo que viven aun más que
nosotros. Tienen sin embargo sus médicos que a toda especie de enfermedad aplican el
mismo remedio, que es chupar con mucha fuerza el estómago del paciente,
persuadiendo que asi estraen los males para que les gratifiquen.
22. Cuando muere alguno, le llevan al cementerio comun, que tienen en un cerrito, y le
entierran, matando sobre el sepulcro su caballo de combate (que es lo que más
aprecian) si asi lo ha dejado dispuesto, que es lo comun. La familia y parientes lloran, o
más bien gritan por los difuntos, y les hacen un duelo bien singular y cruel. Si el muerto
es padre, marido o hermano que haga cabeza de familia, se cortan las hijas, la viuda y
las hermanas casadas un artejo o coyuntura por cada difunto, principiando por el dedo
chico o meñique: se clavan ademas el cuchillo o lanza del muerto repetidas veces de
parte a parte por los brazos y por los pechos y costados de medio cuerpo arriba. A esto
agregan estar dos lunas tristes y ocultas en su casa comiendo poco. Barco, canto 10.
dice que se cortan un dedo por cada pariente muerto, pero es como yo digo.
23. El marido no hace duelo por muerte de su muger, ni el padre por la de sus hijos;
pero si estos son adultos cuando fallece su padre, estan desnudos ocultos dos dias en
casa comiendo poco, y esto ha de ser Yuambu o perdiz o sus huevos. La tarde segunda
de este entierro, les atraviesa otro indio de parte a parte la carne que puede pillar,
pellizcando el brazo con un pedazo de caña larga un palmo, de modo que los estremos
de la caña salgan igualmente por ambos lados. La primera caña se clava en la muñeca, y
se pone otra a cada pulgada de distancia siguiendo lo esterior del brazo hasta la espalda
y por esta. Las cañas son astillas de dos o cuatro líneas de anchura sin disminucion sino
en la punta que entra. En esta miserable y espantosa disposicion se va sólo y desnudo al
bosque o a una loma o altura, llevando un garrote punteagudo con el cual y con las
manos escava un pozo que le llegue al pecho. En él pasa de pies el resto de la noche, y
a la mañana se va a un toldo o casa, que siempre tienen preparado para los dolientes,
donde se quita las cañas y se echa dos dias sin comer ni beber. Al siguiente y en los dias
sucesivos hasta diez o doce, le llevan los muchachos de su nacion agua y algunas
perdices, y sus huevos ya cocidos, y se los dejan cerca retirándose sin hablarle. No
tienen obligacion de hacer tan bárbaras demostraciones de sentimiento, y menos ellos
que quizás miran con indiferencia la falta de los que mueren, sin embargo rara vez las
dejan de practicar. El que las omite en el todo o en parte, se reputa por flojo, pero esta
opinion no le causa pena ni perjuicio en la sociedad con sus camaradas.
24. Los que se figuran que ninguno obra sin motivo, y pretenden averiguar el por qué
de todo, pueden egercitar su sagacidad, discurriendo de donde sacaron los Charrúas y
otras naciones la idea de unos duelos tan estravagantes y crueles por los padres,
maridos y hermanos, a quienes se nota poco que amen ni respeten cuando viven.
INDIOS YARÓS.
25. Cuando descubrieron los españoles el río de la Plata, vivian los Yarós de la pesca
y caza en la costa oriental del río Uruguay entre los rios Negro y S. Salvador
internándose poco en los campos rasos, y sin acercarse a los que corrian los Charrúas.
Son tan escasas las noticias de esta nacion, que apenas se comprende que tenia idioma
diferente de todos; que usaba en la guerra garrotes, dardos y las flechas que se
describirán en el núm. 60, y que era sumamente diminuta, no componiendo apenas cien
familias. Sin embargo tuvieron valor para acometer y matar algunos españoles con su
capitan Juan Albarez y Ramon primer descubridor del río Uruguay. En el siglo XVI
fueron esterminados los Yarós por los Charrúas; pero estos conservaron segun
acostumbraban los indios silvestres a las mugeres y muchachos que estan hoy
mezclados sin poderse distinguir.
INDIOS HOANES.
26. Son aun más escasas las noticias de esta nacion que de la precedente con quien
confinaba. Yo la creo menos numerosa, y que tenia idioma diferente de todas. Habitaba
la costa oriental del río Uruguay al norte de los Yarós: vivia como estos, y una parte de
ella creo fué conducida al Paraguay por los españoles que desampararon a S. Salvador,
y el resto esterminado por los Charrúas cuando los Yarós y por el mismo tiempo.
INDIOS CHANÁS.
27. Al arribo de los primeros españoles, habitaba una nacion en las islas del río
Uruguay enfrente de la boca del río Negro, y cuando despoblaron los españoles la ciudad
de S. Salvador, pasaron los Chanás a establecerse en la costa oriental del mismo
Uruguay por debajo de la boca del río de S. Salvador. Acosados despues por los
Charrúas, volvieron a sus islas, fijándose principalmente en la llamada de los Vizcainos.
Pero temiendo padecer el esterminio de los Yarós y Bohanes que era reciente, solicitaron
que los españoles de Buenos-Aires los defendiesen, ofreciendo ser cristianos. En efecto
el gobernador de dicha ciudad los sacó de las islas, les formó el pueblo de Santo
Domingo Soriano, y les dió una guardia dejándoles vivir con la misma libertad que tenian
los españoles sin sugetarlos a encomiendas ni al gobierno en comunidad. De esto ha
resultado naturalmente que estos indios han vivido contentos, y que se han civilizado a la
par de los españoles, perdiendo su idioma, costumbres, etc. y mezclándose con los
españoles, de modo que cuasi todos pasan hoy por tales. Existen sin embargo algunos
Chanás, y entre ellos uno de más de cien años. Por lo que este y otros cuentan, y por
algunos papeles antiguos se sabe que su nacion apenas componia cien familias, que
tenian idioma diferente de todos, que usaban canoas y vivian de la pesca, y que no
ceden a los Charrúas en la estatura y proporciones. Se ignoran sus antiguas costumbres,
porque los viejos nacieron de padres ya cristianos.
INDIOS MINUANES
28. En tiempo del descubrimiento, vivia esta nacion en los campos del Norte del
Paraná, sin apartarse de este río sino como treinta leguas, y estendiéndose desde donde
el Uruguay se junta al citado río hasta enfrente de la ciudad de Santa Fé de la Vera-Cruz.
Por el Mediodia confinaba con los Guaraníes que habitaban las islas de Paraná: por el
Norte tenia grandes desiertos; y por el Levante mediaba dicho Uruguay entre los
Minuanes y las naciones ya descritas.29. Se equivocan Barco canto 24 y Lozano, ib. 3, cap. 11, diciendo que nada valían,
pues mataron a Juan de Garay famoso capitan y a muchos que le acompañaban.
Cuando los Charrúas se internaron hácia (8) el Norte, ajustaron con ellos la más estrecha
alianza y amistad viviendo juntos muchas temporadas, pasando y repasando el río
Uruguay y acometiendo acordes a los españoles de Montevideo y sus campañas. De
aqui ha nacido el confundirlos comunmente llamándolos indiferentemente ya Charrúas ya
Minuanes. En el dia se separan rara vez, y es igual su situacion como lo son sus armas,
caballos, color, facciones, ojos, vista, oido, dientes, pelo, vello, carecer de barba, mano,
pie, seriedad, no reir, hablar poco y bajo, no gritar ni quejarse, voz y ninguna limpieza. Lo
son tambien en la igualdad sin clases, en vestidos, muebles, casas, casamientos, no
cultivar, borracheras, modo de comer, precauciones, en no adornarse ni servir uno a otro,
y en tener lugar destinado para enterrar los muertos.
30. Lo mismo digo de obsequios, leyes, premios, castigos, honor, amistad particular,
bailes, cantares, músicas, juegos y tertulias. Igualmente se juntan en la asamblea al
anochecer, y terminan sus diferencias particulares a puñadas. Se diferencian
principalmente de los Charrúas en que no son tan numerosos, en su idioma diferente de
todos, en parecerme una pulgada más bajos, más descarnados, tristes y sombrios; y
menos espirituales, activos, sobervios y poderosos, y que el pecho de las mugeres
parece más abultado que el de las Charrúas. Ademas la poligamia y divorcio parecen
más raros. Tiene de muy singular el que los padres solo cuidan de los hijos hasta
desmamarlos. Entonces los entregan a algun pariente casado o casada, sin volverlos a
admitir en su casa ni tratarlos como hijos.
31. En la primera menstruacion se pintan hoy las mozuelas como las Charrúas,
aunque algunas omiten las rayas de las sienes, siguiendo en esto su antigua costumbre.
A los niños les pintan tres rayas azules indelebles de una mejilla a la otra cortando la
nariz por enmedio: muchos adultos se pintan postizamente las quijadas de blanco; pero
muchos varones omiten toda pintura imitando en esto a los Charrúas desde que viven
juntos. Tambien los imitan en el modo de curar los enfermos; pero difieren porque no
todos los médicos son varones, mezclándose en esta farándula algunas mugeres más o
menos viejas. Estas egercitan toda su habilidad en persuadir a los viudos y solteros,
principalmente que tienen en su arbitrio la vida y la muerte, y metiéndolos miedo
consiguen que alguno se case con ellas.
32. Por la muerte del marido se corta la muger una coyuntura de un dedo. Corta
tambien la punta de su cabellera, se tapa el rostro con la misma, cubre el pecho con una
piel o trapo, o con su mismo vestido, y esta oculta en casa algunos dias. El mismo duelo
hacen las hijas adultas por la muerte del que las crió en sus casas; pero no por su
verdadero padre. El duelo de los varones solo dura la mitad del tiempo que entre los
Charrúas, y es el descrito en el núm. 23; pero en vez de pasarse las cañas, se atraviesan
una espina gruesa de pescado, metiéndola y sacándola, como quien cose, por las
piernas y muslos interior y esteriormente, y tambien desde la muñeca al codo.
33. El padre Jesuita Francisco García, intentó formar sobre el río Ybicui, la doctrina o
pueblo de Jesus Maria fijando a los Minuanes; pero estos volvieron a su vida errante y
libre, menos muy pocos que se pudieron agregar al pueblo Guaraní llamado S. Borja. La
suerte posterior de algunos Minuanes se ha visto en el núm. 7.
INDIOS PAMPAS
34. Asi llaman los españoles a esta nacion porque vive errante en las Pampas o
grandes llanuras entre los treinta seis y treinta y nueve grados de latitud, pero los
conquistadores del pais los llamaron Querandis. Ellos mismos se llaman Puelches, y
aun de otros modos, por que cada trozo de su nacion lleva su nombre. Cuando arribaron
los primeros españoles, habitaban por la costa austral del río de la Plata enfrente de los
Charrúas, sin comunicar con ellos, porque no tenian embarcaciones. Solo tenian indios
inmediatos a los Guaranís del Monte grande, y del Valle de Santiago que les caian al
Poniente, y se llaman hoy S. Isidro y las Conchas.
35. Disputó esta nacion con admirable constancia y valor el terreno a los fundadores
de Buenos-Aires, forzándoles a abandonar la empresa y el sitio. Pero habiendo vuelto a
fundar segunda vez la misma ciudad, cuarenta y cinco años despues, otros españoles
bien provistos de caballos, no pudieron resistirles los Pampas, que aun no los montaban.
Entonces se retiraron hácia el Mediodia viviendo de la caza de tatus, liebres, ciervos,
avestruces etc. Poco despues se multiplicaron y estendieron mucho los caballos
silvestres; los Pampas principiaron a pillar algunos y a comerlos. Las vacas se llevaron
mucho despues y aun tardaron en hacerse silvestres; y como los Pampas estaban ya
bien surtidos de alimentos con los caballos y la citada caza silvestre, no mataban las
vacas para comer, ni aun hoy las comen, sino a los caballos. Asi el ganado vacuno no
encontró dificultad para procrear y estenderse a lo menos hasta el río Negro a los
cuarenta y un grados de latitud, y de Levante a Poniente, desde la mar hasta las faldas
orientales de la cordillera de Chile, habitadas por diferentes naciones de indios silvestres.
Estos luego que vieron aparecer las vacas en su pais, principiaron a comerlas, y a
vender las sobrantes a los famosos araucanos y a otros indios.
36. Asi se apocaron las vacas hácia aquellos lugares; las que restaban, viéndose
perseguidas, corrieron hácia el Oriente concentrándose en el pais que corrian los
Pampas, que no las incomodaban. Los indios, que se ha dicho que comian y vendian las
vacas, las fueron siguiendo haciendo amistad con los Pampas, que ya tenian buenos y
abundantes caballos. Entonces todos juntos acopiaban muchos caballos y vacas, y los
iban a vender a otros indios y a los españoles de Chile, pasándolos junto a la Villarica
destruída, donde la cordillera de Chile se interrumpe repentinamente dejando un paso
llano y ancho una milla. Los españoles de las ciudades de Córdoba, Mendoza y BuenosAires tambien hicieron muchos destrozos en los mismos ganados vacunos, para vender
sus pieles y sebo.
37. Asi se esterminaron las vacas silvestres de aquellas partes; y como los Pampas y
demas naciones coligadas las echaban menos para continuar el comercio de ellas,
principiaron, antes de la mitad del siglo diez y ocho, a robar el ganado vacuno manso que
tenian en sus dehesas o estancias los españoles de Buenos-Aires y su distrito. No se
limitaban a robar, sino que quemaban las casas campestres y mataban a los varones
adultos conservando las mugeres y niños para tratarlos segun se dijo en el núm. 10.
38. Con estas hostilidades lograron los citados indios asolar aquellas campañas, y
cortar no solo el camino que va de Buenos-Aires al Perú, sino tambien el de carretas que
iba a Chile por la Villarica segun dige en el núm. 36. Finalmente pusieron tanto miedo a
la ciudad de Buenos-Aires, que la precisaron a cubrir su frontera con once fuertes
guarnecidos de artilleria y de setecientos veteranos de caballeria, sin contar las milicias.
Lo mismo han hecho las ciudades de Córdoba y Mendoza, que padecian lo mismo de
parte de dichos indios. Es cierto que en esta guerra intervinieron varias naciones
coaligadas, pero siempre los Pampas entraron en liga como parte principal, y su valor
puede colegirse del caso siguiente. Habiendo sorprendido a cinco Pampas, los quisieron
llevar a España y los embarcaron en un navio de guerra de setenta y cuatro cañones. Al
quinto dia de feliz navegacion, dispuso el capitan sacarlos del cepo, dándoles libertad de
pasearse por el navio: ellos resolvieron de repente apoderarse del buque matando a toda
la tripulacion. Para esto se hizo uno el distraido para acercarse a un cabo de escuadra;
repentinamente le pilló el sable, y mató en pocos momentos a dos pilotos y catorce
marineros; pero no pudiendo más se arrojó a la mar. Sus compañeros hicieron lo mismo
despues de haber intentado apoderarse de las armas, que la guardia defendió sin
dejárselas tomar. Los Padres Jesuitas principiaron una reduccion a los Pampas cerca del
arroyo Salado, y otra en el cerrito llamado impropiamente del Volcán, pero nada
adelantaron ni existen hoy.
39. Hace como trece años que los Pampas hicieron la paz con los españoles: sin
embargo me siguieron contándome los pasos sin presentárseme cuando anduve
reconociendo su pais. Compran o permutan con los indios de la costa patagónica y con
otros que los caen al Sur, plumas de avestruz y mantas de pieles; y de los indios de la
cordillera de Chile, gergas y ponchos de lana. Lo dicho y otros artículos propios, como
son bolas, lazos, pieles, sal etc. lo conducen los Pampas y lo venden o permutan en
Buenos-Aires por dinero y mejor por aguardiente, azúcar, dulces, yerba del Paraguay,
higos secos, pasas, sombreros, espuelas, frenos, cuchillos etc. Aunque entre los indios
que hacen este comercio hay muchos que no son Pampas, procuran uniformarse en lo
esterior y dicen siempre que lo son: asi no será estraño si algo de lo que digo por
informes y por lo que he podido observar en lo que he visto en Buenos-Aires, pertenece
a otras naciones.
40. Yo regulo que los Pampas compondrán unos cuatrocientos guerreros o familias: su
idioma es diferente de todos y puede escribirse con nuestro alfabeto, pues no le he
notado narigal ni gutural. Me parece ademas que su voz es más sonora y entera, y que
hablan más unos con otros. Verdad es que tambien hablan bajo en la conversacion, pero
cuando su cacique echa su arenga al virrey español, habla él mismo, y más comunmente
el orador que lleva, esforzando mucho la voz, haciendo una corta pausa a cada tres o
cuatro palabras y cargándose muy reparablemente en la última sílaba, al modo de los
militares cuando mandan el egercicio. El obgeto de tales arengas es asegurar la paz, y
pedir que les den el regalo acostumbrado, que es al cacique, casaca azul, con vueltas y
chupa encarnadas, y un sombrero y baston de puño de plata. No quieren camisa,
calzones ni calzado, porque dicen que les dan mucha sujecion: a los demas se les da
aguardiente y alguna friolera. Creo que su estatura pasa a la española, y me parece que
su totalidad no solo es más membruda que la de todos los demas indios, sino tambien
que su cabeza es más redonda y gruesa, la cara más grande y severa, los brazos más
cortos, y el color algo menos obscuro. No se pintan, ni cortan el cabello: los varones
levantan todas las puntas arriba, sujetándolas con una correa o cuerda que ciñe la
cabeza por la frente. Las mugeres dividen el pelo en dos partes iguales, una en cada
costado, haciendo una muy gruesa, larga y apretada coleta con una cinta o correa, de
modo que parece llevan un cuerno sobre cada oreja, que cae a lo largo de cada brazo.
No solo se peinan y lavan, y son las más aseadas entre aquellas naciones, sino tambien
me parecen las más vanas, altivas y menos condescendientes.
41. No se pintan las mugeres: usan collares, pendientes y muchas sortijas de poco
valor. Dicen que en sus toldos o casas no estan muy tapadas, pero para entrar en
Buenos-Aires se ocultan con el poncho sin descubrir el pecho, ni otra cosa que la cara y
manos: las casadas con indios ricos y sus hijos, se adornan más y con mejores prendas;
cosen en un poncho o manta diez o doce planchas de cobre delgadas, redondas de tres
a seis pulgadas de diámetro, a iguales distancias unas de otras. Las mismas llevan botas
de piel muy delgada claveteadas de tachuelas de cobre de cabeza cónica y ancha en su
base como media pulgada. Montan como los hombres lo mismo que toda india, pero las
Pampas ricas llevan las correas de la cabezada del caballo cubiertas de planchuelas de
plata y los estribos y espuelas de este metal. Sus maridos y padres usan lo mismos
jaeces de caballo, y aunque cuando corren el campo van totalmente desnudos, tienen
sombreros, chupa o chamara y poncho con que se abrigan cuando hace frio y cuando
entran en Buenos-Aires: ademas se envuelven la cintura con una gerga que baja hasta la
rodilla. En ninguna otra nacion silvestre he notado esta desigualdad en riquezas, ni
semejante lujo en vestidos y adornos; pero creo que en esto son lo mismo los Aucas o
Araucanos y otros que se indicarán en el núm. 45. Quizás se distinguen en lo dicho,
porque son las únicas naciones comerciantes.
42. Aunque los caciques o capitanes Pampas heredan de su padre este empleo o
dignidad, la pierden tambien si los indios encuentran otro que les dé pruebas de mayor
talento, astucia y corage. Por esto suelen hacer lo que el cacique les propone relativo a
su seguridad, sin sufrir jamas que exija de ellos servicio ni tributo alguno, ni que los
mande, reprenda ni castigue. Cada cacique vive aparte con los que le reconocen, y a
este conjunto del cacique y su gente, llaman parcialidad de indios, aunque a, veces se
compone de dos o más caciques y sus gentes. Se separan hasta cincuenta y más leguas
los de la misma nacion; pero se visitan de tanto en tanto, y por lo comun. Por el número y
forma de los humos que hacen, se avisan el dia y paraje donde se han de juntar si hay
enemigos, se juntan para hacer la guerra y para lo que y en que lugar etc. Para hacer su
toldo o casa, clavan en tierra, apartados como seis palmos y en línea, tres palos como la
muñeca; el del medio largo como diez palmos, los otros menos, y todos con horquilla en
la punta. A distancia de cuatro a seis varas clavan otros tres palos idénticos; de estos a
aquellos ponen en las horquillas tres cañas o palos horizontales y sobre estos tienden
pieles de caballo: esta es la casa par una familia; pero si tienen frio acomodan otras
pieles verticales en los costados. Tengo entendido que los casados se aman más que
entre otras naciones, y que manifiestan más ternura por sus hijos, aunque en nada los
instruyen, y los alimentan hasta que se casan. Por lo demas nada cultivan, trabajan, hilan
ni tejen: se casan y se emborrachan como los Charrúas.
43. No usan arcos ni flechas, y aunque algunas relaciones dicen que antiguamente las
usaban, no dudo que se equivocan creyendo que eran suyas las de los Guaranís que,
aliados con los Pampas, hicieron la guerra a los conquistadores; por que ninguna nacion
de aquellas ha abandonado sus antiguas costumbres ni su armamento, no obstante que
desde que tienen caballos usan la lanza, sin olvidar sus flechas. Como quiera usaban
antiguamente de una especie de lanza o dardo hecha de palo puntiagudo, con que
herian de cerca, y aun de lejos arrojándolo: hoy usan de la lanza a caballo, y tambien de
las bolas que usaban sus antepasados. Esta es una arma tan temible como las de fuego
y que quizás se adoptaria en Europa si la conociesen. Es en dos maneras, la una son
tres piedras redondas como el puño, forradas separadamente con piel de vaca o caballo,
y unidas las tres a un punto o centro comun por cordones de piel gruesos como el dedo,
y largos cinco palmos. Toman con la mano la una, que es algo menor, y haciendo girar
las dos restantes sobre la cabeza hasta tomar violencia, despiden las tres, llevando su
caballo a toda carrera, a más de cien pasos, y matan del golpe o se enredan en las
piernas, cuello o cuerpo del hombre o animal sin permitirle escape ni defensa.
44. La otra manera de Bolas, que llaman Bola perdida no es más que una gruesa
como las citadas, pero si son de cobre como las llevan muchos Pampas, son mucho
menores. Tambien la forran en piel de caballo, pero sale del forro una correa o cordon de
cinco palmos cuya punta toman para hacer girar la bola con violencia y dar el golpe
mortal sin soltarla, si el obgeto esta, inmediato. Si esta de ciento y cincuenta a doscientos
pasos distante sueltan la bola perdida con la violencia que la da el girar del brazo, y la
carrera del caballo. Los Pampas llevan siempre muchas de unas y otras bolas a la
guerra, y son diestrísimos en manejarlas, por que diariamente se egercitan en pillar
caballos y otros animales silvestres. Con ellas, usándolas a pie, mataron en una batalla a
muchos españoles; entre estos a D. Diego de Mendoza hermano del fundador de
Buenos-Aires, y a otros nueve esforzados capitanes: yo preferiria mandar a una
caballeria provista de Bolas, contra otra armada de espadas, o pistolas y corazas. Atando
mechones de paja encendidos a las cuerdas de las Bolas perdidas, lograron los Pampas
incendiar algunas embarcaciones y muchas casas cuando se fundó Buenos-Aires. Por lo
demas su modo de hacer la guerra es como el de los Charrúas descrito en los números 9
y 10, pero como su pais es más llano, sin bosques, ni rios, tienen poco lugar las
emboscadas. En cuanto a su resuelto valor, destreza y buenos caballos nadie les
aventaja.
INDIOS AUCAS Y OTROS.
45. Hácia la parte del Poniente de los Pampas viven los Aucas y otras naciones de
indios silvestres, a quienes dan diferentes nombres en la frontera de la ciudad de
Mendoza, las cuales vinieron del Occidente a establecerse alli por el motivo citado en el
núm. 36. Ellas han sido la causa de haberse abandonado el camino de carretas que iba
de Buenos-Aires a Chile, por que se han fijado en el mismo camino. Los Aucas son de
una division o parcialidad de los famosos Araucanos de Chile. Yo no los he visto ni
tampoco a las demas citadas naciones, y asi hablaré poco de ellas, y esto por noticias
agenas o que me han dado. Todas son más diminutas o más que los Pampas errantes, y
usan idiomas totalmente diferentes. A veces se unen con dichos Pampas; juntos han
hecho la guerra a Buenos-Aires y han esterminado los ganados segun se dijo en los
números 35 y siguientes. Algunas de estas naciones van a recoger la cosecha de
manzanas silvestres en las cercanias del río Negro de la costa patagónica, como treinta
o cuarenta leguas al Poniente de donde se le junta el río Diamante. Las citadas naciones
cultivan poco, pero crian algunos vacas, caballos y ovejas: de su lana tejen gergas y
ponchos y las permutan con los Pampas, quienes las llevan a vender en Buenos-Aires.
Por lo demas parece que en todo se asemejan a dichos Pampas y a todos los reputo de
la clase de indomables, como lo ha hecho ver la esperiencia en los Aucás o Araucanos.
INDIOS BALCHITAS, UHILICHES, TELMELCHIS Y OTROS.
46. Entre los cuarenta y un grados de latitud y el estrecho de Magallanes, desde la
Costa patagónica a la cordillera de Chile, habitan errantes al Sur de los Pampas, varias
naciones más silvestres que los del número 35. Algunas veces se adelantan hácia el
Norte y pasando los rios Negro y Colorado, permutan sus pieles y plumas de avestruz
con los Pampas, y tambien se han solido combinar con ellos para hacer guerra a
Buenos-Aires. Lo estraño es que ninguna de las naciones que habitan al Mediodia del
Río de la Plata, o de los treinta y seis grados de latitud, hace ni ha hecho jamas la
guerra, que yo sepa, a otra sinó únicamente a los españoles, cuando las que habitan
hácia el Norte del citado paralelo, estan frecuentemente y han estado siempre
destrozándose unas a otras: y no es por que aquellas sean inferiores en estatura, armas,
fuerzas y talento. Aunque no he visto ni tratado las naciones de que ahora hablo, ni aun
sé el número de ellas, no ignoro que son bastantes, ni que las hay de nuestra estatura,
otras menores y otras mayores: lo que concilia las noticias de los viajeros que han hecho
gigantes a los Telmelchis o Patagones, con las de otros que les conceden estatura
regular. Se hace más admirable esta diferencia, sabiendo que todos viven errantes en la
misma llanura cuyas producciones son idénticas. Llegaron a Buenos-Aires dos
Patagones incorporados con muchos Pampas, y dice quien los midió que el uno tenia
seis pies y cuatro pulgadas francesas (10), y el otro dos pulgadas menos. Otros que han
visto bastantes, me dicen que su estatura media es de seis pies.
47. Las noticias que he podido adquirir, me persuaden que cada nacion tiene idioma
diferente; que nada cultivan ni trabajan; que subsisten de tatús, liebres, ciervos, caballos,
guanacos, hurones, yaguares, yagueretés, guazaros, aguarachais, avestruces y
perdices; que no crian ovejas ni vacas; que carecen de leyes, juegos y bailes; que se
gobiernan por la asamblea citada núm. 20; que tienen pocos y cuidan menos de los
caballos, por que viven en paz con sus confinantes, y que sus casas son como las de los
Pampas. Se diferencian de estos en no conocer desigualdad de riquezas, y en que su
vestido se reduce a una manta cuasi cuadrada de como siete palmos, formando su
centro con pieles de Aguarachai, guanaco o liebre, y el contorno o cenefa con las de
Yaguarés: las pintan mucho de rojo y negro por el lado opuesto al pelo, y se envuelven
con ellas, sin usar otro vestido ambos sexos.
INDIOS GUARANÍS
48. Cuando se descubrió la América, poblaban los Guaranís la costa austral del río de
la Plata desde Buenos-Aires a las Conchas, y continuaban por la misma costa, sin pasar
a la opuesta, ocupando todas las islas del río Paraná e internándose en el pais unas 16
leguas hasta los veinte y nueve o treinta grados de latitud. Desde este paralelo se
estendian por la costa oriental del dicho Paraná y en seguida por la misma del río
Paraguay hácia los veinte y un grados de latitud, sin pasar al Occidente de estos rios;
pero se prolongaban a sol caliente hasta la mar y ocupaban todo el Brasil, la Cayena y
aun más. Tenian tambien pueblos interpolados con los de otras naciones en la provincia
de los Chiquitos, y los Chiriguanás del Perú eran tambien Guaranís.
49. Todos los del Brasil fueron cautivados; la mayor parte vendidos por esclavos, y
mezclados con los negros de Africa. La misma suerte tuvieron muchos Guaranís libres o
silvestres, y los de diez y ocho o veinte pueblos reducidos por los españoles, que los
portugueses de S. Pablo, llamados antiguamente Mamalucos se llevaron con violencia
internándose en los paises españoles. Los de la provincia de los Chiquitos, fueron
reducidos e interpolados en los de otras naciones por los españoles, y aun conservan el
nombre de Garaios: los del Paraguay estan reunidos y son cristianos en unos cincuenta
pueblos; de modo que no hay más Guaranís libres que conserven sus costumbres
antiguas, sino los Chiriguanás y algunos llamados Coaiguás (montesinos) en el
Paraguay.
50. A su tiempo hablaré de los Guaranís reducidos o sujetos, y ahora de su nacion
silvestre. Para esto no me valdré de las descripciones que hace de ellos Alvar Núñez,
cap. 17 y 26, porque la creo falsa y arbitraria; ni me servirán los Chiriguanás porque no
los conozco: lo que hablaré será, tomado de historias y papeles antiguos, y de relaciones
que me han hecho algunos que han visto a dichos Coaiguas.
51. La nacion Guaraní era la más numerosa y entendida del pais, pero no tenia un
gefe, ni formaba un cuerpo político como la megicana; porque cada pueblo era
independiente de los demas, y tenia un nombre particular, como son en el Paraguay los
de Imbeguás, Caracarás, Timbús, Corondás, Colástinés, Tucagués Calchaquís,
Quiloazás, Ohomas, Mongolás, Acaai, Ytatí, Tois, Tarois, Curupaitís, Curumiais, y otros
que algunos escritores han olvidado y creido alguna vez que pertenecian a naciones
diferentes. Asi sucede a Schimidels capítulo 17, llamando Macuarendas a los Quiloazás
y creyéndolos de diferente nacion que los Timbús. El nombre más general de la nacion,
fué antiguamente el de Carios y hoy lo son los Guaranís y Tapes.
52. Como si quisiesen ocultar sus pueblos, todos estaban inmediatos y dentro de
grandes bosques o a lo largo de rios donde hay siempre mucho bosque: si estaban en
campiñas francas era cuando distaban mucho de otra nacion diferente. Todos cultivaban
calabaza, judias, maiz, maní, batatas y mandioca: comian la miel y frutas silvestres, y
cazaban aves, monos, capibarás, etc. De esto subsistian agregando los de juntos a rios,
el pescado que pillan a flechazos y con anzuelo de palo duro, sirviéndose de canoas muy
pequeñas. Schimidels cap. 13, se las da con demasiada ponderacion largas 80 pies, y en
el cap. 23, dice que los Mongolas criaban gallinas, gansos y ovejas: cosa que no creerá
quien conozca la vida errante y descuidada de los indios silvestres, ni quien sepa que no
las tienen hoy ni las hubo en América hasta que las llevaron de Europa. Rui Diaz lib. 1,
cap. 5, escribe que los Chiriguanás comieron la carne de sus enemigos mientras
conquistaron; pero como esta conquista es una fábula, digo lo mismo de comer carne
humana.
53. El idioma Guaraní es diferente de todos y pasa por el más abundante, aunque le
faltan muchas palabras pues solo cuenta hasta cuatro. El padre franciscano fray Luis
Volaños, inventó acentos sencillos para espresar escribiendo lo que tiene de narigal y
gutural; tradujo al guaraní nuestro catecismo, y compuso el diccionario y gramática que
los padres jesuitas, imprimieron. El guaraní es idioma muy dificil, pero útil para comunicar
con las demas naciones silvestres; porque muchas de estas tienen algunos cautivos
Guaranís.
54. Cada pueblo se dirige por una asamblea igual a la citada en el núm. 20 en la que
suele adoptarse el dictamen del cacique, si este es reputado por sagaz y valiente. El cazi
cazgo es una especie de dignidad hereditaria como nuestros mayorazgos, pero muy
singular porque el que la posee no difiere de los demas indios en casa, vestido, ni
insignia; ni exige tributo, respeto, servicio, ni subordinacion, y se vé precisado a hacer lo
que todos para vivir. Tampoco manda en la guerra, y si es tonto le dejan y toman otro.
Aunque diga Schimidels cap. 13, que los Guaranís son altos y grandes, y Rui Diaz, lib. 2,
cap. 6, que los Timbús eran agigantados, ambos autores se equivocan, puesto que en
esto no pudieron diferenciarse los pueblos de que hablan del resto de su nacion, cuya
estatura seguramente es más de dos pulgadas inferior a la española. Tambien encuentro
su totalidad más carnosa, de color más rojizo y menos obscuro que en mis demas
naciones; con semblante más frio, triste y tan abatido, que no miran al obgeto con quien
hablan ni la cara del que les mira: no se arrancan las cejas y pestañas, y algunos
varones tienen pelos, aunque pocos en la barba y cuerpo.
55. Schimidels cap. 13, dice de un pueblo Guaraní, que los varones embutian en la
nariz estrellitas de piedra blanca o azul; en el cap. 16 que llevaban piedrezuelas cerca de
la nariz, y en el cap. 17 que las llevaban junto a la nariz. Rui Diaz lib. 1, cap. 4, pone a los
mismos una piedrecilla azul o verde en cada falda de la nariz. Pero yo no les creo
fundado en la ambiguedad con que se esplican, en que no advirtieron tal adorno en otros
muchos pueblos Guaranís que vieron ni le usan hoy los Guaranís silvestres, y en que no
he visto más bien dudo haya tales piedras por alli. Aunque nadie haya dicho que tuviesen
por insignia viril el Barbote citado núm. 13, yo creo que la usaban; por que lo usan los
hoy silvestres; y es de goma transparente, largo medio palmo, del grueso de una pluma
de escribir, con una traviesa o muletilla en la cabeza para que no se salga del agujero del
labio. Hoy usan los varones una corona en la cabeza al modo que nuestros clérigos, pero
mucho mayor; no llevan gorro ni sombrero y van totalmente desnudos.
56. Me dicen que las mugeres de algunos pueblos silvestres no hilan, y que las de
otros hilan y tejen del modo que se dirá en el número 112. Añaden que aquellas no usan
más vestidos que una piel u otra cosa en la cintura, y los varones un equivalente: que las
segundas se visten segun se dirá, núm. 112, y lo mismo los varones. Ninguno corta ni ata
el cabello ni lleva sortijas ni adornos; pero al bajar la primera menstruacion, se hacen
multitud de líneas obscuras indelebles, del modo que dige en el núm. 13 que bajan
verticalmente desde el cabello al orizonte que pasa por lo inferior de la nariz: yo creo que
a esto llama heridas en la cara Schimidels cap. 13. En los campos de Caazapá y Yuti se
suelen encontrar enterradas tinajas de barro con residuos de Guaranís muertos; pero
pocas y apartadas. Ignoro lo que en esto harán hoy, y si practican los duelos de otros
indios.
57. Hay quien asegura que sus huesos en los cementerios se convierten en polvo
mucho antes que los de Europa, y que vivos nadan naturalmente como los cuadrúpedos.
No son celosos, y vemos que entregaban con gusto sus hijas y mugeres a los españoles,
ni tienen la fecundidad de estos, pues habiendo examinado muchos padrones o listas de
pueblos antiguos y modernos, nunca han correspondido sino a tres y medio o cuatro por
familia incluso los padres, no obstante de no haber un celibato o un viudo mucho tiempo,
Cotejando los sexos, he advertido que a catorce mugeres corresponde trece hombres, y
cuando se redugeron los del pueblo de Ycape, las dos terceras partes eran mugeres.
Estas tienen unos labios grandes y abultados con esceso.
58. Estoy persuadido de que todo lo dicho en el número precedente, conviene a todas
mis naciones de indios. Tambien se asemejan a ellas los Guaranís en tener sus
individuos más igualados que los españoles, sin pecar en gordos ni en flacos con
esceso, y sin haber uno defectuoso, ni ciego, ni sordo; los ojos pequeños no muy
abiertos, muy relucientes, negros y jamas de otro color; la vista y oido doblemente
perspicaz que nosotros; los dientes blancos, bien puestos, y sin doler ni caerse jamas; el
cabello tupido, grueso, largo, negro, lacio, nunca de otro color ni crespo, muy arraigado;
la mano y pie pequeños.
59. Igualmente se asemejan a todos en no barrer las casas o tiendas, ni lavar el
vestido ni las manos y cara; en oler mal; en el semblante severo que ni manifiesta las
pasiones del ánimo ni se ríe; en la voz nunca gruesa ni sonora, en hablar bajo y poco, en
ser todos iguales, ni servir uno a otro, ni conocer amistad particular; en la frialdad de sus
galanteos y casamientos descritos en el núm. 18; en no gritar y quejarse en los dolores;
en decidir las partes sus diferencias del modo dicho número 20, y en no instruir ni
prohibir nada a los hijos.
60. Los guaranís no hacen más guerra que la inevitable y alguna sorpresa, con
macanas o garrotes de una vara con porra en el estremo, y con flechas de siete cuartas
con lengüetas de palo duro. El arco cuasi no tiene curvatura; es grueso en medio como la
muñeca, y disminuye para que sus agudas puntas sirvan de lanza. No le violentan sino
cuando han de disparar. Entonces atan la cuerda de firme a las puntas que llevaban
arrolladas a la una y apoyándolo en tierra verticalmente estriban en él, con el pie le
violentan cuanto pueden, y disparan la flecha cuasi tan lejos como un fusil la bala,
aunque la punteria es incierta, y el aire la desvia. No llevan carcaz, y tambien usan otro
arco menor con que despiden bolas de arcilla endurecidas para matar pájaros.
61. La pusilanimidad es el carácter que más resplandece y distingue los Guaranís de
las otras naciones. Temen aquellos tanto a estos, que dudo se atrevan diez o doce contra
uno; y la esperiencia en aquellos paises ha hecho ver que estos Guaranís son los únicos
que se han sometido. Todos los del Brasil y del Río de la Plata quedaron subyugados a la
primera aparicion de los europeos, y todos nuestros pueblos de indios alli son de su
nacion. Pero ningun europeo ha podido someter a las demas naciones, aunque son muy
diminutas, segun se ha visto y veremos. Lo mismo se observa en Méjico y en el Perú. En
poco tiempo dominaron los españoles a todos los vasallos del Inca y de Motezuma; pero
queriendo estender sus conquistas fuera de los limites de estos dos imperios,
encontraron otras naciones tan diminutas y silvestres como las que describo, a quienes
no pudieron domar, ni se ha podido hasta hoy. Es cosa admirable y aun increible sino se
viese, que las naciones Mejicana, Perulera, y Guaraní hayan sido las únicas dominadas
en América, siendo como son las únicas enormemente estendidas e incomparablemente
más numerosas que las que no han querido dejarse dominar. Vendria bien hacer aqui un
cotejo de las naciones de Méjico y el Perú con la guaraní, las cuales, aunque muy
diferentes en idioma y en civilizacion, se han de parecer en otras cosas, cuando se
asemejan tanto en la pusilanimidad y poco espíritu. Pero no habiendo yo visto más que
unos pocos momentos a tres indios peruleros, solo puedo decir que me pareció su
estatura menos rolliza y algo inferior a la guaraní, su cara menos obscura y cuadrada,
más despejada, descarnada y estrecha en la parte inferior.
INDIOS TUPÍS.
62. Habita esta nacion, entre los pueblos de S. Angel y S. Javier, los bosques que hay
en la costa oriental del río Uruguay, estendiéndose a lo menos hasta los 27 grados y
medio de latitud, y sin pasar al occidente del mismo río.
63. Los guaranís de las Misiones o pueblos del Uruguay, tienen terror pánico a los
tupís, porque les han muerto muchos en los beneficios de yerba del Paraguay y
cuidando de los ganados, y por que tambien han sorprendido y muerto algunos
demarcadores de limites. No los he visto, pero en los citados pueblos me informaron que
los tupís eran tan errantes, que no tenian domicilio, ni dormian dos noches en el mismo
sitio; que no tenian idioma y ahullaban como los perros; por que su labio inferior estaba
cortado en dos mitades por un tajo vertical; que comian carne humana; y que habiendo
pillado a dos, murieron en los pueblos sin querer comer ni beber. Un manuscrito que leí
de un jesuita, copiaba mucho de lo dicho, añadiendo que viven en jaulas que hacen en lo
alto de los árboles.
64. Yo creo que el miedo ha inventado estas noticias; lo cierto es que en enero de
1800 salieron del bosque como doscientos tupís, y atravesando a nado el río Uruguay,
que a la sazón estaba muy bajo, por un arrecife entre los pueblos de Concepcion y santa
Maria la mayor, subieron a la lomada de Mártires. De alli se dirigieron al Norte doce
leguas, y destruyendo un pueblo principiado a los Guaranís matando a muchos, siguieron
y se internaron en los bosques. Alarmados los pueblos vecinos siguieron de lejos a los
tupís y pillaron algunos muchachos estraviados, que se fugaron luego por el descuido
que hubo en guardarlos; menos una muger de unos diez y ocho años y otra de doce, que
permanecieron un mes en casa del administrador del pueblo de Concepcion, y se
escaparon tambien al bosque.
65. Segun me informó dicho administrador, sus huéspedes se bañaban con
frecuencia, bailaban alguna vez solas, y buscaban cada una un guaraní para dormir,
enfureciéndose contra quien intentaba estorbarlo. Su idioma pareció diferente a todos sin
narigal ni gutural: segun se pudo comprender, los tupís tienen pueblos y las casas
cubiertas con ojas y esteras de palma; cultivan los frutos y raices del pais, de que viven y
de la caza, miel y frutas silvestres; al pan de maiz y de mandioca llaman Ense; los
varones no se pintan y van totalmente desnudos, aunque muchos tienen para el frio una
camiseta muy corta, estrecha sin mangas ni cuello, tejida del Caraguatá por las mugeres;
estas envuelven la cintura con una manta o pedazo de la misma tela, las mismas llevan
al cuello sartas de lentejuelas hechas de conchitas, ambos sexos no se arrancan cejas ni
pestañas, cortando el cabello a la altura del hombro y el de delante a media frente. Su
estatura es algo más alta que la guaraní, el color más claro, el semblante más despejado
y alegre, y las facciones mejores. Parece que hacen la guerra a toda nacion, quitando la
vida a todos los sexos y edades. He visto sus armas que son el garrote y flechas
descritas en el núm. 60; y he tenido unos cestos perfectamente tejidos de caña en que
meten la fruta y lo que encuentran, y los llevan suspendidos de una cuerda que ciñe la
frente.
INDIOS GUAYANÁS
66. Son muy diferentes de los que en el Paraguay llevan este nombre siendo
Guaranís. Habitan los bosques orientales al río Uruguay desde el río Guairai para el
Norte, y tambien los orientales de río Paraná mucho más arriba del pueblo de Corpus.
Parece que sus pueblos son muy pequeños e independientes unos de otros. Difieren de
todos en el idioma; en hablar alta, agria y desentonadamente, en su color muy
notablemente más claro; en el semblante más alegre y activo, y en que algunos tienen
ojos azules: su estatura peca algo en descarnada, bien proporcionada, sin ceder a la
española. No tienen barba, y conservan las cejas y pestañas. Son pacíficos y aun
cariñosos con los estrangeros. A los varones se les conocen en brazos y muslos muchas
cicatrices, que creo sean resultas de los duelos y fiestas semejantes a las de los
Charrúas del núm. 23, y de otras naciones. Los mismos ciñen la frente con una venda de
plumas tejidas con hilo de caraguatá, siendo las rojas las que más aprecian, pero van
totalmente desnudos, y las mugeres cubren la cintura con un trapo tejido de dicho
caraguatá. Parece que temen pasar rios grandes, y se asemejan a los tupís en las
armas, en las habitaciones, en ser agricultores, y en no tener animales domésticos.
67. Cuando la conquista se hallaba esta nacion, como las dos precedentes,
circundada de Guaranís en la provincia de Ytati o campos de Jerez. La redugeron los
españoles formando de ella un pueblo que fué asaltado y destruido por los portugueses,
sus indios conducidos al Brasil y vendidos como esclavos. Barco los hace guerreros y les
da nombres guaranís, como lo hizo con otras naciones: pero segun lo que deduzco de la
relacion misma del que los conquistó, pasaban de quinientas almas en cuatro pueblos:
vivian de la agricultura del pais: eran tranquilos y amables, y usaban idioma propio.
INDIOS NALIGUBNAS
68. Ignoraria hasta el nombre de esta nacion, si los indios Albayas que la han visto, no
me dijesen, que habita dos jornadas al Levante de los campos de Jerez, como por los 21
grados de latitud, en cuevas subterráneas; que son pocas familias, totalmente desnudos
y con idioma diferente de todos; que cultivan las semillas del pais y que se parecen a los
Guaranís en la estatura, color y pusilanimidad, aunque defienden la entrada de sus casas
con las flechas del número 60.
INDIOS GUASARAPÓS.
69. Este nombre les dan las relaciones antiguas, aunque es muy frecuente llamarlos
hoy Guachies. Siempre han vivido en unos lugares bajos y pantanosos inmediatos a las
albercas donde principia el río Guasarapó o Guachic que entra por el Este en el del
Paraguay en los del 19º 16’ 30" de latitud. Su domicilio no puede reconocerse sino
entrando por el mismo río Guasarapó por donde ellos bajan en canoas iguales a las de
los Pajaguas hasta el río Paraguay y luego por este buscan a los indios Albayás, de
quien son y han sido siempre tan íntimos amigos, como que hacen juntos la guerra a los
Ninaquiquilas, a nuestros pueblos de Chiquitos y a otros; y aun suelen los de la una
nacion casarse con las mugeres de la otra. Asi es que estando juntos, no se diferencian
en el color, ni en la estatura que será de cinco pies y ocho pulgadas (11), ni en la
elegancia de sus formas; ni en raparse el pelo cuasi a la navaja, ni en el valor y soberbia,
ni en llevar la cabeza sin gorro ni sombrero: su idioma es diferente de todos.
70. Parece que toda la nacion no llega a setenta guerreros, que no cazan ni cultivan y
que subsisten del arroz silvestre de sus lagunas, pescando a flechazos y con anzuelos
de palo y fierro, comprándolos a los españoles por mano de los Albayas. Estos aseguran
que hombres y mugeres Guasarapós van totalmente desnudos; pero vemos que algunos
tienen una manta adquirida en la guerra o comprada a los Albayas, a quien se parecen
tambien en no tener barbas, en arrancarse las cejas y pestañas, y en usar el Garbote del
num. 13. En la guerra usan el garrote sin porra como los Albayas, y las flechas del
numero 60, y solo conservan las mugeres y niños como dige número 10, de los que
tienen algunos.
INDIOS GUATOS.
71. Han vivido siempre estos indios dentro de una laguna al Occidente del río
Paraguay, con quien comunica en los 19º 12’ de latitud, y algunos escritores los han
equivocado con los Guasarapós. Jamas salen de su laguna, y la navegan en canoas
sumamente pequeñas dos individuos en cada una; pero luego que descubren que alguno
les mira, se ocultan entre los juncos y espadañas; de modo que nunca han tratado con
indio ni español, ni se han dejado observar de cerca. Se presume que no llegan a treinta
familias con idioma diferente de todos.
INDIOS OREJONES.
72. Vivia esta nacion cuando la descubrieron los españoles, en la falda oriental de la
sierra de Santa Lucia o S. Fernando, pegada a la orilla occidental del río Paraguay y en
la costa de las lagunas Maniore, Yaibá y otras que comunican con dicho río, desde el
paralelo de 19 grados hasta la isla que hay cerca de la boca del río Jaurú que tambien
ocupaban. Alvar Nuñez cautivó la mayor parte de esta nacion, y por fuerza la llevó a la
Asuncion, donde fué repartida en encomiendas y confundida con los Guaranís. Los
pocos que se escaparon a Alvar Nuñez, viven en la falda de la citada sierra y orilla del río
inmediato en casas cubiertas con esteras de juncos. Los Albayas les llama
Agintequedichagas y Alvar Nuñez cap. 32, 53, 54, 55, y 68, les da muchos nombres. Lo
mismo hace Schimidels cap. 32, 34 y 35, y todos pertenecen a sus diferentes pueblos.
Pescaban y pescan sin tener canoas, y subsistian principalmente de la agricultura; pero
no tenian las gallinas que dice Alvar Nuñez, ni las almendras, uvas, etc. que les da Rui
Diaz lib. 2, cap. 2. Schimidels cap. 32, cuenta que las mugeres se cubrian de la cintura a
la rodilla, y en el capítulo 34, que eran. hermosas y totalmente desnudas. Los Albayas
dicen que ambos sexos van desnudos del todo, y que los varones usan Barbote; pero
Schimidels lo hace tambien llevar a las mugeres, y dice que es de cristal azul de un
dedo. Alvar Nuñez da a los dos sexos las orejas que diré de los Lasguas núm. 128; y
SchimideIs viene a decir lo mismo de los varones: pero los Albayas solo agrandan las
orejas de las mugeres y cuelgan de las de los varones piedras de varios colores, y se las
engastan en la nariz. Estas variedades pueden venir de la diferencia de pueblos; más no
puede creerse lo que dice Alvar Nuñez, que se anudaban las orejas al cogote. Los
citados Albayas dan a los Orejones mayor estatura que a los Guaranís, aunque el mismo
color. Les niegan la barba, les dan idioma propio y desconocido, con flechas y garrotes
solo para defenderse.
INDIOS NIUQUIQUILAS.
73. Asi los llaman los Albayas: creo son los Poteteros de Chiquitos y los Simanos,
Barcenos y Lathanos de Schimidels cap. 45. Habitan un bosque que principia por los 19
grados de latitud, separado algunas leguas del río Paraguay, y divide el Chaco de la
provincia de los Chiquitos. Tiene la nacion muchos pueblos, independientes unos de
otros; los más australes estan en amistad con los Albayas, y los demas en guerra con
flechas y garrotes, limitándose a la defensiva: subsisten de la agricultura y no conocen
animal doméstico. No tienen barbas, ni cortan el cabello, ni se arrancan cejas ni
pestañas. En su estatura, color, cabello y formas son como los Guaranís: su idioma
propio y desconocido: las mugeres se envuelven en mantas que tejen del Caraguatá, y
adornan la garganta con sartas de judias de lindos colores. Los varones adornan la
cabeza con coronas de plumas, y aunque lo comun sea ir desnudos, usan de dichas
mantas para cuando tienen frio.
INDIOS GUANÁS.
74. Los españoles les dan este nombre; los indios Lenguas el de Apianche, los
Enimagas el de Chane y los Machicuis el de Sologuá. Los últimos dividen la nacion
Guaná en ocho parcialidades o pueblos principales con los nombres de Layana,
Ethelenoe, o Quiniquinao, Chabaraná o Choroaná o Echoaladi, Cainacono o
Nigotesibué, Ynmaenó Tay y Yamocó; cuasi cada nacion de sus confinantes, divide los
Guanás en más o menos trozos dando a cada uno su nombre diferente, como sucede
tambien a SchimideIs cap. 14 y 45, y a otros autores. La confusion y variedad de
nombres, puede ocasionar el que los no impuestos en ellos los crean diferentes naciones
multiplicándolas, y tambien el que crean haberse esterminado las mencionadas por los
escritores y que no se encuentran hoy.
75. Cuando arribaron los primeros españoles, vivian los Guanás entre los paralelos de
20 y 22 grados en el Chaco o al Occidente del río Paraguay, y no pasaron este río hasta
el año 1673. Los españoles los dividen en seis parcialidades, que se gobiernan sin
dependencias unas de otras por la asamblea citada núm. 54, y cada una tiene uno o más
caciques, que en todo son como dige en dicho número. Tienen la costumbre de que el
primogénito del cacique, sea reputado por cacique, viviendo el padre, de todos los que
nacen algunas lunas antes y despues que él.
76. La parcialidad llamada Laiana o Eguacaachigo, que numera como 1800 almas,
habita hoy el sitio llamado Lima, pasó al Norte del río Jejuí que vierte en el del Paraguay
por el Este en los 24º 7’ de latitud. La parcialidad Echoaladí o Chabaraná que tendrá
unas 2000 almas, se estableció en 1797, en las tierras del pueblo de Caazapa por los
26º 11’ de latitud. La Equiniquinao que será de 600, esta dividida viviendo parte en el
paralelo de 21º 16’ al Occidente del río Paraguay, distando de él ocho leguas, y el resto
incorporado con los Albayas.
77. La Ethelena compondrá como 3000 individuos, parte de los cuales esta al
Poniente del río Paraguay cerca de los Equiniquinaos, y los demas al Levante del mismo
río por los 21 grados de latitud en una serrezuela llamada por ellos Echatiyá. La
Niquicactemia, que tendrá, como 300 almas con tres caciques, esta por los 21º 32’ de
latitud al Poniente del citado río dividida en cuatros pueblos. La última es la Echoroaná
que cuenta con 600 individuos, esta incorporada con los Albayas bajo los 21 grados, en
unas lomadas al Este del río Paraguay.
78. Las casas de cada uno de sus pueblos, forman una plaza cuadrada, y el plano
topográfico de cada casa, se encierra en dos líneas paralelas largas veinte varas,
distantes diez, uniendo sus estremos con un semicírculo en cada lado. En ambas
paralelas clavan varas y las encorvan, y añadiendo otras bien atadas a sus puntas,
llegan a formar arcos a un palmo unos de otros y verticales. A ellos atan a la misma
distancia varas horizontales que con los arcos, forman un enrejado. Luego cubren el todo
con paja larga bien atadas a las varas, quedando una bóveda cilíndrica de una a otra
paralela, que cierran por los costados con bóvedas cónicas hechas con varas y paja
unidas a la cilíndrica.
79. No hay más pared que el grueso de la bóveda, ni más agujero que la puerta; sirve
la casa para doce familias, que se acomodan sin mámparas ni divisiones. No duermen
en el suelo sobre pieles como las demas naciones, sino en camas. Las hacen clavando
en tierra cuatro estacas con sus horquillas, en las que afianzan cuatro palos horizontales,
que forman un bastidor, sobre el cual ponen varas delgadas, luego pieles y encima paja.
Difieren de las demas naciones, en que diariamente barren sus casas, y en el idioma
muy gutural narigal y difícil.
80. Regulo su estatura media en cinco pies y tres pulgadas francesas, aunque sus
individuos no me parecen tan iguales como en las demas naciones. Tienen de comun
con ellas, no tener barba. Tambien se les asemejan en no reír a carcajadas, en lo
flemático de sus procedimientos, en lo dicho en los números 57, 58 y 59, y en no usar luz
artificial, ni tener juegos, bailes, cantares ni instrumentos músicos.
81. Reciben, alojan y dan de comer a los pasageros algunos dias, acompañándolos
hasta el pueblo inmediato (12). Son menos silvestres que las demas naciones; hablan
más unos con otros y a veces forman tertulias. Poseen muy pocos caballos, vacas y
ovejas, y subsisten principalmente de la agricultura del pais. Se arrancan las cejas y
pestañas, llevan los varones el Barbote del núm. 13, cortan el cabello a media frente; se
afeitan una grande media luna sobre cada oreja; el pelo restante crece y cae
naturalmente. Algunos se rapan la mitad anterior de la cabeza, y otros toda, dejando un
mechón en lo alto. Los varones que han estado largas temporadas con los españoles,
visten como estos, pero los demas lo hacen como los Paiaguas, y lo mismo las mugeres
segun se dirá en el núm. 112, pintándose el cuerpo del mismo modo.
82. El matrimonio lo verifican sin otra ceremonia que hacer un regalito el novio a la
novia, precediendo pedirla a los padres que convienen fácilmente, pues no conocen
desigualdad de clases ni de fortuna. Antes de todo estipula el pretendiente con la novia,
en presencia de sus padres y parientes, el género de vida comun, y las obligaciones de
cada contrayente, por que no son las mismas en todos los matrimonios, dependiendo
mucho del capricho de las mugeres. Regularmente recae, sobre si la muger ha de hilar y
teger una manta al marido; si le ha de ayudar y en qué términos a cultivar la tierra; si ella
ha de traer o no la leña y el agua, si lo ha de guisar todo o solo las legumbres; si el
marido ha de tener una sola muger y la muger muchos maridos: en este caso, de
cuantas noches o dias estarán juntos: finalmente contratan hasta las cosas más mínimas
que pueden ocurrir. A pesar de tales contratos, no contraviene en pena el que falta a
ellos, ni por eso deja de ser el repudio o separacion tan libres como todas las cosas, y
aun más frecuente en esta nacion que en ninguna, cuasi siempre ocasionado por las
mugeres.
83. El motivo de esto es, ser muchos más los varones que las mugeres; no por
disposicion de la naturaleza, sino por que las madres conservan a sus hijos varones, y
entierran vivas luego que las han parido a muchas de sus hijas. No todas las madres
practican esta barbaridad y las que lo hacen no es con todas las hijas, sino con la mitad
poco más o menos. Tambien las hay que entierran algunos varones, pero con el cuidado
de conservar muchos más hijos que hijas, para que asi sean estas más felices y
buscadas segun dicen las madres.
84. Efectivamente las mugeres guanás son más apreciadas, limpias y altivas: se
casan a los nueve años, dan la ley en los contratos matrimoniales, y aun usan algunas
coqueterias. Los varones se casan más tarde, no son tan puercos, se adornan y pintan
algo más que en las otras naciones. Pasan por sodomitas; es frecuente robarse las
mugeres y escaparse con ellas: apalean los maridos al adúltero, no a la adúltera. La
poligamia dura poco, y no es tan frecuente como parece debiera ser.
85. Al arribo de los primeros españoles, iban, como hoy, voluntariamente porciones
grandes de guanás a incorporarse con los albaias, para cultivarles la tierra y servirles en
traer leña, guisar, armar los toldos o casas, cuidar de los caballos, y en lo que les
mandan, sin más estipendio que la comida. Por esto los albaias les llaman sus esclavos;
pero esta sujecion la dejan los Guanás cuando les da la gana sin oposicion de los
albaias; estos les mandan pocas cosas, nunca con imperio ni precision, y dividen con los
guanás cuanto tienen sin esceptuar a sus mugeres. Yo he visto que un albaiá queria
abrigarse con su manta, y viendo que se abrigaba con ella su esclavo, ni aun le insinuó
que la queria.
86. Tambien van al Paraguay con mucha frecuencia cuadrillas de cincuenta y cien
guanás, sin llevar muchachos y cuasi siempre sin mugeres; ya porque estas escasean, y
ya porque no quieren viajar sino en buen caballo y con otras comodidades que pocos
maridos tienen. Dejan en depósito todas sus armas en la casa del primer alcalde español
que encuentran; alquilan sus brazos para la agricultura a los españoles, y aun para servir
de marineros en los barcos que van a Buenos-Aires. Trabajan con flema, y para que no
los ostiguen, prefieren ajustar lo que han de hacer por un tanto. Algunos hacen su casa,
cultivando por su cuenta, y a veces se hacen cristianos casándose con alguna negra o
india guaraní de las que hay en las casas españolas. Si no viesen la esclavitud en que
tiene a los guaranís de nuestros pueblos su gobierno en comunidad, los guanás se
españolizarian luego con mucha utilidad. Por lo comun al cabo de un año o dos, se
retiran a su pais las cuadrillas de guanás tomando al paso sus armas, llevando el
producto de su trabajo en vestidos y herramientas. Si tardan más en regresar, va a
persuadirles la vuelta algun indio acreditado de su pueblo, y se van con él.
87. Los médicos de los guanás son algunas mugeres viejas, que les curan como se
dijo número 21. Entierran a los muertos a la puerta de su casa, y los llora la familia.
Jamas hacen otra guerra que la defensiva con flechas y garrotes; pero se defienden con
valor, y matan a todo varon adulto, conservando las mugeres y muchachos, dándoles el
destino dicho en el número 10.
88. Aunque nada enseñan ni prohiben a los hijos, ni estos hacen nada hasta casarse
formando familia aparte, les dan alguna vez algun bofetón para contener sus
impertinencias. A la edad de unos ocho años, hacen los muchachos una fiesta que no
repiten los mismos sino otros los años sucesivos. Consiste en irse juntos de madrugada
al campo, y volver, sin haber comido ni bebido, en procesion silenciosa al pueblo. Alli las
madres y demas mugeres les calientan la espalda en una hoguera, y las viejas con un
hueso puntiagudo les atraviesan los brazos muchas veces, sin que los pacientes den
indicio de sentimiento; siendo el postre de la funcion, darles las madres judias y maiz
hervidos. Tambien los guanás adultos tienen sus fiestas iguales a las que describiremos
de los Paiguas Núms. 115, 116 y 117.
INDIOS ALBAIAS.
89. Los indios Machicuis les llaman Tajuanich; los Enimagas, Guaiquiles; y
Schimidels de muchas maneras en los capítulos 25 y 44. Cuando arribaron los
españoles, vivian los albaias divididos al Occidente del río Paraguay y por los 20 y 22
grados de latitud: alli se combinaron con los Paiaguas, y mataron a Aiolas y a muchos
españoles, segun se verá, cap. 18, núm. 40. Despues en 1661, pasaron los albaias la
primera vez el citado río y acometiendo al pueblo de Santa Maria de Fé, que estaba junto
al mismo río en los 22º 5’ de latitud, mataron muchos guaranís y precisaron a los demas
a transmigrar. En seguida volvieron muchos albaias a su pais, quedándose la mayor
parte en el conquistado o al Este del río Paraguay. En 1672, descubrieron el pueblo de
Ypané o Pitun, y acercándose de noche, pasaron la zanja que le circundaba sobre un
puente que hicieron con sus lanzas pero habiéndoles oido los del pueblo se retiraron.
90. Encontraron al paso, paciendo en el campo, algunos caballos viejos que arrearon
para adelante, y fueron los primeros en que se ensayaron a montar. Locos de contentos
con esta adquisicion tan nueva para ellos, volvieron pocos meses despues y robaron
otros caballos y yeguas. Ufanos con sus ventajas, determinaron destruir al citado pueblo
y marcharon contra él en diciembre de 1673; más teniendo el pueblo noticia anticipada
del ataque que le amenazaba, lo avisó al de Guarambaré y juntos se dirigieron a la
capital del Paraguay incorporándose al paso el pueblo de Atirá.
91. Con esto quedaron los albaias dueños de la provincia de Ytati, que se estendia
desde los 24º 7’ de latitud, o desde el río Jejui hasta los 20 grados, sin pasar al Poniente
del río Paraguay, y en ella han dado nuevos nombres a todo, dificultando la inteligencia
de la historia. Por ejemplo, llaman Guachie, Appa y Aquidaban, a los rios Guasarapó,
Corrientes, y Piray, y Agaguigo al distrito de Pitun, Pirai e Ytati, etc.
92. Desde dicha provincia de Ytati hicieron correrias hácia el Mediodia, y con sus
repetidos ataques en diferentes tiempos, hicieron muchos destrozos en el pueblo de
Tobatí, precisándole a transmigrar en 1699. No satisfechos con esto, venian desde dicha
Ytati cuando les daba la gana, y atacaban hasta las quintas de la Asuncion, logrando
destruirlas y matar a muchos centenares de españoles, faltando poco para esterminarlos
totalmente. Pero oportunamente llegó entonces D. Rafael de la Moneda por nuevo
gobernador, quien con sus buenas disposiciones, precavió los ataques y logró, el año de
1746, hacer la paz con los albaias, que habian ya puesto en los mayores apuros a la villa
de Curuguati. Despues no siendo conforme a su sistema el vivir en paz, dirigieron la
guerra contra los Orejones, Nalicuegas, y Guaranís silvestres, y contra los pueblos de la
provincia de Chiquitos, en la que han precisado a transmigrar al del Santo Corazon.
Tambien la han hecho por temporada a los portugueses.
93. Los albaias se dividen en cuatro parcialidades principales. Las tres llamadas
Echiquebó, Gueteadebó y Beutuebó que juntas compondrán dos mil almas: viven al
Este del río Paraguay en las serrezuelas que ellos llaman Noatequidí y Noateliyá,
situadas entre los 20º 40’ y los 21º de latitud. La parcialidad Catiquebó, esta dividida en
tres pueblos. El uno de trescientas almas, habita las serrezelas llamadas por ellos
Nogoná y Nebatena en los 21º de latitud al Este del río Paraguay: el otro de quinientos
individuos, esta entre los rios Ypané y Appa o Corrientes, cerca del del Paraguay; y el 3º
que no baja de mil almas, esta situado al Occidente del dicho Paraguay por los 21º 5’ de
latitud en la orilla de la laguna llamada antiguamente de Aiolas. Este último pueblo tiene
por cacique principal a Nabidrigisi o Cambá cuya estatura es de seis pies y dos
pulgadas. El año de 1794 le pregunté la edad que tenia, y dijo que la ignoraba: pero que
vió principiar la obra de la catedral de la Asuncion, estando ya casado y teniendo un hijo.
Dicha obra se hacia en 1689, y suponiendo tuviese entonces quince años, resultaba su
edad de ciento veinte. Cuando le pregunté tenia el cuerpo algo agoviado, el cabello por
mitad cano, y la vista debilitada segun él decía; pero no le faltaba diente ni muela ni pelo
en la cabeza, y montaba a caballo, empuñaba la lanza e iba a la guerra.
94. Los albaias se creen la gente más noble del mundo, la más valerosa, generosa y
leal en cumplir su palabra, desdeñando toda otra ocupacion, no hacen sino cazar y
pescar para vivir, y la guerra. Para esto tienen bastantes y buenos caballos, que estiman
mucho; y los que destinan para las batallas no los enagenarian por nada del mundo.
Algunos usan freno de hierro, otros lo hacen con dos palos que sirven de alacranes
atravesando otro para bocado; los restantes atan la mandíbula inferior del caballo con
una correa, de la cual salen dos para riendas. Montan en pelo cuasi sobre las ancas,
aunque sus mugeres lo hacen a piernas abiertas sobre un mal aparejo.
95. No conocen las bolas de los Pampas números 43 y 44, ni el lazo de los españoles,
ni se sirven de las flechas sino para cazar y pescar. Sus armas son una lanza muy larga
y una Macana o garrote de una vara y cuasi dos pulgadas de diámetro, igual, muy
pesado, y capaz de matar un hombre o romperle las piernas cuando lo arrojan de lejos y
mejor sin soltarle de la mano.
96. Cuando van a la guerra, montan sus peores caballos, pero para acercarse al
enemigo, cada uno conduce por la brida el destinado para la batalla, y le monta soltando
el malo luego que estan a punto de obrar. Si no logran sorprender, intentan circundar, y
sino lo consigue, se apean tres o cuatro y se acercan mucho a pie arrastrando y
sacudiendo pieles de Yaguareté con la idea de espantar y desordenar los caballos
enemigos, y para incitar que sobre ellos se haga una descarga general. Si lo consiguen
se arrojan todos como rayos, y son raros o ningunos los que se les escapan.
97. Para contener estos ataques, es preciso buscar apoyo en los costados, y poner a
pie tres o cuatro hombres en ellos, y en el centro que sean los mejores punteros, para
que de muy cerca estropeen o maten alguno de los de las pieles, conservándose los
restantes en buena e inmovil formacion. Conseguido el obgeto, se destacan algunos
albaias a recoger el muerto, y permitiéndoselo se van todos. Pero si para seguir a alguno
que con estudio se separa de los otros, o para recoger los caballos malos que ellos
dejaron, se pierde la formacion, vuelven caras y acometen con furor. Tambien saben
disponer emboscadas peligrosas, hacer falsos ataques, y en fin, aun con la ventaja de
las armas de fuego, no hay que lisongearse tantos a tantos, ni aun con alguna
superioridad de número. De contado, si la victoria esta por ellos raro enemigo se les
escapa; y si les es contraria, pierden poca gente por la ventaja de los caballos. Matan a
todo enemigo adulto, conservando a los muchachos y mugeres tratándolos como a los
guanás sus esclavos segun dige núm. 85, de modo que el albaia más pobre, tiene tres o
cuatro de estos esclavos habidos en la guerra, y entre ellos algunas españolas, que
aunque las cogieron adultas y con hijos, no quieren volver a estar con sus parientes y
maridos.
98. Computo la estatura media de los albayas, en cinco pies y ocho pulgadas
francesas (13), y creo que sus formas y proporciones son muy superiores a las europeas.
Llevan los varones el barbote del núm. 13, y los dos sexos se afeitan la cabeza, dejando
las mugeres una cresta o tira ancha una pulgada, alta poco menos, desde la frente a lo
más elevado de la cabeza. Nadie deja de arrancarse las cejas y pestañas, y dan por
motivo, que no son animales para criar pelos. Miran con más despejo que las naciones
precedentes, y hablan más unos con otros, aunque se les parecen en lo dicho en los
números 57, 58 y 59.
99. Su idioma es diferente de todos sin narigal ni gutural; me parece pomposo y que
sus nombres propios son significativos como entre los vizcainos. Ademas de la
particularidad de no conocer nuestra letra F tiene la de terminar las mugeres y los
muchachos las palabras de diferente manera que los varones adultos. Sus caciques son
como quedan dicho núm. 54, y nadie les manda en paz ni en guerra, gobernándose por
la asamblea citada en el núm. 20. Sus casas o toldos son los descritos núm. 42, pero
espaciosos, elevados y cubiertos con esteras de juncos no tejidos sino puestos a lo largo
y cosidos o pasados con algunos hilos.
100. Schimidels cap. 44 dice, que tenian domésticas gallinas y otras aves y ovejas de
Indias; pero seguramente no hubo tal. Modernamente se han provisto algunos de los
Albayas de canoas como las de los Payaguas; pescan con anzuelos y a, flechazos; y
tambien se han dedicado a criar caballos, ovejas y vacas en cortas cantidades sin
ordeñarlas, por que aborrecen la leche como todo indio silvestre. Por lo que hace a
vestidos, adornos, pinturas, médicos y modo de curar los enfermos, fiestas y
borracheras, todo es lo mismo que diré luego de los Payaguas. Pero las mugeres
Albayas, que son francas y algo zalameras, hacen una o dos veces al año su fiesta
particular. Dan vueltas al pueblo, llevando en las lanzas de sus maridos las cabelleras y
despojos de los enemigos muertos en las batallas, y cada una pondera las hazañas de
su esposo. Como todas pretendan que el suyo es el más valiente, se acaba siempre la
funcion dándose muchos cachetes y puñadas, hasta que cansadas y ensangrentadas la
boca y narices, se va cada una a su casa. Los maridos no toman parte en la fiesta, pero
cuando la ven concluida, se emborrachan todos menos las mugeres y muchachos, que
nunca beben sino agua.
101. Los varones Albayas son altivos, soberbios e indomables, comen todo manjar,
pero sus mugeres casadas, no prueban la vaca, capivara, ni mono, sino la carne de
animales pequeños, todos los pescados y las legumbres. Las solteras no comen ninguna
carne, sino legumbres y los pescados cuya longitud sea menor de palmo y medio.
Ninguna de ellas prueba cosa que tenga o pueda tener gordura estando con su
menstruacion; por que dicen salieron cuernos a una que comió pescado gordo estando
en dicha situacion.
102. Las mugeres Albayas abortan con violencia a todos sus hijos, y no conserva cada
una sino uno. Este es por lo comun el último que conciben, cuando se figuran que no
tendrán más segun la edad y robustez con que se sienten. Si equivocadas en este
concepto conciben otro del que conservaron abortan al último concebido; y si esperando
tener al último no le conciben, se quedan sin ninguno.
103. Reprendiendo yo un dia tan bárbara costumbre, que no es muy antigua entre
ellos, afeando el que matasen a sus propios hijos, de que se seguia el esterminio de su
nacion, me contestaron los maridos, que ellos no se mezclaban ni les correspondia en
negocios de mugeres, y una muger me dijo: "para que nos eviten el trabajo de criarlos y
conducirlos en nuestras marchas frecuentes, hemos imaginado abortarlos luego que nos
sentimos embarazadas".
104. Abandonan a los enfermos que no pueden seguir cuando el pueblo se transfiere
a otra parte, y tambien cuando la enfermedad es muy larga. La familia y parientes lloran
a los difuntos, y su luto dura tres o cuatro lunas. Se reduce a que la muger, hijas y
esclavas no comen sino vegetales, y guardan tal silencio, que a nada contestan una
palabra. Cada pueblo tiene su cementerio: si acaece la muerte tan lejos de él que teman
corrupcion, envuelven el cadáver en una estera, le cuelgan de un árbol hasta que se le
caen las tripas y queda acartonado, y le llevan al cementerio. Entierran con él sus armas
y alhajuelas, matando sobre el sepulcro cuatro o seis de sus mejores caballos. Yo me
persuado que entierran las armas etc. por separar todo lo que pueda traerles a la
memoria el difunto; cosa que les incomoda tanto que jamas le nombran, ni le miran, ni
tocan, y ni lo enterrarian sino lo hiciese alguna vieja o viejo por lo que les pagan mucho.
INDIOS PAYAGUAS.
105. Esta nacion asi hoy como en tiempo de la conquista, era puramente marinera, y
dominaba privativamente la navegacion del río Paraguay desde los 20 grados hasta su
union con el Paraná. Por esta razon llamaban entonces los Guaranís a este río
Paraguay, río de los Payaguas; cuyo nombre alteraron algo los españoles. Estaba la
nacion dividida en los trozos Cadiqué y Siacuá que conservan hoy; pero los primeros
españoles dieron al primero el nombre de paiguá que era el de toda la nacion, y al
segundo el de Agás y Agacé que era el de su cacique principal, cuya memoria se
conserva aun. Rui Diaz que ignoró esto, en el libro 1º cap. 6 los hace dos naciones
diferentes y supone equivocadamente que los Agaces han sido esterminados. Los
españoles del dia llaman Sarigues a los Cadiqués y a los Siacuás Tacumbús.
106. Los cadiqués vivian en los 21º 5’ donde comunica la laguna de Ayolas con el río
Paraguay, y los siacuás más abajo de la Asuncion, pero unos y otros mudaban con
frecuencia sus domicilios o pueblos. No solo mataron los Paiaguas a muchos de los
conquistadores como se verá en el cap. 18, núm. 10, 31 y 40, sino que tambien
destruyeron la villa de Talavera y el pueblo de Ohomas, y cuasi verificaron lo mismo en
los de Ypané, Ytati y, Santa Lucia. En el archivo de la Asuncion hay una carga de autos
en que constan sus innumerables fechurias, crueldades y perfidias contra los españoles,
de quienes han sido los enemigos más constantes, y tambien de toda las naciones de
indios.
107. Pero como son sumamente astutos, y observaron que se aumentaban los
españoles en el Paraguay, y los portugueses en Cuiabá, conocieron que los cogian en
medio, y que sus fuerzas no bastaban contra tan poderosos enemigos. Entonces hicieron
con los españoles alianza ofensiva y defensiva, reservándose la libertad de hacer la
guerra particular a los indios que no fuesen protegidos por el gobierno español, y de
poderse fijar, cuando les diese la gana, en la misma capital del Paraguay, sin que nadie
se opusiese a su libertad, costumbres y modo de vivir. De resultas se establecieron los
Siacuas o tacumbús en la Asuncion de 1740, y los Sarigués o cadiqués en el de 1790,
componiendo un total como de mil almas. No es posible distinguir unos de otros; pues
aunque los tacumbús hacia cincuenta años que formaban un pueblo con los españoles,
conservaban sus vestidos, idioma y costumbres, sin tomar cosa alguna de los españoles.
Prestan a estos algunos servicios útiles, vendiéndoles pescado, algunas canoas, vasijas
de barro y mantas, etc. y el dinero que adquieren lo emplean luego en aguardiente,
dulces, carne, etc. sin atesorar nada. El gobernador del Paraguay, deseando hacer
mérito, pensó hacer bautizar a los paiaguas menores de doce años. Con esta mira hizo
que los españoles regalasen un vestido a cada uno y otras cosas a sus padres, y
consiguió que el 28 de octubre y 3 de noviembre de 1792, se bautizasen ciento cincuenta
y tres de los niños; pero al momento vendieron los regalos por aguardientes y dulces y
ninguno quiso ser instruido, ni era fácil traducir el catecismo en su lengua. Se pensó
entonces en violentarlos; pero amenazaron con la guerra y quedó todo como antes.
108. El idioma payaguá es diferente de todos muy nasal y gutural, y tan difícil que
nadie lo ha aprendido. Alvar Nuñez cap. 17, despues de referir de estos indios un cuento
ridículo y falso, los hace como gigantes, pero yo regulo su estatura media en cinco pies y
cuatro pulgadas francesas: su color no es tan obscuro como el de los Guaranís, su
fisonomia muy despejada, sus proporciones bellas y su agilidad y soltura parecen
mayores que en los albayas, guanás y otros a quienes se parecen en arrancarse el vello,
las cejas y pestañas y en el Barbote del número 13. Tambien se asemejan en lo dicho en
los núms. 57, 58, 59.
109. Igualmente se parecen a la mayor parte de todas las naciones, en comer a la
hora que tienen gana sin avisar a nadie, y sin usar cuchara ni tenedor, con alguna
separacion de la muger y los hijos, sin beber hasta despues de haber comido; en
borrecer la leche; en el modo de encender fuego sin pedernal, haciendo girar una vara
del grueso del dedo chico metida la punta en el agujero de una tablita, al modo de quien
bate el chocolate, hasta que la frotacion violenta desprende un polvillo o aserrin
encendido; y en temer que les caigan encima de noche nuestras casas.
110. Sus toldos son lo mismo que dige núm. 99, de los Albayas aunque no son tan
espaciosos ni elevados. Las mugeres los arman y desarman, hacen las esteras, las ollas
de barro muy pintadas y mal cocidas, guisan las legumbres y alguna vez el pescado,
siendo lo comun guisarlo el marido, el cual siempre cocina la carne y trae la leña. Las
mugeres jamas comen carne, porque dicen les haria daño, y todos separan con la lengua
y depositan en los carrillos las espinas pequeñas de los pescados, y las arrojan todas
juntas despues de haber comido.
111. Se gobiernan por la asamblea del núm. 20, y sus caciques son los que se dijo en
el núm. 54. Hace poco que se acabó entre los Tucumbás la descendencia del antiguo
cacique Agace, y no han elegido otro. El de los Sarigués es el primogénito de Cuatí a
quien conocí de 120 años, porque me dió las mismas señales que dige de Navidriquí
núm. 93. Conservaba blancos y bien puestos todos sus dientes y cabellos, aunque estos
eran canos la tercera parte. Se quejaba de no poder correr y de la cortedad de la vista;
pero aun pescaba, remaba y se emborrachaba como los demas.
112. Los Payaguas y todas las indias silvestres que hilan, hacen del algodon una larga
salchicha sin torcerla y la envuelven flojamente en el brazo izquierdo. Luego sentadas en
tierra con las piernas estiradas, resbalan el uso sobre el muslo desnudo, torciendo poco
el hilo, que van recogiendo en la mitad alta del uso, que es largo tres paImos. Cuando
han hilado asi, lo envuelto en el brazo, lo devanan en la mano izquierda y lo tuercen
segunda vez, recogiéndolo en la mitad inferior del uso. Asi sin doblarlo, disponen el
urdido entre dos varas apartadas lo que la manta o tela ha de tener de largo, y sin
lanzadera ni peine, pasan el hilo con la mano apretándole con una regla de madera. Las
naciones del núm. 45 hilan regularmente y usan telares para teger. Las Payaguas y
demas indias, nunca cosen ni cortan sus telas para hacer vestidos limitándose a
envolverse en la manta desde el estómago abajo, y alguna vez desde el hombro. Llevan
ademas un trapo de palmo y medio en cuadro sostenido por una cuerda que ciñe la
cintura. Los varones van totalmente desnudos, pero si hace frio o entran en la ciudad, se
echan al hombro su manta tapando lo esencial, otros se ponen una estrechísima camisa
sin cuello ni mangas. Tambien los hay que pintan su cuerpo imitando la chupa, calzones
y medias y van desnudos.
113. Usan los varones adultos brazaletes de muchas especies en lo grueso del brazo
y en los tobillos; cuelgan de las muñecas las pezuñas de ciervos, para que suenen dando
unas con otras, y de las orejas, pendientes que ellos fabrican de varias formas y
materias: llevan moños de plumas, y tahalies de canutillos de plata y de lentejuelas de
concha, y pendiente de ellos una bolsita pequeña que no les sirve porque llevan el dinero
en la boca; se pintan la cara y cuerpo con dibujos estraños inesplicables de varios
colores. Nada llevan en la cabeza, cortan raso el cabello de delante, y a la altura de la
oreja el de los costados, dejando intacto el restante para atarlo detras con una correita de
piel con pelo del mono Cay.
114. Tambien cortan las mugeres raso el pelo de delante; no el de las sienes, que
como el resto cae libremente sin atarlo jamas. Llevan sortijas de cualquiera cosa; pero no
arracadas ni otro adorno. El dia de su primera menstruacion, les pintan indeleblemente
un liston muy obscuro que principia en el cabello y baja a la punta de la barba, saltando o
dejando libre el labio superior. Ademas caen en cada lado desde el cabello, de siete a
nueve líneas verticales, atravesando la frente y el párpado superior: de cada ángulo de la
boca salen pintadas dos cadenetas paralelas a la mandíbula inferior, terminando a los
dos tercios de la distancia a la oreja: agregan dos eslabones unidos que nacen del
ángulo esterior de cada ojo y acaban en lo alto del carrillo: todas se hacen picando la
piel; y las demas que llevan en la cara, pechos, brazos y muslos, son postizas como las
de los varones. Nadie las asiste en sus partos; pero sino despachan pronto, acuden las
vecinas con sartas de cascabeles y sacudiendolos un rato con violencia sobre la cabeza
de la paciente, la dejan, y se van repitiendo lo mismo de rato en rato hasta que ha parido.
Entonces se situan las vecinas en dos hileras desde la casa al río y ensanchando sus
mantas, pasa por en medio la parida y se lava.
115. Todo es permitido a los payaguas y por consiguiente tambien el divorcio, pero
sucede rara vez. En este caso se agrega la muger a nuevo esposo o a sus gentes,
llevándose todos los hijos, la canoa, la casa y cuanto hay en ella sin quedar al marido,
sino las armas y la manta si la tiene. Cuando les nace algun hijo, cuando aparece la
primera menstruacion a la hija, y cuando les da la gana se emborrachan. Para esto
beben mucho aguardiente sin comer nada porque dicen que la comida les llenaria el
vacío que debe ocupar la bebida. Mientras puede el borracho, vá a la ciudad o a
pasearse acompañado de la muger o de otro, el cual le conduce a su casa cuando vé
que apenas puede tenerse en pie y le hace sentar. Entonces comienza a decir en un tono
bajo "¿quien se me pondrá delante? Vengan uno, dos o muchos y los haré pedazos."
Repite muchas veces lo mismo dando puñadas al aire como si riñese, hasta que cae
dormido. Pero no hay ejemplar que un borracho tome las armas, haga daño, ni riña con
otro, ni se descomponga con las mugeres: al contrario estas provocan a sus maridos
estando borrachas. Los hijos de familia, que viven, hasta casarse, a espensas de los
padres sin hacer nada, nunca beben licor espirituoso, y lo mismo las mugeres, pero si
compra el aguardiente con dinero o alhajas de ellas, beben por mitad marido y muger, sin
que por eso beba ella del que compra su marido. Estas fiestas o borracheras, sus
motivos y resultas son comunes a los albayás, guanás, y a las naciones siguientes.
116. Ademas de dichas fiestas particulares celebran, los Payaguas, y casi todos los
indios silvestres, otra solemnísima por el mes de junio. Todos los varones, cabezas de
familia se pintan la cara y todo el cuerpo lo mejor que saben, y adornan la cabeza con
plumas y cosas que es imposible describir ni dejan de admirarse viéndolas. Tapan con
pieles tres o cuatro ollas de barro, y de rato en rato las baten muy despacio con dos
palitos como plumas de escribir. Al amanecer del dia siguiente beben mucho aguardiente,
y estando todos borrachos, cogen unos a otros la carne que pueden de un pellizco, y la
atraviesan de parte a parte con un punzon de palo, o con una gruesa espina de Raya. Lo
mismo repiten con intervalos mientras dura el dia, sin quedar uno que no esté atravesado
en las piernas, muslos y brazos desde la muñeca al hombro, con intervalo de una
pulgada de un agujero al otro. Tambien se atraviesan de parte a parte muchas veces la
lengua y el miembro viril, y no se ocultan para estas cosas; pues los Payaguas hacen
esta fiesta públicamente en la capital del Paraguay.
117. Reciben en las manos la sangre que les sale de la lengua, y en seguida se frotan
con ella la cara. A la que destila el miembro viril, la hacen caer en un agujerito hecho con
el dedo en la arena, y no hacen caso de la que fluye por otras partes. He presenciado lo
dicho tan de cerca, que veia a los pacientes sin advertir en ellos el menor movimiento
que indicase dolor ni incomodidad. Dicen que con esto manifiestan su esfuerzo y corage,
sin dar otro motivo de esta fiesta. No aplican remedio a la hinchazón del cuerpo ni a sus
heridas; pero las comprimen con los dedos para hacer salir el pus o materia, y las
cicatrices duran toda la vida. Como no pueden buscar la comida en los dias inmediatos
despues de la fiesta, padecen bastante necesidad las familias; pero la soportan más
tiempo que nosotros y comen más en cada vez. Creen algunos en Europa que el beber
con esceso licores fuertes, acorta la vida; pero todos los indios son estremadamente
borrachos, y sin embargo viven más o tanto como nosotros, sin que en esto les aventajen
sus mugeres que apenas beben sino agua.
118. Cuando alguna tempestad desconcierta sus casas, corren un trecho cara a ella,
la tiran tizones encendidos, y dan muchas puñadas al aire. Tambien las dan algunos de
alegria al descubrir la luna nueva.
119. Los payaguas como todos los indios silvestres son muy robustos, gozan de salud
perfecta y no padecen enfermedad particular. Los médicos payaguas curan las
enfermedades segun dige núm. 21; pero si el enfermo paga bien, usan de aparato
estraordinario. Preparan su pipa y su calabaza: aquella es un palo de palmo y medio,
grueso lo que la muñeca, muy dibujado por fuera, barrenado a lo largo y con un corto
canutillo en una punta para chupar el humo del tabaco. La calabaza es hueca, larga tres
palmos, y compuesta de dos pegadas a lo largo con un agujero en cada punta, el mayor
de tres pulgadas y media de diámetro. Se pone el médico una gran corbata de estopa,
que le llega a la cintura, y muy pintado todo el cuerpo sin otro vestido, toma la pipa y la
calabaza, chupa el humo de aquella, y le sopla en esta por el agujero menor, y en
seguida la baña repitiendo lo mismo tres o cuatro veces. Luego aplica el borde del
agujero mayor de la calabaza al lado superior junto a la nariz, quedando la boca en
medio del agujero; grita sin articular palabras y suena la calabaza con bastante estrañesa
y variedad espantando a la enfermedad segun ellos dicen. Asi prosigue a veces horas,
golpeando el suelo con el pie a compás, cantoneando el cuerpo inclinado sobre el
enfermo, que esta en el suelo boca arriba descubierto y desnudo. Por último se sienta el
médico, soba un rato con la mano el estómago del doliente, y se lo chupa con
vehemencia estraordinaria, escupiendo en la mano y haciendo ver alguna espina,
piedrezuela o sangre que anticipadamente puso en la boca para que crean que la sacó
chupando.
120. Los médicos de todas aquellas naciones han logrado persuadirlas, o a lo menos
hacerlas dudar que ninguno moriria si ellos quisiesen curarles: asi son siempre médicos
los que saben persuadir que tienen esta habilidad. Por lo comun son los más holgazanes
y borrachos; sin embargo les pagan bien y les tienen alguna consideracion, hasta
permitirles disfrutar las primicias de las doncellas, segun dicen algunos, aunque hay
quien niega este hecho. Lo cierto es que si sucede morir muchos de seguida, dan fuertes
palizas al médico. No dan a los enfermos sino frutas y legumbres, en corta cantidad; y las
resultas son las que entre nosotros, esto es, que los más escapan y los menos mueren.
121. En el momento en que muere el payaguá le envuelve alguna vieja en su manta o
camisa con las armas y alhajas, y un alquilado le lleva en la canoa a enterrar en su
cementerio. Hasta poco ha los enterraban sentados, dejándoles la cabeza fuera cubierta
con una olla o campana de barro cocido; pero porque los tatús y puercos silvestres se
comian a muchos, los entierran hoy totalmente y tendidos como a los españoles. Cada
familia tiene en el cementerio su lugar destinado, y le cubre con toldo igual al que
habitan, barriéndole, arrancándole las yerbas, y poniendo encima muchas campanas de
barro boca abajo, y unas dentro de otras. Solo las mugeres lloran dos o tres dias por la
muerte del padre y marido; pero si ha sido muerto por enemigos, todas las mugeres dan
vueltas dia y noche al pueblo gritando.
122. Los payaguas no cultivan, cazan poco, y viven principalmente de la pesca a
flechazos, y más con anzuelos. Sus canoas de una pieza son largas de cuatro a ocho
varas, anchas de dos a cuatro palmos donde más, que es a los dos tercios contados de
la proa. Esta es agudísima y poco menos la popa. El remo es largo tres varas y media
inclusa la pala agudisima. Bogan en pie sobre la estremidad de la popa, y para pescar,
se sientan en medio dejándose conducir por la corriente. Si se les vuelca la canoa al
meter en ella los pescados grandes, se ponen derechos como en pie sumergidos hasta
el pecho (aunque haya diez brazas de agua), sacuden la canoa como si fuese lanzadera
de tegedor, y en pocos momentos echan el agua fuera y saltan dentro sin perder la caña,
el pescado, el remo ni las flechas.
123. En sus guerras procuran siempre engañar y sorprender, y matan como los
charrúas a los adultos conservando las mugeres y los muchachos. No se internan mucho
en tierra, y cuando van a atacar, se colocan en pie seis u ocho a lo largo de cada canoa y
la hacen volar. El remo les sirve de lanza por lo largo y agudo: usan el garrote y las
flechas de los núms. 60 y 95, son diestrísimos en su manejo: y poniendo en la punta de
la flecha algo que la embote, dan el golpe al pájaro o animal, le aturden y cogen vivo.
INDIOS GUAICURÚS.
124. Alvar Nuñez cap. 19, 25, 26 y 30, dice que el pueblo que vió de estos indios tenia
veinte casas portátiles, de paja, de quinientos pasos cada una; que la nacion componia
cuarenta mil guerreros; que pillaban al correr los venados y avestruces; que por
costumbre se entregaban esclavos al que los vencia; que cualquier enemigo suyo a
quien iban a matar, quedaba libre con solo verle una muger, y que se sentaban sobre un
pie. Schimidels cap. 41, añade que eran canoeros, y que colgaban en su templo las
cabelleras de sus enemigos, pero todo lo dicho es falso.
125. Lo cierto es que los guaicurús eran soberbios, vengativos, indomables, fuertes y
aventajados en valor y estatura, y bastante numerosos. Vivian solo de la caza al
Occidente del río Paraguay, cerca de él, casi enfrente de la Asuncion en pueblos o casas
como las de los albayas, y tenian idioma diferente de todos. De esta nacion solo existe
hoy un varon alto seis pies de Paris (14), y tres mugeres que se han agregado a los
tobas. Su esterminio no ha venido tanto de la guerra continuada que han hecho a los
españoles y a toda casta de indios, como de haber adoptado sus mugeres (quizás las
primeras) la barbaridad de abortar en los términos dichos núms. 102 y 103.
126. Para tener una idea de lo que destruye esta costumbre, basta saber que el
producto de ocho matrimonios será ocho hijos, de estos, segun la probabilidad de la vida,
morirán cuatro sin cumplir ocho años, y despues dos sin llegar a los treinta y cinco o
cuarenta, que es cuando conservarán a su último hijo, y restarán solo dos para unirse y
conservar un hijo que será la segunda generacion: y siendo la primera de ocho, resulta
que cada uno solo es la octava parte de su precedente, y las naciones que han adoptado
tal costumbre desaparecerán luego de la faz de la tierra. No puede verse sin dolor que un
capricho mujeril, estermine a las naciones más fuertes, altas, bellas y elegantes que
conoce el mundo. Se cree que el amor principalmente de las madres a los hijos, viene de
la naturaleza, con tal imperio, que no puede haber madre que no ame a sus hijos tanto
como a sí misma. Pero muchas de mis naciones de indios, son la escepcion de esta
regla, y hacen ver que un capricho en las mugeres tiene más fuerza que la misma
naturaleza.
INDIOS LENGUAS.
127. Esta nacion se denomina a sí misma Juiadgé; los payaguas la llaman Cadalú,
los machicuis Quiesmagpipó, los enimagás Cochaboth, los tobas y otros Cocoloth y
los españoles Lengua. Cuando llegaron los primeros europeos, vivian solo de la caza
como los guaicurús confinando con esta; por cuyo motivo las relaciones antiguas y
modernas equivocan la una con la otra, porque ambas eran errantes, respetadas,
formidables, altivas. feroces, presuntuosas, vengativas, implacables y tan holgazanes,
que no hacian sino cazar y la guerra.
128. Su idioma es diferente de todos, y don Francisco Amanico González que lo
entiende un poco, dice que es muy narigal, gutural y difícil en estremo, pero espresivo y
elegante. Usan las mismas casas y armas que los albayas, montan tambien en pelo y
hacen la guerra como ellos, conservando solo a las mugeres y muchachos. Computo su
estatura media en cinco pies y medio de Paris, con las mejores proporciones. Cortan el
pelo a media frente, y el resto a la altura del hombro, sin atarle. A los dos sexos cuando
nacen, les agugerean las orejas; y poniendo toda la vida palos y ruedecitas cada vez
mayores, llegan los agugeros a ser tan grandes, que en la vejez meten en ellos roldanas
de más de dos pulgadas de diámetro, llegando las orejas cuasi a tocar los hombros,
segun dijimos de los orejones en el núm. 72. Ademas (solo a los varones) al nacer, hacen
una cortadura horizontal en el labio inferior que penetra hasta la raiz de los dientes, y les
ponen en ella una tablita delgada cada vez mayor de modo que se le va agrandando la
cortadura, hasta que la tablita en los viejos es una semielipse o círculo, cuyo diámetro de
pulgada y media y algo escotado, ajusta a la raiz de los dientes. La tal cortadura
aparenta una segunda boca, y la tablita que sale por ella, una segunda lengua de donde
han tomado los españoles el nombre que les dan. Como no puede ajustar el barbote o
tablita perfectamente a la cortadura sino en los ángulos o estremos, se les salen
continuamente por la cortadura la saliva y las babas, dando asco al mirarlos.
INDIOS SILVESTRES.
129. No tienen médico ni cacique, y se pintan poco. Practican las fiestas o borracheras
descritas en los núms. 115, 116 y 117 y se arrancan las cejas pestañas y vello. Se
parecen a los guanás en no tener barbas y en lo demas que se dijo en el núm. 80 y
tambien en el vestido. Es una atencion, entre ellos, antes de hablarse, aparenta tristeza y
aun llanto cuando se encuentran dos despues de una ausencia; las mugeres no comen
carne con gordura cuando menstruan, ni hasta tres dias despues de haber parido, en
cuyo trance nadie las ausilia.
130. Solo dan a los enfermos agua caliente, alguna fruta y tal cual friolera, y los
abandonan si se alarga la enfermedad. No sufren que nadie muera en su casa, y cuando
se figuran que no tardará a morir, le toman por las piernas y arrastrando le sacan como
cincuenta pasos. Alli le ponen boca arriba con el trasero en un agugero, para que en él
haga sus necesidades; le encienden fuego en un lado, y en el otro le ponen una vasija de
agua, se van y le dejan. Vuelven de tanto en tanto, no a hablarle ni darle nada, sino a ver
desde alguna distancia si ha fallecido. Verificado esto, no pierden tiempo las viejas
alquiladas para ir a envolverle con su manta y alhajas, y arrastrando le alejan hasta que
se cansan y lo entierran cubriéndole apenas de tierra. Los parientes aparentan tres dias
sentimiento; pero ni ellos ni nadie de la nacion nombran jamas al muerto, aun cuando
hagan mencion de sus hazañas. Lo raro esta en que cuando muere cualquiera de su
nacion a manos de enemigos, mudan todos de nombre, sin que quede uno de los que
tenian antes, y la razon que dan es que el que mató a uno tomó los nombres de los que
restaban para volver a matarlos, y que mudando los nombres, no encontrará cuando
vuelva al que quiera matar.
131. Ha hecho tal destrozo en esta nacion el aborto citado núms. 102 y 103, como que
en 1794 solo se componia de veinte y dos individuos, de los cuales cinco se agregaron a
la casa del citado don Francisco Amansio, siete a la nacion Pitilaga y los restantes a la
Machicui.
INDIOS MACHICUIS.
132. Asi los llaman los españoles; los lenguas los denominan Mascoi, pero ellos se
dan a sí mismos el nombre de Cabauataich. Habitan lo interior del Chaco, al Occidente
del río Paraguay, en las orillas del arroyo llamado por ellos Lacta y Nelguatá y que se une
al río Pilcomaio. Está su nacion dividida en diez y nueve pueblos, cuyos nombres no
pueden pronunciarse ni escribirse por nosotros, y los pondré aqui con alguna semejanza
a lo que suenan. La primera Cuomoquigmon esta dividida en tres y su cacique principal
es Ambuiamadimon. La segunda se llama Cabanatath; la tercera Quienuanapon; la
cuarta Quiabanalabá; la quinta Cobaite; la sesta Cobastigel; la sétima Eusegiepop; la
octava Quioaice; la novena Quiomomcomel; la décima Quioaoguaina; la undécima
Quiaimmanagua;
la
duodécima
Quiabanaelmaiesma;
la
decimatercera
Quiguailieguaipon; la decimacuarta Siquietiya; la decimaquinta Quiabanapuacsie; la
decimasesta Yoteaguaienceue; la decimaséptima Painuhunquie; la decimaoctava
Sanguotayamoctae; y la decimanovena Apieguhem. Estos nombres persuaden, no
solo que su idioma es diferente de todos, sino que tiene razon D. Francisco Amansio
Gonzalez para decir que es tan narigal, gutural y de palabras tan largas, sincopadas y
dictongadas, que se admira le puedan aprender los hijos de sus mismos padres.
133. Una de las citadas divisiones machicuis es de a pie, y habita en cuevas
subterráneas pequeñas y asquerosas, sin otra luz que de la pequeña puerta que jamas
cierran. Otros dos pueblos que con el precedente compondrán 200 almas, son
igualmente de a pie, y los quince restantes son de a caballo. Todos viven cultivando los
frutos del pais, agregando la caza y las pocas ovejas que comienzan a criar. Sus casas
portátiles y modo de montar, son como las de los Albayas y Lenguas. Ceden poco a
estos en la estatura y formas, como ellos agrandan sus orejas, y tienen todas sus
costumbres, inclusa la del aborto, menos el barbote que es el del núm. 13. Pero no
hacen más que defenderse y vengar los insultos que les hacen con las armas iguales a
las de los lenguas y albayas.
INDIOS CUIMAGAS.
134. Asi los llaman los españoles, y los machicús Esaboste, pero ellos se denominan
Cochabot. Conservan estos indios la tradicion de que antiguamente vivian confinantes
con los lenguas de quienes era amigos, pero que se separaron para hacer la guerra a
todas las naciones menos a la Guentusé, logrando subyugar a los Albayas y hacerlos su
esclavos. En sus frecuentes batallas, tuvieron bastantes pérdidas que redujeron mucho
su número y notándolo los Albayas, se les escaparon hácia el Norte. En esta situacion,
llegaron los primeros españoles al Paraguay, y hallándose los Enimagas reducidos a solo
dos pueblos en la ribera austral del río Pilcomaio muy adentro del Chaco y abandonados
de los albayás, se acercaron a los lenguas y renovaron su antigua amistad. Más no por
eso dejaron de hacer la guerra a toda otra nacion, menos a la Guentusé, hasta que hoy
esta reducida su nacion a dos parcialidades: la una de 150 familias, que dejando su
antiguo suelo, se ha fijado en la costa del río llamado por ellos Flagmagmegtempela
que corta el Chaco y entra en el del Paraguay, en los 24º 24’ de latitud, y yo creo es el
brazo más caudaloso del Pilcomaio. La otra parcialidad, compuesta de veinte y dos
varones y otras tantas mugeres, se fué en 1794 a la casa de don Francisco Amansio
Gonzalez que les da de comer y le sirven.
135. El citado Gonzalez dice que su idioma es muy difícil gutural y diferente de todos,
pues aunque se asemeja en las frases y maneras al de los lenguas, no se entienden
unos a otros. Son gente altiva, soberbia, feroz y de a caballo; subsiste de la caza, del
robo y de la agricultura que hace practicar a sus esclavos, que son las mugeres y los
muchachos conservados en la guerra. Su estatura, color, no tener barba, arrancarse las
cejas, pestañas y vello, costumbres, armas y modo de hacer la guerra, son como en los
lenguas, pero usan los varones el barbote del núm. 13 y las mugeres crian todos sus
hijos. No tienen caciques y deben de propender al divorcio, pues he visto uno como de
treinta años que habia ya repudiado a seis mugeres y estaba con la séptima.
INDIOS GUENTUSES
136. Componen esta nacion unas trescientas familias en dos pueblos, tan amigos de
los enimagas, que siempre han vivido y viene inmediatos, sin mezclarse con ellos en las
guerras ni por casamientos. Son de carácter muy opuesto porque viven de su agricultura
y alguna caza, no son inquietos ni tienen esclavos, ni hacen más guerra que la defensiva.
Su frecuente trato y amistad con lenguas y enimagas, es causa de que su idioma
participe del de aquellos, a quienes ademas se asemejan los guentuses en la estatura,
color, no tener barba y demas costumbres; pero su barbote es el del núm. 13 y
conservan todos sus hijos.
137. En la agricultura de estos y demas indios silvestres no intervienen animales
domésticos: se reduce a hacer un agujero en tierra con un palo y meter dentro la semilla.
Asi siembran donde quiera que se hallan, sin detener su vida errante; despues vuelven y
comen lo que encuentran que ha producido. Si se detienen más en un sitio, usan de una
azada que hacen acomodando una paletilla de vaca o caballo a un mango.
INDIOS TOBAS.
138. Asi los llaman los españoles: los enimagas Natecoet y los lenguas Yncanabaité.
Son unas quinientas familias que viven errantes entre los rios Pilcomaio y Berbejo o
Ypitá. Subsisten principalmente de la caza, y de los ganados que roban a los españoles,
pero de muy poco acá han principiado a criar vacas. Su amistad y trato frecuente con los
Pitilagas, ha hecho que sus idiomas participen uno de otro en las frases y propiedad,
pero ellos los creen diferentes y se consideran naciones distintas. Son gente de a caballo
y valiente como los lenguas, a quienes se asemejan en la estatura, formas, costumbres y
holgazaneria, pero no agrandan las orejas: usan el barbote del núm. 13, y conservan
todos los hijos. Muchos gobernadores jesuitas y eclesiásticos le han formado en
reducciones, pero ninguna ha subsistido.
INDIOS PITILAGAS.
139. Se compone esta nacion de unas doscientas familias que comunmente habitan
no lejos de los tobas ni del río Pilcomaio, en un distrito que tiene lagunas de sal. Su
idioma es diferente de todos, muy nasal y gutural, aunque, segun se ha dicho, participa
del de los tobas. Con estos se juntan con frecuencia cuando hay luna y el río Paraguay
esta bajo, y le pasan para robar vacas y caballos a los españoles. Lo demas es lo mismo
que en los tobas.
INDIOS AQUÍLOT.
140. Este nombre dan los enimagas a unas cien familias desconocidas de los
españoles. Habitaban las riberas del río Bermejo; pera el año de 1791, se fueron a
incorporar con los pitilagas, y viven juntos. Ellos se creen nacion diferente de todas; pero
su idioma parece ser una mezcla del de los tobas y mocobés y puede presumirse sea
una rama de la nacion Mocobí, pues tienen la misma estatura, formas y costumbres.
INDIOS MOCOBIS.
141. Esta nacion indomable, altiva, soberbia, holgazana y guerrera, se halla dividida
en cuatro parcialidades que compondrán juntas unas dos mil familias, sin contar los de
las tres reducciones que existen de ellos. Nada cultivan, y subsisten de la caza, corriendo
el Chaco desde el río Ypitá o Bermejo, hasta los confines de la ciudad de Santa Fé; pero
agregan algunas ovejas y vacas que comienzan a criar, y las muchas que roban a los
españoles de dicha ciudad; de las de Corrientes y del Paraguay. Su idioma es entero,
narigal, gutural, diferente de todos y tan difícil, que los padres Jesuitas no pudieron
aprenderla para traducir en ella el catecismo, en los veinte y cinco años que vivieron con
los mocobis en el pueblo de S. Javier de Santa Fé.
142. Computo su estatura media en cinco pies y medio de Paris y sus proporciones
robustas y elegantes. Lozano, lib. 2, cap. 5 y lib. 3, cap. 12, les da nombres diferentes y
desconocidos y los hace erradamente canoeros. Schimidels, cap. 18, les pone una pluma
en un agujero de la nariz, lo que tambien es error, porque el agujero esta en el labio y la
pluma era el barbote que usan, y es el descrito en el número 13: las mugeres pintan su
pecho con variedad de dibujos, y conservan todos sus hijos. Son diestrísimos en montar
a caballo en pelo como los albayas y lenguas; usan las mismas armas sin cederles en
valor, y tampoco sufren vello, cejas ni pestañas; se visten, pintan y adornan como los
paiaguas, practican las mismas borracheras y costumbres, y tienen los mismos médicos,
caciques y asamblea de gobierno. Ellos destruyeron la ciudad de Concepcion de Buena
Esperanza; se han consumido inmensos caudales inútilmente en formarles reducciones
de las que solo existen las de S. Javier, S. Pedro y Ynespin, en las que no hay un indio
civil ni cristiano.
INDIOS ABIPONES.
143. Los españoles les dan este nombre, los lenguas el de Ecusginá y los enimagas
el de Quiabanabaité. Corrian el Chaco al Occidente del río Paraná hácia los 28 grados
de latitud, sin tener las canoas ni el número de guerreros que les dan Schimidels cap. 18,
y Lozano lib. 2, cap. 5. Hácia (8) la mitad del siglo diez y ocho, se empeñaron en una
guerra sangrienta contra los alocobis, a quienes no ceden en orgullo, fuerzas ni estatura;
más como eran inferiores en número, se vieron precisados a solicitar la proteccion y una
guardia que les acordaron los españoles, formándoles el pueblo de S. Gerónimo, que
encargaron a los padres Jesuitas en 1748. En él estuvo 20 años el jesuita aleman, que
vuelto a su patria escribió en latin en un tomo en cuarto la historia o descripcion de
Abiponibus; pero no pudo entender su idioma lo bastante para traducir en él el
catecismo; porque es muy gutural, difícil y diferente de todos. Continuando el fundado
temor de los abipones de dicho pueblo, como la mitad de él pasó el río Paraná en 1770,
y fundó el pueblo de las Garzas. En ambos pueblos visten mucho las camisas y ponchos
que les dan los españoles, sin que haya un cristiano ni civil, y conservan cuasi todos sus
antiguas costumbres iguales a las de los mocobis. Usan el barbote del núm. 13, y las
mugeres adultas llevan indeleble una cruz en la frente y cuatro líneas horizontales entre
las cejas, con otras dos en cada ángulo esterior del ojo.
INDIOS TARAÍES.
144. Dieron su nombre al río Taurú, por que habitaban sus riberas desde donde
emboca en el del Paraguay, hasta el arrecife que tiene diez jornadas más arriba. Se
internaban cuatro leguas en la provincia de Chiquitos, e ignoro lo que ocupaban en la de
Matagroso; cuyos portugueses los han esterminado, a no ser que sean restos suyos los
indios que ellos llaman Bororós. Rui Diaz lib. 1, cap. 4, y Barco canto 5, no los
conocieron y los describen fabulosamente. Alvar Nuñez cap. 59, da diferentes nombres a
sus pueblos, Schimidels cap. 35 y 36, se los altera, les da canoas y los hace vivir de la
pesca y caza. Ambos autores les conceden estatura muy aventajada, y dicen que iban
los varones totalmente desnudos; pero Schimidels les cuelga de las orejas un redondel, y
los pinta desde el cuello a las rodillas con varios dibujos, poniendo en sus labios pedazos
de cristal azul; siendo en esto más de creer que Alvar Nuñez que les pone por barbote la
cáscara de una fruta grande como un tortero. Pero se equivoca Schimidels dándoles
vigotes, y añade que las mugeres eran hermosas. En el cap. 35 dice que se cubrian de la
cintura abajo, y en el cap. 36 que les servian de vestido único las labores, diferentes de
las de los varones, con que se pintaban del pecho a las rodillas. Alvar Nuñez refiere que
se afeaban con las rayas y labores con que labraban el rostro. Su idioma diferente de
todos.
INDIOS VILELAS Y CHUMIPIS
145. Solo puedo decir de ellos lo que me informaron los lenguas y enimagas. Son dos
naciones con idiomas diferentes de todos, que viven hácia los términos de la ciudad de
Salta al Mediodia del río Bermejo, componiendo cada una como cien familias pacíficas,
pusilánimes, de baja estatura, agricultores y cazadores.
INDIOS QUILMES Y CALIANOS.
146. Estas dos naciones de idiomas diferentes, pacíficas y agricultoras, que juntas
componian setecientas familias, vivian en el valle de los Quilmes hácia Santiago del
Estero; en 1618 fueron conducidas por fuerza a las inmediaciones de Buenos-Aires,
donde se les formó el pueblo de su nombre, y mezclándose con los europeos se han
españolizado perdiendo sus idiomas y costumbres antiguas que ignoro las que serian.
INDIOS CHANÉS, PORRUDOS Y OTROS.
147. La nacion Chané habitaba las orillas del río de su nombre que vierte en el del
Paraguay en los 18º 7’ de latitud. Lo creo diferente de la de los Porrudos que vivia más al
Oriente del mismo río. Aun parece que habia otra o más naciones al Mediodia de las dos
citadas y todas han sido esclavizadas por los portugueses, sin que sepa otra cosa de
ellas, sino presumir que eran poco numerosas, pusilánimes, agricultoras y pescadoras.
Interpoladas con pueblos guaranís, habia en la provincia de los Chiquitos las naciones
llamadas por Alvar Nuñez, cap. 56 Chimenos, Caracaraes, Gorgotoquies, Paizunoes,
Estarapecocies, y Canderoes; y por Schimidels cap. 45 Paisenos, Maigenos y
Cacocies. De lo poco que hablan de estos pueblos o naciones, solo puede congeturarse,
que se pintaban y vestian como los Jaraies, que eran poco numerosos, agricultores y
que tenian lenguas diferentes. Los fundadores de Santa Cruz de la Sierra, las
subyugaron a todas sin dificultad en poco tiempo, e interpolándolas entre sí y con
guaranís, formaron de ellas muchos pueblos que despues encargaron a los P.P. Jesuitas.
Esta facilidad en someterse y conservarse lo mismo que la nacion guaraní en todas
partes, persuade que eran todas de inferior estatura y pusilánimes.
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D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XI.
Algunas reflexiones sobre los indios silvestres.
1. Me ha parecido anotar aqui algunas reflexiones obvias sobre mis indios silvestres.
Como la mayor parte de mis naciones son sumamente diminutas en número de
individuos, se puede pensar que en cuanto a su modo de subsistir, no han padecido las
alteraciones que engendra la muchedumbre en todas las sociedades. Cuando llegaron
los primeros españoles, ninguna de ellas era pastora, ni vivia de los frutos espontáneos
de la tierra; por que no conocian animal doméstico, ni el pais da semejantes frutos, si no
en corta estacion del año y con mucha escasez, solo en pocos y determinados distritos.
Creo por consiguiente que no fueron estos los medios primitivos de subsistir los primeros
progenitores de mis naciones, si no la caza, la pesca y la agricultura, que eran las que
practicaban aquellas gentes silvestres cuando las descubrieron.
2. Hablando en general, parece que las naciones de la mayor estatura y otras algo
menos elevadas, pero todas de bellas proporciones, y las más errantes, holgazanas,
fuertes, soberbias e indómitas, eran las cazadoras: que otras algo más bajas pero
tambien guerreras, fuertes, indómitas, y más ágiles, astutas, pérfidas y poco menos
errantes, eran las pescadoras: que las menos andariegas, las más bondadosas y
pacíficas eran agricultoras. Entre estas últimas hay algunas de buena estatura, pero
tambien otras que son las más, bajas, feas y en todo las más pusilánimes y
despreciables.
3. Se observa que aquellas naciones, conservan por tradicion y sin alteracion sus
vestidos y todas sus costumbres, con tal tenacidad, que a lo menos no las han mudado
poco ni mucho en los tres últimos siglos, aun los que han nacido y vivido cincuenta años
en la misma capital del Paraguay con los españoles.
4. Al tiempo de la conquista, eran estas mucho menos errantes que hoy; por que no
tenian caballos ni facilidad de transportar sus armas, casas y muebles. Vivian pues
confinadas en determinados y espaciosos distritos, con poquísima comunicacion de unas
a otras: la Guaraní encerraba en su distrito a muchas, aislándolas totalmente sin
comunicar ni mezclarse con ellas. Habitando todas mis naciones una misma llanura,
donde hay los mismos vegetales, pájaros, y cuadrúpedos iguales en formas y
magnitudes, es cosa muy estraña la diferencia que hay de unas a otras en los idiomas,
estatura, fuerzas y soberbia, siendo las más de ellas indomables y las restantes
pusilánimes en estremo. Los guaranís eran idénticos en todas partes por más distantes
que estaban unos de otros.
5. Los portugueses en muy pocos años esclavizaron a todos los guaranís del Brasil, y
en el mismo corto tiempo los españoles subyugaron a todos los guaranís del pais que
describo formando de ellos más de cuarenta pueblos, sin contar los que estuvieron al
cuidado de los padres Jesuitas en el Paraná, Uruguay y en la provincia de Chiquitos; y
por otro lado a escepcion de algunas pusilánimes naciones indicadas en el capítulo
anterior núm. 147, no han podido los mismos europeos domar a ninguna de mis otras
naciones diminutas, aunque lo han procurado con eficacia y empeño, con caudales y
persuasiones, y con todos los medios violentos desde la conquista hasta hoy.
6. Entre las muchas cosas comunes a todas o cuasi todas mis naciones, hay algunas
que pueden considerarse como peculiares suyas, y otras como tomadas del hombre
europeo. Las primeras son las crueldades estravagantes en sus grandes fiestas, en sus
duelos, en poner el barbote y en agrandar tan enormemente sus orejas. Ellos no dan
razon ni saben el obgeto ni el motivo de tales cosas, y yo estoy tan lejos de adivinarlo,
como que si no las hubiese visto practicar, me pareceria imposible pudiera ocurrir a nadie
tales barbaridades, ni aun un motivo para hacerlas. La facilidad con que paren las indias
sin mala resulta, sin que les falte la leche, y sin dejar de hacer el mismo dia lo que las
corresponde: los dientes siempre blancos y bien puestos, la plena libertad para todo, sin
conocer autoridad ni amistad particular, el dirigirse sin saber porque por unas prácticas
como si les fuesen innatas: el no conocer ambicion, juegos, bailes, cantares,
instrumentos músicos, la apatia con que soportan sin quejarse la intemperie, la escasez,
las enfermedades, dolores, duelos y fiestas, la igualdad de clases, y no servir unos a
otros: el no saber la edad que tienen, ni cuidar de lo porvenir aun para hacer provisiones,
limitándose a tener para el dia; el comer mucho de una vez, sin avisar ni convidar a
nadie, bebiendo antes o despues y nunca a media comida; el no tener hora fija para
nada; el no lavarse, barrer ni coser, ni instruir a los hijos, echándolos luego de casa
algunos y matándolos otros: el respetarse los indios de la misma nacion, de modo que no
se incomodan, roban ni matan y el morir sin inquietud por la muger e hijos que dejan.
7. Lo dicho en el número precedente son tambien diferencias con los hombres
europeos, de quienes ademas difieren, en la superior estatura, igualdad de individuos, y
elegancia de las formas de muchas naciones, y lo contrario en otras: en el color y no
tener barbas; en el poco vello y cabello más espeso, firme, largo, grueso, lacio, nunca
crespo, y siempre negro: en los ojos más pequeños nunca bien abiertos, y siempre
negros y relucientes: en la vista y oido muy superiores: en los dientes más firmes en un
pais donde se les caen mucho a los españoles: en ser más flemáticos, menos risibles e
irascible, y manifestar menos sus pasiones al esterior: en no gritar ni tener voz gruesa ni
sonora: en la menor sensibilidad y aun fecundidad segun se dijo en el cap. l0, núm. 57,
de los Guaranís, debiendo entenderse lo mismo de los otros.
8. En el capítulo precedente se han mencionado treinta y ocho naciones de idiomas
diferentes. Creo no exagerar diciendo, que ademas hay otros seis idiomas en los indios
que viven al Occidente de los pampas: otros seis en los del Mediodia hasta el cabo de
Hornos; y otros ocho entre las antiguas naciones de las provincias de Chiquitos y Moxos
segun se insinuó cap. anterior núms. 45, 46 y 147.
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D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XII.
De lo que practicaron los conquistadores del Paraguay y río de la Plata para
sujetar y reducir a los indios, y del modo con que se les ha gobernado.
1. Para no confundir las cosas, hablaré aqui de la conducta de los españoles y
eclesiásticos seculares, respecto a los indios, reservando para el capítulo siguiente tratar
de los padres Jesuitas en sus pueblos del Paraná y Uruguay. Como los españoles
llevaron rarísimas mugeres de Europa, y necesitaban muchas, echaron mano de las
indias en clase de concubinas. Por este medio se disminuyó bastante el número de
indios transformándolos en españoles, porque el rey declaró tales a los mestizos que
resultaron.
2. Los conquistadores de aquellos paises hicieron distincion en el modo de tratar a los
indios. Si ellos cometian insultos e injusticias contra los españoles, estos despues de
vencerlos en alguna batalla, se los repartían, y les obligaban a servir de criados: ademas
de otros indios que voluntariamente solicitaron ser admitidos en el mismo servicio. De
unos y otros, se formaron las encomiendas llamadas generalmente de Yanaconas y en
el Paraguay de indios originarios. Los encomendaderos o los que las poseian, tenian
siempre en su casa todos los indios que les pertenecian de ambos sexos y de todas
edades, y los ocupaban a su arbitrio en clase de criados. Más no podian venderlos ni
maltratarlos, ni despedirlos por malos, inútiles o enfermos: estaban obligados a vestirlos,
alimentarlos, medicinarlos e instruirlos en algun arte u oficio y en la religion. De todo esto
se hacia cada año una visita y examen prolijo por el gefe principal, oyendo al
encomendadero, a los indios, y a su protector que era un español de los más graves y
caracterizados. En esta clase de encomiendas, fueron incluidos los Guaranís de san
Isidro, los Conchas, los de las islas del Paraná y tambien algunos Pampas, Paiaguas,
Albayás, y Guaicurús cogidos en las batallas y los citados en el capítulo 10 núm. 72.
3. Pero si los indios se sometian en paz o por capitulacion en la guerra, el gefe
español les forzaba a hacer sus casas, y formar pueblo fijo en el sitio que mejor les
pareciese a su pais. Para la justicia y policía, se nombraba corregidor a un cacique, y se
formaba un ayuntamiento con dos alcaldes y regidores, todos indios, disponiéndolo todo
como si fuere pueblo de españoles. De esta manera formaron aquellos españoles una
multitud de pueblos que se nombran en la tabla al fin de este capítulo. Cuando lo dicho
estaba ya corriente y establecido, formaba al gefe las encomiendas, componiendo cada
una de un cacique y de los indios de quienes él lo era, para que asi estuviesen unidos los
parientes y amigos, Se conferian estas encomiendas en juicio formal a los españoles
más beneméritos, y las llamaban de Mitayos; pero no eran tan útiles como las de
Yanaconas del número precedente, porque solo los varones de diez y ocho a cincuenta
años estaban obligados a ir por turno, dos meses al año, a servir al encomendadero,
quedando los diez meses restantes tan libres como los españoles. Ademas siempre
estaban esentos de todo servicio los mayores y menores de la edad citada, los caciques
y sus primogénitos, las mugeres y todos los que en su pueblo egercian cualquiera cargo
público. Aunque el encomendadero solo alimentaba a los indios mientras le servian, sin
vestirlos, estaba obligado a instruir en la religion a todos los individuos de su
encomienda, y los instruyó hasta que hubo párrocos; despues se le precisó a pagar a
estos. Sobre todo esto se verificaba la misma visita anual que dije en el número
precedente se hacia de las Yanaconas.
4. Como los encargos y órdenes de la córte eran siempre apretantes para adelantar
los descubrimientos y conquistas, sin facilitar medios ni caudales, Domingo Martinez de
Irala, gefe que arregló todas aquellas cosas, discurrió el medio siguiente de adelantar las
conquistas sin el menor costo del erario. Luego que tenia noticia que habia indios
silvestres en alguna parte, y que no eran muchos, incitaba a algunos españoles
voluntarios para que a su riesgo y espensas los redujesen o precisasen a agregarse a
algun pueblo de su lengua donde sirviesen de Mitayos o de Yanaconas llevándolos a
sus casas, segun el reparto que los mismos españoles interesados arreglaban. Cuando
sabia Irala que habia muchos indios en un distrito, como sucedió en las provincias de
Guairá, de Jerez, de Chiquitos, de Santa Cruz del Chaco y de Santa Fé, los hacia
reconocer, y luego despachaba una compañia de españoles con órden de fundar una
villa o ciudad en medio de los indios, y de repartírselos en encomiendas ya de
Yanaconas ya de Mitayos segun dictaban las circunstancias esplicadas en los dos
números precedentes.
5. La duracion de todas las encomiendas, se fijó en la de la vida del primer poseedor,
y la de su heredero: acabada esta debian quedar abolidas, y los indios en la misma
libertad que los españoles, con la sola diferencia de pagar al erario un tributo moderado
en frutos del pais. El que medite la formacion de encomiendas y su duracion, conocerá
que reunió Irala en este punto cuanta reflexión, prudencia, humanidad y política cabe en
un hombre. Estaba precisado a adelantar el descubrimiento y conquista, y le era
imposible hacerlo con unos soldados a quienes el rey no daba honores, sueldos, armas
ni municiones, ni aun vestuario ni cosa alguna: ni Irala podia proporcionarles nada de eso
en un pais que no conocia metales ni fruto precioso. De modo que para estimular y
mover a sus gentes, no tuvo otro resorte que el cebo de darles encomiendas,
distinguiéndolas en dos especies de Mitayos y Yanaconas para conservar en lo posible
justicia con los indios, a quienes libró de malos tratamientos con las citadas visitas. En
cuanto a la duracion de las dos vidas de las encomiendas, era el más corto tiempo
necesario para civilizar e instruir a los indios bajo la direccion y trato inmediato de los
encomendaderos interesados en esto, y para recompensar los costos, fatigas y peligros
de los conquistadores.
6. Sin embargo, desde entonces hasta hoy no han faltado gentes, que han declamado
contra estas encomiendas, pintando a aquellos españoles con los más negros colores.
Pero reflecsionando la historia de las conquistas, no se encontrará otra con tan pocos
escesos cometidos, ni que haya producido tantas ventajas a los conquistados con tan
poca sangre derramada.
7. Asi estaban las cosas, cuando dispuso la córte que don Francisco de Alfaro, oidor
de la audiencia de las Charcas, pasase al Paraguay en clase de visitador con
instrucciones competentes y grandes facultades. Este hombre por los años de 1612,
mandó, que asi como fuesen muriendo los que tenian encomiendas, quedasen estas
agregadas al real erario sin conferirse a nadie; y que los que las poseyesen entre tanto,
no exigiesen de sus indios Mitayos servicio personal, sino un corto tributo anual en frutos
del pais, y lo mismo de los indios Yanaconas, debiendo dar a estos tierras para cultivar
por su cuenta, de donde sacar el citado tributo, el cual deberia entrar en el erario luego
que vacasen estas encomiendas. La córte aprobó esta providencia, pero como dejaba a
los españoles sin un criado ni criada, no siendo entonces decente alli que un español
sirviese a otro y no habiendo esclavos negros, lo representaron al visitador, y este
convino en dejar las cosas como estaban antes, insistiendo en que no se confiriese
ninguna encomienda de las que vacasen. Asi se verificó con las de los vecinos de
Buenos-Aires, de Santa Fé y Corrientes, pero no con los del .Paraguay, cuyos
gobernadores continuaron dando todas las que vacaban, conservando el servicio
personal. Aun en el año de 1801 sucedia lo mismo; pues aunque como veinte años antes
habia mandado el consejo cumplir lo dispuesto por Alfaro, representó el gobernador y el
ayuntamiento, y quedó todo como antes. Verdad es que los padres Jesuitas lograron
despues de muchos años de las disposiciones de Alfaro, libertar de encomiendas los
pueblos citados cap. 13, núm. 11.
8. Mandó el visitador, que no se fundasen en lo sucesivo ninguna encomienda de
indios, apoyando esta y todas sus providencias en los supuestos escesos cometidos por
los españoles en la caza de indios citada núm. 4, en que no era lícito forzar a ser
esclavos a los indios libres, y en que se conseguiria su civilizacion y sumision mucho
más fácilmente confiándolas enteramente a los eclesiásticos. Los últimos padres Jesuitas
del Paraguay, se jactaban de que los de su sotana habian dictado a Alfaro sus
providencias, y contaban esto entre sus grandes servicios hechos a la humanidad y al
estado. Pero yo no sé como no reflexionó el visitador, y más la córte, que en un pais tan
apartado, donde el rey no tenia un soldado pagado, ni facilitaba el menor ausilio para
nada, el cortar la formacion de encomiendas equivalia a estirpar de raiz el único estímulo
que podia animar a los españoles particulares, a adelantar los descubrimientos, las
conquistas y la civilizacion de los indios, y que nada de esto podria verificarse, ni aun
conservar lo conquistado, prohibiendo que ningun español secular tuviese parte en ello.
9. Esta reflexion se hará evidente, al que considere que desde las providencias de
Alfaro hasta poco ha no se fundó ningun pueblo español: que muchos de los que habia
anteriores, han sido destruidos o abandonados; que bastantes españoles, disgustados
del gobierno, se fueron a establecer en S. Pablo y otras partes entre los portugueses, y
que el imperio español, lejos de adelantar, fue perdiendo y perdió totalmente las
provincias de Vera, de Santa Catalina y Canacea, del Guairá, de Jerez, de Itati, de
Cuyabá, de Matagroso, del río grande de San Pedro y del Chaco. El mismo
convencimiento sacará el que lea al fin de este capítulo, la tabla de los pueblos de indios
fundados por los españoles seculares, si advierte que las fechas de sus fundaciones y
sugecion de sus indios son anteriores a Alfaro: pues aunque hay en ella diez de fecha
posterior, leyendo sus fundaciones en los capítulos 16 y 17, se encontrará que para
formar los cuatro, se despreció lo dispuesto por Alfaro, y que los restantes lejos de estar
consolidados, aun no tienen un indio civil ni cristiano, y no se piense que las
disposiciones de Alfaro han fundado otros, pues no se mostrará ni uno como luego
veremos.
10. El gobierno portugués siguió las máximas contrarias a las de Alfaro, pues sobre
incitar por todos medios a los particulares, les daba ausilios, armas y municiones, y les
permitia vender por esclavos perpetuos a los indios que pillaban en sus Malocas o
incursiones. Con esta conducta libre, atrajeron muchos españoles desertores o
malcontentos; buscaron y encontraron muchos indios silvestres, y cuando escasearon,
se llevaron los de diez y ocho o veinte pueblos fundados y catequizados antes por los
españoles. Con semejantes correrias descubrieron y se apoderaron de las provincias
citadas en el número anterior, y de las minas de oro y piedras preciosas de Cuyabá, de
Montegroso y de otras.
11. En la formacion de los pueblos de la citada tabla, nadie intervino sino los
encomendaderos que por su particular interés sugetaban a los indios, los instruian del
modo posible en las artes, oficios y en el catolicismo. Ningun eclesiástico hizo ni pudo
hacer nada en aquellos primeros tiempos con los indios, porque solo hubo un clérigo con
los primeros conquistadores; y aun cuando veinte años despues llevó el primer obispo
canonigos, clérigos y frailes, en todos no eran sino diez y siete. Solo uno de ellos
entendia el guaraní o lengua de los indios, más no lo suficiente para traducir nuestro
catecismo ni para predicarles. Llegó ya el caso de haber ya fundadas siete u ocho
ciudades españolas, y como cuarenta pueblos de indios no siendo los eclesiásticos sino
veinte, incluso el señor obispo. Dos únicos entre ellos, que entendian el idioma, corrian
continuamente de unos pueblos a otros, y se conoce lo poco que aprovecharian en todas
partes. Viéndose la estrema necesidad de eclesiásticos, los solicitaron con las mayores
instancias, hasta que el año de 1611 llegaron los padres Jesuitas, a quienes el juez
eclesiástico encargó inmediatamente las atenciones parroquiales de toda la provincia de
Guairá, que aun no habia tenido párroco alguno, no obstante de haber en ella una ciudad
española y trece pueblos numerosos de indios, fundados cuarenta y cuatro años antes.
En el propio caso estaban los antiguos pueblos de Tarey, Bomboy y Coaguazú que se
encomendaron a otros dos Jesuitas llegados despues en 1632 y el de S. Ignacio-guazú a
otro el de 1609.
12. Por las ordenanzas del visitador Alfaro citadas nums. 7 y 8, se prohibieron todos
los medios seculares o de la fuerza practicados hasta entonces para reducir y civilizar
indios silvestres, y se encargó este tan grave negocio privativamente a los eclesiásticos,
franqueándoles con libertad y continuamente abundantes caudales de las tesorerias de
bulas y vacantes de obispados. Luego se han buscado eclesiásticos que han convenido
en irse a vivir entre los indios Pampas, Minuanes, Mocobis, Abipones, Tobas, Pitilagas,
Lenguas, Albayas y Paiaguas, precediendo el beneplácito de los indios, ofreciéndoles dar
vestidos, la comida y herramientas. Convenidas estas cosas, se han formado pueblos de
chozas en los sitios elegidos por los indios, y los eclesiásticos dotados con buenos
sueldos o rentas, se han ido a vivir entre ellos sin tener más ocupacion que la de
repartirles lo prometido, sin poder hacer otra cosa, porque los indios no los han podido
entender, ni ser entendidos de los eclesiásticos. Yo he visto principiar muchas doctrinas o
pueblos de esta manera eclesiástica, y tambien los he visto acabar; ya porque se
agotaron los caudales asignados, y ya porque aburridos los curas, los abandonaron. Me
consta ademas haber acaecido lo mismo a otros muchos, aunque no se anotan en la
tabla al fin de este capítulo por no venir al caso; pero no se mostrará en aquel pais un
pueblo existente formado sin la fuerza sino eclesiásticamente, en el que todos sus indios,
ni aun uno de ellos sean sumisos civiles y cristianos. Lo único que se ha visto en esto es,
que si los eclesiásticos han sido muy constantes y los caudales han dado en manos
económicas, se ha prolongado la destruccion de los pueblos. Asi ha sucedido a los seis
últimos de la citada tabla, sin que por eso se hayan civilizado, catequizado ni sugetado
sus indios, que estan como el primer dia. Si contra esto se dice que el rey envia
continuamente de España doctrineros de todas las religiones y que estos tienen
formados innumerables doctrinas o pueblos en todas las partes de América,
responderemos que tambien los envia al Paraguay, donde he dicho que nada han
adelantado, siendo de presumir lo mismo en todas partes, aunque yo solo hablo de lo
que he visto.
13. Verdad es que los eclesiásticos, ignorando la historia y más el carácter de las
diferentes naciones de indios, han preferido para sus empresas las citadas en el número
anterior que son tan indomables, como que ni los heróicos conquistadores pudieron
sugetarlas ni adelantar nada con ellas, ni creo posible que nadie lo consiga por otro
medio que el de buen trato y comercio, hasta que mezcladas con nosotros, adopten
insensiblemente nuestras costumbres, lengua y religion. La fuerza podrá a la larga
esterminarlas, más no domarlas ni persuadirlas. Si los eclesiásticos se hubiesen dirigido
a los guaranís silvestres más dóciles que las citadas naciones, no habrian encontrado
tantas dificultades, sin que por esto crea yo que hubiesen logrado formalizar sus
proyectos sin el ausilio de la fuerza secular, porque me consta que ninguna reduccion de
indios se ha formalizado sin ella.
14. Aun asi se me hace imposible que se adelante nada con otras naciones por más
dóciles y pusilánimes que sean, por la grandísima dificultad de aprender sus idiomas y de
traducir en ellos nuestro catecismo, faltando a todos las palabras precisas para espresar
todo lo intelectual y espiritual, de que no tienen idea. Los padres Jesuitas a quienes
tengo por los más prácticos, diestros y diligentes en materia de reducciones, vivieron
más de veinte años en clase de curas doctrineros, entre los Tobas, Pitilayas, Abipones,
Mocobis, Albayas, Pampas y Minuanes sin poder formar una gramática ni catecismo en
tales lenguas. Cuando hubiesen llegado a entenderlas y hablarlas perfectamente, no era
posible transmitir a otros lo que ellos supiesen, por que todos o cuasi todos los citados
idiomas usan de sonidos que no pueden escribirse con nuestro alfabeto. Se conocerá
más la dificultad sabiendo, que aunque hay en América tantos idiomas diferentísimos y
que en grande número de ellos se han intentado traducir nuestro catecismo por los
misioneros, creo que no se puedan mostrar sino cuatro traducciones: a saber en las
lenguas Aimará, Quichoa, Megicana y Guarani. Aun estos se han formado, por que los
españoles criollos han adoptado tales idiomas y les ha sido menos dificil suplir con el
español lo que faltaba a los otros: de modo que se puede desconfiar que sean sus
catecismos esactos, y más no habiendo yo encontrado sino solo tres curas que se
atreviesen a predicar el evangelio en guaraní; no obstante de que era el idioma nativo de
todos los curas. Oigo hablar de que los eclesiásticos han catequizado infinidad de indios
de innumerables lenguas; más no creo se muestren traducciones del catecismo en más
idiomas que los cuatro citados. Por esto quisiera me digesen ¿que instruccion han
podido o pueden dar, fuera de los dichos cuatro idiomas, a unos indios que no entienden
el de sus predicadores? Se podrá pensar que han principiado enseñándoles nuestra
lengua, más no creo que puedan mostrar un solo pueblo donde haya sucedido tal cosa,
ni la creerán los que conozcan a los indios silvestres, a quienes solo la fuerza puede
hacer que quieran oir, más no que entiendan.
15. Vimos en el núm. 7 que contra las disposiciones de Irala, habian continuado estos
indios con la servidumbre de encomiendas; pero en lo demas se les dio plena libertad
como a españoles. Asi estuvieron un siglo, hasta que se les aplicó el gobierno en
comunidad inventado por los padres Jesuitas, de que se hablará en el capítulo siguiente,
y desde entonces han sufrido las vejaciones ya insinuadas. En cuanto a lo demas, estos
indios cultivan y pastorean lo mismo que los españoles que los han instruido y aun son
los únicos carpinteros y tallistas del pais. Se ignora su capacidad para el comercio,
porque no se les ha permitido comerciar sino frioleras a hurtadillas. El trato con sus
encomendaderos les ha enseñado a fabricar cada familia su casita con divisiones por
dentro, con cocina y algunos muebles, el haberles permitido trabajar para sí dos dias de
la semana, y el hacer lo mismo muchos dias de fiesta, ha proporcionado a muchos el
tener algunas vacas lecheras, un burro, algunos caballos, gallinas y cerdo. En punto a
religion los creo muy atrasados aunque no tanto como a los indios jesuiticos, y lo atribuyo
a que como sus curas han sido siempre hijos del pais, cuya lengua nativa es la de los
indios, les ha sido más fácil recibir la instruccion.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XIII.
De lo practicado por los padres Jesuitas para reducir y gobernar los indios.
1. Llegaron los padres Jesuitas al pais de mi descripcion el año de 1639 y
administraron temporal y espiritualmente treinta y tres pueblos de indios guaranís o
Tapes que es lo mismo. Tres de ellos que son los últimos de la tabla al fin de este
capítulo, estan a la parte del Norte de la provincia del Paraguay, y los treinta restantes
componen la provincia de Misiones del Paraná y Uruguay. De los treinta y tres citados
pueblos, solo fundaron los padres los veinte y ocho de la citada tabla; porque los cinco
restantes son los que hoy existen de los que les encargaron a su arribo, ya formalizados
mucho antes, y aun repartidos en encomiendas, segun se dijo en el precedente capítulo
núm. 11 y consta de los papeles del archivo de la Asuncion, por cuyo motivo se han
anotado entre los de dicho capitulo.
2. Segun escriben los mismos padres redugeron los veinte y cinco primeros pueblos
de la citada tabla, predicando y soportando trabajos y martirios como misioneros
apostólicos. Pero separando los seis que son colonias, porque su fundacion les dió poco
que hacer, no puedo menos de notar, que para fundar los diez y ocho primeros, solo
emplearon veinte años dejando pasar despues ciento doce desde la fundacion de S.
Jorge a la de S. Joaquin, sin fundar otro que el de Jesús, sujetando algunos indios
silvestres con otros muchos sacados del de Ytapuá que tenia ya setenta y un años de
antigüedad; de modo que Jesus puede decirse colonia de Ytapuá, como lo son los seis
que le siguen en la tabla. La circunstancia de haber coincidido los citados veinte años
fecundos en formar pueblos con los mismos, en que los portugueses llamados alli
entonces Mamalucos, persiguieron con furor por todos lados a los indios guaranís, y en
que estos llenos de pavor, huyeron a refugiarse entre los grandísimos rios de Paraná y
Uruguay y en sus bosques inmediatos, donde no penetraron, ni era facil, aquellos
inhumanos corsarios, digo que esta coincidencia del tiempo fortalece mucho la
presuncion de que en la fundacion tan rápida de aquellos primeros pueblos, tuvo tanta
parte el miedo de los Mamalucos como la que tuvo el miedo de las armas españolas en
la formacion de los del capítulo anterior. El grande mérito de los padres Jesuitas, estuvo
en la constancia y habilidad con que dirigieron y libertaron a los indios de tan terrible
persecucion a costa de tan largas y trabajosas peregrinaciones, de las cuales puede
tomarse alguna idea leyendo lo poco que se dirá de cada pueblo en particular en los
capítulos 16 y 17.
3. El modo de formar los padres los tres últimos pueblos de la citada tabla, no solo
comprueba mi presuncion anterior, sino que hace ver que nadie conoció mejor que ellos
la insuficiencia de los medios eclesiásticos o persuasivos. Instruidos de que habia en el
Tarumá guaranís silvestres, les despacharon algunos indios instruidos de los pueblos del
Paraná, que eran de la misma lengua, con algunos regalitos diciendo se los remitia un
padre jesuita que los amaba mucho, y deseaba llevarles otros con abundancia de vacas
para existir sin trabajar, y que aun queria vivir entre ellos. Se repitieron iguales
embajadas y reconocimiento del pais, y de resultas marchó el padre el año 1720 con las
ofertas, acompañado de bastantes indios escogidos en los pueblos del Paraná, que
llevaron el equipaje y ganados, y que se quedaron para cuidarlos, para servir al jesuita y
para fabricar las casas o chozas precisas. Comidas las vacas, se llevaron otras y otras
por muchos indios de los citados pueblos que se fijaban alli con varios pretestos. La
abundancia de comida, la dulzura del padre, la buena conducta de los indios del Paraná,
las músicas y fiestas, y el no molestar en nada a los indios silvestres, atrajeron a cuasi
todo los de esta especie que habia en la comarca, y se llamó esta reunion pueblo del
Rosario. Pero cuando el año de 1724 hubo ya más indios del Paraná que silvestres,
reemplazó al primer jesuita otro del carácter que convenia, el cual con su fuerza armada
circundó a los indios silvestres, y se los llevó al pueblo de Santa Maria de Fé y en
seguida los repartió en otros pueblos de los del Paraná, donde los sugetaron y
redugeron, menos a 60 familias que lograron escaparse a su Tarumá el año de 1733.
4. Quedó asi la cosa, hasta que noticiosos el obispo y gobernador del Paraguay de
que dichas familias estaban en su pais, instaron mucho a los padres Jesuitas para que
les formalizasen un pueblo donde estaban. Comenzó esta nueva negociacion con
regalitos como la primera, y fué el padre cura con vacas, indios, etc. cuando tuvo
bastante gente escogida para sugetar a los silvestres, los circundó una mañana,
intimándoles con buenas razones la necesidad de hilar a las mugeres y de trabajar a los
varones. Asi quedó como de repente formado el nuevo pueblo en 1746, con el nombre de
San Joaquin en vez del Rosario que tuvo el que se habia abandonado antes; pero se
egercitó bien la vigilancia del padre por algun tiempo para que no se les escapasen y
tambien su dulzura, contemplacion y suavidad, principalmente con los más díscolos.
Concluido este pueblo, pensaron los padres Jesuitas en formar otro hasta comunicar los
que tenian en el Paraná, con los de su provincia de los Chiquitos. Con esta mira
formalizaron a 13 de noviembre de 1749, el pueblo de S. Estanislao por los mismos
medios dichos para el de S. Joaquín. En ambos he visto muchos menos indios de los del
Turumá que de los que fueron con las vacas, etc., del Paraná, y todos refieren lo que he
dicho de la fundacion de sus pueblos, mereciéndome más crédito que el padre José Más,
uno de los primeros curas de S. Joaquin, que dice en un escrito que dejó alli, que solo
llevaron doce indios del Paraná. Sin duda quiso ocultar la violencia que hicieron, sin
reparar que tambien ocultaba la habilidad, sagacidad, moderacion y prudencia con que la
manejaron y que hacia a sus padres tan ignorantes, que no conocian la utilidad de los
medios persuasivos o eclesiásticos.
5. Siguiendo la idea de formar una cadena de pueblos hasta los Chiquitos, enviaron
los padres sus embajadas y regalitos a los indios albayas: convenidas las cosas como
para los dos pueblos precedentes, marchó el padre José Labrador con vacas, etc. y
porcion de indios escogidos en el Paraná con los cuales formó el pueblo de Belen, bajo
del trópico el año de 1760. Conociendo desde luego que era imposible adelantar
persuadiendo, y dar sujecion a los albayas con cuantos guaranís pudiese llevar, escogitó
el medio de deshacerse de los más esforzados albayas, figurándosele seria despues
más fácil supeditar a los demas. Con esta mira hizo creer a los albayas que los indios de
la provincia de los Chiquitos deseaban por su mediacion hacer paz con ellos, y
restituirles algunos prisioneros, que les habian cogido en una sorpresa. Asi logró el padre
que fuesen con él a los Chiquitos todos los albayas de quienes se queria deshacer, y
habiendo llegado al pueblo del Santo Corazon, se celebró su arribo con bailes y torneos;
pero habiéndolos separado mañosamente para dormir, al toque de campana a media
noche fueron los albayas atados, y los mantuvieron presos hasta la espulsion de los
padres. Entonces los nuevos administradores les dieron libertad, y regresaron a su pais
donde refieren lo que he copiado. Más nada se adelantó con lo dicho en la reduccion de
Belén, que se quedó y existe con solo los guaranís llevados del Paraná.
6. Habiendo hablado de los pueblos fundados por lo padres Jesuitas, y del modo
como los fundaron, trataré del gobierno que establecieron en ellos. Pero en cuanto a esto
incluiré no solo a los veinte y ocho pueblos de la tabla al fin de este capítulo, sino
tambien a los cinco indicados en el núm. 1, porque a los treinta y tres doctrinaron y
dieron leyes.
7. Habia en el pueblo de Candelaria un padre, especie de provincial, llamado Superior
de las Misiones, quien, con facultad del papa, podia confirmar a los indios y era el gefe
de todos los curas o pueblos. En cada uno de estos residian dos padres, cura y sotacura
que tenian asignadas sus funciones. Las del sotacura eran todas las espirituales, y las
del padre cura las temporales en todos los ramos y sentidos: como estas necesitaban
muchos conocimientos y esperiencia, eran siempre los curas, padres muy graves, que
habian sido antes provinciales o rectores de sus colegios, importando poco que
ignorasen o supiesen el idioma de los indios. Su antecesor le dejaba en un prolijo diario
anotado lo que convenia disponer para labores, fábricas, etc., y ellos eran en suma los
que todo lo disponian. Aunque habia en cada pueblo un corregidor, alcaldes y regidores
indios, que formaban el ayuntamiento al modo que en los pueblos españoles, no
egercian jurisdiccion, ni eran más que los ejecutores de las órdenes del cura, el cual civil
y criminalmente daba sus disposiciones siempre blandas; pero sin permitir apelacion ante
otros jueces o audiencias españolas.
8. No daban los padres curas licencia a nadie para trabajar en utilidad propia,
precisando a todos sin distinción de edad ni de sexo, a trabajar para la comunidad del
pueblo cuidando el mismo cura de alimentar y vestir igualmente a todos. Para esto
almacenaba todos los frutos de la agricultura y los productos de la industria, dando la
salida más ventajosa en las ciudades españolas a los sobrantes de algodon, lienzos,
tabaco, menestra, cueros al pelo, yerbas del Paraguay y maderas, conduciéndolas en
embarcaciones propias por los rios más cercanos, trayendo en retorno herramientas y lo
que habian menester.
9. De esto se colige, que los padres curas eran árbitros de los fondos sobrantes de las
comunidades de los pueblos, y que ningun indio podia aspirar a tener propiedad
particular. Esto quitaba todos los estímulos de ejercitar la razon y los talentos; pues lo
mismo, habia de comer, vestir y gozar el más aplicado, habil y virtuoso, que el más
malvado, torpe y holgazan. Colígese igualmente, que si por un lado era este gobierno
adecuado para enriquecer a las comunidades, por el otro hacia que todo trabajo fuese
lánguido no importándole nada al indio, que su comunidad fuese rica. Sin embargo, este
gobierno de los indios, mereció los mayores elogios de algunos sabios de Europa, que
creyeron ser los indios incapaces de alimentar a sus familias, por su ninguna economia ni
prevision para conservar nada para los tiempos de escasez: en suma los creyeron como
unos niños, a quienes no podia convenir otra especie de gobierno, y que con él eran
felices.
10. Pero ignoraron dichos sabios que los pueblos de indios del capítulo precedente,
que eran de la misma nacion que los jesuíticos, ecsistieron un siglo vistiendo y
alimentando sus familias particularmente cada uno, sin necesidad de ecónomo que
almacenase el fruto de su trabajo que no era completo, porque el de dos meses al año
pertenecia a un encomendadero. Tampoco reflexionaron que los indios jesuíticos como
todos cuando eran silvestres, trabajaban y tenian prevision y economía bastante; pues
que alimentaban cada uno a su familia. No hubo pues tal niñez, e incapacidad en los
indios; y cuando quiera suponerse, lo cierto es que el gobierno en comunidad no se las
quitó en más de siglo y medio, persuadiendo claramente que semejante conducta
embota los talentos.
11. Los pueblos de Loreto, S. Ignacio mirí, Santa Maria de Fee, Santiago, Corpus,
Itapúa y S. Ignacio-guazú, estaban sujetos a encomiendas cuando los padres jesuitas se
encargaron de ellos y continuaron muchos años despues. Esto no podia menos de
incomodar mucho a los padres; porque los encomendaderos les quitaban de sus pueblos
la sesta parte de los indios más útiles, llevándolos por turno a más de sesenta leguas de
distancia, y privando por consiguiente a las comunidades de los mismos pueblos, del
trabajo que utilizaban los encomendaderos. Agregábase que con motivo de visitar las
encomiendas, iban anualmente los gobernadores con grandes comitivas y soldadesca
costeadas por los pueblos, deteniéndose lo que les daba la gana. Para evitar todo esto,
solicitaron los padres la abolicion total de encomiendas en dichos sus pueblos. A la
verdad pedian una cosa justa, habiendo terminado ya las vidas de los dos primeros
poseedores, segun estaba convenido, y unida a la justicia de su pretensión, el favor que
tenian en la córte, lograron los padres abolir las encomiendas en sus citados pueblos,
pero es de creer que no seria sin grave sentimiento de los gobernadores que las
conferian a sus amigos y de todos los españoles que aspiraban a obtenerlas.
12. Aunque hubo en el Paraguay licencia en punto a mugeres, y poca frecuencia de
sacramentos porque faltaban eclesiásticos, segun vimos en el anterior capítulo, no hubo
ni pudo haber ningun vicio de los que tanto se ponderaron. No se conocia alli moneda
metálica, minas, fábricas, edificios costosos, ni cuasi comercio, ni habia lujo en nada,
contentándose, el que más, con una camisa y calzones del peor lienzo del mundo. Todo
esto y la suma pobreza del pais, consta de muchos papeles del archivo de la Asuncion.
El ponderado trabajo de los indios, se reducia a la agricultura para alimentar un puñado
de encomendaderos, y a cuidar de sus animales que eran entonces bien pocos. En
cuanto a beneficiar yerba, no llegaba su cantidad a la décima parte que hoy, y no la
beneficiaban solo los indios jesuiticos, sino igualmente todos los de los pueblos del
capítulo anterior: de modo que creo por mis cálculos, que apenas podrian trabajar en
esto doce indios jesuiticos.
13. Los escritores de todas las naciones acriminaron hasta lo sumo la conducta de los
españoles respecto a los indios. ¿Pero procedieron mejor los ingleses, holandeses,
franceses y portugueses, y los almanes que envió a América su paisano Carlos V? Digan
lo que quieran; pero solo los españoles han compuesto un código de leyes que rebosa
en humanidad, y que protege tanto a los indios como que les iguala a los españoles, y
aun los prefiere en muchas cosas. Dirán que tales leyes no se han observado; pero no es
difícil cotejar los padrones o listas de los indios que habia cuando se fundaron los
pueblos que existen y he visto en aquellos archivos, con los individuos que tienen en el
dia; y se hallará, como yo he hallado, que los indios netos han aumentado, no obstante
que innumerables se han convertido en españoles y mulatos por las mezclas. Ademas
los españoles conservan hoy muchos millones de indios civiles y silvestres, cuando otras
naciones europeas se hallarán quizás embarazadas para mostrar una aldea de indios en
sus dominios americanos. Si muestran algunas silvestres, no será en lo interior como
nosotros, sino fuera de sus fronteras de donde los van alejando a balazos o suscitando
guerras entre las mismas naciones europeas. Aun pudiera añadir más pruebas de lo
mismo pero me limito a decir aqui, que lo que más han vituperado los filósofos de
Europa, son nuestras encomiendas, y lo que más han aplaudido, es el gobierno en
comunidad de los pueblos, no obstante que lo primero limitado a las dos vidas, fué el
mayor esfuerzo de la prudencia humana, segun vimos en el capítulo anterior núm. 5, y lo
segundo lo peor en materia gubernativa, segun se dijo en los núms. 8, 9 y 10.
14. El haber libertado de encomiendas a los pueblos jesuiticos, fué imponiéndoles la
carga de pagar cada uno cien pesos fuertes a título de décimas, y uno de tributo por
cada indio varon de 18 a 50 años. Pero como el erario debia rebajar de esto mil y
doscientos para sinodo a los dos padres cura y sota-cura, al confrontar el cargo y la data,
cuasi venia a salir igual y si habia alguna diferencia en favor de los curas, la condenaron
siempre al erario. En suma fueron estos pueblos tan estériles al fisco, como los del
capítulo precedente, por que ademas llevaban sus efectos, y los vendian en todas partes
libres de derechos.
15. La córte notificó a los padres que despues de siglo y medio empleados en educar
a sus indios, debian estos saberse gobernar por sí y tratar con los españoles, saliendo de
la sujecion del gobierno en comunidad, y conociendo la propiedad particular. Pero los
padres sostuvieron la incapacidad de los indios y los males que resultarian a sus
costumbres y religion si trataban con españoles. Propusieron al mismo tiempo que lo
mejor era dar a cada indio alguna tierra y libertad dos dias a la semana para su cultivo,
para que dejándole usar a su arbitrio de la cosecha, se fuese poco a poco
acostumbrando a manejarse por sí y a conocer la dulzura de los derechos de propiedad.
Quedó la córte satisfecha, pero no preveyó que no permitiéndose, como no se permitia,
al indio vender su sobrante a ningun español, ni a indio de otro pueblo, no podia
adelantar otra cosa que comer como suyo lo mismo que le daba la comunidad, sin poder
comprar nada sino a lo sumo permutar un alimento por otro. En efecto se vió que todos
ellos llevaron sus cosechas al almacén de la comunidad, y que esta se las distribuia
como antes.
16. Es menester convenir, en que aunque los padres mandaban alli en un todo, usaron
de su autoridad con una suavidad y moderacion que no puede menos de admirarse. A
todos daban su vestuario y alimento abundante. Hacian trabajar a los varones sin
hostigarlos poco más de la mitad del dia. Aun esto se hacia a modo de fiesta; por que
iban siempre en procesion a las labores del campo, llevando músicos y una imagencita
en andas, para lo cual ante todas se hacia una enramada, y la música no cesaba hasta
regresar al pueblo como habian ido. Les daban muchos dias de fiesta, bailes y torneos,
vistiendo a los actores y a los del ayuntamiento de tisú, y con otros trages los más
preciosos de Europa, sin permitir que las mugeres fuesen actrices sino espectadoras.
17. Tampoco las permitian coser, cuya ocupacion estaba vinculada en los músicos,
sacristanes y monacillos. Pero las hacian hilar algodon, y los lienzos que tejian los indios,
reducido el vestuario, los llevaban a vender con el algodon sobrante a las ciudades
españolas, lo mismo que el tabaco, menestras, yerba del Paraguay, maderas y cueros al
pelo. Los padres curas y compañero o sotacura, tenian sus habitaciones que no pasaban
de regulares, y sino es para pasear la grande huerta cerrada de su colegio, jamas salian
de ellas ni pisaban las calles del pueblo, ni entraban en casa de ningun indio, ni se
dejaban ver de ninguna muger, ni de otros varones que los muy precisos para distribuir
sus órdenes. Si algun enfermo necesitaba ausilio espiritual, se le conducia de su casa
indecente a un cuarto cerca del colegio destinado con limpieza a solo este fin, y el
sotacura llevado en silla de manos con grande aparato, le administraba alli los santos
Sacramentos. Cuando se manifestaban en el templo, aunque fuese solo para decir misa
rezada, era con una ostentacion que no cabia más, vestidos de lo más precioso,
rodeados y asistidos de sacristanes, monacillos y músicos que creo no bajasen de
ciento. Todas sus iglesias eran las mayores y más magníficas de aquellas partes, llenas
de grandisimos altares, de cuadros y dorados; los ornamentos no podian ser mejores ni
más preciosos en Madrid ni en Toledo. Todo esto convence que en templos y sus
accesorios, en vestir los dias de fiesta a los actores y ayuntamientos, gastaron los padres
los grandísimos caudales que pudieron apropiarse si hubieran sido ambiciosos. Lo
mismo digo de otros muebles, como relojes de mesa y de cuarto, de los que habia
muchos muy buenos en todos sus colegios; y de contentarse con el poco trabajo que, sin
hostigarlos, querian hacer los indios. Verdad es que si por un lado este menos trabajo de
los indios acredita la moderacion de los padres, no deja de ser por otro disminucion de la
industria y del caudal de la nacion.
18. Sus pueblos tenian calles anchas a cordel, y los edificios al piso, consistian en
cuadras largas, una para todos los que pertenecian a un cacicazgo, bien que despues las
dividieron en cuartitos de siete varas, uno para cada familia, pero sin ventana ni
chimenea, ni otra cocina, reduciéndose sus muebles a una hamaca de algodon para el
amo, y los demas dormian sobre pieles en el suelo, sin tabiques que los ocultasen. Muy
poco o nada costaba a los padres el alimento de sus indios, pues les sobraba la carne de
vaca o toro en el procreo de sus estancias. Daban por vestido a los varones un gorro,
una camisa, calzones y poncho, todo de lienzo de algodon grueso, claro y ordinario, les
hacian cortar raso el cabello, sin permitirles calzado. Tampoco lo permitian a las
mugeres, reduciéndose todo su vestidos al Tipós o camisa sin mangas del citado lienzo,
ceñida a la cintura. Las precisaban a hacer de su cabello una coleta como los soldados, y
a deshacerla al entrar en el templo para llevar el pelo tendido, sin nada que cubriese la
cabeza. Segun he podido juzgar visitando todos los pueblos, ninguno entendia el
español, ni leian ni escribían, sino en guaraní los pocos precisos para llevar cuenta de las
entradas y salidas de almacenes etc. Ciencia ninguna y de las artes poco, por que solo
tejian lienzos para vestirse, y para esclavos o gente muy pobres: por el propio estilo la
herreria, plateria, pintura, escultura, música y baile etc., que de todo intentaron
enseñarles los jesuitas llevados con este obgeto. Todos estaban bautizados, sabian las
oraciones, por que precisaban a todos los muchachos y a las solteras a decirlas
altamente en comunidad bajo del pórtico del templo al romper el dia. Sin embargo, dicen
los que han reemplazado a los padres que habia poco fondo de religion, y no es estraño
cuando dicen los mismos indios que tuvieron pocos curas jesuitas capaces de predicar el
Evangelio en guaraní. Aun en el Paraguay donde cuasi no se habla sino el guaraní, solo
he hallado dos eclesiásticos que se atreviesen a predicar en dicha lengua, confesando el
mucho trabajo que les costaba. Ni bastaba uno o dos padres para pueblos en que habia
de seis y ocho mil almas. Para remediar en parte este inconveniente, hicieron los jesuitas
que algunos indios ladinos aprendiesen algunas pláticas, y que las predicasen en la
plaza despues de alguna fiesta o torneo: yo he oido algunas, y decir en ellas bastantes
disparates que el orador metia de su cabeza. Como el caracter del indio es tan grave, tan
poco hablador y bullicioso, admira su formalidad y compostura en los templos.
19. El año de 1768, dejaron sus pueblos los padres jesuitas a igual número de frailes;
pero solo se fió a estos lo espiritual, encargando lo temporal que antes tenia el jesuita
cura a un administrador secular. Se creó tambien un gobernador militar de todas las
misiones del Paraná y Uruguay pudiendo decirse, que todo lo de aquellos pueblos no
mudó sino de mano; pero como los jesuitas eran más hábiles, moderados y económicos,
miraban a sus pueblos como obra suya y como propiedad particular los amaban y
procuraban mejorar. Los gobernadores seculares, y los administradores citados puestos
por ellos, sobre no tener la inteligencia de los padres jesuitas, han mirado los bienes de
las comunidades como una mina que no podian disfrutar sino un corto tiempo. Asi no es
estraño que las comunidades hayan empobrecido, y que los indios hayan sido
hostigados en las labores, menos vestidos y peor alimentados. En suma el erario
tampoco utiliza nada en estos pueblos, que estan hoy en el mismo pie que los del
capítulo precedente. Lo único que han logrado algunos indios particulares tratando con
los españoles, es tener bienes y bastantes ganados y conveniencias para vestirse y
tratarse a la española. Pero como no se tiene el cuidado que tenian los padres jesuitas,
ha desertado como la mitad de los indios de cada pueblo, y andan libres mezclados con
los españoles viviendo de su trabajo. A esta desercion se debe el haber poblado las
campiñas de Montevideo y Maldonado, y la mayor parte de los adelantamientos que se
admiran en la agricultura, navegacion, comercio y número de ganados mansos.
20. Pondré aqui algunas cosas que supe y observé visitando todos los pueblos del
capítulo anterior y del presente; porque darán alguna idea del carácter tape o guaraní, y
del estado de su civilizacion. Aunque a estos indios parece que no les disgustan los
empleos con apariencia de mando, no los pretenden, y sin dificultad los dejan para tomar
otro cualquiera que sea; porque conocen poco el precio de las dignidades, el honor y la
vergüenza. No omiten el robo ratero, porque cuasi lo creen habilidad, ni a esto llaman
hurtar, sino tomar; y si son ganados arrear: no hacen robos violentos ni de grandes
cantidades, aunque puedan; nada enseñan ni prohiben a sus hijos; se dejan fácilmente
seducir para lo malo, y no son celosos. Tal vez no hay ejemplar que la india de diez años
arriba, haya dicho que no a ningun solicitante, sea viejo o mozo, libre o esclavo, blanco o
negro. El amor y la compasion son en ellos pasiones tan frias, como que muchas veces
de órden del administrador azota fuertemente el marido o el padre a la muger o al hijo.
21. Se embriagan siempre que pueden, sin mala resulta, y nunca dejan de ponerse a
hacer lo que se les manda, aunque no sepan ni lo entiendan; pero para que no les
manden dicen siempre que no saben, cuando se les pregunta si saben hacer alguna
cosa. Nunca dicen parémos ni comamos acompañando a un viajero, y si va este delante,
jamas le advierten si yerra el camino. Por esto si van de guias, es menester hacerles ir
cincuenta pasos adelante. Sufren mucho la intemperie, lluvia, mosquitos y el hambre;
pero en llegando a comer lo hacen con mucho esceso. Les gusta ir a caballo corriendo;
aman las fiestas, torneos, sortijas y carreras de caballos, pero tienen poco cuidado de
estos animales; los maltratan sin lástima con escesos de fatiga, y con los malos aparejos.
A los perros y gatos no les dan sino lo que ellos pillan y nunca los matan, dejándoles criar
todo lo que paren. Tampoco cuidan ni dan nada a las gallinas y cerdos; en todo son
espaciosos, puercos y tan sumamente sufridos en los dolores y enfermedades, que
jamas se quejan. No tienen médicos y si algun español o el cura les receta alguna
medicina la repugnan mucho; si es lavativa se dejan morir con preferencia. Cuando se
conocen muy agravados, piden se les ponga fuego bajo de la hamaca, no toman ningun
alimento, ni hablan ni quieren que se les hable, y mueren sin inquietud por lo que dejan ni
por lo futuro. Los he visto ir al suplicio de horca con igual serenidad de semblante que a
una fiesta. Tambien ven morir y matan sin piedad.
22. Finalizaré este capítulo añadiendo, que los padres jesuitas tambien intentaron
someter a los indios silvestres del Chaco y a otros; pero como las fuerzas guaranís, de
que podian disponer, eran incapaces de sugetarlos, tomaron el camino inútil de la
persuasion mañosa. Asi formaron muchos pueblos mencionados en sus escritos, de los
cuales solo existen hácia Santa Fé, el de S. Francisco Javier, S. Gerónimo, S. Pedro y
Caiastá, que se han puesto con los del capítulo anterior, porque aunque cuidaron de ellos
los padres, su fundacion fue secular; pero aun no hay en ellos segun he visto y me han
informado, los que los conocen, ningun indio sugeto civil ni cristiano. ¿Más como es
posible otra cosa con unos indios tan libres, valientes e indomables, y por doctrinarios
que hasta hoy no han entendido los idiomas de los indios, ni estos los de (los españoles)
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D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XIV
De los Pardos.
1. Para mejor inteligencia de lo que iré diciendo, será bueno saber que en los
principios todo el pais que describo y mucho más, componia un solo gobierno con un
solo obispo que residian en la Asuncion del Paraguay; pero no se tardó mucho en
separar de él las provincias de Santa Cruz de la Sierra, de Moxos y Chiquitos, ni los
portugueses en apoderarse de la isla de Santa Catalina y de las provincias de la
Cananea, de Vera, de S. Pablo y del Guaira que todas pertenecian al mismo gobierno.
De lo que restaba en 1620, se formaron dos, el del Paraguay y el de Buenos-Aires, cuyos
límites, largo tiempo indeterminados, se fijaron en el curso del río Paraná quedando aun
sin asignarse en la parte del Chaco. El del Paraguay perdió mucho con haberle usurpado
los portugueses las provincias de Jerez y Cuyabá y luego la de Matagroso.
2. esta poblado aquel pais de tres castas de hombres muy diferentes, que son indios,
europeos o blancos, y africanos o negros. Las tres se mezclan francamente resultando
los individuos de que voy a hablar llamados con el nombre general de Pardos, aunque
bajo el mismo incluyen a los negros.
3. Si el pardo es hijo de indio y blanco, le llaman mestizo, y lo mismo a toda la
descendencia de este, con tal que no intervenga en ninguna de sus generaciones quien
tenga sangre de negro poca ni mucha. Si el africano se une con blanco o con indio, llama
el resultado mulato, y tambien a la descendencia de este, aunque por continuar sus
generaciones con blancos llegan a resultar individuos muy blancos y rubios con pelo
lacio y largo. En algunas otras partes les dan otros nombres: por ejemplo, si el hijo
mulato hijo de negro y blanco se junta con blanco, sale lo que llaman cuarteron por tener
solo la cuarta parte de negro; pero si la tal junta o union del mulato es con negro, le
llaman salto atrás, porque en vez de salir a blanco, se retira teniendo tres cuartos de
negro.
4. Siéndome imposible saber todas las mezclas que han intervenido para formar un
mestizo o mulato, hablaré algo de lo físico y moral de ellos con la generalidad que he
dicho dan a estos nombres, prescindiendo de su color más o menos claro, de su pelo y
de las más o menos generaciones que le hayan formado: ni quiero que en materia tan
obscura se tenga mi opinion por cosa demostrada, sino llamar únicamente la atencion
para que otros la mediten mejor.
5. Los conquistadores llevaron pocas o ninguna muger al Paraguay, y uniéndose con
indias, resultaron una multitud de mestizos a quien la córte declaró entonces por
españoles. Hasta estos últimos años puede con verdad decirse que no han ido mugeres
de afuera, ni aun cuasi hombres europeos al Paraguay, y los citados mestizos se fueron
necesariamente uniendo unos con otros, de modo que cuasi todos los españoles alli, son
descendientes directos de aquellos mestizos. Observándolos yo encuentro en lo general,
que son muy astutos, sagaces, activos, de luces más claras, de mayor estatura, de
formas más elegantes, y aun más blancos, no solo que los criollos o hijos de español y
española en América, sino tambien que los españoles de Europa, sin que se les note
indicio alguno de que desciendan de india tanto como de español. De aqui puede
deducirse, no solo que las especies se mejoran con las mezclas, sino tambien que la
europea es más inalterable que la india; pues a la larga desaparece esta y prevalece con
ventajas aquella. Verdad es que como dichos vienen de españoles con indias, queda
alguna duda de que lo que prevalece puede ser el sexo viril tan bien como la especie.
Como al gobierno de Buenos-Aires han arribado siempre embarcaciones con españoles
y mugeres de Europa que se combinaron con los mestizos hijos de los conquistadores, la
raza de estos se ha ido haciendo más europea, no se ha conservado tan pura ni
conseguido las ventajas dichas de los paraguayos; los cuales, en mi juicio, por esto
aventajan a los de Buenos-Aires en sagacidad, actividad, estatura y proporciones.
6. Las resultas de africano e indio que se llaman Mulatos, y que por lo general tienen
un color obscuro amarillazo, tambien aventajan algo en las formas y sagacidad a sus
padres, principalmente a la parte de indio. Pero me parece que estas ventajas no llegan
con mucho a las de los mulatos resultantes de africano y europeo; porque tengo a estos
por la gente más ágil, activa, robusta, vigorosa, de mayor talento, viveza y travesura. Tal
vez harian ya un grande papel por allá, sino fuese porque en llegando a ser
pasablemente blancos, mudan muchos de pueblo y diciendo que son españoles pasan
por tales, dejando su clase. En cuanto a la moral, noto muy poca diferencia entre
mestizos y mulatos, pues aunque entre ellos los hay muy honrados, lo más general es
ser inclinado a la embriaguez, al juego de naipes y a las raterias. Las leyes ponen al
mulato en la última clase, despues de los europeos y sus hijos, de los indios mestizos y
aun negros; pero la opinion comun los gradua iguales a los negros y mestizos y
superiores a los indios.
7. En mi tiempo se hizo en el Paraguay el padron o lista del número de españoles y de
negros y mulatos, y resultó de él, haber alli cinco de aquellos por cada uno de estas dos
clases; y aunque no se haya hecho igual padron en el gobierno de Buenos-Aires, yo creo
que aun son más alli o a lo menos tantos los españoles respecto a los negros y mulatos.
Estas dos clases se dividen en libres y esclavos y el número de aquellos al de estos es
en el Paraguay, segun el citado padron, como 174 a 100: esto es, que por cada cien
negros y mulatos esclavos hay 174 de los mismos libres. Esta misma proporcion es
generalmente en las colonias no españolas de América como 1 a 35, y la del número de
blancos al de negros y mulatos, como 1 a 45. La enorme diferencia entre estas
proporciones que hace conocer los pocos esclavos del Paraguay, viene principalmente
de que alli no se pone reparo en que los esclavos se casen con indias, cuyos hijos nacen
libres. Pero tambien deben muchos su libertad a los generosos paraguayos, quienes
ademas los tratan con humanidad poco comun; de modo que la suerte de los esclavos
alli, es igual y muchas mejor que la de los blancos del comun del pueblo.
8. En el gobierno de Buenos-Aires, los negros y mulatos libres no pagan tributo al
Erario, y viven sin más diferencia con los españoles, que la de no obtener autoridad
pública. No es asi en el gobierno del Paraguay, donde dispuso el visitador don Francisco
Alfaro que desde la edad de 18 a 50 años pagase cada varon tres pesos de tributo anual;
pero como entonces no se conocia alli la moneda ni habia comercio, no podian muchos
negros y mulatos pagar tal tributo. Por esto se discurrió lo que llaman Amparo, que es
entregarlos a los eclesiásticos y españoles pudientes, para que a su arbitrio y como si
fuesen sus esclavos, los hiciesen trabajar pagando el tributo por ellos. No tardaron
mucho aquellos gobernadores en entregar dichos Pardos libres a sus favoritos,
importándoles poco que pagasen o no el tributo, haciendo lo mismo con las mugeres y
con todas las edades. Aun hoy sucede cuasi lo mismo; bien que los más viven libremente
sin pagar nada, por ignorarse su paradero en las campañas; y si les hostigan se pasan a
otro gobierno. Los pocos que lo pagan, no es al erario, sino a lo que llaman ramo de
guerra, que es un fondo de que disponen los gobernadores.
9. Un gobernador que en 1740 se vió muy acosado de los indios albayas, sacó del
amparo a muchos negros y mulatos: y libertándolos del tributo, fundó con ellos el pueblo
de la Emboscada, obligándoles a hacer el egercicio militar que no habian aprendido
hasta entonces.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XV.
De los españoles.
1. La diferencia en el origen de los españoles indicada en el capítulo anterior núm. 5,
ha producido otra en los idiomas de los gobiernos de Buenos-Aires y Paraguay, por que
en aquel solo se habla el castellano, y en este solo el guaraní, sucediendo esto mismo en
la ciudad de Corrientes por su inmediacion al Paraguay: solo los más cultos entienden y
hablan el español. Esto tiene una escepcion en la villa Paraguia de Caruguati, donde los
varones hablan siempre entre sí español, y con las mugeres siempre el guaraní. Todos
convienen en considerarse iguales, sin conocer aquello de nobles y plebeyos, vínculos y
mayorazgos, ni otra distincion que la personal de los empleos, y la que lleva consigo el
tener más o menos caudales o reputacion de probidad o talento. Verdad es que algunos
quieren distinguirse diciendo que descienden de conquistadores, de gefes y aun de
simples europeos; pero nadie les hace más caso por eso, ni ellos dejan de casarse,
reparando poco en lo que pueda haber sido antes el contrayente. Tal es la idea de su
igualdad. De aqui viene que en las ciudades ni el virrey encuentra un lacayo blanco o
español, y es preciso que se sirva de indios, negros o pardos.
2. Pueden llamarse únicas poblaciones españolas alli, las ciudades de Buenos-Aires,
Montevideo, Maldonado, Santa Fé, Corrientes y la Asuncion; pues aunque hay otras
villas y parroquias o pueblos de españoles, no estan sus pueblos unidos en poblacion,
sino muy desparramados por las campañas en casas solas: de modo que solo el párroco
con algun herrero, tendero o tabernero viven junto a la capilla o iglesia. Aun cuando
algunos otros tengan alli sus casas, se sirven de ellas solo los dias de grande fiesta. En
las citadas ciudades, hay tal vez tantos españoles como en el resto de aquel pais, en lo
que hay un grave perjuicio pues quitan a las campañas los brazos que necesitan y que
realmente son la verdadera riqueza de todo pueblo o nacion. Ademas el habitar en las
ciudades o en los campos, ocasiona tan graves diferencias entre aquellos españoles,
como que creo deber describirlos con separacion.
3. Como son las ciudades las que engendran la corrupcion de costumbres, alli es
donde reina, entre otras pasiones, aquel aborrecimiento que los criollos o españoles
nacidos en América profesan a todo europeo y a su metrópoli principalmente: de modo
que es frecuente odiar la muger al marido y el hijo al padre. Se distinguen en este odio
los quebrados de fortuna, los más inútiles, viciosos, holgazanes, y los que habiendo
estado en Europa, regresan sin empleo y aburridos de las sugeciones y molestias de los
pretendientes. Con poca reflexion conocerian sus muchas ventajas sobre los europeos;
pues su pais les franquea libertad, igualdad, facilidad de ganar dinero de muchos modos,
y aun de comer casi sin trabajo ni costo; pues los comestibles son buenos, muy baratos y
abundantes. No les dan sujecion las leyes sin vigor dictadas de tan lejos, ni las
contribuciones, que son muy poca cosa, ni la precision de servirse de esclavos y pardos
a que estan acostumbrados; lo único que alguna vez puede incomodarles, es la pasion o
impertinencia de algun gefe.
4. Apenas nacen, los entregan sus padres por precision a negras o pardas, que los
cuidan seis o más años, y despues a mulatillos, a quienes no verán ni oirán cosa digna
de limitarse, sino aquella falsa idea, de que el dinero es para gastarlo, y que el ser noble
y generoso consiste en derrochar, destrozar y en no hacer nada; inclinándolos a esto
último la natural inercia, mayor en América que en otras partes. Con tales principios, no
es estraño que desdeñen toda sujecion y trabajo, aun los hijos de un marinero u otro
artesano, y que no quieran seguir la ocupacion de sus padres. Como ven la dificultad de
poder subsistir por sí mismos, toman muchos el partido de seguir aquella carrera u oficio
que se les presenta más fácil y espedita. Mas no por eso dejan de tener vanidad, ni de
desear de obtener empleos por más que aparentan desdeñarlos y agradecerlos poco.
5. Aunque son inclinados al juego fuerte, la embriaguez solo se nota entre los más
despreciables. A mi ver tienen mucho despejo, e ingenio tan claro y sutil, que si se
dedicasen con la aplicacion y proporciones que los europeos, creo sobresaldrian mucho
en las artes, ciencias y literatura. En Buenos-Aires y la Asuncion, solo les enseñan
gramática latina, teología y algo de cánones: ademas el consulado ha establecido
escuelas de náutica y de dibujo. No hay fábricas, y las artes y oficios, que se reducen a
los indispensables, se ejercen por algun europeo que llegó pobre, y por los pardos indios
y negros. Lo general de otras costumbres, de vestidos, modas y muebles es como en
España; pero hay más lujo y mejores habitaciones y muebles en Buenos-Aires y
Montevideo, porque son más ricas que las demas ciudades, y estan en puertos de mar.
Generalmente son las mugeres limpias y se ocupan cosiendo y jugando en sus casas;
pero solo hilan las de las ciudades interiores, el algodon que produce su suelo. Todas las
ciudades tienen las calles tiradas a cordel menos la Asuncion: la arquitectura no ha
hecho progresos, y es rara la casa que tenga alto.
6. Principio a tratar de los españoles campestres, diciendo que me parecen más
sencillos y dóciles que los ciudadanos, y que no alimentan aquel ódio terrible que dige
contra la Europa. Sus casas, por lo general, son unos ranchos, o chozas desparramadas
por los campos, bajas y cubiertas de paja, con las paredes de palos verticales juntos
clavados en tierra, y tapados sus clavos con barro. Las más carecen de puertas y
ventanas de tabla, y las cierran con pieles cuando les incomoda el aire o el frio. La capilla
que en cada distrito les sirve de parroquia, es por lo comun pequeña y fabricada como
sus casas. En todas las del Paraguay, hay un maestro que enseña a leer y escribir a los
niños, que van cada mañana y regresan por la noche a sus casas, distantes dos y cuatro
leguas, sin haber comido sino las raices de mandioca asadas que llevaron. No hay tales
maestros en las parroquias del gobierno de Buenos-Aires, y por esto son pocos los que
alli saben leer.
7. Como las capillas o parroquias distan algunas veces cuatro, diez, treinta o más
leguas, rara vez oyen misa, y muchos que van, la oyen a caballo desde el campo,
estando la puerta abierta. Los bautismos se dilatan a veces muchos años; pero jamas
omiten el enterrar los muertos en el cementerio. Para esto si la distancia no pasa de
veinte leguas, visten al difunto, le ponen a caballo con estribos, etc., le aseguran atado a
dos palos en aspa, y asi le llevan a la parroquia; pero si la distancia es mayor o temen
corrupcion, dejan podrir al cadáver cubierto de ramas o piedras, o le hacen pedazos
descarnando con el cuchillo la carne, y llevan los huesos para que el cura los entierre,
metidos en un saco de cuero.
8. Los campestres del gobierno de Buenos-Aires, no conocen más medicina que algun
remedio que les aplica alguna vieja o cualquiera otro; pero en cada distrito del Paraguay
hay un curandero. Este va, los dias de fiesta a la parroquia, y sentado a la puerta de la
iglesia, espera que los enfermos le envien lo que llaman sus aguas, que son unos orines
en un cañuto de caña. Luego vierte unas gotas de ellos en las manos las mira contra el
sol, y las tira al aire, repitiendo lo mismo dos o tres veces: segun le parece que caen en
bolitas o en rocio, dice que la enfermedad es de frio o de calor, y entrega una de las
yerbas que lleva para que las tome el enfermo en infusion. Estos curanderos no conocen
otras enfermedades que las citadas, ni visitan a los enfermos, ni oyen la relacion de sus
dolencias; pero algunos, muy pocos, que han leido a Madama Fauguet o el recetario
citado cap. 5, núm. 30, visitan y recetan segun su corta inteligencia. Este punto esta tan
descuidado en todo aquel pais, como que solo en Buenos-Aires y Montevideo hay
médicos, cirujanos y boticarios que han ido de Europa, y en la Asuncion otros. En los
pueblos de indios cristianos, se elige como los alcaldes, el indio que por un año ha de ser
médico, pero sirve solo para avisar, al cura que vaya a confesarle o enterrarle.
9. Los españoles campesinos se dividen en agricultores y pastores o estancieros.
Estos dicen a aquéllos que son mentecatos, pues si se hiciesen pastores, vivirian sin
trabajar y sin necesidad de comer pasto como los caballos, porque asi llaman a la
ensalada, legumbres y hortalizas. En efecto solo cultivan la tierra los que no pueden
proporcionarse tierras y ganados para ser estancieros o no encuentran otro modo de
vivir. En este caso de ser agricultores, esta más de la mitad de los españoles del
Paraguay, y los que habitan las cercanias del río de la Plata y de las ciudades. Estos se
distinguen de los pastores en que sus casas estan mucho más cerca unas de otras, son
más aseadas y con más muebles, y en que sus vestidos son algo mejores. Saben
tambien hacer sus guisados de carne y de sus vegetales y comen tambien pan, que son
cosas poco conocidas en los pastores. En el capítulo 6 dige lo que es aquella agricultura,
y en mi obra de cuadrúpedos, espliqué lo que son alli las ocupaciones pastoriles
cuidando de diez y ocho millones de cabezas de ganado vacuno, y tres millones del
caballar con bastantes ovejas. A esto ascienden mis cómputos de aquellos ganados: la
sesta parte en el gobierno del Paraguay, y el resto en el de Buenos-Aires. Aunque en
estos comprendo los ganados de los pueblos de los indios cuidados por estos, no incluyo
en dicho número otros dos millones de ganado vacuno silvestre, ni las innumerables
yeguadas alzadas o sin dueño.
10. Es de advertir, que cuanto se ha dicho y dirá de la gente campesina, no pertenece
solo a la española, porque es de todas las castas de hombres. En las casas pastoriles es
general no haber más muebles que un barril para llevar agua, un cuerno para beberla,
asadores de palo para la carne y una chocolatera para calentar el agua del mate. Para
hacer caldo a un enfermo, he visto poner pedacitos de carne en un cuerno y rodearle de
rescoldo, hasta que hervia. No es comun tener alguna olla y un plato grande con alguna
silla o banquillo, porque se sientan sobre sus talones o sobre una calavera de vaca.
Comunmente duermen en el suelo sobre una piel, aunque otros arman su cama, que se
reduce a un bastidor hecho de cuatro palos, atado a cuatro estacas o pies con una piel
encima, sin colchon, ni sábanas ni almohada, pero en el Paraguay se ven algunas
hamacas. No comen sino carne asada en un palo, y para esto no suelen esperar hora, ni
unos a otros, ni beben hasta haber comido. Entonces no teniendo mesa, mantel ni
servilleta, se limpian la boca con el mango del cuchillo, y en seguida a este y los dedos
en las botas. No gustan de las aves, y poco de la ternera, aun de la vaca apenas comen
sino las costillas, la entrepierna y lo que llaman matambre que es la carne que cubre el
vientre; arrojan el resto, atrayendo a las cercanias de la casa muchos pájaros y la grande
corrupcion que engendra infinitas moscas, escarabajos y mal olor. En el Paraguay donde
hay más economía, aprovechan la carne charqueándola, que es cortarla a tiras
delgadas como el dedo para secarla al sol y al aire; asi las conservan y comen cuando
les acomoda.
11. Los que tienen algunas conveniencias, visten regularmente, pero los jornaleros y
criados suelen no tener camisas ni calzones, aunque no les falta nunca el poncho,
sombreros, calzoncillos blancos y el chiripá, que es un pedazo de gerga atada a los
riñones que les llega a la rodilla. Llevan tambien horas de medio pie, sacadas de una
pieza de la piel de las piernas de potros o terneras, sirviéndoles la corva para talon.
Nunca tienen ropa de remuda, y cuando llueve, suelen muchos poner la puesta bajo de
la piel en que van montados, y acabada el agua se la ponen enjuta. Si llueve y quieren
comer en el campo, entre dos estienden un poncho y otro hace fuego, y asa la carne
debajo. Llevan la barba bastante larga por que ellos mismos se afeitan, muchas veces
con el cuchillo. Sus mugeres son puercas, y van descalzas sin más vestido que el tipos o
camisa que dige de las indias en el capítulo 13 núm. 18. Las más no la tienen de remuda,
y se la quitan, lavan y tienden al sol, y enjuta vuelven con ella puesta del río a su casa.
Sus ocupaciones son por lo comun, barrer, hacer fuego para asar la carne, y calentar el
agua para tomar el mate, sin hilar ni coser.
12. Apenas nace un niño entre los campestres, le toma su padre o hermano, y le lleva
delante a caballo por el campo, hasta que llora y le vuelven para que le den de mamar.
Esto dura hasta que pueden dejarle ir solo en un caballo viejo. Asi se crian, y como no
oyen reloj, ni ven medida ni regla en nada, sino largos rios, desiertos, y pocos hombres
cuasi desnudos corriendo a caballo tras de fieras y toros, les imitan sin apetecer la
sociedad de los pueblos ni conocer el pudor, ni la decencia ni las comodidades. Por
supuesto que no tienen otra instruccion que la de montar a caballo, ni sujecion ni amor
patriótico; y como se ocupan desde la infancia en degollar reses, no ponen el reparo que
en Europa en hacer lo mismo con los hombres, y esto con frialdad y sin enfadarse. Son
en general muy robustos: se quejan poco o nada en los mayores dolores; aprecian poco
la vida y se embarazan menos por la muerte. Nadie se mezcla en disputas agenas ni
pendencias, ni arrestan a ningun delincuente. Miran estas cosas friamente, y aun tienen
por maldad descubrir a los reos, y el no ocultarlos y favorecerlos. No ponen reparo en
servir en el campo mezclados con indios negros o pardos, y aun a la órden de estos;
pero cuando les da la gana, le dejan sin el menor motivo; por que no se les nota aficion a
sitio ni a amo, ni hacen más que su antojo presente. Son hospitalarios, y al pasagero dan
comida y posada aun sin preguntarle quien es, ni adonde va; nunca le dicen que se vaya
aunque se detenga meses, y si pide caballo para continuar, se lo dan. Sin embargo
conocen poco la amistad particular.
13. Para jugar a naipes a que son muy aficionados, se sientan sobre los talones,
pisando las riendas del caballo para que no se lo roben, y a veces con el cuchillo o puñal
clavado a su lado en tierra; prontos a matar al que se figuran que les hace trampas; sin
que por esto dejen ellos de hacerlas siempre que pueden. Aprecian poco el dinero, y
cuando lo han perdido todo, muchas veces poniéndolo a una sola carta, se juegan la
ropa que llevan puesta, siendo frecuente quedarse en cueros, si el que ganó no le da
algo de la suya, si es peor que la del que perdió. Las pulperias o tabernas, que hay por
los campos, son los parajes de reunion de esta gente. No beben vino sino aguardiente; y
es su costumbre llenar un vaso grande y convidar a los presentes pasando de mano en
mano, y repitiendo hasta que finaliza el dinero del convidante, tomando a desatencion el
no beber siendo convidado. En cada pulperia hay una guitarra, y el que la toca bebe a
costa agena. Cantan Yarabis o Tristes que son cantares inventados en el Perú, los más
monótonos y siempre tristes, tratando de ingratitudes de amor, y de gentes que lloran
desdichas por los desiertos.
14. Son inclinados a robar caballos, y les repugna tanto caminar a pie, que cuasi no lo
saben hacer. Aun para pasar una calle montan, y cuasi todo lo hacen a caballo. En sus
juntas o tertulias en el campo, estan horas hablando sin apearse. Si necesitan barro, por
poco que sea, van y vienen, haciéndolo amasar al caballo. Un egercicio tan continuado
no les cansa jamas, y les da una destreza increible en el montar, no obstante que
estriban largo y ensanchan mucho los muslos. No reparan montar a cualquier potro, aun
de los silvestres, y seguro esta que los derribe, ni que pierdan el equilibrio; no obstante
que sus estribos son triangulares de palo, y tan pequeños, que solo meten la punta del
dedo pulgar. Cuando cae el caballo, se quedan sin lesion en pie a un lado, con las
riendas en la mano, para que no se les escape. Es increible el conocimiento de los
caballos: basta ver a doscientos o más por dos minutos paciendo en el campo, para que
digan al dia siguiente si falta uno y de que color es. No es menos admirable el tino con
que los prácticos Baqueanos conducen al paraje que se les pide por terrenos
horizontales, sin caminos, sin árboles, sin señales ni aguja marítima, aunque disten
cincuenta y más leguas.
15. Ademas de los dichos hay por aquellos campos principalmente por los de
Montevideo y Maldonado, otra casta de gente, llamados más propiamente Gauchos o
Gauderios. Todos son por lo comun escapados de las cárceles de España y del Brasil, o
de los que por sus atrocidades huyen a los desiertos. Su desnudez, su barba larga, su
cabello nunca peinado, y la oscuridad y porqueria de semblante, les hacen espantosos a
la vista. Por ningun motivo ni interés quieren servir a nadie, y sobre ser ladrones, roban
tambien mugeres. Las llevan a los bosques, y viven con ellas en una choza,
alimentándose con vacas silvestres. Cuando tiene alguna necesidad o capricho el
gaucho, roba algunos caballos o vacas, las lleva y vende en el Brasil, de donde trae lo
que le hace falta. Yo recogí entre otras, a una de tales mugeres española; me contó que
hacia diez años que la habia robado un tal Cuenca: que a este le habia muerto otro; que
a este habia muerto un tercero; y a este el que la estaba poseyendo.
16. Añadiré despues de haber hablado de todas aquellas especies de gentes, que las
gobierna un virey, cuya autoridad se estiende a muchos más paises de los que he
descrito y terminaré este capítulo con una breve noticia de su comercio.
17. Como aquel pais no produce oro ni plata, le despreció el comercio de España,
pero temiendo que por alli se internasen mercaderias del Perú en perjuicio de las flotas y
galeones, logró que al río de la Plata se le prohibiese todo comercio esterior. Clamaron
los agraviados, y en 1602 se les concedió, por seis años, estraer en barcos propios y de
su cuenta dos mil fanegas de trigo en harina, quinientos quintales de cecina y otros
tantos de sebo; conduciéndolo todo al Brasil y a Guinea, y no a otros puertos, y llevando
en retorno sus necesidades. Finado este permiso, se solicitó prórroga sin limitar tiempo,
ampliándolo sin límite en los granos, ni en los buques propios o fletados, y ademas
poderlos conducir a España. Se opusieron mucho a esto los consulados de Lima y
Sevilla; pero en 8 de setiembre de 1618, se concedió por tres años al río de la Plata dos
registros que no pasasen de cien toneladas cada una bajo ciertas condiciones. Y para
que nada se internase en el Perú, se estableció aduana en Córdoba del Tucuman, que
cobraba cincuenta por ciento de lo que se introdujere, sin permitir se llevase hácia
Buenos-Aires oro ni plata, ni aun el que les resultaba de la venta de mulas. Concluido el
tiempo de este permiso, continuó el propio comercio sin limitacion de tiempo por órden
de 7 de febrero de 1662. Asi siguió el comercio, aunque una u otra vez se permitió a
algun navio cargado, hasta que el 12 de octubre de 1778, se permitió alli todo comercio
libre, y tambien la internacion.
18. En el dia el gobierno del Paraguay solo comercia con Buenos-Aires, Santa Fé y
Corrientes, y podrá formarse idea de su comercio por la tabla siguiente que formé por el
quinquenio de 1788 al de 1792 ambos inclusive. Tambien se formará juicio del de
Buenos-Aires y demas puertos del río de la Plata, por la tabla que acompaña formada del
quinquenio desde 1792 al de 1796 ambos inclusive.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPITULO XVI.
Breve noticia de los pueblos y parroquias existentes en el gobierno del
Paraguay.
1. Cuasi se reducirá a una lista, porque en la tabla que de ellos se pondrá al fin, se
espresarán los años de antigüedad, sus posiciones geográficas y el número de almas.
Advierto ademas que solo las ciudades y pueblos de indios y pardos estan a manera de
pueblos, y las demas parroquias con las casas desparramadas. El año de 1793 habia
entre todas las poblaciones y parroquias ciento treinta y cuatro clérigos; cuyas rentas no
pasan, ni apenas llegan a lo necesario para vivir.
Asuncion.
2. La principió Juan de Ayolas en la orilla oriental del río Paraguay, y en mil
quinientos cincuenta y cinco le llegó el primer obispo. Fué capital del imperio español en
aquellas partes, hasta que en 1620 se hizo en Buenos-Aires otro gobierno y obispado.
De ella salieron los fundadores de las ciudades llamadas Ciudad-Real, Jerez, Santa Cruz
de la Sierra, Corrientes, Concepcion del Bermejo, S. Juan, Santa Fé de la Vera Cruz y
Buenos-Aires, y las villas de Ontiveros, Villarrica y Talavera. Su piso es inclinado y
arenisco, las calles son torcidas no igualmente anchas, los edificios sin segundo piso, y
las mejores casas de ladrillo cocido o piedra; trabados con barro, tomadas las juntas con
mortero de cal, y los tejados de teja. Su obispo se dice tener seis mil duros de renta alli, y
le dan ademas en Potosí mil ochocientos treinta y ocho y dos reales. Su dean tiene
ochocientos siete de dichos duros; las tres dignidades y dos canónigos setecientos, con
un racionero trescientos. Tiene conventos de franciscos, mercenarios y dominicos, con
ciento diez frailes al todo, y un colegio donde enseñan hasta filosofia y teología, con un
comisario de la inquisicion.
Villarica del Espíritu Santo.
3. Se fundó en la provincia de Guairá, dos leguas al Este del río Paraná; pero luego se
trasladó más al Oriente junto al río Huibi, despues adonde este río se juntan al Curubatí.
En 1631, cuando los portugueses se llevaron los indios de aquel distrito, se incorporó a
Villarica la Ciudad Real, y juntas se fijaron diez leguas al Norte de la actual villa de
Curuguatí. En el de 1634, se situó entre los arroyos Jejuigauzú y Jejuimirí y luego donde
existe dicha Curuguatí; pero por haberse llevado los portugueses todos los indios de los
pueblos vecinos en 1676, transmigró la Villarica tomando asiento junto a la actual
parroquia de los Ajos: desde alli se fijó donde esta hoy, en el año de 1680. El de 1715
parte de sus gentes fundaron la villa de Curuguatí, y antes, estando en el Guairá, otra
parte formó la segunda ciudad llamada Jerez. Desde sus antiguos tiempos, tuvo y
conserva un conventillo con dos o tres frailes franciscos. Sus habitantes se dedican
mucho a beneficiar la yerba del Paraguay.
Curuguatí.
4. Esta villa es colonia de la precedente; sus vecinos se dedican a lo que aquellos y a
la agricultura, no permitiendo su distrito formar estancias de ganados por falta del Barrero
citado en el cap. 3, núm. 1.
Nota
5. Siguen treinta y cuatro parroquias de españoles, que no ofrecen que decir sino lo
que se lee en la tabla al fin del capítulo.
Yta.
6. Se compone de indios guaranís, llamados antiguamente carios, y que fueron los
primeros de su nacion vencidos por Juan de Ayolas.
Yaguarón.
7. Sus indios eran tambien carios, y fueron vencidos juntamente con los de Ytá. Vivian
entonces en las orillas del arroyo Yaguarí, que vierte en el Tebicuarí: una porcion de ellos
dio principio al pueblo de S. Ignacio Guazú.
Yapané.
8. Tambien tuvo el nombre de Pitun cuando se fundó en la provincia de Ytatí en el sitio
que le señala la tabla al fin del cap. 12: temiendo a los albayas, transmigraron sus indios
que eran guaranís, al sitio que ocupan, a fines de noviembre de 1673. Despues han
padecido mucho en los ataques que les han dado los indios del Chaco y los payaguas.
Guarambaré.
9. Tomó el nombre de un cacique. Se fundó no lejos del precedente con indios
guaranís donde dice la misma tabla del cap. 12, y por los motivos citados, transmigró
junto con el de Ypané al sitio que ocupa.
Atisá (15)
10. Se fundó en la misma provincia cuando los dos precedentes, en el sitio llamado
hoy Lima a media legua al Norte del río Jejuí. Sus indios guaranís transmigraron
juntamente con los precedentes y se incorporaron a los del pueblo de los Yois.
Aregüa.
11. Creo se fundó con los guaranís llamados entonces Mongolás; pero habiéndolos
dado en clase de Yanaconas el visitador Alfaro al convento de mercenarios de la
Asuncion, y habiéndolos disfrutado los padres cuasi dos siglos, llegaron a figurarse que
eran sus esclavos, hasta en 1783 se declaró formalmente que no lo eran, sino
Yanaconas.
Altos.
12. Se llamó tambien Hitirizú y se fundó donde esta. El 7 de noviembre de 1677, se le
incorporaron los indios de Arecayá, siendo todos Guaranís. Este último pueblo se fundó
por los años de 1632 cerca del río Curuguatí, donde dice la tabla del capítulo 12; pero el
gobernador del Paraguay le deshizo en 1600, picado de que le quisieron matar sus
indios, y los repartió por las casas de los españoles. El de 1665, se reunió el pueblo en
los 25º 11’ 45" de latitud y 59º 54’ 18" de longitud, permaneciendo hasta unirse al de los
Altos.
Tobatí.
13. Se fundó con guaranís donde dice la tabla del capítulo 12; pero habiéndole los
albayas muerto mucha gente, pasó a donde esta, el dia último de febrero de 1699.
Tabapí o Acaai.
14. Habitan las tierras de este pueblo algunas parcialidades de guaranís que fueron
sometidas por Juan Ayolas que les formó el pueblo que Rui Diaz llama muchas veces de
Acaai. Despues se dieron sus indios en encomienda a los padres dominicos, y
habiéndose mezclado con sus esclavos, no quieren se llame pueblo de Acaai, ni aun
pueblo, sino Estancia de Tabapí. Se compone de trescientos treinta y ocho mestizos y
mulatos libres que descendientes de los indios del citado pueblo de Acaai, en clase de
desamparados, calificaban todas sus tierras juntamente con más de trescientos esclavos
arrendando el resto a doscientos españoles. Dicen los padres compraron las tierras en
1553 y 1555, y que les dio otra porcion Martin Suarez de Toledo en 1573.
Caazapá.
15. Se encomendó al P. Fr. Luis Bolaños en donde hoy esta el de Ytapé; cuyo sitio se
llamaba Guaibicá: de alli pasó no se cuando adonde esta.
Yutí.
16. Varias espediciones españolas forzaron a estos Guaranís a formar el pueblo a
donde hoy esta el de San Cosme, y de alli transmigró al sitio que ocupa en 1673.
Itapé.
17. Dos parcialidades guaranís, cuyas dos terceras partes eran mugeres, que vivian
en el bosque de las cabeceras del río Tebicuari precisadas del hambre, solicitaron
reducirse, y el gobernador las repartió en los dos pueblos precedentes; pero siete años
despues se les formó el pueblo donde esta.
San Ignacio-guazú.
18. D. Hernando Cueva y el P. Marcial de Lorenza, este jesuita y aquel cura de
Yaguaron, le fundaron con indios escogidos de dicho Yaguaron en el sitio llamado Ytaquí,
que esta en 26º 57’ 53" de latitud y 59’ 20’ 49" de longitud. Luego se retiró el citado cura,
y varios espedicionarios españoles forzaron a los guaranís de la comarca a reunirse con
los yaguarones. Diez y ocho años estuvo alli el pueblo, y se mudó a donde esta hoy la
capilla de San Angel, distante un cuarto de legua por el Este doce grados Sur del pueblo
actual al cual se transfirió cuarenta años despues. El de 1640 le agregaron los padres
jesuitas como trescientos indios guaranís, de los que por las costas del río Uruguay huian
la persecucion de los portugueses.
Santa Maria de Fee
19. El capitan Juan Caballero Bazán con su tropa española formó el año de 1592 en la
provincia de Ytati tres pueblos de guaranís que llamó Tarei, Bomboi, y Caaguazú por los
veinte y dos grados de latitud al Este del río Paraguay, encargándolos al cura Hernando
Cueva. El año de 1632, temiendo a los portugueses, se reunieron los dos primeros
tomando el nombre de San Benito, y se encargaron interinamente a dos padres jesuitas,
que les mudaron los nombres llamando al de San Benito, Santa Maria de Fee, y al
Caaguazú, San Ignacio. Los portugueses los asaltaron en 1649 matando un jesuita y
llevándose muchos indios. Los restantes ausiliados de españoles se fijaron en la orilla del
río Pirai, hoy Aquidaban, por los 23º 9’ 30" de latitud, cuyo sitio se llamaba
Aguaranambi. Pasados siete años volvieron los pueblos a su situacion primera: esto es,
el de Santa Maria de Fee a los 22º 4’ de latitud, poco al Sur de donde se junta el río
Corrientes o Appas al del Paraguay, y el de San Ignacio alli cerca. El año de 1661,
mataron los albayas muchos indios del de Santa Maria de Fee; los que escaparon se
unieron a los de San Ignacio y se internaron doce leguas al Este por los 22º 30’ de
latitud. Finalmente temiendo a los mismos albayas, transplantaron ambos pueblos los
padres jesuitas a las cercanias del río Paraná, donde estan, el año de 1672. Todo consta
en el archivo de la Asuncion. Con parte de los indios de Santa Maria de Fee formaron los
padres jesuitas el de Santa Rosa el 2 de abril de 1760.
Santiago.
20. Es el que acompañó al precedente con el nombre de S. Ignacio, que dejó por
haber ya por alli otro con este nombre.
Santa Rosa
21. Es una colonia de Sta. Maria de Fee.
San Cosme.
22. Le fundó el P. jesuita Formoso en la sierra del Tapé, que hoy pertenece a la
capitania portuguesa del Río grande de S. Pedro. De alli en 1638, temiendo a los
mamalucos o portugueses, fué a fijarse entre el actual pueblo de Candelaria y al arroyo
Aguapei: pasó luego a la orilla septentrional del Paraná, para volver a incorporarse con el
citado Candelaria. Se separó en 1718, colocándose una legua al Este; y en 1740 pasó al
Norte del Paraná, fijándose a tres cuartos de legua al Norte del sitio que ocupa, que tomó
en 1769.
Itapuá.
23. Le formalizaron los padres jesuitas cerca de donde esta, trasladándolo en 1703.
Le agregaron los padres 960 almas tambien guaranís, de su pueblo de Santa Teresa del
Igai o Yacuí, que fué destruido por los mamalucos en 25 de diciembre de 1637. Tambien
le agregaron algunos restos de la Natividad, fundado en 1624 sobre el río Acarai, y
destruido poco despues por los portugueses. Una parte de este pueblo pasó a fundar el
de Jesus en 1685.
Candelaria.
24. Le fundaron los padres jesuitas hácia el orígen del arroyo Pirain, que vierte en el
Piratiní cerca del pueblo de S. Luis; pero temeroso de los portugueses, pasó a fijarse
cerca del de Itapua al Norte del Paraná. Volvió a repasar este río, situándose cerca de la
boca del Igarupá poco más abajo de donde esta, fijándose alli en 1665. Es el pueblo
capital de las Misiones; no porque sea el mayor ni el mejor, sino por estar como en el
centro a la orilla del Paraná. Sus alrededores son tan malos para la agricultura, como que
solo cultivan tierras en la orilla opuesta, teniendo que pasar el Paraná para hacer sus
labores.
Santa Ana.
25. El sitio en que los padres jesuitas fundaron este pueblo de guaranís fue al Este del
río Igay o Yacui, que hoy poseen los portugueses del Río grande de san Pedro. Por
miedo de los mamalucos en el año de 1636 se situó no lejos del Paraná, como a legua y
media del lugar que ocupa desde el año de 1660.
Loreto.
26. Se fundó este pueblo, el siguiente y once más junto al río Paranapané de la
provincia del Guairá. Se repartieron sus indios guaranís en Encomiendas, pero no
habiendo clérigos para doctrinarlos, se encargaron todos a dos padres jesuitas por abril
de 1611; los cuales en diciembre de 1631, salvaron este pueblo y el siguiente de los
mamalucos que se llevaron y esclavizaron los once restantes. Huyeron pues dichos dos
pueblos fijándose este Loreto a fin de marzo de 1632 sobre el arroyo Yabebiri en el sitio
donde le corta el camino que va al de san Ignacio mirí. Luego se mudó un poco más
arriba; pero volvió donde antes, hasta que en 1686 se fijó donde esta.
San Ignacio-miri.
27. Todo como el precedente, y ambos huyendo llegaron juntos al Yabebiri
estableciéndose este pueblo donde dicho río Yabebiri forma una grande vuelta. De alli se
acercó al Paraná, y el 11 de junio de 1659 se fijó donde esta.
Corpus.
28. Lo fundaron los padres jesuitas sobre el arroyo Iniambey al Occidente del Paraná,
donde se le incorporaron como la mitad de los indios del pueblo de la Natividad que
escaparon de la persecucion portuguesa, y la otra mitad al de Itapisa. En 1647 pasó el
río Paraná situándose como tres cuartos de legua del lugar que ocupa donde se fijó el 12
de mayo de 1701.
Trlnidad.
29. Es colonia del de San Cárlos. La establecieron los padres jesuitas en 27º 45’ 2" de
latitud y 57º 57’ 4" de longitud, pero el año de 1712 se trasladó adonde esta.
Jesús.
30. Lo fundaron los padres jesuitas sobre el río Monday cerca del Paraná. Luego
transmigró al Poniente, y con el ausilio de los indios del pueblo de Ytapuá se situó cerca
de dicho Monday sobre el arroyo Ybaroti. De alli pasó al arroyo Mandizobi y luego al
Capibarí hácia el camino que va hoy al pueblo de Trinidad. Ultimamente se estableció
quinientas varas al Levante en donde hoy existe.
San Joaquín.
31. Se fundó con el nombre del Rosario del modo dicho en el cap. 13, núms. 3 y 4 en
los 24º 44’ 49" de latitud y 58º 58’ 55" de longitud: pasó adonde esta en 1753 por miedo a
los albayas.
San Estanislao
32. Su fundacion esta esplicada en el capítulo 13, núms. 3 y 4.
Belén.
33. Se fundó del modo esplicado en dicho cap. 13, núm. 5.
Emboscada.
34. El gobernador don Rafael de la Moneda sacó de las casas españolas donde
estaban en amparo una porcion de negros y mulatos; con ellos formó este pueblo para
que fuese antemural contra las invasiones de los albayas.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
CAPÍTULO XVII
Breve noticia de los pueblos y parroquias ecsistentes en el gobierno de BuenosAires.
1. Como muchos de ellos no ofrecen que añadir a lo que dice la tabla al fin del
capítulo, me limitaré a hablar solo de los que lo merezcan por alguna particularidad.
Sucede tambien aqui cuasi lo mismo que en el gobierno del Paraguay: esto es que las
parroquias tienen las casas desparramadas por los campos. Y es de notar que el número
de almas en muchas se ha puesto a juicio prudente, por no haberse hecho hasta hoy
listas de su vecindario. En cuanto al número de eclesiásticos en este gobierno, no hay
sino los párrocos precisos y muy pocos más; exceptuando a Buenos-Aires que en 1793
tenia ciento treinta y siete sin contar los frailes.
Buenos-Aires.
2. Se llama ciudad de la Trinidad y puerto de Santa Maria de Buenos-Aires. Se
principió su fundacion el 2 de febrero del mismo año que se fundó la de Lima, esto es en
1535. Pero se despobló en el de 1539 y se volvió a poblar en 1580 con sesenta
paraguayos, siempre en el mismo sitio. Estuvo subordinada a la de la Asuncion, hasta
que en 1620 se hizo cabeza de un nuevo gobierno y obispado. El de 1665 se erigió en
ella una real audiencia, que se suprimió en 1672, y despues el de 1776 se elevó a
cabeza de un vasto vireinato, dotado con cuarenta mil duros anuales. Al mismo tiempo se
erigieron en ella no solo la real audiencia con regente, cinco oidores y dos fiscales,
dotados con seis duros el primero, y tres mil cada uno de los otros, sino tambien un
tribunal de cuentas, y un enjambre de empleos y empleados conservando los tres
oficiales reales que antes habia únicamente. La renta de su señor obispo, se regula en
diez y ocho a veinte mil duros, y su catedral, que acaba de hacerse, tiene los mismos
prebendados que la del Paraguay, pero cada uno con tanta renta como todos aquellos
juntos. Hay en la ciudad cinco parroquias, convento de monjas capuchinas y catalinas y
de frailes franciscanos, mercenarios, dominicos y belemnitas. Estos cuidan de un hospital
y hay otro de mugeres con casas de espósitos y huérfanas. Sus puertos son la Ensenada
y el Riachuelo citados en el cap. 4, núms. 24 y 25. esta la poblacion sobre la barranca
austral del río de la Plata en suelo llano, con calles anchas a cordel y como la mitad de
ellas empedradas; pero todas tienen las aceras enladrilladas para la gente de a pie. El
virrey habita un fuertecillo con cuatro baluartes de ladrillos y barro, que mira al río y
domina la plaza mayor. Todos los edificios son de dicho ladrillo cocido y barro, y son muy
raros los que tienen segundo piso. En cuanto a la enseñanza es igual a la que hay en el
Paraguay, tambien en un colegio, y no le falta un comisario de la inquisicion de Lima.
Montevideo.
3. Asi le llaman aunque al fundar esta ciudad le pusieron el de San Felipe. Se dieron
las órdenes para hacer este pueblo el año 1724; pero hasta el de 1726, no llegaron los
primeros pobladores llevados de las islas Canarias. Toda la ciudad esta circundada del
mar, y de una muy baja y mala muralla sin foso menos por donde hay un fuertecillo de
ladrillo y barro con cuatro baluartillos; pero por esta parte se estan construyendo nuevas
fortificaciones más sólidas. Las calles son anchas y a cordel sin empedrar, y se hace en
ellas muchos barros cuando llueve. Sus edificios como los de Buenos-Aires, tiene una
parroquia y un convento de franciscanos. En ella residen un gobernador militar, y el gefe
de la marina del río de la Plata.
Maldonado.
4. Se principió al mismo tiempo que Montevideo, pero adelantó muy poco, hasta que
por los años de 1780 principiaron a fijarse alli más gentes, y el de 1786 se erigió en
ciudad. Su asiento es llano y arenisco, las casas y calles como las de Montevideo; pero
como dista una legua del puerto descrito en el cap. 4, núm. 28, es de presumir, que la
ciudad se trasladará a la isla de Gorriti o a la punta del Este del mismo puerto, o que se
formará alli otra.
Colonia del Sacramento.
5. El gobernador portugues del río Janeiro la fundó en 1679, y el de Buenos-Aires la
destruyó el 7 de agosto de 1680; pero el año siguiente se permitió interinamente a los
portugueses volverla a poblar. El año de 1705 la tomó segunda vez el gobernador de
Buenos-Aires, y se devolvió el de 1715. Otra vez la tomaron los de Buenos-Aires en
1762, y habiéndola restituido se tomó la cuarta vez, y se demolió en 1777. Pero despues
han reedificado algunos españoles bastantes casas, que tienen una indecente capilla.
esta a la orilla septentrional del río de la Plata, y de su puerto hablé en el cap. 4, núm, 26.
Sta. Fee de la Vera Cruz.
6. Se fundó esta ciudad en el sitio que hoy tiene el pueblo de Caiastá, y en 1651, se
trasladó a donde esta: su asiento llano, las calles y casas como en Montevideo, y tiene
una parroquia con tres conventos de frailes. Vá en decadencia desde que se ha dado
libertad a los vecinos del Paraguay para introducir su yerba por Buenos-Aires al Perú y
Chile, cosa que hasta entonces no podian hacer sino por Santa Fé.
Corrientes
7. Su fundador dio a esta ciudad el nombre de San Juan de Vera de los siete
corrientes, situándola sobre la barranca oriental del río Paraná. Su piso llano y gredoso;
las calles derechas y anchas y los edificios como en Santa Fe. Tambien tiene tres
pequeños conventos de frailes con una sola parroquia.
Ybatí
8. Sugetaron a los guaranís de este pueblo los españoles de la ciudad precedente, y
algun tiempo despues la formaron su pueblo en el sitio, llamado entonces Yaguarí
distante diez leguas de la ciudad Paraná arriba. Alli se le incorporaron otros guaranís que
vivian cerca; y pasados más de cuarenta años, se trasladó el pueblo a donde esta, en la
orilla austral del Paraná, aumentándole con más guaranís que vivian en la isla de Apipé.
Estos indios arrojaron a sus curas que eran frailes franciscanos, y llamaron a los padres
jesuitas, los cuales al instante le mudaron el nombre en el de Santa Ana: pero les
pusieron pleito dichos frailes y se les restituyó el pueblo en 1616. Los payaguas y otros
indios de Chaco el año de 1748, mataron muchos indios de este pueblo y de los dos
siguientes.
Guacarás.
9. Lo fundaron los españoles de Corrientes con los guaranís que habian llevado del
Paraguay sus encomendaderos el mismo año que al precedente y cuasi lo destruyeron
los payaguas el de 1748. Entre sus pocos pobladores hoy hay algunos mestizos.
Sta. Lucía.
10. Lo formaron los mismos españoles que al precedente al Norte y pegado al río
Santa Lucia con cuatro parcialidades de indios guaranís, los cuales poco a poco han ido
desertando, de modo que no hay hoy ni un descendiente de los primeros. Los que le
componen son todos desertores de los pueblos jesuiticos y de los del Paraguay que en
diferentes tiempos se han fijado voluntariamente alli: siempre ha estado cuidado por
frailes franciscanos. En 1748 le mataron muchos indios los del Chaco y los payaguas.
San José.
11. Lo fundaron los padres jesuitas en Ytaguatia, que es un sitio de la sierra del Tapé
poseido hoy por los portugueses. Huyendo de estos, cinco años despues, se estableció
entre los pueblos de Corpus y San Ignacio mirí, hasta que en 1660 se fijó donde esta.
San Cárlos.
12. Lo principiaron en Caapi, como a otros que fueron destruidos por los portugueses,
y de los guaranís que los jesuitas pudieron recoger y salvar de ellos, formaron este
pueblo.
Apóstoles.
13. Lo fundaron los jesuitas en la sierra del Tapé llamándole Natividad: cinco años
despues huyendo sus guaranís de los portugueses, se fijó donde esta con el nombre que
lleva.
Concepcion.
14. Lo fundó, donde esta, el jesuita Roque Gonzalez el 8 de diciembre de 1620. En él
se refugiaron las reliquias de los Ybiticari, Caapi, San Miguel, Mártires, Caazapaguazu,
Santa Maria la Mayor, y el conjunto de que se formó el de Mártires. Los de Ybiticarai y
Caapi se le separaron en 1687 para formar el de San Luis.
Mártires.
15. Fundaron los padres jesuitas en Ybiticarai el pueblo de Jesus Maria, y tres años
despues en Caapi, los de San Carlos, San Cristobal, San Joaquin o San Pedro y San
Pablo todos guaranís; pero habiéndolos destruido los portugueses en 1638, reunieron los
padres a los fugitivos con quienes formaron este pueblo entre Concepcion y Santa Maria
la Mayor, cerca de este, de donde subió a la lomada en que esta el año de 1704.
Sta. Maria la mayor.
16. Los padres jesuitas lo fundaron donde se juntan los dos grandísimos rios Yguazú y
Paraná; de donde temiendo a los portugueses, se transplantaron en 1633 a donde se ha
dicho que estuvo primero el de Mártires. De alli pasó este pueblo Guaranís al sitio que
ocupa.
San Javier.
17. Lo fundaron los padres jesuitas con guaranís sobre el arroyo Italin poco al Norte
de donde existe.
San Nicolas.
18. Los padres jesuitas lo fundaron sobre el arroyo Piratinimiri, pero huyendo de los
portugueses o mamalucos pasó el río Uruguay por enero de 1638, y se estableció sobre
el arroyo Aguarapucai entre los dos pueblos precedentes. El año de 1650, se unió este
pueblo al de Apóstoles, y en 2 de febrero de 1667 se separó y fijó donde esta.
San Luis.
19. Es el mejor pueblo de las Misiones. Tuvo el nombre de San Joaquín cuando los
padres jesuitas lo fundaron sobre el río Ygai o Yacin; pero huyendo de los portugueses,
se unió en 1638 al de Concepcion, de quien se apartó el de 1687 para situarse en
Caazapámiri en el sitio que antes tuvo el de Candelaria. De alli pasó a un sitio cercano al
que hoy tiene agregándosele los indios tambien guaranís que ocuparon de los pueblos
siguientes: Jesus Maria fundado al Este del río Yacui en Ybiticarai: la Visitacion de Caapi;
y San Pedro y San Pablo de Caaguazu. Estos tres pueblos fueron destruidos por los
portugueses que vendieron a sus indios por esclavos como lo hacian con cuantos
pillaban.
San Lorenzo.
20. Es colonia del de Santa Maria la Mayor.
San Miguel.
21. Tambien lo fundaron los padres jesuitas en la citada sierra del Tapé; pero huyendo
de los portugueses pasó el río Uruguay, a situarse cerca del de Concepcion, de donde en
1687 fué a fijarse donde le vemos hoy.
San Juan.
22. Es colonia del precedente, y tiene de particular estar el colegio o habitacion de los
padres edificado sobre un monton artificial de tierra apisonada que domina las cercanias.
San Angel.
23. Es colonia del de Concepcion que situaron los padres jesuitas entre los dos rios
Yivi; pero pasando despues al mayor río lo fijaron donde esta.
Sto. Tomé.
24. Lo fundaron los padres jesuitas sobre el arroyo Tebicuarí cerca del río Ybicui; pero
huyendo de los portugueses en 1639, se acercó al río Uruguay, y despues lo pasó a
tomar el sitio en que esta.
San Borja.
25. Es colonia del precedente.
La Cruz.
26. Los citados padres lo fundaron al Occidente del río Uruguay, donde este confluye
con el arroyo Acaraguá. De alli bajó al río Albororé: despues se incorporó al pueblo
siguiente, separándose y fijándose donde existe, el año de 1657.
Yapeyú.
27. Lo fundaron los padres mencionados donde esta con los indios guaranís de la
comarca al Poniente, pegado al río Uruguay. Fué el más numeroso, pues le dejaron los
jesuitas con 8.510 almas.
San Francisco Javier.
28. Una parcialidad de indios mocobis, pidió reduccion al comandante de Santa Fe,
quien en 4 de julio de 1743, dió el encargo y los ausilios a los padres jesuitas, y estos
formaron el pueblo en el sitio que ocupa el de Caiastá. Pero ni los padres jesuitas, ni
hasta hoy se ha logrado civilizar a un sólo indio. Ellos se van y vuelven cuando les da la
gana, y se detienen porque se les da de comer.
San Gerónimo.
29. Es de indios abipones, y en todo lo mismo que el precedente.
Las Garzas.
30. Una porcion de indios del pueblo anterior que se separó, quiso formar el presente,
que en nada difiere de los dos anteriores.
San Pedro y san Pablo.
31. Téngase aqui por repetido todo lo dicho en el núm. 28.
Caiastá.
32. Una tropa española que sorprendió una porcion de indios charrúas y minuanes, los
espatrió y formó con ellos este pueblo, que esta segun se dijo en el núm. 28.
Inespin o Jesus nazareno.
33. Lo formó un comandante de Santa Fe a los indios mocobís, y lo entregó a clérigos;
pero esta como los cinco precedentes.
El Baradero.
34. No dudo que lo fundaron los conquistadores con los indios guaranís llamados
albeguás; pero como no se le dió el gobierno de comunidad, y se abolieron sus
encomiendas con la muerte de sus dos primeros poseedores, han obrado con la libertad
de los españoles; y mezclándose con estos, pasan hoy por españoles y mestizos,
habiendo desaparecido su idioma y sus costumbres.
Quilmes.
35. En el cap. 10, núm. 146, se habló de la fundacion de este pueblo, cuyos indios se
han españolizado como los del precedente.
Santo Domingo Soriano.
36. En el cap. 10, núm. 27, se esplica la fundacion de este pueblo, que fue media
legua al Occidente de donde esta, donde se fijó en 1704. Tambien se ha españolizado
como los dos anteriores.
Biblioteca Virtual del Paraguay
D. Félix de Azara
DESCRIPCION E HISTORIA DEL PARAGUAY Y DEL RÍO DE LA PLATA
V. I
ANEXO 2
Tabla de los pueblos de indios formados por los conquistadores.
(Nota de la edición digital: A las longitudinales que parten de París habrá que restarle aproximadamente
2º 30' para coincidir con la longitud al Oeste de Greenwich convenida desde 1884)
Nombres de los Años de la Latitud austral Longitudinal O. Nota: la d indica pequeña
pueblos
fundacion
de París
duda
Ita
1536
25º 30’ 30"
59º 45’ 2"
Existe
Acaai
1536
25º 54’ 56"
59º 40’14"
Existe
Yaguaron
1536
25º 33’ 20"
59º 39’ 14"
Existe
Aregua
1539
25º 18’ 1"
59º 46’ 24"
Existe
Altos
1539
25º 16’ 6"
59º 38’ 30"
Existe
Tobati
1539
25º 1’ 35"
59º 29’ 1"
Existe
Yois
1539
26º 16’ 45"
59º 31’ 26"
Existe
Ipané
1539
23º 16’ 26"
59º 22’ 10"
Existe
Guarambaré
1539
23º 23’ 1"
59º 19’ 29"
Existe
Atira
1539
24º 4’ 17" (d)
59º 28’ 1" (d)
Se unió al de los Yois en
1746
Maracayú
1539
24º 7’ 25"
57º 52’ 54"
Destruido por los
portugueses en 1676
Terecañi
1539
24º 9’ 30"
58º 12’ 10"
Destruido por los
portugueses en 1676
Abirapariyá
1539
24º 22’ 56"
58º 15’ 28"
Destruido por los
portugueses en 1676
Candelaria
1539
24º 30’ 43"
58º 29’ 4"
Destruido por los
portugueses en 1676
Loreto
1555
En el Guaira
Existe
San Ignacio
miri
1555
En el Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
San Javier
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
San José
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
Anunciacion
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
Sta. Angeles
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
San Miguel
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
San Antonio
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1631
San Tomé
1555
Guaira
Sus indios se han
españolizado
Concepcion
1555
Guaira
Sus indios se han
españolizado
San Pablo
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1674
San Pedro
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1674
Jesus Maria
1555
Guaira
Destruido por los
portugueses en 1674
Calchaquí
1573
32º 34’ 2"
63º 26’ 30"
Destruido por los
portugueses en 1676
Perico guazú
1576
23º13’30"
59º 15’ 25"
Destruido por los
portugueses en 1676
Jejuí
1576
24º 4’ 0" (d)
59º 20’ 4" (d)
Destruido por los
portugueses en 1635
Carumiai
1580
23º 0’ 0" (d)
57º 1’ 0" (d)
Destruido por los
portugueses en 1635
Pacauin
1580
20º 25" 0"
57º 41’ 0"
Destruido por los
portugueses en 1635
Baradero
1580
33º 46’ 35"
62º 6’ 30"
Existe
Ohoma
1588
27º 46’ 0"
61º 0’ 0"
Destruido por los
portugueses en 1748
Guacaras
1588
27º 27’ 31"
60º 55’ 12"
Destruido por los
portugueses en 1748
Ytatí
1588
27º 17’ 0"
60º 31’ 38"
Existe
Santa Lucia
1588
28º 59’ 30"
61º 18’ 2"
Existe
Tarci
1592
22º 4’ 0"
60º 13’ 4"
Unidos se llaman hoy
santa Maria de Fé
Bomboi
1592
22º 14’ 0" (d)
60º 0’ 0" (d)
Unidos se llaman hoy
santa Maria de Fé
Caaguazú
1592
22º 30’ 0" (d)
59º 30’ 0" (d)
Caazapá
1607
26º 11’ 8"
58º 49’ 49"
San Ignacio
guazú
1609
26º 54’ 36"
59º 4’ 14"
Se llama hoy Santiago
Yuti
1610
27º 18’ 55"
58º 39’ 29"
Existe
Quilmes
1618
34º 38’ 45"
60º 36’ 50"
Existe
Arecaia
1632
24º 22’ 40" (d) 58º 37’ 0" (d)
Se unió al de los Altos en
1675
Sto. Domingo
Soriano
1650 (d)
33º 23’56"
60º 38’ 20"
Existe
Yiapé
1673
25º 52’ 0"
58º 59’ 33"
Existe
San Javier
1743
30º 32’ 15"
62º 27’ 15"
Existe
S. Gerónimo
1748
29º 10’ 20"
61º 43’ 46"
Existe
Caiastá
1749
31º 9’ 20"
62º 39’ 0"
Existe
San Pedro
1765
29º 57’ 0"
62º 37’ 0"
Existe
Garzas
1770
28º 28’ 49"
61º 11’ 40"
Existe
Ynispen
1795
29º 43’ 30"
62º 40’ 30"
Existe
Debates | 2006
Bartomeu Melià y s.j.
Escritos guaraníes como fuentes documentales
de la historia paraguaya
[05/04/2006]
Indice | Tabla de contenidos | Notas de la redacción | Texto | Notas | Cita | Autores
217
Entradas del índice
Mots clés :
Guarani
Geográfico :
Paraguay
Cronológico :
siglo XX
Palabras claves :
español
Tabla de contenidos
La asamblea de los trabajadores de la yerba mate (1630)
Un diario de guerra
El guaraní diplomático e insurrecto (1753-1756)
Entre la lealtad, el estupor y la rebeldía
Las siete cartas
217
219
222
222
224
Papeles de día y de noche
Loros del Paraguay para Su Majestad
Las huellas borradas
Notas
227
230
233
233
Notas de la redacción
Discurso de incorporación como Miembro de Número, en la Academia paraguaya de la historia 15
de abril de 2004
Texto integral
PDF señalar
1La lengua guaraní, la lengua general hablada en el Paraguay colonial, tanto por la población
española como por la indígena, la lengua en la que se vivía la historia de ese país llamado Paraguay,
¿habría estado fuera de la historia? A juzgar por el aparato crítico de fuentes documentales que
figura en los trabajos historiográficos convencionales, no hay historia paraguaya en guaraní. En la
historia del Paraguay hay guaraníes, pero no historia guaraní. Sin embargo, en el Paraguay
hablamos en guaraní y muchos sabemos leer guaraní. ¿Por qué los escritos en esta lengua han sido
olvidados de manera tan constante?
2Nos preguntamos si no habrá sucedido algo semejante a lo ocurrido con ciertas historias que
europeos y americanos han escrito sobre China, Japón, Abisinia o los Reinos de África.
Desconocida la lengua y la escritura de esos pueblos, los historiadores usaron como fuentes
selectivas solamente los documentos que estaban en su propias lenguas, generalmente las lenguas
del poder colonial.
3Los españoles del Paraguay, aun los que hablaban el guaraní como única lengua, delegaron de
hecho y encargaron la documentación de sus hechos y de su vida a sus representantes políticos y
culturales. Los escritores de sus documentos y piezas justificativas fueron los gobernantes de turno,
civiles o eclesiásticos, sus secretarios, sus eventuales cronistas. Por otra parte, sus escritos
generalmente no tenían en el país a sus destinatarios. Y los destinatarios de fuera no sabían la
lengua del país. Mientras tanto, la lengua guaraní hacía historia y escribía historia.
4Pero, ¿hay en el Paraguay documentos escritos en otras lenguas que puedan documentar una
historia diferente, o en todo caso confirmarla, aunque sea desde otro punto de vista?
5Pero vengamos ya a esos escritos en guaraní que consideramos fuentes documentales de la historia
del Paraguay. En la exposición de las diversas piezas documentales pasaré por encima de la
contextualización histórica, que el lector con que sólo determinar el lugar y fecha del hecho referido
aquí suplirá con asociaciones y contrastes.
• 1 “Ava reta ycarai eÿ baecue Tupña upe yñemboaguiye uca hague. San Nicolás 1733”,en:
Annaes da Bibli (...)
6No me detendré en numerosos escritos en guaraní en los cuales se plasman mentalidades y
fenómenos sociales. Tal sería, por ejemplo, la alusión que el Catecismo de Bolaños hace a ciertas
características de la religión guaraní, aun hoy sólo inteligibles desde una lectura antropológica. El
Tesoro de la lengua guaraní, de Montoya (1639), a la manera del Tesoro de la lengua castellana o
española, de Santiago de Covarrubias (1612), así como toda la obra del padre Pablo Restivo y el
cacique y músico Nicolás Yapuguay, están salpicados de notas culturales que ilustran y atestiguan la
gran transformación histórica que en aquellos tiempos tenía lugar, cuando se iniciaba y se
consolidaba la nueva sociedad de las Reducciones y su lenguaje propio. Tampoco incluimos aquí la
traducción al guaraní de la Conquista Espiritual de Montoya, que parece ser, por fecha y estilo, obra
conjunta de Restivo y Yapuguay[1].
La asamblea de los trabajadores de la yerba
mate (1630)
7El primer documento al que me referiré es el que encontramos entre los Manuscritos de la
Coleção de Angelis, actualmente en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. El documento lleva
por título: “Respuesta que dieron los indios a las Reales Providencias en las que se manda no
sirvan los Indios de las Reducciones más que dos meses como S.M. lo manda y no sean llevados a
Maracayú en tiempo enfermo”. Esta fechado a 25 de agosto de 1630[2].
• 2 En Manuscritos da Coleçao de Angelis, I. Jesuítas e bandeirantes no Guairá (15941640). Introdução, (...)
8Hace algunos años di de este texto una traducción en portugués, ciertamente no mejor que la que
hicieron los misioneros de la época, pero tal vez más ajustada a la literalidad del original guaraní.
9Simplemente entresacaré de este documento frases y párrafos que me parece contribuyen a una
visión histórica del momento.
Mucho nos alegramos -Ore rory katu- y nos consolamos, al escuchar las palabras de Nuestro Gran
Superior -Ñande Rubichabete- [neologismo para significar El Rey]... Antiguamente cuando nos
veíamos pobres y maltratados por los españoles -karai-, nos parecía que Ñande Rubichabete nada
sabía... Después de escuchar sus palabras quedamos tranquilos... Hace tiempo que habíamos
escuchado esa palabra: No vayan al Mbaracayú, contra su voluntad..., pero los españoles no hacían
caso...
Aquellos yerbales del Mbaracayú están de todo llenos de los huesos de nuestra gente. La casa de
Dios sólo tiene los huesos de nuestras mujeres; los huesos de nuestra gente muerta encuentran al
Mbaracayú como lecho. Nuestro Gran Superior, ciertamente, no va a escuchar nuestras palabras si
ustedes los Padres no se lo cuentan. Los españoles son nuestros enemigos -Karai niã ore amotare’ÿ-.
Hablando de corazón -ore py’a guive-, vosotros también sois sus enemigos por nuestra causa, y no
solo vosotros, sino también vuestras cosas, y hasta los papeles todos.... Nosotros no queremos ir
más al Mbaracayú ni que vaya nuestra gente, esto es lo que decimos una y otra vez de corazón
[desde nuestra entraña]. De aquel Mbaracayú no traemos la más mínima cosa. Nada pagan los
españoles por el cansancio de nuestra gente. Lo único que traemos es cansancio; enfermedad es lo
que traemos... Que Nuestro Rey nos diga: No vayáis al Mbaracayú, aunque queramos. Los
españoles son tales que si Nuestro Rey dice: Si quieren ir al Mbaracayú, vayan, los españoles
seguirán importunando y molestando a nuestra gente. Nos meterán miedo y nos harán sentir el
castigo, como sucedió ayer no más... En aquella ocasión vinieron los españoles arremetiendo contra
nosotros, trayendo para castigarnos al Capitán [Teniente, en la traducción] del Mbaracayú, llamado
Saavedra. Entonces a los de Nuestra Señora [de Loreto], que venían de Mbaracayú, después de
haber trabajado allí muchas lunas [meses], los hizo azotar delante de sus padres, delante de sus
mujeres, delante de sus hijos...
Y el Capitán grande, Duiy [en la traducción: Gobernador don Luis de Céspedes (Jeria)] que vino el
otro día, también delante de nosotros a un indio que acababa de llegar de Mbaracayú, le dio de palos
él mismo con sus propias manos queriéndolo llevar a Mbaracayú.
“Nuestro Rey está lejos y no os va a oír, no, y haremos que este Padre salga de aquí”. Esas palabras
que encienden a cualquiera, tenemos que aguantarlas y sufrirlas continuamente.
Es por eso por lo que queremos que vosotros mismos hagáis escuchar, por favor, nuestras palabras
al Rey. No hay otro que vaya a tomar cuidado de nosotros, no hay escribano, y aunque lo hubiera,
no lo va a querer hacer de ninguna manera, o hará sentir sus propias palabras, diciendo sin ninguna
razón que esas son palabras de indio [de Mbyá].
Todo lo cual en nuestra lengua castellana, dice así...
10No carece de interés ver en este testimonio a favor de los indios, las firmas de personas tan
señaladas como los padres José Cataldini, Cristóbal de Mendiola, Juan Suárez de Toledo, Francisco
Díaz Taño, Antonio Ruiz de Montoya y Juan Agustín de Contreras, quienes aportan de su cosecha
otros datos que confirman lo dicho y lo completan. Es particularmente dramática la certificación del
padre Antonio Ruiz de Montoya:
• 3 Ibid. p. 360.
Ha veinte años que veo estas y peores cosas de agravios de Indios que fuera (si se hubieran de
referir) hacer una larga historia principalmente en materia de Mbaracayú y su infernal yerba[3].
• 4 Rafael Barret, Lo que son los yerbales. Montevideo, O.M. Bertani ed., 1910. También: El
dolor parag (...)
• 5 Ver Bartomeu Melià, "Los dos primeros memoriales de Montoya en Madrid", Anais do VI
Simpó (...)
11No podemos detenernos en la crítica interna de este escrito, documento auténtico en guaraní,
aunque no escrito materialmente por un Guaraní, en la lengua propia de un grupo de gente que
expresa con claridad y amargura la colonización que le ha tocado vivir. Con este documento el
Mbaracayú se inscribe en esa larga historia de explotación que se prolongó hasta ayer. “¡Lo que son
los yerbales!”, mostrará con no menor dramatismo un autor del siglo XX[4].Un solo documento no
hace toda la historia, pero con este documento se entiende mejor la práctica de la encomienda en el
Paraguay, lo que era el beneficio de la yerba la personalidad del gobernador Luis de Céspedes, la
función del Teniente Saavedra, la presencia de los españoles en la región del Guayrá, la historia de
las incipientes Misiones jesuíticas, el papel que los mismos padres se atribuyen en la defensa de los
indios, su oficio de testigos, el contexto de las Ordenanzas de Alfaro, los Memoriales de Montoya
de 1638[5] y ciertos capítulos de su Conquista Espiritual, como el VII, que “trata de la yerba que
llaman del Paraguay”, dejando de lado el significado lingüístico de este texto, el primer texto largo
auténticamente guaraní, y aun el papel que empieza a jugar la escritura en lengua guaraní dentro de
la colonia.
Un diario de guerra
12El siguiente escrito es de un indio guaraní que por desgracia quedó en el anonimato. Es una pieza
menos pesada, divertida incluso, de episodios emocionantes y novelescos, a pesar de que su tema es
uno de esos peligrosos juegos de guerra, en el que, junto a las aventuras y hazañas no faltan
desdichas y muertes.
13Estamos ante un documento inédito y nunca, que yo sepa, citado en bibliografía o inventario
alguno. Su valor histórico, pero también lingüístico, es extraordinario, por su originalidad, por la
calidad de observación y la propiedad de escritura. Se trata del Diario hecho por un indio de lo que
sucedió en el segundo desalojamiento de los Portugueses [de la Colonia de Sacramento] en 10 de
septiembre de 1704 [hasta el 18 de marzo de 1705].
• 6 Este documento me fue acercado por el Sr. Alejandro Larguía, de Posadas, a fin de que
fuera traduci (...)
14Es un manuscrito de 52 páginas[6]. El documento se presenta con una escritura prolija y
esmerada, propia de los secretarios de los pueblos guaraní-jesuíticos, avezados pendolistas. Está
todo él escrito en guaraní, y por cierto por manos de quien sabe usar la lengua con propiedad,
claridad y elegancia.
15Este diario como reza su título es la crónica de la expedición que los indios guaraníes hicieron
hasta la Colonia de Sacramento, en el actual Uruguay, entonces en poder de los portugueses.
16El Rey de España en abril de 1704 declaraba la guerra al Rey de Portugal, al Archiduque Carlos
de Austria y a sus aliados. En consecuencia se dio la orden de atacar la Colonia del Sacramento y
apoderarse de ella, desalojándola de portugueses.
17Se movilizaron unos 4.000 Guaraníes de las Misiones y unos 700 españoles procedentes sobre
todo de Santa Fe, Corrientes, Córdoba y Tucumán. El cerco de la Colonia del Sacramento duró de
noviembre de 1704 hasta el 15 de marzo de 1705, cuando los portugueses no pudiendo resistir más,
desalojaron la plaza, no sin antes arrasar, quemar y destruir todo lo que pudiera haber de provecho.
18El Diario de ese indio anónimo tiene en sí un extraordinario valor. Se trataría del primer
reportero de guerra en la lengua guaraní; un fenómeno único y que prácticamente nunca se ha
repetido, ni en la guerra grande contra la Triple Alianza y ni siquiera en la del Chaco.
19El título de “diario” le cabe perfectamente, ya que se trata de una “relación histórica de lo que ha
ido sucediendo por días, o día por día”. El diario lo ha llevado el indio Guaraní con una
escrupulosidad y una constancia extraordinarias. Cada día, sin falta, ha notado por escrito percances
pequeños y grandes, con extraordinarias dotes de observación, pero también con gran capacidad de
organización de los sucesos. Día a día el reportero guaraní da cuenta de lo más relevante: del
movimiento de los ejércitos, en tierra y por mar; la actividad de la artillería –cuenta con minuciosa
exactitud todos los tiros diarios de cañones y arcabuces–; los trabajos en las trincheras; los ataques
de las naves de entrambos lados y las brechas abiertas en las murallas de la fortaleza. Pero, a la
manera de un cronista clásico, se hace eco también de las consultas entre los militares; de las
arengas dirigidas a los combatientes; de las mañas de los portugueses para ganar tiempo.
20Su estilo preciso y detallado, a fuer de un tanto ingenuo, nos sorprende por su autenticidad y
veracidad, que no siempre se encuentra en otros relatos de mismo género, en los cuales suele haber
demasiado complacencia hacia la causa propia. Una especie De Bello Gallico, a lo guaraní, no
escrito por un general o su escribiente, sino por un simple soldado de tropa, pero que tal vez era
secretario del cabildo de su pueblo o con otra función semejante. Las cartas, certificaciones y
relatos hechos por los oficiales y autoridades españolas, que se refieren a los mismos episodios, y
que podemos leer en la Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay (tomo V,
Madrid 1933) tienen por cierto otro tono y se expresan con otro estilo.
21Sin el Diario de este indio se tendría una visión solo convencional y fformal de los mismos
hechos. Pero sobre todo estaríamos privados de una pieza original de literatura guaraní en la cual
está presente no solo un buen escritor y un excelente periodista, sino un indígena y su reacción
frente a esas guerras coloniales.
22Pero más que mis comentarios será lo más elocuente el presentar en su traducción algunos
fragmentos de ese Diario. que espero confirmen lo dicho con algunos ejemplos.
23La tal crónica o reportaje comienza con estas palabras:
El Año de 1704. A 1º de septiembre pype Corpusyguára osê guetãhegui Guarinihápe ohóvo. A 12 de
septiembre pype ojese’a tetã ambueygua tetiro rehe Aguapey Mirime S. Carlos rovake.
El año de 1704. a 1º de septiembre, la gente de Corpus salió de su propio pueblo yendo a la guerra.
El 12 de Setiembre se juntaron con todos los de los otros pueblos en el Aguapey Miri en frente de
San Carlos.
24Y sigue el relato en el que no falta anécdotas con detalles curiosos y cierta ingenuidad. Así el día
14 de octubre anota:
El 14 de octubre los indios Guaraníes llegaron a una serie de islas; y allí también los del Uruguay.
Allí, al contarse juntos los indios que habían muerto por el camino, resultaron ser seis: de
Concepción murieron cuatro cuando su balsa chocó contra una piedra en un salto; de Santiago
murió uno, mordido por un perro; uno de San Lorenzo murió desnucado cuando al enlazar una vaca
el caballo tropezó y cayó; allí los indios se entretuvieron ocho días hasta que no hubieron hecho
pasar todos los caballos.
25El 1º de noviembre comenzaron propiamente las hostilidades y los tiroteos.
El primero de noviembre proseguimos camino a San Gabriel, llegando de tarde. Los españoles ya
estaban todos allí; y allí lo primero que vieron fue a tres españoles lastimados; uno tenía el hueso de
la pierna quebrado; otro se arrastraba apenas sobre el trasero; otro de la misma manera, pero de más
consideración; después lo llevaron a Buenos Aires; (...) allí siendo ya oscuro la gente se desplazó; y
de noche escucharon por primera vez cuatro disparos de cañón; el tercer tiro quebró el horcón del
toldo del Padre Juan de Anaya mientras estaba durmiendo, que casi lo mata; también los indios que
estaban durmiendo y que a su vez también lo oyeron, quedaron grandemente asustados; después, en
el primer amanecer los indios todos juntos se dirigieron a un lugar conocido, puestos en hilera y
también gritando; por eso los portugueses no hicieron otros daños; se callaron no más.
El tres de noviembre, lunes, los portugueses que estaban en el navío dispararon una vez contra
nuestros españoles . Al anochecer los portugueses que estaban en tierra dispararon contra los indios
3 veces; bien amanecido, dos.
26Con una meticulosidad rayana en obsesión el indio periodista lleva cuenta de los disparos y
detonaciones de los cañones y arcabuces.
El 4 de noviembre, martes, bien amanecido, durante la misa del Padre, hubo 3 disparos. Después,
durante todo el día detonaron 12 tiros hacia donde estaba la guardia de los españoles. En aquel día
también mientras la guardia de los portugueses dormía, nuestros españoles fueron y agarraron por
sorpresa los caballos y los trajeron; y estando ya lejos sus propios montados y caballos, se
despertaron y dispararon otra vez tres tiros de cañón, pero lo mismo no hubo daño, gracias a Dios;
después los portugueses del navío dispararon 6 tiros contra los indios que estaban en su mira. (...)
Ya de tarde, murió un español natural de Córdoba que estaba enfermo por un golpe de sol, y
después ya bien entrada la tarde, los portugueses salieron afuera; y ahí profiriendo injurias, levantan
dos banderas blancas, primero levantan la grande y después la pequeña. Después, de noche,
dispararon 3 cañonazos; y en habiendo amanecido, 2.
27Como lo haría un escritor clásico nuestro Guaraní no sólo relata hechos de guerra sino que
reporta también los propósitos vertidos por el gobernador presente en una especie de consejo de
guerra:
Aquel día (era el 5 de noviembre) se empiezan las trincheras. Aquel día también el Gobernador
convoca a todos los capitanes de los españoles preguntándoles, uno a uno su voluntad, y algunos
respondiendo a su vez a la palabra del gobernador, esto dicen: lo que es yo -dice uno-, vine
solamente queriendo cumplir la palabra del Rey; y otro dice: estaré cumpliendo lo que tú mandes; y
otro; al mismo punto en que escuche tu palabra la cumpliré; si dices vamos a guerrear, lo cumpliré
con presteza; otro: entremos luego no más, no nos atardemos más aquí, que sea reducida a cenizas
esta desgraciada maldita ciudad; y otro dice así: ataquemos primero a cañonazos, dice, entonces por
ventura se amedrentan, dice pues; después con los cañones de los navíos y los de tierra también
haremos frente hiriendo, dice pues; por ventura saldrán y cuando salgan los hijos de los Padres (los
indios de las Reducciones) se reirán de ellos (los jugarán)...
28Nuestro periodista describe, con donaire e ironía, una de esas simulaciones que hacían parte de la
estrategia de los portugueses.
A 7 de noviembre, viernes, los portugueses estaban furiosísimos porque los habían hecho
retroceder; por eso, durante la Misa del Padre, dispararon contra la nave capitana, hasta 24 tiros. En
siendo oscuro contra los 300 Guaraníes que hacían la trinchera les dispararon los portugueses 41
tiros. También ya oscuro los indios y también los españoles se fueron acercando al simulacro de
castillo, obra de los Portugueses; ¡no era sino que los Portugueses habían hecho esa especie de
Castillo solamente para engañar!; ahí están todo el día de ordinario; ahí solamente hacen ruido con
los arcabuces; pero de noche lo cierto es que había sido que entraban todos en su plaza; allí dejan
solamente sus propias figuras y espantajos de cuero, y les ponen sombreros en la cabeza, y en una y
otra mano un arcabuz, hasta un simulacro de cañón ponen ahí. Al darse cuenta de eso los indios
fueron a por ellos y se llevaron los sombreros que estaban en las cabezas de los espantajos, así
como se llevaron todos los alfanjes y arcabuces, pero no era buenos para nada esos que los indios
llevaron; eran cosas estropeadas.
18 de nov. El sábado los de Corpus fueron a hacer la trinchera.
Estando es eso, los Portugueses les dispararon 48 tiros. Después del toque de arrodillarse (oración
de la tarde) fueron llevados a descansar. Los de Candelaria fueron a substituirlos; y al ser llevados
no hubo problema; Aquel mismo día llegó el que había ido a la vaquería el Sargento Mayor de S.
Carlos, Alejandro Aguayú... Aquella noche se nubló y llovió; fue por eso al parecer que los
Portugueses no hicieron ni un disparo de cañón.
19 de nov. El domingo de mañana, acabada la misa del Padre, los Portugueses hicieron 8 disparos.
Aquel día el Pa’i Hno. José estaba rezando a la orilla del mar. Entonces los Portugueses le
dispararon, pero los tiros cayeron cerca de él, a veces a su lado, a veces delante, pero, porque Dios
no quiso, no sufrió daño. Después, estando descansando el Padre, dispararon una vez. Aquel día,
que venga el Padre a misear (a decirnos la misa) para nosotros, dicen los Portugueses a los
Españoles de la Guardia; los Guaraníes quieren arruinar nuestro lugar, dicen los Portugueses
hablando entre sí, al ver la trinchera que ha sido hecha.
29Finaliza el año 1704 y en 1705 continúan todavía las batallas y escaramuzas, intentos de
capitulación y breves treguas. Para los portugueses la situación se hacía insostenible. Sin embargo,
la resistencia se prolongó todavía durante meses. El final es contado con sencillez y austeridad
expresiva.
A 15 de marzo, domingo, no hubo nada; ni siquiera el cañón los portugueses hacen detonar más.
A 16 de marzo, lunes, los portugueses van saliendo de su ciudad, dirigiéndose al mar; entonces los
Guaraníes van luego todos a destruir la plaza abandonada.
A 17 de marzo, martes, los portugueses se fueron del todo de su lugar en medio del mar,
desapareciendo finalmente de la vista de los Guaraníes.
Los Guaraníes fueron despedidos inmediatamente para volver a sus pueblos de origen.
30Nuestro reportero registra, en rápidas constataciones, los muertos y heridos.
Los españoles que murieron fueron 10.
Los indios del Paraná que murieron fueron 33.
Los indios del Uruguay que murieron fueron 37.
Los que murieron después por daños sufridos, solamente se contaron 14; otros no se contaron.
31Los indios llegaron a sus pueblos a mediados de abril. Llevaban incluso los huesos de dos indios
que habían muerto en el campo de batalla.
32Aparte de la exactitud y autenticidad de los datos y noticias registrados, ese reportero guaraní
debe ser tenido como verdadero escritor y modelo de periodismo por su capacidad de registro y la
calidad de su prosa.
33El documento bien merece una traducción completa, que por cierto tengo avanzada y espero
pueda ser publicada en breve.
El guaraní diplomático e insurrecto (17531756)
34En tercer lugar está un conjunto de escritos, en parte ya conocidos en versión española de la
época, pero en sus textos guaraníes todavía inéditos, si no es alguna que otra reproducción
facsimilar en mis trabajos.
Entre la lealtad, el estupor y la rebeldía
35Por razón de sus fechas y de sus circunstancias, podemos designarlas como cartas relativas al
Tratado de Madrid (1750). Después que los indios conocieron los términos de ese tratado de límites
entre España y Portugal, los Cabildos de los Siete Pueblos amenazados de traslado, pero también
algunos particulares, desarrollaron una verdadera batalla diplomática confiando en la fuerza de la
lengua escrita.
• 7 Dejo de lado la notable cantidad de cartas, informes y billetes, siempre en guaraní, ya
posteriores (...)
36Las cartas y escritos varios de los Guaraníes entre 1752 y 1756 que he podido colacionar son más
de 57 piezas, la mayoría depositadas actualmente en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, en el
Archivo de Simancas, en el Archivo de Ministerio de Relaciones Exteriores, en Montevideo, y, sólo
en traducciones, en el Archivo General de Indias (Pastells-Mateos VIII, 1: 246-247).[7]
37Entre ellas hay cartas de protesta y cartas de súplica, cartas dirigidas al gobernador de Buenos
Aires, que desearían que éste hiciera llegar al Rey; cartas dirigidas a sus padres curas, a indios de
otros pueblos. Las más importantes son las cartas formales de los Cabildos como tales, pero las hay
también de indios particulares; a veces simples tarjetas mediante las cuales se da un aviso, y a veces
verdaderos memoriales que analizan la situación y dan las razones de su indignación y rebeldía;
cartas de intercesión humilde, unas, y verdaderas instrucciones de guerra otras. A estas cartas hay
que juntar dos largas relaciones, que sendos indios hacen de los sucesos de aquel tiempo.
38Traducidas al castellano, un buen número de estas cartas fueron enviadas a la Corte de Madrid,
con el convencimiento por parte de los jesuitas que las tramitaron, de que ellas mismas, con su
lenguaje directo y claro, eran la mejor representación de la voluntad y el sentir de aquellos pueblos.
Los indios habían sido "reducidos" a escribir y ahora hacían de la escritura "reducida" un
instrumento de su discurso político, confiados probablemente en lo que se les había inculcado sobre
la fuerza y la nobleza de la letra y el papel. Ahora eran ellos mismos quienes depositaban su queja y
su grito en el papel. Señores de la palabra, se demostraban ser también señores de la letra.
39La presentación por escrito de la posición de los Guaraníes frente al Tratado de Límites está
documentada desde 1752. En marzo de 1753 el pueblo de San Miguel manifiesta con lógica
contundente su sentir, lo que parece haber causado cierto estupor en los mismos padres curas. Con
variantes significativas, pero con un tipo de argumentación constante se irán sucediendo los
escritos.
• 8 AHN, Leg. 120j, num. 7(d) In-fol, 64p.
40El padre Juan de Escandón, secretario del provincial, contextualizó adecuadamente todo esa
historia en su todavía inédita Relación de lo que la Compañía de Jesús ha hecho y padecido en el
Paraguay en cumplimiento de las órdenes de su Majestad[8].
Parece que no es de omitirse en ese lugar la carta que los indios de San Miguel escribieron desde la
estancia llamada San Antonio al Comisario D. Juan de Echavarría en respuesta de la que el referido
caballero les escribió desde el puesto de Santa Tecla. Que sea la misma que los indios escribieron,
se saca de la atestación del padre Matías Estrobel en la que dice así: Deseando yo saber qué
respuesta y con qué palabras la habían dado los indios miguelistas a los señores Demarcadores, hice
preguntarlos, y me lo enviaron en esa forma de arriba, y es fielmente copiada, quedando en mi
poder su original.
Dice, pues, la traducción fiel y verdadera, hecha no palabra por palabra, porque así en muchas
partes no haría sentido en nuestra lengua española, sino sentencia por sentencia, , con la mayor
propiedad y legalidad que en la materia cabe.
“Señor: Nosotros tenemos muy bien entendido que somos vasallos de Nuestro Santo Rey, y como
tales veneramos y cumplimos sus mandatos en correspondencia de las promesas que desde los
principios nos tiene hechas. Pero de ningún modo podemos creer, ni aun sospechar que lo que
vosotros intentáis sea voluntad suya. Nuestro Santo Rey no sabe (ciertamente lo que) es nuestro
pueblo, ni lo mucho que nos ha costado. Mirad, Señor: más de 100 años hemos trabajado nosotros,
nuestros padres y nuestros abuelos para edificarlo, y ponerlo en el estado que al presente tiene,
habiendo todos tolerado con incesante tesón por tan dilatado tiempo increíbles fatigas hasta
derramar nuestra sangre para concluirlo y perfeccionarlo. La Iglesia está fabricada de piedra de
sillería, consta el pueblo de 72 grandes hileras de casas, tiene yerbales muy grandes y seis
algodonales de mucha extensión. Las chacras de los indios de todas suertes de semillas son como
mil y quinientas. Hay en fin otras innumerables obras de toda suerte de labor. ¿Para todo esto hemos
trabajado incesantemente por tanto tiempo cansándonos y agotando nuestra salud y fuerzas en vano
y sin provecho? ¿Y será acaso la voluntad de nuestro Santo Rey que todo esto que tantos sudores y
fatigas nos ha costado lo perdamos inútilmente?
• 9 Bartomeu Melià, “Quand les indiens guaranis ont fait entendre leur voix”, Journal de la
Société des (...)
A buen seguro que no, ni nosotros creeremos por modo alguno semejante cosa. Lo que sí creemos y
tenemos por muy cierto es que nuestros antiguos e implacables enemigos han engañado a nuestro
Santo Rey. Sabed que por dos veces hemos ganado la colonia a costa de nuestra sangre, y de la vida
de nuestros parientes, y la hemos puesto en las manos de nuestro Santo Rey. Pues ¿cómo queréis
que nos persuadamos que nuestro Santo Rey, que con tanto esmero nos ama, y mira por nosotros,
pague de esta suerte lo que por su amor y servicio hechos hecho y padecido? ¿Podemos por ventura
creer que quiere y busca que todos nosotros padezcamos y que su deseo es hacernos perder las
vidas? Por tanto Señor te suplicamos que si nos tienes lástima y te mueve(n) a compasión nuestras
miserias, representes en nuestro nombre a nuestro Santo Rey, que de ejecutar lo que intentáis,
nosotros, nuestros hijos, y nuestros inocentes párvulos pereceremos todos irremisiblemente de
hambre, desnudez, miserias y trabajos: que por tan buen oficio te quedaremos perpetuamente
obligados; y estamos muy seguros que nuestro Santo Rey nos perdonará y excusará el haber
suspendido la ejecución de sus órdenes; luego que fielmente sea informado de la verdad y de
nuestros trabajos. Dios Nuestro Señor te guarde y alargue tu vida por muchos años. San Antonio,
estancia del pueblo de San Miguel, y Marzo 3 de 1753. Los Corregidores, Cabildo, Maestre de
Campo y Caciques que tu mano besan[9].
41Los argumentos y razones esgrimidos, así como el estilo y la forma de expresión, no dejan dudas
sobre su autenticidad. Y se repetirán una y otra vez. El mismo gobernador de Buenos Aires, José de
Andonaegui, captó muy bien la línea de la argumentación y de razones.
Las siete cartas
42Desde su publicación en castellano, han llamado la atención siete de esas cartas, que
corresponden a seis de los Siete Pueblos, pues el de San Borja se inhibió, pero hay una carta del
cacique Nicolás Ñe’engyrú, cacique de la Concepción, pueblo del Uruguay no afectado
directamente por la permuta, que, sin embargo, se pronuncia sobre la cuestión con autoridad y
conocimiento de causa; este Nicolás era nieto del indio Guaraní que introdujo al Padre Roque
González de Santa Cruz en tierras del Tape. Esta documentación original en guaraní y sus
correspondientes traducciones también originales se encuentra hasta hoy en el Archivo Nacional de
Madrid (Leg. 120j.)
43Las siete cartas obedecen a una pauta común, pero de ninguna manera siguen un modelo único ni
son traducción de un texto previo. Es cierto que cualquiera de ellas sirve para analizar el esquema
del argumento. Efraím Cradozo, basado en la lectura que hiciera de la versión castellana dada a
conocer por el padre Francisco Mateos, me comentaba que serían los jesuitas quienes les hacían
escribir a los indios. Lo más probable es que los cabildos indígenas contaban en los armarios de su
sala de sesión con un pequeño archivo en el que constaba la memoria por escrito de los servicios
prestados por ellos mismos a la corona, así como el recuento de las veces en que los ejércitos de
indios guaraníes habían actuado, no solo contra los portugueses, sino aun contra los españoles del
Paraguay. El tiempo de los Comuneros no estaba tan lejos. La precisión de datos en estas cartas
parece suponer que disponían de un soporte escrito, es decir, copias de documentos, además de la
repetida memoria de padres a hijos. La cuidada caligrafía de estas cartas no hace sino apoyar la
coherencia y seriedad de su contenido.
44Si nos atenemos a las siete cartas, correspondientes a los Siete Pueblos, todas ellas asumen un
decidido tenor de representación institucional y corporativa de los Cabildos de esos pueblos frente a
las autoridades, representadas por el gobernador de Buenos Aires, que es quien trae la guerra. Cada
una de ellas parece estructurada en torno a cuatro argumentos principales, que cada pueblo toca a su
manera, desde su memoria y circunstancias particulares. Es lo que advierte el padre Juan de
Escandón:
• 10 Juan de Escandón. Relación de cómo los indios guaraníes de los pueblos de San Juan,
San Miguel, San (...)
Las cartas que los Pueblos habían escrito en respuesta a la del gobernador, eran todas unánimes en
decir, aunque unas de un modo y otras de otro, que no creían ni jamás podían convencerse de que
un rey, tan bueno, santo y justo, como sabían ser aquél que Dios les había dado, mandase o quisiese
que ellos, siendo como eran en el presente y en el pasado siempre habían sido, vasallos tan fieles
como lo probaban sus continuos servicios, diese ahora sus propios Pueblos y tierras a enemigos tan
terribles, que eso habían sido los portugueses desde le principio de su conversión a la fe.
Concordaban en esto las seis cartas, y lo mismo, en sostener que los Pueblos estaban determinados a
defenderse. En cuanto al resto, la correspondencia siempre variaba en alguno de los pormenores; lo
que ocurría según el talento mayor o menor de los secretarios del cabildo... [10]
45No se puede partir de la idea de que "ninguna de esta gente tiene más capacidad, inteligencia y
juicio, que entre nosotros, en Europa, los niños"; prejuicio que estaba presente incluso entre
algunos jesuitas. El hecho era y es que los análisis sobre la situación colonial que hacen los indios
con frecuencia son más perspicaces que los de funcionarios y cortesanos, enredados en minucias e
intereses propios, miopes en cuestiones de geopolítica y medrosos. En este caso, el mismo Carlos
III, años después, así como la historia posterior les darían la razón a los Guaraníes.
46En su versión castellana uno de los textos reza así:
Los caciques e indios del pueblo de San Juan del Uruguay, al gobernador de Buenos Aires, José de
Andonaegui. San Juan, 16 de julio de 1753.
Señor Gobernador Don José Andonaegui: Recibimos ya tu carta nosotros los caciques y todos los
indios del pueblo de San Juan, estimándola y besándola por el grande amor que nos tienes. Hemos
oído una y otra vez su contenido; mas estando en esta tierra nuestro santo Rey en lugar de Dios para
nosotros, no queremos creerlo porque Dios nuestro Señor no es mudable en su voluntad y querer, ni
tampoco se puede engañar. De esta suerte misma es nuestro santo Rey en esta tierra: estando en
lugar de Dios, no es mudable en su voluntad; por esto no lo creemos, sólo sí reverenciamos al Rey
santo y lo veneramos como a Dios.
Ves aquí lo que nuestro santo Rey Felipe V nos avisó el año 1716: Cuidad muy bien mi tierra y
también de vosotros mismos, que no os hagan mal vuestros enemigos mis enemigos. También envío
en mi lugar mis gobernadores encargándoles cuiden de vosotros. Yo ciertamente no os sacaré de
vuestra tierra ni tampoco os molestaré en cosa alguna; diciéndonos entonces: cumplid sólo mis
palabras, el Rey don Felipe V. Y también envío padres de la Compañía de Jesús, hijos de San
Ignacio, a vosotros para que logren vuestras almas pobres para Dios; esto sólo es lo que os mando.
Por esto que el Rey nos escribió, nosotros los caciques de San Juan y los demás indios no creemos.
Nosotros no hemos sido conquistados por español alguno, por razón y palabras de los Padres nos
hicimos vasallos de nuestro Rey; por esto siempre hemos cumplido la voluntad de nuestro santo
Rey. Siempre hemos ido a Buenos Aires a hacer el fuerte; fuimos también a Montevideo a hacer el
fuerte, cumpliendo y venerando sus palabras. Después de esto fuimos hacia el Paraguay a sosegar a
los del Paraguay y hacerlos fieles vasallos, como nosotros. Ves aquí lo que hemos hecho a nuestro
santo Rey, perdiendo nuestra hacienda y vida, y lo que hemos hecho para Dios.
También nos dijo entonces nuestro santo Rey: Tened cuidado que no os hurten y lleven los
portugueses; así nos dijo en Buenos Aires en su sala del señor gobernador don Miguel. Y después de
esto, ¿por ventura nuestro Rey ha mudado su voluntad santa, que era la misma con la voluntad de
Dios? Por tanto, ni queremos creerlo y no nos mudaremos, acordándonos de las promesas del santo
don Felipe V. Por lo que don Felipe V nos amó, y por haberse mostrado y sido nuestro buen padre,
no hicimos cosa en su contra: fuimos dos veces a la Colonia a echar a los portugueses de ella. De la
misma suerte habíamos pensado y determinado hacer con su hijo nuestro rey Fernando VI. Siendo
esto así, los caciques nos recelamos muy mucho llevar a tierras tan lejanas a tantos niños y
enfermos y el morir todos a manos del hambre.
Mas siendo voluntad de Dios, señor gobernador, bien puedes tú venir a echarnos de esta tierra en
donde Dios nos puso. Y ¿hemos de abandonar de balde, por ventura, nuestra grande y hermosa
iglesia, que Dios nos dio con el sudor de nuestro cuerpo? ¿Y Dios, por ventura, lo tendrá a bien?
Nosotros, en primer lugar, levantamos una grande iglesia y una hermosa casa de los Padres, y
después nuestras casas también. ¿Y todo esto lo hemos de arrojar de balde? Señor gobernador, en
ninguna manera es bien que nos mudemos, y así nosotros, pobres indios, no hemos hecho mal
alguno a nuestro santo Rey. Los portugueses sí que el año de 1744 nos hicieron mal a nosotros: en
primer lugar nos mataron cinco estancieros y seis llevaron vivos; éstos, aun hasta ahora, los tienen
por sus esclavos, tres muchachas, dos muchachos y una mujer; después de esto destrozaron la
estancia: llevaron vacas y yeguas, tres rodeos. Esto ciertamente nuestro santo Rey no lo sabe, ni que
perdieron de balde los portugueses a sus vasallos a quienes ama mucho. Fuera de esto también
tenemos en la memoria que pelearon contra nuestros abuelos y que mataron a muchos, y después de
esto, a nosotros, que somos sus hijos, nos quieren echar y apartar de nuestra tierra.
Esto no está bien, señor gobernador. Nuestros santos padres nos mandan que nos mudemos; mas
nosotros, haciendo memoria de lo que el santo Rey nos tiene dicho, no nos queremos mudar. Aun
los animales se hallan y aquerencian en la tierra que Dios les dio, y queriéndolos alguno echar,
acometen; ¿cuánto más nosotros, aunque forzados y contra nuestra voluntad, acometeremos? Por
esto, señor gobernador, siendo voluntad de Dios y de nuestro Rey, cúmplelo; mas siendo Dios
justiciero, en él confiamos. Fuera de esto, por el año 1736, dijo entonces el señor don Miguel: El
santo Rey manda que, siendo yo su gobernador, sea muy amante de los pobres indios.
Acordándonos nosotros de esto, no queremos dar esta tierra a los portugueses.
Después de esto, señor gobernador, besando tu mano santa, siendo tú quien nos ama, nosotros los
caciques, los indios, las mujeres y todas las criaturas: recibe en tu mano esta nuestra carta y después
remítela a nuestro santo Rey, pues él no sabe quiénes son los portugueses y el ser de nuestra tierra.
Después de esto, señor gobernador, te hemos escrito esto con todo el rendimiento de nuestro
corazón, estando tú en lugar de nuestro santo Rey, mirando a lo porvenir; pues nunca nosotros nos
hemos ensoberbecido al señor gobernador, pues nosotros, aun estando entre los infieles, no hemos
hecho daño ni a los de Montevideo, ni a los de Santafé, ni a los correntinos; hemos estado quietos y
humillándonos.
• 11 AHN, 120j, num 32; Mateos, op. cit. (1949), p. 551-553).
Mirando tú a esto, cumple el ser nuestro padre, pues nosotros no podemos echarnos y ponernos
debajo de los pies de nuestro santo Rey y decirle lo que pasa; sólo a ti acudimos. Dios te dé mucha
salud y vida para muchos años, echándote su bendición. Esto te decimos y escribimos los caciques y
todos los indios de San Juan, hoy 16 de julio de 1753 años[11].
• 12 Escandón, op. cit., p. 138.
47El conjunto de las siete cartas llegaron a Buenos Aires y el gobernador las entregó al padre Juan
Delgado, rector del Colegio de los jesuitas, para que las tradujese del guaraní al español. Este lo
hizo con la mayor fidelidad, palabra por palabra, con una prolijidad poco amena y menos imitable,
según el mismo Escandón[12].
48En el mismo legajo está también la carta que los curas de los Siete Pueblos escribieron a sus
feligreses, por supuesto, en guaraní. Sin embargo, no disponemos más que de la versión castellana,
que no nos permite calibrar exactamente cuál era la lengua de los padres y su estilo en guaraní. Lo
dejamos de lado, pues sale del campo especifico de nuestra consideración.
Papeles de día y de noche
49El cura del pueblo de San Juan, padre Luis Charlet, escribía en fecha de 14 de octubre de 1753:
“Sé que estos pueblos se envían ya cartas unos a otros”. Poco antes, en marzo del mismo año, ya
había escrito: los caciques, sin que lo sepamos, y sin hacer caso de nosotros, envían su gente, se
avisan con sus papeles de día y de noche. Por lo visto el comunicarse por papeles se había hecho
habitual por lo menos en este tiempo. Si sabían escribir, sabían leer, y así interceptaban las cartas
que suponían hostiles y desfavorables. El padre Limp, en 19 de octubre de 1753, escribe: Los indios
nuestros por acá están ahora muy inquietos por los comunes [cartas y circulares] del P. Visitador.
Tienen ocupados todos los pasos con soldados y letrados, y si cogen alguna carta del P. Visitador ,
luego la queman...” Y otro lugar nota lo mismo: “en leyendo en la firma o sobrescrito sus nombres
[del Padre Comisario, vicecomisario y su compañero] bastaba para condenarla al fuego diciendo
Cone quatia añanga, tocay mburu: “al fuego con ella que ésta es carta diabólica o del diablo,
quémese con la maldición, o con la trampa”.
50Lo inesperado de la escritura guaraní fue que ella también se puso al servicio de la transmisión de
mensajes y noticias entre los mismos indios. Esto exasperaba a las autoridades militares españolas
que veían en ello una prueba de rebeldía y clandestinidad. La escritura se convertía en agente
estratégico de historia.
• 13 Guillermo Kratz, El tratado hispano-portugués de límites de 1750 y sus consecuencias.
Estudio sobre (...)
• 14 Robert Cunninghame Graham, A Vanished Arcadia, being some account of the Jesuits in
Paraguay, 1607 (...)
• 15 Ibid (2000), p. 203-204. Simancas , Estado, leg. 7450.
51Recogen escritos guaraníes del período de la Guerra Guaranítica, conservados en el Archivo de
Simancas, tanto el historiador Guillermo Kratz[13] como el ensayista escocés Robert B.
Cunningham Graham, en A vanished Arcadia (La Arcadia perdida)[14]. Este autor protestante se
admira, con razón, de la descripción detallada y respetuosa que de la vida de los Padres, da el
cacique Nicolás Ñeengyrú[15].
52Una inscripción funeraria en guaraní junto a una cruz marca el lugar de sepultura de los
soladados caídos en la sangrienta batalla de Caaybaté:
• 16 Biblioteca del Museo Mitre, 14.8.18. Ver Marcos A. Morínigo, “Sobe los cabidos
indígenas de las Mis (...)
A siete de febrero pype omano corregidor José Ventura Tiarayú, guarini guasu pype, sábado ramo. A
diez de febrero pype oya guarini guasu martes pype, nueve taba Uruguay rehegua 1500 soldados
reheve. Mburubicha reta omano anga. A cuatro de marzo pype oyapouca anga co Cruz maarangatu,
Don Miguel Mboiriby soldados ereu [irü] rupa upe[16].
• 17 Testimonio del proceso que hizo formar don Pedro de Cevallos, de orden de Su
Majestad... sobre si l (...)
53Las voces guaraníes a propósito de la guerra todavía se escucharon hasta 1759. Un largo
Testimonio[17], y que en su páginas iniciales recoge también las declaraciones tomadas en 1756,
nos transmite también con repetida insistencia las palabras de un número considerable de indios “de
cada uno de los Siete Pueblos”. Aunque el documento está en castellano, consta que las
declaraciones se desarrollaron plenamente en guaraní, delante de los intérpretes nombrados para el
efecto, don Melchor de Arada y don Miguel Antonio de Avala, “ambos muy inteligentes y peritos en
dicha lengua” (Ibid. 503). Este documento no cae propiamente dentro del marco que nos hemos
asignado, pero lo citamos por que el original fue producido en guaraní y porque es digno de un
análisis no solo histórico, sino de psicología social, al presentar la notable variedad de caracteres
personales que se desenvolvían en los Pueblos de Misiones. Es incluso de interés la mera lista de
nombres guaraníes que llegan al escenario: Toropí, Mbarí, Guaraí, Neesá, Nucá, Barí, Ibote, Ñendy,
Guayhó, Chavé, Arenduyú, Gari, Surairé, Tihe, Amanvi, Airá, para limitarnos a los que
camparecieron de solos dos pueblos: Santo Angel y San Juan. Los testigos indios fueron 75, sin
contar los 10 de la primera actuación de 1756. Es la palabra un tanto amarga y distante de los
vencidos, a veces presionados directa o indirectamente, a quienes se está molestando de nuevo con
preguntas, aunque ahora no tan sesgadas contra los padres jesuitas. De hecho, los Guaraníes se
atribuyen la responsabilidad del levantamiento, sin inmiscuir a los padres que más bien los habían
disuadido de entrar en la confrontación. De todos modos, sabemos a través de otras pruebas, que los
jesuitas tenían incluso entre sí sentires y pareceres diversos en tono y acción. La ratificación de todo
lo dicho se hizo entre los días 10 y 13 de octubre en el pueblo de Itapuá.
• 18 Relação Abbreviada da Republica que os Religiosos Jesuitas das Provincias de
Portugal, e Hespanha, (...)
• 19 Pastells-Mateos VIII, 1, p. 182-184.
• 20 Documentos relativos a la ejecución del Tratado de Límites de 1750. publicados por el
Instituto geo (...)
54Las cartas de los Guaraníes no fueron olvidadas y hasta fueron copiadas, algunas de ellas, en los
libelos que en varias lenguas se difundían en aquel tiempo contra los jesuitas, a veces con sin lugar
de edición, siendo uno de los más divulgados la Relação Abbreviada[18]. En esta constan varios
papeles, que fueron interceptados y rápidamente traducidos para que sirvieran de piezas de
acusación. Tenemos así, entre otras, la "copia de la traducción original que queda en la Secretaría
del Gobierno de Buenos Aires del cargo del Pedro Medrano, de 16 papeles de Guaraníes relativos
a la guerra de los indios de las siete Misiones rebeldes"[19] Otras cartas secuestradas por el
coronel José Joaquín de Viana fueron hechas traducir por su orden[20]. Son siete cartas de
desesperada sinceridad en esa oscura noche de absurdo e incomprensión en la que se veían
envueltos los indios. Especialmente elocuente es la quinta, del 3 de mayo de 1754, donde un indios
de San Luis cuenta las atrocidades cometidas por los portugueses con los prisioneros guaraníes. Hay
también un diario escrito sobre varias fojas de cuero que igualmente se hace traducir. En más d un
caso el cuero ha hecho de papel; en realidad era su basto pergamino.
• 21 Pastells-Mateos VIII, 1, p. 219-222.
• 22 Pastells-Mateos VIII, 1, p. 297-298.
55 Una muestra de la ingenua sabiduría con que eran escritas esas cartas es la de Pascual Yaguapo
"para los indios que han de avistarse con los españoles, sobre lo que han de decir a fin de que lo
oigan todos los caciques y Cabildo"[21]. Un “Índice de papeles”[22], que se le remiten al bailío
Julián de Arriaga consta que por los menos 7 de esos papeles eran traducciones de cartas y
relaciones cuyo original estaba escrito en guaraní.
• 23 Pastells-Mateos VIII, 1, p. 194-198.
56Aunque no tengamos su original guaraní, tenemos que hacer una alusión especial a la
“Traducción de un libro mediano de diez hojas en pergamino escritas en guaraní que se halló entre
le despojo de los Indios de Yapeyú que vinieron a presentar batalla el día 3 del corriente, y de
orden del gobernador se saca en castellano”[23] En este documento de 9 de octubre de 1754 se
hace alusión a la circulación de cartas, traídas y llevadas por los indios.
• 24 Francisco Javier Brabo, Colección de Documentos relativos a la expulsión de los
jesuitas de la Repú (...)
57Pero en 1770, cuando no quedaban jesuitas en el Río de la Plata, todavía examinaban con gran
formalidad al cacique Nicolás Ñeengyrú y a otros dos indios de los Pueblos de las Misiones, que a
la sazón se encontraban en Buenos Aires, sobre la actuación que tuvieron los jesuitas en la rebelión;
ciertamente estas declaraciones fueron hechas en guaraní, aunque no las podemos colocar como
textos escritos en guaraní[24].
• 25 Revista de la Academia de Entre-Ríos, año 1, nª 1, Paraná, 1946, p. 29-37. Ver nota 18.
Bartomeu Me (...)
58A algunos de los documentos guaraníes del período 1756-1761, que se conservan en la Biblioteca
del Museo Mitre se refería Marcos A. Morínigo, en un trabajo pionero, de 1946: “Sobre los
Cabildos indígenas de las Misiones”[25], de los que da un resumen, y sólo alguna que otra
transcripción literal en guaraní.
• 26 Ver la catalogación de estos escritos en Documenta iesuitica, abril 1996, año II, nº 6
(Documentos (...)
• 27 Morínigo 1946, p. 31.
59En 1758 los cabildos de Santa María, de Santiago, de San Ignacio y de Santa Rosa, piden auxilio
al gobernador Pedro de Ceballos, para hacer frente a las incursiones de los indios chaqueños que
llegan hasta ellos, provocando muertes, llevándose cautivos y provocando daños en la hacienda. En
1761, entre el 11 de abril y el 20 de mayo (hay dos que no traen fecha) tenemos un conjunto de 25
manuscritos de otros tantos cabildos que informan al gobernador sobre el cumplimiento de las
órdenes recibidas en cuanto a formar compañías de soldados indios y que algunos de éstos quedasen
a disposición del capitán Antonio Catani[26]. Algunos cabildos expresan que no están en
condiciones de satisfacer del todo el pedido de hombres de armas. Contestan excusándose de una u
otra forma u ofreciendo pequeña cantidad de soldados disponibles, cien o cincuenta a lo más. Los
escritos de la casi totalidad de los pueblos, que entonces eran treinta. Morínigo comenta brevemente
las respuestas que provienen de Trinidad, Santa María la Mayor, Mártires, Santa María de Fe, La
Cruz, Itapúa y San Luis[27].
60De la documentación de ese período que corre entre 1752 y 1756 surge un modo de hacer, sentir
y ser historia que no se puede reducirse a otros modos históricos del mismo momento, pero escritos
en otra lengua y pensados con otra política. La historia de los Guaraníes construye en este tiempo su
propia visión sobre temas claves; una mentalidad que les es tan propia, que los portugueses y
españoles no entienden. Curiosamente se la endilgan a los jesuitas, cuando estos mismos jesuitas a
su vez, tienen también enorme dificultad en comprenderla, aunque la adivinan justa y la sospechan
acertada. En fin de cuentas, insinúan que otra colonia es posible. Los Guaraníes dicen y escriben
que otra colonia es posible. Dicha en su lengua la historia es otra. Es diferente la concepción que
tienen del rey y su actitud reverencial frente a él, aunque crítica; muestran un particular sentido de
la historia del Río de la Plata, muy superior a la de los hombres de Estado que así como hicieron un
tratado lo deshicieron poco después, en 1761, cuando ya habían dejado campos desolados, pueblos
desiertos y una población indígena dispersa. Esos Guaraníes se muestran historiadores auténticos
que manejan no solo la suave memoria del alma sino la más dura memoria del papel. Se remontan
incluso a los tiempos “de la buena Reyna Isabelica” y “de don Carlos V [que] amó muy mucho a
Dios por estos sus vasallos antiguamente”.
61Los Guaraníes habían penetrado con sagacidad y miraban con tristeza la acción del conquistador
español y el invasor portugués, “gente fuera de la ley, enemiga del culto divino, cuyo Dios es el oro,
cuyo cuerpo es morada del diablo, ruina de los indios y de las sagradas imágenes, que devasta por el
fuego y por el hierro, doquier pone el pie”.
62Con qué emoción defienden su tierra, su querencia, sin tener vergüenza de compararse con los
animales, que cuando acosados, acometen; ese suelo patrio, esa tierra que es de Dios y de los santos
de sus pueblos. ¡Esta tierra ya tiene dueño!, gritó Sepé Tiarayú, antes de caer en el combate en
Caaybaté.
63Pero tal vez lo que los indios más sienten es la injusticia y el engaño, el doble discurso con que se
burlan de ellos. Y en las reacciones más airadas hay siempre ese aire de inocencia e ingenuidad tan
propio de personas “inocentes” que viven unos para otros.
64Los documentos guaraníes en guaraní entraban en la historia, ya estaban en la historia, hacían
historia,
Loros del Paraguay para Su Majestad
65Entre la fecha de expulsión de los jesuitas decretada el 27 de febrero de 1767, y su ejecución real
en los pueblos de las Misiones y partida de los jesuitas en julio y agosto de 1768, se abre un nuevo
tema en la correspondencia de los caciques y cabildos guaraníes, que nos pone delante de tristes
incoherencias, por otra parte muy lógicas. En la Guerra Guaranítica los escritos son manifiestos,
dentro de la obediencia y el respeto, que exigen justicia y libertad; ahora, en ese tiempo en que se
llevaba a cabo el extrañamiento de los jesuitas, se entreveran, según los actores y circunstancias,
actitudes de vergonzante sumisión y de adulación servil en unos, mientras otros, que todavía no han
caído bajo el dominio de la nueva administración se atreven a protestar, no sin ironía.
• 28 Archivo Nacional de Chile - Fondo Jesuitas. Vol. 159. Colacionado sobre el original.
Copia en Franc (...)
66Antes de ejecutar el extrañamiento en los Pueblos, el gobernador de Buenos Aires acudió al
vulgar y habitual recurso de ciertos políticos, que fue invitar a caciques y corregidores a ir a Buenos
Aires, para así alejarlos de sus pueblos, teniéndoles contentos con honores, promesas y buena
comida. Es lo que sin rubor se transparenta en una carta que envían a Carlos III[28], donde uno no
sabe si indignarse por la burda superchería de las autoridades españolas o llorar por la patética
adulación a que se avienen los otrora altivos y rebeldes jefes guaraníes, ahora verdaderamente
derrotados en su dignidad y decencia.
Con gusto recibimos a los Padres Sacerdotes que nos da V. Majestad para cuidar nuestras almas.
Muchas y repetidas gracias damos a V.M. por habernos mandado al Sr. Excelentísimo y Capitán
General D. Francisco de Paulo Bucareli, quien ha cumplido bien, ayudándonos con lástima por
nuestra pobreza, manifestándonos al público, vistiéndonos con vestidos y tratándonos como a
Señores Caballeros... ore moñemondévo Bestidos pype S.res Caballerosramo ore renõivo ore
moangapyhy katúvo.
A 4 de noviembre, día de San Carlos, nos cantó misa el obispo en la catedral... y acabada la misa,
nos llevó al Fuerte, y legada la hora de comer nos sentó a la mesa, a darnos de comer...
Con la disposición de V.M. estamos muy contentos de que nuestros hijos han de merecer el estado
sacerdotal. Todos nosotros hemos de aprender la lengua castellana y después de haberla aprendido
bien, con la voluntad de Dios hemos de procurar ver a V.M.
67El documento trae los nombres de cada uno de los 59 caciques y corregidores de los treinta
pueblos que estuvieran en la “fiesta”.
68Estando los Caciques y Corregidores en Buenos Aires, no se le ocurre al Rey -si no fue
ocurrencia del obsequioso Bucareli– enviar a pedir de los pueblos loros y otras aves. Para ello se
sirvió de los mismos Corregidores y Cacique como aparece muy claro en la respuesta de los pueblos
de San Luis y de Loreto.
69Humildad, enojo, ironía y firme coraje están magistralmente reflejados en la carta del pueblo de
San Luis, que les es ocasión de protestar por el extrañamiento y salida de sus “queridos padres”,
decretada por Carlos III.
Dios te guarde a ti que eres nuestro padre, te decimos nosotros, el Cabildo y todos los caciques, con
los indios e indias y niños del pueblo de San Luis.
El Corregidor Santiago Pindó y D. Pantaleón Cayuarí con el amor que nos profesan, nos han escrito
pidiéndonos ciertos pájaros que desean enviemos al Rey. Sentimos mucho no podérselos enviar,
porque dichos pájaros viven en las selvas donde Dios los crió, y huyen volando de nosotros, de
modo que no podemos darles alcance. Sin que eso obste, nosotros somos súbditos de Dios y de
nuestro Rey, y estamos siempre deseosos de complacerle en lo que nos ordene; habiendo ido tres
veces a la Colonia como auxiliares, y trabajando para pagar el tributo, y pidiendo como pedimos
ahora que Dios envíe la más hermosa de las aves, que es el Espíritu Santo, a ti y a nuestro Rey para
iluminaros y que os proteja el Santo Ángel.
Por eso, llenos de confianza en ti, te decimos: Ah, señor Gobernador, con las lágrimas en los ojos te
pedimos humildemente dejes a los santos Padres de la Compañía, hijos de San Ignacio, que
continúen viviendo siempre entre nosotros, y que representes tú esto mismo a nuestro buen Rey en
el nombre y por el amor de Dios. Esto pedimos con lágrimas todo el pueblo, indios, indias, niños y
muchachas, y con más especialidad todos los pobres. (...)
Los Padres de la Compañía de Jesús saben conllevarnos, y con ellos somos felices sirviendo a Dios
y al Rey, y estamos dispuestos a pagar, si así lo quisiere, mayor tributo en yerba ka’a miri.
Ea, pues, señor Gobernador, de cuya bondad no dudamos, oye estas súplicas de unos pobres como
nosotros, empeñándote en que se cumplan.
Además, que nosotros no somos esclavos, ni tampoco gustamos del uso de los españoles, los cuales
trabajan cada uno para sí, en lugar de ayudarse uno a otro en sus trabajos de cada día. (...)
De San Luis, a 28 de Febrero de 1768.
Tus pobres hijos, a saber, el pueblo y Cabildo entero.
• 29 Pablo Hernández, El extrañamiento de los jesuitas del Río de la Plata... Madrid, 1908, p.
367-369. (...)
(Siguen las firmas)” [29]
70Si el horno no está para bollos, no están los indios para loros.
71En contrapunto viene una carta del pueblo de Loreto, más obsequiosa y amable, que comunica el
envío de los dichosos loros y otras aves.
Excelentísimo Sr. Gobernador y Capitán General.
Esperamos merecer los agrados de Vª Excelª juntos con muchos preceptos, a que anthelamos, para
desempeño de nuestro rendimiento y crédito de lo pronto de nª voluntad.
Por tanto, con más confianza que suficiencia de unos pobres indios, nos atrevemos, Excel.mo Sr.,
remitir en esta ocasión, con el profundo respeto a manos de Vª Excelª un loro colorado de la mayor
especie, cinco verdes de medianos, que hablan, y nueve pequeños también verdes, a los cuales
acompañan dos de otro género pájaros azulescos . Por todos son 17.
Excel.mo Sr. el agradecimimiento de las grandes promesas , que Vª Escelª se digna hacernos, no
vive en las dádivas , sino en el ánimo, y el que por falta de medios (como nosotros pobres indios, y
humildes súbditos de Vª Exª) no ofrece mucho, ni cosa de valor, no desmerece el nombre de
desagradecido, reconocemos, que nada es lo que presentamos, con estos pájaros; pero mucho el
ánimo, con que con el mayor respeto a Vª Excª los ofrecemos;; mucho el afecto de gratitud que a Vª
Excª rendidamente tributamos, y más la protección que en su grandeza, como Lugar Theniente
dignísimo de Nº Rey (que D. g.de), nos aseguramos. En ella g.de D.s dichosamente la persona de Vª
Exclª para ornamento, gloria y honor de España, muchos años. Loreto y Marzo 13 de 1768.
Excelentísimo Señor
Puestos a los pies de Vª Exclª sus más rendidos y obligados súbditos y servidores.
• 30 AGN, Sala IX, 6-10-7. No he conseguido ver el original en guaraní. El documento
presenta cierta dif (...)
El Cabildo de Loreto[30].
72¿Qué le habrán dicho esos loros que hablan al gobernador Bucareli? Y si llegaron a España, ¿qué
le habrán hecho oir al rey y su pasmada familia?
• 31 Todas ellas en AGN, Sala IX, 6-10-7.
73Obran en mi archivo una carta breve de Juan Antonio Curiguá, de 4 de marzo de 1768, otra de 27
de agosto de 1768 de Yapeyú, Cabildo xe rerapype che Theniente Narsiso Guyrabó aikuatia; una
tercera del mismo pueblo, de 26 de septiembre de 1768, firmada por Diego Guacuyú, y que trata de
la guarda de las cosas del almacén; y una cuarta del cacique Crisanto Tayuaré, de un domingo de
septiembre, que solicita ir de nuevo a Buenos Aires[31].
74De estas y otras misivas de esa época valdría la pena hacer un corpus, que revelaría la conquista
de la escritura por un pueblo que un día fuera conquistado por la escritura, y ahora quería usarla
como instrumento de liberación en nuevas situaciones de opresión.
75La escritura guaraní en la segunda mitad del siglo XVIII era un fenómeno cultural bastante
arraigado en la vida civil de los pueblos misioneros. Acuerdos y acontecimientos se documentaban
oficialmente en este idioma guaraní.
• 32 1. Carta de San Joaquín. 27 de junio de 1783.[El Protector de Naturales sacará una
traducción fiel (...)
76Es cierto que poco a poco los hábitos de la escritura incluso en los cabildos caen en la desidia.
Incluso la letra acusa los golpes de la dejadez y de la incorrección. Los temas mismos se hacen
triviales; cuentas de almacén, quejas, alguna que otra información particular. La cultura guaraní
escrita desaparece incluso de los archivos, aunque la investigación sistemática todavía se depara con
agradables y frecuentes sorpresas. No hace mucho no hicieron el honor de poder presentar una
pequeña muestra de diez documentos escritos en guaraní del Archivo Nacional de Asunción[32],
fechados entre 1783 y 1850. No son todos.
• 33 Ver nota 26.
• 34 Morínigo 1946, p. 32.
• 35 Ibid. p. 33-34.
77En la Biblioteca del Museo Mitre, en Buenos Aires, en el codicilo ya citado[33], hay también una
conjunto de documentos “encontrados entre los papeles de Lescano”. Juan Ángel Lazcano había
sido puesto por el gobernador Bucareli, como administrador general de los Pueblos Guaraníes.
Menos uno de 1766, los demás son de hacia 1772, cerrándose la serie con un oficio de 1777 del
cabildo de Candelaria, que contiene la queja del pueblo contra los nuevos administradores[34].
Morínigo estudia todavía otros documentos que van de 1800 a 1827. Este último de origen
capitular, es de gran transcendencia histórica, pues se trata de la proclama que los corregidores de
los pueblos de San Miguel y San Carlos dirigen a los pueblos del Paraná dando cuenta de su
incorporación a la provincia de Corrientes[35]. Esta circular es una patética muestra que anuncia la
nueva lengua de los políticos, lengua “bastardeada y desnaturalizada”, pero que todavía es la lengua
que mueve los ánimos de las poblaciones guaraníes y hace historia.
• 36 En: Colección de Datos y Domumentos referentes a Misiones como parte integrante del
territorio de l (...)
Opa catu ymboyerobia catupy, humildemente aytybo co che ñee Circularpype al grito al momento
ahechámaramo ñacañymba pota peteí mocói paisano culpa rehe[36].
78Numerosos documentos de este tipo aparecen a medida que crece el interés por investigarlos, y
no se reducen ni al área de las Misiones jesuíticas ni a su tiempo. Escritos similares provienen de
los pueblos de franciscanos también, y continúan hasta bien entrado el siglo XIX, aun después de
declarada la Independencia del Paraguay, en 1811, y a pesar de que las ideas "ilustradas" de la
época eran cada día más reacias al uso político de una lengua de indios.
Las huellas borradas
79Toda escritura es una huella de la voz, que nos permite ver y escudriñar el grito, el canto y el
susurro. Pero también la huella puede ser borrada cuando sobre ella avanzan las olas de un mar
embravecido. Es significativo, por ejemplo, que en el Archivo General de Sevilla, donde tantas
referencias hay a papeles escritos en guaraní, sólo se encuentren traducciones de los documentos.
Pero también es significativo que esa lengua marque su presencia en grandes archivos de la política
y de la cultura, como el Archivo de Simancas, el Archivo Histórico Nacional, el Archivo General de
la Nación en Buenos Aires, la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, y algún privilegiado archivo
particular. El guaraní, que en realidad era la lengua española del Paraguay, la lengua en la que se
había defendido tantas veces el territorio y el dominio español, aun en contra de los españoles
revoltosos, poco a poco, aunque no tan de repente, dejó de ser lengua política y de la política. Los
pueblos-ciudades del Paraguay se perdían al mismo tiempo que perdían su lengua. El monumento
escritural se erosionaba y se desmoronaba como las paredes de las casas de los pueblos y los muros
y piedras de sus templos.
80No es cierto que el Paraguay sea un pueblo de tradición oral. La tradición de un escritura
histórica en guaraní tiene una amplia documentación, aunque demasiado escondida y casi nada
conocida.
• 37 Ver B. Melià, “Del Guaraní de la historia a la historia del Guaraní”, en: El Paraguay
inventado. As (...)
81Una categorización sistemática de la pragmática que se deduce de tanta documentación escrita en
guaraní y que tiene como autores a los mismos Guaraníes, nos introduce a otra historia, que no
duplica sino recrea los hechos desde otra visión. La historia del guaraní es una historia guaraní que
en su lengua y escritura nos da una nueva historicidad. En estas acciones, como reconocen hoy los
etnohistoriadores, hay nuevas culturas que se afirman, se transforman y buscan su futuro[37]. Estas
historias nos obligan a salir de nuestro centro; la lectura excéntrica de esas fuentes nos llevan, como
en un torbellino, al centro de una nueva historia, en la no podrá ya faltarla voz y el eco guaraní.
Notas
[1] “Ava reta ycarai eÿ baecue Tupña upe yñemboaguiye uca hague. San Nicolás 1733”,en: Annaes
da Bibliotheca Nacional de Rio de Janeiro, VI, Rio de Janeiro, 1879, p. 91-366.
[2] En Manuscritos da Coleçao de Angelis, I. Jesuítas e bandeirantes no Guairá (1594-1640).
Introdução, notas e glossário por Jaime Cortesão. Rio de Janeiro: Biblioteca Nacional, 1951, p. 352361. Original colacionado sobre microfilm.
[3] Ibid. p. 360.
[4] Rafael Barret, Lo que son los yerbales. Montevideo, O.M. Bertani ed., 1910. También: El dolor
paraguayo. Caracas, biblioteca Ayacucho, 1978, p.121-136.
[5] Ver Bartomeu Melià, "Los dos primeros memoriales de Montoya en Madrid", Anais do VI
Simpósio Nacional de Estudos Missioneiros. Santa Rosa, RS - Brasil, 1985, p. 85-89.
[6] Este documento me fue acercado por el Sr. Alejandro Larguía, de Posadas, a fin de que fuera
traducido y de esta manera pudiera pasar al dominio público. Agradezco de público su diligencia tan
deferente y confiada. De este diario se puede leer un estudio preliminar: B. Melià, “Un Guaraní
reportero de guerra”, en: B. Melià (de.)., Historia inacabada, futuro incierto; VIII Jorandas
Internacionales sobre las Misiones Jesuíticas), Asunción, CEPAG, 2002, p. 217-222.
[7] Dejo de lado la notable cantidad de cartas, informes y billetes, siempre en guaraní, ya
posteriores al período de 1750 a 1756 de la Guerra Guaranítica, con que el investigador se topa
continuamente en el Archivo General de la Nación, de Buenos Aires. Antes de 1969 ya podía citar
unos 19 documentos (muchos de ellos manuscritos todavía inéditos) en los que se recogen
memoriales, cartas y circulares, algunos en versión bilingüe. Estos documentos prueban que la
lengua guaraní era un instrumento de uso ordinario en la vida política de los Pueblos (Melià 2003,
p. 362-368).
[8] AHN, Leg. 120j, num. 7(d) In-fol, 64p.
[9] Bartomeu Melià, “Quand les indiens guaranis ont fait entendre leur voix”, Journal de la Société
des Américanistes, LVI-2, París 1967, p. 623-625).
[10] Juan de Escandón. Relación de cómo los indios guaraníes de los pueblos de San Juan, San
Miguel, San Lorenzo, San Luis, San Nicolás, El Angel y San Borja fueron expulsados de estos a
consecuencia del tratado que sobre límites de sus dominios en América celebraron las Cortes de
Madrid y Lisboa en el año de 1750, Escrita en 1760. Este largo texto ha sido publicado en versión
portuguesa –la española continúa inédita– bajo el título de “História da transmigração dos Sete
Povos orientáis”, Pesquisas, História nº 23, São Leopoldo, 1983. 438 p: p. 135-136. Un documento
similar es el que tiene como autor al padre Bernardo Nusdorffer: “Relación de todo lo sucedido en
estas doctrinas en orden a las mudanzas de los siete pueblos del Uruguay...”, publicada por Carlos
Leonhardt (Estudios, ts. 19-25, Buenos Aires, 1920-1923) y Carlos Teschauer, História do Rio
grande dos duos primeiros séculos, t. III, Porto Alegre, 1922.
[11] AHN, 120j, num 32; Mateos, op. cit. (1949), p. 551-553).
[12] Escandón, op. cit., p. 138.
[13] Guillermo Kratz, El tratado hispano-portugués de límites de 1750 y sus consecuencias.
Estudio sobre la abolición de la Compañía de Jesús. Roma, Institutum Historicum S.I., 1954.
[14] Robert Cunninghame Graham, A Vanished Arcadia, being some account of the Jesuits in
Paraguay, 1607 to 1767 (Londres, 1901), en el capítulo IX trae no pocas referencias a documentos
del Archivo de Simancas. Traducción al castellano: La Arcadia perdida (Buenos Aires, Emecé,
2000, p. 231-250). La carta de la estancia de San Luis, del 28 de febrero de 1756, Simancas, Leg.
7385, f. 13, es impresionante por su nobleza y decisión: “moriremos todos ante el Santísimo
Sacramento; pero hágale gracia a la iglesia, que pertenece a Dios y ni siquiera los infieles le harían
daño”
[15] Ibid (2000), p. 203-204. Simancas , Estado, leg. 7450.
[16] Biblioteca del Museo Mitre, 14.8.18. Ver Marcos A. Morínigo, “Sobe los cabidos indígenas de
las Misiones”, Revista de la Academia de Entre-Ríos, año 1, nª 1, Paraná, 1946, p. 30; Este artículo
abreviado, en: Marcos A. Morínigo, Raíz y destino del guaraní.. Asunción 1990, p. 141-156;
Bartolomé Mitre, Catálogo razonado de la sección Lengua americanas, II. Buenos Aires 1910., p.
23. Una descripción del codicilo de la Biblioteca de Museo Mitre, titulado: “Misiones del Uruguay.
Documentos manuscritos autógrafos en guaraní. Año 1758-1763”, está en Documenta iesuitica,
octubre 2000, año VI, nº 24, (Documento 0124) Praha.
[17] Testimonio del proceso que hizo formar don Pedro de Cevallos, de orden de Su Majestad...
sobre si los Padres de la Compañía de Jesús influyeron de algún modo en la desobediencia de los
indios contra la ejecución del Tratado de Límites celebrado el año de 1750 entre las dos Coronas
de España y Portugal. En: Pastells-Mateos, p. 502-615.
[18] Relação Abbreviada da Republica que os Religiosos Jesuitas das Provincias de Portugal, e
Hespanha, establecerão nos dominios ultramarinos das duas Monarquias: e da Guerra que nelles
tem movido, e sustentado contra os Exercitos Hespanhoes e Portugueses; formada pelos registros
das Secretarias dos dous respectivos Principaes Commisarios, e Plenipotenciarios; e por outros
documentos authenticos. 85 p. (sin lugar, sin autor, sin año. Pero atribuida con fundamento a
Sebatião Carvalho, Marqués de Pombal, en Lisboa, 1757). Sólo en éste y en el año siguiente se
hicieron 6 ediciones y traducciones (Ver Efraim Cardozo, Historiografía Paraguaya. I. Paraguay
indígena, español y jesuita. México, 1959. Robert Streit, Bibliotheca Missionum, III. Aachen, 1927,
p. 194 [conforme a los años de edición de las obras]). La editada en París en 1758, 68p., tiene texto
pareado en francés y portugués. La Relação abreviada tiene su respuesta en la Declaración de la
verdad contra un libelo infamatorio impreso en portugués contra, Buenos Aires, 1900. los P.P.
Jesuitas Misioneros del Paraguay y Marañón, de José Cardiel, editado después por Pablo
Hernández, Buenos Aires, 1900.
[19] Pastells-Mateos VIII, 1, p. 182-184.
[20] Documentos relativos a la ejecución del Tratado de Límites de 1750. publicados por el
Instituto geográfico militar (del Uruguay). Montevideo, 1938, p. 229-241. Estos documentos
parecen ser los mismos que se encuentran en Simancas, Estado, leg. 7450.
[21] Pastells-Mateos VIII, 1, p. 219-222.
[22] Pastells-Mateos VIII, 1, p. 297-298.
[23] Pastells-Mateos VIII, 1, p. 194-198.
[24] Francisco Javier Brabo, Colección de Documentos relativos a la expulsión de los jesuitas de la
República Argentina y del Paraguay en el reinado de Carlos III. Madrid 1872, p. 277-289. Por otra
carta de 1771, aquí transcrita, sabemos que Nicolás y su familia se habían quedado en Buenos Aires
y eran atendidos de los fondos de Misiones. Para la historia de Nicolás ver todavía la carta de
Bucareli al Conde de Aranda, de 1º de octubre de 1768 (ibid., p. 478-80), en la que dice que el
cacique está desterrado por los Padres por no haberse prestado a secundar sus planes.
[25] Revista de la Academia de Entre-Ríos, año 1, nª 1, Paraná, 1946, p. 29-37. Ver nota 18.
Bartomeu Melià, La lengua guaraní en el Paraguay colonial. Asunción, 2003, p. 362-368.
[26] Ver la catalogación de estos escritos en Documenta iesuitica, abril 1996, año II, nº 6
(Documentos 0017-0041) Praha. Estas respuestas se refieren, al parecer, al pedido también
conservado en el Museo Mitre . Ver Documenta iesuitica, año II, nº 5 (Documento 0016).
[27] Morínigo 1946, p. 31.
[28] Archivo Nacional de Chile - Fondo Jesuitas. Vol. 159. Colacionado sobre el original. Copia en
Francisco Brabo, Colección de documentos relativos a la expulsión de los jesuitas de la República
Argentina y del Paraguay en el reinado de Carlos III , Madrid, 1872, p. 102-106. Fue también
parcialmente publicada por Moisés Santiago Bertoni, “La lengua guaraní como documento
histórico”, Anales Científicos Paraguayos, Serie II, num. 6, Puerto Bertoni, 1920, p. 458-460.
[29] Pablo Hernández, El extrañamiento de los jesuitas del Río de la Plata... Madrid, 1908, p. 367369. Se hizo con estos papeles el plenipotenciario británico en Buenos Aires, Sir Woodbine Parish,
y hoy están en el British Museum. En copia, este documento está en la Biblioteca del Museo Mitre
(Documenta iesuitica, VI, 24, 2000, p.6).
[30] AGN, Sala IX, 6-10-7. No he conseguido ver el original en guaraní. El documento presenta
cierta dificultad hermenéutica, pues al mismo tiempo que refleja muy bien el sentir propio de los
cabildantes, hay expresiones, que por lo menos, en la versión castellana, no parecen responder a un
original guaraní. En artículo de divulgación había ya comentado estos tres documentos: Bartomeu
Melià, “Loros del Paraguay para Su Majestad”, Acción, 165, 1996, p. 20-23.
[31] Todas ellas en AGN, Sala IX, 6-10-7.
[32] 1. Carta de San Joaquín. 27 de junio de 1783.[El Protector de Naturales sacará una traducción
fiel a la letra de esta carta y hecho agréguense ambas al expediente obrado sobre asignación de
tributos a los naturales del Pueblo de San Joaquín. Melo de Portugal; Asunción, octubre 7 de 1783].
SNE, Vol. 227 Año 1783; 2. Carta de San Estanislao. 23 de septiembre de 1783. [El Protector de
Naturales sacará una traducción fiel de esta carta y hecho agréguense ambas al expediente. Melo de
Portugal]. Sobre tributos a pagar al Rey. Vol. 227 Año 1783 - SNE; 3. Entradas y salidas de los
Almacenes y Cuentas de Candelaria (?). SNE, Vol. 218. Año 1788. ff. 108-115 (desordenados); 4.
Carta de San Joaquín. Quejas sobre el médico que llegó. Febrero 3 de 1789. SNE Vol. 600.
Año1789; 5. Lista de los Cabildo, Corregidor y Teniente. [sin lugar]. SNE , Vol 525. Año 1792. Pag.
8; 6. Carta del Cabildo de Santa María al Gobernador Alós. Recibida en Asunción, el 19 de
setiembre de 1788. SH, Vol 152, N 5. 2 f. ; 7. Carta de María Rosa Arypyi, de Corpus. 20 de
setiembre de 1803. SCJ, Vol. 1388. 1806. fol. 64. (parece que hay traducción al castellano); 8. Carta
de Santa Rosa de Lima, al subdelegado de Santiago. 21 de marzo de 1808. SNE, Vol. 2900. Año
1808. fol. 118-120; 9. Carta de José Antonio Aripuy, capitán de milicias de naturales del
departamento de Candelaria, al Presidente de la Junta y Vocales de la Asunción del Paraguay. SCJ,
Vol. 1385, N.1 Año 1813; 10. [Frases en guaraní, dichas contra el gobierno por un pardo borracho,
según testimonio de sus acusadores]. Papel timbrado de 1850. SCJ, Vol. 1392, n. 1. Año 1850.
[33] Ver nota 26.
[34] Morínigo 1946, p. 32.
[35] Ibid. p. 33-34.
[36] En: Colección de Datos y Domumentos referentes a Misiones como parte integrante del
territorio de la Provincia de Corrientes. Hecha por una Comisión nombrada por el Gobierno de
ella. Corrientes 1877, p. 193-96. También en Morínigo 1946, p. 34-36; 2000, p. 151-155.
[37] Ver B. Melià, “Del Guaraní de la historia a la historia del Guaraní”, en: El Paraguay
inventado. Asunción, Cepag, 1997, p. 31-39.
Para citar este artículo
Referencia electrónica
Bartomeu Melià y s.j., « Escritos guaraníes como fuentes documentales de la historia paraguaya »,
Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Debates, 2006, [En línea], Puesto en línea el 05 abril 2006. URL :
http://nuevomundo.revues.org/2193. Consultado el 14 marzo 2011.
Autores
s.j.
Bartomeu Melià
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